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n.e sigoxx 315
BERTOLT Y LA
(303) Este periodo de la historia de Alemania que va desde 1919 a 1933 se conoce corrió la
República de Weimar, Durante los primeros años, caracterizados por una inestabilidad perma-
nente, se sucedieron el golpe de estado derechista de Kapp (Í920),tn levantamiento del
movimiento revolucionario comunista (1923) y el intento de golpe de estado de Hitler (1923).
r
, .^.Ar.?.?..í!el. Actor en el siglo xx 317
Exilio (1933-1949)
(305) Parte de estos documentos se han recogido en: BRECHT, Bertolt, Escritos sobre teatro.
Traducción de Genoveva Dietrich, Alba Editorial, Barcelona 2004. lí
r
(306) Brecht partió rumbo a Suiza el 30 octubre de 1947, al día siguiente del interrogatorio al que
tue sometido por el Comité de Actividades Antiamericanas, del que salió indemne. Dicha
declaración puede leerse en: EWEN, Frederic, Bertolt Brecht. Su vida, su obra, su época. Traducción
de Alejandro Várela, Adriana Hidalgo Editora, Buenos /-Vires, 2001.
320 Boria Ruiz
(307) Para profundar en los precedentes alemanes de la teoría y practica de Brecht ver: S^LVAT
Kicard, ñredrt ¡a iradmón alemana y la moderna actitud objetinsta. En: DESUCHÉ, Jacques La técni-
ca teatral de Bertolt Brecbt. Traducción de Ricard Salvat, Oikos-Tau, Barcelona;1968, p. 9-23
321
(308) Es preciso reseñar que Breclit pasó a formar parte del ''colectivo de directores'' de Piscator
en 1927 en el que trabajó como adaptador de textos, entre ellos la versión de Las aventuras del
valeroso soldado Schwejk^ una de las puestas en escena emblemáticas de Piscator. El vínculo labo-
ral entre ambos duró breve tiempo, pero la admiración y el respeto por la trayectoria artística
del otro fue recíproca a lo largo de sus vidas. Para profundizar en la concepción del leatro
Político de Erwin Piscator ver su autobiografía artística: PlSCATOR, Erwin, El Teatro Político.
Traducción de Salvador ViJa, Hiru, Hon.darr.ibia, 2001.
322 Borja Ruiz
Erwin Piscator
El actor Épico
El actor Épico será un tipo de narrador. No me refiero con esto al narrador que se queda
abajo del estrado y se dirige a la audiencia directamente. Incluso tales discursos y
comentarios formales, si sabe cómo perderse en el personaje al mismo tiempo, son posi-
bles. Cuando él se pasea sobre las tablas de la manera más casual, todavía está actuan-
do como un tipo de guía, que conoce cada una de las imágenes que está mostrando. Él
será el director que, sabiendo todas las notas de cada instrumento, sacará a relucir cada
voz, y, al mismo tiempo, lanzará a la luz la unidad de la composición. La claridad con
la que se aproxime a su asunto y lo comunique, tiene que convencer a su compañero
sobre la escena y a mí, el tercer compañero en el público. El actor Épico ya no es más
una copia de un personaje, sino que asume proporciones humanas, se convierte en tri-
dimensional. Tiene muchos compañeros. Él hará del decorado su compañero. Lo con-
vertirá en otro actor, o en un comentarista, según lo necesite -y él mismo es tanto actor
como comentarista-. Igual le ocurrirá al accesorio -el accesorio, que ciertamente ya no
es más un mero soporte, sino un detalle plástico de la completa expresión humana-.
Es interesante que los actores a los que calificaría de grandes, y que instintivamente
representan Teatro Épico, sean también directores. Para mencionar a unos cuantos:
Laurence Olivier, Jean-Louis Barrault, Louis Jouvet.
más justos. En el marco de estas coor- mente de tal manera que el espectador es
denadas se inscribe su idea del capaz de tomar fe- ?:-? oía y adoptar una acti-
tud crítica respe ; , 8 á íh oué. se le muestra,
Teatro Épico (o Dialéctico, como le Sí bien el térmí' í asamente formu-
gustó llamarlo en la última etapa de lado por Piscator y . ¡anteriormente
su vida) cuyos principios, como encontramos formas teatrales con este com^
ponente épico en la Tragedia Griega, en los
hemos apuntado, había tomado de Misterios de la Edad Media o en dramatur-
;
Piscator. gos como Claudel o Büchi™- •
En primer lugar, si leemos el
comienzo de su texto-decálogo, El
Pequeño Organón, el Teatro Épico de
Brecht tiene como función principal el entretenimiento; fun-
ción, por otra parte, inherente a la esencia antropológica del
teatro:
Desde siempre, el quehacer del teatro, al igual que el de todas las demás
artes también, ha consistido en entretener a la gente. Este quehacer
siempre le concede su particular dignidad; no necesita de otra carta de
presentación más que de la diversión, ésta, eso si, por descontado. De
ninguna manera se podría elevar al teatro a un estatus superior, convir-
tiéndolo, por ejemplo, en un mercado de la moral; más bien se debería
procurar no hacer justo lo contrario, es decir, empequeñecerlo, algo que
sucedería de inmediato, si no hiciera de lo moral, y, precisamente, de los
sentidos, algo placentero -cosa de lo que lo moral sólo puede, en efecto,
salir beneficiado-.309
(309) BRECHT, Bertolt, Kleines Organon für das Theafer. En: BRECHT, Bcrtolt, I 'ersucbe 27/32 Heft 12.
Suhrkamp Verlag, Berlín, 1953, p. 111. Traducción de juana Lor.
