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Tema:
“Contrato de Arrendamiento”
Asignatura: Contratos
Docente: Claudia Ojeda Martinez
Alumnos: HUARACHA SUMIRE, Henrry
ZEGARRA CHAVEZ, Luis
Arequipa-2019
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INDICE
3. CLASES DE ARRENDAMIENTO......................................................................... 18
Subarrendamiento .......................................................................................................... 18
Cesión de arrendamiento ................................................................................................ 19
4. DERECHO COMPARADO .................................................................................. 20
México ............................................................................................................................. 21
Chile ................................................................................................................................. 23
5. EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO, EN RELACIÓN CON OTROS CONTRATO S .. 25
6. DOCTRINA .......................................................................................................... 26
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INTRODUCCIÓN
Entonces con la motivación de poder analizar a fondo este tipo de contrato es que se
realiza este trabajo, donde en primer lugar veremos los antecedentes de este contrato,
viendo el pensamiento principalmente de los juristas romas de aquella época, en
segundo lugar, haremos el análisis de los artículos pertenecientes al Libro de
Obligaciones, donde se nos detalla la legislación destinada al arrendamiento acá en el
Perú; en tercer lugar daremos cavidad a las clases de arrendamiento, siendo para esta
parte necesario citar a diferentes estudiosos del derecho, en cuarto lugar hablaremos
con respecto al derecho comparado y como es que dos países , uno sudamericano y el
otro norteamericano, siendo estos Chile y México respectivamente, analizando
relativamente el ordenamiento jurídico de estos países y comparándolos a nuestra
legislación; en quinto lugar, vamos a ver la relación del arrendamiento con otros tipos
de contratos regulados por nuestro ordenamiento jurídico, finalmente vamos a ver un
poco de doctrina.
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CONTRATO DE ARRENDMAIENTO
Viteri también señala que, “Luego, se agruparon bajo el concepto de locatio conductio:
la cesión para de una cosa su goce, la prestación de un trabajo o servicio y la de una
obra, todas a cambio de una remuneración o renta. En el siglo II antes de Cristo, la
locatio conductio se definía como el contrato por el cual una persona (locator) se obliga
a ceder temporalmente a otra (conductor) el disfrute de una cosa corporal o incorporal,
mueble o inmueble, a cambio de una retribución (merces)" (Viteri, 2002, pág. 279)
Sin embargo, el autor anteriormente citado nos habla sobre la Locatio Conductio, un
término muy singular si es que de arrendamiento queremos hablar, el cual no nos queda
claro del todo, es por ello que nos permitimos citar al jurista Fritz Schulz, que nos da un
significado más claro sobre este tema afirmando que: “La locatio conductio es un
contrato consensual por el que una de las partes -locator- coloca una cosa, un trabajo o
servicio a disposición de otra parte llamada conductor, a cambio de una remuneración
prometida por el locator o el conductor”, siendo esta definición según nosotros muy
apegada al Derecho Laboral, pero yéndonos a la palabra específica “cosa”, siendo la
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palabra que más nos interesa si lo queremos relacionar al tema principal de este trabajo,
entonces la relación que busca Viteri es correcta, porque la relación jurídica entre las
partes interesadas genera los derechos de tener posesión sobre una cosa, en el caso
del arrendamiento un bien, y una obligación con la que se da una renta convenida entre
las partes. Asimismo, y con la finalidad de poder enriquecer este trabajo es que nos
damos un pequeño espacio para analizar algo más, y es que nos llama mucho la
curiosidad, ya que es una palabra mencionada por ambos autores, y es “remuneración”,
la Real Academia Española la define como: “Recompensar, premiar, galardonar”,
mientras que en nuestro Código Civil el articulo 1666 menciona la palabra “renta” la cual
es definida por la RAE como: “Aquello que paga en dinero o en frutos un arrendatario”,
entonces según nosotros hay una gran diferencia entre un premio, ya que estese
obtiene por un mérito, mientras que el fruto claramente es aquel ingreso económico
que se genera, no por un incentivo, sino por el uso de un bien, como es el caso del
arrendamiento, ahora pues podemos ponernos en la posición de que un término
claramente se direcciona al ámbito laboral, mientras que el otro está dentro de las
instituciones civiles.
“El contrato de arrendamiento no surgió a la vida jurídica romana como una figura
autónoma e independiente, por cuanto se confundía con el contrato de venta. No
obstante lo anterior, su desarrollo permitió, por el enorme intercambio mercantil
entre los ciudadanos romanos y los peregrini (ius gentium), que se estructurara
en tres figuras contractuales, las cuales han sido la de las actuales legislaciones.”
(Rodriguez, 2014, pág. 38)
La autora nos da claramente una referencia al origen del arrendamiento, diciéndonos
que los romanos lo tomaban como un una figura de venta, entonces suponiendo
nosotros que esta relación se da con los autores que hemos venido citando, por ejemplo
Vitori menciona entre bienes, trabajo, servicios, etc. por una remuneración, nosotros
entendiéndolo entonces como un intercambio, misma palabra que menciona Rodríguez,
y además misma finalidad del contrato de compra- venta, siendo descrito este contrato
en nuestro Código Civil en su artículo 1445: ““Por el contrato de compra y venta uno de
los contratantes (el vendedor) se obliga a entregar una cosa determinada y el otro (el
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Machado, A. “Reflexiones en torno al locatio-conductio y el contrato de arrendamiento”
p.38
5
comprador) a pagar un precio cierto, en dinero o signo que lo represente”2, donde
también se desprende de manera inferencial que como veníamos diciendo es un
intercambio, por lo que sería un carácter a distinguir, sin embargo tenemos claro que tal
como lo señala el Código Civil el contrato es un intercambio de derechos y obligaciones,
siendo pues que el contrato de compra y venta cuando se adquiere el bien se lo adquiere
de manera permanente, mientras que en el contrato de arrendamiento la relación
patrimonial entre las partes interesadas será por el plazo convenido en las
negociaciones del mismo.
Teniendo en claro esto, debemos tener en consideración que dentro del locatio-
conductio estudiosos del derecho han determinado que hay tipos de esta figura, las
cuales creemos que son pertinentes citar, ya que de una de estas se puede desprender
la esencia del arrendamiento actual, Noelia Torices Viña en su tesis “La locatio-
conductio en Roma y su régimen actual” presentada a la Universidad de Valladolid nos
los menciona, afirmando lo siguiente:
2
Código Civil peruano vigente
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a la cosa, también habla sobre la palabra “ceder” lo cual confirma nuestra posición al
decir que el arrendamiento únicamente es temporal y básicamente este temporalidad
cuando acaba termina definitivamente con lo que es la relación jurídica patrimonial.
