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BREVE BIOGRAFÍA PABLO NERUDA

Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, conocido mundialmente como Pablo Neruda, nace el
12 de julio de 1904, en la ciudad de Parral, situada en la región central de Chile.
Fue hijo único del matrimonio formado por el conductor de ferrocarril, don José del Carmen
Reyes Morales y por la maestra doña Rosa Basoalto, quien muere dos meses después del
nacimiento del poeta. A los dos años, éste se va a vivir a la ciudad sureña de Temuco, donde
el padre contrae matrimonio en segundas nupcias con doña Trinidad Candia Marverde, a
quien Neruda le dedicará su poema “La Mamadre”.
Desde su primera infancia Neruda muestra interés por el rico mundo natural que lo rodea,
que es el del bosque nativo austral chileno, el que, junto con el mar, se convertirán en temas
de inspiración importante de su obra poética.
Cuando es alumno del Liceo de hombres Temuco, conoce a la poeta Gabriela Mistral – quien
también recibirá el Premio Nobel de Literatura -, y que trabaja en esa ciudad como directora
del Liceo de Niñas. Ella lo introduce en la gran narrativa rusa.
En 1921, Neruda se traslada a Santiago, la capital, para seguir la carrera de Pedagogía en
francés, en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.
En Santiago conoce a otros jóvenes escritores, participa en la bohemia literaria de la época y
en las actividades de la Federación de Estudiantes de Chile, lee con avidez, y escribe poesía.
En 1923 publica su primer libro, Crepusculario, que es muy bien recibido por la crítica. Al año
siguiente aparece la que será la más popular de sus obras, Veinte poemas de amor y una
canción desesperada, que se convertirá en uno de los poemarios amorosos más conocidos
en la poesía contemporánea.
En 1927 el poeta es designado por el gobierno de Chile como Cónsul en Rangoon, Birmania.
Posteriormente es trasladado a Colombo, Ceilán, y luego a Batavia, Java, donde contrae
matrimonio con María Antonieta Hagenaar Vogelzanz. En 1931 es nombrado cónsul en
Singapur. Regresa a Chile en 1932.
El 10 de abril de 1933 la Editorial Nascimento publica en una edición de lujo, en sólo cien
ejemplares el libro Residencia en la tierra, una de las obras más importantes del poeta. Este
mismo año es nombrado cónsul en Buenos Aires, a donde viaja en compañía de su mujer. Allí
conoce a la intelectualidad vanguardista porteña, a Raúl Gozález Tuñón, Oliverio Girondo,
Norah Lange y Jorge Luis Borges. También al poeta granadino Federico García Lorca, queha
llegado a la capital argentina a presentar un repertorio de sus obras teatrales. García Lorca
pasa a convertirse en uno de los amigos más entrañables de Neruda.
En 1934 recibe el nombramiento de cónsul en Barcelona. Al año siguiente es nombrado
cónsul en Madrid. Es recibido por los integrantes de la Generación de 1927, quienes lo
reconocen como uno de sus pares. Estrecha su amistad con García Lorca y la entabla con
otros grandes poetas como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, Manuel
Altolaguirre, Luis Cernuda, José Bergamín, y otros. En 1935, la Editorial Cruz y Raya publica
en Madrid su Residencia en la Tierra 1 y 2. En España Neruda conoce y se relaciona con la
pintora argentina Delia del Carril, que será su segunda mujer.
El 18 de agosto nace en Madrid su hija Malva Marina Reyes Hagenaar. La niña viene al mundo
con hidrocefalia, por lo que requiere grandes cuidados en sus primeros días.
El 18 de julio de 1936 estalla la sublevación militar con la que comienza la guerra civil
española. El 16 de agosto de ese año es asesinado Federico García Lorca. El 24 de septiembre,
Neruda publica en la revista El Mono Azul, su poema “ Canto a las madres de los milicianos
muertos”. Con éste – que se publica en forma anónima, puesto que por su cargo consular el
poeta debe mantener una actitud de neutralidad frente al conflicto -, se inicia una nueva fase
de la poesía de Neruda, comprometida con las causas que defienden la libertad y los
derechos del hombre. Ese poema es parte de “España en el corazón”, que se incorpora al
libro Tercera residencia.
Neruda realiza una activa labor en apoyo de la República Española. Junto a César Vallejo
funda el Grupo Hispanoamericano de Ayuda a España, y en París, con Nancy Cunard, edita y
publica la revista Los poetas del mundo defienden al pueblo español. Su abierta posición pro
republicana en la guerra española, tiene como consecuencia su destitución de su cargo de
cónsul.
En 1937 regresa a Chile donde funda la Alianza de Intelectuales de Chile para la Defensa de
la Cultura. Se convierte en un gran activista de las causas pacifista y antifascista.
En 1939, Pablo Neruda buscaba un refugio para escribir lejos de la ciudad, un sencillo aviso
en el diario lo llevó a comprar un sitio y una pequeña casa en Isla Negra.
Ese mismo año ,es nombrado cónsul especial para la emigración española. Parte a París,
donde consigue embarcar a cerca de dos mil refugiados en el barco Winnipeg. Antes de
regresar a Chile viaja a Holanda para ver a su hija, Malva Marina, que se encuentra residiendo
en ese país con su madre.
En 1940 es nombrado cónsul general en México. Se traslada a su capital, a la que llega el 21
de agosto. En octubre de 1941 recibe el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad de
Michoacán.
A principios de marzo de 1943 recibe desde Holanda la noticia de la muerte de su hija Malva
Marina. Ese mismo año, en el mes de julio, en el Estado de Morelos, contrae matrimonio con
Delia del Carril. A fines de agosto regresa a Chile.
En marzo de 1945 es elegido Senador de la República por las provincias nortinas de Tarapacá
y Antofagasta. Se afilia al Partido Comunista de Chile, al que pertenecerá hasta su muerte.
Recibe el Premio Nacional de Literatura.
Luego participa como jefe de propaganda en la campaña presidencial de Gabriel González
Videla, quien llega al poder apoyado por una coalición de la que forman parte los comunistas.
Al poco tiempo, sin embargo, González Videla declara al Partido Comunista fuera de la ley.
Neruda es desaforado y perseguido. Ocultándose en distintas casas concluye el que según él
mismo es su libro más importante, Canto general. A principios de 1949 cruza la cordillera de
los Andes, por la zona austral, y consigue llegar a la República Argentina. Desde allí viaja
secretamente a Europa y aparece sorpresivamente en el I Congreso Mundial de Partidarios
de la Paz, en París.
En 1950 se presenta en México la primera edición de Canto general, cuyas guardas son
ilustradas por los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Al mismo tiempo en Chile
se hace una edición clandestina de esta obra.
En el exilio Neruda inicia una relación clandestina con Matilde Urrutia, que inspiró algunos
de sus más famosos poemarios de amor como Los versos del capitán y Cien sonetos de amor.
Regresa a Chile en 1952, al año siguiente recibe el Premio Lenin de la Paz.
En febrero de 1955 termina su relación de casi veinte años con Delia del Carril y se traslada
a vivir con Matilde Urrutia a su casa ubicada al pie del cerro San Cristóbal, en Santiago, y a la
que llama “La Chascona”.
En el año 1959, compra en Valparaíso una propiedad que comparte con un matrimonio
amigo, y que bautiza “La Sebastiana”.
Entre las numerosas distinciones que recibe en los años siguientes, están el nombramiento
de Miembro Correspondiente del Instituto de Lenguas Romances de la Universidad de Yale;
la calidad de miembro académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad
de Chile, y el Doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras de la Universidad de Oxford.
En 1969, el Partido Comunista lo nombra precandidato a Presidente de la República. Él mismo
retira su candidatura a favor de su amigo, el médico socialista Salvador Allende, que llega al
poder en 1970. Neruda es nombrado entonces embajador en Francia. Se encuentra en París,
ejerciendo ese cargo, cuando recibe la noticia del otorgamiento del Premio Nobel de
Literatura, en 1971.
El 11 de septiembre de 1973, es derrocado el gobierno del Presidente Allende. Neruda,
gravemente enfermo, es trasladado desde su casa en la costa, en Isla Negra, hasta un clínica
de Santiago, donde muere el 23 de septiembre. Recibe sepultura en el mausoleo que facilita
una familia, desde donde luego se le traslada a un modesto nicho en el Cementerio General
de Santiago. Sólo después de la recuperación de la democracia, en diciembre de 1992, se
cumple su última voluntad cuando, con grandes honores, recibe sepultura en Isla Negra,
donde descansa junto a Matilde Urrutia.
La obra de Neruda, que comprende 45 libros, más diversas recopilaciones y antologías, ha
sido traducida a más de 35 idiomas, es conocida en todos los países del mundo, y estudiada
en las principales universidades y centros de investigación literaria. Su popularidad y vigencia
son permanentes y sus lectores se cuentan por millones a través del mundo.
GABRIELA MISTRAL
Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga1 (Vicuña, 7 de abril de 1889-Nueva York, 10 de enero
de 1957), fue una poeta, diplomática y pedagoga chilena.
De origen humilde, Mistral se desempeñó como profesora en diversas escuelas y se convirtió en una
importante pensadora respecto al rol de la educación pública, llegó a participar en la reforma del sistema
educacional mexicano.2 A partir de la década de 1920, Mistral tuvo una vida itinerante al desempeñarse
como cónsul y representante en organismos internacionales en América y Europa.
Como poeta, es una de las figuras más relevantes de la literatura chilena y latinoamericana. Entre sus obras
destacan Desolación, Tala y Lagar. Por su trabajo poético, recibió el premio Nobel de Literatura en 1945,34
fue la primera mujer iberoamericanan 1 y la segunda persona latinoamericanan 2 en recibir un premio Nobel.
Biografía
Origen y familia
Gabriela Mistral nació en Vicuña el 7 de abril de 1889, con el nombre de Lucila de María Godoy Alcayaga.5
En la actualidad, en la calle donde vio la luz, se creó en 1957 el museo que lleva su nombre.6 Toda su infancia
la pasó en diversas localidades del valle de Elqui, en la actual Región de Coquimbo. A los diez días, sus padres
se la llevaron desde Vicuña al cercano pueblo de La Unión (actualmente llamado Pisco Elqui). Entre los tres
y los nueve años, Mistral vivió en la pequeña localidad de Montegrande. Sería este lugar el que Mistral
consideró su ciudad natal; la poeta se refería a él como su «amado pueblo» y fue allí donde pidió que le
dieran sepultura.
Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva, profesor de ascendencia diaguita,7 y de Petronila Alcayaga Rojas,
de ascendencia vasca.8 Sus abuelos paternos, oriundos de la actual región de Antofagasta, fueron Gregorio
Godoy e Isabel Villanueva; y los maternos, Francisco Alcayaga Barraza y Lucía Rojas Miranda, descendientes
de familias propietarias de tierras del valle de Elqui. Por el lado de su madre, Gabriela Mistral tuvo una media
hermana mayor, Emelina Molina Alcayaga, hija de Rosendo Molina Rojas, quien fue su primera maestra. Por
el de su padre, habría tenido otro hermanastro, llamado Carlos Miguel Godoy Vallejos.
Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía unos tres años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo
defendió. Cuenta que «revolviendo papeles», encontró unos versos «muy bonitos». «Esos versos de mi
padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética», escribió.9
Formación docente
En 1904, comenzó a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de la Compañía Baja (en La Serena) y a
enviar colaboraciones al diario serenense El Coquimbo. Al año siguiente, continuó escribiendo en él y en La
Voz de Elqui, de Vicuña.10
Desde 1908, fue maestra en La Cantera y después en Los Cerrillos, camino a Ovalle. No estudió para maestra,
ya que no tenía dinero para ello. Quiso ingresar en una escuela normal de la que fue excluida por prejuicios
religiosos.11 En 1910, convalidó sus conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título
de «profesora de Estado», con lo que pudo ejercer la docencia en el secundario. Esto le costó la rivalidad de
sus colegas, ya que ese título lo recibió mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia, sin haber
concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.12
Lucila Godoy Alcayaga o Gabriela Mistral llegó a Traiguén en la Araucanía en octubre de 1910, con 21 años,
a prestar servicio como profesora a instancias de la directora del Liceo de Niñas de Traiguén. Al respecto,
escribió: “Fidelia Valdés me metió en la enseñanza secundaria, me llevó a Traiguén". En este pueblo
desarrolló funciones como maestra interina de Labores, Dibujo, Higiene y Economía Doméstica hasta el
primer semestre del año siguiente; sin embargo, el recibimiento no fue el esperado, pues sus colegas la
cuestionaron —tal como ocurriría en los restantes establecimientos donde sirvió en Chile—, por carecer
estudios sistemáticos en el Instituto Pedagógico. Mistral dice en un escrito haber observado el problema de
reparto y juicios de tierras indígenas y señaló que "éstos saben amar su tierra", fue el primer contacto con
los mapuches. En Traiguén comenzó el recorrido de once años dedicada a la enseñanza chilena en
Antofagasta, Los Andes, Punta Arenas, Temuco y Santiago.13
Fue contratada por el gobierno de México para asentar las bases de su nuevo sistema educacional, modelo
que se mantiene casi en su esencia, pues sólo se le han hecho reformas.142
Inicios
Los escritos realizados un mes antes de que llegara Lucila Godoy a Traiguén en octubre de 1910, son artículos
de prensa donde aboga por la instrucción primaria obligatoria, con fuertes críticas al mundo político de esos
años; la cuestión social marcaba la preocupación de los intelectuales de la época, además de los altos gastos
efectuados para las obras y actividades de celebración del Centenario de Chile; un importante sector del
bajo pueblo pasaba por problemas socioeconómicos y la joven Lucila Godoy no fue ajena a esas
problemáticas.
El diario El Colono de Traiguén del 1 de noviembre publicó el poema «Tristeza», resume el sentir del rechazo
y, a su vez, la tragedia sentimental de su frustrada relación con Romelio Ureta, que se había suicidado el año
anterior. Además, escribe el poema «Rimas», fechado en esa ciudad el 24 de octubre de 1910, donde
manifiesta tristeza frente a la pérdida y la imposibilidad de una despedida. Estos versos son distintos a los
publicados con el mismo título un año antes.
El mismo año, Mistral comenzó a escribir sus famosos Sonetos de la muerte. “Ignoraba yo por aquellos años
(1910-1911) lo que llaman los franceses el metier de côté, o sea, el oficio lateral; pero un buen día él saltó de
mí misma, pues me puse a escribir prosa mala, y hasta pésima, saltando, casi en seguida, desde ella a la
poesía, quien, por la sangre paterna, no era jugo ajeno a mi cuerpo. En el descubrimiento del segundo oficio
había comenzado la fiesta de mi vida”. En este periodo de reflexión en Traiguén opta por la poesía como una
de sus mayores realizaciones personales.15
El 12 de diciembre de 1914, obtuvo el primer premio en el concurso de literatura de los Juegos Florales,
organizados por la FECh en Santiago, por sus Sonetos de la muerte.
Desde entonces utilizó el seudónimo literario «Gabriela Mistral» en casi todos sus escritos, en homenaje a
dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el occitano Frédéric Mistral. En 1917, Julio
Molina Núñez y Juan Agustín Araya publicaron una de las más importantes antologías poéticas de Chile, Selva
lírica, donde Lucila Godoy aparece ya como una de las grandes poetas chilenas. Esta publicación es una de
las últimas en que utiliza su nombre verdadero.
Desempeñó el cargo de inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Además, como destacada
educadora, visitó México, Estados Unidos y Europa estudió las escuelas y métodos educativos de estos
países. Fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico.
Haber vivido desde Antofagasta, en el extremo norte, hasta el puerto de Punta Arenas, en el extremo sur,
donde dirigió su primer liceo y estimuló la vida de la ciudad, la marcó. Su mentor y quien la trasladara a dicha
ciudad austral para hacerse cargo del Liceo N°1 de Niñas, fue el gobernador del territorio de Magallanes,
general Luis Alberto Contreras y Sotomayor. Su apego a Punta Arenas también se debió a su relación con
Laura Rodig, que vivía en aquella ciudad. Pero la escritora de Elqui no soportaba el clima polar. Por eso, pidió
un traslado, y en 1920 se mudó a Temuco, desde donde partió en ruta a Santiago al año siguiente. Durante
su estancia en la Araucanía, como directora del Liceo de Niñas de Temuco, conoció a un joven llamado Neftalí
Reyes, quien se haría famoso como Pablo Neruda16. El joven recordó así su encuentro: «ella me hizo leer los
primeros grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí». 17
Aspiraba a un nuevo desafío después de haber dirigido dos liceos de pésima calidad. Opositó y ganó el puesto
prestigioso de directora del Liceo № 6 de Santiago, pero los profesores no la recibieron bien, reprochándole
su falta de estudios profesionales.
Desolación, considerada su primera obra maestra, apareció en Nueva York en 1922 publicada por el Instituto
de Las Españas,11 a iniciativa de su director, Federico de Onís. La mayoría de los poemas que forman este
libro los había escrito diez años atrás mientras residía en la localidad de Coquimbito.
El 23 de junio de 1922, en compañía de Laura Rodig, zarpó hacia México en el vapor Orcoma, invitada por el
entonces ministro de Educación José Vasconcelos. Allí permaneció casi dos años, trabajando con los
intelectuales más destacados del mundo hispanohablante.
En 1923, en México se inauguró una estatua y se publicó su libro Lectura para mujeres; en Chile apareció la
segunda edición de Desolación (con una tirada de 20 000 ejemplares) y apareció en España la antología Las
mejores poesías, con prólogo de Manuel de Montoliú.

