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Quiero iniciar este escrito, contándoles quién soy. Soy Elena una maestra de básica
primaria que lleva diecinueve años trabajando como docente en el sector oficial con la
Secretaría de Educación del Distrito de Bogotá (Colombia), de los cuales la mayor parte
ha sido laborando con los grados cuarto y quinto de Básica primaria. Hace cuatro años
se me presentó la oportunidad de cambiar de jornada de trabajo y me asignaron el grado
primero, el único curso de primaria con el que no había trabajado y no había querido
aceptar porque no me sentía preparada para hacerlo.
Afortunadamente para esa época ya había hecho un buen recorrido con la Red Podemos
Leer y Escribir. El estar participando en los encuentros de capacitación, organizados por
la Red, me sirvieron muchísimo para afrontar el reto de una nueva experiencia en mi
labor como docente asumiendo nuevas concepciones sobre la enseñanza de la lectura y
la escritura.
A pesar de que llevo cuatro años como docente del grado primero y que ha sido una
experiencia maravillosa, considero que todavía me falta mucho por aprender.
Contextualización
Los cambios que se han venido dando en la pedagogía de la lectura y la escritura han
contribuido para que los docentes tengamos otra mirada acerca de las nuevas
concepciones del lenguaje escrito. Estas concepciones teóricas han tenido una influencia
decisiva en el surgimiento de un nuevo paradigma de la lectura y la escritura y han
contribuido a su reconceptualización, lo mismo que, a la renovación de los modelos
pedagógicos utilizados para enseñarlas. Las nuevas concepciones se contraponen al
método tradicional, donde se enseñan los nombres de las letras y sus diferentes
combinaciones mediante palabras que fortalecen la memorización automática y la
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repetición de conceptos sin comprender lo que se está diciendo y haciendo; además, no
le aportan nada al niño en su desarrollo como ser integral y donde se miden habilidades
lectoras y escritoras desconectadas por completo de su contexto significativo.
Dentro de estas dinámicas por mejorar los aprendizajes encuentro que el trabajo por
proyectos resulta ser una propuesta innovadora, motívante y significativa que involucra
no solo al estudiante y al docente sino a toda la comunidad educativa. Es una opción
para tener en cuenta, puesto que busca dar sentido a la enseñanza de la lengua escrita,
situando la escritura dentro de un marco comunicativo con lectores reales, favoreciendo
la interacción con otros.
Como la institución maneja niños integrados por deficiencia cognitiva, hacían parte del
curso una niña con Síndrome de Down asociado a un retardo pedagógico y un niño con
deficiencia visual. Estos niños se integran al aula regular posibilitando la tolerancia en
la convivencia y la aceptación por la diferencia, situación que ha favorecido la creación
de un ambiente de aprendizaje de respeto y ayuda mutua.
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¿Cómo surgió el proyecto?
Para dar sentido democrático a un proyecto es necesario escuchar las voces de todos los
integrantes del curso, por ello teniendo en cuenta las inquietudes e intereses de los
niños, el proyecto surge a partir de las preguntas: ¿Qué me gustaría saber o aprender?
¿Por qué? Cada estudiante en forma individual escribió un tema en una papeleta y la
justificación del por qué de ese tema. Compartieron oralmente sus inquietudes con los
compañeros, luego se hizo un consenso con los temas que despertaron mayor inquietud
en los estudiantes en ese momento para ponerlos en consideración del curso. Los temas
propuestos y que se escribieron en el tablero fueron: La naturaleza, los computadores, el
mar y sus maravillas, los animales, el cuerpo humano y ¿Cómo reciclar?
Para elegir el tema opté por hacer una votación, saliendo elegido por mayoría el tema de
los animales. Teniendo en cuenta que los animales tienen una importante presencia en
el mundo cotidiano de los niños y además tienen un carácter de identificación en sus
vivencias personales y sociales, les sugerí trabajar el tema de las mascotas
aprovechando además que en la mayoría de las casas se tiene algún animalito como
mascota que brinda a pequeños y grandes experiencias que merecen ser escritas.
Algunos niños manifestaron al grupo que no tenían mascota, ni les permitían tenerlas
en sus casas y eso los desmotivó. Para animarlos les preguntamos ¿Qué mascota
desearían tener? ¿Si podrían imaginar alguna historia con sus mascotas? Con estas ideas
se fueron entusiasmando por el proyecto y lograr motivación para la participación de
todo el grupo. Orienté la discusión sin imponer mi criterio y logramos acuerdos básicos
para iniciar el proyecto. Los niños expresaron como propósito del proyecto mejorar sus
procesos escriturales a través de la elaboración de un cuento, donde el personaje
principal fuera la mascota. Aquí se pone de evidencia que el trabajo por proyectos es
una metodología generadora de acuerdos y compromisos entre estudiantes y maestros,
logrando ambientes de aprendizaje más participativos y democráticos.
Planificación conjunta
Acordado el tema pedí a los niños que dieran respuesta en forma individual y por escrito
a la pregunta: ¿Qué significa para mí la palabra mascota? Al leer sus respuestas noté
que la mayoría supo definir la palabra y esto nos sirvió para animarnos y
comprometernos con el proyecto.
Como mi curso estaba organizado en seis grupos de trabajo, le propuse a cada grupo
que diera respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que quiero aprender de las
mascotas? En este caso posibilité la libre expresión de los niños y orienté la discusión
en cada grupo para determinar lo que querían aprender de las mascotas. Finalmente
acordamos los siguientes tópicos: ¿Qué nombre tiene la mascota? ¿Cómo es su cuerpo?
¿De qué se alimentan? ¿Dónde viven? ¿Qué cuidados se deben tener con las mascotas?
