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Trabajo práctico: Clínica de niños y adolescentes

Orígenes de la clínica de niños:

“El huracán Kleiniano”


La empleada me hizo pasar al consultorio, un cuarto grande en forma de t, Melanie Klein
analizaba en la barra larga de la T y supervisaba en la corta. Yo era dos pequeños grandes ojos
curiosos que se detenían en todo, supervisando a mi supervisora. La pared junto al escritorio
tenía la foto de una mujer fantásticamente bella: Melanie de joven.

Melanie Klein fue la menor de cuatro hermanos de padres judíos, oriundos de Lemberg, actual
Ucrania. Nació en Viena en 1882, el año en que Freud conocía a Martha bernays. Melanie pasa
su infancia, adolescencia y primera juventud en Viena. Cuando contrae matrimonio con Arthur
Klein, a los 21 años, la pareja se muda al interior de Hungría.

En 1912 Melanie experimenta una perdida doble, primero muere el padre y después su
querido hermano Emmanuel. Ellos eran almas gemelas, A partir de esa fecha la melancolía se
instala en su vida, sufre ataques paralizantes de depresión con insomnio. La historia cuenta
que Melanie Klein descubrió el psicoanálisis en 1914, a los 36 años, cuando leyó el trabajo de
popularización de Freud “sobre el sueño”. Súbito despertar de una vocación, a partir de ese
momento, esta señora comienza a devorar psicoanálisis.

Comienza una pequeña autobiografía en 1953 y continúa escribiéndola en forma intermitente


hasta 1959, un año antes de su muerte. Según Grosskurth, estos fragmentos autobiográficos
son cautos, maliciosos, repetitivos y evasivos.

En 1913 Ferenczi emulado por el “Juanito”, publicó un artículo corto, “el pequeño hombre
gallo” que trata del caso de un chico con fobia a los gallos, provocada por ansiedades
persecutorias, secuelas de la masturbación. Ferenczi estímulo a la pequeña Ada Schott e
incluso a Anna Freud a dedicarse a psicoanálisis infantil. También alentó a Melanie Klein que
recuerda en su memoria: “durante mi análisis con Ferenczi, me llamo la atención sobre mi don
para comprender a los niños… y me estímulo a que me dedicase al psicoanálisis de niños
pequeños. Yo tenía tres hijos a la sazón y pensaba que la educación no bastaba para
comprender la personalidad infantil… siempre pensé que en el fondo había algo que yo no
podía alcanzar.

Su segundo analista fue Abraham, el polo apuesto temperamental de Ferenczi. Abrham


amputa piernas frente a su aterrorizado hijo y Ferenczi, cálido, repartirá besos. Entre los
trabajos no publicados Phyllis Grosskuth encontró una nota, donde decía que Abrham había
descubierto la primera fase anal… se acercó a la concepción de los objetos internos. Su trabajo
sobre las fantasías e impulsos orales va más allá de Freud. Melanie Klein tenía 38 años cuando
se instaló en Berlín, en 1921, lugar donde su genio floreció, refino su técnica descubriendo en
cada pequeño paciente una nueva veta de fantasías inconscientes. Un momento clave en la
obra de Melanie Klein fue su texto sobre los símbolos, que lo mismo más tarde Lacan toma
como punto de partida “la teoría del simbolismo” de Jones
Otra fuente arsenal teórico de Melanie fue la reformulación de Freud en el “libro de la
angustia”, Melanie profundizando la idea axial de inhibición, síntoma y angustia, enfatiza que
la ansiedad se debe más a la acción de la agresividad que a la de la libido.

En 1924 Melanie presenta en el congreso de Salzburgo, su tecnica de terapia por el juego.


Hannah Segall resume bien la apuesta de Melanie en este primer periodo “ sus primeros
descubrimientos sobre las relaciones de objeto sin duda echaron una nueva luz sobre la
sexualidad, tanto masculina como femenina, revelando en ambos sexos una toma de
conocimiento precoz de la vagina y la importancia de las fantasías relacionadas con el cuerpo
de la madre y sus contenidos. Klein exploro la gravitación de los estadios pre genitales y de las
relaciones objétales parciales en le desarrollo tanto del complejo de Edipo como el superyó”.
La “madre mala” en el vocabulario kleiniano es un objeto interno. Cambiando figuritas,
podemos decir que el objeto interno se aproxima al arquetipo. Por otra parte la madre mala
como imponente objeto primordial, se semeja a la gran madre de Jung.

