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1.

1 Los niveles de comprensión lectora

Uno de los problemas más complejos con los que se enfrenta la educación ecuatoriana es
la dificultad con respecto a la comprensión lectora de sus estudiantes. Para vencer este
inconveniente es necesario mejorar la calidad de la comprensión y cuanto antes, mejor,
es decir, se debe empezar a trabajar desde los primeros años de escolaridad que es la
época en donde los estudiantes afirman sus habilidades y destrezas de toda índole y
consolidan hábitos de estudio que permanecerán a lo largo de su vida. Aunque este
proceso inicia en el nivel primario de la educación, es en los niveles superiores en donde
se consolidad y adquiere mayor significado.

La lectura no es un proceso mecánico, se trata más bien de una habilidad fundamentada


en la construcción de significado que se instaura en el pensamiento del ser humano y
adquiere un valor particular para él. En este sentido, el proceso de comprensión es gradual
y tiene diferentes características que determinan tres tipos de niveles: literal, inferencial
y crítico.
El nivel de comprensión literal

Es una capacidad primaria y básica que se debe trabajar diariamente con los estudiantes.
Este ejercicio les permite extrapolar sus aprendizajes hacia los niveles superiores; sirve
de base para lograr una comprensión cada vez más organizada y sustentada. Es el
reconocimiento de todo aquello que está explícito (expresado) en un texto. Se consigue
su afirmación a partir del estímulo y ejercicio de las siguientes actividades:

 Identificar detalles
 Precisar el espacio, tiempo y personajes
 Secuenciar sucesos y acontecimientos
 Entender el significado de palabras y oraciones
 Reconocer pasajes y detalles del texto
 Encontrar sentido preciso a las palabras de múltiple significado
 Identificar sinónimos, antónimos y homófonos
 Reconocer y dar significado a los prefijos y sufijos de uso habitual

Otra actividad que debemos ejercitar para superar el nivel de comprensión literal de
un texto es el desarrollo de preguntas literales, por ejemplo: ¿qué hace?, ¿quién es?,
¿dónde está?, ¿cómo es?, etc. Mediante este trabajo se logra comprobar si somos capaces
de exponer lo que se ha leído con un vocabulario diferente al utilizado en el texto. Una
vez logrado este ejercicio es más fácil pasar al siguiente nivel.
El nivel de comprensión inferencial

Cuando afirmamos la comprensión literal del texto es más fácil abordar el proceso
inferencial. Se trata de establecer relaciones entre las partes del texto para inferir (deducir)
información, conclusiones o aspectos que no están escritos pero que se sobre entienden a
partir de la lectura. Este nivel es de suma importancia porque quien lee a este nivel es
capaz de ir más allá del texto y generar sus propios puntos de vista; completar el texto a
partir del ejercicio del propio pensamiento. Podemos intentar ejercitarnos a partir de:

 Predecir resultados
 Deducir enseñanzas y mensajes
 Proponer títulos para un texto
 Plantear ideas para reforzar el contenido
 Recomponer un texto con otras ideas
 Inferir el significado de las palabras
 Deducir el tema
 Elaborar resúmenes
 Prever un final distinto
 Inferir secuencias lógicas
 Interpretar un lenguaje figurativo
 Elaborar organizadores gráficos

Es necesario señalar que, si hacemos comprensión inferencial a partir de una pobre


comprensión literal, lo más probable es que obtengamos un resultado mediano o muy
bajo. Entre las preguntas inferenciales que nos debemos plantear están: ¿qué pasaría si
antes de...?, ¿qué significa?, ¿por qué sucedió esto y no aquello?, ¿cómo podría cambiar
esta historia?, ¿qué diferencias hay?, ¿qué semejanzas hay?, ¿a qué se refiere?, ¿cuál fue
el motivo?, qué conclusiones?, ¿qué cambiaría? etc.
El nivel de comprensión crítica

Corresponde a este nivel el ejercicio de valoración y de formación de juicios que el lector


se hace a partir de su lectura y que los contrasta con sus conocimientos previos, con
respuestas subjetivas sobre personajes, acontecimientos, contenido e imágenes literarias.
Se plantea la elaboración de argumentos para fortalecer este ejercicio pues la
argumentación es una habilidad primordial para sostener un punto de vista o postura. Es
necesario que quien logra llegar a este nivel esté lo suficientemente listo para sostener sus
ideas en forma lógica y organizada, sin imponerlas sino a partir del convencimiento. Para
ello se puede ejercitar lo siguiente:

 Juzgar el contenido del texto


 Distinguir un hecho de una opinión
 Captar los sentidos implícitos
 Juzgar la actuación de los personajes
 Analizar la intención del autor
 Emitir juicios frente a un comportamiento
 Juzgar la estructura del texto

También podemos tomar en consideración algunas pistas que nos ayudan a plantear
preguntas críticas: ¿cómo se podría calificar?, ¿qué opinión merece esto?, ¿cómo creo
que se puede proceder?, ¿qué pienso sobre?, ¿cómo califico este asunto?, ¿cuál es mi
criterio?, etc.

En resumen, hemos logrado sintetizar en forma clara los tres niveles de la comprensión
lectora que todo buen lector debe dominar antes de empezar la interpretación de cualquier
tipo de texto. La comprensión literal consiste e entender lo que el texto dice de manera
explícita y concreta. La comprensión inferencial se refiere a la capacidad de comprender
a partir de indicios que proporciona el texto. La comprensión crítica es la capacidad de
emitir un juicio o evaluar un tema, un mensaje una idea, un personaje, etc. Es de vital
importancia académica desarrollar y luego fortalecer los tres niveles de comprensión en
los estudiantes antes de pasar a los procesos de escritura o construcción del texto escrito.
1.2 Tipos e intención del texto
La herramienta fundamental del escritor a la hora de abordar una narración es el texto. Si
nos atenemos a su definición básica, entendemos por texto la unidad de carácter
lingüístico formada por un conjunto de enunciados con una estructura interna. Para
entenderlo mejor, vamos a comenzar un análisis de esta composición lingüística
atendiendo a los distintos tipos de textos entre los más utilizados están:

Texto narrativo: Es aquel en el que encontramos un relato de acontecimientos


desarrollados en un tiempo o lugar determinado y llevados a cabo por personajes reales o
imaginarios, siguiendo un orden temporal o casual, este se puede escribir en prosa o en
verso.