Aunque estos tres tipos de locatio parezcan diferentes, y en realidad lo son puesto que
uno habla de cosa, otro de obras y el último de servicios, es importante señalar que las
tres figuras dentro del derecho romano se unificaban, siendo pues considerada por los
juristas de la época una sola institución.
Habiendo dicho esto, fue en el siglo XIX que Arangio-Ruiz sostuvo que la locatio eran
tres diferentes tipos de contratos, lo que fue tomado como una teoría “rupturista” y
“tripartita” en aquellos años, afirmando que cada tipo de locatio estaba determinada por
una acción única, estableciendo así que existan diferencias dentro de la res o el operum,
ya que su finalidad es distinta, con lo cual criticaba a los juristas romanos por no haber
reconocido estas figuras de diferente modo en el Digesto, sin embargo nosotros
consideramos que se debe ver por una teoría “unitaria”, ya que el procedimiento positivo
que tuvo el arrendamiento en época romana nos parece el adecuado, porque avanzar
en la forma de ver esta institución como un contrato de venta hasta determinarlo en una
cosa, especie y obras es algo bueno para nosotros. No obstante, debemos también
tener en cuenta lo que nos dice Arangio y es que para el pensamiento un poco más
desarrollado y habiendo ya la figura del arrendamiento como tal es que nos da estas
diferencias entre los tipos de contrato, algo que no consideraron los romanos, pero que
nosotros si deberíamos conocer en nuestra actualidad.
2. MARCO NORMATIVO
El arrendamiento es una figura muy conocida en nuestro país, ya que es una de las más
usadas y como ya lo hemos visto una de las más antiguas, en esta parte del trabajo a
lo que queremos llegar es analizar el Contrato de Arrendamiento dentro de nuestro
ordenamiento jurídico, viendo sobre todo el Libro de Obligaciones de nuestro Código
Civil vigente.
El arrendamiento está ubicado en el artículo 1666 del Código Civil, desde ahora C.C. el
cual se refiere a este del siguiente modo: “Por el arrendamiento el arrendador se obliga
a ceder temporalmente al arrendatario el uso de un bien por cierta renta convenida.”3 Lo
primero que podemos señalar de este pequeña definición de arrendamiento son los
sujetos que forman parte de esta figura, siendo pues el “arrendador”, el cual es definido
por la RAE “como el que da el bien” y arrendatario “el que recibe el bien”, ambas partes
3
Art. 1666 del Código Civil peruano vigente
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como ya lo hemos señalado tienen bilateralmente derechos y obligaciones para que esta
institución siga vigente.
Sin embargo, esta definición no siempre estuvo en nuestro C.C. vigente, ya que en 1939
el articulo 1490 lo definía de la siguiente manera: “Por la locación- conducción una
persona cede a otra el uso de alguna cosa, o se obliga a prestarle su servicio o trabajo
personal, durante un plazo y por cierta renta convenida”4, lo cual nos trae a tallar
nuevamente lo mencionado en el punto anterior, ya que habla de las tres teorías
mencionadas, reafirmando la relación que hay entre el Derecho Romano y el
ordenamiento jurídico peruano, por otro lado vemos que no se señala a los sujetos que
forman parte de esta relación jurídica, lo cual tiene coherencia ya que el C.C. de ese
año no contemplaba la figura del arrendamiento como tal.
Por otro lado, el artículo 1667 del C.C. se refiere a las personas facultadas para arrendar
“Puede dar en arrendamiento el que tenga esta facultad respecto de los bienes que
administra.” En primer lugar, con respecto a este artículo es importante señalar un
elemento esencial no solo del arrendamiento, sino de todos los contratos regulados por
nuestra legislación y es la capacidad, Jorge Luis Castro Villacorta nos trae al recuerdo
que esta figura es un acto jurídico, y por lo que debe cumplir con ciertos requisitos para
no caer en nulidad o anulabilidad, con lo que indirectamente nos esta mencionando la
capacidad no solo de goce sino que también de ejercicio, debido que hay que tener la
mayoría de edad para poder realizar contratos y tener obligaciones con consecuencias
jurídicas. Sin embargo, el autor antes mencionado nos planteó algo meramente
conflictivo, poniendo en debate que si los hijos tienen bienes a su nombre provenientes
de una donación o una herencia quizás, si se quiere arrendar estos bienes ¿Qué se
puede hacer?, teniendo en cuenta el elemento de la capacidad estos bienes no podrían
estar dentro de la figura del arrendamiento, pero el C.C. en su artículo 448 nos dice que:
“Los padres necesitan autorización judicial para poder practicar en nombre del menor”
e incluso siendo más específicos en numeral cinco habla de la celebración de contratos,
lo cual nos interesa para el presente trabajo. Entonces, en relación al Libro de
Obligaciones y el Libro de Familia del C.C. los bienes del menor están tutelados a los
padres, no obstante los hijos pueden tomar las decisiones acerca de estos.
Por otro lado, nosotros nos hacemos una cuestión, y es que pasaría si una persona
pone en “alquiler” un bien que no es de su propiedad, entonces no se estaría cumpliendo
con el artículo en la parte donde se nos menciona que se debe tener “facultad”, siendo
en el ejemplo anterior la autorización judicial, pero en este nuevo planteamiento, no hay
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Código Civil peruano de 1939 (derogado)
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ni facultad ni autorización, el contrato quedara claramente nulo, debido a que no hay
ningún poder que destine a que el supuesto arrendador pueda realizar este acto jurídico.
Dejando de lado lo anterior, el artículo 1668 nos habla sobre aquellas personas que no
pueden arrendar, clasificándolas en solo dos tipos de personas: En primer lugar, el
administrador, de los bienes que administra, lo cual desde un primer vistazo puede ser
muy confuso, sin embargo el Dr. Manuel Castillo Freyre mencionándonos que es una
especie de contrato “consigo mismo”, lo que haciendo una búsqueda por el C.C.
encontramos lo siguiente: “ Es anulable el acto jurídico que el representante concluya
consigo mismo, en nombre propio o como representante de otro, a menos que la ley lo
permita, que el representado lo hubiese autorizado específicamente, o que el contenido
del acto jurídico hubiera sido determinado de modo que excluya la posibilidad de un
conflicto”. En este caso tomando como punto de partida una relación entre los dos
artículos, es que debemos señalar lo que dice el segundo “a menos que la ley lo permita”
y en el primero nos dice que están contempladas dentro de este aquellos que no pueden
arrendar, sacando una deducción lógica rápidamente nos podemos dar cuenta que esta
figura no calza dentro del arrendamiento, por lo que el autor citado nos dice que esto es
con el fin de evitar injusticias y de esta manera mantener el equilibrio, ya que si yo
administro bienes ajenos y quiero usar estos no me puedo pagar a mí mismo y me
estaría aprovechando de la persona que me dio la administración de esos bienes.