Tras una gira por Estados Unidos y Europa, volvió a Chile, donde la situación política era tan tensa que se vio
obligada a partir de nuevo, esta vez para servir en el viejo continente como secretaria de una de las secciones
de la Liga de Naciones en 1926; el mismo año ocupó la secretaría del Instituto de Cooperación Internacional,
de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra.
En 1924, publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa «poesía escolar», renovando los
géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una
poética austera y muy depurada. Petronila Alcayaga, su madre, murió en 1929, por lo cual le dedicó la
primera parte de su libro Tala.
Su vida fue, en adelante, una continuación de la errantía incansable que conoció en Chile, sin un puesto fijo
en que utilizar su talento. Prefirió, entonces, vivir entre América y Europa. Así, viajó a Puerto Rico en 1931,
como parte de un tour del Caribe y de América del Sur. En esta gira la nombra «Benemérita del Ejército
Defensor de la Soberanía Nacional» en Nicaragua el general Augusto Sandino, a quien había dado su apoyo
en numerosos escritos. Además, dio discursos en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, en Santo
Domingo, en Cuba, y en todos los otros países de América Central.
A partir de 1933, y durante veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades de Europa y América.
Su poesía fue traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, y ha resultado muy influyente en la obra
de muchos latinoamericanos, como Pablo Neruda y Octavio Paz.
Premio Nobel
La noticia de que había ganado el Nobel la recibió en 1945 en Petrópolis, la ciudad brasileña donde
desempeñaba la labor de cónsul desde 1941 y donde en 1943, a los 18 años, se había suicidado Yin Yin (Juan
Miguel Godoy Mendoza, su sobrino según la documentación oficial, pero que dijo a Doris Dana, ya muy
disminuida en sus días finales, que era su hijo carnal, al que, con su amiga y confidente Palma Guillén, "había
adoptado" y con el que vivía por los menos desde que este tenía cuatro años).18
La motivación para entregarle esta distinción fue «su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha
convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano». 19
Recibió el Premio Nobel, que otorga la Academia Sueca, el 10 de diciembre de 1945, en un discurso en que
manifestó: «Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz directa de los poetas de mi
raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa. Ambas se alegran de haber sido
invitadas al convivio de la vida nórdica, toda ella asistida por su folklore y su poesía milenarias».20
A finales de ese año regresó a Estados Unidos por cuarta vez, entonces como cónsul en Los Ángeles y, con el
dinero ganado con el premio, se compró una casa en Santa Bárbara.21 Allí, al año siguiente, escribió gran
parte de Lagar I, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, que sería
publicado en Chile en 1954.
En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida
relación, y de quien no se separaría hasta su muerte.
En Nueva York
Gabriela Mistral fue nombrada cónsul en Nueva York en 1953, cargo por el que consiguió estar junto a la
escritora y bachiller estadounidense Doris Dana, a quien había conocido en 1946 y quien fue receptora,
portavoz y albacea oficial.
En 1954, fue recibida con honores tras la invitación del gobierno de Chile encabezado por Carlos Ibáñez del
Campo.22 En esa ocasión la acompañó Doris Dana, a quien la prensa nacional identificaba como «la secretaria
de Mistral», y que pisaba tierra chilena por primera y última vez.
En Santiago, que había declarado día festivo, la esperaban las autoridades de la capital, mientras su auto
descubierto era escoltado por patrullas de carabineros seguidas de huasos a caballo y escolares destacados
de diferentes colegios portando banderas. En su trayecto, pasó por un arco de triunfo hecho con flores
frescas en la Alameda con España ―«El buen sembrador siembra cantando», se leía en él―; la gente le
lanzaba flores. En la tarde, fue recibida en La Moneda por el presidente Ibáñez y al día siguiente, se la honró
con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Chile.2324
Volvió a Estados Unidos, «país sin nombre», según ella, para quien Nueva York era demasiado fría; hubiera
preferido vivir en Florida o Nueva Orleans (había vendido su propiedad en California), y así se lo dijo a Doris,
a quien le propuso comprar una casa a nombre de las dos en alguno de esos lugares, pero al final terminó
acomodándose en Long Island, en la mansión de la familia de Doris Dana y se instaló en las afueras de la
megalópolis: «Pero si tú no quieres dejar tu casa, cómprame, repito, un calentador y quedamos aquí», le
escribió en 1954.
Doris Dana en esa época, consciente de que la existencia de Mistral era finita, comenzó un minucioso registro
de cada conversación que tenía con la poeta. Además, acumuló 250 cartas y miles de ensayos literarios, que
constituyen el más importante legado mistraliano y que fue donado por su sobrina Doris Atkinson después
de su muerte, en noviembre de 2006.
Muerte, homenajes póstumos y legado
La ciudad de Santiago a Gabriela Mistral, mural en cerámica de Fernando Daza, ubicado en las faldas del
costado sur del Cerro Santa Lucía, creado en 1971 y restaurado en 1997.
Mistral tenía diabetes y problemas cardíacos. Murió en el Hospital de Hempstead en Nueva York a causa de
un cáncer de páncreas, el 10 de enero de 1957, a los 67 años, estando Doris Dana.
Doris Dana permaneció como albacea de la obra de Mistral y evitó enviarla a Chile hasta que no se
reconociera a la poeta como correspondía a su estatura mundial. Incluso se le llegó a extender una invitación
de parte del gobierno del presidente Ricardo Lagos Escobar, cosa que ella declinó.
En su testamento, estipuló que el dinero producido por la venta de sus libros en América del Sur debía
destinarse a los niños pobres de Montegrande, donde pasó sus mejores años de infancia, y el de la venta en
otras partes del mundo a Doris Dana y Palma Guillén, quien renunció a esa herencia en beneficio de los niños
pobres de Chile. Esta petición de la poeta no se había podido realizar debido al decreto 2160, que derivaba
los fondos a editoriales e intelectuales. Este decreto fue derogado y los ingresos producto de su obra llegan
a los niños de Montegrande en el valle del Elqui.
La sobrina de Doris Dana, Doris Atkinson, donó al Gobierno chileno el legado literario de Mistral ―más de
40 000 documentos, custodiados en los archivos de la Biblioteca Nacional de Chile, incluidas las 250 cartas
escogidas por Zegers para su publicación―.
Sus restos llegaron a Chile el 19 de enero de 1957 y fueron velados en la Casa Central de la Universidad de
Chile2526 donde permanecieron hasta el 21 de enero.27 Luego fueron sepultados en Montegrande, como era
su deseo. Una vez mencionó que le gustaría que bautizaran un cerro de Montegrande en su honor; lo
consiguió el 7 de abril de 1991, en el que hubiera sido su 102.° cumpleaños, el cerro Fraile pasó a llamarse
Gabriela Mistral.

El Centro Cultural Gabriela Mistral, en el centro de Santiago.