Texto descriptivo: Es aquel en el que prevalecen las características de un objeto de forma


estática, sin transcurso de tiempo.

Texto argumentativo: Es aquel en el que se presentan las razones a favor o en contra de


determinada “posición” o “tesis”, con el fin de convencer al interlocutor a través de
diferentes argumentos.

Texto expositivo: Es el texto en el que se presentan, de forma neutral y objetiva,


determinados hechos o realidades.

A más de esta clasificación, exponemos a continuación una clasificación que responde a


la intención del texto, de este modo tomaremos dos géneros: académico y literario.
Género Académico

La intención de este tipo de textos está vinculada a la necesidad de exponer resultados de


una lectura, de una investigación, de una idea, de un argumento o tesis. Son textos de tipo
académico las tesis, las entrevistas, el ensayo, el informe, entre otros. Este tipo de textos
guardan una relación íntima con el orden establecido para el uso correcto de la lengua,
están siempre en un nivel formal - académico y se ajustan a normas internacionales que
les otorgan valor y validez dentro de la academia y la ciencia.
Expositivo

Es un texto que se utiliza con el fin de aclarar o presentar el significado de una palabra o
de un texto en general. Tiene como fin el hecho de informar de manera objetiva sobre ello
sin que prevalezca el punto de vista de quien lo está escribiendo. Existen distintos tipos
de texto expositivo. Por un lado, está el texto expositivo divulgativo, el cual ocurre
cuando el tema que se toca es un tema de interés general para el público que no tiene
información sobre el mismo y cuyo objetivo es el de enseñar; alcanza el nivel de didáctico
y formativo.

Por otro lado, existe el texto expositivo técnico o específico, en el que pesa más el
tipo de conocimientos que deben ser de carácter específico y especializado. Están
proyectados a personas que conocen sobre el tema y poseen información previa, por eso
se dan el lujo de hacer uso de palabras más técnicas o particulares.

Los textos expositivos suelen estar relacionados con los trabajos de investigación, las
tesis, monografías, artículos, conferencias o ensayos entre otros.
Argumentativo
Se trata de un tipo de texto en el cual se defiende o se rechaza una idea, proyecto o
pensamiento en general. El objetivo es llegar a convencer, a quien lo lee, que los
argumentos de quien escribe en ese texto son los más válidos y que se trata de quien tiene
la razón al respecto.

Aquí hay mucha subjetividad a diferencia del anterior. Por ese motivo este tipo de
textos están muy relacionados con la publicidad y con los artículos de opinión general
porque tienen la intención de persuadir, convencer y aconsejar.

A diferencia del texto anterior no cuenta con tantas estructuras, sino que tiene una
introducción y cuerpo en donde se detallan los argumentos del por qué se redacta ese
texto y por qué se está a favor o en contra de la idea, pensamiento o proyecto que se
expone.
Género Literario

Por lo general este tipo de género está vinculado a la creatividad y a la estética pues es
una manifestación artística del uso de la palabra y la escritura. También pertenece al
campo de la lingüística, pero dentro de la expresión connotativa y figurada del lenguaje,
quien hace uso de la palabra a partir de la creatividad y con un profundo conocimiento de
la teoría literaria también está inmerso en un campo de la ciencia, es este caso de la ciencia
literaria que se manifiesta en el arte de la expresión que produce e interpreta y analiza un
tipo particular de texto.
Poético

Un texto poético está vinculada a la intención estética de las palabras, especialmente


cuando se organizan en verso. El texto poético, por lo tanto, es aquel que apela a diversos
recursos estilísticos para transmitir emociones y sentimientos, respetando los criterios de
estilo del autor. En sus orígenes, los textos poéticos tenían un carácter ritual y
comunitario, aunque con el tiempo aparecieron otras temáticas. Cabe mencionar,
asimismo, que los primeros textos poéticos fueron creados para ser cantados.

Lo más habitual es que el texto poético esté escrito en verso y reciba el nombre
de poema o poesía. Existen, sin embargo, textos poéticos desarrollados en prosa. Los
versos, las estrofas y el ritmo componen la métrica del texto poético, donde los poetas
imprimen el sello de sus recursos literarios.

Los textos poéticos se destacan por la inclusión de elementos de valor simbólico y


de imágenes literarias. De esta forma, el lector debe tener una actitud activa para
decodificar el mensaje. Por ejemplo: un texto poético puede hacer referencia al sol
como “la moneda dorada” o la “fuente de la vida”, mientras que un texto científico lo
mencionaría como una “estrella del tipo espectral”.
Narrativo

El texto narrativo se basa en la explicación de unos hechos, reales o ficticios, en


determinado tiempo y espacio. En el texto narrativo entran también otros tipos de textos,
y abarca desde descripciones de personas, paisajes o situaciones, hasta argumentaciones
y narraciones de hechos o, incluso, textos introspectivos o surrealistas.

Los textos narrativos se pueden dar en muy diferentes fórmulas y estilos, aunque
principalmente se pueden dividir entre narraciones en prosa o en verso.
La estructura de los textos narrativos se maneja generalmente desde: planteamiento,
nudo y desenlace. En el planteamiento se sitúa la historia, se presentan a los personajes
y los conflictos que desembocarán en la trama del texto narrativo. En el planteamiento
también se sitúa al lector acerca del estilo narrativo que se va utilizar y se le prepara para
el resto del texto. El nudo es el desarrollo de la historia de la narración. En esta parte se
tratan todas las cuestiones centrales que suscitan la historia, cómo evolucionan los
personajes y los conflictos entre ellos, etc. Durante esta fase los personajes y la narración
han de evolucionar hacia una dirección determinada, normalmente muy distinta del punto
de partida del planteamiento. Ocupa la mayor parte del texto narrativo. El desenlace se
resuelve la trama de la narración. Suele ser un apartado breve en el que aparece siempre
el clímax, o punto más alto de la trama, en el que se resuelve un problema o se aclara una
duda a partir de lo cual se extraen algunas conclusiones sobre lo narrado previamente.
Descriptivo

En este tipo de texto se define algo, ya sea un objeto, una persona, un animal, una
situación o una locación. En el texto descriptivo se pone especial énfasis en los detalles y
en las características. Se trata de dar una visión del objeto descrito en forma muy cercana
a la realidad.