Otra figura desarrollada dentro de nuestro Código Civil nos dice que: “El copropietario
de un bien indiviso no puede arrendarlo sin consentimiento de los demás participes. Sin
embargo, si lo hace, el arrendamiento es válido si los demás copropietarios lo ratifican
expresa o tácitamente.”6 Manuel Castillo, nuevamente nos hace mención de otro artículo
del C.C. el cual guarda concordancia con el articulo anteriormente citado, y este es el
978º que nos dice "Si un copropietario practica sobre todo o parte de un bien, acto que
5
Jurisprudencia extraída del Código Civil peruano Comentado-Gaceta Jurídica
6
Art. 1669 del Código Civil peruano vigente
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importe el ejercicio de propiedad exclusiva, dicho acto solo será válido desde el
momento en que se adjudica el bien o la parte a quien practicó el acto”, entonces con
esto claramente nos queda que al haber varios propietarios sobre un bien inmueble
estos tienen derecho sobre su parte, entonces se estaría cumpliendo de esta manera el
artículo 923º del propio Código que expresa que el propiedad se usa, disfruta y
reivindica, asimismo el artículo 70º de nuestro Constitución Política del Perú, menciona
que “El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía
con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad
sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada
por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya
compensación por el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar
el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el procedimiento expropiatorio.”,
entonces siendo un derecho fundamental y teniendo en cuenta la propiedad se disfruta
y es inviolable, no podemos arrendar a terceros cuando uno de los copropietarios no
desea simplemente que se arriende la propiedad en común, ya que esto vulneraria lo
anteriormente señalado, asimismo debemos considerar que se trata de un bien que nos
pertenece y a la vez es ajeno.
Es importante saber que el artículo 1971 se refiere a otros artículos del propio Código
los cuales nos gustaría analizar, con referencia al arrendamiento de propiedad ajena,
algo que lo hemos venido tocando subjetivamente a lo largo de este trabajo; En primer
lugar se encuentra el artículo 1470 que nos dice: “Se puede prometer la obligación o el
hecho de un tercero, con cargo de que el promitente quede obligado a indemnizar al
otro contratante si el tercero no asume la obligación o no cumple el hecho prometido,
respectivamente”, Asimismo el artículo 1471: “En cualquiera de los casos del artículo
1470, la indemnización a cargo del promitente tiene el carácter de prestación sustitutoria
de la obligación o del hecho del tercero” y por último el 1472: “Puede pactarse
anticipadamente el monto de la indemnización” A lo que Mario Castillo nos dice lo
siguiente:
“Como podemos observar del último de los elementos mencionados del artículo
1671, no solo es que el Código Civil no contemple expresamente el contrato de
arrendamiento de bien ajeno en estricto, sino que establece de manera taxativa
que si el arrendatario sabía que el bien era ajeno, el contrato de arrendamiento
que han querido celebrar las partes no se regirá por las normas propias del
contrato de arrendamiento, sino que se constituirá -en virtud del artículo bajo
comentario- en un contrato de promesa de la obligación o del hecho de un
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tercero; situación que jurídicamente, aparte de no concordar con la obligación
nacida del artículo 1671, resulta absurda.” (Castillo, 2002)
Otra de las figuras las cuales nos ha llamado mucho la atención en la que se da en el
artículo 1672 que dice lo siguiente: “El arrendador no puede realizar en el bien
innovaciones que disminuyan el uso por parte del arrendatario.”, esto esta direccionado
con una de las tantas obligaciones de dar bien cierto que debe de cumplir el arrendador
antes de entregar el inmueble, y esto también se da posiblemente cuando se dan las
tratativas contractuales y se determina en qué condiciones está el inmueble antes de
ser entregado, de esta manera se determinara una renta, siendo esto la realización
objetiva de la voluntad de las partes, por un lado el arrendatario de las condiciones del
bien y el arrendador por la renta, intereses que se van a llevar por todo lo que dure la
relación jurídica patrimonial, por lo que Manuel Castillo afirma lo siguiente:
En primer lugar, debemos decir que el Principio de Identidad que señala Castillo tiene
que ver con la obligación que tiene el arrendador de cumplir en entregar lo que se ha
negociado, es decir en las tratativas contractuales, además que esto no puede ser
cambiado por otro bien o cosa, siendo esto pues regulado por el C.C. en el artículo 1132
que nos dice: “"El acreedor de bien cierto no puede ser obligado a recibir otro, aunque
este sea de mayor valor”, con lo cual se confirma nuestra postura anteriormente
planteada.
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información al respecto, siendo el primero el artículo 1371 que nos dice: “La resolución
deja sin efecto un contrato válido por causal sobreviniente a su celebración”, por lo que
según nuestro punto de vista al hablar de resolución de contrato prácticamente se está
hablando sobre la extinción de la relación jurídica patrimonial, entonces nos corresponde
hablar sobre la otra figura que aparece dentro de este artículo y es la “rebaja” la RAE7
define esta palabra como: “Disminución, reducción o descuento, especialmente de los
precios.” entonces claramente se está refiriendo a un descuento en la renta
convenida, otra cuestión que entra en debate es que si bien es cierto ya habíamos
mencionado que este artículo contempla una obligación, pero en ningún momento el
articulo nos dice si la obligación del arrendador es más ponderaste que el derecho
del arrendatario, a pesar de que ambas van dirigidas en el mismo sentido, por ello
es que nos es necesario repasar lo anteriormente desarrollado, ya que si la
obligación del arrendador es mantener el bien inmueble tal como estaba al momento
de celebrarse el contrato, por lo tanto consideramos que el arrendatario está
facultado no solo por la ley sino que también por la mera lógica que el más
beneficiado es aquel sujeto que está en posesión del bien, ya que como bien hemos
dicho le brinda dos grandes facultades, ambas a su favor “resolver” o pedir una
“rebaja”, nosotros suponemos que si el arrendador al concederle le rebaja es que
cumple también con el artículo 1671, además cabe señalar que la definición regulada
por nuestro C.C. contempla la modificación de relaciones jurídicas patrimoniales,
figura que calza perfectamente dentro de este artículo.
