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1.-PRINCIPIOS
La así llamada Revolución Cognitiva que se inicia con los modelos de Procesamiento de la
información fue un salto de magnitud en la comprensión de la mente humana. La aplicación
a la psicoterapia de sus paradigmas se expreso inicialmente en modelos objetivistas de
terapia cognitiva desde los enfoques cognitivo-conductuales herederos inmediatos del
conductismo, pasando por las corrientes cognitivas a secas y actualmente los modelos
constructivistas. En esta primera fase clásica , el centro del trabajo terapéutico se focalizaba
en analizar lo correcto o incorrecto de los procesos lógicos de pensamiento y su
modificación mediante estrategias argumentativas o persuasivas. La idea básica era la de
que según piensas sientes.
Como suele ocurrir en la ciencia, las discrepancias experimentadas en el curso de la
aplicación de las metodologías terapéuticas cognitivas objetivistas dieron lugar a la
búsqueda de nuevas explicaciones.
Así pasamos desde estos primeros modelos primordialmente asociacionistas, muy cercanos
a la modificación conductual a una fase conexionista que da más importancia a los
significados semánticos del paciente. Ambos enfoques estaban sin embargo más
interesados en las estructuras de superficie de los procesos mentales, que en las estructuras
profundas. Vale decir más centrados en los efectos manifiestos o resultados que en los
procesos subyacentes a aquellas manifestaciones explícitas. Los desarrollos más recientes
muestran un interés creciente en las estructuras profundas de los procesos mentales. En su
expresión más general son los enfoques que conocemos bajo el nombre de
Constructivismo. Tres son las características que diferencian los modelos constructivistas
de los anteriores enfoques objetivistas :
El sentido unitario personal entonces se sostiene en una tensión esencial entre procesos de
mantención y procesos de cambio alrededor de los cuales la evolución personal durante
todo el ciclo vital (y no solamente durante la infancia) ocurre en un proceso espiral sin fin
de organización y reorganización de la propia experiencia en el cual se generan momentos
de discrepancia los que, al no ser suficientemente resueltos se acompañan de fenómenos
psicopatológicos.
2.- EL METODO
Este método requiere del terapeuta la habilidad para distinguir entre la experiencia
inmediata y la explicación cuando el paciente revisa una experiencia. El terapeuta debe ser
capaz de simular la experiencia del otro, en otras palabras ponerse en su lugar, para
ayudarlo a distinguir, en la reconstrucción, lo que es su experiencia inmediata y lo que es la
explicación de la experiencia unitaria en curso. En este sentido Guidano ejemplifica lo que
ocurre con el paciente comparándolo con lo que ocurre en la física con la experiencia del
color.
Las ondas luminosas no son el hecho real sino que son la teoría que construimos acerca de
la irrefutable experiencia del color, al intentar explicar esta experiencia. De modo que
distinguir en la experiencia el hecho experiencial de la ulterior referencia que hacemos de
ese hecho experiencial no es algo sencillo y requiere que el terapeuta sea capaz de hacer esa
misma distinción en si mismo para poder operar en la experiencia del otro.
Para poder llevar esto a la práctica es necesario reconstruir el problema del paciente en
forma minuciosamente secuencial tal como se haría en la reconstrucción de una película.
Pero tal reconstrucción va mas allá de dar por hecho lo que el paciente dice
espontáneamente.
Se trabaja simultáneamente en dos niveles: uno en el cual se investiga como ocurrió la
experiencia que se está examinando y otro nivel en el cual se investiga la manera como el
paciente se refiere lo que le ocurrió. Esto con el fin generar una situación terapéutica que
lleve a este paciente a interesarse en investigar nuevos puntos de vista que el pueda
desarrollar ante su dificultad y no a buscar en el terapeuta soluciones externas. En un
contexto así el terapeuta es alguien que no resuelve las discrepancias del paciente sino que
genera las condiciones que posibiliten una resolución interna de la crisis.
