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LITERATURA
Capítulo Pág.
I. Neoclasicismo .................................................................................................................. 71
B la cka m es
Neoclasicismo
Capítulo I
Contexto histórico - Creó arquetipos. por su parte, está hermano y el noble
- Satírico. enamorado de una Anselmo, un hombre de
- Descubrimiento de las - Ridiculiza a la muchacha pobre, Mariana, cincuenta años, con quien
ruinas de Herculano, burguesía. con quien es indudable Harpagón quería casar a
Pompeya y - Comediógrafo que el avaro no lo dejará Elisa, abre a ambos sus
Roma satírico. casarse. En efecto, brazos. ¡Es su padre!
- Auge del Racionalismo - Gran observador de Harpagón tiene proyectos
(influencia de René costumbres. muy diferentes y hace En otro tiempo por
Descartes) saber a sus hijos que está una serie de
- Surge en Francia E dispuesto a tomar para sí circunstancias
durante el gobierno de l a Mariana. Una intrigante, novelescas, la familia se
Luis XIV (Rey Sol) Frosine, se encarga de había dispersado en un
máximo representante a negociar el matrimonio, la naufragio. Llega entonces
del Absolutismo, v joven no conoce a Cleanto y propone un
creando éste, la a Harpagón e ignora que es trueque a su padre; hará
Academia Francesa el padre del galán que la que le devuelvan su dinero
r
para controlar el arte. corteja. La grotesca figura si Harpagón le da a
o
de Harpagón la llena de Mariana. Harpagón
R espanto, pero la aparición consiente en todo, incluso
- Género:
a de Cleanto la reconforta. en que Elisa se case con
Dramático
Harpagón, ante las Valerio a condición de que
c - Especie:
buenas relaciones que las dos bodas no le
i Comedia
inmediatamente ve cuesten nada, y que se le
- Cinco actos. Está
o establecerse entre los pague un traje nuevo para
en verso
n jóvenes, concibe una asistir a ellas.
sospecha que quiere
a Personajes:
comprobar. Finge haber T
l reflexionado sobre su a
i - El rico Harpagón, el
edad y propone a Cleanto r
avaro
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- Elisa, hija de
m con Mariana. Cleanto cae u
Harpagón.
en la trampa, pero en f
o - Cleanto, hijo de
cuanto su padre los o
Harpagón.
desengañase le anuncia (
- Filosofía del - Valerio, fingido
que ya las cosas han F
conocimiento basada criado de Harpagón,
llegado a ese extremo, no r
en la razón, en enamorado de
se le cederá sino es por la a
oposición al E
fuerza. Bruscamente, un g
Subjetivismo y al l
terrible descubrimiento m
Empirismo i
distrae la cólera del avaro, e
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pues le han robado una n
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cajilla con diez mil t
Molière (Francia 1622 .
francos, que guardaba o
- 1675) - Mariana, amada de
enterrada en el jardín. El )
Cleanto.
ladrón es La flecha, criado
Su verdadero nombre
de Cleanto al que A
era Jean-Baptiste Argumento
Harpagón había C
Poquelin, abandonó el
El rico Harpagón tiene despedido. T
puesto de tapicero real
que ostentaba su padre dos hijos que no lo O
quieren ni lo estiman, Pero las sospechas
por dedicarse al teatro
Elisa y Cleanto. La primera caen sobre Valerio, a
T
ha conocido a un joven consecuencia de una
Obras: E
que para acercarse a ella, denuncia del mayordomo
R
se ha introducido en casa que quiere hacer pagar al
Tartufo, El Avaro, El C
de su padre como señor intendente los
enfermo imaginario, El E
intendente bajo el nombre palos que recibió de él;
médico a palos, Don Juan, R
de Valerio; Cleanto, para disculparse, Valerio
El Misántropo, Las O
no tiene más remedio que
Preciosas Ridículas. dar a conocer su
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verdadero nombre.
Características: s
Mariana reconoce
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entonces en él a su
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Escena II
Tartufo y Dorina
Escena VI
Orgón, Damis y Tartufo
Escena VII
Orgón y Tartufo
Características:
Félix María Samaniego (Laguardia, 1745-1801)
- Gran conocedor de la naturaleza humana.