Asimismo, es importante señalar lo que nos dice el artículo 1675 del C.C. que expresa:
“El bien mueble arrendado se debe restituir en el lugar en que fue entregado, salvo pacto
distinto.”, con lo que como si habláramos de papeles invertidos es ahora que la
obligación de dar le corresponde al arrendatario, no solamente tiene la obligación de
restituir en iguales condiciones que se le fue entregado el bien al momento de arrendar
, sino que deberá como bien lo dice el artículo ser en el lugar acordado, suponiendo
nosotros que esto debería estar plasmado dentro de las cláusulas del contrato de
arrendamiento, siguiendo por supuesto los mismos precedentes que se dieron al
momento de entregar el bien al comienzo del contrato de arrendamiento, poniendo
incluso de acuerdo para que la entrega de un bien inmueble sea en un café cerca de la
propiedad del arrendador, dando únicamente las llaves, siendo pues que para este tipo
de institución dentro de lo que corresponde al inmueble según Castillo nuestro
ordenamiento jurídico peruano especializado en lo civil aún no ha contemplado una
figura.
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Real Academia Española
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Aprovechando la oportunidad de hablar al respecto de las obligaciones que tiene el
arrendatario, es que debemos detenernos un momento para ver también el derecho del
arrendador y en si el objetivo principal por el cual pone en arriendo su vivienda uy
propiedad, si estamos hablando de la renta, ese fruto que se obtiene de un contrato de
arrendamiento y que le pertenece al propietario. Entonces, el artículo 1676 nos dice: “El
pago de la renta puede pactarse por períodos vencidos o adelantados. A falta. De
estipulación, se entiende que se ha convenido por períodos vencidos.” Al respecto, nos
es necesario citar a Castillo nuevamente para aclarar lo mencionado:
Siendo pues lo que acabábamos de mencionar en las líneas de arriba, debido a que sin
esta renta como contribución del arrendatario al arrendador, puesto que sin esta
finalidad no existiría el arrendamiento, es muy importante lo que menciona el jurista
citado sobre cuánto dura el periodo, y es acá cuando nos damos cuenta de lo muy
importante que es negociar bien antes de celebrar un contrato, es decir las tratativas
contractuales pueden ahórranos muchos problemas en un futuro, de esta manera vamos
a poder determinar si se trata de periodos de un mes, semestral o anual, según
convengan las partes, ya que esto dependerá de sus condiciones económicas y de las
facilidades que se puedan tener entre ambos, sin embargo eso es cuestión de otro tema.
Pero qué pasa si el supuesto se da en que las partes no han negociado de la manera
correcta y como quien dice únicamente se han fijado en objetivos más legítimos, no
tomando importancia a esta, que seguramente debe ser especificada en una cláusula
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del contrato de arrendamiento, entonces Castillo nos menciona que se debería entender
que en este supuesto debería ser tomada la opción de la mensualidad, probablemente
causando problemas a nuestras condiciones económicas ya que a nosotros quizás nos
convendría una forma de pago más cómoda como la anual, asimismo y poniéndonos en
otro supuesto, qué pasaría si por descuidados nos olvidamos de poner en una
clausula al momento de celebrar el contrato de arrendamiento lo que menciona el
Código “El pago de la renta puede pactarse por períodos vencidos o adelantados”
prefiriéndose de esta manera al arrendatario, puesto que del brinda más facilidad en sus
condiciones económicas en la administración de su dinero, además entendemos que de
esta manera se ahorran conflicto, que en la finalidad es lo que se desea para no llegar
a un proceso judicial, por ello, entendemos que la ley presume que la renta se pacta por
periodos vencidos porque se tratará de un pago que se efectúe como contraprestación
a una prestación ya ejecutada. Es decir, que el arrendatario paga la renta de un periodo
por el que ya ha hecho uso del bien y no paga la renta de un periodo por el que recién
va a hacer uso del mismo.
Con respecto a las otras obligaciones que se deben tener en cuenta, el C.C. las regula
en un artículo en específico, siendo este el 1678 que dice: “El arrendador está obligado
a entregar al arrendatario el bien arrendado con todos sus accesorios, en el plazo, lugar
y estado convenidos. Si no se indica en el contrato el tiempo ni el lugar de la entrega,
debe realizarse inmediatamente donde se celebró, salvo que por costumbre deba
efectuarse en otro lugar o época.” De esta manera es que se resume todas las
obligaciones que hemos venido analizando a lo largo de este trabajo, sin embargo
artículos más adelante se menciona las obligaciones complementarias que debe tener
el arrendador, específicamente en su artículo 1680: “También está obligado el
arrendador: 1.- A mantener al arrendatario en el uso del bien durante el plazo del
contrato y a conservarlo en buen estado para el fin del arrendamiento. 2.- A realizar
durante el arrendamiento todas las reparaciones necesarias, salvo pacto distinto. En
este caso nos podemos dar cuenta que estas obligaciones ya han sido desarrolladas,
citando pues dos únicas palabras que le solucionan prácticamente la vida al arrendatario
“resolución” o “rebaja”, viendo de esta manera que nuestra legislación peruana actual
claramente beneficia al arrendatario, nosotros suponemos que es por la cuestión de que
es el sujeto más débil dentro de la relación jurídica patrimonial.
Tomando en cuenta que las obligaciones del arrendatario según el Código Civil supera
por mucho en numerales al del arrendador es que lo hemos decidido poner en el
presente contexto: “El arrendatario está obligado: 1.- A recibir el bien, cuidarlo
diligentemente y usarlo para el destino que se le concedió en el contrato o al que pueda
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presumirse de las circunstancias. 2.- A pagar puntualmente la renta en el plazo y lugar
convenidos y, a falta de convenio, cada mes, en su domicilio. 3.- A pagar puntualmente
los servicios públicos suministrados en beneficio del bien, con sujeción a las normas
que los regulan. 4.- A dar aviso inmediato al arrendador de cualquier usurpación,
perturbación o imposición de servidumbre que se intente contra el bien. 5.- A permitir al
arrendador que inspeccione por causa justificada el bien, previo aviso de siete días. 6.-
A efectuar las reparaciones que le correspondan conforme a la ley o al contrato. 7.- A
no hacer uso imprudente del bien o contrario al orden público o a las buenas costumbres.
8.- A no introducir cambios ni modificaciones en el bien, sin asentimiento del arrendador.