El poeta y estudioso de su obra, Jaime Quezada, ha editado una serie de libros póstumos con escritos de la
premio Nobel: Escritos políticos (1994), Poesías completas (2001), Bendita mi lengua sea (2002) y Prosa
reunida (2002).
La Organización de los Estados Americanos instituyó en 1979 el Premio Interamericano de Cultura «Gabriela
Mistral», «con el propósito de reconocer a quienes han contribuido a la identificación y enriquecimiento de
la cultura propia de América y de sus regiones o individualidades culturales, ya sea por la expresión de sus
valores o por la asimilación e incorporación a ella de valores universales de la cultura».28 Fue otorgado por
primera vez en 1984 y por última en 2000. Además, hay una serie de otros premios y concursos que llevan
su nombre.
Una universidad privada fundada en 1981, una de las primeras en Chile, también lleva su nombre: la
Universidad Gabriela Mistral. En 1977, el gobierno de Chile instituyó en su honor la Orden al Mérito Docente
y Cultural Gabriela Mistral.
El 15 de noviembre de 2005, recibió un homenaje en el Metro de Santiago en conmemoración de los sesenta
años de su recepción del premio Nobel. Se le dedicó un tren boa tapizado con fotografías de la poeta.
Casi todas las ciudades importantes de Chile poseen una calle, plaza o avenida bautizada en honor a ella con
su nombre literario.
En diciembre de 2007 llegó a Chile gran parte del material retenido en Estados Unidos por su primera
albacea, Doris Dana. Lo recibió la ministra chilena de cultura Paulina Urrutia, junto a Doris Atkinson, la nueva
albacea. La recopilación, transcripción y clasificación ha sido hecho por el humanista chileno Luis Vargas
Saavedra que, al mismo tiempo, ha preparado una edición del trabajo llamada Almácigo.29
El 19 de octubre de 2009, se renombró el edificio Diego Portales como Centro Cultural Gabriela Mistral.30 La
Presidenta de la República, Michelle Bachelet, promulgó la ley 20386, publicada el 27 de octubre de 2009,
que cambió la denominación del edificio a Centro Cultural Gabriela Mistral, «con la finalidad de perpetuar
su memoria y honrar su nombre y su contribución a la conformación del patrimonio cultural de Chile y de las
letras hispanoamericanas».31
En 2015, la Universidad de Chile inauguró la Sala Museo Gabriela Mistral, en la Casa Central de esta
institución que destaca tres hitos de su relación con la Universidad: El reconocimiento de su calidad de
profesora en 1923; la creación del grado Doctor Honoris Causa para ella en 1954 (fue la primera en recibirlo);
y el velatorio de sus restos en el Salón de Honor en 1957.32 La sala expone material audiovisual, pinturas,
primeras ediciones de sus obras y fotos.33
La Biblioteca Regional Gabriela Mistral de La Serena fue inaugurada el 5 de marzo de 2018 por la presidenta
Michelle Bachelet, quien subrayó que esta "se relaciona armónicamente con la Casa de Las Palmeras", lugar
que la poeta compró en 1925 "soñando con reproducir el modelo mexicano de escuelas rurales y que hoy es
un hito fundamental de la ruta mistraliana"».3435

El presidente del Banco Central José de Gregorio presentó en 2009 el nuevo billete de 5000 pesos con el
rostro de Mistral.
Numismática
La imagen de Mistral ha aparecido en el billete de 5000 pesos chilenos desde julio de 1981.36 En septiembre
de 2009 se puso en circulación un nuevo billete, del mismo valor, con una imagen más agradable de Mistral.37
Relaciones personales
Gabriela Mistral mantuvo su vida personal en estricta reserva, lo que ha provocado mucha discusión
respecto a sus relaciones personales y sentimentales. Mistral se mantuvo soltera toda su vida, hecho poco
común en una mujer en su época, por lo que gran parte de sus relaciones han sido interpretados a través de
su trabajo literario o sus epístolas.
A los 15 años tuvo un amor platónico con Alfredo Videla Pineda, un hombre rico y más de 20 años mayor
que ella, con el que se carteó durante casi año y medio.
En 1906, mientras ella se desempeñaba como profesora en La Cantera, conoció a Romelio Ureta, un
funcionario de ferrocarriles con el que Gabriela sintió un gran afecto. Muchos estudiosos de la vida de la
poeta han considerado a Ureta como «el gran amor» de su vida. La relación tuvo un final trágico cuando
Ureta se suicidó en noviembre de 1909. Mistral escribió Sonetos de la muerte inspirada en sus sentimientos
tras la muerte de Ureta.38 Dichos versos la catapultaron a nivel nacional, luego de ganar los Juegos Florales
de 1914. Aunque por un tiempo la muerte de Ureta fue interpretada como causada por la relación con
Mistral, ella misma lo descartó y lo consideró nada más que «novelería». Ureta se habría suicidado al verse
acorralado, luego de sacar dinero de la caja del ferrocarril donde trabajaba con el fin de ayudar a un amigo
y no poder devolverlo.39
Los Juegos Florales sirvieron también para que Gabriela entablara una relación con el escritor Manuel
Magallanes Moure, quien fue jurado en el evento.40 Impactado con el talento de Mistral, Magallanes
comenzó a enviarle cartas y la relación epistolar entre ambos se convirtió en una con sentimientos más
profundos. Mistral eliminó gran parte de las cartas, al considerar que eventualmente podían ser
consideradas una suerte de adulterio (ya que Magallanes era casado), pero algunas copias que él guardó
reflejan el amor prohibido de Mistral por el escritor, rechazando sus insinuaciones de concretar un
encuentro.39
Te adoro, Manuel. Todo mi vivir se concentra en este pensamiento y en este deseo: el beso que puedo darte
y recibir de ti. ¡Y quizás -seguramente- ni pueda dártelo ni pueda recibirlo...! En este momento siento tu
cariño con una intensidad tan grande que me siento incapaz del sacrificio de tenerte a mi lado y no besarte...
Estoy muriéndome de amor frente a un hombre que no puede acariciarme...
Gabriela Mistral39

Yin Yin (1925-1943), sobrino de Gabriela Mistral y a quien crió como un hijo.
Las cartas también reflejaron la poca autoestima de Mistral, considerándose fea, deforme y complicada. «Yo
nací mala, dura de carácter, egoísta enormemente y la vida exacerbó esos vicios y me hizo 10 veces dura y
cruel».40 La relación epistolar duró casi siete años; sólo en 1921 se encontraron físicamente en Santiago,
momento en que el encanto se quebró y la relación se enfrío. Ambos siguieron en contacto como amigos
hasta 1923, cuando Mistral partió al extranjero. En su carta de despedida, Mistral lo enfrentó: «Tú no me
pudiste querer mi vejez, mi fealdad... Tu orgullo, muy visible, te alejó de mi.»40
En 1925, nació Juan Miguel Godoy, su sobrino (hijo de Carlos, su hermano por parte de padre). Mistral, quien
en esa época residía en Francia, recibió la custodia de su sobrino y lo crió como su propio hijo junto a su
secretaria mexicana, Palma Guillén. Más conocido como Yin Yin, fue una de las figuras más influyentes en la
vida de Mistral. Su vida, sin embargo, tuvo un abrupto final tras mudarse desde Europa a Petrópolis, Brasil.
Yin Yin nunca pudo acostumbrarse a su nuevo entorno y fue acosado por sus compañeros. En 1943, se suicidó
a los 18 años de edad tras ingerir arsénico, lo que fue un duro golpe para Gabriela Mistral y dio inicio a una
de las épocas más oscuras de su vida.4142
Gabriela Mistral y Doris Dana
Gabriela Mistral junto a Doris Dana, en 1949, visitando al embajador chileno en México.
Uno de los temas más controvertidos respecto a Mistral, tanto mientras ella vivió como después de su
fallecimiento, era lo asociado a su posible lesbianismo. En sus diarios íntimos escritos entre 1945 y 1946, y
que fueron publicados en 2002, rechazó los comentarios sobre su eventual lesbianismo e indica que habría
sido una de las razones por las que se alejó de Chile durante sus últimos años.
De Chile, ni decir. Si hasta me han colgado ese tonto lesbianismo, y que me hiere de un cauterio que no sé
decir. ¿Han visto tamaña falsedad? […] No se desea volver a lugares del mundo donde se hace con los propios
asuntos una novela policial. Yo no soy ningún dechado; tampoco una cosa extraordinaria. Yo soy una mujer
como cualquier otra chilena
Gabriela Mistral (ca. 1945), en Bendita sea mi lengua (editada en 2002).4344
En el ámbito más íntimo existen documentos que reflejan una relación muy íntima con mujeres. La relación
más debatida es la que mantuvo con Doris Dana. Ambas se conocieron en 1949, luego de comunicarse vía
cartas desde 1948. Se mantuvieron inseparables hasta el fallecimiento de la poeta, en 1957. En su
testamento, Dana fue nombrada como albacea y custodió el legado de la poeta por más cincuenta años.
Es la joven estadounidense —que en ese entonces tenía 28 años— quien se acerca a la poeta tres décadas
mayor que ella y ya consagrada con el Premio Nobel. Le escribe a su residencia en Santa Bárbara, California.
La excusa es la publicación de un volumen en torno a Thomas Mann que incluye una traducción hecha por
Dana de un texto de la poeta chilena. El tono es de respeto, casi de veneración:
Mi querida Maestra:
Me he tomado la libertad de mandarle, a nombre de la New Directions Press, el ejemplar destinado para
usted de “The Stature of Thomas Mann”.
De haber sido posible hubiera preferido, desde luego, gozar del privilegio de poner este libro personalmente
en sus propias manos.
En una época acribillada de comercialismo, un volumen como éste es digno de tal gracia y dignidad.
Le escribo esta carta para expresarle, dentro de sus límites, la profunda gratitud que siento por el alto
privilegio de haber traducido al inglés su ensayo poderoso y fuerte, “El otro desastre alemán”
La correspondencia entre la poeta chilena y la neoyorquina es recopilada en el libro Niña errante. El volumen
sólo incluye una veintena de cartas escritas por Doris Dana y más de doscientas de Mistral. Ambas hablan
de una atracción a primera vista. A lo largo de la correspondencia se va configurando una relación
apasionada, capaz por momentos de obsesionar a la poeta.
A menos de un año de iniciada la correspondencia, Mistral la trata de “amor”, identificándose a ratos a sí
misma con el género masculino. A ratos desesperada por la conducta evasiva de Dana, quien solía irse por
largas temporadas a Nueva York, ciudad en la que estaba radicada, a veces sin dejar dirección ni dar noticia.
El 14 de abril de 1949 Mistral le escribía:
Amor: te decía en mi carta de hoy 14 que llevo varias noches de mal dormir. Duermo de dos o tres de la
mañana y hasta las siete. Pero quiero volver a hablarte hoy. (Te acabo de poner un telegrama. No quisieron
recibir el pago de la respuesta estos palurdos.)
Yo no entiendo nada de lo ocurrido, mi amor. Sólo sospecho que mi carta sobre los Artasánchez te ha hecho
sufrir mucho. Y que o eso o el avión te ha causado un daño del corazón.
¡Qué estúpido ha sido el que más te quiere, Doris mía! ¡Perdóname, vida mía, perdóname! ¡No lo haré más!
Y tú guardarás el control de ti, y haz fe en tu pobrecillo, que es un ser torpe, vehemente y envenenado por
su complejo de inferioridad (el de la edad).
Duerme, mi amor, descansa. Yo procuraré ser menos brutal y necio. Yo te debo el lavarme de estos defectos.
Yo te debo felicidad por cuanto he recibido de ti.
A comienzos del siglo XXI, se comenzó a investigar el tema del lesbianismo de Mistral y su relación con Dana,
quien en sus últimos años, negó rotundamente haber mantenido una relación íntima o sexual con Mistral. 45
La catedrática estadounidense Licia Fiol-Matta escribió en A Queer Mother for the Nation: The State and
Gabriela Mistral, que Mistral era «una lesbiana de armario» y que su obra contrastaba con «la consagración
póstuma como un ícono nacional célibe, santo, sufriente y heterosexual».4644 Estas aseveraciones fueron
criticadas por el entorno mistraliano, al mismo tiempo que la Fundación Gabriela Mistral negó en 2001 al
escritor Juan Pablo Sutherland la inclusión de ciertos versos de la poeta en A corazón abierto, un análisis
respecto a la homosexualidad en la literatura chilena.47
Al fallecer Dana en 2006, el epistolario que mantuvo con Mistral se hizo público gracias al permiso otorgado
por la heredera de Doris Dana, su sobrina Doris Atkinson. La obra Niña errante fue publicada en 2009 con
transcripción, prólogo y notas de Pedro Pablo Zegers, conservador del Archivo del Escritor de la Biblioteca
Nacional. En ella, se reproducen por primera vez algunas cartas que reflejan la relación íntima que
mantuvieron ambas mujeres, incluyendo pasajes apasionados y de despecho.
Desde que te fuiste yo no río y se me acumula en la sangre no sé qué materia densa y oscura. Yo no puedo
saber aún, amor mío, lo que ocurra conmigo a lo largo de los sesenta días de nuestra separación.
Estoy viviendo la obsesión, amor. (...) Yo no sabía hasta dónde eso -lo vivido- ha cavado en mí, hasta dónde
estoy quemada por ese punzón de fuego, que duele igual que la brasa ardiendo sobre la palma de la mano.
Gabriela Mistral a Doris Dana48
A medida que la homosexualidad ha ganado aceptación en Chile y se han liberado más cartas que reflejan la
obra de Mistral, se ha avanzado en la consideración de Mistral como lesbiana, 49 y el impacto de ello tanto
en su obra como en su legado.n 352535448 En 2010, se publicó el documental Locas mujeres de María Elena
Wood que profundizó en la relación entre Gabriela Mistral y Doris Dana.
En 2015, cuando se promulgó el acuerdo de unión civil que permitió formalizar por primera vez parejas del
mismo sexo ante el Estado chileno, la presidenta Michelle Bachelet usó algunos versos de Gabriela Mistral
para ilustrar el avance de la nueva ley. «Nuestra Gabriela Mistral escribió a su querida Doris Dana: “Hay que
cuidar esto Doris, es una cosa delicada el amor”. Y lo recuerdo hoy porque a través de esta ley lo que hacemos
es reconocer desde el Estado el cuidado de las parejas y de las familias y dar un soporte material y jurídico a
esa vinculación nacida en el amor», señaló Bachelet, lo que sorprendió a la Fundación Gabriela Mistral.55
Premios y distinciones
1945: Premio Nobel de Literatura
1947: Doctor Honoris Causa por el Mills College of Oakland (California)
1950: Premio Serra de las Américas
1951: Premio Nacional de Literatura de Chile
Entre los muchos doctorados honoris causa que recibió, destacan los de la Universidad Nacional de
Guatemala, de California en Los Ángeles y de Florencia, por nombrar algunos, además del que le otorgó la
Universidad de Chile a su regreso a la patria en 1953 .56
Obras
Busto de Gabriela Mistral en Guayaquil, Ecuador.