Es en este sentido que el terapeuta es un perturbador estratégicamente orientado ya que
debe conducir este proceso en pasos graduales, de acuerdo a las propias capacidades del
paciente.
A diferencia de un método, una técnica tiene una protocolización más específica. El método
auto -observacional tiene como finalidad alcanzar niveles cada vez mayores de integración
y complejidad de la propia experiencia a través de pasos que van mas allá del momento
terapéutico.
El método auto-observacional es una invariante de la metodología terapéutica
posracionalista. En cambio la técnica de la moviola es una estrategia específica,
notablemente efectiva para desplegar la metodología auto-observacional, pero posible de
ser reemplazada o complementada por otras técnicas tal como es el caso de algunas técnicas
utilizadas por la psicoterapia experiencial.
La técnica en si aparece a primera vista como algo bastante simple. El problema que
presenta el paciente hay que transformarlo en una investigación sobre los eventos que
gatillan y/o mantienen el problema. Los eventos objetivo que se investigan son
reconstruidos de manera secuencial yendo hacia atrás y hacia delante en cámara lenta en
una especie de panorámica. Se va haciendo una focalización en determinada escena (evento
crítico) la cual es analizada en detalle y enriqueciendo el reconocimiento de sus
ingredientes tras lo cual es reinsertada en la secuencia narrativa con lo que esta secuencia se
modifica.
Las modificaciones reconocidas en la secuencia anterior facilitan la aparición de otros
detalles o ingredientes en otras escenas haciendo cada vez más rica la articulación entre
escenas.
Este trabajo de revisar hacia atrás y adelante, focalizándose en una escena en detalle y
después integrarla a la secuencia se suma a poner alternativamente al paciente desde el
punto de vista subjetivo de su experiencia, con ponerlo desde el punto de vista objetivo.
Esto puede modificar grandemente la secuencia originalmente percibida, flexibilizando el
punto de vista previamente sostenido por el paciente como una verdad objetiva.
-La Preparación del contexto Clínico e interpersonal es una tarea que apunta a trabajar la
problemática del paciente de manera que él se lo auto-refiera como algo que pertenece a su
propio estilo de funcionamiento.
Es decir en una condición en la cual el paciente acepte investigar en su pantalla interna, o
auto-observar la manera en que organiza su experiencia y como se la refiere .
Proceso que se correlaciona con pero que es autónomo de los eventos gatilladores de estos
mismos procesos. En otras palabras una condición que le permita conectar su personal
manera de ser con lo que le ocurre. Esto implica conducirlo a una situación que permita que
el haga una opción diferente a la de atribuir externamente lo que le ocurre, tal como sería el
caso de atribuir al contexto físico o social o a una enfermedad física o mental su
sufrimiento.
-La segunda fase, Construir el Marco Terapéutico es la fase central de la terapia ya que es
aquí donde se esperan los cambios mas importantes en la sintomatología. Esta fase se
desarrolla en dos pasos diferentes, pero indisolublemente conectados:
Esta es una tarea que desafía el sentido común. Es literalmente un acto contra natura que le
es posible al paciente efectuar solamente entregándole muchísimas explicaciones que le
permitan superar la tendencia humana espontánea a colapsar la experiencia inmediata y su
explicación.
En esta etapa el problema inicialmente planteado con una actitud externalizadora (un
problema objetivo), se comienza a entender como más internamente conectado a su manera
de ser con lo que se puede orientar todo el trabajo a enfocar la discrepancia entre la
experiencia inmediata y su reordenamiento explícito, con el fin de reconstruir el patrón de
coherencia entre ambos niveles de experiencia.
La idea es que el paciente tome conciencia de que sus estados emocionales expresan una
construcción, que implica procesos de auto-reconocimiento y auto referencia que son la
base de sus creencias y expectativas. Conjuntamente el paciente puede empezar a hacerse
cargo de cómo sostiene su auto imagen actual y los patrones de autoengaño utilizados para
ello.
