Sei sulla pagina 1di 5

1

CONFESION DE NAVIDAD

(1 Juan 4.1-6)

Por L.T. Salomón de la cruz Tuyub Uc

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo.

En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que CONFIESA que Jesucristo ha venido en carne,
es de Dios; y todo espíritu que NO CONFIESA que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y
este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el
mundo.

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el
que está en el mundo.

Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto
conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”.

(1 Juan 4:1-6).

Hay dos grupos principales en los que se puede ubicar a los detractores de la Navidad: los
gnósticos que pretenden tener un conocimiento espiritual más profundo y los agnósticos que
niegan la posibilidad de cualquier tipo de conocimiento a ciencias ciertas.

Lo primeros Niegan la navidad porque niegan la encarnación ya que para ellos el Mesías no puede
relacionarse con lo material pues es pecaminosa según su concepción dualista. Sus antecesores los
de la gnosis ya estaban presentes en los días del Apóstol Juan.

Los agnósticos, niegan la navidad porque según ellos nadie puede saber algo a ciencia cierta, son
los actuales ateos y modernistas quienes niegan la Navidad porque según su concepción
materialista no puede existir Dios y mucho menos nacer de una virgen.

La epístola de Juan, según algunos creen fue escrita luego del Apocalipsis comienza con una
declaración que no tiene su contexto en Génesis 1:1, sino en su evangelio de Juan 1:1. No se va al
principio de la creación sino al principio del testimonio apostólico de lo que oyeron, vieron y
palparon los testigos oculares (apóstoles) tocante a la Encarnación del Verbo de Vida según Juan
1:14, “y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

Esta verdad milagrosa y central, fue parte de la predicación de la iglesia a finales del siglo I, ya que
en su inicio no se había tomado en cuenta, pues la centralidad de la predicación como se deja ver
por la enseñanza de Marcos uno de los primeros evangelios escritos, no narra la historia del
nacimiento sino que comienza su evangelio con el ministerio de Jesucristo. Pero el ultimo
evangelio y tal vez el último libro escrito, si narra, el principio del testimonio apostólico de la
Encarnación.

De hecho el apóstol Juan aquí argumenta que quien niega la Encarnación, tiene el espíritu del
anticristo, porque sin darse cuenta está negando su obra ya que si dices que no se encarnó,
2

automáticamente hechas por tierra su muerte y resurrección. De ahí que es un falso apóstol,
profeta o hermano quien niega esta doctrina central y está mas de acuerdo con los gnósticos y los
agnósticos, enemigos de la Natividad de Cristo.

Me preocupa que estemos predicando una teología que atenta contra una doctrina central del
evangelio como la Encarnación del verbo.

En la búsqueda de la verdad, los verdaderos cristianos, están interesados en saber quiénes son los
verdaderos creyentes y quienes son los que falsamente proclaman ser investidos del Espíritu
Santo.

Este no es problema nuevo, ya que anterior a Juan, el apóstol Pablo había fijado algunos
parámetros (1 Corintios 12:3).

Muchos falsos profetas han salido por el mundo. La expresión falsos profetas anuncian el Espíritu
del Anticristo, tal como la expresión falsos maestros anuncia el espíritu de la apostasía.

Una de las tácticas que se está utilizando para echar por los suelos al cristianismo, es levantar
polémica de cuando nació Jesucristo y de ahí se va a cuestionar si en verdad nació, siguiendo en
línea al modernismo y al mundo ateo.

Con todo creo que no se debe perder el tiempo peleándose con la gente por la forma y manera
como celebran la navidad, pero si debemos enseñarles como es la forma Bíblica.

No es muy productivo el discurso de contradicción sino el de afirmación. De ahí que es mejor ser
educador que confrontador. Nuestra tarea debiera ser no la censura sino la educación.

En la celebración navideña es la iglesia la mayor responsable de enseñar la verdadera forma de


celebrar con altura, dignidad y con espíritu Bíblico la navidad.

¿Qué es lo primero que pasa por tu mente cuando piensas en navidad? ¿El bono, aguinaldo,
piñata, arbolito navideño, pavo, parrandas, cantatas, el lechón, regalos, pintura?

En mucha de la música navideña y la cena misma hay elementos en los que no debemos caer.

Tantos celebran la navidad como algo ridículo o incoherente y hasta con elementos paganos.

En muchas celebraciones abundan más lo chabacano, sin ningún tipo de reflexión.

Por tal estilo y forma de celebrar la navidad, algunos tienden a desarrollar una actitud apática esta
celebración.

Estos incursionan en preguntas sobre ¿Qué bíblico tiene poner focos de navidad? ¿Árbol de
navidad?, ¿Papa Noel?, ¿Nacimientos?

Revela que la iglesia no está cumpliendo con su encomienda de transmitir el verdadero significado
de la navidad.

Un discurso contra el pastel, del lechón o del pavo seria casi una herejía, pues en esto no se
involucra en cuestiones teológicas. No contienen respaldo Bíblico.
3

De la misma manera quienes se oponen a la navidad argumentando que es una celebración


pagana, se pierden oportunidades que tienen principios Bíblicos como la oportunidad de presentar
el verdadero mensaje de navidad, y hasta rayan en el espíritu del anticristo quien aborrece la
encarnación, y por otro lado se pierden la oportunidad de ejemplificar la manera correcta de
celebrarlo.

En lugar de cerrarnos a la experiencia, debemos revisar la actitud más correcta para recibir esta
fiesta.

Partimos del concepto de que para los que servimos al Señor todo el año es navidad.