9.- A no subarrendar el bien, total o parcialmente, ni ceder el contrato, sin asentimiento
escrito del arrendador. 10.-A devolver el bien al arrendador al vencerse el plazo del
contrato en el estado en que lo recibió, sin más deterioro que el de su uso ordinario. 11.-
A cumplir las demás obligaciones que establezca la ley o el contrato.”8 En la primera se
trata de restituir el bien cierto en las mismas condiciones que este fue entregado, con el
segundo punto podemos afirmar que siendo la renta la principal motivación del
arrendador en poder obtener frutos de este arrendamiento es que es su principal
derecho recibir la renta en el periodo que se ha convenido, en el punto número tres
podemos encontrar algo extremadamente controversial, debido a que este punto se
debería especificar al momento de celebrar el contrato de arrendamiento especificando
si es el arrendador o el arrendatario el que va a pagar los servicios básicos, como cuarto
punto podemos comprender que habiendo sido propiedad del arrendador objeto de hurto
esta en responsabilidad de la otra parte de dar aviso a este, ya sean en accesorios o
incluso de todo un bien mueble, para que de esta manera el dueño como propietario y
titular del derecho debe tomar cartas en el asunto, ya se ha iniciado un proceso judicial
o determinando que va a realizar al respecto, en el punto cinco se puede ver otro
derecho que tiene el arrendador de poder solicitar una inspección en su bien a efecto
de determinar si el arrendatario lo está cuidando o está llevando la situación tal como
se acordó en el contrato, en el punto siete es que nuevamente consideramos pertinente
detenernos, ya que consideramos que es un punto muy controversial para este tipo de
contratos y que se ve muy seguido dentro de nuestra sociedad, debido a que habla de
acerca de las buenas costumbres, sin embargo es muy sabido que dentro de nuestra
sociedad existe mucho las llamados departamentos pertenecientes a una urbanización,
dentro de los cuales se establecen reglas que cada uno de los inquilinos deben de
cumplir, pongámonos en el supuesto de que una persona hace una fiesta por su
cumpleaños y celebra hasta las seis de la mañana del día siguiente, entonces eso iría
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Art. 1681 del Código Civil peruano vigente
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en contra de las buenas costumbres que han sido reguladas por todos los inquilinos al
momento de haber celebrado el contrato de arrendamiento con el arrendador, de esta
forma es que surgen problemas, ya que consideramos que esta es una de las principales
causales de que se extinga el contrato de arrendamiento, el subarrendamiento también
está regulado como una obligación que tiene el arrendatario, siendo pues que no se
debe incluir a terceros dentro del bien inmueble si es que esto no es debidamente
autorizado por el propietario de este, yéndonos al punto número diez, creemos que tiene
la misma relación directamente con el primer punto, ya que como habíamos mencionado
anteriormente es deber del arrendador entregar el bien tal como estaba al momento de
hacer las negociaciones, tratativas contractuales, siendo esto regulado en otros
artículos del propio Código Civil, entonces es de igual manera deber del arrendatario
devolver el bien en las mismas condiciones, esto también en relación al numeral ocho
que nos habla de no hacer modificaciones ni cambios al bien, salvo que el arrendador
lo autorice, entonces aquí veríamos una figura de la que poco se habla, la modificación
del contrato de arrendamiento, es decir de la relación jurídica patrimonial, lo cual
consideramos que es bueno, ya que a través del tiempo sigue convenciendo a ambas
partes de seguir con el contrato.
Ahora bien dentro de las figuras de las obligaciones del arrendatario hemos podido
apreciar el numeral cuatro que dice: “A dar aviso inmediato al arrendador de cualquier
usurpación, perturbación o imposición de servidumbre que se intente contra el bien.” Es
pues confuso dentro del ámbito jurídico que ante una usurpación del bien el principal
sospechoso no sea el arrendatario es por ello que citamos nuevamente un artículo del
C.C. que de alguna manera nos permite esclarecer esto un poco, siendo el 1663 “El
arrendatario es responsable por la pérdida y el deterioro del bien que ocurran en el curso
del arrendamiento, aun cuando deriven de incendio, si no prueba que han ocurrido por
causa no imputable a él. Es también responsable por la pérdida y el deterioro
ocasionados por causas imputables a las personas que ha admitido, aunque sea
temporalmente, al uso del bien.” Es importante señalar entonces lo que nos dice Jack
Bigio al respecto:
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que aun cuando puede considerarse comprendida como causa de pérdida o
deterioro de un bien, se consideró adecuado mencionarla, como lo hace su
antecedente, a fin de referirse al caso más frecuente. (Bigio, 1994)
Entonces, La norma guarda concordancia con el primer inciso del artículo 1681, que
establece la obligación del arrendatario de cuidar el bien con diligencia. Finalmente, se
establece en el último párrafo de este precepto el caso de responsabilidad indirecta del
arrendatario, en los casos de pérdida o deterioro del bien por causa imputable a terceros
que acceden al uso del bien, aunque sea de manera temporal.
“Como se ve, la ley, para la hipótesis de casa ocupada por varios inquilinos, no
establece la responsabilidad solidaria, aun tratándose de un caso en el cual, de
ordinario, no es posible establecer a quién se remonte en concreto la
responsabilidad del incendio. La responsabilidad por incendio recae enteramente
sobre el inquilino singular, si los otros (o uno de los otros) prueban que el incendio
ha comenzado por la habitación de él; e, igualmente, queda exonerado de
responsabilidad aquel inquilino que pruebe que el incendio no ha podido comenzar
en su habitación (Artículo 1611, segundo parágrafo); o sea que, en tal caso,
responde exclusivamente aquel respecto del cual se pruebe que en su habitación
comenzó el incendio; o bien, queda exonerado de responder, quien pruebe que el
incendio no pudo comenzar en su habitación. ( ... ) Cuando se localice el origen del
incendio en una determinada habitación, queda, para el inquilino de ella, la
posibilidad de probar que el incendio ha surgido sin su culpa.” (Messineo, 1952,
págs. 183-184)
Entonces acá claramente nos señala que no puede haber una responsabilidad solidaria,
si es que se determina que uno de los inquilinos fue quien causo el deterioro, poniendo
el caso del incendio, es a veces complicado determinar quien fue, por supuesto se sabrá
que no va a ser el inquilino que vive en otro pabellón o pisos di9stantes donde ocurrió
el incendio, pero nosotros creemos que hay un gran problema y debate entre vecinos
conducentes debido a que entre ellos se va a determinar la responsabilidad.
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Finalmente, es preciso señalar lo que nos dice el artículo 1687 si queremos hablar de la
duración del arrendamiento: “El arrendamiento puede ser de duración determinada o
indeterminada.” En la doctrina Jack Bigio señala lo siguiente:
3. CLASES DE ARRENDAMIENTO
Subarrendamiento
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subarrendamiento, solo ello tendrá valides toda vez que este por escrito el
consentimiento del arrendador para que el arrendatario lo otorgue a un tercero.