Tras varias sesiones durante las cuales se ha reconstruido el modo en que la conciencia de
verse defraudando las expectativas del otro le afecta emocionalmente Fernando ya está
bastante consciente de su sensibilidad al juicio de los demás, de sus problemas para
delimitarse de los otros y como este juicio le define su ser en el mundo en ese momento, lo
cual es contradictorio con la imagen previamente estabilizada de un si mismo como alguien
muy independiente de los demás. Otras escenas reconstruidas con la misma metodología le
han hecho percatarse de que los trastornos digestivos aparecen normalmente cuando se
siente a la merced del juicio del otro y que la experiencia de miedo que había distinguido en
la escena anteriormente descrita ocurre solamente cuando se siente pasivo e incapaz de
revertir la valoración negativa que el percibe en el otro.
Para muchos pacientes este desafío a la imagen aceptable de si mismo resulta intolerable ya
que pueden transformar este hallazgo en una crítica negativa de si mismos y no como una
legitimización de su manera de ser que permita ampliar la exploración de la realidad..
Entonces es el momento de aplicar la estrategia hetero -referencial la cual facilitará la
diferenciación abstracta de si mismo respecto de los juicios externos. Se toma una escena
cualquiera y se somete al procedimiento regular. En este caso vamos a ejemplificar con una
situación laboral. Paralelamente a sus estudios, Fernando trabaja desde hace dos años en
una empresa relacionada con su futura profesión. En su trabajo desplegó la misma actitud
de autonomía y autosuficiencia desafiante hasta que en una oportunidad, en medio del
proceso de terapia tuvo una intensa recaída de sus problemas digestivos tras tener una
situación de conflicto con el jefe.
Otra escena importante ocurre con su novia en una situación en la cual ella, ante los
constantes despliegues de autosuficiencia y autonomía de Fernando lo desafía a terminar
con el compromiso.
En ese momento el tiene una nítida experiencia de pavor, una intensa sensación física de
estremecimiento y una baja anímica extrema. Al reconstruir la escena el distingue una
sensación de pérdida y soledad jamás antes sentida, parecida a haber perdido a la madre o
al padre.
La sensación de si mismo es de total confusión y pérdida de la familiaridad consigo mismo
(información sobre él).
Al ponerlo desde el punto de vista de la novia y apreciar su actitud externa el distingue una
mirada desafiante pero segura, con tono de voz claro, firme y consistente. Al interpretar el
mundo interno de ella el puede reelaborar el primer punto de vista de sentirse rechazado por
ella y la relación terminada y aprecia la actitud de la novia como una demostración del alto
grado de compromiso de ella con una proyecto común pero que a la vez es una coerción
amenazante para conminarlo a comprometerse.
Entonces el experimenta un cambio de punto de vista donde lo que ella dice o hace deja de
ser visto como información sobre él sino como información sobre ella (punto de vista
hetero-referencial) .
Este trabajo le permite posteriormente reconocer que en realidad es él quien ha estado
sometiendo a prueba a su novia como una manera de sentirse más independiente ante el
inminente compromiso, y que esta situación no significa necesariamente el fin abrupto e
inesperado de la relación. En posteriores reconstrucciones el puede apreciar que los
síntomas, que ya distinguía conectados a la activación emocional ante situaciones en que
temía decepcionar las expectativas de los demás se relacionan con cambios en la
apreciación de la total incondicionalidad de la novia por una condicionalidad cada vez más
evidente, los cuales se habían hecho manifiestos justamente en la época en que aparecen los
trastornos digestivos, alrededor de un año y medio atrás.
Hay que hacer notar que en este momento de la terapia Fernando ya ha recuperado su peso
normal e incluso se queja de estar engordando. Pero el continua interesado en seguir
explorando su experiencia mas allá de la resolución sintomática.
