Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Resumen del capítulo 1 “La práctica moderna del arte y la modernidad “de Niger
Blake y Francis Frascina.
La historia del arte y la crítica no son las únicas disciplinas que utilizan términos de “modernidad” y “posmodernidad”;
también lo hacen la historia y la teoría social.
(…) si bien antes existía un consenso general sobre lo que era válido y valioso en el arte y la sociedad modernas, en la
actualidad, esta es una cuestión que despierta grandes polémicas ya que nos movemos en un gran “pluralismo” de
culturas y de sistemas de valores, ideologías, religiones y creencias sobre el género , la raza y la clase social.
¿En verdad existió ese consenso y en la actualidad se ha roto de forma definitiva y para mejor? Queda el interrogante
también de si el arte y la sociedad moderna se deban plantear desde una posición más compleja que supere la noción
“moderna” de lo que es válido, y de si se puede considerar de manera independiente al arte de lo social. Algunos
críticos e historiadores, creen que esto sería deseable.
Clement Greenberg en su ensayo “Avant-garde and kitsch” (1939) señala que algunos (los políticos revolucionarios,
sobre todo los franceses, a mediados del S XIX) piensan que, en su origen, el desarrollo del arte moderno se encontraba
estrechamente vinculado a la cuestión social, pero que esta perspectiva cambió a finales de ese siglo.
Ahora para analizar este planteamiento con detalle tenemos que ver cómo se establecía esta relación entre el arte y la
sociedad.
Bohemia y vanguardia
Muchos intelectuales se veían a sí mismos como “sin techo”, metafóricamente hablando, dentro de la
sociedad capitalista. Los bohemios estaban en contra de la dependencia, sentían indiferencia hacia las
convenciones sociales establecidas y a la autoridad, pero no tenían un credo político.
Fue la actitud propia de artistas e intelectuales pobres que vivían al margen de la sociedad y que a menudo
eran cómplices de esas clases sociales peligrosas (aunque no formaron parte de ella) que fomentaba las
revoluciones, el crimen y los desórdenes.
Muchos intelectuales participaron de la Revolución de 1848 del lado de los obreros que reaccionaron de
manera violenta a la modernización y a la implantación de prioridades económicas de la sociedad capitalista.
Los bohemios sólo presentaban un frente unido ante su alienación de la sociedad burguesa y de los principios
organizativos del capitalismo. Por lo tanto considerar el primer arte de “vanguardia” dentro de este contexto,
como obra de unos artistas que se consideraban “bohemios”, es verlo como algo “opuesto” a ambos, a la
burguesía y al capitalismo.
Algunos artistas (radicales privilegiados del S XIX) se integraban a la vanguardia por moda o para
promocionarse de manera oportunista, luego volvían al seno de la sociedad .En 1848, muchos de estos
intelectuales se pusieron en contra de los “bohemios”.
Por otro lado, muchos vanguardistas comprometidos con la cuestión social y político, criticaron con su arte
(pintura y literatura) las convenciones sociales y las estructuras de poder.
El pintor Eduard Manet era un intelectual burgués que se encontraba en estrecha relación con Courbet(pintor)
y Baudelaire (poeta y crítico) incluidos.
En el arte puro moderno o arte por el arte, poesía pura, se evita el tema o contenido de los cuadros.
El arte moderno en el S XIX es la vanguardia heroica que renuncia a temas literarios e históricos. Va hacia el
arte de “pura sensación” o a un “arte por el arte”. Por ejemplo Mallarmé con sus juegos de palabras, es
interpretado como un avance hacia esa poesía pura.
Greenberg es un clásico para quienes defienden la primacía del arte por el arte y creen en la fuerza liberadora
de una experiencia estética sin cuestionamientos morales, utilitarios. La cualidad de lo estético y de la
experiencia estética que buscan se mide, por el grado en que una obra de arte es explícitamente
independiente de o trasciende los puntos de discusión socioculturales y se centra en sí misma, en el arte por el
arte.
La tesis de la autonomía social del arte y esta noción de “experiencia estética” se utilizan para seleccionar un
determinado canon de artistas y obras de arte.