Es posible precisar la fecha en que Klein se hizo kleiniana, fue en 1934 en el congreso de
Lucerna, congreso que también marca la salida de REICH. Alli comienza la segunda fase de su
pensamiento ya que por primera vez entra en escena la noción de posición depresiva.Cierta
noche cuando Hans Klein su marido, regresaba a su casa, el terreno cedió y el joven cayo en el
precipicio. Melanie quedo tana batida que no pudo asistir al funeral.

La posición depresiva fue la primera de las elaboraciones teóricas de peso en la obra de


Melanie Klein, ese concepto integraba los aspectos teóricos de las fases precedentes.Tanto el
objeto interno Kleiniano como el objeto pequeño a lacaniano representan el resto de una
perdida. La diferencia reside en que el objeto A es irreductible a la simbolización mientras que
el objeto.

“Klenismo y análisis de niños.” M. Plotkin.


El psicoanálisis de niños en principio mayoritariamente era un área ejercida por mujeres que
no tenían títulos habilitantes en medicina. Hacia finales de los años 50 y 60 mujeres médicas
comenzaron a incorporarse a la APA (Asociación Psicoanalítica Argentina). El análisis infantil
allanó el camino para la recepción de las doctrinas y teorías de Melanie Klein con influencia
predominante en la APA hasta comienzos de los años 70. Hay quienes afirman que la primera
cátedra de psiquiatría infantil en el mundo fue creada en Rosario en 1921 anticipándose así
por cuatro años a una cátedra similar en Francia. En la Argentina la primera persona en ejercer
el psicoanálisis infantil fue Arminda Aberastury.

Comenzó su análisis didáctico con Garma (considerado fundador del psicoanálisis en américa
Latina) y posteriormente descubrió las teorías de Melanie Klein y su técnica para analizar el
juego en niños. Se convertía en la embajadora informal de Klein en América Latina. La elección
del Kleinismo tomado por APA tenía que ver con que Melanie Klein daba más instrumentos
que Anna Freud para saber qué hacer con un niño.

Klein proporcionaba un conjunto muy definido de lineamientos que podían seguirse con
relativa facilidad. Colocaba el énfasis en la técnica creando un encuadre analítico rígido pero
relativamente fácil de reproducir. Ofrecía un conjunto de reglas estrictas tanto para niños
como para adultos.

Anna Freud: dudaba de poder llevar adelante un verdadero análisis infantil porque los padres
estaban demasiado presentes en la vida del niño y no se podía establecer una adecuada
relación transferencial. Consideraba necesario un trabajo pedagógico previo.

Klein pensaba que la transferencia podía establecerse muy temprano en la vida de los niños y
que eran tan analizables como los adultos. El juego de los niños sustituía a la asociación libre
de los adultos.

Las diferencias en análisis de adultos y niños se diferenciaban por el tipo de técnica. Dos
consecuencias importantes puede establecerse en el terreno profesional primero, la versión
Kleniana requería conocimientos específicos que sólo la formación analítica podía poseer. La
APA monopoliza así el psicoanálisis infantil. Un segundo aspecto era el psicoanálisis argentino
quedaba en el lado opuesto al cerco teórico establecido por el psicoanálisis norteamericano
que en los años 50 y 60 se encontraba bajo la influencia de la psicología del yo originado en las
teorías de Anna Fred y las escuelas culturistas nativas.

“El niño en Freud y Melanie Klein”


El PS. Hugo Avellaneda es Psicoanalista, supervisor de la cátedra de Psiquiatría infantil en la
Facultad de Medicina de la U.N.R, dictante de seminarios en el Hospital Provincial de Rosario,
la Sociedad de Pediatría y la escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud de Rosario.