- Argumentos sencillos. Escritor vasco cuyas sencillas y graciosas fábulas
- Perfección en el estilo.
- Obedeció a las normas neoclásicas. para
niños le han valido un lugar propio en la historia de la
Jean de la Fontaine (Francia 1621 - 1695) literatura. Nació en una familia aristocrática, e,
influenciado por los enciclopedistas franceses, dedicó su
Perteneció a una familia burguesa, y formó parte de vida al bienestar de sus compatriotas de Euskadi. En
un círculo de jóvenes poetas llamados "Los Caballeros 1783, se involucró en una disputa literaria con el
de la Tabla Redonda", por su admiración a estos temas. fabulista Tomás de Iriarte, que había sido su
Amigo de Molière y Racine. colaborador, y, en 1793, fue confinado en un monasterio
a causa de ataques realizados en su nombre contra la
Obras: Iglesia. Sus célebres Fábulas morales, escritas para sus
estudiantes de la Sociedad Vasca, figuran incluso hoy en
Los amores de Psiqué y Cupido, Narraciones y los programas escolares.
Cuentos, Fábulas.
El perro y el cocodrilo
Leandro Fernández de Moratín
(Madrid, 1760 - París, 1828) Bebiendo un perro en el
Nilo al mismo tiempo corría.
Considerado el maestro de la comedia neoclásica -Bebe quieto- le decía
española, Leandro Fernández de Moratín es una de las un taimado cocodrilo.
figuras más destacadas de las letras castellanas de la Díjole el perro prudente:
-Dañoso es beber y andar,
¿pero es sano el aguardar
a que me claves el
diente?
¡Oh, qué docto perro viejo! Acercóse a olerla
Yo venero tu sentir el dicho animal,
en esto de no seguir y dio un resoplido
del enemigo el consejo. por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
La zorra y las uvas y sonó la flauta
(Libro IV - Fábula VI) por casualidad.
El sí de las niñas
Resumen del
argumento
Escena Primera
Don Diego, Simón
Capítulo II
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amorosa Leipzig, llegando a ser
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- El centro de la
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escuela romántica
(rebeldía contra lo r
fue Alemania.
( racional). o
1 - Proclama la libertad y :
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medievales y m
- Independencia de cristianos. á
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hispanoamericanas. i
- Cambio sociopolítico A e
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en Europa, m
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p constituye una de las más en la habitación de Fausto condenada a muerte. Ya
e bellas creaciones de la cuando éste retorna. El en prisión, Margarita paga
c literatura universal. perro se hincha su delito, y cuando Fausto
i Fausto era un anciano desmesuradamente, arde acude y pretende
e doctor que todo lo sabía. y de las llamas surge un libertarla, ella se niega.
: Sólo el "misterio de la caballero, era Muere en la prisión,
vida" no podía Mefistófeles, el diablo, recibiendo el perdón de la
D descubrirlo. Se hizo mago, quien le propone un Santísima Virgen, quien
r más todo fue en vano. pacto: él le devolverá la salva su alma. Las
a Sin haber tenido mujer e juventud perdida para aventuras del
m hijos ni haber disfrutado que pueda gozar de la rejuvenecido Fausto no le
a de los placeres del vida plenamente y le causan a éste sino
mundo, desconsolado no acompañará a todas sinsabores. Mefistófeles,
- esperaba sino la muerte. partes para darle cuanto en tanto promete a Fausto
Cuando iba a beber un desee. A cambio, Fausto un mundo lleno de
v brebaje mortal escucha le entregará su alma, si riqueza, gloria, triunfos y
e absorto el jubiloso toque obtiene un momento de sobre todo de poder. Para
r pascual de las campanas. felicidad plena, y si en un esto, Mefistófeles conduce
s Arroja la copa de veneno determinado momento a Fausto al palacio del
o y sale a la calle con su quiere detener el tiempo. Rey. El reino atraviesa
díscípulo Wagner. Un perro El doctor acepta, firma el una grave crisis
P les sigue, el cual entra pacto. De pronto salen económica, pero
a también volando de la habitación. Mefistófeles la salva.