Los textos descriptivos no solo sirven para describir cosas “tangibles”, o aquello que
solo se puede ver y oír. Al contrario, un texto descriptivo puede servir para expresar
sentimientos. Por ejemplo, si escribiéramos un texto respondiendo a la cuestión “¿cómo
me encuentro en estos momentos?”, la respuesta sería un texto descriptivo analizando
nuestra situación actual.

Para que un texto descriptivo tenga exactitud y veracidad es necesario realizar un


análisis profundo y no quedarse en la superficie.

Se puede diferenciar entre una descripción física entonces estamos frente a


la prosopografía; una descripción psicológica toma el nombre de etopeya. Cuando
describimos un lugar estamos haciendo una topografía; cuando describimos un personaje
desde su aspecto físico hasta su condición psicológica entonces tenemos un retrato.
Finalmente, cuando hacemos una descripción exagerada y distorsionada de la realidad,
estamos frente a una caricatura. En todos los casos, existen elementos y recursos que
pueden ser de mucha ayuda. La personificación, la adjetivación y la enumeración son los
recursos más propicios para lograr una buena descripción.
1.3 Relaciones lógicas del discurso: sinónimos, parónimos, precisión semántica.

Dentro del razonamiento lógico, consideramos las relaciones que se establecen entre las
palabras. Estas relaciones son producto del transcurso de la historia y de los diferentes
intercambios sociales. En el discurso, las palabras se organizan a través de campos
semánticos, esto es, a través de agrupaciones de acuerdo con los rasgos
de significado que comparten entre sí. Los campos semánticos nos sirven, por tanto, para
articular un discurso. En un texto académico, cada una de las palabras clave apunta hacia
un campo semántico o forma, junto con las otras, una suerte de campo semántico.

Una de las formas de comprobar nuestra capacidad de abstracción y de pensamiento


lógico, además de nuestra competencia lingüística, es a través de ejercicios de relaciones
de palabras (sinónimos, antónimos, analogías, términos excluidos, etc.).
Sinónimos y antónimos

Sinonimia

Se llama sinonimia a la relación entre palabras diversas que comparten un mismo


significado.

Son sinónimos:

semblante aspecto

Parco austero

Abyecto malo

arrendar alquilar

Cotejar comparar

Cavernas cuevas, concavidades

Pequeñez bagatela, nimiedad, nadería

Confirmar corroborar, ratificar

Antiguo viejo, arcaico, vetusto, anticuado

Son sinónimos los términos o palabras con un significado similar o semejante y que en
un texto son intercambiables sin que se altere el sentido de éste.
Tipos de Sinonimia
a) Hablamos de sinonimia conceptual o total cuando coinciden los rasgos conceptuales
de los significados de dos términos:

Sinonimia conceptual entre:

maní cacahuate

iniciar comenzar

lenguas romances Neolatinas románicas

hexaedro regular cubo

b) Es más frecuente la sinonimia contextual o parcial: que utiliza términos que pueden
ser conmutados en un contexto determinado sin que se altere el significado total. Así un
mismo término puede tener varias series de sinónimos: ej. Pesado tiene como
sinónimo molestoso o indigesto en un determinado contexto, pero no en otros: La carne
de cerdo es pesada. Pepe es un La carne de cerdo indigesta. No puedo decir, por
ejemplo, Pepe es un indigesto.

Otro ejemplo: minúsculo, ínfimo, exiguo pueden darse en principio como sinónimos
de pequeño. Pero minúsculo se refiere esencialmente al tamaño, ínfimo se refiere además
al último grado de una jerarquía u orden. Exiguo lleva consigo la idea de insuficiencia
unida a la de pequeñez.

Dar, producir, entregar son sinónimos, pero dependiendo del contexto se utiliza uno u
otro.

La tierra da frutos.

El niño me dio el libro. La tierra produce frutos.

El niño me entregó el libro.

La sinonimia parcial es lo más frecuente mientras que la sinonimia total ocurre en muy
pocas ocasiones. Esto se da porque la mayoría de palabras sinónimas poseen matices
semánticos que las diferencian y hacen que no sean intercambiables en todos los
contextos. En verdad, el contexto, entendido como todo lo que rodea a una unidad
lingüística, es el elemento decisivo en la relación de sinonimia. En ello esto, precisamente,
estriba la riqueza y flexibilidad de las lenguas.
c) Sinonimia referencial es aquella en la que los términos remiten al mismo referente
pero no significan lo mismo: Juan entró en el despacho del jefe. El señor López miró
a su subordinado con desprecio: aquel joven le resultaba odioso.

d) Sinonimia connotativa se da cuando dominan las expresiones indirectas y sugerentes;


pueden aludir a los significados y términos que objetivamente nada tienen que ver entre
sí. Juan es un monstruo / un salvaje / un bestia.

Ejemplos

a) Sinonimia conceptual o denotativa:

Pedro es listo. Juan es inteligente

b) Sinonimia contextual:

Pedro está listo. Juan está preparado.


Antonimia

Es la relación de oposición entre los significados de dos palabras.

Ninguna palabra se encuentra aislada en la consciencia del hombre, sino que siempre va
vinculada a otros términos. Por ejemplo, el vocablo CONOCIMIENTO genera en la
mente de las personas conceptos como libro, aprendizaje, alumno, concentración, teoría,
deducción, método, filosofía, enseñanza, inteligencia, memoria, etc. Pero esta asociación
múltiple de palabras no ayuda a precisar el valor significativo de un término. Se hace
necesario, en consecuencia, la presencia de otro vocablo de sentido opuesto para su
determinación semántica.

Así, podemos precisar por contrastación que, si el tren eléctrico es más veloz que un
automóvil, en consecuencia, el automóvil es más lento que el tren eléctrico.

Si decimos que Jorge Dávila Vázquez tiene una producción literaria prolífera respecto
de Abdón Ubidia, entonces Ubidia tuvo una producción literaria escasa respecto de
Dávila; si añadimos que Jorge es un hombre productivo, entonces implícitamente estamos
afirmando que no es improductivo.
La antonimia, es decir, la contrariedad de significados, es considerada como una de
las relaciones semánticas más importantes y como un fenómeno contrario a la sinonimia.

