Sei sulla pagina 1di 3

LA FAMILIA EN MÉXICO

14-09-19

Antonio Andrade Gómez

INTRODUCCIÓN

La familia, al ser la base de la sociedad, representa el punto medular de la formación


de los ciudadanos. Formación que inicia desde el nacimiento y se prolonga hasta la
adolescencia, pasando obviamente por la etapa de la niñez.

En la época en que los pueblos mesoamericanos dominaban lo que hoy es México,


y en especial la cultura nahua, daban una gran importancia al entorno familiar, tanto
así que utilizaban la ley, así como su correcta aplicación, para salvaguardar a los
miembros de la familia. Los viejos eran quienes impartían justicia, quienes sino los
más vividos, que con el pasar del tiempo se convierten en los más sabios, son los
que deben desempeñar tan valiosa labor. En las siguientes líneas daremos cuenta
de la visión que la sociedad nahua tenía en torno a la familia y de los aspectos que
de una y otra forma la trastocan.

DESARROLLO

La base de la sociedad nahua era la familia, puesto que en ella era donde se
educaba a los hijos, donde se les inculcaban valores, donde se les preparaba para
el trabajo. A su vez la familia se basaba en el matrimonio, este era un acontecimiento
tal que involucraba no sólo la unión de dos personas, sino la unión de dos familias,
dos linajes, era una cultura tan sólida e inclusiva que los maestros del prometido
eran tomados en cuenta para obtener su conformidad. En este acto, era necesario
que la mujer estuviera de acuerdo porque como bien lo señala Ibarrola (1984) El
respeto hacia la mujer lo hace resaltar el hecho de que invariablemente se requería
su consentimiento para contraer matrimonio.
Con lo anterior se resalta que esta era una sociedad donde había un respeto hacia
las mujeres, además de que estás contaban con derechos dentro de la familia,
Ibarrola (1984) menciona que podían celebrar contratos y acudir a los tribunales en
solicitud de justicia, sin la autorización de su cónyuge. A lo anterior habría que
agregar que las mujeres contaban con bienes y conservaban los mismos a lo largo
de su vida marital; además de que desempeñaba ciertas profesiones como
sacerdotisa, curandera, partera, etc. Esta posición de la mujer le daba un carácter
más sólido a la familia y por ende a la sociedad misma. Aunque el hombre era
considerado el jefe de la familia, padre y madre estaban en igualdad de
circunstancias.

La educación de los hijos, y por lógica de los futuros ciudadanos de la sociedad


nahua, iniciaba en el hogar. La familia formaba, en el seno de esta se enseñaba un
conocimiento de sí mismo y de lo un niño puede llegar a ser, se formaba el carácter,
se enseñaba el valor del servicio, se le inculcaba el trabajo, prevalecía el respeto
hacia los ancianos. A pesar de que había ciertos vicios dentro de algunas familias
como adulterio, maltrato hacia la mujer, depravación, etc., en general eran familias
donde el respeto, los valores y la formación de los hijos era lo que prevalecía.

El divorcio era visto como mal ejemplo, considerándosele una conducta antisocial.
Esto le daba a la familia cierta protección. Aunado a que el divorcio tenía mala fama,
el adulterio también tenía muy mala reputación, siendo que ambas conductas eran
castigadas severamente. En este sentido la ley se aplicaba de manera contundente,
para ello era necesario que testificaran personas imparciales. Con esto vemos como
la moral era tenía un lugar preponderante en la sociedad. La aplicación de la ley y
las costumbres sustentadas en una moral recta eran la combinación perfecta para
mantener el orden entre la población, esto influía en todos los aspectos de la vida
cotidiana, a lo cual no escapaba ni siquiera el entorno familiar.

La ley y las costumbres estaban en contra del alcoholismo y la embriaguez,


cuestiones que hoy en día, en nuestro mundo occidentalizado, son motivo de
desintegración familiar, y la causa de que el tejido social se esté desmembrando.
No podemos dejar de lado la cuestión de que todos los niños y adolescentes
contaban con educación formal, esté hecho ponía a dicha sociedad muy por encima
de sus contemporáneos europeos quienes vivían en pleno oscurantismo debido a
las ideas religiosas de la edad media.

CONCLUSIÓN

La sociedad nahua nos da un gran ejemplo de cómo deberíamos de conducirnos en


torno a la familia y en torno a la sociedad en general. No es de sorprender como
gran parte de los problemas que aquejan a nuestra sociedad moderna tienen su
origen en una mala formación desde el entorno familiar, y eso cuando existe una
familia, ya que recordemos que un común denominador es la desintegración
familiar, donde no es de extrañar que el padre o la madre estén ausentes, o incluso
ambos, y los infantes estén a cargo de los abuelos o tíos.

Si pusiéramos en el centro de todo quehacer social a la familia y las leyes estuvieran


centradas en salvaguardar a dicha institución no estaríamos viviendo la ola de
violencia que nos aqueja hoy en día. Como lo afirma Ibarrola (1984) El religioso
hace hincapié en que una jovencita podía impunemente viajar sola ante días sin que
nadie se acercase a ella a molestarla, “cosas que no ocurre en nuestros pueblos
poblados de cristianos”. Esto era posible gracias a que el contexto social obedecía
a creencias que hoy en día han dejado de tener valor. Esto último sólo puede
lograrse con un sólido cuerpo jurídico. Para ello tenemos que trabajar desde los
cimientos como la labor de nuestros legisladores, hasta la educación tanto en las
escuelas como dentro de las familias.

Bibliografía.

De Ibarrola, Antonio. (1984). Derecho de familia. México. Porrúa.

Potrebbero piacerti anche