Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Facultad de Contaduría.
trabajadores ferrocarrileros.
Equipo ?:
Murillo Maciel Maria Fernanda.
Perez Estevez Angel de Jesus.
Ramirez Gonzalez Oswaldo Gabriel.
FECHA:
28/11/2019
Introducción
En nuestro país, el ferrocarril como sistema de trasporte de pasajeros es
prácticamente inexistente. Las escasas líneas férreas con que se cuenta
actualmente fueron tendidas durante el siglo antepasado y, salvo algunas
ampliaciones o adecuaciones, nada nuevo se ha construido desde entonces; dichas
líneas, se utilizan para trasporte de carga exclusivamente.
El Bicentenario de la independencia de México en el 2010 y el centenario de la
Revolución Mexicana en el mismo año, han sido pretexto para una diversidad de
temas y reflexiones. Sin duda la historia del trabajo y de los movimientos sociales
debe ser una de éstas. Ya que es el trabajo y la producción lo que sostiene la
economía de un país y por lo tanto lo que crea la posibilidad real de su
independencia. El derecho a trabajar en condiciones adecuadas, a producir para el
propio país.
Por otra parte, comúnmente al referirnos a los triunfos de la revolución mexicana en
materia laboral, nos remitimos sin duda al artículo 123 de la Constitución de 1917,
destacando entre las prestaciones laborales, el derecho a huelga, la jornada de
ocho horas y los salarios mínimos. Sin embargo, solemos pasar por alto tres
aspectos del propio artículo que son centrales para el tema que nos ocupa,
resultado a su vez de largos procesos de lucha colectiva e individual, a saber:
ART. 123. Toda persona tiene derecho a un trabajo digno y socialmente útil; al
efecto se promoverá la creación de empleos y la organización social para el trabajo,
conforme a la ley.
VII. Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo o
nacionalidad.
XIII. Las empresas, cualquiera que sea su actividad, estarán obligadas a
proporcionar a sus trabajadores capacitación o adiestramiento para el trabajo. La
ley reglamentaria determinará los sistemas, métodos y procedimientos conforme a
los cuales los patrones deberán cumplir con dicha obligación.
A la luz del México contemporáneo lo anterior resulta una conquista casi elemental,
pero fue resultado de un largo proceso. Como ejemplo de lo anterior pondremos el
caso de la lucha por el derecho al trabajo y la capacitación laboral, de 1890 a 1950,
de los trabajadores ferrocarrileros, título del presente ensayo.
HISTORIA
Las organizaciones gremiales de los ferrocarrileros surgieron a la par de la
expansión de las líneas férreas durante el porfiriato. La primera de ellas conocida
como la Orden Suprema de Empleados Ferrocarrileros Mexicanos, surgió en 1890,
pero por diversos factores no prosperó. Fue sustituida en agosto de 1900 por la
Unión Mexicana de Mecánicos, a la que le siguieron la Hermandad de Empleados
del Ferrocarril, la Unión de Carpinteros y Similares, la Asociación de Conductores,
Maquinistas, Garroteros y Fogoneros y la Gran Liga Mexicana de Empleados del
Ferrocarril, entre otros.
Entre 1900 y 1914 desde esas organizaciones los trabajadores ferrocarrileros
lucharon por mejores condiciones de trabajo, acceder a la educación y ocupar de
los puestos de los trabajadores extranjeros, maquinistas, conductores y maestros
mecánicos, así como salario igual por trabajo igual y el derecho de ascenso de
acuerdo a las capacidades y no dependiendo de la nacionalidad. En 1907 la Gran
Liga, ya con 15 000 socios, propuso también implantar el idioma español como el
oficial en el servicio y buscar a corto plazo la mexicanización del personal.
La fundación de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México en 1908, abrió para
los trabajadores mexicanos la oportunidad de ocupar los puestos hasta entonces
ocupados mayoritariamente por extranjeros. Ese mismo año Felipe Pescador, uno
de los pocos despachadores mexicanos y José de Echegaray, promotor de las
escuelas ferroviarias, se entrevistaron con el ministro de hacienda Limantour, para
proponer la planta de los trabajadores mexicanos en las distintas áreas y el uso del
idioma español como el obligatorio tanto para las órdenes de tren, como para los
exámenes.
En julio de 1909 los despachadores extranjeros se van a la huelga y son sustituidos
por mexicanos. Poco después, motivados por las escuelas de enseñanza técnica
formadas por los propios trabajadores para el personal tenista y de talleres, como
Teodoro Larry y Servando Canales, la empresa Ferrocarriles Nacionales de México
crea el Departamento de Instrucción.
El crecimiento de las escuelas de capacitación y el reemplazo de trabajadores
americanos por mexicanos provocó la reacción de los operarios extranjeros. La
primera medida que tomaron fue obstaculizar en los exámenes el ascenso de
conductores y maquinistas mexicanos valiéndose de los superintendentes y jefes
de trenes extranjeros. Posteriormente ya en 1910, las hermandades
norteamericanas de tenistas y conductores amenazaron con la huelga. Pedían que
sólo se admitiera en la empresa a 50% del personal mexicano tenista, que los
exámenes fueran con sinodales norteamericanos; que las órdenes de trenes fueran
en inglés; que el número de escuelas de capacitación fuera menor; que no se retira
del servicio a ningún tenista norteamericano y por último un aumento del 40%.
Para entonces los Ferrocarriles Nacionales de México contaban ya con 225
garroteros mexicanos examinados, 130 conductores en servicio, 300 maquinistas
de camino, 100 fogoneros y 75 maquinistas de patio. Y aunque no eran suficientes
para cubrir todo el servicio en caso de huelga, el personal extranjero temió ser
desplazado y prefirió no irse a la huelga. Pero estalló entonces la revolución
mexicana, con la que de una manera o de otra se consumaría la sustitución del
personal extranjero.
El salario puede ser fijado por día, por viaje, una comisión sobre la venta de pasaje
o por kilómetros recorridos y consistirá en una cantidad fija, o en una prima sobre
los ingresos o la cantidad que exceda a un ingreso determinado, o en dos o más de
estas modalidades, sin que en ningún caso pueda ser inferior al salario mínimo .
LO QUE MARCA LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO (LFT)
Artículo 249.- Cuando algún trabajador esté próximo a cumplir los términos
de jubilación determinados en los contratos colectivos, la relación de trabajo
sólo podrá rescindirse por causas particularmente graves que hagan
imposible su continuación, de conformidad con las disposiciones contenidas
en los contratos colectivos. A falta de disposiciones expresas se estará a lo
dispuesto en el artículo 161.
Artículo 251.- Los trabajadores que hayan sido separados por reducción de
personal o de puestos, aun cuando reciban las indemnizaciones que en
derecho procedan, seguirán conservando los derechos que hayan adquirido
antes de su separación, para regresar a sus puestos, si éstos vuelven a
crearse y también para que se le llame al servicio en el ramo de trabajo de
donde salieron, siempre que continúen perteneciendo a los sindicatos que
celebraron los contratos colectivos.