Monumento a Gabriela Mistral, en Viña del Mar (Chile).


Desolación (1922). Nueva York: Instituto de las Españas en los Estados Unidos.
Lecturas para mujeres. Destinadas a la enseñanza del lenguaje (1923), con prólogo de Palma Guillén. México:
Departamento Editorial de la Secretaría de Educación de México. 1º edición en Chile, abril de 2018, Editorial
Planeta Sostenible.
Ternura. Canciones de niños: rondas, canciones de la tierra, estaciones, religiosas, otras canciones de cuna
(1923). Madrid: Saturnino Calleja.
Nubes blancas: poesías, y La oración de la maestra (1930). Barcelona: B. Bauza.
Tala (1938). Buenos Aires: Editorial Sur.
Antología (1941), selección de la autora. Santiago: Editorial Zig-Zag.
Los sonetos de la muerte y otros poemas elegíacos (1952). Santiago: Philobiblion.
Lagar (1954). Santiago: Editorial del Pacífico.
Recados, contando a Chile (1957). Santiago: Editorial del Pacífico.
Ediciones póstumas:
Desolación, Ternura, Tala y Lagar, compilación de Palma Guillén; México DF: Parrúa, 1957.
Motivos de San Francisco, selección y prólogo de César Díaz-Muñoz Cormatches. Santiago: Editorial del
Pacífico, 1965; descargable desde el portal Memoria Chilena.
Poema de Chile, texto revisado por Doris Dana; Editorial Pomaire, 1967; descargable desde el portal Memoria
Chilena
Poesías completas, con prólogo de Esther de Cáceres. Madrid: Aguilar, 1968.
Magisterio y niño, selección de prosas y prólogo de Roque Esteban Scarpa. Santiago: Editorial Andrés Bello,
1979; descargable desde el portal Memoria Chilena.
Lagar II. Santiago: Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Biblioteca Nacional), 1991;
descargable desde el portal Memoria Chilena.
Antología mayor, 4 tomos (1: Poesía; 2: Prosa; 3: Cartas; 4: Vida y obra), edición y cronología general de Luis
Alberto Ganderats. Santiago: Lord Cochrane, 1992.
Gabriela Mistral en 'La Voz de Elqui'. Santiago: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Museo Gabriela
Mistral de Vicuña, 1992; descargable desde el portal Memoria Chilena.
Gabriela Mistral en «El Coquimbo». Santiago: Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, Museo Gabriela
Mistral de Vicuña, 1994; descargable desde el portal Memoria Chilena.
Gabriela Mistral: Escritos políticos, selección, prólogo y notas de Jaime Quezada. Santiago: Fondo de Cultura
Económica, 1994.
Poesías completas, con un estudio preliminar y referencias cronológicas de Jaime Quezada. Santiago: Andrés
Bello, 2001.
Bendita mi lengua sea. Diario íntimo de Gabriela Mistral (1905-1956), edición de Jaime Quezada. Santiago:
Planeta/Ariel, 2002; descargable desde el portal Memoria Chilena.
El ojo atravesado. Correspondencia entre Gabriela Mistral y los escritores uruguayos, edición, selección y
notas de Silvia Guerra y Verónica Zondek. Santiago: LOM, 2005.
Gabriela Mistral: 50 prosas en «El Mercurio»: 1921-1956, prólogo y notas de Floridor Pérez. Santiago: El
Mercurio/Aguilar, 2005.
Moneda dura. Gabriela Mistral por ella misma, compilado por Cecilia García Huidobro. Santiago: Catalonia,
2005.
Esta América nuestra. Correspondencia 1926-1956. Gabriela Mistral y Victoria Ocampo, edición,
introducción y notas de Elisabeth Horan y Doris Meyer. Buenos Aires: El Cuenco de Plata, 2007.
Gabriela Mistral esencial. Poesía, prosa y correspondencia, selección, prólogo, cronología y notas de Floridor
Pérez. Santiago: Aguilar, 2007.
Gabriela y México, selección y prólogo de Pedro Pablo Zegers. Santiago: Red Internacional del Libro, 2007.
Gabriela Mistral. Álbum personal. Santiago: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos; Pehuén, 2008.
Almácigo, poemas inéditos; edición de Luis Vargas Saavedra. Santiago: Universidad Católica de Chile, 2009.
Niña errante. Cartas a Doris Dana, edición y prólogo de Pedro Pablo Zegers; Lumen, Santiago, 2009.
Hijita querida, edición, selección y prólogo de Pedro Pablo Zegers; Dibam/Pehuén, Santiago, 2011.
Epistolario americano, correspondencia con José Vasconcelos y Radomiro Tomic, además de Ciro Alegría,
Salvador Allende, Alone, Eduardo Frei Montalva, Pablo Neruda y Ezra Pound, entre otros;57 Santiago: Das
Kapital Ediciones, 2012.
Baila y sueña. Rondas y canciones de cuna inéditas de Gabriela Mistral, 13 canciones de cuna y 18 rondas
inéditas recopiladas por Luis Vargas Saavedra, quien las descubrió en 2006, cuando Doris Atkinson lo invitó
a conocer una serie de manuscritos inéditos en South Hadley;58 Santiago: Universidad Católica, 2012.
Caminando se siembra, prosas inéditas, selección de Luis Vargas Saavedra. Santiago: Lumen, 2013.
Poema de Chile, nueva versión con edición, investigación y prólogo de Diego del Pozo, que suma 59 poemas
a los 70 que tenía el preparado por Doris Dana en 1967. Santiago: La Pollera, 2013.
Por la humanidad futura, antología política de Gabriela Mistral. Investigación, edición y prólogo por Diego
del Pozo. El libro rescata textos políticos inéditos, así como otros que no estaban compilados anteriormente,
además de discursos y entrevistas. Santiago: La Pollera, 2015.
70 años del Nobel, antología ciudadana, con ilustraciones de Alejandra Acosta, Karina Cocq, Rodrigo Díaz,
Pablo Luebert y Paloma Valdivia; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), 2015 (descargable
gratuita y legalmente desde el CNCA).
Cuentos & Autobiografías, Textos inéditos revisados y compilados por Gladys González. Valparaíso: Ediciones
Libros del Cardo, 2017.
Manuscritos. Poesía inédita, 29 poemas inéditos revisados y compilados por Verónica Jiménez. Santiago:
Garceta Ediciones, 2018.
Las renegadas, antología de 88 poemas realizada por la escritora Lina Meruane, Lumen, Santiago, 2018
BIOBIBLIOGRAFÍA DE NICANOR PARRA
Nicanor Parra Sandoval nace el 5 de septiembre del año 1914 en San Fabián de Alico, zona precordillerana
de Chillán (Octava región del Bío-Bío, Chile). Crece en el seno de una familia de artistas populares: su padre,
don Nicanor Parra, profesor primario y músico; y su madre, doña Rosa Clara Sandoval Navarrete, tejedora y
modista de origen campesino, que también tenía aficiones artísticas y solía cantar canciones folclóricas.

Pertenecientes a la clase media provinciana y debido a la precariedad económica que siempre los acompaña,
la familia sufre continuos cambios de residencia, ya sea por los traslados, cesantías y por la personalidad del
padre, un bohemio incurable. Sin embargo, fuera de cortos periodos vividos en Santiago, Lautaro y Ancud,
para Nicanor Parra son fundamentales los años vividos en los suburbios de la ciudad de Chillán,
específicamente, en el barrio Villa Alegre, donde llega a la edad de doce años.

De todos los hermanos Parra, Nicanor es el único que hizo estudios más allá de los primarios. En 1927, es
matriculado en el Liceo de Hombres de Chillán, donde cursa hasta el Quinto Año de Humanidades. Su paso
por el Liceo le significó tener la experiencia de leer a poetas chilenos, como Manuel Magallanes Moure,
resultando evidente que sus primeros versos los escribió en esta época de liceano. Al respecto, el propio poeta
recuerda que hacía unos versos pomposos y sentimentales, llenos de retórica y muy floridos, conforme al estilo
que se usaba en la provincia.

En 1932, Nicanor Parra huye de su casa y llega a Santiago, donde cursa el último año de educación secundaria
en el Internado Nacional Diego Barros Arana, gracias a una beca de la Liga de Estudiantes Pobres. Al año
siguiente, el poeta ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile a estudiar Matemática y Física
y también de manera simultánea se matricula en Ingeniería, Leyes e Inglés, estudios que pronto abandona.
Ayuda a financiar sus estudios, desempeñándose como inspector del Internado Barros Arana. Allí en 1935
publica su primer anticuento, «Gato en el camino», en la Revista Nueva, publicación que funda junto a Jorge
Millas y Carlos Pedraza. El relato circula entre los inspectores, profesores y alumnos del Internado.

Egresa del Instituto Pedagógico en 1937, año en que se desempeña como profesor de matemática y física en
el Liceo de Hombres de Chillán y publica su primer libro, Cancionero sin nombre, compuesto por veintinueve
poemas. Sus rasgos más visibles son la incorporación de la métrica del romance, el desarrollo narrativo y la
tendencia del que habla a realizar acciones a la manera de un personaje, el uso constante de la personificación
y la metáfora con términos referidos a la naturaleza o al mundo religioso. Al año siguiente, Cancionero sin
nombre, obtiene el Premio Municipal de Santiago y es señalado por Gabriela Mistral como el futuro poeta de
Chile, en el acto de bienvenida a la poetisa en Chillán, ocasión en que Parra lee su poema «Canto a la escuela».

En 1943 Parra viaja a Estados Unidos a estudiar mecánica avanzada, gracias a la beca otorgada por el Institute
of International Education. Regresa en 1946 y se incorpora a la Universidad de Chile como profesor titular de
Mecánica Racional. Luego, en 1948, es nombrado Director Interino de la Escuela de Ingeniería de la
Universidad de Chile. En la antología 13 poetas chilenos aparecen tres poemas que en el futuro formarán parte
de su libro clave: Poemas y antipoemas. Al año siguiente, gracias a una beca otorgada por el Consejo
Británico, parte a Inglaterra a estudiar cosmología en Oxford durante dos años. En ese período lee a Ezra
Pound, T. S. Eliot, William Blake, Franz Kafka y se interesa en el psicoanálisis freudiano. Estas lecturas son
reveladoras para Nicanor, ya que le enseñan una disciplina en la construcción del verso y le hacen adquirir
conciencia de su oficio de poeta.