r Llegan a una taberna, la Enseguida desciende con
t de Auerbach en Leipzig, Fausto a las entrañas de la
e donde los parroquianos tierra. Ahí donde están las
s embriagados entonan fuerzas generatrices de las
: cánticos. Se produce un cosas. Evócanse a Helena
percance y salen volando y Paris. Fausto cree
I Fausto y Mefistófeles, en encontrar la felicidad
la capa mágica de éste. máxima con la hermosa
( En la cocina de una bruja Helena. Euforión, el hijo
1 bebe Fausto un filtro y se de ambos muere a
8 transforma en un joven consecuencia de una
0 arrogante y ávido de vivir caída. Helena se
8 el placer. Con la ayuda de desvanece entre tinieblas.
) Mefistófeles seduce y se De vuelta al reino le
, burla de Margarita, una presta eficaz ayuda al
hermosa niña. diablo y el doctor, al
I Mefistófeles recurre a los soberano, en una guerra.
I clásicos trucos de la El rey le concede a
táctica amorosa -regalos, Fausto una provincia.
( joyas, etc.- y consigue Excítase desaforadamente
1 que Margarita acceda a su ambición,
8 recibir a Fausto en su convirtiéndose en poco
3 habitación; pero, para tiempo en un amo muy
1 esto, Margarita ha dado a rico y poderoso. Más no se
) su madre una pócima para siente feliz a pesar de
Personajes: Fausto, que se duerma y no se todo lo que ha obtenido a
Mefistófeles, Margarita, entere de la clandestina través de Mefistófeles.
Valentín, la madre, cita. Este hecho trae Ciego y anciano maldice
Helena, Paris, Euforión consigo terribles de su suerte. Pronuncia la
consecuencias: la madre frase secreta: "Si yo
Monumental obra del más muere por efecto del pudiera decirla al instante:
grande poeta alemán de narcótico. En un lance, / Perdura! ¡Eres tan
todos los tiempos, Fausto da muerte a hermoso!,
Wolfgang Goethe, nacido Valentín, un arrogante / entonces podrías cumplir
en Francfort del Mein el soldado, hermano de con tu misión; / podría
28 de octubre de 1749. Margarita. Ésta inculpada pararse el reloj, caer las
Esta obra, a cuya de dar muerte a su propia agujas. / y el tiempo
perfección Goethe dedicó madre y a su hijo, el abolirse para mí". Fausto
sesenta años de su vida, concebido con Fausto, es trata de disiparse en la
5
LITERATURA AÑO
embriaguez de los
sentidos, en los goces y
dolores de la vida terrena:
"Y lo que es concedido a
la humanidad entera /
quiero yo gozarlo en mi
ser personal". Acude
Mefistófeles, pero no
puede llevarse su alma,
por haberse mantenido
ésta pura, a pesar de
todo lo ocurrido, se apoderan de ella los espíritus El Fausto
celestes. El tema de esta obra lo tomó Goethe de una (Fragmento de la primera parte)
leyenda medieval que circuló por todas las literaturas.
Además existió un doctor Fausto, famoso por su extraña ¡Ay, dolor; ay, dolor! Con puño poderoso has destruido
ciencia, en la Alemania del siglo XVI. Amigo fraternal de el mundo seductor: se derrumba, cae en ruina. Un
Schiller, le escribió a éste el 11 de enero de 1797: semidiós lo ha hecho trizas. Nosotros llevamos más
"Tengo absoluta necesidad de verlo, pues he llegado a allá los escombros de la nada, y lloramos la belleza
la situación de no poder escribir sobre nada sin que perdida. ¡Tú, poderoso entre los hijos de la tierra,
previamente hayamos conversado a nuestras anchas". reconstrúyelo más espléndido, créalo de nuevo en tu
Goethe murió en Weimar el 22 de marzo de 1832, a los pecho!