Hace un recorrido donde trabaja cuestiones de Freud y Melanie Klein, en la medida en que
ellos de alguna manera, alumbraron, Freud el Psicoanálisis y M. Klein por su parte, inaugura
toda una dimensión de trabajo con los niños que no tenía precedentes.

Avellaneda, pensó el lugar que ocupa el niño en los discursos porque tiene bastante actualidad
y va cambiando, o que también en todo caso retornan sobre la actualidad, algunas formas
discursivas que aparecían en otro tiempo. Señala los caminos abiertos por Freud en relación a
la infancia y su contribución enorme al conocimiento de los primeros tiempos de la
subjetividad, así como poder llamarla atención sobre ese tiempo del hombre tan descuidado
históricamente.

Cita a Phillipe Aries donde señala que el arte Medieval (anterior al S XVII) no conocía la
infancia o no la representaba, lo que lo lleva a suponer que en esta sociedad no había espacio
para ella. Es poco a poco que empieza la aparición de niños en el arte, y en general vinculados
a temas religiosos .Anteriormente la infancia era un pasaje sin importancia hacia la adultez, y si
un niño se moría, esa “cosita” que desaparecía tan pronto nadie pensaba que fuera digna de
recordar.

Solo después, y sobre todo en la pintura, se percibe un cambio importante, se trata de no


desechar, sino conservar la infancia, mediante la pintura primero y la fotografía después.
Posteriormente Aries, dirá que la modernidad acentuara el lugar de la infancia, hasta hacerla
una obsesión, surgirán varios discursos sobre ella: J.J Rousseau consideraba al niño como un
inocente, al que había que educar y enseñar.

Sitúa a Freud y al surgimiento del psicoanálisis allí, y el pensamiento predominante en Viena


de su tiempo respecto a la consideración de la infancia, que en su afán de educarlos, llego a
caer en un sistema de pensamiento, con el cual se volvió a colocar a los niños, sino como
desecho. Si bajo el imperio de padres y educadores.

El representante más importante de este pensamiento fue3 D.G. Schreber, médico y patólogo
Alemán, cuyas ideas llegan a ser fuente de inspiración, años después para el Nazismo. Creo un
sistema global para padres y educadores y estaba convencido que sus ideas aplicadas por sus
lectores a la vida cotidiana y a la de sus hijos darían como resultado una raza de hombres más
fuertes. Pensaba que los padres debían restringir la libertad de sus hijos mediante severas
disciplinas en aras de la salud, moral, mental y física. Creía que los niños son criminales o
enfermos desde el principio, o llegarían a serlo si no se los rescataba a tiempo, arrancando los
“malos pensamientos” que hay que arrancar de raíz y exterminar.

Es por ello que el paso que Freud da adquiere a la luz de las ideas sobre el niño de sus
contemporáneos una dimensión totalmente nueva, ya que por una parte no comparte la visión
romántica, que Russeau pretendía, ni tampoco se sitúa en el camino de Schareber. El niño
Freudiano no es un inocente, pero tampoco un criminal en potencia que hay que cambiar a
fuerza de coerciones educativas; la infancia es una época de constitución y movimientos de
afectos im0portantes que llegan a desbordar al sujeto exponiéndolos a efectos traumáticos. El
más importante de ellos la sexualidad. Recordemos que el capítulo “Tres ensayos para una
teoría sexual infantil”, comienza con un subtítulo que dice: “Negligencia (o descuido) de lo
infantil, y precisamente lo descuidado ha sido la vida sexual infantil, a la vez su descubrimiento
arroja luz, sobre este descuido de siglos, y que señala como caído bajo la amnesia infantil,
convirtiendo esa época en un tiempo histórico olvidado, escritos, marcas perdidas, que
determinan al sujeto con la fuerza del destino.

Schreber dirá: “el carácter moral del niño está expuesto a graves peligros que emanan de su
propio cuerpo. Como resultante estos pueden ejercer un efecto devastador sobre el organismo
del niño. Me refiero a los impulsos relacionados con el desarrollo sexual.”