Ej: Monet La Grenouillere, de 1869 (pensada para el disfrute de la burguesía)
Posiciones encontradas:
Historia del arte moderno, vació de contenido el contexto histórico (especialmente el político), pero hay que recordar
que muchos artistas (pintores) modernos no adoptaron una actitud positiva ante transformaciones sociales de gran
alcance, sino que reaccionaron frente a ellas, alterando el entorno con su arte.
¿Hasta qué punto la vanguardia del arte moderno pretendía ser un Arte por el Arte, evitando los temas “malditos” o
quitándoles importancia?
Algunos artistas alteraron la relación entre arte y sociedad, con nuevos temas (ciudad moderna de la
ciudad decimonónica o enfrentándose a temas tradicionales como el paisaje) de una manera moderna.
Cuál fue el significado sociopolítico de estos
cambios de sentido o de énfasis de por ejemplo: “El
entierro de Ornans” (Courbet 1849/1850) y “El viejo
músico” de Manet (1862) y en “Argenteuil” de
Manet en “Otoño en Argenteuil” de Monet y en las
fábricas de Pontoise de Pisarro (pintados en la
década de 1870).
“He elegido estos cuadros para concretos para aplicar un determinado análisis fundamental en la historia social del
arte”.
El heroísmo en la vida moderna
En los primeros escritos de la modernidad, especialmente Baudelaire, se pueden encontrar pruebas sobradas
para darnos cuenta de que tanto los artistas como los críticos veían como inseparable la vida moderna y su
representación.
Surge el flâneur (que deambula por las calles haciendo “botánica en el asfalto”,
perderse en el anonimato de la masa (refugio de los marginados en lo
económico, social e intelectual).
Texto agregado
https://journals.openedition.org/gc/2167
*Traducido: flâneur (del original) como holgazán, aunque los términos no sean sinónimos.
A Baudelaire le tocó vivir la era burguesa de constante revolución de producción, inquietud social, incertidumbre y
agitación, que distingue a la era burguesa de las que la precedieron (en palabras de Marx y Engels).
“Todo lo sólido se desvanece en el aire” frase de Marx, por la permanente transformación. Para ellos (Marx y Engels) la
era burguesa se caracteriza por la transformación de las “tradiciones, opiniones y costumbres antiguas y venerables “ en
un sistema capitalista moderno.
Crítica a la modernidad: esclavización de los hombres envenenados (habla de los elementos que se utilizaban en los
talleres: polvo, mercurio, algodón, pigmento del albayalde, etc.) por crear “una obra maestra”.
Baudelaire en su prólogo critica “la utopía pueril de los partidiarios del arte por el arte”, (que) falto de moral y a veces de
pasión, muchas veces acababan siendo estériles y que el arte es inseparable de la moral y la utilidad.
Decía, además, que el arte se encontraba unido a la experiencia social y a las contingencias de la vida actual.
Uno de los espectáculos de la vida moderna eran los marginados, una chusma que constituía uno de los temas
modernos. Ellos eran un elemento necesario para que surgieran “obras maestras”, pero también lo eran “todos los
venenos” como el pigmento de albayalde, que el proletariado urbano producía bajo unas condiciones nuevas y terribles
en fábricas y talleres.
En 1855, Courbet se había referido a la meta trivial del arte por el arte.
En Francia de mediados del s XIX se entendía el arte como algo relacionado con la sociedad moderna (como su reflejo y
representación).
El debate poesía pura y arte (por ejemplo Mallarmé) como reflejo de la sociedad (Baudelaire en literatura y Courbet en
pintura)
Mallarmé: piensa que la literatura sin objeto ha puede constituir el centro mismo del debate.
Walter Benjamin afirma que muchos de los artistas de esa época y sobre todo los poetas, decidieron no apoyar
explícitamente a ninguna de las causas defendidas por su clase.
La postura del arte por el arte era una postura de oposición, pero que se vio frustada y transformada por los intereses
sociales y políticos de la burguesía.
La teoría del arte por el arte tomó importancia decisiva en 1852 con Mallarmé y la poesía pura.
mediante la evasión,(los artistas que elegían esta vía estética) lograban la liberación de los problemas
cotidianos de la vida social.
En cambio las obras de Baudelaire (para Benjamin) no eran esotéricas, porque reflejaban las experiencias de la vida
social.