83 años de edad. Sus restos fueron sepultados en el
panteón de los Príncipes de Weimar. CORO DE ESPÍRITUS
Escena II
RIMA XVII
RIMA XXI
RIMA XXX
RIMA XXXVIII
RIMA
LIII
I
¿Véis ése de la capa roja y la pluma blanca en
el filtro, que parece que trae sobre su justillo
todo el oro de los galeones de Indios; aquél
que baja en este momento de su litera para
dar la mano a esa otra señora que, después
de dejar la suya, se adelanta hacia aquí,
precedida de cuatro pajes con hechas? Pues
ése es el marqués de Moscoso, galán de la
condesa viuda de Villapineda. Se dice que
antes de poner sus ojos sobre esta dama
formar una escuadra suficiente a resistir a la del Gran la catedral...Pero él, nada... Primero dejaría la vida que
Turco... abandonar su órgano favorito... ¿No
Mirad, mirad ese grupo de señores graves: esos son los
caballeros veinticuatros. ¡Hola, hola! También está aquí
el flameante, a quien se dice que no han echado ya el
guante los señores de la cruz, merced a su influjo en los
magnates de Madrid... Este no viene a la iglesia mas que
oír música... No, pues si maese Pérez no le arranca con
su órgano lágrimas como puños, bien se puede asegurar
que no tiene su alma en su almario, sino friéndose en
las calderas de Pero Bolero...
¡Ay, vecino! Malo... malo... Presumo que vamos a tener
jarana. Yo me refugio en tu iglesia. Pues, por lo que
veo, aquí van a andar más de sobra los cintarazos que
los Patermóster. Mirad, mirad: las gentes del duque de
Alcalá doblan la esquina de la plaza de San Pedro, y por
el callejón de las Dueñas se me figura que he
columbrado a las del de Medinasidonia. ¿No es lo dije?
Ya se han visto, ya se detienen unos y otros sin pasar
de sus puestos... Los grupos se disuelven... Los
ministriles, a quienes en estas ocasiones apalean
amigos y enemigos, se retiran... Hasta el señor
asistente, con su vara y todo, se refugia en el atrio... Y
luego dicen que hay justicia. Para los pobres...
Vamos, vamos, ya brillan los broqueles en la
oscuridad...
¡Nuestro Señor del Gran Poder nos asista! Ya comienzan
los golpes... ¡Vecina! aquí... antes que cierren las
puertas. Pero. ¡calle! ¿Qué es eso? Aun no han
comenzado cuando lo dejan. ¿Qué resplandor es
aquél?... ¡Hachas encendidas!
¡Literas" Es el señor
Obispo.
La Virgen Santísima del Amparo, a quien invocaba ahora
mismo con el pensamiento, lo trae en mi ayuda... ¡Ay!
¡Si nadie sabe lo que yo debo a esta Señora!... ¡Con
cuánta usura me paga las candelillas que le enciendo los
sábados"... Vedlo, qué hermosote está con sus hábitos
morados y su birrete rojo.... Dios lo conserve en su silla
tantos siglos como yo deseo de vida para mí. Si no fuera
por él, media Sevilla hubiera ya ardido con estas
disensiones de los duques. Vedlos, los hipocritones,
cómo se acercan ambos a la litera del prelado para
besarle el anillo... Cómo le siguen y le acompañan,
confundiéndose con sus familiares. Quién diría que esos
dos que aparecen tan amigos, si dentro de media hora
se encuentran en una calle oscura... Es decir,
¡ellos, ellos!... Líbrame Dios de creerlos cobardes. Buena
muestra han dado de sí peleando en algunas ocasiones
contra los enemigos de nuestro Señor... Pero, es la
verdad, que si se buscaran... Y se buscaran con gana de
encontrarse, poniendo fin de una vez a estas continuas
reyertas, en las cuales los que verdaderamente baten el
cobre de firme con sus deudos, sus allegados y su
servidumbre.
Pero vamos, vecina, vamos a la iglesia antes que se
ponga de bote en bote..., que algunas noches como
ésta suele llenarse de modo no cabe un grano de trigo...
Buena ganga tienen las monjas con su organista...
¿Cuándo se ha visto el convento tan favorecido como
ahora?... De las otras comunidades puedo decir que le
han hecho a maese Pérez proposiciones magníficas.
