Sei sulla pagina 1di 4

Jimmie Holland, quien cuidó de la mente de los enfermos con

cáncer, falleció a los 89 años.


Por Sam Roberts, 4 de Enero de 2018, New York Times.

La Doctora Jimmie Holland, originaria de una zona rural de Texas y pionera en


el campo de la psico-oncología - tratando la aflicción emocional de pacientes
con cáncer a la vez que se abordan sus síntomas médicos - falleció el último 24
de Diciembre en su casa de Scarsdale, Nueva York. Tenía 89 años.

Su esposo, el Doctor James Holland, especialista en quimioterapia, dijo que la


causa del fallecimiento se debió a complicaciones de una enfermedad
cardiovascular.

A mediados de 1970 junto con varios colegas, la Dra. Holland estableció una
división de psiquiatría en el Centro para el cáncer Memorial Sloan Kettering en
Manhattan. Fue la primera mujer en dirigir un departamento clínico en ese lugar
y estuvo a cargo de crear el primer centro de psiquiatría de tiempo completo en
un hospital de cáncer importante.

Holland nació en una pequeña comunidad agrícola de Texas, de padres que


habían abandonado la escuela secundaria, y fue una de las únicas tres mujeres
en su curso de medicina en 1952. Originalmente, aspiraba a convertirse en
enfermera.

“En la pequeña comunidad de Texas donde crecí, no se conocían mujeres que


fueran médicas.”

Pero su ambición creció, planeó convertise en médica rural o médica pediatra,


antes de que diera un giro hacia la que resultaría su actividad pionera en
psiquiatría.

Holland dio varias razones para que esto fuera así: su tío había sido internado
por un colapso mental cuando ella tenía 9 años, su primer esposo se suicidó
cuando ella tenía 27 años, y se sentía frustrada de que los colegas de
oncología de su segundo marido sólo se enfocaran en el tratamiento médico y
no en el estado de ánimo de los pacientes que enfrentaban un pronóstico
impredecible.

Al tratar el bienestar mental de los pacientes con cáncer, la Dra. Holland


rechazaba lo que ella denominaba “la tiranía del pensamiento positivo.”
Una buena actitud era un tema, argumentaba, y la idea de la fuerza de cómo el
caldo de pollo – no podía doler en cuanto se tuviera un cuidado médico
competente. Pero las charlas positivas no eran suficientes, decía.

“Ya es suficientemente malo tener cáncer,” dijo al sitio web Medscape.com en


2015, “pero cuando toda tu familia y amigos te dicen que te mantengas positivo
y des pelea a esta cosa, y el paciente está exhausto y maltratado por los
tratamientos – me parecía que agregar esta carga de ser positivo era
simplemente ridícula.”

En una carta en 1985 al New York Times, la Dra Holland y un colega, Morton
Bard, escribieron sobre los pacientes con cáncer: “¿deberían ser considerados
como débiles o como si ellos de algún modo hubieran contribuido a su propio
fallecimiento?”

La Dra Holland trató la depresión en pacientes sometidos a tratamiento, y la


ansiedad en los sobrevivientes, a veces sobre su imagen corporal luego de la
pérdida de una mama o un testículo.

Instó a los médicos a considerar la angustia emocional como un signo vital, así
como lo hacen con la temperatura, el pulso, la respiración, la presión arterial y
el dolor. Los síntomas fisiológicos, decía, podrían ser a menudo aliviados con
antidepresivos, medicina para la ansiedad, meditación y otros tratamientos.

En su libro “El Lado Humano del Cancer”, escrito con Sheldon Lewis y
publicado en 2000, citaba a un paciente suyo que decía: “Han medido todo, a
excepción de mis pensamientos y mi mente. De algún modo, mi actitud mental,
el stress, la angustia, deberían analizarse y estudiarse de la misma manera que
mi condición física.”

La Dra. Holland fue Presidente Fundadora de la American Psychosocial


Oncology Society y de la International Psycho-Oncology Society. También
enseño en la Weill Cornell Medical School.

