Ejemplo de un Inconverso

Hch 8:9-25 Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la
magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria,
haciéndose pasar por algún grande. (10) A éste oían atentamente
todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el
gran poder de Dios. (11) Y le estaban atentos, porque con sus artes
mágicas les había engañado mucho tiempo. (12) Pero cuando
creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. (13)
También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre
con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían,
estaba atónito. (14) Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén
oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a
Pedro y a Juan; (15) los cuales, habiendo venido, oraron por ellos
para que recibiesen el Espíritu Santo; (16) porque aún no había
descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido
bautizados en el nombre de Jesús. (17) Entonces les imponían las
manos, y recibían el Espíritu Santo. (18) Cuando vio Simón que por
la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo,
les ofreció dinero, (19) diciendo: Dadme también a mí este poder,
para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu
Santo. (20) Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo,
porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. (21)
No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es
recto delante de Dios. (22) Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y
ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu
corazón; (23) porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo
que estás. (24) Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros
por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre
mí. (25) Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se
volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos
anunciaron el evangelio

Simón representa a muchas personas en la actualidad. Personas que

tienen un lugar en la sociedad y que se sienten atraídos por evangelio,
pero que no llegan a una profundidad con Dios, y una verdadera
conversión.

I. Simón el mago
1. No era una persona rara en el mundo antiguo. Había
magos, astrólogos y adivinos.
2. Creían en sus poderes y en sí mismos.
 3. Necesitaban cosas extraordinarias para creer.
4. Su abandono de la magia no fue total, solo quería ver de
que se trataba el evangelio y donde radicaba su poder
para hacer ganancias.
5. Debemos identificar a personas si su conversión es real o
no porque estas pueden hacer mucho daño a la iglesia.
II. Samaria
1. Samaria era una región de mezclas y de mucho racismo.
2. Samaritanos y judíos no se comunicaban, existía odio. Hoy
también hay diferencias que se deben romper.
3. Felipe abrió camino hablándoles del amor de Cristo,
salvación. Les llevaron sanidad, y Gozo.
4. Recibieron el Espíritu Santo para mantener sus vidas en
Cristo.
III. No se compra
1. Simón estaba interesado en el poder y no en el Espíritu
Santo.
2. Simón quería comprar algo que se recibe por gracia.
3. Estaban en tinieblas aún, era un inconverso, y necesitaba
un verdadero arrepentimiento.
4. Hoy hay personas en este estado de asombro, simpatía,
con anhelo de, pero sin entrega.
5. Debemos entender que el Espíritu Santo obra en quien Él
quiere, debemos dejar ser controlados por él.
Hoy debemos cuidar a la iglesia de estas personas y ayudarlas a
entregar sus vidas al Señor. Amén!