Verdad que nada tiene de extraño, pues hasta el
señor obispo le ha ofrecido montes de oro por llevarle a
conocéis a maese Pérez? Verdad que sois nueva en el fallecimiento de algún amigo. Entonces, como la
barrio... Pues, es un santo varón; pobre, sí, pero mortandad au me nt ab a, s ie mp re es pe rá ba
limosnero cual no otro... Sin más parientes que su hija mo s en te ra rn os , diariamente, de la pérdida de
ni más amigo que su órgano, pasa su vida entera en algún ser querido. Y, al final, temblábamos al acercarse
velar por la inocencia de la una y componer los registros cualquier mensajero. El propio aire del Sur nos
del otro... ¡Cuidado que el órgano es viejo! Pues nada, él parecía oler a muerte. Aquel pensamiento
se da tal maña en arregarlo y cuidarlo, que suena que es sobrecogedor se adueñaba, en verdad, de mi
una maravilla... Como que te conoce de tal modo, que a
tientas... Porque no sé si os lo he dicho, pero el pobre
señor es ciego de nacimiento... Y con qué paciencia lleva
su desgracia!... Cuando le preguntan que cuánto daría
por ver, responde: "Mucho, pero no tanto como créis
porque tengo esperanza! ¿Esperanzas de ver? "Sí, y
muy pronto - añade sonriendo como un ángel- Ya
cuento setenta y seis años. Por muy larga que sea mi
vida, pronto veré a Dios...".
Obras:
Características:
- Inaugura el género
policial.
- Atmósfera angustiante y
opresiva.
- Revalorado por Baudelaire.
- Lenguaje exaltado y
sencillo.
- Padre del cuento policial y de
misterio.
- Padre del cuento
moderno.
La esfinge de calavera
-Para evaluar correctamente, por ejemplo -dijo-, la Es imposible decir cómo primero la idea entró en mi
influencia ejercida sobre la humanidad a lo largo del cerebro, pero, una vez concebida, me acosó día y noche.
tiempo por la consumada difusión de la Democracia, no Objeto no había ninguno. Pasión no había ninguna. Yo
dejará de representar un dato la distancia de la época amé al viejo. El nunca me había hecho mal. Él no me
en que tal difusión pudo efectuarse. Aun así, ¿puede había insultado. De su oro no tuve ningún deseo. ¡Creo
usted indicarme un escritor que haya escrito sobre el que fue su ojo! Sí, ¡fue eso! Uno de sus ojos parecía
gobierno que pensara nunca en esa rama especial del como el de un buitre — un ojo azul pálido con una nube
tema, digno siempre de discusión? encima. Cada vez que caía sobre mí, la sangre se me
helaba, y entonces de a poco, muy gradualmente, me
Hizo una pausa, se incorporó y, dirigiéndose hacia una decidí a tomar la vida del viejo, y así librarme del ojo
librería, sacó un tratado corriente de Historia Natural. para siempre.
Me rogó entonces que cambiase de asiento con él, pues
así podía ver mejor los pequeños caracteres de la Ahora éste es el punto. Ustedes me imaginan loco. Los
impresión; sentose en mi sillón ante la ventana, y locos no saben nada. Pero ustedes deberían haberme
abriendo el libro, prosiguió su disertación en el mismo visto. Ustedes deberían haber visto cuan sabiamente yo
tono de antes. procedí
—¡con qué cuidado! — ¡con qué previsión, con qué
-Por su excesiva minuciosidad al describir el monstruo - disimulo, yo me puse a trabajar! Nunca fui más amable
explicó-, puedo en todo momento probarle lo que era. con el viejo que durante toda la semana antes de
En primer lugar, permítame leerle una descripción, para matarlo. Y cada noche cerca de la medianoche yo giraba
chicos de escuela, del género sphinz, de la familia el picaporte de su puerta y lo abría, ¡oh, tan
crepuscularia del orden lepidoptera y de la clase insecta suavemente! Y entonces, cuando había hecho una
o insectos. La descripción dice así: "Cuatro alas apertura suficiente para mi cabeza, ponía una oscura
membranosas cubiertas de pequeñas escamas linterna sorda todo cerrada, cerrada para que
coloreadas, de aspecto metálico; boca formando una ninguna luz saliera, y entonces metía mi cabeza. ¡Oh,
trompa enrollada, debida a una prolongación de la ustedes habrían reído al ver cuan hábilmente la metía!
