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Nueva Sociedad

Separatas

Roberto Laserna
2000: conflictos sociales y movimientospolíticos en Bolivia

Artículo aparecido en

Anuario Social y Político de América Latina y el Caribe Nro. 4, Flacso /


Unesco / Nueva Sociedad, Caracas, 2000, pp 61-74
© Nueva Sociedad

NUEVA SOCIEDAD
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Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

Etnicidad y conflicto social

2000: conflictos sociales y movimientos


políticos en Bolivia

Roberto Laserna
Boliviano. Doctor en Sociología de la Universidad de California, Berkeley.
Reconocido especialista en movimientos sociales, narcotráfico y etnicidad.
Ha sido miembro del directorio de Clacso.

INTRODUCCIÓN

Desde que la protesta social asediara el gobierno de Hernán Siles Zuazo en


1984, determinando su renuncia a la presidencia y adelantando las eleccio-
nes para el año siguiente, Bolivia no había vivido un periodo de conflictos

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sociales tan generalizado e intenso como el que se dio en 2000. En la política
boliviana nunca faltaron protestas y movilizaciones, pero ellas solían ser
protagonizadas sobre todo por sectores agraviados por la política estatal,
como los campesinos cocaleros, o por gremios bien organizados que han
hecho de la presión callejera parte de su cultura corporativa, como los ma-
estros fiscales y los estudiantes universitarios. Eran movilizaciones que
planteaban temas específicos y reivindicaciones concretas, aunque se expre-
saran con frecuencia por medio de discursos radicales de ruptura. Y casi
siempre formaban parte de una lógica de «negociación forzada» que com-
prende la concertación como la culminación de un enfrentamiento que hace
explícitos los poderes relativos de las partes (Laserna et al.).
En efecto, en esta suerte de tradición boliviana, los conflictos rara vez se
expresan de manera violenta o abierta como consecuencia del fracaso o la
inutilidad de los mecanismos institucionales de negociación. Al contrario,
se realizan para convocarlos y ponerlos en funcionamiento. Largas y sacrifi-
cadas marchas y no pocos bloqueos de caminos han sido protagonizados por
los campesinos cocaleros con el fin de establecer una mesa de negociación

Nota: Este ensayo ha sido preparado especialmente para esta publicación.

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con el Gobierno. Y los maestros y universitarios sue- te por razones analíticas, en esa descripción tampoco
len lanzarse a la protesta como parte de un ritual de re- se toman en cuenta los detalles de todas las moviliza-
chazo al presupuesto fiscal que se inicia apenas este es ciones que coincidieron temporalmente, aun cuando
aprobado, y que termina también en tensas negocia- habiendo sido acicateadas por el clima de convulsión,
ciones con las autoridades gubernamentales. influyeron en el desenvolvimiento y los desenlaces de
Esta manera de «abrir negociaciones» es, sin em- los conflictos (una visión del conjunto puede encon-
bargo, poco efectiva. Si bien muestra la debilidad del trarse en la resumida cronología que acompaña este
sistema institucional para procesar las demandas so- artículo).
ciales y canalizar los conflictos por cauces pacíficos,
también destaca la ineficacia de las organizaciones LA GUERRA DEL AGUA
sociales para acumular experiencias que les permitan
alcanzar a menos costo los fines que sus afiliados y mi- La ciudad de Cochabamba ha sido una de las de ma-
litantes persiguen. Porque la «negociación forzada» no yor crecimiento en las últimas décadas. Tiene más de
solamente es muy costosa, sino además ineficaz. En 600.000 habitantes, está situada en el centro del país
ella, bajo presión, se logran acuerdos que no compro- y ejerce importantes funciones de articulación econó-
meten a las partes y que, por tanto, rara vez se cum- mica entre La Paz, el tradicional centro político del
plen, creando así las condiciones para el resurgimien- occidente altiplánico, y Santa Cruz, el emergente cen-
to de nuevos eventos conflictivos que pueden incluso tro económico del oriente. Pero a pesar de su dinamis-
hacerse más violentos en la medida en que se acrecien- mo económico y del acelerado crecimiento que ex-
ta la desconfianza mutua de los interlocutores. Sola- perimentó en los años 80 y 90, en parte debido a su
mente la renovación individual de estos, sean dirigen- cercanía a la economía de la coca, mucha de su pobla-
tes sindicales o autoridades, permite que esta lógica se ción vive en condiciones muy precarias por la carencia
mantenga indefinidamente, porque también renueva o mala calidad de los servicios públicos (Ledo).
los mínimos márgenes de confianza que se requieren El peor de ellos es, probablemente, el abasteci-
para concertar. Pero esto añade inestabilidad a las elites miento de agua y el saneamiento básico, pues apenas
de las organizaciones o instituciones involucradas, im- la mitad de los hogares tiene acceso al sistema público
pidiéndoles aprender de la experiencia y desarrollar un de distribución de agua potable y de alcantarillado
proceso acumulativo que permita superar esas tradicio- (manejado por Semapa). El resto se ha visto obligado
nes de enfrentamiento y estéril «negociación forzada». a recurrir a formas comunitarias o individuales para
Pero los conflictos más importantes de 2000 no resolver el problema: cooperativas para explotar fuen-
reprodujeron esa tradición. En ellos se expresó con tes subterráneas, depósitos familiares de agua, abaste-
fuerza el rechazo de algunos actores al proceso de ins- cimiento por camiones cisterna, pozos sépticos y co-
titucionalización democrática en Bolivia, y en esa mis- nexiones clandestinas que echan las aguas servidas a
ma medida el deseo de recuperar o reconstruir un mo- canales, torrenteras y al río temporal que cruza la ciu-
delo de relacionamiento entre Estado y sociedad que dad. Este sistema es terriblemente ineficiente e inequi-
ya perdió su base material, pero que pervive en la cul- tativo.
tura política. En ese sentido, a pesar de la retórica pro- Es ineficiente porque si en algunos casos la gente
gresista y del carácter confrontacional y violento, en logra resolver sus problemas de abastecimiento de a-
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ellos se expresaron las resistencias conservadoras del gua a bajo costo, al mismo tiempo se arriesga a graves
corporativismo y el clientelismo que caracterizaron el problemas de salud, especialmente en la población
sistema político boliviano durante la segunda mitad infantil. Y el hecho de que los detritos de la mitad de
del siglo XX. la población no sean adecuadamente tratados implica
Si bien todo el año fue muy agitado, los conflictos que tanto el subsuelo como el aire de la ciudad tengan
se concentraron en dos momentos. El primero de ellos una elevada contaminación fecal. Y es inequitativo
tuvo como epicentro el valle central de Cochabamba, porque la población de menos recursos es la que paga
alcanzó su punto culminante en el mes de abril y fue las sumas más elevadas por el agua de peor calidad,
conocido como «la guerra del agua». El segundo fue mientras que las capas superiores que tienen acceso al
geográficamente más extenso, con núcleos en las zo- servicio público reciben agua tratada a precios bajos,
nas cercanas al lago Titicaca y los alrededores de la e incluso subvencionados. A esto debe añadirse que el
ciudad de La Paz y en el Chapare, sobre la carretera sistema deteriora el medio ambiente, no solo por la
troncal entre Cochabamba y Santa Cruz; se prolongó contaminación ya mencionada, sino porque la perfo-
durante casi todo un mes y fue bautizado por la prensa ración indiscriminada e incontrolada de pozos para
como «el septiembre negro». extracción de agua subterránea está secando las napas
En los próximos apartados presentaremos ambos superficiales y cambiando paulatinamente el clima del
momentos en una breve descripción analítica, para valle en que se asienta la ciudad.
luego ensayar una interpretación general del sentido Como es habitual en situaciones como la descrita,
que tuvieron en el marco de la reciente historia po- hay grupos que aprovechan la situación para obtener
lítica y social de Bolivia. Cabe advertir que, justamen- beneficios excepcionales. Los perforadores y dueños