La antonimia es la relación de contraste u oposición de significados.

Relación entre antonimia y campo semántico

Considerando que el campo semántico es un conjunto ordenado de palabras con rasgos


significativos comunes y conociendo que los antónimos son palabras que poseen
significados opuestos, podríamos llegar a una conclusión errada y plantear que son
conceptos excluyentes, cuando en realidad existe entre ellos una relación de carácter
indesligable.

Si bien un campo semántico integra palabras con rasgos significativos comunes, ello
no supone que todos los rasgos sean coincidentes; así habrá palabras que, a pesar de
compartir un mismo campo semántico, presentan rasgos diferentes y hasta contrarios,
como es el caso de los antónimos.

Cuando decimos que una palabra es un antónimo de otra, necesariamente nos estamos
remitiendo a un tema de mayor o menor generalidad, que comprende a ambas y delimita
el contexto de la oposición significativa. Si comparamos los términos: escuálido, que
significa flaco, macilento y obeso, cuyo significado es afectado de excesiva acumulación
de grasa, percibimos una oposición de significados referido al tema de la contextura
corporal. Entonces, un campo semántico no sólo incluye términos sinónimos sino también
puede abarcar palabras vinculadas por la antonimia. Algo similar sucede con el
término acongojar, cuyo significado es hacer sentir angustia, aflicción o congoja, y el
término regocijar, el cual significa producir alegría muy intensa, particularmente la que
se demuestra con risas y bullicio. Como se observa, estos términos son antónimos porque
su oposición se enmarca en el mismo campo semántico; en este caso, el estado anímico.
Para ilustrar mejor el tema tratado, mostramos la siguiente ejemplificación.

PALABRA ANTÓNIMO CAMPO SEMÁNTICO


despejado nebuloso Estados del tiempo (ánimo)

recto Curvo Trazos o líneas

idealismo materialismo Corrientes filosóficas

cuerdo enajenado Estados mentales

abstruso inteligible Grados de complejidad

almíbar acíbar Sabores (percepción gustativa)

aromático Fétido Olores (percepción olfativa)

laconismo locuacidad Formas de expresarse

Podemos concluir lo siguiente: para que dos palabras sean antónimas deben pertenecer,
necesariamente, al mismo campo semántico. Por ejemplo, las palabras vileza y nobleza
son dos sustantivos que tienen relación de antonimia y pertenecen al campo semántico de
la condición moral. Asimismo, los términos extranjero y oriundo son dos adjetivos
referidos a la procedencia territorial y los vocablos abjurar y profesar son dos verbos que
aluden a las actitudes frente a una doctrina.

Las palabras que tienen relación de antonimia designan los polos opuestos de un
mismo aspecto de la realidad o puntos extremos de un tema abstracto, por lo cual siempre
están comprendidas en el mismo campo semántico.
Homónimos homófonos y Homónimos homógrafos

Las palabras homónimas son aquellas que suenan y se pronuncian de igual manera, pero
tienen un significado diferente.

Hay dos clases de palabras que suenan igual:

1. Homónimas homófonas: estas se pueden escribir en forma diferente, pero suenan


igual, y pueden tener un origen similar o una diferencia por el uso que se les dé.
2. Homónimas homógrafas. Estas se escriben de igual manera, pero tienen un
origen y significado diferente.

Ejemplos de palabras homónimas:

As = (naipe o carta de baraja)

Has = (verbo haber)

Haz = (de hacer, manojo)

Asada = (del verbo asar)

Azada = (de azadón)

Asar = (cocinar al fuego)

Azahar = (flor del naranjo)

Azar = (casualidad)

Ascenso = (subida)

Asenso = (consentimiento)

Asia = (continente)

Hacia = (preposición)

Asta = (cuerno de animal; madero grande)

Hasta = (preposición)

Atajo = (de atajar)

Hatajo = (rebaño de animales)

Aya = (niñera)
Halla = (de hallar)

Haya = (de haber y ciudad de Holanda)

Hablando = (acto de hablar)

Ablandó = (suavizar algo)

¡Bah! = (desdeño o desdén)

Va = (aceptación o consentimiento)
Parónimos

Las palabras parónimas son aquellas que se escriben o suenan de una manera muy similar,
pero que poseen significados diferentes.

Junto con las palabras homógrafas y homófonas, se trata de términos que pueden
prestarse a confusión al momento de usarlas, o de cometer errores ortográficos al
escribirlas.

Ejemplos de parónimos:

1.-

Adición: de añadir o agregar una cosa a otra.

Adicción: dependencia que desarrolla el organismo individuo a ciertas sustancias como


las drogas

2.-

Confección: de hacer o confeccionar cosas o prendas a partir de ciertos materiales.

Confesión: declarar sobre algo de manera voluntaria.

3.-

Compresión: fuerza o presión que se ejerce sobre algo.

Comprensión: grado de inteligencia o capacidad de entender las cosas.

4.-
Ahí: para referirse a un lugar.

Hay: del verbo haber.

5.-

Aprehender: de coger o asir una cosa o persona.

Aprender: de adquirir conocimientos.

6.-

Malla: tipo de tejido.

Maya: tipo de civilización.

7.-

Casar: de contraer nupcias o matrimonio.

Cazar: de atrapar animales.

8.-

Ola: movimiento del mar.

Hola: saludo

9.-

Asar: de cocinar con fuego.

Azar: vinculado con la suerte.

10.-

Hacia: del verbo hacer

Asia: continente
11.-

Espirar: soltar el aire inhalado.

Expirar: de fallecer o morir.

12.-

Insipiente: que le falta sabiduría o inteligencia.

Incipiente: que está iniciando.

13.-

Vino: del verbo venir

Vino: bebida alcohólica.

14.-

Alcé: del verbo alzar.

Alce: animal.

15.-

Aptitud: habilidad.

Actitud: formar de ser.

16.-

Siervo: persona sometida por medio de la esclavitud.

Ciervo: animal.

17.-

Absolver - liberar de culpa

Absorber - retener líquido.


18.-

Lesión: daño corporal.

Lección: algo que se va a enseñar.

19.-

Lengua: órgano muscular que se encuentra en la boca.

Lengua: sistema de comunicación.

20.-

Cobre: del verbo cobrar.