quijada, sobre cuyos lados se encuentran rudimentos de La movía lentamente, muy, muy lentamente, para no
palpos vellosos; las alas inferiores están adheridas a las perturbar el sueño del viejo. Me tomó una hora poner
superiores por unas cerdas, antenas en forma de porra mi cabeza entera dentro de la apertura hasta poder ver
prolongada, prismática; abdomen puntiagudo. La como él yacía sobre su cama. ¡Ja! ¿habría sido un loco
Esfinge de Calavera causa un gran terror entre el vulgo, tan inteligente como para hacer esto? Y entonces cuando
y al mismo tiempo, el tono triste del lamento que mi cabeza estaba bien dentro del cuarto abrí la linterna
profiere y esa imagen de la muerte que muestra sobre cuidadosamente — oh, tan cuidadosamente —
su coselete aumenta el miedo de la gente". cuidadosamente (ya que los goznes crujían), la abrí
apenas tanto como para que un único rayo delgado
Cerró el libro, recostándose sobre el sillón en la misma cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante
postura que tenía en el momento de contemplar al siete largas noches, cada noche sólo a la medianoche,
"monstruo". pero encontraba el ojo siempre cerrado, y así era
imposible hacer el trabajo, porque no era el viejo quien
me vejaba sino su Ojo Perverso. Y todas las mañanas,
cuando el día irrumpía, iba con audacia a su cuarto y le
hablaba valientemente, llamándolo por su nombre en un
tono cordial, y averiguando cómo había pasado la
noche.
Entonces pueden ver que tendría que haber sido un Estaba abierto, bien, bien abierto, y me puse furioso al
viejo muy profundo, en verdad, para sospechar que cada observarlo. Lo vi con perfecta precisión — todo un azul
noche, cerca de las doce, yo lo observaba mientras sombrío con un horrendo velo encima que heló la misma
dormía. médula de mis huesos, pero no pude ver nada más de
la persona o cara del viejo, ya que había dirigido el rayo
Hacia la octava noche fui más precavido que lo común como por instinto precisamente sobre el punto maldito.
en abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con
más rapidez que mi propia mano. Nunca antes de esa ¿Y ahora, no les he dicho que lo que ustedes confunden
noche había yo sentido el alcance de mis propias con locura no es sino la hiperestesia de los sentidos?
facultades, de mi sagacidad. Apenas podía contener mis ahora, digo, vino a mis oídos un sonido apagado,
sentimientos de triunfo. Pensar que allí estaba yo, sordo, penetrante, así como el de un reloj envuelto en
abriendo la puerta poco a poco, y él ni siquiera soñaba algodón. Reconocí ese sonido también. Era el golpeteo
con mis actos o pensamientos secretos. Yo casi reí con del corazón del viejo. Aumentó mi furia como el golpeteo
la idea, y quizás él me oyó, ya que de repente se movió de un tambor estimula al soldado en el coraje.