El cambio del punto de vista sobre sí mismo alcanzado por el cliente en esta etapa, provoca
un reordenamiento de la experiencia inmediata, pudiendo así reconocer y auto referirse
emociones y sentimientos anteriormente excluidos de la conciencia y consecuentemente
fuera de la imagen reconocible de si mismo y de los otros. Desde estar clavado en un
momento sintomático esencialmente incomprensible empieza a apreciar que lo que le
ocurre es parte de un proceso sintomático que tiene que ver con la lógica interna de su
manera personal de organizar su experiencia.
Esto implica cambiar el foco de atención desde las estrategias de control a las estrategias de
comprensión de cómo le ocurre lo que le ocurre. Además y progresivamente se torna cada
vez más perceptivo para reconocer como sus estados emotivos, originalmente inexplicables
se pueden empezar a conectar con desbalances en su vida afectiva, vale decir con conocer
el modo como es afectado por cambios inadvertidos en la imagen del otro .
2 - Reconstruir los criterios por los cuales él puede diferenciar las relaciones significativas
de la no significativas, en la secuencia de relaciones significativas. Estos criterios nos
permiten destacar qué patrones de clasificación de las parejas resultan más coherentes con
el estilo de vinculación que gradualmente se ha estructurado.
Fernando está ya preparado para investigar su carrera afectiva. Es una historia que se
caracteriza por escoger figuras femeninas románticamente desde la enseñanza básica. Ese
estilo romántico abstracto, de relaciones sin relación, existente solo en el plano estático-
formal , marcan su historia afectiva en un amor platónico que dura 10 años y que transcurre
solamente en su mente. Los escasos vínculos que puede mencionar fueron igualmente
etéreos.
Al reconstruir la secuencia afectiva le queda claro que la condición para vincularse era
siempre bajo la garantía de no tener que exponerse y manteniendo una comunicación muy
indirecta y ambigua en sus escasas experiencias. Sus elecciones eran siempre hechas con
personas escasamente desafiantes de su carácter socialmente evitativo. Muy avanzada su
carrera universitaria se atreve a tener las primeras experiencias sexuales, pero con
prostitutas, situación que le permitió explorar algo en el mundo de la sexualidad pero por la
presión y respaldo de familiares y sin el más mínimo riesgo de exponerse debido a lo cual
empezó a experimentar un creciente sentimiento de aislamiento ya que el resto de los
conocidos de su generación estaban iniciando sus proyectos afectivos personales.
Al conocer a la actual novia mantenía el mismo patrón afectivo romántico que lo
caracterizó desde la primera infancia, siendo ella una persona inicialmente de parecidas
características. Al reconstruir mas en detalle el patrón por el cual el eligió a su novia se
aprecia que ella le hizo sentirse aprobado incondicionalmente a priori, sin tener que
exponerse en ningún aspecto y contando además con una red social de apoyo que
respaldaba este vínculo. Tener una máxima garantía de incondicionalidad con una mínima
exposición personal fue lo que le permitió, ya cercano a cumplir 30 años tener su primer
amor real.
En esta etapa se ha logrado una desaparición casi total de los problemas sintomáticos o
perturbaciones originales con estos nuevos niveles de auto referencia abstracta en el
ordenamiento de las experiencias pasadas y presentes, creando una nueva actitud hacia la
realidad y el descubrimiento de nuevos ámbitos de experiencia.
En esta etapa la mayoría de los clientes prefiere interrumpir la terapia, lo cual no debe
preocupar al terapeuta, ya que no existe un modo inequívoco de hacer las cosas, siendo el
cliente el que mejor puede decidir cual es la mejor manera de avanzar en su trayectoria
vital.
El terapeuta en general acepta la decisión del paciente si es que este desea finalizar su
proceso de terapia aunque lo incentiva a interesarse en continuar la exploración personal, en
términos de reconstruir el modo en que su propio camino evolutivo lo ha llevado a
estructurar su propio significado personal el que ha aparecido inequívocamente ante sus
ojos al completar la segunda fase.