Lo más importante de la navidad, no son las guirnaldas, la pintura de la casa, las piñatas, el árbol
navideño o lo que vamos a comer, sino la celebración del hecho de la encarnación. Con un
mensaje sano, contundente, no meramente cultural, sino como una experiencia salvífica, por que
Cristo vino al mundo el hombre tiene una oportunidad de salvación.

La navidad sirve para confesar que Jesús ha venido en Carne

Para celebrar la navidad dentro del contexto Bíblico correcto, debemos conocer los elementos
Bíblicos que la componen, cada cristiano debe tener una respuesta Bíblica.

Los hay quienes botan el agua de la bañera con todo y niño, pues en su intento de eliminar los
elementos no edificantes de esta festividad rescatable, la desechan por completo. Otros por no
botar al niño no botan ni el agua, razón por la cual absorben en sus celebraciones navideñas
elementos claramente paganos. Lo correcto es botar el agua sucia sin botar al niño.

Ni la actitud permisiva, que permite todo tipo de elementos ajenos a esta celebración, sin
discriminar las practicas paganas, ni la actitud represiva que se opone a la celebración navideña sin
detrimento y con argumentos de su origen pagano, por cierto algunos con mucho de verdad; sino
la actitud reflexiva en la que aprovechamos para sacar un día para celebrar la encarnación de
nuestro Señor Jesucristo y en su cumpleaños nos gozamos como lo anunciaba el salmo 118:24
(“este es el día que hizo Jehová”, ese día hubo fiesta hasta en el cielo, todos se gozaron, fue un día
de gloria).

Eso no impide que se tome el arroz con leche o el pavo. Pero en vez de decir cosas chabacanas y
sin sentido, proclamo el mensaje de la salvación.

Quienes se oponen a la celebración navideña, no confiesan que Jesucristo ha venido en carne,… y


este es el espíritu del anticristo.

En toda la Escritura se enfatiza la encarnación del Hijo de Dios:

 En Edén se celebró por primera vez (Génesis 3:15), ahí se anunció la llegada de la Simiente
de la mujer.
 Abraham también vio su día y se alegró (“Abraham vio mi día” Juan 8:56).
 David lo celebro (Salmo 118:24, seguro que no estaba hablando de su muerte pero si de su
nacimiento, pues es día de gran gozo)
 Isaías celebro la navidad sin bombillas, sin árbol, sin piñata, 800 años antes de nacer Jesús
(Isaías 9:6-7).
4

 En Mateo 16:16, Pedro celebro la navidad, porque su experiencia nos hacer ver que
reconocer, que en Cristo hay algo más que un ángel, que un querubín, que un profeta, que
un humano, el en el habita la plenitud de la deidad (Colosenses 2:9). Eso es lo mismo que
celebramos en la navidad.
 A algunos se les dificulta celebrar la navidad porque se les dificulta aceptar la relación
consustancial de Cristo con el Padre (Juan 10:30, 37, 45; 14:7-10; 16:13-15) el padre y yo
somos uno, Jesús lo celebro pues era de la misma sustancia del Padre.
 Hebreos 1.3, dice que el Jesús que nació, el mismo Hijo, no es una copia sino la original
imagen de Dios.
 Otros pasajes: Romanos 1:4; 9:5; 8; 3-4; Isaías 7:14; Mateo 1:18-23; Lucas 1:31; Filipenses
2; 1 Juan 4:2-4.

La navidad tiene que ver más con el canto de salvación, con el grito de esperanza, con la
encarnación de Jesucristo.

Los evangelios, especialmente Lucas son una apologética de su nacimiento divino, lo cual requiere
una discusión teológica amplia. Enseñan que si bien la resurrección de Cristo (Mensaje principal
predicado por los discípulos) fue milagrosa, lo es igual de milagroso su nacimiento.

La historia de la navidad registrada en la Biblia está escrita para que la humanidad entienda que
Dios tuvo un plan de redención desde antes de la fundación del mundo.

Cuando la iglesia cristiana nació solo predicaba la resurrección de Jesús, pero no hacían énfasis en
su nacimiento, hasta que enfrentaron cuestionamientos romanos sobre su existencia.

El politeísmo Romano tenia historias de sus dioses, pero demandaban la autenticidad del Cristo
resucitado que predicaba.

Ellos salieron a buscar la información en el Antiguo Testamento y los testigos oculares. Así
descubrieron más de 300 referencias Bíblicas sobre su llegada y con el dialogo con las personas
que fueron los actores de su llegada descubrieron cosas impresionantes principalmente en
documentos históricos de los registros del templo y en el testimonio de María (Lucas 2.51, “María
había guardado esas cosas en su corazón).

¿Qué celebramos los cristianos de la navidad? Que Dios fue hecho carne, revise las canciones
cristianas al respecto y ahí se da ese mensaje.

Mi celebración de navidad no puede ocuparse en cosas superfluas. Hay que romper con
paradigmas desatinados. No celebremos como consecuencias de mirar nuestras circunstancias,
sean económicas, familiares, y otras crisis.

Lo que más importa no es la fecha exacta. No es cuando sino quien. Lo importante no es cuando
nació sino quien nació. La esperanza de su nacimiento es que arriba ay un mundo perfecto donde
quiere llevarnos quien primero vino a este mundo imperfecto.

En navidad no nos enfoquemos en pequeñeces, si no en lo verdaderamente grande.


5

Por eso para los verdaderos cristianos todo el año es navidad, pues celebramos a Emanuel, Dios
con nosotros (Mateo 1:23), pero tampoco tenemos problema en escoger una fecha simbólica para
celebrar su Encarnación.

Potrebbero piacerti anche