en la cama como alarmado. Ahora ustedes pueden
pensar que di marcha atrás — pero no. Su cuarto era Pero aún así me contuve y me quedé quieto. Apenas
tan negro como la brea con la pesada oscuridad (las respiraba. Sostuve la linterna inmóvil. Traté de
persianas estaban bien cerradas por el miedo a los mantener lo más firmemente que pude el rayo sobre el
ladrones), y por eso sabía que él no podía ver que la ojo. Mientras tanto el compás infernal del corazón
puerta se abría, y seguí empujándola constantemente. aumentó. Creció más rápido y más rápido, y más fuerte
y más fuerte, cada instante. ¡El terror del viejo debe
Entré mi cabeza, y estaba por abrir la linterna, cuando haber sido extremo! Se hizo más fuerte, digo, más
mi pulgar se resbaló sobre la lata que la cerraba, y el fuerte cada momento! — ¿me entienden bien? Les he
viejo saltó en la cama, gritando, "¿Quién anda ahí?" contado que soy nervioso: y sí lo soy. Y entonces a la
hora muerta de la noche, en el silencio terrible de esa
Me quedé muy quieto y no dije nada. Durante una hora casa vieja, un ruido tan extraño como ése me excitó a
entera no moví ni un músculo, y mientras tanto no lo oí un terror incontrolable. Pero aún así, por algunos
acostarse. Todavía estaba sentado en la cama, minutos más me contuve y me quedé quieto. Pero el
escuchando; al igual que yo, lo he hecho noche tras golpeteo se hizo más fuerte, ¡más fuerte! Pensé que el
noche, escuchando los relojes de la muerte en la pared. corazón iba a estallar. Y ahora una inquietud nueva se
apoderó de mí — ¡el sonido sería oído por un vecino!
En un momento, oí un suave gemido, y supe que era el ¡La hora del viejo había llegado! Con un gran alarido,
gemido del terror mortal. No era un gemido de dolor o abrí la linterna y salté dentro del cuarto. Él gritó una
de pena — ¡oh, no! Era el sonido sofocado que se vez — solamente una vez. En un instante lo arrastré al
levanta desde el fondo del alma cuando ésta se piso, y tiré la pesada cama sobre él. Entonces sonreí
sobrecarga de temor. Yo conocía bien el sonido. Hace alegremente, al ver el acto tan bien hecho. Pero por
algunas noches, justo a medianoche, cuando todo el muchos minutos el corazón siguió latiendo con un
mundo dormía, ha brotado de mi propio pecho, sonido ahogado. Esto, sin embargo, no me molestó; no
profundizando, con su tremendo eco, los terrores que podría oírse a través de la pared. En algún momento
me enloquecían. Digo que lo conocía bien. Yo sabía lo cesó. El viejo estaba muerto. Saqué la cama y examiné
que el viejo sentía, y lo compadecí aunque en mi el cadáver. Sí, él estaba muerto, bien muerto como una
corazón riera. Sabía que él había estado despierto desde piedra. Puse mi mano sobre el corazón y la mantuve allí
el primer ruido débil cuando se había vuelto en la varios minutos. No había pulsación. Bien muerto como
cama. Sus temores habían estado creciendo en él una piedra. Su ojo ya no me molestaría más.
desde entonces. Había tratado de imaginarlos sin
causa, pero no podía. Se había estado diciendo a sí Si todavía me creen loco, ya no lo pensarán cuando
mismo, "No es nada, es el viento en la chimenea, es describa las precauciones sabias que tomé para el
sólo un ratón corriendo en el piso," o, "es un grillo que ocultamiento del cuerpo. La noche pasaba, y trabajé
ha cantado sólo una vez." Sí, se había tratado de rápidamente, pero en silencio. Lo primero que hice fue
confortara sí mismo con estas suposiciones; pero fue desmembrar el cadáver. Corté la cabeza. Después, los
todo en vano. TODO EN VANO, porque la Muerte brazos. Después, las piernas.
aproximándose a él, lo había acechado con su sombra
negra y había envuelto a la víctima. Y era la influencia Levanté tres de las tablas del piso del cuarto, y deposité
fúnebre de la sombra no percibida lo que le hizo sentir, todo entre las maderas. Luego reemplacé las placas tan
aunque no veía ni oía, sentir la presencia de mi cabeza hábilmente, que ninguno ojo humano — ni siquiera el
dentro del cuarto. suyo
— podría haber detectado algo fuera de lugar. No había
Cuando hube esperado un largo tiempo muy nada para lavar — ninguna mancha de ningún tipo — ni
pacientemente sin oír que se recostara, resolví abrir un un rastro de sangre -. Había sido demasiado cuidadoso
poco — una muy, muy pequeña rendija en la linterna. para que eso ocurriera.