El concepto baudeleriano de la “modernidad” y la convicción de Castagnaty, de que el arte formaba parte de una
“conciencia social”, es el origen de la tradición crítica diferente a aquella con la que se vincula a Greenberg, la que llega
hasta Shapiro.
En Naturaleza del arte abstracto , Shapiro afirma: No existe un arte puro que no se encuentre condicionado por la
experiencia , todas las fantasías y las construcciones formales , están modeladas por la experiencia y por intereses no
estéticos.
Shapiro insiste en que el hecho de que las obras de arte son producto de distintos tipos de comportamientos sociales.
Entender y consumir obras de arte, mirándolas, disfrutándolas, poseyéndolas, son comportamientos sociales; es más su
producción y su consumo se encuentran estrechamente relacionadas.
La obra de arte está condicionada por ese imaginario espectador, las influencias de las maneras de pintar, las
expectativas del espectador, por alguna idea preconcebida del artista. No existe un arte puro, autónomo y no puede
haber una experiencia estética desinteresada y libre de condicionantes.
¿Por qué decimos que la producción y consumo de arte es una práctica? Y ¿por qué una práctica social?
Parte importante de la experiencia estética se puede determinar a través de factores de tipo social y cultural.
La historia del arte acepta unánimemente la idea de que el arte moderno tiene su origen en Francia en el
S XIX. Pero todos los que afirman que el arte moderno consiguió su autonomía social también están afirmando, de
alguna manera, que la naturaleza del arte como actividad social cambió de forma radical a lo largo de aquel siglo.
Cambios técnicos, estéticos, formales explicándolos como una progresión autocrítica hacia el arte puro, un arte por el
arte.
Nosotros describiríamos estos cambios de una manera diferente, considerando la posibilidad de que entre los factores
principales que originaron tal transformación se encontrase una toma de conciencia social.
A principios del S XIX el arte se encontraba fuertemente institucionalizado, había tres Instituciones que contaban con el
apoyo social y político:
la Academia de Bellas Artes,
la Escuela de Bellas Artes,
la Exposición anual conocida como el Salón.
La Academia y el Salón
La Academia fue fundada en 1648 y abolida en 1789 (por sus implicaciones aristocráticas).
En 1715 se funda el Instituto francés que mantenía un poderoso poder consultivo sobre la Escuela de Bellas Artes,
mantenía la vida cultural francesa.
En 1816, una sección del Instituto francés, rebautizado como Academia, reinstauró la gran pintura de historia de tema
clásico, bíblico y contemporáneo. El propósito era la instrucción pública.
En la Escuela se enseñaba dibujo, anatomía, perspectiva e historia antigua, no se enseñaba a pintar, sino en los talleres
particulares de artistas famosos.
En la década del 80 (1880) el Salón era la exposición anual más importante de Francia. El Estado organizaba y compraba
la mayor cantidad posible de obras de arte. Se tenía en cuenta la composición (distribución de los elementos en el
cuadro).
Los pintores que trabajaban para la nobleza querían afirmar su situación social y su reputación. Esto explica los
lineamientos de la Academia, (además de esos lineamientos, se contaba con prejuicios tales como por ejemplo que el
dibujo era considerado menos manual que la pintura).
La Academia fomentaba el arte erudito (basado en el conocimiento de lo clásico) y de un corpus teórico de escritos
sobre el arte.
La estética clasicista, conocimiento de lo clásico: orden, claridad, armonía. Lo edificante, lo bello, eran centrales en la
tradición greco-romana.
La Academia fue una institución muy conservadora, tanto en arte como en política.
Sobrevivió a la Revolución porque la burguesía quería perpetuar la ilusión de un gusto francés aristocrático que se
pudiera utilizar en su pugna con Inglaterra y Alemania.
Críticas a la Academia:
No obstante al ser emparentada la Academia con la aristocracia, recibió muchas críticas de la burguesía.
Los pintores románticos fueron los principales críticos de esta institución.
Muchos académicos vieron en la técnica de Delacroix a un representante de la izquierda.
Pincelada expresiva, “pictórica” diferente de la del academicistas,
Color rico, para los académicos lo principal era el dibujo (interpretado como elemento masculino) y el color
servía para rellenar el dibujo)
El acabado de los academicistas era total (le fini), la pincelada era apenas visible, detallada (borraba el dibujo
que pudiera recordar lo artesanal del oficio).