Cobre: metal.
1.4 Mecanismos de cohesión textual: construcción de la sintaxis

Cohesión textual: estructuras, conectores, relacionantes y marcas de


organización

Decimos que un texto es coherente cuando las oraciones y párrafos construidos para
emitir el mensaje, guardan concordancia entre sí. Para ello es necesario tener
conocimientos mínimos de normas gramaticales. De este modo, cuando leemos un
texto, y lo podemos hacer de corrido, sin tropiezos y entenderlo completamente,
estamos hablando de un texto coherente.

(…) se entiende por coherencia la propiedad fundamental inherente al texto que


hace que pueda ser percibido como una unidad comunicativa y no como una sucesión de
enunciados inconexos. Gracias a la coherencia, las partes del texto aparecen
relacionadas entre sí en función de la totalidad y el conjunto se percibe como adecuado
al contexto en el que se produce la comunicación.

Becerra y Pérez, 2015, p: 66

Existe, desde la gramática, un número importante de reglas para la correcta escritura de


un texto, en este apartado analizaremos algunas de ellas:
Concordancia

El principio de concordancia es la regla gramatical básica para la construcción correcta


de la oración, base de toda comunicación. Este principio obliga al escritor a guardar
coherencia cuando hace uso de los siguientes elementos gramaticales:

 Concordancia en género entre sustantivo y adjetivo: buena carretera

Incorrecto: bueno carretera

 Concordancia en número entre sustantivo y adjetivo: buenas carreteras

Incorrecto: buena carreteras

El número y la persona del verbo también deben guardar concordancia entre sí; sin
embargo, es común encontrar, en textos escritos, errores acerca de la concordancia y
muchos de ellos aparecen en artículos de revistas o periódicos. Ejemplo:

La forma de escribir de los autores mencionados no reúnen las cualidades suficientes.

En la oración que antecede, el verbo reúnen está en número plural, sin embargo,
el sujeto: La forma de escribir, está en número singular:

Incorrecto:

La forma no reúnen

(Sujeto singular) (verbo plural)

Correcto:

La forma no reúne

(sujeto singular) (verbo singular)

Existen otros errores de concordancia que suelen ser menos frecuentes pero que deben
tomarse en cuenta a fin de evitar mala interpretación del texto escrito.

El verbo haber: es un verbo impersonal, carece de sujeto, sólo se presenta en


oraciones unimembres, expresa la existencia de algo pero no precisa persona ni número.
En virtud de ello es incorrecto hacer concordar el número plural de este verbo. Por
ejemplo:
No se debe decir: Se debe decir:

Hubieron buenas conferencias. Hubo buenas conferencias.

Habíamos cuarenta personas. Había cuarenta personas.

En el idioma español existen casos básicos de concordancia.

De género entre adjetivo o artículo y sustantivo:

Buena escritura

La escritura

Buen libro

El libro

De número entre adjetivo o artículo y sustantivo:

Las buenas razones

El buen trabajo

De número y persona entre verbo y sujeto:

Un documento bien escrito aporta a la lectura.

Los escritores responsables conocen la gramática.

La construcción de la sintaxis es un proceso que se va consolidando de a poco; la mejor


herramienta para lograr una excelente sintaxis es a partir de la lectura de textos
correctamente escritos. No se alcanza una buena construcción sintáctica a partir del uso
de la lengua oral porque en la oralidad las personas somos más expresivas y
espontáneas, lo que no sucede en la escritura.

Uno de los problemas más recurrentes en un joven escritor está en la práctica de


escribir como habla; esto puede oscurecer un texto escrito porque en la oralidad usamos
otros elementos de apoyo como son la voz y la expresión corporal que en la escritura se
pierden totalmente. Por esta razón es necesario que reflexionemos en algunos errores
que pueden convertirse en problemas de la redacción.

Errores frecuentes en la redacción

Se trata de errores lingüísticos que se los comete frecuentemente en ambos niveles de


comunicación: oral y escrito. La falta de conocimiento suele ser el elemento común; sin
embargo también es posible que los cometamos por tener poco cuidado al momento de
redactar. Los más recurrentes son los siguientes:

Barbarismos

Palabras mal expresadas fruto de la costumbre, de ello es que se los conoce también
como “vicios del lenguaje”. Consiste sobre todo en emplear vocablos impropios o fuera
de lugar; utilizar voces de otros idiomas aun cuando no hacen falta.

CORRECTO INCORRECTO

haya haiga

ciudad ciudá

anduve andé

hielo yelo

campeón campión

dentífrico dentrífico

fuiste juiste
teatro tiatro

EXTRANJERISMOS

CORRECTO INCORRECTO

estreno debut

deportivo sport

esquina corner

oportunidad chance

aficionado amateur

boleto ticket

Cacofonía

La repetición abusiva de una palabra o un sonido, ya sea en la misma oración o en el


mismo párrafo. Esto demuestra pobreza de léxico o vocabulario.

Trajiste traje para la tragedia que representaremos.

Me cuesta trabajo trabajar con estos trabajadores

Cuando estuvo, tuvo todo a la mano.

En la foto parece que aparece la noticia.

Anfibología

Se trata del uso de oraciones o frases que no dejan el mensaje claro; al contrario, lo
hacen confuso y obliga al lector a revisar reiteradamente el texto para poder entenderlo.

El jefe viajó al pueblo de su hijo en su auto. (¿El auto de quién?)


El jefe viajó en su auto, al pueblo de su hijo.

El jefe viajó en el auto de su hijo al pueblo de éste.

La ciencia persigue el conocimiento en su esencia. (¿Esencia de quién?)

La ciencia, en su esencia, persigue el conocimiento.

La ciencia persigue la esencia del conocimiento.

Pobreza de vocabulario

Esto sucede cuando quien escribe no tiene dominio de sinónimos, antónimos y


conceptos de las palabras que utiliza. No siempre está mal repetir una palabra o frase,
esto también puede demostrar énfasis y, en ese caso, puede ser más bien necesario.

INCORRECTO: La mirada atenta a la redacción implica mucha atención


y cuidado de parte del escritor dentro del texto escrito, y la redacción muchas veces es
confusa y confunde al lector que no logra, muchas veces, entender rápidamente el texto.