Sin embargo, Según santos Briz, citado por peralta Andia, el subarrendamiento
es una de las manifestaciones más antigua y de mayor interés practico,
mediante ello el arrendatario en esencia cede el uso y disfrute de la cosa en
favor de un tercero que viene a ser el subarrendatario a cambio de un precio o
merced (sub renta), el cual no perjudica la subsistencia del contrato (Castillo L.
, 2015, pág. 32).
Es decir, el subarrendamiento es un arrendamiento superpuesto, ósea
existiendo un contrato de arrendamiento a favor de un tercero que a su vez la
entrega la cosa que le ha arrendado, en contraprestación el subarrendatario se
obliga a pagarle la renta que hubiesen convenido.
Cuando el contrato principal se extingue, de tal forma se produce también la
terminación del subarrendamiento, pues por ser de carácter accesorio,
corriendo la misma suerte del principal. No obstante, como toda regla existe
excepciones, el cual se da en el supuesto con la consolidación. Es decir, cuando
la condición recae sobre una misma persona, ose la de arrendatario y la de
subarrendatario (Castillo L. , 2015).
De tal forma, el contrato accesorio para que subsista depende del contrato
principal, al extinguirse la condición de contrato principal, por ende, la calidad
de subarrendamiento, la extinción que se produce puede ser por incumplimiento
de las partes o resolución del contrato.
Cesión de arrendamiento
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En tal sentido, se dice que este se realiza antes de la ejecución del precepto
legal, sin embargo, el ordenamiento no es especifica con respecto en que
momento se pueden transmitir los derechos y obligaciones a un tercero, para
que lo sustituya.
Contrato arrendamiento venta
En palabras de Castillo Freyre esta calidad de arrendamiento de venta trata de
un acto que comparte rasgos característicos tanto de la compra venta y del
arrendamiento, pues en los sujetos recae dos figuras, por un lado está el
arrendador-vendedor, el cual se obliga a entregar un bien, y por el otro lado,
está el arrendador-comprador, el cual podrá usar disfrutar del mismo y deberá
de pagar mensualmente o como convengan las partes, del mismo modo
constituirá el pago parcial por la compra venta del bien (Castillo M. , 2001, pág.
1).
Es decir, tanto el arrendamiento y la compraventa comprende características
similares, mediante ello generándose la posibilidad de realizar ambos actos en
uno mismo, mientras que el arrendador toma la figura de vendedor, y el
arrendatario toma la figura de comprador. Pues el arrendatario debe de seguir
pagando la renta mensual del inmueble, así como el pago parcial de la
compraventa. Dicha figura se perfecciona al momento del último pago de la
renta de compra venta. Entonces mediante ello se da el uso y goce más la
posesión del bien.
No obstante, el código civil otorga un tratamiento legal en el art. 1585° a la
denominación de Arrendamiento-venta confiriendo ele siguiente concepto legal:
las disposiciones de los artículos de 1583 y 1584 son aplicables a los contratos
de arrendamiento en lo que se convenga que, al final de estos, la propiedad del
bien sea adquirida por el arrendatario por efecto del pago de la merced
conductiva pactada. Es decir, es un contrato típico, pero cabe precisar que el
contrato de arrendamiento-venta se rige por las normas de compraventa, así
como las normas de arrendamiento.
4. DERECHO COMPARADO
La figura del arrendamiento en el ordenamiento jurídico peruano se encuentra
consagrado en el art. 1666 del código civil, ahora bien, es común observar dicha
figura en el Perú, pues es la más usada para los distintos giros de negocios y usos
que se puedan dar. No obstante, a nivel internacional no son ajeno a este tipo de
contratos, pues también la usan, pero con una denominación muy distinta o muy
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semejante al “arrendamiento”, paro ello es pertinente traer a colación los siguientes
ordenamientos con respecto a esta la figura antes mencionada.
México
En tal sentido, es una obligación que se genera por ambas partes por un lado
ceder el bien para el uso y el goce, y por ello la otra parte debe de pagar un
precio por dicho bien. No obstante, del dicho bien el uso y el goce son temporal,
es decir, se encuentra limitado a un cierto tiempo. En contraste, con el
ordenamiento civil peruano existe una semejanza, puesto que para los
particulares el arrendamiento el plazo es hasta por diez años, pero para los
bienes del Estado es hasta 6 años.
Sin embargo, Gonzales realiza una aclaración, puesto que se tiene que tomar
en cuenta la frase “uso o goce temporal de una cosa”, pues ello se debe de
interpretar en el sentido de la temporalidad, mas no en el sentido literal de la
determinación de la previa duración, es decir, si bien la partes tienen la potestad
de fijar una fecha exacta del inicio y fin del contrato de arrendamiento, sin
embargo, existen casos en los que no se fija dichas fechas, es por ello que el
código civil mexicano contempla reglas de límite para ello (Gonzales, 2000, pág.
4).
Ósea si se pacta un contrato por tiempo indefinido contraviene la naturaleza
jurídica del art. 2398, al término de “temporalidad”.
Sin embargo, en palabras de Gonzales dicho límite que establece el código
mexicano va enmarcado con respecto a los pactos arrendatarios, pero estos
contratos deben de recaer en bienes inmuebles, asimismo, los plazos de
arrendamiento se distinguen con respecto a los bienes inmuebles; para
habitación, para comercio, para industria. No obstante, he aquí surge un
problema, puesto que dichos plazos solo está establecido para los inmuebles,
dejando a si de lado los muebles, es decir, los legisladores dejaron amplia
libertad para realizar dichos contratos sobre bienes muebles (Gonzales, 2000,
pág. 5).
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Por lo tanto, lo que se extrae es que los pactos arrendatarios realizan las partes,
en el cual se establece límites, pero ello solo está regulado con respecto a los
bienes inmuebles, mas no para los bienes muebles. Por lo que se genera una
libertad a las partes con respecto a este último.
En la misma línea, Gonzales señala una doble función del contrato de
arrendamiento, por un lado, la función económica, el cual consiste en
proporcionar a un sujeto que no puede, que no quiere o no le conviene adquirir,
una propiedad, es por ello que se otorga el uso y goce a cambio de una de una
suma de dinero, con ello pasando a ser un sustito de compraventa, pero en el
cual no se genera una transmisión legal. Y por el otro lado, la función jurídica,
mediante el cual se transmite el uso y el goce de las cosas (Gonzales, 2000,
pág. 7).
En otras palabras, la función económica es de carácter dineral, a cambio del
uso de una propiedad, mientras que la función jurídica se transmite el uso y el
goce, por un tiempo determinado.