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de pozos, así como los vendedores de bombas de agua competitiva, con los gobiernos nacional y municipal.
y constructores de depósitos, encuentran mercados Estos, urgidos de avanzar en el proyecto que habían
rentables por la ineficiencia del servicio público. Ellos, enarbolado como bandera electoral y al que ya le ha-
junto a los distribuidores de agua por camión, obtie- bían dedicado tantos recursos, aceptaron la negocia-
nen ganancias elevadas especulando con las necesida- ción directa y terminaron por firmar un contrato de
des de los más pobres en un mercado negro sin con- concesión con el consorcio trasnacional Aguas del
troles ni regulaciones. Tunari, formado por Bechtel, Abengoa y otras em-
A pesar de que estas condiciones no son recientes, presas. El contrato al final no garantizaba la realización
hasta abril de 2000 la cuestión del agua no fue nunca de Misicuni y tampoco la ampliación de cobertura del
un tema central de conflictos sociales en Cochabam- servicio, pero empezaba con aumentos tarifarios des-
ba. En parte porque el problema puede ser fácilmen- tinados a superar la brecha creada por años de sub-
te percibido como una suerte de fatalidad natural, que vención, y exigía modificaciones en el régimen jurí-
da sustento a la ilusión de grandes proyectos de tras- dico consuetudinario de aprovechamiento del agua en
vase cordillerano de aguas, pero en parte también por- Bolivia a fin de contar con un mercado que justificara
que los organismos públicos se desentendieron del inversiones tan elevadas.
problema al crear una empresa semiautónoma y su- La reacción no se dejó esperar. Antes de que trans-
puestamente regida por criterios técnicos y económi- curriera un año de la concesión, el Gobierno se vio
cos para la atención del servicio: Semapa (Vargas/ obligado a rescindir el contrato con Aguas del Tunari,
Zegada). En este contexto se produjo la decisión gu- aun a riesgo de pagarle una millonaria «indemniza-
bernamental de entregar en concesión el servicio de ción», y a cambiar la legislación relativa al agua y al
agua y alcantarillado al consorcio privado que presen- saneamiento básico para satisfacer las demandas de los
tara la mejor oferta. Pero la convocatoria tenía una propietarios individuales y comunales de pozos y ver-
particularidad especial: no solamente calificaría las tientes1. Eso fue posible porque los afectados por la
ofertas por la cobertura, la calidad y el costo de los concesión y la ley lograron tomar el control de un Co-
servicios, sino también por su posibilidad de desarro- mité de Defensa del Agua, inicialmente conformado
llar el proyecto múltiple Misicuni. por ambientalistas y profesionales independientes,
Este es uno de esos grandes proyectos de trasvase creando desde ahí un organismo articulador de múl-
mencionados anteriormente, y en el cual la población tiples y diversas demandas, denominado «la Coordi-
ha depositado sus mayores esperanzas desde que em- nadora de Defensa del Agua y de la Vida», que les per-
pezara a ser formulado a fines de los años 60. En su mitió aglutinar en torno de sus demandas la vigorosa
dimensión más ambiciosa implica la construcción de movilización social que paralizó Cochabamba, pri-
túneles de aducción que suman cerca de 40 Km, la mero en febrero, y con más fuerza en abril.
construcción de una represa de 120 metros de altura El núcleo organizativo en todo ese proceso fue la
en la parte norte de la cordillera del Tunari, la gene- Federación de Regantes, que agrupa a individuos,
ración de energía eléctrica aprovechando la caída, y comunidades y asociaciones con acceso a fuentes de
todo un sistema de canales para llevar el agua a la ciu- agua para riego. Esta Federación ha recuperado en par-
dad y distribuirla por las zonas agrícolas. Como pro- te la experiencia colectiva del sindicalismo campesino
mete abastecer agua para riego y consumo humano y en Cochabamba, y en nombre de la tradición andina

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ofrece posibilidades de aprovechamiento energético, supuestamente cristalizada en el derecho consuetudi-
el proyecto Misicuni se convirtió en la representación nario –los «usos y costumbres»– defiende los sistemas
mítica de una concepción del desarrollo que lo define vigentes de acceso y control del agua.
como proceso basado en la inversión pública, con- El movimiento se fortaleció significativamente
cepción a la cual está adherida la imaginación popular cuando se incorporó la Federación de Fabriles, pues
en Bolivia. esta puso en juego su combativa tradición y su estruc-
Cuando se convocó a la concesión, la ansiedad por tura organizativa para traducir al lenguaje urbano la
Misicuni era tanta en Cochabamba que el proyecto no demanda de los regantes. Empezó rechazando el au-
solamente había absorbido ya 12 millones de dólares mento de tarifas, con lo que atrajo a los sectores me-
en estudios, sino que se había empezado la construc- dios y altos que, como se dijo, son los que gozan del
ción del túnel principal, basándose en un crédito acceso al servicio público de agua; incluyó luego la
italiano y recursos locales obtenidos con la privatización defensa de los pozos existentes, individuales y comu-
de la compañía de distribución eléctrica, comprome- nitarios; y terminó rechazando el contrato y la ley en
tiendo 60 millones de dólares en ese propósito inicial nombre de la nación contra la globalización2.
(Oporto).
El requisito de incluir Misicuni en la concesión
del servicio de agua y alcantarillado desalentó a la ma- 1. Un análisis más detallado de este conflicto puede verse en La-
serna. En las siguientes notas se hace referencia a interpretacio-
yor parte de las empresas que compraron el pliego de nes opuestas a la que ofrezco en ese y en el presente texto.
especificaciones, y las restantes se agruparon para plan- 2. Los ideólogos de este movimiento han hecho imaginativos es-
tear una oferta de negociación directa, por tanto no fuerzos para interpretar este conflicto como anuncio del sur-