MEJOR: La mirada atenta a la redacción implica cuidado y dedicación por parte


del autor de un texto escrito, y la construcción de éste, muchas veces, es confusa y
desorienta al lector que no logra, en reiteradas ocasiones, entender rápidamente la
lectura.

Solecismos

Los errores de solecismo o anacoluto se realizan cuando se usan locuciones


preposicionales incorrectas.

SOLECISMO FORMA CORRECTA

La clase del cual te hablé. La clase de la cual te hablé.

A usted es que me dirijo… A usted es a quien me dirijo.

Le darán un premio a los ganadores. Les darán un premio a los ganadores.


A Juan lo llamó su madre. A Juan le llamó su madre.

A la mujer le llaman actriz. A la mujer la llaman actriz

Estructura de del texto expositivo

La exposición es la forma de transmitir información, ideas, sentimientos y pensamientos


a través de forma oral o escrita. Para tener éxito en una exposición es necesario
mantener una organización o estructura básica a partir de la cual se levante y construya
todo el texto.

Antes de levantar una estructura del texto es imprescindible dominar un proceso de


recolección de datos que luego serán presentados en el informe: El proceso cuenta con
tres elementos básicos:

1. Investigación y redacción de la información: antes de escribir un texto, el


escritor debe recoger datos que respondan a un proceso investigativo. Los datos
pueden ser el resultado de una investigación primaria (encuestas, entrevistas,
grupos focales, observación de campo…) o pueden encontrarse en fuentes
secundarias (otros textos escritos). Este es el primer paso para no caer en la
copia o el plagio.
2. Organización de la investigación: antes de escribir o exponer los resultados de
una investigación es necesario organizar la misma. Esto es: ordenar las ideas,
estructurar los temas más importantes en forma jerárquica, es decir, datos
relevantes y datos secundarios.
3. Seleccionar el modelo expositivo: cabe indicar brevemente que no todos los
modelos expositivos son iguales, de este modo tenemos:
Introducción

Nos presenta el tema. Plantea el objetivo del trabajo, una posible metodología y muestra
algunas de las fuentes de consulta que respaldan teóricamente un escrito. Es
recomendable y muy usado, redactar en la introducción un esquema sintético de lo que
el lector podrá encontrar en el texto para mantener el interés del público lector o
audiencia.

Desarrollo

En este apartado, el escritor debe dejar claro todo aspecto de su informe. Es el texto
como tal y contiene todo lo que el investigador quiere exponer como resultado de su
proceso de investigación. La extensión de este apartado varía en concordancia con la
extensión de todo el documento puesto que esta estructura se aplica a diferentes tipos de
textos: relatoría, reseña, informe de investigación, artículo científico, ensayo, tesinas,
tesis.

Conclusión

Significa cerrar. Aquí se deben exponer los puntos más relevantes a los que se ha
llegado a partir de la investigación. También se recomienda escribir, opinión
concluyente y puntos de vista; según el estilo de cada escritor, algunos suele plantear
preguntas que dejan latente una reflexión de parte del lector.

Conectores, relacionantes y marcas de organización del texto

La escritura académica, más que otro texto escrito, requiere de cierta ilación al
momento de construir ideas coherentes y complementarias entre sí. Para ello se destina
un conjunto de elementos lingüísticos a los que se conoce como conectores, nexos,
conectores lógicos, relacionantes. Estos recursos logran que una causa encuadre con su
efecto, que las consecuencias sean correspondientes a los antecedentes y que los
párrafos se articulen en forma efectiva hasta lograra un texto claro y uniforme. Estos
nexos se manifiestan a nivel léxico gramatical y se pueden utilizar dentro de una oración
o también entre oraciones. No corresponden sólo a palabras o frases, también las
conjunciones tienen un rol interesante en la construcción de ideas. Existe un número
muy amplio de conectores por lo que no se entiende que muchos escritores se limiten a
utilizar solo un par de ellos. En esta clase, presentamos una lista corta en relación a su
significado:

Causa y efecto: en concordancia, porque, por consiguiente, por esta razón, de ahí que,
puesto que, por lo tanto.

Adversativa: pero, sin embargo, a pesar de, por el contrario, por más que, por otra parte,
aunque.

Temporal: después, antes, anteriormente, más tarde, ahora, en la actualidad, cuando.

Orden: primero, a continuación, luego, finalmente.


Resumen: por dichas razones, en suma, en conclusión, resumiendo, en síntesis.

Aditivas o Continuativas: también, además, sumando lo anterior, más aún, ejemplo, al


mismo tiempo.

Énfasis: ciertamente, lo que es más importante, enfatizando, repitiendo.

Concesión: en vista de, concedido que, por supuesto, aunque.

Comparativas: como, así, de esta forma, de este modo, ambos, al igual que.

Espacial: a través, al frente, a lo largo, por otro lado, entre, debajo, detrás, en el centro,
fuera de.

Condicionales: si, como, cuando, con tal que, siempre que, dado que, ya que, siempre y
cuando, donde no.

Conjuntivas: y, sin embargo, a pesar de, no obstante.

Disyuntivas: o, u, ya, bien sea, que.

Miremos a continuación dos textos en el que se puede evidenciar que uno usa
conectores y otro no lo hace. En este caso particular, mostramos que el uso de
conectores pueden marcar un estilo de escritura.

SIN CONECTORES

Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus


habitantes. La población urbana, en su mayoría, está privada o limitada -en virtud de
sus características económicas, sociales, culturales, étnicas, de género y edad- para
satisfacer sus más elementales necesidades y derechos. Contribuyen a ello las políticas
públicas, que al desconocer los aportes de los procesos de poblamiento popular a la
construcción de ciudad y de ciudadanía, violentan la vida urbana. Graves
consecuencias de esto son los desalojos masivos, la segregación y el consecuente
deterioro de la convivencia social.

(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)

CON CONECTORES
Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus
habitantes; en consecuencia, la población urbana, en su mayoría, está privada o
limitada -en virtud de sus características económicas, sociales, culturales, étnicas, de
género y edad- para satisfacer sus más elementales necesidades y
derechos. También contribuyen a ello las políticas públicas, que al desconocer los
aportes de los procesos de poblamiento popular a la construcción de ciudad y de
ciudadanía, violentan la vida urbana. Y graves consecuencias de esto son los desalojos
masivos, la segregación y el consecuente deterioro de la convivencia social.