Caracteres
a) Consensual; se perfecciona por el mero consentimiento.
b) Bilateral; surgen obligaciones correlativas de ambas partes
c) Oneroso; se estipulan provechos y gravámenes recíprocos.
d) Conmutativo; las prestaciones que se dan las partes son ciertas.
e) Principal; no necesita de otro para que subsista.
f) Formal; excepto para los arrendamientos que no pasen de cien pesos.
Especies del contrato de arrendamiento
Para el autor del libro “derechos del arrendador” Gonzales, organiza el
contrato de arrendamiento en subespecies tomando otros códigos del
ordenamiento mexicano, el cual es el siguiente (Gonzales, 2000, págs. 10-
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Arrendamiento mercantil
Gonzales toma como punto de partida el Código de Comercio de México,
el cual lo considera como arrendamiento mercantil, el art. 75 fracción el cual
toma los bienes muebles se hace con el propósito de especulación
mercantil, es decir, es puramente un acto de comercio, por lo que se rige
por regla de dicha norma, no obstante, si es sobre bienes inmuebles, la
norma aplicable siempre será el código civil.
Arrendamiento administrativo
Ahora bien, partiendo desde el código civil en el art. 2411° en el cual se
tipifica que el arrendamiento de “bienes nacionales, municipales o de
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establecimientos públicos, se encuentran sujetos a la disposición del
derecho administrativo”. Es decir, no se toma en consideración a los
sujetos, si no al objeto del contrato de arrendamiento en cuanto pertenecen
al estado.
Arrendamiento financiero
Esta especie deviene de la ley general de organizaciones y actividades
auxiliares de crédito, mediante el cual el contrato de arrendamientos es
regulado en los arts. 25 y 27, en el cual la arrendadora financiera se obliga
a adquirir determinados bienes y a conceder su uso o goce temporal, a
plazo forzoso, mediante el cual se obliga a pagar una contraprestación, el
cual se paga a plazos parciales, dicho contrato es mediante escritura y con
firma de notario público.
Arrendamiento civil
El arrendamiento es civil cuando no sea mercantil ni administrativo es:
Cuando recae en bienes inmuebles, cuando se celebra respecto a bienes
muebles sin el propósito de especulación comercial. Cuando recae sobre
bienes que no pertenecen a la federación, a los estados o municipios.
Chile
Entonces del cual se desprende que este código chileno distingue dos
momentos uno propiamente dicho al arrendamiento, mientras que el otro hace
alusión al servicio de una obra, ósea al esfuerzo del hombre, no obstante, esta
figura recae en el código de 1936 de Perú, pues reconoce la figura de locatio-
conductio. Sin embargo, esta figura de la prestación de servicios fue derogada
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en el código de 1984, más aun creando a si la figura de contrato de locación de
servicios.
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Contrato conmutativo: las prestaciones son equivalentes, pues lo que
entrega el suso y goce a una parte a la otra parte se mira equivalente, lo
que a su vez se obliga a pagar temporalmente.
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Semejanza, ambos contratos proporcionan el goce sobre una cosa
ajena, asimismo, confieren la mera tenencia sobre la cosa.
Diferencia, el contrato de arrendamiento es bilateral, mientras que
el comodato es unilateral. El arrendamiento es oneroso, mientras
que el comodato es gratuito.
6. DOCTRINA
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Ahora bien, el contrato de arrendamiento tiene la finalidad de regular, es decir,
poner en equilibrio entre los derechos del arrendatario y del propietario, ósea
como el arrendatario tiene derecho al uso de la vivienda durante un plazo del
contrato y a no ser perturbado por el arrendador, pues este tiene el derecho a
percibir una renta, pero al término del plazo debe de obtener la pronta restitución
del bien arrendado (Bigio, 1994, pág. 198).
Del cual se desprende, el arrendador y el arrendatario suscriben un contrato,
mediante en el cual adquieren derechos y obligaciones de manera recíproca por
la contraprestación dada entre las partes. Es preciso señalar que el código civil
en su art. 1666 regula la definición del contrato de arrendamiento.
No obstante, el doctor Bigio señala elementos que componen al art, 1666 del
código civil:
a) Contrato Consensual
Este contrato emana de la voluntad de las partes, por ende, el carácter
principal es por el consentimiento, mediante ello se perfeccionan, ante
ello generando obligaciones a cargo de las partes, sin embargo, no
sucede de tal forma cuando el contrato requiere de la entrega del bien es
decir real, como por ejemplo mediante la compraventa de un bien. Base
legal art.1666°.
b) Contrato Informal
Este contrato no requiere formalidad, puesto que el código no establece
una determinada, en tal sentido las partes tienen la libertad para
establecer el contrato en la forma que lo deseen.
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Es de carácter conmutativo debido a que las partes tienen conocimiento,
desde la formación del contrato, es decir, la certeza cuales son la ventaja
que le va a dar la suscripción de dicho contrato.
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todos los contratos son consensuales, no obstante, pueden darse la
necesidad de otros requisitos, tales como la entrega de la cosa o el
cumplimiento de algunas formalidades. El autor toma como referencia dos
teorías, afirmando que,
“La teoría subjetiva; el cual va referida a la voluntad real, en los actos
jurídicos, el cual debe estar mostrada por la parte, ósea la intención
común de las partes contratantes, por el otro lado la teoría objetiva, o de
la voluntad declarada, del cual se toma en cuenta el manifiesto, mas no
lo querido, pero si hay diferencias se debe de tomar en cuenta la
exteriorización.” (Ovsejevich, 1971)
Es decir, la existencia de estas dos teorías versa sobre la voluntad exteriorizada,
mientras que la otro es de manifiesto, por lo que siempre se debe de preferir la
exteriorización de la voluntad, la intención común de las partes.
Asimismo, como señala peralta, que proviene del latín consentiré, el cual
significa sentir juntos, ósea querer lo mismo o compartir el mismo parecer.
“Es por ello que el consentimiento es el elemento esencial del contrato,
mediante la declaración de voluntad con el ánimo de crear, regular,
modificar y extinguir relaciones jurídicas.” (Castillo L. , 2015)
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embargo, existe limites en la norma como la factibilidad, las buenas
costumbres y el orden público.
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principio de la supremacía del orden público, principio de solidaridad,
principio de sociabilidad límites de la autonomía de la voluntad, que no es
más que la adecuación del contrato a los interés de la sociedad, por eso
se dice la libertad contractual debe considerarse la regla y, el limite la
excepción (Peralta, 2005).
Es decir, que la libertad contractual esta contrapuesto el orden público,
pues ello tiene límites, en resguardo de la sociedad, pero la autonomía de
la voluntad debe ser entendida como regla y el limite como la excepción.