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Así, la movilización vinculó el campo y la ciudad, sec- Pero entretanto el déficit de cobertura de agua y al-
tores medios y pobladores de la periferia, militantes de cantarillado ha seguido creciendo, la empresa conti-
la vieja izquierda y especuladores de agua, y permitió núa en un limbo jurídico y, ante la imposibilidad de
que se expresara abiertamente el malestar de la pobla- aumentar tarifas o de conseguir recursos de inversión,
ción con el Gobierno y, en general, con «los políticos» los dirigentes de la Coordinadora han empezado a
que no resuelven problemas e incumplen promesas. reclamar subvenciones estatales (a través de la condo-
Incluso se plegaron a la movilización los campesinos nación de deudas contraídas por la empresa Semapa
productores de coca, víctimas de la política represiva en años anteriores). Estas son demandas muy con-
contra sus cultivos, que buscaban romper su aislamiento trovertidas por la escasez de recursos que afecta el Te-
y restablecer alianzas con los sectores urbanos. soro General de la Nación y porque son esencialmente
La movilización logró una contundente victoria al inequitativas: restarían recursos destinados a atender
expulsar al consorcio Aguas del Tunari y obligar al Go- otras áreas, como las rurales por ejemplo, para favore-
bierno a modificar la Ley 2029 de agua potable y sa- cer a sectores urbanos que ya tienen acceso a servicios.
neamiento básico. En el momento culminante del con- La insistencia con que se plantea esta demanda desnu-
flicto el presidente decretó «estado de sitio» y ordenó la da el carácter reaccionario de este movimiento, pre-
intervención militar, pero eso solamente sirvió para ocupado más por salvar su ineficiente empresa que
exacerbar los ánimos de la población y ampliar la mag- por la suerte de los sectores a los que su discurso dice
nitud y extensión de la protesta, que al final también representar.
se había convertido en una suerte de revancha tardía
contra el presidente Hugo Banzer, quien ejerció el man- EL SEPTIEMBRE NEGRO
do autoritario entre 1971 y 1978.
A pesar de las reacciones del Gobierno, a momen- A pesar de sus contradictorios resultados, la «guerra
tos violentas, la movilización no tuvo al frente un del agua» puso en evidencia la extrema debilidad del
adversario sólido y coherente y eso permitió que su Gobierno y estimuló la acción de otras fuerzas so-
fuerza pareciera mayor. El Comité Cívico, que tradi- ciales. En general, el escenario político se hizo más a-
cionalmente representaba los «intereses regionales» bierto a las manifestaciones conflictivas. La protesta
agrupando a las instituciones locales, no era un ad- callejera, la acción directa, la movilización masiva im-
versario sino un competidor, pero se había debilitado plicaban bajos riesgos para sus protagonistas, y más
por la manipulación partidista de su último presiden- bien se empezó a generalizar la sensación de que quien
te y terminó arrasado por la acción directa impulsada no ocupaba las calles quedaba fuera del escenario y
por la Coordinadora. La supuestamente gran empre- perdía la oportunidad de ser tomado en cuenta. Y en-
sa trasnacional, Aguas del Tunari, no se defendió sal- tonces hasta controversias internas en algunas organi-
vo con tímidos spots televisivos que llegaron tarde. Y zaciones motivaron conflictos públicos, con la lógica
la base política de los gobiernos nacional y municipal de que quien gana la pugna interna es el que mayores
simplemente desapareció del escenario, incluyendo al disturbios logra afuera.
alcalde cochabambino, Manfred Reyes Villa, quien En ese ambiente, el gran conflicto social de sep-
poco antes había renovado su mandato con arrolla- tiembre de 2000 resulta de la sumatoria y sobreposi-
dora votación. Las autoridades que enfrentaban a la ción de una gran cantidad y variedad de conflictos,
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Coordinadora actuaban casi a título personal y sin sus- muchos de ellos espontáneos y de orientación par-
tento político. Las mismas acciones policiales y mi- ticularista, que en cierto modo fueron articulados re-
litares de represión eran aisladas e improvisadas, y cién en la fase de negociación y no sin la ayuda de los
estaban afectadas por conflictos internos que desem-
bocaron en esos días en un motín de policías en La gimiento de un proyecto transformador «plebeyo e igualitario»
Paz. La Coordinadora no tenía en realidad un adver- basado en la reconstrucción de la comunidad y la «forma mul-
sario sino varios, pequeños, débiles y dispersos, lo cual titud» de la acción política. La imaginación desplegada, sin
potenció su discurso y su movilización3. embargo, no alcanza a describir en qué consistiría dicho pro-
yecto. V. p. ej., García et al., grupo autoproclamado «intelectual
Como resultado de esta «victoria de abril» algunos colectivo y orgánico de ese proyecto».
de los dirigentes de la Coordinadora asumieron car- 3. A los dirigentes e ideólogos de la Coordinadora les gusta, sin
gos de gestión en la empresa de agua potable y alcan- embargo, exaltar su acción recurriendo a la imagen de David
tarillado de Cochabamba mientras otros empezaron venciendo a Goliat. V. p. ej., Assies y Crespo, quienes además
a empujar la organización hacia el campo político, pro- comparten lecturas simplistas de teorías de los movimientos
sociales, para ajustar la realidad al voluntarismo que estimula y
poniendo sustituir el sistema de partidos a través de anima su militante análisis.
una asamblea constitucional e intensificando la protes- 4. Vargas/Kruse optaron por resaltar victorias simbólicas en un
ta contra la globalización. Lo que une a ambas faccio- evidente esfuerzo por apoyar la proyección política en que se
nes es su demanda de un rol más activo para el sector hallan empeñados algunos dirigentes de la Coordinadora. Co-
mo ellos, exhiben el congelamiento de tarifas como un triunfo,
público en la economía y en la provisión de servicios, optando también por ignorar la situación de los excluidos, que
pues todos los otros temas se tratan con vagas genera- deberán contentarse con las lecciones aprendidas y las promesas
lidades4. de un mejor futuro político.

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facilitadores del diálogo y de los mismos interlocuto- maras, forma parte del ala más radical del movimiento
res gubernamentales. Estos no veían otra manera de indigenista. Su incursión en el sindicalismo campe-
canalizar una protesta tan amplia como imprecisa y sino ha sido oscilante, pues luego de ser dirigente re-
que amenazaba con desbordar no solamente los mar- gional ensayó promover la lucha armada con el movi-
cos institucionales, obviamente objetados y puestos en miento «Ayllus Rojos», del cual se formó un grupo
tensión por las movilizaciones, sino incluso sus propias terrorista (el Ejército Guerrillero Túpac Catari) que
estructuras organizativas y hasta los liderazgos espon- llevó a la cárcel a sus cabecillas, incluido Quispe, luego
táneos que desaparecían tan rápido como surgían. de protagonizar algunos asaltos.
Visto en perspectiva, el conflicto tuvo dos nú- Achacachi ha sido un centro importante de la mo-
cleos, ambos rurales pero en gran medida competiti- vilización aymara durante mucho tiempo y sus pobla-
vos: Achacachi y el Chapare, que ya se habían mani- dores tienen una orgullosa tradición de lucha y una
festado también con bloqueos en los días de la «guerra sólida organización (Albó). Está ubicada en la zona
del agua». A ellos se sumó una amplia gama de ad- más rica del altiplano, cerca del lago Titicaca y a solo
herentes y aliados, algunos solidarios pero otros opor- 90 Km de La Paz, con muy buenas carreteras, acceso
tunistas, tratando de pescar en el río revuelto de la a más y mejores servicios que la mayor parte de las
protesta. No faltaron acciones de presión y moviliza- zonas rurales del occidente boliviano y muy integrada
ciones, como las de las esposas de policías, los maes- al mercado. Una parte muy importante de sus pobla-
tros, los dirigentes cívicos de La Paz y el Beni, los dores mantiene también residencia en El Alto, la emer-
transportistas de Sucre, que no se referían a los temas gente urbe aymara en el área metropolitana de La Paz.
planteados en esos núcleos ni siquiera con declaracio- En el primer momento de la movilización, Quispe
nes de solidaridad pero claramente trataban de obte- convocó a bloqueos en respaldo solidario a los campe-
ner ventaja de la situación, contribuyendo a agravar la sinos chapareños, pero 20 días después los dejó solos
debilidad gubernamental. e incluso justificó la aplicación de la Ley 1.008 (que
Considerando el impacto que tuvieron sobre la proscribe la coca en el Chapare pero la tolera en los
opinión pública las protestas campesinas en el Ecua- Yungas) en un intento por salvar su relación con los
dor, podría también pensarse que contribuyeron a que productores paceños de coca y debilitar aún más a su
el ambiente político fuera más proclive a la acción de rival, Morales. Pero lo más notable de la acción en-
masas. Remitiéndonos a los núcleos de la protesta, re- cabezada por Quispe en septiembre fue su vigoroso
salta el hecho de que la bipolaridad era una manifesta- discurso de reivindicación étnica y la amenaza de
ción de las pugnas internas en la cúpula sindical, que se repetir el cerco de La Paz que dirigió Túpac Catari en
harían mucho más evidentes en los meses posteriores. 1781, y que la ciudad al parecer aún recuerda con
En el núcleo del Chapare, bajo el liderazgo de Evo temor. El discurso de Quispe fue agresivo y desafian-
Morales, los sindicatos campesinos tenían motivos y te, pero también melodramático. Apelaba al mismo
demandas muy concretas pues se referían a la erradi- tiempo a la conciencia culpable de los grupos privile-
cación forzosa de cultivos de coca. De manera muy giados y a la experiencia de discriminación de los mi-
clara el Gobierno había establecido como prioridad grantes urbanos, haciendo frecuentes alusiones al des-
de su política la eliminación de estos cultivos en la cuartizamiento de Túpac Catari, con quien trataba de
zona y estaba avanzando en ese objetivo a un ritmo identificarse personalmente.