Diecisiete años después de la publicación de Cancionero sin nombre, aparece su segundo libro: Poemas y
antipoemas (1954); obra donde adopta definitivamente la línea que el propio Parra denomina «antipoesía»:
revelación irónica e iconoclasta de un mundo problemático, hecha en lenguaje antirretórico y coloquial.

El nuevo sistema poético, el de los antipoemas, lo asume Parra a partir de los últimos años de la década del
cuarenta, años que coinciden con su estadía en Estados Unidos e Inglaterra. La experiencia de vida cotidiana
moderna en aquellos espacios urbanos de dos sociedades desarrolladas y la lectura atenta y meditada de Eliot,
Pound, Kafka, las películas cortas de Chaplin y los documentos del surrealismo, le ayudan a adquirir
conciencia del oficio de poeta, a disciplinarse en el trato directo, desprovisto de retórica del lenguaje, lo cual
hace surgir su propia visión del verso. Dicha visión es la que irrumpe en Poemas y antipoemas y se prolonga
en el resto de sus obras.

Parra demora en dar con su fórmula antipoética, pero una vez que la descubre y que su recepción en Chile y
Latinoamérica se traduce en rápida adhesión y efectos renovadores, los libros que la elaboran se suceden uno
tras otro: La cueca larga (1958); Antipoemas (1960); Versos de salón (1962); Manifiestos (1963); Canciones
rusas (1967); Poems and antipoems (1967); Obra gruesa (1969); Los profesores (1971); Emergency Poems
(1972); Artefactos (1972); Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1976); Nuevos sermones y prédicas del
Cristo de Elqui (1979); El anti-Lázaro (1981); Poema y antipoema de Eduardo Frei (1982); Chistes para
desorientar a la poesía (1983); Coplas de Navidad (1983); Poesía política (1983); Cachureos, ecopoemas,
guatapiques, últimas prédicas (1983); Hojas de Parra (1985); Poemas para combatir la calvicie (1993).

Dichas obras, no sólo revelan la riqueza de la fórmula antipoética, sino también la capacidad de evolucionar,
sin cambiar las líneas esenciales, a raíz de los cambios históricos y coyunturas políticas; manteniéndose como
un sistema abierto que aprovecha de la cotidianeidad de la vida, de los movimientos artísticos y de los mass
media, nuevos recursos de expresión.

Su obra también ha sido objeto de producciones escénicas y audiovisuales. Ejemplos de esto son los siguientes
montajes: Todas las colorinas tienen pecas o Sólo para mayores de 100 años, estrenado en 1970 por el Taller
de Creación Teatral de la Escuela de Artes de la Comunicación de la Universidad Católica de Chile. En 1997,
la compañía «La Feria» estrena «Hojas de Parra». El mismo año, el cineasta Carlos Flores filma un documental
sobre su vida y su obra, al que se agregan dos películas: Nicanor Parra en Nueva York, de Jaime Barros, y
Nicanor Parra, de Guillermo Kahn.

En 1992 se estrena Pichanga: profecía a falta de educaciones, obra multimedia basada en los Derechos del
Niño, escrita por Parra, musicalizada por el grupo chileno «Congreso» e intervenida con pinturas de Bororo.
En el contexto de Machitún 94: homenaje a los ochenta años del antipoeta, la Mancha Theatre Company,
estrena Parranda, obra basada en textos del poeta.

En 1990, Parra expone con el poeta catalán Joan Brossa Dir poesía / Mirar Poesía en la Universitat de
Valencia y en el Museo de Arte de Chicago. Elige el Encuentro Nacional de Artes (Enart'90) para exponer sus
Obras públicas. Al mismo tiempo traduce al español El rey Lear de William Shakespeare para el montaje
presentado por el Teatro de la Universidad de Chile.

Cabe señalar que su inicio en exposiciones de poesía datan de 1952 cuando se asocia con el poeta Enrique
Lihn y Alejandro Jodorowsky para mostrar los Quebrantahuesos, poesía mural realizada con recortes de
diarios, siguiendo la técnica del collage.

Junto con su actividad académica, Nicanor Parra asiste a diversos países como Estados Unidos, Unión
Soviética, China Popular, Perú, Panamá, México, etc., donde dicta conferencias, organiza talleres, asiste a
congresos, mesas redondas, recibe premios y títulos. Es traducido y estudiado en diversos planteles
universitarios, transformándose así en un nombre universal. Entre los premios literarios y distinciones que
Parra ha recibido, se cuentan:

 Premio Municipal de Santiago, por Cancionero sin nombre (1938).


 Primer Premio de Poesía «Juan Said», Sociedad de Escritores de Chile (1953).
 Premio del Concurso Nacional de Poesía, Sindicato de Escritores de Chile (1954).
 Hijo Ilustre de Chillán, Municipalidad de Chillán (1967).
 Premio Nacional de Literatura (1969).
 Premio Richard Wilbur, Asociación Americana de Traductores (ALTA) (1985).
 Doctor Honoris Causa, Universidad de Brown, Estados Unidos (1991).
 Premio Prometeo de Poesía, Asociación Prometeo de Poesía, España (1991).
 Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe «Juan Rulfo» (1991).
 Doctor Honoris Causa de la Universidad de Concepción, Chile (1996).
 Premio Luís Oyarzún, Universidad Austral de Chile (1997).
 Medalla Gabriela Mistral, Gobierno de Chile (1997).
 Medalla Abate Molina, Universidad de Talca, Chile (1998).
 Medalla Rectoral, Universidad de Chile (1999).
 Honory Fellow, College Saint Catherine, Universidad de Oxford, Inglaterra (2000).
 Doctor Honoris Causa, Universidad del Bío-Bío, Chile (2000).
 Premio Bicentenario, Corporación Cultural de Chile y Universidad de Chile (2001).
 Premio «Reina Sofía» de Poesía Iberoamericana. Patrimonio Nacional de España y Universidad de
Salamanca (2001)1.
 Premio Cervantes, Ministerio de Cultura de España (2011)2.

Nicanor Parra, por su gran aporte a la renovación de la poesía, ha sido postulado al premio Nobel de Literatura
en diversas ocasiones. Ya en 1972 Patricio Larzundi lo señala como merecedor del Premio en la Revista de la
Universidad de Columbia, siendo apoyado por la Sociedad Hispanoamérica de Nueva York. La primera
postulación oficial se produce en 1995, patrocinada la Universidad de Nueva York. Coordina un «comité por
Parra» Marlene Gottlieb, quien logra una presentación del Instituto Cervantes de Nueva York a la Academia
Sueca, firmada por trescientos sesenta profesores de literatura de Estados Unidos.

El segundo intento oficial, lo encabeza la Universidad de Concepción, Chile en 1997 y tres años más tarde,
Machitún-2000, grupo que difunde la obra del poeta, anuncia la postulación de Parra a la versión 2001 del
Premio Nobel. Es así como en dicho año, la Universidad de Chile dirige la postulación, con el apoyo de las
Universidades chilenas adscritas al Consejo de Rectores y por las universidades españolas, Complutense de
Madrid y de Valencia. Por lo tanto, se organizan diversas acciones de apoyo tanto en Chile como en el
extranjero; una de ellas es la construcción de un sitio web dedicado a la vida y obra de Nicanor Parra,
desarrollado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

En los últimos años, Nicanor Parra ha difundido su pensamiento sobre todo a través de sus Discursos de
Sobremesa, pronunciados con motivo de algún premio u ocasión especial. Entre ellos destacan: «Mai mai
peñi. Discurso de Guadalajara» (Premio Juan Rulfo, 1991); «Happy Birthday» (homenaje al natalicio de
Shakespeare, 1993); «Discurso de la Alameda» (con motivo del homenaje por sus ochenta años, 1994); «Also
Sprach Altazor» (Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, 1995; Cartagena, 1993); «Discurso del Bío-
Bío» (Universidad de Concepción, Chile, 1996); «Aunque no vengo preparado» (Universidad Austral, 1997);
«No me explico Sr. Rector» (Universidad de Chile, 1999).

1. Ambas entidades editan la antología Páginas en blanco, obra que compila poemas de sus distintos libros,
algunos inéditos, manuscritos y sus artefactos. La selección y edición de los textos estuvo a cargo de Niall
Binns, profesor de Literatura de la Universidad Complutense de Madrid. Por problemas de salud, el poeta no
asiste a la ceremonia de entrega del premio, en su reemplazo lo recibe su hijo Juan de Dios de manos de la
Reina Sofía de España en el Palacio Real de Madrid.

2. Por motivos de salud, el poeta no asiste a la ceremonia de entrega, en su reemplazo lo recibe su nieto
Cristóbal Ugarte de manos del Príncipe de Asturias en la Universidad de Alcalá.
FEDERICO GARCÍA LORCA

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros,1 Granada, 5 de junio de 1898-camino de Víznar a Alfacar, Granada,
18 de agosto de 1936)2 fue un poeta, dramaturgo y prosista español, conocido por su destreza en muchas
otras artes. Adscrito a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura
española del siglo XX. Como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto
con Valle-Inclán y Buero Vallejo. Murió fusilado por las autoridades franquistas un mes después del golpe de
Estado con el que tuvo lugar el inicio de la guerra civil española.
Biografía
Nació el 5 de junio de 1898 en el municipio granadino de Fuente Vaqueros, en el seno de una familia de
posición económica desahogada, y fue bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca;3
su padre fue el hacendado Federico García Rodríguez (1859-1945) y su madre, Vicenta Lorca Romero (1870-
1959), segunda esposa de su padre,4 maestra de escuela que fomentó el gusto literario de su hijo. Su primera
casa, en Fuente Vaqueros, es un museo.
En 1909, cuando tenía once años, la familia se mudó a la ciudad de Granada. En su adolescencia, se interesó
más por la música que por la literatura, estudió piano con Antonio Segura Mesa y entre sus amigos de la
universidad lo conocían más como músico que por escritor novel.
Juventud y primeras obras
En 1914 se matriculó en la Universidad de Granada para estudiar las carreras de Filosofía y Letras y de
Derecho. Durante esta época, el joven Lorca se reunía con otros jóvenes intelectuales en la tertulia «El
Rinconcillo» del café Alameda.
En la Universidad recibió clases de Martín Domínguez Berrueta, profesor de Teoría de la Literatura y de las
Artes, el cual llevó a Lorca y a sus compañeros de viaje por Baeza, Úbeda, Córdoba, Ronda, León, Burgos y
Galicia. Estos viajes por distintas partes de España fueron los que despertaron su vocación como escritor. De
hecho, fruto de esto surgió su primer libro en prosa Impresiones y paisajes, publicado en 1918, una pequeña
antología de sus mejores páginas en prosa sobre temas políticos y sobre sus intereses estéticos.
Vida en la Residencia de Estudiantes
En la primavera de 1919, varios de sus amigos de "El Rinconcillo" se trasladaron a Madrid, y Lorca, gracias a
la ayuda de Fernando de los Ríos, quien le ayudó a convencer a sus padres a seguir sus estudios en la
Residencia de Estudiantes, no tardó en unirse a ellos. Así pasó el poeta a formar parte de esta institución.
La Residencia de Estudiantes era en aquella época un hervidero intelectual, que acogió a figuras de la talla
de Albert Einstein, John Maynard Keynes o Madame Curie, lo que influiría enormemente en la formación
intelectual de Lorca. De esta forma, entre los años 1919 y 1926, se relacionó con muchos de los escritores e
intelectuales más importantes de España, como Luis Buñuel, Rafael Alberti o Salvador Dalí y consiguió huir
del tedio cultural provinciano, que odiaba, como escribió a su amigo el compositor Adolfo Salazar:
Estoy encendío como una rosa de cien hojas, pero la realidad me encierra en su casa fea de espartos. Me
escriben de la Residencia diciéndome que no tienen habitación. ¡Esto es terrible! ¿Cómo voy yo a irme a otra
parte? Me asustan los ambientes Baroja y Galdós, la patrona, el estudiante vicioso... ¡Qué horror! Pues no
digamos nada los ambientes Zamacois, etc... ¡Es horrible! Así pues, hasta que tenga habitación sola en la
Residencia no voy a Madrid... ¡Qué pena! (...) Tengo mala sombra. Y me hace falta salir, ¿lo oyes? Yo me
ahogo. Este ambiente provinciano terrible y vacío llena mi corazón de telarañas.
5

