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Claves para una comprensión de la Comunicación- Amaro La Rosa

Este texto parte de la problemática de la comunicación como disciplina científica y plantea


la necesidad de un enfoque transdisciplinario para la comprensión de los fenómenos de
construcción del sentido.
La comunicación es una actividad humana que ha evolucionado a través de los tiempos
desde las formas más primitivas de intercambio, hasta las formas más avanzadas de
representación simbólica de la realidad. Desde luego que las modalidades de
comunicación han sufrido profundas transformaciones durante las últimas décadas del
siglo XX.
La comunicación por sí misma, tal como cualquier otro fenómeno de la realidad, no
involucra un conocimiento científico. A pesar de ser relativamente joven, la Comunicación
experimentó un gran desarrollo en los últimos años, como resultado de la investigación y
de la construcción teórica en el área de las Ciencias Sociales.
La Comunicación como Ciencia.
La diversidad de puntos de vista sobre la naturaleza de la Comunicación como disciplina,
las podemos ubicar en una escala:
1. Los comunicólogos: Quienes piensan que la comunicación responde a los lineamientos
del conocimiento científico, sosteniendo en consecuencia que maneja criterios
conceptuales propios los cuales son fruto de la investigación; por tanto, posee la categoría
de ciencia.
2. Los integracionistas: Quienes piensan que la Comunicación es un cuerpo de
conocimientos que no tiene identidad como ciencia. Ello porque reúne elementos
conceptuales de diversas disciplinas sociales e igualmente porque solamente aplica –sin
mayor aporte propio-, los criterios metodológicos desarrollados por otras Ciencias
Sociales más legitimadas en el campo de la investigación.
3. Los negativistas: Quienes estiman que los estudios comunicacionales no reúnen las
condiciones suficientes para poderlos denominar científicos, pues constan solamente de
temáticas dispersas analizadas desde paradigmas diversos.
Uno de los requisitos fundamentales para que una disciplina pueda catalogarse como
científica, es contar con un objeto de estudio propio; es decir, que se encargue de analizar
determinada clase de fenómenos producidos en la realidad.
Al solicitar un análisis de la comunicación -así, con minúsculas-, nos estamos refiriendo al
proceso, que tal como lo planteamos previamente, involucra el intercambio de
información entre individuos. Pero, si lo que deseamos es una apreciación de la
Comunicación -así, con mayúsculas-, nos estaremos refiriendo a un estado de la situación
de la disciplina en su conjunto, o tal vez al análisis de un aspecto particular de la misma.
Sucede que no se entiende la diferencia existente entre la realidad -objeto de estudio de
la ciencia- y los criterios conceptuales que conducen a una explicación de la misma. Una
teoría constituye simple y llanamente una manera de aproximarnos conceptualmente a la
realidad, un intento de explicación de cómo y por qué se producen los fenómenos o
acontecimientos, mas no la realidad misma, la cual no puede reducirse a los parámetros
de un paradigma científico, que en última instancia lo que intenta es describirla y
explicarla.
Uno de los problemas sustanciales es la dificultad para delimitar el área de estudios de la
Comunicación. Esto se debe a su multidimensionalidad, a la diversidad de enfoques, así
como a que se mantiene en competencia con otras disciplinas sociales, por el análisis de
una serie de aspectos de la realidad. Ciertamente no resulta tarea sencilla precisar cuáles
son los fenómenos que comprende la disciplina de la Comunicación, pues hasta donde
recordamos, los criterios pueden tener mayor o menor extensión, de acuerdo al
paradigma y el enfoque teórico de los autores.
Otro de los factores que enfrentamos al abordar el estudio de la comunicación, son los
paradigmas diversos que utilizan connotaciones propias, las cuales es menester manejar
adecuadamente para no tergiversar lo tratado. Se requiere un cuidadoso trabajo de
análisis y síntesis para interiorizarnos en cada punto de vista, entenderlo en primer lugar y
posteriormente estar en condiciones de formular alguna crítica. Cada teoría tiene sus
fortalezas y oportunidades, pero también sus amenazas y debilidades, que es necesario
conocer.
Otro de los problemas que compartimos con las Ciencias Sociales, es el que destaca Vizier
cuando expresa que el conjunto de formaciones conceptuales que implica la
Comunicación, muestra la tendencia a interpretar y reinterpretar de manera permanente
su objeto de estudio (la comunicación). Esto resulta explicable dada la naturaleza
específica de los fenómenos que investiga. En el caso de la comunicación masiva, es
evidente que no representa una realidad permanente, estática, sino que más bien de
manera constante aparecen nuevos asuntos y manifestaciones, los cuales merecen la
atención de los especialistas determinando reformulaciones del campo.
Desde nuestro punto de vista y coincidiendo con el punto de vista de Vasallo, la
teorización resulta marcadamente compleja, sobre todo en la actualidad, por las
siguientes razones:
• Los profundos cambios producidos en la sociedad que se reflejan a su vez en