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más acelerado que el previsto en sus propios planes. La movilización convocó a hombres, mujeres y
Los sindicatos de la zona estaban debilitados por la niños que participaron activamente de un nuevo tipo
infructuosa resistencia de los años anteriores y por el de bloqueo caminero: a las tradicionales barricadas en
aislamiento a que habían sido conducidos por sus diri- puntos estratégicos le sumaron la ocupación física de
gentes en el esfuerzo de transformar su estructura sin- varios kilómetros, con piedras y troncos, reduciendo
dical en un partido político propio (Movimiento Al la posibilidad de que los caminos fueran despejados
Socialismo). Ya no lograban concitar la simpatía de los mediante acciones militares.
sectores urbanos, mientras el Gobierno aprovechaba El discurso de Quispe tenía además sólidos refe-
para destruir cocales sin compensación. Pero el liderazgo rentes empíricos e ideológicos, pues recordaba la estre-
de Morales seguía fuerte en el Chapare, su gente estaba cha correlación existente entre la ruralidad de la pobre-
siendo realmente afectada por la erradicación y tenía za, destacada en todos los estudios sobre ingresos y
demandas muy concretas al respecto; entre otras exigía necesidades básicas, y la condición étnica de los cam-
detener la militarización del Chapare y revisar la erra- pesinos, afirmando que ello demostraba el fracaso de
dicación. la República y la continuidad de 500 años de domina-
A su vez, en el núcleo de Achacachi Felipe Quispe, ción y exclusión de los pueblos autóctonos. Así, Quis-
secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Uni- pe se colocó en el centro del escenario creado por las
ca de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) orientaciones más recientes de la cooperación inter-
desde 1998, buscaba afirmar y proyectar su liderazgo. nacional y las promesas políticas del Gobierno, cen-
Este dirigente, popularizado con el título de Mallku tradas en la lucha contra la pobreza, ganando legitimi-
con que se nomina a los dirigentes comunitarios ay- dad frente a ellos al asumir de facto la representación

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de quienes son calificados como pobres en el discurso en parte por la propia iniciativa de los actores políticos
oficial. En la ciudad predominantemente aymara de más modernos que en los últimos años comenzaron la
El Alto y en los alrededores de La Paz, este discurso reforma del Estado.
tenía una evidente capacidad interpelatoria. El análisis de los cambios en la relación Estado/
Nuevamente la fuerza de la movilización pareció sociedad puede facilitarse utilizando el siguiente mo-
mucho mayor por la debilidad del adversario, que ya delo descriptivo basado en una combinación de op-
en abril había sido acosado desde adentro por el motín ciones que se remiten, por un lado, al sistema decisio-
policial motivado por demandas salariales y que casi nal, y por otro al papel del Estado. Posteriormente, ese
provoca un enfrentamiento entre la Policía Nacional y modelo nos servirá para describir los procesos de cam-
el Ejército, cuyos mandos y tropas se mostraban titu- bio en Bolivia e identificar de qué manera los conflic-
beantes y nerviosos, incluso en sus acciones más vio- tos de 2000 se inscriben en ellos.
lentas.
La movilización terminó con la firma de un am- Sistema político-decisional
puloso convenio de medio centenar de puntos que
iban desde acuerdos para la modificación de leyes hasta Para la construcción del modelo que nos permita ca-
la realización de proyectos de infraestructura, y con el racterizar opciones, aun a riesgo de simplificar dema-
consecuente establecimiento de comisiones de nego- siado las posibilidades reales, utilizamos dos variables:
ciación y seguimiento. Fuera del convenio quedaron el sistema decisional y el rol del Estado (v. figura 1).
los campesinos chapareños productores de coca, obli- En general podría decirse que el sistema decisional
gados a negociar por su cuenta el levantamiento de puede ubicarse entre dos extremos: la acción directa
bloqueos en la carretera Cochabamba-Santa Cruz, con de grupos de presión, sean estos de carácter oligárquico
la promesa de que no se construirían nuevos cuarteles o popular, elitistas o de masas, y la acción canalizada
en la zona del Chapare, pero sin promesas de cambio a través de instituciones formales, cuya acción es re-
en la política de destrucción de cultivos de coca. gulada por normas universales y es por tanto transpa-
En la certeza de que parte de los acuerdos no po- rente. Entre ambos extremos, uno marcado por la in-
drían cumplirse en los breves plazos establecidos, Quispe certidumbre y cercano al caos y el otro más ordenado
anunció triunfante que ese había sido solo un ensayo y estable, puede encontrarse obviamente una gran va-
y que las movilizaciones se repetirían muy pronto, riedad de situaciones, incluyendo las que combinan la
mofándose, en la soberbia de su triunfo, incluso de gru- acción directa basada en el poder relativo de los gru-
pos y personas que respaldaron su protesta. Pasada la pos y la acción reglamentada.
tensión, mientras Quispe fundaba un nuevo partido Por otro lado, nuevamente recurriendo a la sim-
político, el Movimiento Indio Pachacuti, dirigentes plificación –necesaria en esta rápida exposición–, po-
campesinos de otras zonas empezaron a confrontar su dría decirse que el rol del Estado puede estar definido
liderazgo y a repudiar su conducción autoritaria y ex- también por dos extremos: el de un aparato que in-
cluyente. Un ampliado de dirigentes de varias federa- terviene activamente en la vida económica y social,
ciones lo desconoció como secretario ejecutivo de la realizando incluso inversiones directas en sectores pro-
Csutcb y un congreso realizado en Oruro en enero de ductivos, y el de un conjunto de normas y reglas que
2001 eligió una nueva directiva, más afín a las posicio- concentran la acción estatal en la vigilancia y la su-
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nes de Morales. Y aunque esta directiva no ha sido pervisión de su cumplimiento. Y también en este caso
reconocida por el Gobierno ni por la Central Obrera pueden darse situaciones intermedias con mayor o
Boliviana (afectada también por graves disidencias menor énfasis en uno de los extremos o con combina-
internas), ha debilitado el grupo de Quispe, quien ciones de ambos tipos de roles.
incluso desde adentro de su propio movimiento es Ahora bien, si combinamos los tipos ideales nos
acusado de haber abandonado «a sus hermanos co- encontramos básicamente con cuatro situaciones. La
caleros» en su lucha contra el Gobierno y «el imperia- primera (cuadrante 1) podría caracterizarse de equi-
lismo yanqui». librio estable, pero con mucho dinamismo social por-
que la acción estatal directa obedece a un juego de pre-
ESTADO Y SOCIEDAD: TENDENCIAS DE CAMBIO siones que debe hacerse continuamente evidente. La
EN BOLIVIA
acción social tiende a ser corporativa, pues tiene la fi-
nalidad de insertar los intereses particulares en la in-
Comprender esta agitada dinámica de conflictos so- tervención estatal. El tercer cuadrante describiría tam-
ciales en 2000 requiere ubicar las tendencias de cam- bién una situación de equilibrio estable en la cual, al
bio que está viviendo Bolivia. Cambios que fueron en prevalecer las normas y los procedimientos transpa-
parte motivados por la propia movilización social que rentes, los conflictos pueden procesarse y canalizarse
recuperó la democracia desde 1982, en parte por el por medios institucionales.
agotamiento del modelo económico basado en la ex- En contraste, las situaciones que corresponden a
plotación de recursos minerales y el consiguiente ajus- los cuadrantes dos y cuatro del modelo serían más ines-
te económico iniciado en 1985, y finalmente también tables y proclives a la emergencia de crisis políticas y

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Figura 1

Modelos de relacionamiento entre Estado y sociedad


Sist. decisional
Estado Acción directa Normas e instituciones

Estado Benefactor 1. Equilibrio estable pero con alto 4. Inestabilidad y dinámica conflictiva por
dinamismo social. Sistema político inconsistencia. El Estado no cumple normas y
Intervención mediante fuertemente estatalizado, débiles actores tiende a violentar el sistema institucional,
inversiones y producción de institucionales, predominan partidos empezando por ignorar su propia estructura
bienes y servicios políticos populistas y la acción social es organizativa: todo es ad hoc para «responder» a
fuertemente corporativa. Es el reino de la presión o problema específicos.
«forma multitud»: la comunidad domina
al sujeto.