Entre 1919 y 1921, Lorca publicó Libro de poemas, compuso sus primeras Suites, estrenó El maleficio de la
mariposa y desarrolló otras piezas teatrales. También durante esta etapa, gracias otra vez a la ayuda de
Fernando de los Ríos, tuvo ocasión de conocer a Juan Ramón Jiménez, que influiría en su visión de la poesía
y con el que llegaría a tener mucha amistad.
En mayo de 1921, Lorca volvió a Granada, teniendo así la oportunidad de conocer al maestro Manuel de
Falla, que se había instalado en la ciudad en septiembre del año anterior. Su amistad les llevó a emprender
varios proyectos en torno a la música, el cante jondo, los títeres, y otras actividades artísticas paralelas. Ese
mismo año, Lorca escribió el Poema del cante jondo, obra que no se publicaría hasta diez años después. Esos
años en Granada giraron alrededor de dos focos culturales: Falla y la tertulia de El Rinconcillo, reunida en el
café Alameda.
El 6 de enero de 1923, festividad de los Reyes Magos, Falla participó en una fiesta privada montada por
Federico, Adolfo Salazar y Hermenegildo Lanz, dedicada a dos niñas de la familia, su hermana Isabel y Laura,
la hija de Fernando de los Ríos.6 Se representó una adaptación lorquiana para títeres de cachiporra del
cuento andaluz "La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón", un entremés atribuido a Cervantes
y el Misterio de los Reyes Magos, un auto sacramental del siglo XIII, para el que Falla había colaborado en la
composición de la música incidental.7 Aquel mismo año, Lorca y Falla trabajaron en una opereta lírica, Lola,
la comedianta, obra que nunca terminaron.
En 1925 viajó a Cadaqués para pasar la Semana Santa en casa de su amigo Salvador Dalí. Esta visita y otra
más larga en 1927 marcaron profundamente la vida y obra de ambos. Fruto de esta intensa amistad fue la
"Oda a Salvador Dalí", que se publicó en la Revista de Occidente en 1926. Además, fue el mismo Dalí el que
animó al escritor a iniciarse en la pintura, consiguiendo que en 1927 presentase su primera exposición en las
Galeries Dalmau de Barcelona. Por su parte, Lorca alentó a Dalí como escritor.
El término parte de la fecha de diciembre de 1927, cuando se reúnen varios poetas españoles en Sevilla, en
un acto organizado por la Sociedad Económica de Amigos del País8 para conmemorar los trescientos años
de la muerte de Luis de Góngora.9 Cabe destacar que esta reunión es el origen de lo que algunos llaman la
Generación del 27 en la que se incluyen escritores como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso
Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados.
No todos los estudiosos reconocen el concepto de generación a la generación del 27 al no cumplir los
criterios establecidos por el historiador Julius Petersen9 (fechas de nacimiento próximas; formación
educativa semejante; buenas relaciones entre ellos; fecha próxima en la publicación de sus primeras obras;
hecho histórico generacional; ideas comunes; lenguaje generacional; presencia de un guía ideológico; y
anquilosamiento de la generación anterior). Algunos han propuesto un cambio de nombre como
«Generación de la Dictadura», «Generación Guillén-Lorca», «Generación de 1925», «Generación de las
Vanguardias» o «Generación de la amistad». Sin embargo, es un término muy admitido por comodidad y
costumbre.
Este grupo se caracteriza por fundir las formas de la poesía tradicional (neopopularismo) con los
movimientos de vanguardia; por tratar los mismos temas de una manera similar (la muerte en sentido
trágico; el amor como fuerza que da sentido a la vida; preocupaciones sociales como la injusticia, la miseria,
etc.), por el uso de la metáfora y la imagen; etc.
Volviendo a la vida de Lorca, se puede decir que la etapa de 1924 a 1927 fue el momento en el que el escritor
llegó a su madurez como poeta.
Sin embargo, también es en esta época cuando Federico García Lorca vive, según sus palabras, «una de las
crisis más hondas de mi vida»,10 a pesar de que sus obras Canciones y Primer romancero gitano, publicados
en 1927 y 1928 respectivamente, están gozando de gran éxito crítico y popular. Esta crisis fue provocada por
varios acontecimientos en su vida. Por un lado, con el éxito del Romancero gitano, comenzó a verse a Lorca
como costumbrista, defensor de los gitanos, ligado al folclore andaluz. Este se quejaba en una carta a Jorge
Guillén diciendo: «Me va molestando un poco mi mito de gitanería. Los gitanos son un tema. Y nada más. Yo
podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de paisajes hidráulicos. Además, el gitanismo me da un tono
de incultura, de falta de educación y de poeta salvaje que tú sabes bien no soy. No quiero que me encasillen.
Siento que me va echando cadenas».10 Y, por otro lado, se separó de Emilio Aladrén, un escultor con el que
había mantenido una intensa relación afectiva. Además, esta crisis debió agravarse cuando Lorca recibió las
duras críticas de Dalí y Luis Buñuel sobre el Romancero gitano.10 A pesar de esto, Lorca siguió trabajando y
comenzando nuevos proyectos, como la revista Gallo de la que solo se publicaron dos números o la obra
Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, la cual intentó estrenar en 1929 pero fue prohibida por la
censura de la Dictadura de Primo de Rivera.1011
Viaje a Nueva York
En la primavera de 1929, Fernando de los Ríos propuso a Lorca que le acompañase en su viaje a Nueva York.
Este aceptó viendo la oportunidad de alejarse de Aladrén ,12 aprender inglés, cambiar de vida y renovar su
obra. Se embarcaron en el Olympic —buque hermano del malogrado Titanic— a principios de junio de 1929
y llegaron el 26 de junio a Nueva York; él mismo describió su estancia en dicha ciudad estadounidense como
"una de las experiencias más útiles de mi vida". Describió a la ciudad como un lugar «de alambre y muerte»
y se vio sorprendido por la economía capitalista y el trato a los negros. Según él, Estados Unidos era «una
civilización sin raíces. [Los ingleses] han levantado casas y casas, pero no han ahondado en la tierra». Volcó
sus impresiones en Poeta en Nueva York, que no se publicó hasta cuatro años después de su muerte.1314 En
su trabajo Lorca buscó expresar «la esclavitud dolorosa del hombre y máquina juntos» en una ciudad a la
que denominó como «geometría y angustia».14
En marzo de 1930 dejó Nueva York para viajar a la ciudad de La Habana en Cuba, donde exploró la cultura y
la música cubana y trabajó en nuevos proyectos como El público y Así que pasen cinco años. En junio de
1930, Lorca ya estaba en Madrid.
La Barraca ambulant.
Con la instauración de la Segunda República Española en abril de 1931, comenzó una nueva etapa para Lorca.
Junto a Eduardo Ugarte, el escritor granadino codirigió La Barraca, un grupo de teatro universitario15 que
representó obras teatrales del Siglo de Oro (Calderón de la Barca, Lope de Vega, Miguel de Cervantes) por
ciudades y pueblos de España. Financiado por el Ministerio de Educación que dirigía el socialista Fernando
de los Ríos, tuvo por primera vez en sus manos un proyecto propio. El estallido de la guerra civil española
frustraría el empeño.
En América
En 1933 la compañía de Lola Membrives estrenó en Buenos Aires Bodas de sangre con un gran éxito popular.
Por ello, Lorca recibió la invitación de Membrives y de su marido para viajar a esa ciudad argentina. Allí,
consiguió triunfar profesionalmente y, gracias a esto, consiguió su independencia económica. A lo largo de
los seis meses que permaneció en Buenos Aires, tuvo la oportunidad de dirigir Bodas de sangre, que fue
representada más de ciento cincuenta veces; Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, El retablillo de don
Cristóbal y una adaptación de La dama boba de Lope de Vega. También durante este tiempo tuvo la ocasión
de dar varias conferencias y de hacer nuevas amistades, como Pablo Neruda, Juana de Ibarbourou, Ricardo
Molinari, Salvador Novo y Pablo Suero.
Cuando García Lorca volvió a España en 1934, mantuvo un elevado ritmo creativo: terminó obras como
Yerma, Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías; revisó obras
como Poeta en Nueva York, Diván del Tamarit y Suites; hizo un viaje a Barcelona para dirigir algunas de sus
obras, recitar sus poemas y dar conferencias, visitó Valencia16 y siguió representando obras con La Barraca;
organizó clubes de teatro; etc. También tuvo una gran estadía en Montevideo (Uruguay), donde terminó de
escribir un par de obras y tuvo contacto con los artistas locales, tales como Juana de Ibarbourou.
Sin embargo, es también en este momento cuando en España se empieza a vivir una época de violencia e
intolerancia. La situación política era insostenible. Estaba a punto de estallar la Guerra civil española.
Últimos días y fusilamiento
Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a
su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas,17 y se dirigió
a la Huerta de San Vicente para reunirse con su familia. Llegó allí el 14 de julio de 1936, tres días antes de
que estallara en Melilla la sublevación militar contra la República que dio lugar a la Guerra civil. Inicialmente,
la situación en la capital granadina fue tranquila y no hubo ningún incidente. Sin embargo, el día 20, la
guarnición militar se sublevó y en poco tiempo el centro de Granada estaba en poder de las fuerzas
sublevadas. El cuñado de Federico y alcalde de la ciudad, Manuel Fernández-Montesinos, fue arrestado en
su despacho del ayuntamiento. Sería fusilado un mes más tarde.10
En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su preferencia política y él manifestó que se sentía a
su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. 18 De hecho nunca se afilió a
ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna
cuestión política. Conocía al líder y fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, muy
aficionado a la poesía.1920 El propio Lorca dijo de él al joven Gabriel Celaya, en marzo de 1936:
José Manuel [Aizpurúa] es como José Antonio. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él?
Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni
a mí me conviene que me vean con él.21
Esta declaración es entendida por los estudiosos como una exageración o una broma, como lo apuntó el
propio Celaya al relatar esta anécdota.22 Al describir la escena, resume las consecuencias dramáticas de la
actitud insensata de García Lorca:
Federico se reía. Creía que aquello no era más que una travesura de niños. No veía nada detrás. Se reía como
de una buena broma. Pero esa risa, esa confianza en que el hombre es siempre humano, ese creer que un
amigo, fascista o no, es un amigo, le costó la muerte. Porque fueron unos amigos, amigos que él contaba
entre sus mejores, quienes en el último momento resultaron ser ante todo y sobre todo fascistas. 23
Se sentía, como dijo al periodista y caricaturista Luis Bagaría en una entrevista para El Sol de Madrid poco
antes de su muerte, íntegramente español, pero «antes que esto hombre del mundo y hermano de todos».
Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español
por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea
nacionalista, abstracta, por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno
está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto
soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política. 24
En Granada buscó refugio en casa de la familia de su amigo el poeta Luis Rosales, donde se sentía más seguro
ya que dos de sus hermanos, en los que confiaba, eran destacados falangistas de Granada.10 A pesar de ello,
el 16 de agosto de 1936, se presentó allí la Guardia Civil para detenerlo. Acompañaban a los guardias Juan
Luis Trescastro Medina, Luis García-Alix Fernández y Ramón Ruiz Alonso, exdiputado de la CEDA, que había
denunciado a Lorca ante el gobernador civil de Granada José Valdés Guzmán. Valdés consultó con Queipo
de Llano lo que debía hacer, a lo que este le respondió: «Dale café, mucho café».2 Según el historiador Ian
Gibson, se acusaba al poeta de «ser espía de los rusos, estar en contacto con éstos por radio, haber sido
secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual».25 Fue trasladado al Gobierno Civil, y luego al pueblo
de Víznar donde pasó su última noche en una cárcel improvisada, junto a otros detenidos.10
Después de que la fecha exacta de su muerte haya sido objeto de una larga polémica, parece definitivamente
establecido que Federico García Lorca fue fusilado a las 4:45 h de la madrugada del 18 de agosto, 2627 en el
camino que va de Víznar a Alfacar. Su cuerpo, que jamás se recuperó,17 permanece enterrado en una fosa
común anónima en algún lugar de esos parajes, junto con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro
Galindo, y los de los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él.28 Juan
Luis Trescastro presumiría después de haber participado personalmente en los asesinatos, recalcando la
homosexualidad de Lorca.29
H. G. Wells envió el siguiente despacho a las autoridades militares de Granada:
H. G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad noticias de su distinguido colega Federico
García Lorca, y apreciará grandemente la cortesía de una respuesta,30
cuya respuesta fue la siguiente:
Coronel gobernador de Granada a H. G. Wells.—Ignoro lugar hállase D. Federico García Lorca.—Firmado:
Coronel Espinosa.30
El 23 de abril de 2015 se hizo público un informe policial fechado el 9 de julio de 1965, 31 basado en una
investigación realizada ese mismo año, que corroboraba la ejecución de Lorca por las autoridades
franquistas.32 En el informe se le acusaba de «socialista», amigo de Fernando de los Ríos, y «masón,
perteneciente a la logia 'Alhambra', en la que adoptó el nombre simbólico de 'Homero'», y le atribuía
«prácticas de homosexualismo y aberración». También afirma que fue condenado a muerte tras «haber
confesado», aunque no especifica qué habría confesado. El informe fue redactado por la 3.ª brigada regional
de investigación social de la Jefatura Superior de la Policía de Granada a petición de la hispanista francesa
Marcelle Auclair, aunque nunca obtuvo respuesta, ya que el informe fue ocultado por la dictadura
franquista.33 La existencia del dicho informe fue mencionada por primera vez por el periodista falangista
Eduardo Molina Fajardo en su libro póstumo, Los últimos días de García Lorca (1983). Según Gibson, es
evidente que Molina Fajardo había tenido acceso al informe policial.31
Después de su muerte
Después de su muerte se publicaron Primeras canciones y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Una de las obras más estremecedoras sobre el hecho de su muerte es el poema «El crimen fue en Granada»,
escrito por Antonio Machado en 1937. En el otro bando, el periódico falangista de San Sebastián, Unidad,
publicó el 11 de marzo de 1937, una sentida elegía firmada por Luis Hurtado Álvarez y titulada «A la España
imperial le han asesinado su mejor poeta».
Una de las biografías sobre Federico García Lorca más documentadas, controvertidas y populares es el best-
seller publicado en 1989 y titulado Federico García Lorca: A life (Vida pasión y muerte de Federico García
Lorca, edición en español en 1998), del hispanista de origen irlandés Ian Gibson.
En 2009, en aplicación de la ley para la recuperación de la memoria histórica aprobada por el gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero, se abrió la fosa donde supuestamente descansaban los restos del poeta, sin
encontrarse nada.34
En mayo de 2012 salió a la luz su última carta, dirigida a su amigo íntimo, el escritor y crítico de arte Juan
Ramírez de Lucas.3536
En 2014 se iniciaron trabajos de localización de la fosa donde fue enterrado y de identificación de cuerpos,
aunque dada la negativa de la familia del poeta parece improbable la exhumación de su cuerpo. 37a
En 2015 la escritora Marta Osorio publica un libro en el que analiza la información que Agustín Penón
recopiló sobre el emplazamiento del cuerpo del poeta (principalmente de Emilia Llanos, amiga íntima del
poeta), apuntando a un traslado del cuerpo a otro emplazamiento del mismo camino donde fue enterrado
o incluso a Madrid.40
Antonio Machado
(Sevilla, 1875 - Collioure, 1939) Poeta español. Aunque influido por el modernismo y el simbolismo, su obra
es expresión lírica del ideario de la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y
hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su
familia en Madrid.

Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer
viaje a París, trabajó en la editorial Garnier, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló
amistad con Rubén Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a Juan Ramón
Jiménez, Ramón del Valle-Inclán y Miguel de Unamuno.

En 1907 obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria, cuidad en la que dos años después contrajo
matrimonio con Leonor Izquierdo. En 1910 le fue concedida una pensión para estudiar filología en París
durante un año, estancia que aprovechó para asistir a los cursos de filosofía de Henri Bergson y Joseph Bédier
en el College de France. Tras la muerte de su esposa en 1912, pasó al instituto de Baeza.

Doctorado en filosofía y letras (1918), desempeñó luego su cátedra en Segovia, y en 1928 fue elegido miembro
de la Real Academia Española. Al comenzar la Guerra Civil Española (1936-1939) se encontraba en Madrid,
desde donde se trasladó con su madre y otros familiares al pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona.
En enero de 1939 emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en el pueblecito francés de
Colliure.

La obra de Antonio Machado

Los textos iniciales de Machado, comentarios de sucesos y crónicas costumbristas escritos en colaboración
con su hermano y firmados con el seudónimo Tablante de Ricamonte, aparecieron en La Caricatura en 1893.
Sus primeros poemas se publicaron en Electra, Helios y otras revistas modernistas, movimiento con el que
Machado se sentía identificado cuando comenzó su labor literaria.

No obstante, aunque las composiciones incluidas en Soledades (1903) revelaron la influencia del modernismo,
el autor se distanció de la imaginería decorativa de la escuela rubeniana para profundizar en la expresión de
emociones auténticas, a menudo plasmadas a través de un sobrio simbolismo. En su siguiente libro, Soledades,
galerías y otros poemas (1907), reedición y ampliación del anterior, se hizo más evidente el tono melancólico
e intimista, el uso del humor como elemento distanciador y, sobre todo, la intención de captar la fluidez del
tiempo.

Al igual que Unamuno, Antonio Machado consideró que su misión era "eternizar lo momentáneo", capturar
la "onda fugitiva" y transformar el poema en "palabra en el tiempo". En los años posteriores se acentuó su
meditación sobre lo pasajero y lo eterno en Campos de Castilla (1912), pero no por medio de la
autocontemplación, sino dirigiendo la mirada hacia el exterior, y observó con ojos despiertos el paisaje
castellano y los hombres que lo habitaban. Una emoción austera y grave recorre los poemas de este libro, que
evoca la trágica España negra tan criticada por la Generación del 98 desde una perspectiva regeneracionista,
al tiempo que se describe con hondo patriotismo la decadencia y ruina de las viejas ciudades castellanas.

Autógrafo de Antonio Machado

En su siguiente volumen de poemas, Nuevas canciones (1924), el autor intensificó tanto su enfoque reflexivo
como la línea sentenciosa de los "Proverbios y cantares" incluidos en el libro anterior. Esta tendencia filosófica
se había manifestado ya entre 1912 y 1925, etapa en la que Machado redactó una serie de apuntes que verían
la luz póstumamente con el título de Los complementarios (1971).
En este cuaderno, miscelánea de lecturas, esbozos y reflexiones cotidianas, aparecieron por primera vez sus
heterónimos, el filósofo y poeta Abel Martín y su discípulo, el pensador escéptico Juan de Mairena. Ambos
son personajes imaginarios que permitieron expresar al creador sus ideas sobre cultura, arte, sociedad, política,
literatura y filosofía, especialmente en el libro Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de
un profesor apócrifo (1936).

Paralelamente, en las ediciones de Poesías completas de 1928 y 1933 se decanta una lírica de tema amoroso
y erótico inspirada por la que fue, tras la muerte de su esposa, su gran pasión en la vida real, Pilar de
Valderrama, llamada Guiomar en dichos versos. Ya durante la contienda civil, Machado escribió algunos
poemas y varios textos en prosa, parte de los cuales fueron recogidos en La guerra (1937). Se trata de escritos
testimoniales, plenamente incardinados en las circunstancias históricas del momento.
Biografía de Mario Benedetti
Mario Benedetti nació en Paso de los Toros (Tacuarembó, Uruguay) el 14 de septiembre de 1920, hijo de
Brenno Benedetti y Matilde Farrugia, quienes, siguiendo sus costumbres italianas, lo bautizaron con cinco
nombres familiares como Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.

La familia residió en Paso de los Toros durante los primeros dos años de vida del autor, para luego trasladarse
a Tacuarembó y Montevideo. Allí, en 1928, Benedetti inicia sus estudios primarios en el Colegio Alemán, al
que seguirían el Liceo Miranda, donde realizó estudios secundarios de manera incompleta por las dificultades
económicas familiares, y la Escuela Raumsólica de Logosofía.

Desde los catorce años trabajó en la empresa Will L. Smith, S.A. de repuestos para automóviles, en la que hizo
prácticamente de todo: fue vendedor, cajero, taquígrafo, contable; hasta que en 1939, acompañando como
secretario al líder de la Escuela Raumsólica (de la que formaron parte también su familia y la familia de Luz
López Alegre, quien después sería su esposa), se trasladó a Buenos Aires, donde hizo también un poco de
todo, pero especialmente -según contaría más tarde, leyendo a Baldomero Fernández Moreno- descubrir su
vocación de poeta. Volvió a Montevideo en 1941, donde pronto consiguió una plaza de funcionario en la
Contaduría General de la Nación y donde (desde 1945 hasta 1974, con la clausura de la publicación), se integró
en la redacción del semanario Marcha, un importante foro de reflexión y análisis clave en la cultura
rioplatense, en el que se formaron hasta tres generaciones uruguayas de intelectuales (con Juan Carlos Onnetti,
Eduardo Galeano, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti o Idea Vilariño
como nombres principales) de cuya sección literaria Benedetti sería director en 1954.

Ese mismo año de 1945, publica su primer libro de poemas, La víspera indeleble, que no se volverá a editar,
y un año después, el 23 de marzo de 1946, contrae matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y
compañera de vida, a la que conocía desde que eran niños. Un año más tarde el matrimonio recorre parte de
Europa con los padres de Luz, en un viaje que será el preludio del que harán en 1957, mucho más largo.

De regreso en Montevideo, en 1948 dirige la revista literaria Marginalia y aparece su primera obra ensayística,
Peripecia y novela (1948), a la que siguió su primer libro de cuentos, Esta mañana (1949), con el que obtuvo
el Premio del Ministerio de Instrucción Pública, galardón al que Mario Benedetti accedió en repetidas
ocasiones, hasta que en 1958 renunció a él por discrepancias con su reglamentación. Por esas mismas fechas
participa activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos, su primera acción
como militante, y publica los poemas de Sólo mientras tanto (1950), editado por Número, una de las revistas
literarias más destacadas de la época, de la que Benedetti fue miembro del consejo de redacción, y que se hará
cargo también de las ediciones de Marcel Proust y otros ensayos y El último viaje y otros cuentos,
posteriormente integrados a otros títulos.

En 1953 aparece Quién de nosotros, su primera novela, que, aunque bien recibida por la crítica, pasará casi
desapercibida entre el público y tendrá que esperar al tirón del volumen de cuentos Montevideanos (1959) -
en los que toman forma las principales características de la narrativa de Benedetti- y especialmente al de su
siguiente novela, La tregua (1960), para ser leída con atención. Fue esa última obra, La tregua, la que supuso
la consagración definitiva del escritor y el inicio de su proyección internacional (la novela tuvo más de un
centenar de ediciones, fue traducida a diecinueve idiomas y llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión),
que corren paralelas a la creciente relevancia de Benedetti como poeta desde el rotundo éxito que disfrutaron
sus Poemas de la oficina (1956).

Pero ese año 1960 es una fecha significativa también para la trayectoria personal y política del autor. Ha vivido
cinco meses en Estados Unidos (que, dijo, se le «atragantó» por múltiples motivos: el materialismo, el racismo,
la desigualdad), se adscribe abiertamente al grupo de intelectuales afines a la Revolución Cubana («un sacudón
que nos cambió todos los esquemas, que transformó en verosímil lo que hasta entonces había sido fantástico,
e. hizo que los intelectuales buscaran y encontraran, dentro de su propia área vital, motivaciones, temas y hasta
razones para la militancia») y a raíz de todo esto escribe su primer texto explícitamente comprometido, El país
de la cola de paja (1960).
Desde entonces aumentará su participación política y vivirá unos tiempos de intensa actividad intelectual
(trabaja como crítico y codirector la página literaria del diario La mañana, colabora como humorista en la
revista Peloduro, escribe en La Tribuna Popular, viaja a México para participar en el II Congreso
Latinoamericano de Escritores, es Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas de La Habana
y funda y dirige allí el Centro de Investigaciones Literarias hasta 1971), literaria (Gracias por el fuego, 1965,
El cumpleaños de Juan Ángel, 1971, Letras de emergencia, 1973, La casa y el ladrillo, 1977, Cotidianas,
1979) y también militante: lidera el Movimiento de los Independientes del 26 de Marzo que luego integrará
el Frente Amplio (alternativa a los dos clásicos partidos: el Blanco y el Colorado). Tras el Golpe de Estado
del 27 de junio de 1973 renuncia a su cargo en la universidad y, por sus posiciones políticas, debe abandonar
Uruguay, partiendo a un largo exilio de casi doce años que lo llevó a residir en Argentina, Perú, Cuba y España,
y que dio lugar también a ese proceso bautizado por él como desexilio: una experiencia con huellas tan
profundas en lo vital como en lo literario.