Principios jurídicos
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consigo, por el lado efectivizarían de la clausulas penales si hubiese, o
en peor de los casos la resolución o conclusión del contrato.
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correctamente; la convicción de no defraudar y por lo tanto de ser
legítimo (Romero, 1984).
Este quizás sea uno de los principios más importantes, la buena fe,
contiene las ganas de firmar un contrato sin ánimo de perjudicar a la otra
parte, este a su vez hace que sea legítimo.
La buena fe, como señala romero y cuadros son esenciales pues de ello
deviene la conducta sincera, honrada y confianza, sin ánimo de
perjudicar, por lo que se entiende, que una parte está verdaderamente
interesado en la suscripción de un contrato, sin embargo, a ello esta
contrapuesto la mala fe, el que es con ánimo de perjudicar o sacar
ventaja, de alguna forma u otra , pero ello está sancionado con la norma,
sin embargo, ello muy común ver en la posesión de bienes, e incluso en
el arrendamiento.
CONCLUSIONES.
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En segundo lugar, el arrendamiento, es una figura jurídica contemplada en
nuestro ordenamiento jurídico que a través de los años tiene sus modificaciones,
porque si bien es cierto a medida que la sociedad avanza el derecho lo hace en
paralelo. Es por eso que podemos disfrutar de las bondades que esta nos va
dejando, pero no siempre se puede estar de acuerdo con la legalidad que esta
tiene.
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7. Bibliografía
Bigio, J. (1994). El Contrato de Arrendamiento. Lima: Themis.
Castillo, M. (2002). Tratado de los contratos típicos. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú.
Messineo, F. (1952). Doctrina General del COntrato. Tomo II. Buenos Aires: Ediciones Juridicas
Europa - America.
Viña, N. T. (28 de Junio de 2017). La locatio conductio en Roma y su regimen actual. Valladolid,
España.
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DOCUMENTO PRIVADO DE ARRENDAMIENTO
Conste por el presente documento privado al que damos fuerza de ley, que celebran de
una parte el Don GROBER MANUEL SIZA MENDOZA identificado con Documento
Nacional de Identidad N° 29724285 a quien en adelante se le denomina EL
ARRENDADOR y de la otra parte los convivientes Don JULIO MARIO GUERRA
ARENAS identificado con Documento Nacional de Identidad N° 45080655 y Doña
MARIELA DUNIA PILCO MAQUERA identificado con Documento Nacional de
Identidad N° 46348953, a quienes en adelante se les denomina LOS
ARRENDATARIOS de acuerdo a los términos y condiciones siguientes:
PRIMERO.- EL ARRENDADOR, es propietaria de un bien inmueble ubicado en la
Asoc. Viv. Villa Corpac Mza-B, Lote-6, de la Av. Huallaga del Distrito de Cerro
Colorado, Provincia y Departamento de Arequipa, de mismo que segrega un
DEPARTAMENTO EN EL PISO TRES PISOS, con acceso de entrada de una puesta,
dos habitaciones, una sala, una cocina, un baño, un patio propio (sin compartimento con
terceros) los mismos que se halla en estado de conservación, y con servicios de luz
eléctrica, agua y desagüe compartido.
SEGUNDO.- Por el presente EL ARRENDADOR da en calidad de arriendo a favor de
los, LOS ARRENDATARIOS inmueble descrito en la cláusula anterior y que será solo
y únicamente destinado para vivienda, pudiendo ser usado para domicilio voluntario.
TERCERO.- El término de duración del presente contrato será de un AÑO forzoso para
ambas partes, el que comenzara a regir a partir del dos de setiembre del dos mil dieciocho
y fenece al dos de setiembre de dos mil diecinueve, plazo que puede renovarse por mutuo
acuerdo de haber consenso con una antelación de sesenta días a la fecha de finalización
del presente, fijándose en parte casos nuevos, condiciones y merced conductiva así como
el plazo pertinente.
CUARTO.- LOS ARRENDATARIOS entregan a favor de EL ARRENDADOR como
merced conductiva la cantidad de Seiscientos Cincuenta con 00/100 Soles, monto que
incluido los servicios de luz, agua y desagüe, pagados de manera mensual sin necesidad
de requerimiento alguno, la misma que se hará efectiva cada SEGUNDO día de cada mes,
excepcionalmente se le concederá una gracia de tres días, así mismo
QUINTO.- LOS ARRENDATARIOS entregan a favor de EL ARRENDADOR la
suma de Seiscientos Cincuenta con 00/100 Soles, suma equivalente a la garantía efectiva
de un mes de renta.
SEXTO.- LOS ARRENDATARIOS están terminantemente prohibidos de traspasar y/o
sub arrendar el departamento en forma total o parcial, considerándose que por la propia
naturaleza y ubicación del inmueble esta será dedicado única y exclusivamente al uso de
vivienda.
SÉPTIMO.- se deja expresa constancia que inmueble se halla en condiciones de
habitabilidad verificadas al tiempo de recibir la entrega del departamento y convalidadas
por la firma del presente dejándose constancia, LOS ARRENDATARIOS se
comprometen a conservar el inmueble sin modificarlo, para lo cual antes comunicaran
previamente al EL ARRENDADOR para recibir la autorización.
OCTAVO.- EL ARRENDADOR se restringe el derecho a inspeccionar de manera
personal o por su representante para la verificación del departamento, en caso de que se
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pretenda verificar, antes se comunicara con uno de LOS ARRENDATARIOS y ello
deberá dar el consentimiento, programando de manera mutua la fecha y hora de la
inspección.
NOVENO.- El PRESENTE se ciñe a lo normado por los Arts. 1666° y 1676° del C.C.
vigente y sus modificatorias.
DECIMO.- Enterado del contenido del presente por la lectura que hicimos por nosotros
mismos y hallándola conforme, concurrimos a firmar de manera libre y voluntaria en
señal de asentimiento y plena conformidad, en el compromiso de hacer legalizar nuestras
firmas por ante notario público, suscribiéndose en tres ejemplares dos para LOS
ARRENDATARIOS y uno para EL ARRENDADOR, con lo que se concluye en
presente en ciudad de Cerro Colorado a los dos días del mes de setiembre del año dos mil
ocho.
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JULIO MARIO, GUERRA ARENAS GROBER MANUEL, SIZA MENDOZA
D.N.I. N° 45080655 D.N.I. N°29724285
ARRENDATARIO ARRENDADOR
-----------------------------------------------
MARIELA DUNIA, PILCO MAQUERA
D.N.I. N°46348953
ARRENDATARIO
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