Estado Regulador 2. Desequilibrio inestable, tiende a la 3. Equilibrio estable con sistema capaz de
conflictividad. procesar conflictos y desarrollar mecanismos
Regulación y control No hay consistencia entre tipo de Eº de protección social. Se basa en sistema
y sistema decisional: los actores piden normativo transparente e instituciones que
y esperan más del Estado de lo que éste funcionan adecuadamente (cumplen su papel)
pueda dar. y un Estado con creciente capacidad y calidad
de regulación. Es el reino del ciudadano: la
comunidad sirve al sujeto, individuo libre y
responsable, capaz de asumir obligaciones
y ejercer derechos.

sociales, debido a la inconsistencia de comportamien- y muestre, es decir, según la fuerza que cada sector
tos tanto de los agentes estatales, en el cuarto cuadran- pueda ejercer. Consistente con esta dinámica es el clien-
te, como de los actores sociales, en el segundo. En el telismo corporativo de los sectores sociales, y el po-
cuarto, porque el Estado se convierte ahí en la princi- pulismo prebendal de las elites, que se complementa-
pal fuente de ruptura de sus propias normas al tratar ban facilitando el surgimiento de caudillos (personas
de intervenir directamente sin contar con los recursos o incluso grupos) de efímera existencia: duraban lo
para ello o ignorando los canales regulares del sistema que duraba su fuerza (potencial o real).
decisional. Y en el segundo, porque en él los actores A comienzos de los años 80 el modelo entró en
demandan la intervención estatal al margen o más allá crisis por la decreciente capacidad estatal para conti-
de las normas que la regulan o de los recursos de que nuar distribuyendo recursos. Los excedentes se redu-
dispone. jeron dramáticamente, agudizando las tensiones so-
ciales pues el modelo decisional siguió basándose en
Desplazamientos históricos presiones y acciones directas, solo que había cada vez
menos riqueza que distribuir. Las alianzas se empeza-

OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA
Tomando ese modelo como referencia podemos des- ron a disolver y el corporativismo perdió referentes de
cribir rápidamente el proceso histórico boliviano en aglutinación, como la Central Obrera Boliviana, para
términos del desplazamiento en la relación Estado/ diluirse en conductas particularistas. El periodo de
sociedad por esos cuadrantes (v. figura 2). gobierno de Siles Zuazo, entre 1982 y 1985, fue la
La revolución de 1952, momento fundacional de expresión culminante de esta crisis. El Gobierno tra-
la Bolivia contemporánea, colocó esa relación en el taba de responder a las demandas, pero solamente
primer cuadrante. La disponibilidad estatal de recur- contaba con el déficit fiscal, que al crecer acelerada-
sos obtenida con las nacionalizaciones, mediante las mente dio lugar al descontrol inflacionario haciendo
que controló los excedentes generados por la explota- inevitable el shock estabilizador de 1985.
ción de recursos naturales, permitió que el sistema se Con la llamada Nueva Política Económica inicia-
prolongara por 30 años sin amenazas a pesar de la su- da en 1985 por el gobierno de Víctor Paz Estenssoro,
cesión de golpes de Estado y «coyunturas democrá- el Estado reconoció su inacapacidad para mantener el
ticas», lo que demuestra que la inestabilidad política pacto del 52 y renunció a seguir esa lógica. Se podría
afectaba a los gobiernos pero no al Estado. decir que levantó las manos y confesó su impotencia.
Y es que esas oscilaciones eran parte de la «lógica» Esto se aceleró aún más con la debacle del precio del
del modelo prevaleciente pues tanto las fuerzas auto- estaño en el mercado mundial. Carente de recursos
ritarias como las democráticas conformaban una mis- para distribuir, el Estado se embarcó en el Programa
ma racionalidad: el Estado controla una riqueza exis- de Ajuste Estructural e impulsó las primeras reformas
tente (recursos naturales) que se distribuye y asigna orientadas a desmantelar el modelo que se basaba en
según la capacidad de presión que cada uno desarrolle presiones corporativas y clientelismo (Ardaya/Verde-

2000: conflictos sociales y movimientos políticos en Bolivia. Roberto Laserna 67


Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

Figura 2

Ubicación de los momentos históricos en el esquema de cuadrantes

1952
1 2

2000
Gob.

1984

3 19994

2000
A.S.

pre 1952 4

soto; Calderón/Laserna), empezando su desplazamien- a esta línea (como Samuel Doria Medina, Hugo Carva-
to del primero al tercer cuadrante. jal, Jorge Quiroga y Tito Hoz de Vila, por citar algunos),
El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993- no se sientan representados por Sánchez de Lozada. En
1997) asumió con pragmatismo esa tendencia e inició otras palabras, las fuerzas democratizadoras que han
un nuevo conjunto de reformas para situar la relación impulsado el desplazamiento de la relación Estado/so-
Estado/sociedad en el tercer cuadrante. La descentra- ciedad desde el modelo tradicional corporativo hacia
lización y municipalización del sistema decisional, la el institucional regulado, se encuentran a todo lo an-
OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA

instalación de las superintendencias, las reformas al cho del espectro político, aun cuando no siempre re-
poder Judicial y el establecimiento de entidades de conozcan su unidad. Y al mismo tiempo, también en
protección al ciudadano, la capitalización de las em- todos se encuentran fuerzas tradicionales que quisie-
presas públicas, el consentimiento de concesiones pa- ran retornar al modelo corporativo prebendal. Esta
ra la provisión de servicios públicos son todas reformas tensión entre ambos movimientos está en la base de
orientadas a desarrollar un sistema institucional nor- una buena parte de los conflictos sociales y políticos.
mativo bajo la lógica de la «modernización» (Funda- La pérdida de impulso en la aplicación de las re-
ción Milenio 1998, 2000). formas institucionales y la revitalización de las fuerzas
Todo este proceso de transformaciones realizado tradicionales en 2000 mostró que las mayores difi-
entre 1985 y 1997 fue impulsado por un movimiento cultades de la consolidación democrática no fueron
democrático institucional que era transversal a todos superadas y que se encuentran tanto en los hábitos de
los partidos, o que cuando menos contaba con el apo- la gente como en el seno de los mismos partidos po-
yo de líderes y sectores pertenecientes a todos. Y aun- líticos que supuestamente deberían conducir ese pro-
que probablemente su figura más importante es aún ceso. El comportamiento político del electorado ha
Sánchez de Lozada, del MNR, no se podría afirmar sido bastante inestable. No en cuanto a votación, don-
que su partido entero sea parte de este movimiento, de se detectan regularidades (Romero; Ticona et al.),
pero en los demás hay grupos y sectores que sí lo son, sino a cambios súbitos de ánimo respecto de los par-
tanto en el MBL y otros grupos de izquierda, como en tidos y a los procedimientos electorales en cuanto ta-
el MIR y ADN, que fueron gobierno entre 1989 y 1993 les. Al mismo tiempo que se inscriben y participan en
y desde 1997, aun cuando sus dirigentes más cercanos las elecciones internas de los partidos, respaldan pro-