Estas respuestas de los niños me sirvieron para estructurar el proyecto y trabajarlo
integrando las diferentes dimensiones (cognitiva, comunicativa, corporal, artística y
ética y valores).
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propias preguntas sobre un tema elegido, de conocer si es de su interés permite que los
maestros tengamos un inventario de los saberes previos de nuestros estudiantes.
Conjuntamente con los niños planeamos las actividades a realizar en el desarrollo del
proyecto y acordamos las siguientes:
Me sentí muy contenta al ver el entusiasmo de los niños, querían tener contacto con
todas las mascotas, les hacían preguntas a los dueños como:
¿Cómo se llama?, ¿Qué come?, ¿Qué hace?, ¿Cuánto hace que la tiene?, ¿Dónde la
compró?, ¿Pica?, ¿Muerde? entre otras. Observé que todos los niños estaban felices
menos la niña con Síndrome de Down, al comienzo le dio mucho miedo ver las
mascotas, la tranquilicé y los niños la invitaron a participar de la experiencia.
Esta actividad nos sirvió para recordar y afianzar las características de un texto
descriptivo, puesto que ya se habían realizado descripciones de objetos, animales,
personas. Orienté la descripción de la mascota teniendo en cuenta los siguientes
criterios: ¿Qué clase de animal es?, ¿Cómo es su cuerpo?, ¿De qué color es?, ¿Dónde
vive?, ¿Qué come?
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interacción, confrontación y documentación, para que se logre un aprendizaje
autónomo. Perros, gatos, canarios, conejos, tortuga, peces, mascotas que llegaron al
aula, fueron aquí el contexto significativo y real que movió los procesos de aprendizaje.
• Dibujo mi mascota.
• Nombre.
• ¿Qué come?
• ¿Dónde vive?
• Características
Para profundizar sobre las características de las mascotas, los niños consultaron en
libros e Internet acerca de: Dónde viven los animales, cómo se reproducen, cómo es su
cuerpo, de qué se alimentan. Los niños llevaron a la clase el material consultado y lo
compartieron con los compañeros. A medida que iban leyendo, yo iba escribiendo en el
tablero los aspectos más relevantes teniendo en cuenta los aportes de los niños. Cuando
se hace este tipo de lecturas con sentido se constituyen escenarios para la
conceptualización.
La profesora de inglés trabajó con nosotros en forma integrada al proyecto, para ello
realizó una actividad para el conocimiento del nombre de los animales en inglés.
A medida que se iba avanzando en el proyecto los niños iban sistematizando en sus
cuadernos las actividades y conceptos más importantes.
Una vez realizada la primera versión, leí en voz alta una de ellas, donde los niños
hicieron observaciones al texto en cuanto a estructura, organización de las ideas para
observar si se cumplían en el texto o no. Luego cada uno revisó su texto y se dieron
cuenta que no cumplía con las condiciones dadas. Sugerí a los niños llevar un cuento
para la casa para que lo leyeran e identificaran su estructura.
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Imagen 1: Cristian David Forero Lancheros, 6 años y medio, grado primero,
básica primaria, primera versión del cuento.
Los niños hicieron observaciones teniendo en cuenta los dos primeros aspectos, para
los demás necesitaron del acompañamiento por parte mía. En este caso observé el
proceso escritural de cada niño, lo mismo que algunos niños cambiaron la temática del
cuento porque no les gustó lo escrito en la primera versión.
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Imagen 2: Cristian David Forero Lancheros, 6 años y medio, segunda
versión del cuento.
El poner a los niños en situaciones de escritura que tengan sentido para ellos y con un
propósito claro, les permite construir de manera progresiva los aprendizajes necesarios
para producir el tipo de texto determinado. Los cuentos fueron terminados y revisados
nuevamente para dejarlos listos para la exposición programada para el cierre del
proyecto.
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Imagen 3: Cristian David Forero Lancheros, 6 años y medio,
tercera versión del cuento.
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Imagen 4: Cristian David Forero Lancheros, 6 años y medio, grado primero,
básica primaria, versión final del cuento.
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Evaluación del proyecto
La evaluación se realizó en forma permanente durante el desarrollo del proyecto. Cada
escrito, cada versión es una manera de observar sus progresos, fortalezas y debilidades
logrando aprender de los errores.
Al final se complementó la evaluación cuando los niños dieron respuesta por escrito a
las siguientes preguntas: ¿Qué fue lo que más le agradó del proyecto?, ¿Cómo se
sintió?, ¿Qué aprendió? (ver imagen 5 donde aparece evaluación proyecto “Mi
Mascota”). Al leer sus respuestas me di cuenta que lo que más les agradó del proyecto
fue el haber llevado sus mascotas al colegio, la elaboración del cuento y la
presentación que hicieron cuando socializaron el proyecto, además se sintieron muy
bien y felices con el proyecto. Aprendieron sobre las características de las mascotas y la
forma como se deben cuidar. También aprendieron a elaborar cuentos teniendo en
cuenta su estructura.
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Puedo decir que este proyecto me permitió apreciar que:
“Son estas experiencias las que le dan sentido a todas las actividades y aprendizajes
que tienen lugar en la institución escolar, de manera especial al lenguaje escrito: las
competencias adquiridas durante la elaboración, la realización y la evaluación de los
proyectos son transferidas al aprendizaje de la lectura y de la escritura, pero, por otra
parte, a medida que trabajan en los proyectos, los niños van a tener que recurrir al
lenguaje escrito, tanto en situación de lectores como de productores de texto.”
Josette Jolibert
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Finalización del proyecto con la asistencia de los padres de familia,
alumnos y profesores.
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Cada estudiante presentó su versión final del cuento a todos los asistentes al acto
cultural.
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Lectura de los cuentos por parte de los padres de familia y asistentes al acto
cultural.
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