Después de la Revolución de 1830, se producen cambios en la sociedad (vida económica y política) y también en la
actividad artística.
En la esfera humana el capitalismo engendraba una red cada vez más compleja de talentos y habilidades, culturas
subsociales y formas de vida relacionadas entre sí y la bohemia es un ejemplo.
Las obras de arte se convierten en objetos de consumo (elementos de confort). El arte es objeto de especulación e
inversión.
El capitalismo industrial promueve la normalización. Genera individualismo,
pero con individuos integrados al conjunto de manera positiva…
Los románticos:
intentan resistir a la normalización.
rechazan los temas oficiales, frente a temas sacados de la vida moderna.
El romanticismo, como forma de oposición individual solo fue posible en una sociedad moderna, que fomentaba las
novedades, pero normalizadas, donde los bienes de consumo eran destinados al confort de la burguesía.
El “justo medio” fue lo más típico de esta época, que ignoraba las funciones ideológicas y críticas de las obras de arte y a
sus artistas.
En esta obra Courbet encuentra un nuevo estilo que, por el tema y sus modos de representación, resulta adecuado a su
compromiso con el mundo de su tierra, diferente de la pastoril idealizada y anodina.
“El entierro en Ornans” alude al papel de la Iglesia, pero refleja también las tensiones
internas de esta sociedad y sus ambigüedades (ha pintado una oración, pero nadie
reza, las expresiones fijas y congeladas, imagen de distracción colectiva, más que
falta de fe, etc).
La pintura trata de religión, pero no es religiosa, es más bien una sátira.
1-por la dimensiones de las pinturas (reservadas a las grandes pinturas de tema histórico para un fin ahistórico).
2-por el tema: escena banal, ahistórico.
3-Lo que aglutina a estas personas es su pertenencia a un grupo social, no es la devoción.
4-Muestra una imagen de la sociedad rural, no una tranquila meditación sobre la muerte.
5-Los campesinos están vestidos como burgueses (¿modernización del campo? Y los campesinos se están cuestionando
su propio status social.
Comparación con “Muerte de una hermana de la caridad” de Pils, J (1850) donde se muestran
la espiritualidad cristiana y la belleza moral.
“Camino al trabajo”
Millet mostraba el profundo embrutecimiento humano, pero dentro de la visión mistificadora del campo, en cambio
Courbet ponía en cuestión la validez de las concepciones burguesas del arte y sus tradiciones, obligaba al público a
interpretar la imagen apelando a la realidad y al mismo tiempo a esa imagen autocomplaciente que tenían de sí mismos
por su civilizada posición de consumidores de obras de arte, algo que los situaba por encima de las clases sociales más
bajas.
Por eso podemos entender por qué estas pinturas inquietaron tanto a los parisinos burgueses de 1850.
El proletariado de París estaba casi todo constituido casi exclusivamente de emigrados de las provincias, campesinos que
no habían podido mantener sus granjas o habían ahorrado lo suficiente para ir a la ciudad. Esas imágenes eran odiosas
para ellos, representaba un mundo que ellos entendían, que el mito del campo, era en realidad un mito, lo que era
embarazoso y una amenaza política para la burguesía parisiense.
Tildado de pintor-obrero, sus cuadros parecían conceder un lugar privilegiado al proletariado justo en un lugar donde se
suponía que no iba a ser bien recibido.
Estaba intentando provocar una subversión en la situación del arte. Su pintura es diferente de la del “justo medio” o de
la del romanticismo.
El arte pierde su esteticismo, su arte por el arte, para ser algo social y político. Escapa así a la normalización y a convertir
su obra en objeto de consumo.
La pintura de Courbet, al apelar más a la experiencia que podían tener sus espectadores del mundo real más que de sus
conocimientos artísticos, adquirió una gran fuerza política, una formidable capacidad de provocación y activa oposición.
El Entierro en Ornans cuestionaba de una forma efectiva cuál era la situación real del arte dentro de la sociedad que la
producía y dentro del moderno orden de cosas. Esta es una de las características que definen la tradición vanguardista.