68 2000: conflictos sociales y movimientos políticos en Bolivia. Roberto Laserna


Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

clamas «antisistémicas». Al mismo tiempo que acep- del discurso y las imágenes enarboladas por sus diri-
tan y hasta reclaman campañas electorales basadas en gentes, estuvieron dominados por demandas destina-
la dádiva y la promesa demagógica, repudian otras das a definir una acción intervencionista y distributi-
formas de corrupción y gestión prebendal de recur- va del Estado, y que frente a esas demandas no había
sos. Y poco después de volcar masivamente su voto en oposición de las autoridades gubernamentales. En el
apoyo a un caudillo, como sucedió precisamente en fondo estaban de acuerdo en que ese debía ser su com-
Cochabamba, lo ignoran para incorporarse en accio- portamiento, pero se encontraban con que simple-
nes claramente orientadas en contra suya. mente les era imposible llevarlo a cabo. El presupuesto
La mayor responsabilidad en esto, sin embargo, fiscal ya estaba comprometido con las municipalida-
corresponde probablemente a los partidos, y en espe- des, la reforma de pensiones, la reforma educativa, y
cial a los que más impulsaron las reformas sin lograr no podían recurrir al déficit porque el Banco Central
institucionalizarse a sí mismos. Quizás con algo de había dejado de ser un apéndice dependiente del Mi-
oportunismo, para captar diferentes apoyos electora- nisterio de Hacienda. En lugar de situarse en el nue-
les y callejeros, mantienen múltiples caras, incluso vo escenario institucional y normativo creado por las
deliberadamente. Esto podría explicar la débil y osci- reformas, el propio Gobierno intentó trasgredirlo y
lante legitimidad de los partidos políticos, erosionada contribuyó a deslegitimarlo, estimulando con sus du-
con la gestión dubitativa que se inicia en 1997. das la revitalización de los actores corporativos.
En agosto de ese año Banzer logró retornar al go-
bierno a pesar de contar con una votación inferior a CONCLUSIÓN: MOVIMIENTOS CONFRONTADOS
25%. Aunque dominada por las facciones pertene-
cientes al movimiento conservador corporativo, la El proceso democratizador de cambio institucional
coalición que lo encumbró fue formada por varios está inconcluso, desde 1997 el movimiento que lo
partidos animados por la oportunidad de acceder al impulsaba se ha debilitado y en la actual coyuntura no
control de los recursos estatales. La negociación po- parece tener fuerzas suficientes para defenderlo. Algu-
lítica de carácter programático fue marginal en la nas de las reformas, como la municipal, parecen, sin
formación de la coalición que lo único que hizo desde embargo, irreversibles. El mayor desafío de este mo-
el principio fue tratar de diferenciarse en oposición al vimiento de institucionalización democrática consis-
proceso de reformas. En parte por eso su gestión que- te en reconocerse como tal, reunificarse en la acción y
dó pronto atrapada en los hábitos y la inercia de las la propuesta, y articular sus expresiones políticas con
experiencias previas de sus integrantes, que tenían co- el desarrollo de una base social nueva, capaz de mo-
mo referente el Estado interventor. vilizar a la gente por su condición ciudadana y no
En esa lógica, el propio Gobierno empezó a igno- solamente por su identidad grupal.
rar las nuevas reglas que debían regular su compor- Los conflictos de 2000 han revelado también que
tamiento y en algunos casos detuvo las reformas o el Estado emergente no tiene todavía una estructura
paralizó el establecimiento de las nuevas institucio- burocrática capaz de imponer su lógica a quienes lo
nes. Y creó también expectativas de distribución entre gestionan. El Gobierno del presidente Banzer no ha
los grupos sociales, solo que sin contar ya con los reconocido la nueva situación institucional en que se
recursos para satisfacerlas. De todos modos, esto rea- encuentra. Administra un Estado en proceso de cam-

OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA
vivó la nostalgia de la acción directa en los grupos bios hacia su institucionalización democrática con la
corporativos e incluso en los actores de formación re- experiencia práctica de un Estado interventor corpo-
ciente (como la Federación de Regantes y la Coordi- rativo que ya no existe. Los conflictos también reve-
nadora en Cochabamba), cuya dirigencia en el fondo laron el profundo tradicionalismo de estos aparente-
forma parte del mismo modelo de acción populista de mente «nuevos» actores sociales, pues está visto que
quienes ocupan la administración pública, aun cuan- perciben el Estado al mismo tiempo como adversario
do parezcan oponerse entre sí. Así, empezaron a ser y como benefactor. Recordemos que la lucha social
predominantes las fuerzas conservadoras tanto en el corporativa no fue nunca contra el Estado sino hacia
Estado como en la sociedad, intentando todos si- el Estado. En abril y septiembre los actores movilizados
tuarse nuevamente en el modelo de relación descrito pedían que el Estado actuara como solía hacerlo. Sus
en el cuadrante uno. Pero como ya no existen los re- administradores actuales querían satisfacer esa deman-
cursos que lo hacían posible, generaron la tensión da pero no podían. Esa era la contradicción de fondo.
conflictiva que estalló en 2000. Mientras el Gobierno Los temas económicos de la recesión y la crisis que
terminó situado en el cuadrante cuatro, los actores estuvieron presentes en las reivindicaciones puntuales
movilizados lo hicieron en el dos, lo que explica el planteadas en los conflictos de 2000 fueron coyuntu-
conflicto a pesar de la coincidencia. rales y no siempre evidentes. La pobreza, por ejemplo,
En efecto, si se analizan cuidadosamente los even- medida por parámetros objetivos (acceso a servicios
tos de 2000, y en particular los que se condensaron en básicos), ha disminuido en los últimos 15 años, aunque
los dos momentos críticos de la «guerra del agua» y del sin duda a un ritmo demasiado lento frente al aumen-
«septiembre negro», se encuentra que ellos, más allá to de las expectativas de la gente (Banco Mundial;

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Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

Ministerio de Desarrollo Humano; Morales) 5. Y si tos en la estructura social boliviana. No eran pura-
bien la situación económica de los campesinos del mente simbólicos o imaginarios. No hay duda de que
Chapare empeoró drásticamente con la erradicación aún existe discriminación étnica y que mucha gente la
de la coca, la zona de Achacachi es una de las de ma- sufre, que la segregación espacial caracteriza la provi-
yor dinamismo en el altiplano. Y el área más cercana sión de servicios públicos, que hay déficit de integra-
a La Paz, incluida la ciudad de El Alto, ha cobijado a ción social y no existen mecanismos de compensación
los migrantes y es seguramente, a pesar de todas sus y redes de seguridad para los más pobres, que las
deficiencias en infraestructura y servicios, una de las oportunidades de movilidad social siguen siendo li-
de más intensa movilidad social en el país. Podría de- mitadas a pesar de su ampliación. Estos son induda-
cirse que los problemas económicos desencadenaron blemente problemas reales, pero es también evidente
el conflicto y la acción, pero no como resultado de un que eran mucho más graves hace 20 años y peores aún
proceso secular de deterioro, sino como amenaza re- hace 50. En todos esos campos pueden verificarse
ciente a expectativas en rápido crecimiento. Y así co- avances y progresos que si no niegan los temas plan-
mo no explican el conflicto, es ilusorio pensar que su- teados en esos discursos, sí desmienten la magnitud y
perarlos aliviará las tensiones manifestadas en esos el dramatismo con que se presentaron.
momentos. Tampoco se pretende aquí ignorar el valor simbó-
La «guerra del agua», por un lado generó un mo- lico de estas luchas sociales. En el caso que nos ocupa,
vimiento neoconservador que en el discurso se opone ellas han sido importantes para expresar valores de
a la privatización/globalización, pero que en la prác- solidaridad, dignidad y respeto que pueden recons-
tica es corporativo y antidemocrático pues usa pero truir la confianza de la gente en sí misma. El desafío
ignora los problemas de los sectores excluidos, como está en que esos valores se proyecten más allá del mo-
el abastecimiento de agua, y se afirma en propuestas mento del conflicto y, sobre todo, más allá de la acción
de retorno al pasado (servicios públicos subvenciona- de masas, en la conciencia del sujeto individual, per-
dos bajo presión de los que pueden, defensa de «usos mitiéndole asumir una responsabilidad consigo mis-
y costumbres» contra proyectos menos particularis- mo en vez de refugiarlo en una acción colectiva sin
tas, conservación o restauración del orden previo, trascendencia.
etc.). Por otro lado, el bloqueo campesino en el alti-
plano fue realizado por los grupos más y mejor in- Cronología de Conflictos de 2000
tegrados al mercado, que hablaron en nombre de los Por Miguel Villarroel N.
más pobres y olvidados y que en los hechos exigieron
respaldo estatal para mejorar su posición en los mer- Enero
cados, ampliar la infraestructura de acceso, mejorar
los servicios, desarrollar el sistema de créditos, cam- – La población de la ciudad de Cochabamba, convo-
biar las normas de regulación de la tierra, etc. cada por la Coordinadora del Agua, realiza acciones
El discurso movilizador del Mallku se mimetizó e de protesta en contra del alza de tarifas del agua po-
integró en ese mundo, pero le dio una proyección table por parte de la empresa Aguas del Tunari. Las
adicional, la de la reivindicación étnica, que también protestas rápidamente devienen en bloqueos de vías
golpeó los sentimientos de culpa de los sectores urba- urbanas y rurales y un paro convocado por el Comité
OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA

nos medios y altos, ganando con ello mayor resonan- Cívico. Ocurren enfrentamientos con la policía y daños
cia y legitimidad. Los otros grupos de vigorosa parti- a la propiedad privada. El 13 se firma un acuerdo con el
cipación, cocaleros y maestros por ejemplo, e incluso Gobierno, y se suspenden las protestas.
los policías, buscaron establecer alianzas en el conflic- – En el Chapare medio millar de policías de bajo ran-
to para resolver sus propias necesidades: defensa de la go que trabajan en la erradicación de cocales se amoti-
coca o nuevas inversiones, mejores salarios. nan por motivos salariales. Luego de una reunión con
Aunque los sectores movilizados hablaban en nom- autoridades del Gobierno logran satisfacer todas sus
bre de los más pobres, con sus demandas en realidad demandas.
los excluían o agravaban su exclusión. Si queremos – Enfrentamientos entre las comunidades campesi-
pensar ese discurso más allá de la demagogia encontra- nas Laymes y Qaqachacas (Potosí y Oruro) debido a
remos que solamente tiene sentido en una compren- problemas de límites comunales. El saldo fue de 33
sión relacional de la pobreza, no definida por caren- muertos, 6 heridos y cuantiosas pérdidas materiales.
cias absolutas, sino más bien por la inconsistencia
entre logros y expectativas. En procesos de cambio las 5. El texto de Morales sintetiza estudios anteriores realizados por
expectativas suelen crecer más rápidamente que los el autor. Midiendo la pobreza por ingresos, estima que entre
logros, creando fuentes de descontento que ponen en 1976 y 1997 la indigencia se redujo de 60% a 36%, y la pobreza
riesgo el mismo proceso que las satisface. en general de 80% a 60% de la población (p. 94). Sigue siendo
un fenómeno de dimensiones dramáticas pero no es evidente el
Estas interpretaciones no desconocen ni pretenden estancamiento enfatizado en los discursos. Además de que las
que se ignore que la fuerza de los discursos movili- culturas definen la «pobreza» de maneras muy diferentes a las
zadores en abril y septiembre tiene referentes concre- que se utilizan en las mediciones «objetivas».

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Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

El Gobierno ordenó la intervención militar para pa- por esta medida renuncia el prefecto de Cochabamba
cificar la zona y distribuir vituallas. y por la misma noche el Ejército se repliega de la
– Cerca de 10.000 cocaleros de los Yungas de La Paz ciudad. Finalmente se anuncia el alejamiento del país
marchan en esta ciudad en contra de la erradicación de Aguas del Tunari y la revisión de la Ley 2.029.
forzosa de coca en esa región. – Paralelamente a la movilización por el agua en la
– Miles de campesinos del altiplano y otras organiza- ciudad de Cochabamba y cercanías, se produce un
ciones realizan protestas y manifestaciones denun- bloqueo de carreteras ordenado por la Confederación
ciando negligencia de Transredes y del Gobierno en de Campesinos que tiene su expresión más fuerte en
el manejo del desastre ecológico causado por la fuga Cochabamba y La Paz; el principal móvil de estas pro-
accidental de petróleo en el río Desaguadero. testas es la modificación de la Ley INRA. El intento
del Gobierno de levantar los bloqueos mediante la
Febrero intervención militar deviene en enfrentamientos y ac-
ciones de represalia que acarrean la muerte de dos cam-
– Organizaciones sociales en Cochabamba entran en pesinos y un militar.
conflicto en torno del tema del agua. La Coordinado- – El 8 policías en La Paz se amotinan pidiendo un
ra del Agua pide la revisión del contrato con Aguas del aumento salarial, a ellos se suman luego algunas es-
Tunari y la ejecución integral del Proyecto Misicuni. posas e hijos. El conflicto se soluciona en la madruga-
La Federación Departamental Cochabambina de da del 9 y se atienden todas sus demandas.
Organizaciones de Regantes (Fedecor) se suma a las – La declaración del estado de sitio –que dura cinco
protestas y exige la anulación de la Ley 2.029 de días–, motiva protestas de organizaciones y grupos
Servicio de Agua y Alcantarillado Sanitario. El Comi- sociales en todo el país mediante huelgas y manifesta-
té Cívico busca salidas negociadas. Entre el 4 y el 5 ciones. Piden suspender la medida y liberar a los de-
ocurren violentos enfrentamientos entre la población tenidos, eventualmente también se añaden reivindi-
cochabambina y la policía. Se disponen bloqueos en caciones de tipo salarial. Ocurren enfrentamientos
toda la ciudad. Finalmente, y luego de un saldo de 121 esporádicos de la población con la policía.
heridos y 172 personas detenidas, se firma el «Conve- – Mineros, esposas y ex-dirigentes de la mina Colquiri,
nio por Cochabamba» que congela las tarifas del agua propiedad de Comsur, toman las oficinas y posterior-
y promete revisar el contrato con Aguas del Tunari. mente expulsan a los empleados de la nueva adminis-
– Nuevos enfrentamientos entre Laymes y Qaqachacas. tración de este centro minero; el motivo declarado fue
A finales de mes firman un acuerdo de pacificación. el incumplimiento de varios convenios suscritos por
– Trabajadores de la prensa protestan en La Paz contra Comibol. El 24 los trabajadores y la empresa firman
la intención del Gobierno de coartar la libertad de un convenio por el que Comsur retoma el control del
prensa a través de la modificación del Estatuto del lugar y se normalizan las actividades.
Funcionario Público. – Cocaleros de Norte y Sud Yungas bloquean caminos
– Agro cruceño en litigio por deudas con la banca. en defensa de la hoja de coca.
– Militares de bajo rango amenazan con amotinarse si
Marzo el Gobierno no atiende demandas derivadas de pro-
blemas como: malos tratos, desequilibrio en la escala

OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA
– Paros esporádicos y manifestaciones de diversos salarial, limitaciones en el acceso a estudios superiores
sectores en varios puntos del país en protesta por la y atención del seguro médico.
elevación de los precios de los carburantes.
– Violentos enfrentamientos en la Federación de Mayo
Campesinos de Cochabamba entre bandos opuestos
liderizados por Morales y Alejo Véliz. – Paro cívico en Potosí, motivos: alza de precios en los
– Paro cívico de 24 horas en Tarija exige atención del carburantes, presupuesto universitario e irregularida-
Gobierno a problemas de desarrollo regional. des en el contrato para la administración de las aguas
del río Silala.
Abril – Marcha de estudiantes de El Alto para la creación de
una universidad autónoma en dicha ciudad. Días des-
– Los campesinos regantes de Cochabamba comien- pués hay una nueva marcha, huelgas de hambre y
zan el bloqueo de caminos exigiendo la anulación de enfrentamientos con la policía, se suman varios secto-
la Ley 2.029; poco después se inicia el bloqueo general res de la población.
de vías urbanas y rurales en el departamento. Varios – Más de 3.500 presos en nueve cárceles del país en
dirigentes son detenidos y crecen en intensidad los huelga de hambre contra la retardación de justicia y en
enfrentamientos entre la policía y la población. El demanda de la aprobación de las leyes del Indulto
Gobierno dicta un estado de sitio en el país el día 8, Jubileo 2000 y de Ejecución de Penas. Los reos levan-
lo cual agrava los conflictos y resulta en la muerte de tan la huelga tras un convenio firmado con represen-
un manifestante. En medio de protestas generalizadas tantes de los poderes Ejecutivo y Judicial; se garantizó