Así como una idea moral, viene a recubrir la vida infantil, para ahogarla, vemos a Freud
comenzar por interrogarla. Con una lógica sorprendente señala como se ha descuidado la
niñez: “todos los autores que se han ocupado del adulto han dedicado más atención a los
tiempos que caen fuera de la vida del mismo, esto es en la vida de sus antepasados, que a la
época infantil del sujeto, reconociendo mucha más influencia a la herencia que a la niñez”.

Solo con posterioridad a la publicación de Tres Ensayos, aparece en EE.UU. y Suiza, trabajos
referidos a la sexualidad infantil.

El concepto de esta negligencia que plantea Freud es la “amnesia infantil”, que oculta al
hombre los primeros años infantiles, hasta el séptimo u octavo año de vida. “Las impresiones
infantiles no desaparecen, sino que se trata de una amnesia análoga a la de los neuróticos,
llevada a cabo por la represión”. La amnesia infantil, convierte para cada individuo la propia
niñez en algo análogo a la época prehistórica y oculta a sus ojos los comienzos de su vida
sexual y además para Freud es la causa de que no se haya concedido un valor en cuanto al
desarrollo de la vida sexual. De allí que Freud conciba la infancia como un periodo traumático
atravesado por lo pulsional que desborda el aparato, pero a la vez constitutivo.

Siguiendo con esta idea de contraponer posiciones discursivas, en lo referente a la infancia,


llegamos ahora a las continuadoras de Freud, las que pueden considerarse como tales, y donde
esta oposición entre Psicoanálisis y Educación, alumbra las dos corrientes mas poderosas: A.
Freud y M. Klein. Freud retorna algo de esta consideración del niño como ser inmaduro y
dependiente, guiando su teorización y problematizando las posibilidades de análisis de un
niño. Relacionando dependencia y ligazón externas a los padres con la dificultad de
transferencia. Más adelante, en los años ´60 “Normalidad y Patología en la niñez” , hace
mucho más énfasis en el desarrollo normal o patológico, acercándose a la psicología evolutiva.
El DSM IV, tiene mucha influencia de su obra. Lo que lleva a estandarizaciones del niño,
fácilmente notables en el citado manual. Continuara con :” Neurosis y sintomatología en la
infancia” donde incluye “ asociabilidad, delincuencia y criminalidad como categorías
diagnosticas en la niñez”, el recién nacido como una ley en sí mismo gobernado por el principio
de placer, gratificándose de experiencias instintivas homologadas a las distintas formas de
masturbación como una ley en sí misma .la madre opera como ley externa, sobre todo en las
necesidades, ubicando al niño y su ambiente en una batalla, que permitirá los diversos tonos,
fácil, voluntario, caprichoso, etc, refiriendo estas primeras marcas como una guerra con el
“pequeño demonio”.

Curiosamente retorna por esta vía algo de la posición degradada que se señalaba en la época
medieval. M. Klein lleva el análisis a momentos muy tempranos del niño, apartándose de lo
pedagógico, y abriendo su posibilidad como analizante. Plantea el concepto de posiciones, que
están interrelacionadas y le permite pensar tanto la neurosis como la psicosis, y por lo tanto no
retroceder frente a situaciones clínicas muy graves. A diferencia de A. Freud, M. Klein eleva al
niño contra su degradación por el adulto. En el capítulo “Fundamentos psicológicos del análisis
de un niño” M. Klein considera que los hallazgos del psicoanálisis han conducido a una nueva
psicología del niño, que estos experimentan ansiedad e impulsos sexuales, y sufren grandes
desilusiones, ha desaparecido la creencia en el “paraíso de la infancia”.

Trabaja tratando de dar una significación a niños que presentaban síntomas graves,
desbordados por situaciones que llaman a pensar en satisfacciones pulsionales, y que ella
intenta significar, usando los significantes familiares para el niño, con la mira puesta en las
fantasías más originales, escena primaria, Edipo, castración. Introduce el juego como la
posibilidad, o la equivalencia con el lenguaje del adulto, es decir, hay una dimensión de
lenguaje, de lo simbólico diría Lacan.

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