Lo que permite al terapeuta conducir la investigación del paciente hacia estos puntos
discrepantes y no a los confirmatorios es el conocimiento a fondo de la vía evolutiva que
caracteriza a la organización de significado personal del paciente y los procesos de
autoengaño con los que opera para mantener su coherencia.
Hay que considerar que en general los pacientes suponen que los hechos se identifican con
las explicaciones más que tener conciencia de que estas explicaciones se construyen sobre
experiencias vividas. En este sentido el terapeuta, realizando una continua diferenciación
entre experiencia inmediata y explicación reconoce las experiencias discrepantes que hay
que ordenar y reformula las discrepancias entre lo que el cliente ha dado por sentado toda
su vida y que ahora parece tan diferente.
Los primeros recuerdos de Fernando son muy vagos y difusos y sus contenidos emotivos
son los de un sentido de armonía y felicidad. Son recuerdos con contenidos idealizados de
la vida en especial de la familia. Recuerda situaciones en la educación básica en las cuales a
menudo disfrutaba con la idea de que sus padres eran inseparables pero que los demás no
gozaban de la misma posibilidad de sentirse seguros tal como él se sentía.
Durante el proceso de reconstrucción de esta fase recuerda que de el se decía que era un
niñito ejemplar, un niño muy independiente pero también un niño modelo que siempre
cumplía con sus obligaciones y nunca daba problemas.
También recuerda que desde muy temprano era muy enamoradizo y que su actitud hacia el
sexo opuesto era casi como la de una persona mayor ya que a las niñitas que le interesaban
las mimaba y les regalaba flores y desplegaba otras formalidades de seducción que eran
muy aplaudidas por la familia. El tenía algunas obligaciones domésticas que cumplía
gustosamente tal como hacerse cargo de sus hermanos menores, reemplazando así a veces a
la madre. Veía a su madre como la persona que los unía a todos, trabajadora y responsable.
El paso de la casa al colegio fue fluido y sin conflictos.
La madre era la Directora del colegio al que ingresó y este estaba ubicado contiguamente a
su casa de modo no tuvo oportunidad de sufrir muchas de las dificultades que otros niños
sufren en la transición de la edad preescolar a la escolar. El crece como un niño líder
competitivo y luchador y con un sentido muy alto de su libertad y autonomía personal.
Desde muy temprano se caracterizó por pertenecer activamente a toda clase de
organizaciones de orientación social o gremial y ocupó altos cargos de dirigencia
estudiantil.
Alrededor de los 14 años sufrió un vuelco radical en su forma de ser. En breve tiempo se
transformó en una persona socialmente retraída y amarga y en alguien muy crítico y
enjuiciador de la gente y la familia. Haciendo una revisión de los eventos significativos de
la época el se da cuenta, con gran angustia de que su cambio coincidió con la inesperada
separación de los padres y con un cambio radical de las actitudes de la madre y los
hermanos, que se convirtieron en seres muy egocéntricos y preocupados solo de ellos
mismos como mencionó amargamente. También queda claro que su actitud hacia las
mujeres también cambió y pasó desde ser un niño seductor y enamoradizo a una actitud de
retraimiento y timidez.
Para Fernando esto significó una sensación de profundo desencanto personal, pero a la vez
la tranquilidad de reconocerse de una manera más consistente y armónica al revisar y
reordenar longitudinalmente su historia de vida a la luz de su sensibilidad al juicio de los
demás. Puede explicarse además el brusco cambio experimentado a los 14 años cuando
pasó a ser otra persona, al comprender que haber perdido la validación de tener la imagen
de una familia sólida que lo respaldaba en toda exploración de la realidad. Y en particular
la profunda decepción de su madre la cual pasó desde ser la persona que unía a la familia a
ser una que solo pensaba en si misma y que empezó a ver como una persona intrusa e
invasiva en su vida personal. También le resultó más comprensible su necesidad de
incondicionalidad total en su vida afectiva.
5-COMENTARIOS FINALES
BIBLIOGRAFÍA