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La Independencia de América Latina fue un proceso de emancipación y liberación

colonial del yugo español, comprendido entre 1808 y 1833. Consintió en una serie de
enfrentamientos armados que se gestaron en las posesiones americanas del Imperio
español a inicios del siglo XIX entre el bando revolucionario y las fuerzas realistas, que
representaban a la Monarquía española. Bajo este contexto se analizará en qué
medida la situación económica, política y social en las colonias se convertirían en
causas del proceso Independentista en América Latina.

Desde su colonización, los territoritos latinoamericanos fuero dominados por el yugo


español. En la región se establecieron virreinatos gobernados y controlados por la
Corona española, estos fueron: Virreinato de Nueva España, Virreinato de Nueva
Granada, Virreinato del Perú y Virreinato del Río de la Plata. Además, se establecieron
capitanías, que fueron unidades políticas autónomas, las cuales fueron: Capitanía
General de Cuba, Capitanía General de Nicaragua, Capitanía General de Venezuela y
Capitanía General de Chile. Los españoles ejercían el poder político, militar, económico
y social de sus colonias. Fueron ellos quienes manejaron el comercio interno y externo,
y la dirección del gobierno.

Económicamente hablando, se crearon estructuras como la encomienda, la mita, el


latifundio y la comuna indígena; las cuales no se aplicaron de manera correcta, y es por
eso que fue un fracaso. Este era un sistema atrasado que no permitía el progreso,
puesto que no era realmente efectivo ni tenía una funcionalidad productiva. La
economía en las colonias no prosperó a razón de que las tierras no eran aprovechadas
en su totalidad, las condiciones laborales eran pésimas, existía un trabajo excesivo e
inhumano, la remuneración era injusta e insuficiente. Además, los impuestos eran
excesivos y demasiados. Tras su regreso al poder, el rey ordenó una fiscalización con
mayor rigurosidad en la percepción de impuestos. xEsto generó una importante y
marcada inconformidad en el pueblo, dado que eran ellos quienes trabajan sin cesar y
no recibían recompensa digna: «La mayor furia popular se encendió cuando los
impuestos alcanzaron un 72%»1

En el sector comercial se estableció un monopolio comercial, esto significó que las


colonias, al vender sus productos en el exterior, previamente debían venderlos a un
precio bajo a España, para que esta luego los venda a un valor más alto a los
compradores. Y de igual manera, si se quería ingresar productos del extranjero,
primero debían ser vendidos a España a un precio barato, para que esta los venda más
caro a sus colonias. Este provocó el levantamiento de los sectores populares, ya que no
se estaban beneficiando de su propio trabajo: «El pueblo —entre ellos los criollos— se
levantaron con motivo del monopolio mercantil en favor de España, que estaba
perjudicando a la gente»2. Al respecto, también existen autores que sostienen lo

1
Páez, J. (2001). Independización de América, p. 55.
2
De la Cruz, F. (2011). El proceso de independencia de América Latina, p. 3.
siguiente: «La lucha criolla no fue necesariamente pública, si bien querían lograr la
independencia, no podía arriesgarse a ser encarcelados y echar a perder su arduo
trabajo»3

Políticamente hablando, la Corona se negaba a conceder autonomía a sus colonias ni


compartir el poder, ya sea política o militar. España ejerció una represión hacia los
opositores o personas con ideas liberales o revolucionarias, no se daba paso a un
diálogo, negociación o comunicación para conocer las necesidades comunitarias. Esto
originó una gran fricción entre colonos y colonizados, debido a que el pueblo no se
sentía representado, por tanto, exigía que sus opiniones e ideas sean consideradas
como iguales. El hecho de que solo autoridades españolas y peninsulares puedan
ejercer cargos públicos ocasionó un importante descontento. Los puestos políticos y
militares solo eran ocupados por españoles, esto quería decir que sus acciones y
decisiones eran tomadas en función del rey y no del pueblo; ellos velaban por sus
intereses y por los de España, más no por la gente de las colonias. Esto condujo a una
profunda molestia a nivel popular, y desembocó en grandes protestas.

Cuando España es invadida por Napoleón Bonaparte en 1808, el poder español sobre
sus colonias es debilitado. Tras dicho episodio, disminuyó ciertamente el dominio
colonial sobre América Latina, esto provocó que líderes criollos se levantaran contra la
monarquía ibérica y enfocaran sus esfuerzos en adjudicarse el mando político y militar
de los territorios centrales y sureños. Habían recibido un gran apoyo de la población,
pues las personas ya no querían estar sometidos al Imperio español. No obstante, en
1809 los españoles derrotan a Napoleón y el rey vuelve al poder, e inmediatamente
ordena la disolución de las juntas autonómicas creadas por revolucionarios, ya que
estas provocaron insurrecciones y una franca ruptura con la concepción y práctica
absolutista del poder: «Las juntas autonómicas representaban una importante
amenaza a la autoridad real»4,

Socialmente hablando, en Latinoamérica se había establecido una estructura piramidal


conformada, en orden de importancia, de la siguiente manera: autoridades españolas
y peninsulares, criollos, mestizos, indígenas, y negros (esclavos). Esta fragmentación
social dio lugar a muchos fenómenos, entre ellos: desigualdad, discriminación,
maltrato, injusticia, miseria, hambre, explotación, racismo y esclavitud. Este último
generó un profundo repudio por parte de la población, debido a que las personas
afrodescendientes ni quiera eran consideradas como seres humanos, sino como bienes
materiales que podía ser comprados o intercambiados; esto condujo a la adquisición
de una enorme frustración por parte del pueblo, lo que posteriormente les motivaría a

3
Arauz, K. (1997). La Independencia de la Corona, p. 114.
4
Ormaza, E. (2015). Cómo fue la Independencia en América, p. 83.
levantase contra la monarquía: «[…] el resentimiento latinoamericano era creciente, y
esto pronto los llevaría a reivindicarse»5

La proliferación de los niveles pobreza; del analfabetismo; de las enfermedades,


epidemias y virus; de la falta de recursos básicos y vitales; de las condiciones laborales
luctuosas; y demás problemáticas, causó que el pueblo se sienta obligado a dar a
conocer sus necesidades, de otra forma las muertes hubieran continuando creciendo.
Estaban dispuestos a manifestarse de la forma que sea necesaria para ser escuchados;
y erradicar el clasismo y el elitismo.

En otras palabras, se puede decir que la situación económica, política y social de las
colonias españolas sí fueron causas del proceso Independentista de América Latina;
esto a razón del decadente comercio y su carácter monopólico, los exacerbados
impuestos, el desaprovechamiento de las tierras y la incorrecta implementación del
sistema económico. Además, el clasismo y el elitismo dio origen a una frustración que
provocaría el levantamiento de las masas. Cabe mencionar también que la negativa
española a otorgar autonomía a sus colonias infundió una marginación popular que
incentivóx revelaciones violentas.

5
San Pedro, J. (2003). Las luchas para la Independencia de América, p. 76.

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