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LA MENTIRA NECESARIA….

HENRIK IBSEN {UN ENEMIGO DEL PUEBLO}

Pregunta: ¿Es la verdad destructiva o necesaria?

Para dar respuesta a este interrogante, hay que precisar que a través de la historia ha existido

en el hombre una aspiración y una predisposición por conocer la verdad de las cosas, de los

demás, del mundo en el que vive, y sobre sí mismo.

De la afirmación podemos demostrar que día a día las personas sienten disgusto, molestia y,

en ocasiones dolor, por las mentiras. Esto conlleva a que a muchos les gusta engañar (decir

mentiras); para aquellas personas que quieran que las engañen entonces (que les digan

mentiras, a las personas no le gustan que las engañen es decir que no le digan mentiras.

La mentira ha sido parte necesaria en la historia, muchas ciencias han surgidos con ellas como
parte necesaria para satisfacer en un momento y lugar dando una explicación, un ejemplo claro
los fenómenos naturales, que para explicarlos se crearon los dioses como una manera de
explicar la realidad.

Hoy en día son tantos los enigmas que las ciencias aun no le han dado explicaciones racionales,
que dar por sentado que todo, es una FALACIA.

Desde el plano de lo social, la mentira se ha convertido en medio de subsistencia para poder


sobrevivir en esta selva de relaciones humanas rotas, de falta de principios y valores humanos
que contribuyen a un mejor vivir.

La mentira destruye al ser humano, no le permite crecer y mirar en los errores una oportunidad
de mejorar y ser cada vez nosotros somos más íntegros.

Una mentira es una declaración realizada por alguien que sabe, cree o sospecha que es falsa en
todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, de forma que se oculte la realidad en forma
parcial o total.
En este orden de ideas; no se puede negar que el mundo está sostenido por el manejo

adecuado de las relaciones, la comunicación entre las personas y lógicamente por el

conocimiento, el cual está presente en las interacción con la realidad, con el mundo y con

los otros, por lo que el conocimiento no solo se debe orientar hacia la verdad sino que
también debe poseerla, pues, de lo contrario, seria falsa la relación con la realidad y la

posibilidad misma de la convivencia humana.

Como lo plantea Henrik Ibsen en Un enemigo del pueblo, la manipulación o falseamiento

de la información, le hace daño al hombre, y a la comunicación humana; sobre todo si el

engaño viene desde el mismo Estado, que impone su ideología, doctrina, intereses políticos

y económicos como única verdad, no permitiendo desacuerdos y silenciándolas, si es

preciso, por la fuerza.

Ahora bien, no se puede olvidar que la verdad juega un papel fundamental en la persona;

puesto que si maneja de manera adecuada la verdad sobre sí misma y sobre el sentido de la

realidad y del existir humano va a encontrarle valor y sentido a su propia vida y va actuar

de acuerdo con principios basados en la verdad.

En el devenir de la vida del ser humano; siempre ha habido una predisposición hacia la

mentira por múltiples motivos; es ejemplo de ello los relatos históricos y Bíblicos; en los

que el hombre ha conquistado muchos espacios, riquezas, ganado batallas haciendo uso de

la mentira.

Desde estos planteamientos, no se puede negar entonces que existen unas condiciones

necesarias para lograr la verdad y una de ellas, quizás la más importante es el Amor por la

verdad, la apertura consciente a la realidad sin imponerle ideas preconcebidas, la

comprensión que la verdad surge del corazón humano.

Tal como se observa en la obra de teatro, escrita por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen,

existe un problema ético y moral. Es el conflicto o dilema entre el deber ser (y tomar la

decisión correcta en pos del bien común) o el perecer ante los intereses del poder económico

sin otras consideraciones; puesto que las autoridades (símbolo de poder ayer y hoy) del

pueblo no estaban dispuestas a clausurar las aguas termales (estas representaban una mina
de oro para el pueblo) y anteponen un conjunto de razones económicas y políticas para evitar

que la noticia del envenamiento de las aguas trascendiera. Es el interés del capital por sobre

la vida.

Lo interesante del asunto es que Stockmann queda solo (hasta las personas del común del

pueblo lo abandonan) y en esa soledad le toca dar la lucha para imponer la verdad.

Una postura que trae consigo pagar un precio personal y profesional inmenso, como a todo

aquel que emprende una lucha sin cuartel contra intereses mercantilistas. No es historia, se

vive hoy también. Pues la lucha contra el poder se ubica en un pueblo cualquiera de

Colombia, donde la comunidad ve con indiferencia las necesidades básicas insatisfechas, las

mentiras en los programas gobierno, el daño que hacen a la naturaleza para conseguir

riquezas. Los hechos narrados hablan por sí solos y la similitud con la realidad que vive el

país en la actualidad resulta inequívoca.

No se puede desconocer que la obra plantea de forma indiscutible y logra entregar con

claridad el mensaje político sobrentendido, creando la atmósfera necesaria a tan sutil

conflicto.

Para finalizar; cabe agregar que en el texto leído, se puede deducir que la verdad no es cosa

de uno solo; en ella siempre interviene más de uno; pero cada quien mira la verdad desde

una perspectiva diferente; la mayoría de las veces desde sus propios intereses y necesidades.

En este punto cabe afirmar que no se trata solamente de rebeldía contra los poderes de la

sociedad, sino de ser críticos ante ellos y de someterlos al juicio de la verdad. Las autoridades

pueden responder a intereses miserables, pero somos los ciudadanos, las personas del común

quienes mediante el voto les entregamos en poder.


Definitivamente la veºrdad es necesaria

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