Carlos Rodarte Ledezma

PENTATEUCO

Reporte de lectura “El Yahvismo”

El yahvismo es una forma de evolución de la religión del padre que practicaban aquellas tribus
nómadas, que después se denominaron hebreas, cuyo origen se desarrolló al salir de Egipto, en el
que se les es revelado el nombre de Dios como YHWH cuya presencia se manifiesta de manera real
a través de esta liberación, así como en la alianza del pueblo del desierto con Dios en el monte Sinaí,
esta herencia fue una herencia de un pueblo desterrado.

Moisés es uno de los personajes principales pues es un personaje muy vinculado al origen del
yahvismo. Estrictamente no se le puede llamar a Moisés como fundador del Yahvismo pues no es
un movimiento que él fundara sino una derivación de la religión del padre, que es anterior a Moisés
y las acciones decisivas en su aparición no se deben a él, sino al mismo Dios que se revela. La acción
de Moisés se desvanece en la acción de Dios, no es más que un instrumento suyo y únicamente en
el primer estadio, es decir que después de la muerte de Moisés, el Dios de la religión del padre,
ahora como YHWH se sigue revelando, aún así la importancia de Moisés es palpable pues estuvo
presente en el origen de este movimiento, pues fue quien sembró ese germen de fecundidad
extraordinaria.

El nombre revelado en Ex 3,13-5 encierra una formula con un valor de totalidad e intensidad con el
sentido de que el és y actúa con poder y ha de ser entendida de acuerdo a la mentalidad judía, es
decir, no con la mentalidad griega que designa al ser, si no mas bien con la mentalidad judía que es
diferente, pues para los judíos el ser, es ante todo existir, en este caso el nombre revelado designa
que “yo soy el existente” Yahvé es el Dios que Israel debe de reconocer como realmente existente,
único y existente para Israel. Yahvé es el Dios existente que hace ser al pueblo Israelita, que se siente
bajo el impacto de su presencia, a veces benévola, a veces terrible, pero siempre conmovedora y
eficaz, de un Dios que le da el ser, y con increíbles demostraciones de poder, afirma su señorío y
garantiza su victoria. Yahvé siempre es, nunca se cuestiona su origen, no se trata de un Dios
necesariamente atado por los lazos del pueblo, más bien es un pueblo adoptado por Dios, en el que
cumple todas sus promesas hechas a sus antepasados. El Yahvé de desierto no es un Dios
primariamente vinculado a los fenómenos naturales, como los dioses de aquellas épocas, sino como
su nombre lo revela, es el Existente para Israel, el que dirige su historia, y también el de la
humanidad, así primeramente es concebido como un Dios de la Historia mucho antes de un Dios
creador y Señor del cosmos, primero es el salvador de la historia que invita a la fe confiada mediante
una alianza con su pueblo, después en segundo término será el Dios vinculado a los fenómenos
naturales que produce un miedo cósmico.

La alianza es un hecho sumamente importante para el pueblo pues la existencia del pueblo estaba
y estará basada en la voluntad de Dios, en su palabra, que contiene y manifiesta su voluntad. Es la
palabra de Dios de la alianza que poco a poco irá configurando toda la vida del pueblo y que exige
la obediencia, todo lo bueno vendrá como resultado de esa obediencia. Finalmente la alianza da al
pueblo un sentido de solidaridad: todos unidos son el pueblo de la alianza y esta unidad debe estar
presente en todas las manifestaciones de la vida, al servicio de la voluntad de Yahvé.
La alianza es gracia, la alianza significa compromiso personal unilateral, por el cual una persona se
compromete con otra. Todo es gracia, la ley no existe sin la gracia, la ley y la gracia constituyen los
dos polos de la vida del Antiguo Testamento. Las dos tradiciones del éxodo-conquista y la del Sinaí,
solo tienen sentido si van unidas.

Así la religión del padre podría decirse evoluciona al Yahvismo, ya no en un Dios desconocido, sino
un Dios que toma la iniciativa y se revela, que no depende del ser humano, o el vínculo del hombre,
sino que el hombre depende de Dios, y de su voluntad, la alianza conformará integralmente la vidad
de este pueblo, no solo en un sentido religioso como anteriormente se practicaba sino que
conformará cada acto, la obediencia será importante, pero más importante el reconocimiento de la
gracia sobre le pueblo.