(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)

Cohesión textual: estructuras, conectores, relacionantes y marcas de organización

Decimos que un texto es coherente cuando las oraciones y párrafos construidos para
emitir el mensaje, guardan concordancia entre sí. Para ello es necesario tener
conocimientos mínimos de normas gramaticales. De este modo, cuando leemos un texto,
y lo podemos hacer de corrido, sin tropiezos y entenderlo completamente, estamos
hablando de un texto coherente.

(…) se entiende por coherencia la propiedad fundamental inherente al texto que


hace que pueda ser percibido como una unidad comunicativa y no como una sucesión de
enunciados inconexos. Gracias a la coherencia, las partes del texto aparecen relacionadas
entre sí en función de la totalidad y el conjunto se percibe como adecuado al contexto en
el que se produce la comunicación (Becerra y Pérez, 2015, p: 66).

Existe, desde la gramática, un número importante de reglas para la correcta escritura de


un texto, en este apartado analizaremos algunas de ellas:

Concordancia

El principio de concordancia es la regla gramatical básica para la construcción correcta


de la oración, base de toda comunicación. Este principio obliga al escritor a guardar
coherencia cuando hace uso de los siguientes elementos gramaticales:

 Concordancia en género entre sustantivo y adjetivo: buena carretera

Incorrecto: bueno carretera

 Concordancia en número entre sustantivo y adjetivo: buenas carreteras

Incorrecto: buena carreteras

El número y la persona del verbo también deben guardar concordancia entre sí; sin
embargo, es común encontrar, en textos escritos, errores acerca de la concordancia y
muchos de ellos aparecen en artículos de revistas o periódicos. Ejemplo:

La forma de escribir de los autores mencionados no reúnen las cualidades suficientes.


En la oración que antecede, el verbo reúnen está en número plural, sin embargo,
el sujeto: La forma de escribir, está en número singular:

Incorrecto:

La forma no reúnen

(Sujeto singular) (verbo plural)

Correcto:

La forma no reúne

(sujeto singular) (verbo singular)

Existen otros errores de concordancia que suelen ser menos frecuentes pero que deben
tomarse en cuenta a fin de evitar mala interpretación del texto escrito.

El verbo haber: es un verbo impersonal, carece de sujeto, sólo se presenta en oraciones


unimembres, expresa la existencia de algo, pero no precisa persona ni número. En virtud
de ello es incorrecto hacer concordar el número plural de este verbo. Por ejemplo:

No se debe decir: Se debe decir:

Hubieron buenas conferencias. Hubo buenas conferencias.

Habíamos cuarenta personas. Había cuarenta personas.

En el idioma español existen casos básicos de concordancia.

De género entre adjetivo o artículo y sustantivo:

Buena escritura

La escritura

Buen libro

El libro

De número entre adjetivo o artículo y sustantivo:

Las buenas razones

El buen trabajo

De número y persona entre verbo y sujeto:


Un documento bien escrito aporta a la lectura.

Los escritores responsables conocen la gramática.

La construcción de la sintaxis es un proceso que se va consolidando de a poco; la mejor


herramienta para lograr una excelente sintaxis es a partir de la lectura de textos
correctamente escritos. No se alcanza una buena construcción sintáctica a partir del uso
de la lengua oral porque en la oralidad las personas somos más expresivas y espontáneas,
lo que no sucede en la escritura.

Uno de los problemas más recurrentes en un joven escritor está en la práctica de escribir
como habla; esto puede oscurecer un texto escrito porque en la oralidad usamos otros
elementos de apoyo como son la voz y la expresión corporal que en la escritura se pierden
totalmente. Por esta razón es necesario que reflexionemos en algunos errores que pueden
convertirse en problemas de la redacción.

Errores frecuentes en la redacción

Se trata de errores lingüísticos que se los comete frecuentemente en ambos niveles de


comunicación: oral y escrito. La falta de conocimiento suele ser el elemento común; sin
embargo, también es posible que los cometamos por tener poco cuidado al momento de
redactar. Los más recurrentes son los siguientes:

Barbarismos

Palabras mal expresadas fruto de la costumbre, de ello es que se los conoce también como
“vicios del lenguaje”. Consiste sobre todo en emplear vocablos impropios o fuera de
lugar; utilizar voces de otros idiomas aun cuando no hacen falta.

CORRECTO INCORRECTO

haya haiga

ciudad ciudá

anduve andé
hielo yelo

campeón campión

dentífrico dentrífico

fuiste juiste

teatro tiatro

EXTRANJERISMOS

CORRECTO INCORRECTO

estreno debut

deportivo sport

esquina corner

oportunidad chance

aficionado amateur
boleto ticket

Cacofonía

La repetición abusiva de una palabra o un sonido, ya sea en la misma oración o en el


mismo párrafo. Esto demuestra pobreza de léxico o vocabulario.

Trajiste traje para la tragedia que representaremos.

Me cuesta trabajo trabajar con estos trabajadores

Cuando estuvo, tuvo todo a la mano.

En la foto parece que aparece la noticia.

Anfibología

Se trata del uso de oraciones o frases que no dejan el mensaje claro; al contrario, lo hacen
confuso y obliga al lector a revisar reiteradamente el texto para poder entenderlo.

El jefe viajó al pueblo de su hijo en su auto. (¿El auto de quién?)

El jefe viajó en su auto, al pueblo de su hijo.

El jefe viajó en el auto de su hijo al pueblo de éste.

La ciencia persigue el conocimiento en su esencia. (¿Esencia de quién?)

La ciencia, en su esencia, persigue el conocimiento.

La ciencia persigue la esencia del conocimiento.

Pobreza de vocabulario

Esto sucede cuando quien escribe no tiene dominio de sinónimos, antónimos y conceptos
de las palabras que utiliza. No siempre está mal repetir una palabra o frase, esto también
puede demostrar énfasis y, en ese caso, puede ser más bien necesario.

INCORRECTO: La mirada atenta a la redacción implica mucha atención y cuidado de


parte del escritor dentro del texto escrito, y la redacción muchas veces es confusa y
confunde al lector que no logra, muchas veces, entender rápidamente el texto.