2000: conflictos sociales y movimientos políticos en Bolivia. Roberto Laserna 71


Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

la aprobación de la Ley del Indulto y el tratamiento de ministrativos y padres de familia marchan en La Paz
la Ley de Ejecución de Penas. en contra del Reglamento de Unidades Administrati-
– Un helicóptero de la Fuerza de Tarea Conjunta an- vas y las Pruebas de Aptitud Académica.
tinarcóticos es atacado a balazos. Un soldado resulta – 150 policías del Batallón de Seguridad Física Priva-
herido. Se acusa a productores de hojas de coca. da se amotinan y denuncian que no existe derecho a
la libre asociación. Este hecho dura dos horas.
Junio – Fejuve de El Alto convoca a paro cívico, motivos:
creación de universidad, impuestos inmuebles, y otros.
– Movilización de la Coordinadora, exige la subroga- Al día siguiente estudiantes y padres de familia y policía
ción de la deuda de Semapa por parte del Gobierno. protagonizan una batalla campal por el tema universita-
– 70 representantes de 31 organizaciones de producto- rio; posteriormente representantes de diversas organiza-
res ecológicos rechazan el ingreso de semillas transgé- ciones y habitantes de El Alto marchan hasta La Paz.
nicas de soja, papa y algodón, pues aseguran que cons-
tituyen un grave riesgo para la biodiversidad del país. Septiembre
– Nuevos enfrentamientos entre Laymes y Qacachaqas,
muertos, vandalismo y saqueo. Tropas militares in- – Nuevos conflictos se inician con una marcha de maes-
tervienen en la zona. Bloqueos de los comunarios exi- tros desde Oruro a La Paz por temas salariales; se su-
giendo cárcel para miembros del bando contrario. El man, en primera instancia, docentes y estudiantes de
Gobierno amenaza con encarcelar a los responsables. El Alto. En poco tiempo todo el magisterio nacional
– Cerca de 1.000 campesinos sin tierra marchan desde declara paro indefinido de labores y se establecen pi-
Yacuiba a Tarija para que el Gobierno atienda el pro- quetes de huelga de hambre. Casi al mismo tiempo la
blema de la tenencia de la tierra. Coordinadora Nacional anuncia bloqueos de carrete-
– Crucifixiones de estudiantes en La Paz pidiendo la ras por problemas pendientes, en varios puntos del
creación de la Universidad Autónoma de El Alto. país. A esto se suman los cocaleros del Chapare y de los
– Aproximadamente 1.500 campesinos e indígenas Yungas, los campesinos, la COB y el Mallku, quien
marchan desde Cobija con rumbo a La Paz para pedir amenaza con movilizaciones en Achacachi. Los colo-
titulación de tierras. En el camino reciben la adhesión nizadores del trópico amenazan con cerrar las válvulas
de otros pueblos amazónicos; el 15 de julio se firma un del poliducto que atraviesa la región. Los enfrenta-
acuerdo cediendo a casi todas las exigencias de los mientos más violentos se registran cuando el Gobier-
marchistas que ya se hallaban en Warnes. Logros ob- no trata de usar el Ejército para desbloquear las
tenidos: Decreto Supremo para créditos, abrogación carreteras. Desde mediados hasta finales del mes todo
del Decreto Supremo que establece la conversión de el país se halla virtualmente incomunicado por vía
barracas castañeras y gomeras en concesiones fores- terrestre, especialmente las carreteras vinculadas a
tales, modificación de nueve artículos de la Ley del Cochabamba.
Servicio Nacional de Tierras. – Diversas tomas de campos petroleros: 20 en Santa
Cruz (varios lugares), 22 en Tarija, 23-27 en Sucre.
Julio Las demandas tienen que ver con necesidades de de-
sarrollo e infraestructura básica. Los conflictos cesan
OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA

– Consejo de la Judicatura es cuestionado por los luego de la promesa del Gobierno de atender gran
poderes Legislativo y Ejecutivo, surge conflicto en parte de las peticiones.
torno del acto fiscalizador. Se critica la gestión de los – 180 reclusos en 20 cárceles se declaran en ayuno para
consejeros de la Judicatura en el sentido de que no rechazar modificaciones a la Ley del Indulto.
están cumpliendo con las tareas que les demandan las – Bloqueo de carreteras en Sucre por problemas con
reformas judiciales. Se sugiere que los miembros de la fábrica de cemento.
dicha instancia deberían renunciar o someterse a un – Colonos de Bulo-Bulo bloquean la carretera y exi-
juicio de responsabilidades. gen la creación de la sexta sección municipal de la
– El 14 de septiembre confluyen en la plaza diferentes provincia Carrasco. El bloqueo se levanta el 22 una
organizaciones: regantes, cocaleros, campesinos, Coor- vez concedido lo solicitado.
dinadora, entre otros, y amenazan con reeditar la gue- –Paro cívico en el Beni por problemas limítrofes con
rra del agua; se recordó que el plazo para la rescisión Cochabamba.
del contrato con Aguas del Tunari vence el 30 de agos- – Aproximadamente 150 esposas de policías marchan
to. También se dice que no se permitirá la instalación en La Paz en protesta por el incumplimiento de varios
de bases militares en el Chapare. puntos del convenio suscrito con el Gobierno en el
mes de abril.
Agosto – Comité Cívico de La Paz convoca a un paro cívico exi-
giendo más presupuesto e infraestructura caminera.
– Aproximadamente 500 administrativos de la educa- – Convulsión urbana en Santa Cruz. Empresarios
ción, y posteriormente cerca de 4.000 maestros, ad- cruceños amenazan con rebelión frente a lo que consi-

72 2000: conflictos sociales y movimientos políticos en Bolivia. Roberto Laserna


Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 4 - 2001

deran inoperancia gubernamental para resolver blo- cato de coca por familia y la desmilitarización del Cha-
queos y detener las protestas campesinas. pare.
– 20 campesinos del movimiento sin tierra resultan – Piquete de policías entra en huelga de hambre en
heridos en Tarija. protesta por la decisión de transferir la administración
– En La Paz se inicia huelga de hambre de policías y del Registro de Identificación Nacional de la Policía
sus esposas. Nacional a la Corte Electoral. La Asociación Nacional
de Policías Pasivos se une a la protesta con una huelga
Octubre de hambre.
– Cerca 6.000 médicos del sector público en todo el
– A partir del 8 de este mes comienza el desbloqueo y país entran en huelga, principalmente por demandas
el repliegue militar en todo el país con excepción del salariales. A fin de mes son 11.000 los médicos que
Chapare. El Gobierno firma acuerdos con los diversos realizan un nuevo paro por los mismos motivos.
actores en disputa. Saldo hasta la fecha: 15 muertos,
265 heridos y 20 torturados. Diciembre
– Se agudizan los bloqueos en el Chapare y se denun-
cia la desaparición de dos militares y un civil; semanas –Pobladores de El Alto, aproximadamente 7.000 per-
después son encontrados muertos. Gobierno amena- sonas, manifiestan pidiendo que Electropaz y Aguas
za con intervención militar. El 13 se llega a un acuer- del Illimani salgan del país a causa del alza en las tarifas
do-tregua que promete suspender la construcción de de esos servicios. Policías evitan la toma de las instala-
nuevos cuarteles en la zona. En lo que queda del mes ciones y sus sucursales. Solo se registra un herido leve.
persisten las tensiones, dos miembros de las brigadas – Aproximadamente 4.000 indígenas bloquean la ca-
militares de erradicación de cultivos de coca mueren rretera Riberalta-Cobija exigiendo la entrega de títu-
en emboscadas. Represión e intimidación militar ha- los ejecutoriados de las Tierras Comunitarias de Ori-
cia la población. gen.
– Campesinos colonizadores de San Julián (Santa – Campesinos de Santa Cruz apoyan demandas de la
Cruz) bloquean la carretera al Beni en demanda de Csutcb y anuncian que están decididos a hacer reali-
saneamiento de tierras y mejores mercados, entre otras dad la toma de tierras por las armas y terminar de ese
cosas. modo con los latifundios. La dirigencia campesina de
– Trabajadores de la prensa rechazan el intento de los Santa Cruz expresa que hay consenso en torno de los
senadores de conculcar la libertad de prensa. Periodis- planteamientos de Quispe, pero en otras Federacio-
tas de todo el país promueven una marcha de protesta nes se manifiestan discrepancias con su conducción
el día 23. (en enero de 2001 un congreso elegirá un nuevo di-
rectorio de la Csutcb, sin embargo, no logrará el re-
Noviembre conocimiento de la COB y del Gobierno).
– Cerca de 12.000 trabajadores de la salud en paro de
– Aproximadamente 1.000 campesinos cocaleros mar- 72 horas para demandar 50% de incremento salarial.
chan en la ciudad de Cochabamba demandando un

OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA
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