“Durante más de cuarenta años, Jimmie realizó una pregunta esencial: ¿Cómo
se sienten las personas con cáncer? – el centro de su trabajo.” Dijo su esposo
en un e-mail.

El Dr. William Breitbart, Presidente del Departamento de Psiquiatría y Ciencias


del Comportamiento en el Memorial Sloan Kettering, describió a la Dra. Holland
como “una influencia única en una generación.”

Nació el 9 de Abril de 1928, con el nombre de Jimmie Coker, en Forney, Texas;


una aldea de alrededor de 100 personas. Sus padres fueron Mary Velma Cox, y
Clifford Coker, agricultor del algodón.
Obtuvo una Licenciatura en Baylor University, Wako, Texas, donde encontró a
una mentora en su profesora de biología. Se graduó en la Baylor College of
Medicine en una clase de 85 estudiantes.

Además de su esposo, la sobreviven seis hijos, Diane, Steven, Mary, Sally,


Peter y David Holland; y nueve nietos.

La Dra Holland enseñó psiquiatría en la State University of New York en Buffalo


entre 1956 a 1973; trabajó en el Edward J. Mayer Memorial Hospital (ahora
llamado Erie Medical Center) en Buffalo desde 1958 a 1972; fue consultora en
en una investigación conjunta Soviético-Americana en el estudio de la
esquizofrenia en Moscú; y regresó al año siguiente para enseñar y ejercer en el
Montefiore Hospital de Albert Einstein College of Medicine en el Bronx.

Se unió al Memorial Sloan Kettering en 1977. Allí fue Jefa del Servicio de
Psiquiatría hasta 1996 y Directora del Departamento de Psiquiatría hasta 2003.

Editó el primer libro de texto sobre psico-oncología en 1989, y apareció en un


documental de la PBS en 2015: “Cancer, the Emperor of All Maladies” (Cáncer,
el Emperador de todas la enfermedades) basado en el libro ganador del premio
Pulitzer de Siddharta Mukherjee.

La Dra. Holland describió su foco en cómo las personas emocionalmente sanas


lidiaban con una enfermedad catastrófica como “el cuidado psicológico de los
médicamente enfermos,” particularmente aquellos que habían sido
estigmatizados porque tenían cáncer.

En los años 50, escribió que el Times había rechazado un anuncio de un grupo
de apoyo de mujeres porque contenía las palabras “mama” y “cáncer.”
Recordaba también que “un taxista se negó a llevarme una vez al Memorial
diciendo: No, señora, ese es el lugar del Big C (el Gran Cáncer), yo conduzco
sólo por los alrededores.”

La gente, escribía, temía ser despedida de sus empleos si admitían tener


cáncer; los doctores muchas veces ocultaban el diagnóstico a sus pacientes.

“La filosofía era que, si les decimos que tienen cáncer perderán la esperanza,
de modo que no les decimos,” decía la Dra. Holland en 2015.

Eso comenzó a cambiar a medida que las tasas de recuperación mejoraron, a


la vez que sobrevivientes prominentes del cáncer como Betty Ford y Happy
Rockefeller hablaron abiértamente de su enfermedad.

“Una de las cosas que he aprendido en 40 años es que nuestras emociones


son exáctamente las mismas,” dijo la Dra. Holland. “No han cambiado un ápice
en milenios. “Es miedo. Es preocupación. Es qué me va a suceder y qué le va a
suceder a mi familia. Todos estos miedos están ahí.”
“Lo que el paciente siempre a querido y aún quiere es saber que el médico se
preocupa por mí,” continuaba. “Cuando sientes que a tu doctor le importas,
entonces allí estás para ayudar.”

Fuente: https://www.nytimes.com/2018/01/04/obituaries/jimmie-holland-who-
cared-for-the-cancer-patients-mind-dies-at-89.html

Traducción: Global 21 Vivir el idioma


Capacitación en Inglés y Portugués
www.global21.com.ar
info@global21.com.ar

Potrebbero piacerti anche