MEJOR: La mirada atenta a la redacción implica cuidado y dedicación por parte del autor
de un texto escrito, y la construcción de éste, muchas veces, es confusa y desorienta al
lector que no logra, en reiteradas ocasiones, entender rápidamente la lectura.
Solecismos

Los errores de solecismo o anacoluto se realizan cuando se usan locuciones


preposicionales incorrectas.

SOLECISMO FORMA CORRECTA

La clase del cual te hablé. La clase de la cual te hablé.

A usted es que me dirijo… A usted es a quien me dirijo.

Le darán un premio a los ganadores. Les darán un premio a los ganadores.

A Juan lo llamó su madre. A Juan le llamó su madre.

A la mujer le llaman actriz. A la mujer la llaman actriz

Estructura del texto expositivo

La exposición es la forma de transmitir información, ideas, sentimientos y pensamientos


a través de forma oral o escrita. Para tener éxito en una exposición es necesario mantener
una organización o estructura básica a partir de la cual se levante y construya todo el
texto.
Antes de levantar una estructura del texto es imprescindible dominar un proceso de
recolección de datos que luego serán presentados en el informe: El proceso cuenta con
tres elementos básicos:

1. Investigación y redacción de la información: antes de escribir un texto, el escritor debe


recoger datos que respondan a un proceso investigativo. Los datos pueden ser el
resultado de una investigación primaria (encuestas, entrevistas, grupos focales,
observación de campo…) o pueden encontrarse en fuentes secundarias (otros textos
escritos). Este es el primer paso para no caer en la copia o el plagio.
2. Organización de la investigación: antes de escribir o exponer los resultados de una
investigación es necesario organizar la misma. Esto es: ordenar las ideas, estructurar los
temas más importantes en forma jerárquica, es decir, datos relevantes y datos
secundarios.
3. Seleccionar el modelo expositivo: cabe indicar brevemente que no todos los modelos
expositivos son iguales, de este modo tenemos:

Introducción

Nos presenta el tema. Plantea el objetivo del trabajo, una posible metodología y muestra
algunas de las fuentes de consulta que respaldan teóricamente un escrito. Es
recomendable y muy usado, redactar en la introducción un esquema sintético de lo que
el lector podrá encontrar en el texto para mantener el interés del público lector o
audiencia.

Desarrollo

En este apartado, el escritor debe dejar claro todo aspecto de su informe. Es el texto como
tal y contiene todo lo que el investigador quiere exponer como resultado de su proceso de
investigación. La extensión de este apartado varía en concordancia con la extensión de
todo el documento puesto que esta estructura se aplica a diferentes tipos de textos:
relatoría, reseña, informe de investigación, artículo científico, ensayo, tesinas, tesis.

Conclusión

Significa cerrar. Aquí se deben exponer los puntos más relevantes a los que se ha
llegado a partir de la investigación. También se recomienda escribir opinión
concluyente y puntos de vista; según el estilo de cada escritor, algunos suelen plantear
preguntas que dejan latente una reflexión de parte del lector.

Conectores, relacionantes y marcas de organización

La escritura académica, más que otro texto escrito, requiere de cierta ilación al momento
de construir ideas coherentes y complementarias entre sí. Para ello se destina un conjunto
de elementos lingüísticos a los que se conoce como conectores, nexos, conectores lógicos,
relacionantes. Estos recursos logran que una causa encuadre con su efecto, que las
consecuencias sean correspondientes a los antecedentes y que los párrafos se articulen en
forma efectiva hasta lograra un texto claro y uniforme. Estos nexos se manifiestan a nivel
léxico gramatical y se pueden utilizar dentro de una oración o también entre oraciones.
No corresponden sólo a palabras o frases, también las conjunciones tienen un rol
interesante en la construcción de ideas. Existe un número muy amplio de conectores por
lo que no se entiende que muchos escritores se limiten a utilizar solo un par de ellos. En
esta clase, presentamos una lista corta en relación a su significado:

Causa y efecto: en concordancia, porque, por consiguiente, por esta razón, de ahí que,
puesto que, por lo tanto.

Adversativa: pero, sin embargo, a pesar de, por el contrario, por más que, por otra parte,
aunque.

Temporal: después, antes, anteriormente, más tarde, ahora, en la actualidad, cuando.

Orden: primero, a continuación, luego, finalmente.

Resumen: por dichas razones, en suma, en conclusión, resumiendo, en síntesis.

Aditivas o Continuativas: también, además, sumando lo anterior, más aún, ejemplo, al


mismo tiempo.

Énfasis: ciertamente, lo que es más importante, enfatizando, repitiendo.

Concesión: en vista de, concedido que, por supuesto, aunque.

Comparativas: como, así, de esta forma, de este modo, ambos, al igual que.

Espacial: a través, al frente, a lo largo, por otro lado, entre, debajo, detrás, en el centro,
fuera de.

Condicionales: si, como, cuando, con tal que, siempre que, dado que, ya que, siempre y
cuando, donde no.

Conjuntivas: y, sin embargo, a pesar de, no obstante.

Disyuntivas: o, u, ya, bien sea, que.

Miremos a continuación dos textos en el que se puede evidenciar que uno usa conectores
y otro no lo hace. En este caso particular, mostramos que el uso de conectores puede
marcar un estilo de escritura.

SIN CONECTORES

Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus


habitantes. La población urbana, en su mayoría, está privada o limitada -en virtud
de sus características económicas, sociales, culturales, étnicas, de género y edad-
para satisfacer sus más elementales necesidades y derechos. Contribuyen a ello las
políticas públicas, que al desconocer los aportes de los procesos de poblamiento
popular a la construcción de ciudad y de ciudadanía, violentan la vida urbana.
Graves consecuencias de esto son los desalojos masivos, la segregación y el
consecuente deterioro de la convivencia social.

(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)

CON CONECTORES

Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus


habitantes; en consecuencia, la población urbana, en su mayoría, está privada o
limitada -en virtud de sus características económicas, sociales, culturales, étnicas,
de género y edad- para satisfacer sus más elementales necesidades y
derechos. También contribuyen a ello las políticas públicas, que al desconocer los
aportes de los procesos de poblamiento popular a la construcción de ciudad y de
ciudadanía, violentan la vida urbana. Y graves consecuencias de esto son los
desalojos masivos, la segregación y el consecuente deterioro de la convivencia
social.

(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)

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