modificaciones de mayor o menor magnitud en las modalidades de comunicación. En este
sentido cabría revisar, los criterios que de una u otra manera relacionan el decurso de la
historia de la humanidad con la comunicación y el desarrollo tecnológico
• La digitalización de las comunicaciones que permite la posibilidad de trasmitir la
información a través de diversos recursos y soportes. En esta medida es posible ahora
descargar de Internet una película de largo metraje, para luego verla en el monitor de la
computadora con sonido digital de alta calidad que no tenía la propia obra original.
Ciertamente para el espectador cinéfilo resulta una situación diferente de percepción que
cuando acude a una sala de cine, pero su ventaja es que podernos convertirnos en
espectadores en el momento que lo decidamos.
• El acelerado desarrollo de la tecnología y en especial de la informática. En consonancia
con ello, la obsolescencia de los productos tecnológicos es tan rápida que el hardware y el
software deben ser reemplazados en el lapso de un año para no quedarse a la zaga con las
nuevas aplicaciones que se van descubriendo y que como lo reconoce Amati (1999) han
ampliado considerablemente los parámetros de lo que resulta factible de conocer.
Visión transdisciplinaria de la Comunicación.
Como lo señalamos líneas arriba, el término comunicación es polisémico; no existiendo
por consiguiente un modelo universal que pudiera ser utilizado para las circunstancias y
connotaciones más diversas. En nuestro caso queremos plantear la necesidad de una
visión más comprensiva del objeto de estudio de nuestra disciplina y una reformulación
que permita elaborar nuevos modelos, que hagan posible la descripción y explicación de
las nuevas modalidades de comunicación.
Los tres criterios fundamentales de la perspectiva transdisciplinaria, también conocidos
como los tres pilares, planteados coincidentemente por los diversos especialistas a los
cuales hemos consultado para este artículo son:
• Complejidad: Los fenómenos son sumamente complejos, pudiendo derivarse de y
relacionarse con una multiplicidad de factores que no pueden explicarse de manera
sencilla, convirtiendo en inapropiado el esquema de disciplinas aisladas entre sí, tal como
lo afirma entre otros Calabrese. Se relaciona con la teoría del caos.
• Niveles de la realidad: Nicolescu define a la realidad como “aquello que se resiste a
nuestras experiencias, representaciones, descripciones, imágenes o formalizaciones
matemáticas”. Dada su complejidad, que va más allá de lo directamente observable, se
concibe de modo multidimensional; esto, la realidad, no es un todo compacto, sino que la
integran diversos niveles. Nicolescu los describe como “conjunto de sistemas que son
invariantes bajo la acción de ciertas leyes generales”. Tiene como base la teoría de los
quanta.
• Lógica del medio incluido: Describe la coherencia entre los niveles de la realidad. Los
niveles no son compartimientos estrictamente separados unos de los otros, sino que
existen puentes que los unen. En esta medida existen territorios en los cuales coexisten
contenidos de un nivel con algunos del otro. Esto supone, para decirlo en términos de
Frota (2003), la interdependencia de todos los aspectos de la realidad.
Para Beaugrande (1994), una verdadera descripción de la realidad -entendida desde la
perspectiva transdisciplinaria-, puede formularse partiendo de lo que denomina
parámetros cognitivos y comunicacionales:
• Cobertura: Volumen de datos que pueden describirse.
• Convergencia: En qué medida podemos obtener resultados adecuados al realizar la
descripción.
• Consenso: Las posibilidades de acuerdo con respecto a lo que se describe y su
significado.
Miquel de Moragas ha expresado a lo largo de los últimos años, la necesidad de una visión
transdisciplinaria de la comunicación que involucre criterios conceptuales comunes a las
Ciencias Sociales, lo que resulta congruente con la perspectiva piagetana de la
interdependencia entre las disciplinas, formulada ya hace varias décadas. En este sentido
refiere que “el reto no sólo sigue vigente, sino que se manifiesta más necesario que
nunca”. Guarda coincidencia con la visión de Vassallo de López quien afirma que los
desafíos para la comprensión de nuevos objetos de conocimiento, conducen hacia la
transdisciplinariedad, en consonancia con la tendencia actual hacia la convergencia en las
Ciencias Sociales.
Desde el punto de vista de Vassallo de López, el paradigma transdisciplinario en el campo
de la Comunicación, es el resultado de dos factores:
• Interno: La convergencia en el análisis de las diversas Ciencias Sociales
• Externo: El proceso de la globalización que convierte a la Comunicación en lugar
estratégico para el debate acerca de la modernidad.
Entendemos que la investigación transdisciplinaria en la Comunicación nos plantea una
serie de demandas: Una visión más amplia de los investigadores, la formación de equipos
de trabajo y la elaboración de colectiva de la problemática, que los investigadores se
capaciten, ser flexibles para incorporar nuevos criterios conceptuales, mantener una
relación fluida con los centros de investigación transdisciplinarios, ser innovadores en la
calidad de los trabajos.

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