.324 BorjaRuiz
Si hacemos que sean las fuerzas sociales las que impulsen a moverse a
nuestros personajes sobre el escenario, y si son éstas, además, diferen-
:es dependiendo de la época, entonces, se lo pondremos difícü al espec-
tador a la hora de identificarse con ellos. De ninguna manera podrá
entonces el espectador sentir lo siguiente: "Así actuaría yo también»
Sino que a lo sumo, diría: «Si yo hubiese vivido bajo esas circunstan-
cias... . Asi, si ponemos en escena las piezas teatrales de nuestro propio
tiempo como si fuesen piezas históricas, las circunstancias bajo las que
opera el espectador podrían parecerle igualmente especiales y, es enton-
ees cuando comenzaría la crítica.310
.-:-.'
Actoren xx 325
bien, osciló a lo largo de la gama que definen estos dos extremos. Tomado de: OLIVA,
César y TORRES MONREAL, Francisco, Historia básica del arte escénico, Ediciones
Cátedra, Madrid, 2000, p. 383. El propio Brecht utilizó un esquema similar para sin-
tetizar su concepción del Teatro Épico: BRECHT, Bertolt, Escritos sobre teatro.
Traducción de Genoveva Dietrich, Alba Editorial, Barcelona, 2004, p. 46.
En esencia, a través de la
Verfremdung, Brecht redefine la rela-
: ca desplazar algo conocido/habitual a un
• '• "' ' . ia
ción entre la escena y el espectador: los
.tradí -Tiente como distanciamiento o hechos escénicos se muestran con una
, •: - - - • . singularidad tal que el espectador per-
•' '•''::... ~" ' . . . . . . ~-eíóíi.
- - - :
cibe la ficción teatral con un punto de
de ía .- - - _ : extrañeza o distancia, lo que le permite
rstilo de la drama- conservar un punto de vista crítico res-
gía, la interpretación de los actores, así
pecto a los hechos que se le muestran.
:
-" "• En ningún caso queda el espectador
; tía e : I al del espectador, posibilitando
""•'• " • . . - • - . subyugado por la ilusión que hace de
. la escena un injerto de la vida cotidia-
na, ni tampoco por la magia que otorga
al teatro una dimensión onírica. Todos
los procedimientos de la Verfremdung
se orientan, pues, a impedir su identificación emocional y a favore-
cer en él una actitud fundada en razones y argumentos.
Tradicionalmente la Verfremdung ha sido traducida como "dis-
tanciamiento". Sin embargo, desde el punto de vista lingüístico y
(311) BRECHT, Bertolt, (1953), o.c, p. 124. Fragmento traducido por Juana Lor.
.i!. Arte cte). Actor en__e[ siglo xx 327
(312) La palabra alemana Verfremdung está formada por tres partículas lingüísticas: un prefijo (ver-},
el. lexema, que es la palabra que aporta el significado (jhmd/fremde/í) y un sufijo sustantivador
(-uno). El prefijo ver- indica una transformación, un cambio, un desplazamiento, el hecho de
conseguir algo, de que algo llegue a su fin. Un equivalente en castellano de este prefijo podría
ser irans- (por ejemplo, transformar). El adjetivo fremd puede significar en alemán, entre otras
cosas, todo esto: extranjero, extraño, heterogéneo, desconocido, inusual, desacostumbrado,
inusitado, ajeno, de otros. Así, por ejemplo, Verfremden (I er-frewd-eii) significa: desplazar algo
conocido/habitual a un contexto desconocido/inusual (fmud). El sufijo -itng, por su parte,
sirve para sustantivar una acción. Un equivalente en castellano de este sufijo podría ser -ción
(acción y efecto de), que tiene el mismo fin (por ejemplo, formación).
(313) Tal y como apunta Peter Brook las fuentes de la Verfremdung as Brecht fueron diversas, siendo
el ostrananie de Sklovski un referente probablemente menos importante que el estilo de actua-
ción de Mei Lan Fang, que a la postre resulte) un estímulo clave. Ver: BROOK, P., Conceptos clave
mi la teoría y práctica de Brecht. En: THOMSON, Peter y SACKS, Glendyr (eds.j, Introducción a Brecht.
Edición española de César de Vicente Hernando, Akal Ediciones, Madrid, 1993, pp. 227-244.
(314) Ante la dificultad de encontrar un equivalente absoluto en castellano, hemos optado por man-
tener la palabra original alemana Verjremdung, otorgando al lector la libertad, de pdcler traducirla
alternativamente como distanciamiento o extrañamiento, o incluso, como una conjunción de
ambos términos.
328 Bgrja Ruiz
La Verfremdung en el actor
(3Ib) Es preciso anotar que la I rerfremdung, en cuanto a una concepción ideológica y estéticatle la
puesta en escena, no es algo que se circunscriba exclusivamente a la dramaturgia de Brecht,
De hecho, ei propio Brecht se valió a menudo de otros autores dramáffcos (Shakespeare, fre-
cuentemente) para explicar su traslación práctica.
_E1 Arte del Actor en e! siglo xx 329
El gestus social
(32
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ca, semiología, Ediciones Paidós Ibérica 1998 Barcelona n ZzTlp' ¿ ^'f ,amat'"&a> fiM!
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(322) BRECHT, Bertolt, (1953), o.c, p. 132. Fragmento traducido por Juana Lo,
Augusto Boal
El
El teatro presenta imágenes extraídas de la vida social según una ideología. Es impor-
tante que el actor no se aliene, por más especializada que sea determinada técnica.
Debe tener siempre presente que actúa, que presenta a los espectadores imágenes de la
vida e, ipso facto, de la lucha social, sea cual fuere el disfraz con el que esa lucha apa-
rezca en la fábula de la obra. Es necesario que tenga siempre en cuenta la misión edu-
cativa de su actividad artística, su carácter pedagógico, su carácter combativo. El tea-
tro es un arte y un arma.
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