Tras esos largos años en los que vivió y escribió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer
en Uruguay cuidando de las madres de ambos, Benedetti regresa a su país en marzo de 1983, se integra como
Miembro del Consejo Editor en la nueva revista Brecha, que dará continuidad al proyecto interrumpido de
Marcha, y sigue escribiendo, engrosando una ya extensa trayectoria poética (Recuerdos olvidados, 1988,
Viento del exilio, 1981 Primavera con una esquina rota, 1982, Las soledades de Babel, 1991, Preguntas al
azar, 1986, El mundo que respiro, 2001, Insomnios y duermevelas, 2002, El porvenir de mi pasado, 2003,
Existir todavía, 2004, Adioses y bienvenidas, 2005, Testigo de uno mismo, 2008), narrativa (Geografías, 1984,
La borra del café, 1992, Andamios, 1996), y ensayística (Perplejidades de fin de siglo, 1993) que disfruta de
un reconocimiento internacional merecedor de innumerables premios y galardones.

El autor repartirá su tiempo entre sus residencias de Uruguay y España hasta que tras el fallecimiento de su
esposa en 2006 se traslade definitivamente a su residencia en el barrio Centro de Montevideo, Uruguay. Con
motivo de su traslado, Benedetti donó parte de su biblioteca personal en Madrid al Centro de Estudios
Iberoamericanos de la Universidad de Alicante que lleva su nombre.

En los últimos años la salud del escritor se resiente y es hospitalizado a menudo hasta que el 17 de mayo de
2009 muere en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad. El gobierno uruguayo decreta duelo nacional y
dispone que su velatorio se realice con honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio
Legislativo. A los pies del ataúd se acumulan decenas de flores y bolígrafos que la gente deposita como último
tributo al escritor. Al día siguiente el féretro es trasladado desde el Congreso hasta el Cementerio Central,
donde se le rinde homenaje, en cortejo por las calles de Montevideo acompañado por miles de personas. Desde
el 19 de mayo el cuerpo del poeta descansa junto al de su esposa Luz en el cementerio del Buceo de
Montevideo.
Miguel de Unamuno
(Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del
98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó a
Thomas Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del problema
sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega
en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua
castellana.

Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe.
Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana, y más tarde acabó
buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Herbert Spencer, Sören Kierkegaard, William James y
Henri Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.

Sin embargo, las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron
impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que
expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su
idea básica de entender al hombre como "ente de carne y hueso", y la vida como un fin en sí mismo, se
proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y
conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).

El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al "alma castellana", en los que
opuso al tradicionalismo la "búsqueda de la tradición eterna del presente", y defendió el concepto de
"intrahistoria" latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces, la
solución de muchos de los males que aquejaban a España era su "europeización".

Sin embargo, estas obras no parecían abarcar, desde su punto de vista, aspectos íntimos que formaban parte
de la realidad vivencial. De aquí que literaturizase su pensamiento, primero a través de un importante ensayo
sobre dos personajes clave de la literatura universal en la Vida de don Quijote y Sancho (1905), obra en la que,
por otra parte y en flagrante contradicción con la tesis europeísta defendida en libros anteriores, proponía
"españolizar Europa". Al mismo tiempo, apuntó que la relación entre los dos protagonistas de Don Quijote de
la Mancha simbolizaba la tensión existente entre ficción y realidad, locura y razón, que constituye la unidad
de la vida y la común aspiración a la inmortalidad.

El siguiente paso fue la literaturización de su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la
afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo,
entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una
regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del
hombre como individuo: "Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca."

Su narrativa progresó desde sus novelas primerizas Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902) hasta
la madura La tía Tula (1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917) y, sobre todo, Tres
novelas ejemplares y un prólogo (1920), libro que ha sido considerado por algunos críticos como
autobiográfico, si bien no tiene que ver con hechos de su vida, sino con su biografía espiritual y su visión
esencial de la realidad: con la afirmación de su identidad individual y la búsqueda de los elementos vinculantes
que fundamentan las relaciones humanas. En ese sentido, sus personajes son problemáticos, víctimas del
conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones y los hábitos y costumbres sociales que regulan
sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.

Su producción poética comprende títulos como Poesía (1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de
Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su
experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde fue deportado por su oposición a la dictadura de Miguel Primo
de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924), Sombras de sueño (1931), El otro (1932) y Medea (1933).
Sus poemas y sus obras teatrales abordaron los mismos temas de su narrativa: los dramas íntimos, amorosos,
religiosos y políticos a través de personajes conflictivos y sensibles ante las formas evidentes de la realidad.
Su obra y su vida estuvieron estrechamente relacionadas, de ahí las contradicciones y paradojas de quien
Antonio Machado calificó de "donquijotesco".

Considerado como el escritor más culto de su generación, Miguel de Unamuno fue sobre todo un intelectual
inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías
por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente
rector de la Universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la
Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas, y en 1994 se dio a conocer su novela inédita Nuevo
mundo.
ISABEL ALLENDE LLONA,
Escritora y periodista chilena, recibió, en medio de polémicas, el Premio Nacional de Literatura el año 2010;
es reconocida mundialmente por su obra narrativa, la que ha sido traducida a más de treinta idiomas y ha
vendido millones de copias en todo el mundo.

Nació el 2 de agosto de 1942 en la ciudad de Lima, Perú, del matrimonio de Francisca Llona Barros con el
diplomático Tomás Allende Pesce, primo del expresidente Salvador Allende. A los tres años de edad, tras la
separación de sus padres, regresó a Chile junto a su madre y hermanos; permaneció en el país hasta 1953,
año en que se trasladaron a Bolivia primero y luego a Beirut, Líbano, junto al segundo marido de su madre,
el diplomático Ramón Huidobro. Cinco años más tarde, en 1958, la joven Isabel volvió a establecerse en
Chile, donde se inició en el mundo laboral trabajando para la FAO, organismo de las Naciones Unidas, y se
casó con Miguel Frías, con quien tuvo dos hijos, Paula y Nicolás.

La relación de Isabel Allende con la escritura profesional comenzó en 1967, con su trabajo periodístico en la
revista Paula. En esta publicación dirigida principalmente a mujeres formó parte del equipo editorial,
redactó reportajes, realizó entrevistas y hasta tuvo su propia columna de humor, llamada "Los
impertinentes". Durante esta época participó en televisión y en otros medios escritos como la revista infantil
Mampato -la que dirigió entre los años 1973 y 1974- y escribió las obras de teatro El embajador (1971), La
balada del medio pelo (1973) y La casa de los siete espejos (1975).

Instalada la dictadura militar en Chile, en 1975 Isabel Allende decidió abandonar el país junto a su familia
rumbo a Venezuela, nación donde residió por trece años. Allí emprendió su carrera como novelista con la
publicación de La casa de los espíritus en 1982. La positiva recepción y el éxito de ventas de su ópera prima
prepararon el camino para sus dos siguientes novelas: De amor y de sombra (1984) y Eva Luna (1987),
títulos que le granjearon una notable popularidad que trascendió rápidamente las fronteras latinoamericanas
gracias a sucesivas reediciones y a la traducción de sus libros.

En 1988 la autora emigró a Estados Unidos, donde publicó Cuentos de Eva Luna (1989) y El Plan Infinito
(1991). Ese mismo año su hija Paula fue hospitalizada en España, afectada de porfiria, enfermedad que la
mantuvo en coma por varios meses y que, finalmente, le produjo la muerte a los 28 años de edad. Este
doloroso episodio marcó una interrupción en la producción literaria de Isabel Allende, a la vez que inspiró el
libro autobiográfico titulado Paula (1994), dedicado a su hija.

En 1997, con Afrodita, se inauguró la fase más prolífica de Allende, quien desde entonces ha publicado un
libro al año en promedio, cuya escritura inicia cada 8 de enero. Las novelas editadas a partir de esta fecha
circulan masivamente en el mercado editorial y la han posicionado en los primeros lugares de los rankings
de ventas internacionales.

En su obra, Isabel Allende aborda temáticas relativas a la mujer, la memoria, el imaginario latinoamericano
y su historia, principalmente por medio de la novela, pero también en libros de carácter autobiográfico. En
efecto, todos sus relatos son una mezcla de ficción y realidad que aúna los productos de su imaginación con
la documentación histórica y con los datos que extrae de su propia biografía o de las experiencias de quienes
la rodean. En los últimos años ha incursionado también en la literatura juvenil, publicando la trilogía de
aventuras Las memorias del Águila y del Jaguar.
ANTONIO SKÁRMETA
Debe ser parte, junto a un reducido puñado de autores como Isabel Allende y Roberto Bolaño entre otros, del
exclusivo grupo de narradores chilenos que han logrado con su obra alcanzar el reconocimiento internacional,
tanto a nivel de crítica y premios como en términos de lectores, por lo que ha sido objeto de diversos estudios.

Nacido en Antofagasta, Skármeta puede ser enmarcado en la llamada generación de 1960, junto a autores
como Poli Délano, Fernando Jerez, Carlos Olivárez, Jaime Hagel y Mauricio Wacquez en la prosa, y
Gonzalo Millán, Floridor Pérez, Claudio Bertoni y Óscar Hahn entre los poetas. Como casi todos ellos, vivió
intensamente la agitación social, política y cultural de esa década, sumándose durante el gobierno de la
Unidad Popular al Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y a diversas iniciativas culturales y
sociales, desde la Reforma Universitaria hasta la revista La Quinta Rueda. De estos años son sus primeras
incursiones en la literatura, con la publicación de sus colecciones de cuentos El entusiasmo (1967), Desnudo
en el tejado (1969) y Tiro libre (1973), así como sus primeros éxitos, expresados en premios como el
entregado por la Casa de las Américas de Cuba.

Tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende, Antonio Skármeta decidió partir al
exilio, donde continuó y ensanchó los horizontes de su actividad literaria. Allí se unió al nutrido grupo de
artistas e intelectuales chilenos que trabajaron en tareas de solidaridad y que dieron forma a una rica
experiencia cultural y literaria desde el destierro, de la cual formaron parte revistas como Araucaria de
Chile, de la cual Skármeta fue constante colaborador. Radicado principalmente en Alemania Occidental,
Antonio Skármeta asentó y profundizó su relación con el cine, una de sus mayores pasiones, realizando
diversos guiones y películas, entre ellas Ardiente paciencia, y adaptando gran cantidad de obras suyas al
séptimo arte, siendo particularmente fructífera su colaboración con el cineasta alemán Peter Lilienthal, con
quien ya había trabajado en 1972. De su período en el exilio son sus primeras incursiones en la novela, así
como algunas de sus obras más conocidas en Chile y el extranjero como Soñé que la nieve ardía (1975), No
pasó nada (1980), La insurrección (1982) y Ardiente paciencia (1985).

Tras el plebiscito de 1988 Skármeta decidió volver a Chile, dedicándose durante años a escribir artículos y
columnas en diversas revistas y publicaciones periódicas, tocando temas que iban desde críticas de teatro
hasta columnas futbolísticas. En la década de 1990, Antonio Skármeta fundó el taller literario "Heinrich
Böll" en el Instituto Goethe, por donde pasaron muchos de los narradores jóvenes que hoy están en primera
línea. También llevó a la práctica la idea de crear y conducir un espacio cultural y literario en la televisión
de esos años de transición, dando vida al "Show de los libros"; programa que junto con recibir diversos
premios nacionales y mantenerse por una década en pantalla, llegó a ser exportado a países de América
Latina y Europa. Durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos, Skármeta se desempeñó como
embajador en Alemania, continuando su labor literaria con títulos como La chica del trombón (2001) y El
baile de la victoria (2003), que obtuvo el Premio Planeta de Novela.

El año 2014 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura.

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