Así la abría — ustedes no pueden imaginar qué tan
sigilosamente, - hasta que al fin un único rayo tenue Cuando había llegado al fin de estas labores, eran las
como el hilo de una araña se disparó desde la rendija y cuatro en punto —aún oscuro como a medianoche.
cayó sobre el ojo de buitre. Cuando la campanada señaló la hora, hubo un golpe en
la puerta de
calle. Bajé para abrir con el corazón alegre, —porque ¡más fuerte! ¡más fuerte!
¿qué había de temer yo ahora? Entraron tres hombres, —
quienes se presentaron, con perfecta suavidad, como
oficiales de policía. Un grito había sido oído por un
vecino durante la noche; la sospecha de algún crimen se
había despertado, la información había llegado a la
oficina de la policía, y ellos (los oficiales) habían sido
enviados para investigar las propiedades.
Obras:
Características:
Hojas de hierba
Género: Lírica
Autor: Walt Whitman
(1)
Canto a mi Mismo
Me celebro y me canto a mí mismo
Y por lo que yo diga ahora de mí, te lo
digo de tí,
porque lo que yo tengo lo tienes
tú y cada átomo de mi cuerpo es
tuyo también
Capítulo IV
Los iniciadores del quinientas figuras estos caprichos se
realismo francés son identificables; además de ( desprendía hasta de sus
Balzac y Stendhal, autores otras mil quinientas N últimos enseres. Con el fin
a quienes algunos críticos anónimas, sin contar la o de verlas muy bien
los clasifican dentro del aparición de personajes v casadas con un Conde y
segundo romanticismo. reales como Dante, Luis e un Banquero,
Más adelante encontramos XVIII, Napoleón, etc. l respectivamente, les
la obra de Flaubert, a entregó casi completa su
netamente realista; y De La comedia humana ) fortuna. Sus frívolas hijas
como una derivación del destacan las siguientes no sólo no supieron
realismo, hallamos el novelas: T corresponder a este gran
naturalismo, corriente e gesto de generosidad de
literaria iniciado por Emilio Eugenia Grandet, Papa m su padre, sino que ellas y
Zola Goriot, Las Ilusiones a sus maridos
perdidas, La piel de zapa, : continuamente lo
Honoré La busca de lo absoluto, Narra la vida de un padre despreciaban y se
de Balzac La solterona, El cura de que por ver felices a sus avergonzaban de él; razón
(Francia Tours, Los pequeños hijas les da toda su por la que Goriot se
1799 - burgueses, Los chuanes, El fortuna y queda en la recluye en una mísera
1850) primo Pons. ruina económica. casa de huéspedes.
Enfermo, se convence de Muere aniquilado por la
Balzac iba a ser el gran P la ingratitud de ellas. pena al comprender el
emperador de la novela, a resultado de sus errores y
que no se resigna a pintar A sin tener el consuelo de
p
unos ambientes r que sus hijas estuviesen
á g junto a él en su agonía.
determinados, una vida
privada, o tratar unos u
aspectos o franjas del G m F
mundo. Él aspira a o e r
contarlo y resumirlo todo, r n a
estrujando la vida entera i t g
para obtener un o m
o
significado que sólo puede : e
expresarse en la libertad t Goriot era fabricante de n
de la forma novelesca. Su harinas y pastas para t
ambición será según su G sopa. Tenía inmensa o
propia frase. "Hacer la é idolatría por sus hijas "¿Se han divertido mucho
competencia al registro n Delfina y Anastasia, a mis hijas?" Preguntó
civil", es decir, crear otro e quienes educó en un Goriot reconvenciendo a
mundo completo que r ambiente de mimo y Eugenio.
rivalice con la sociedad. o refinamiento impropio de -¡No piensa más que en
El universo tal como es su humilde clase. Se sus hijas! -exclamó
no le basta; y lo verá L sentía feliz si sus hijas Bianchón-. Esta noche me
como un punto de i disfrutaban de un baile o ha dicho más de cien
referencia a partir del cual t de un teatro y para veces: "Bailan. Al fin
poder imaginar una nueva e satisfacer tienen el traje". Las llamó
síntesis a la que llamará, r por sus nombres. Me
La comedia humana, obra a hacía llorar, con sus
que reúne la totalidad de r exclamaciones: "¡Delfina,
la obra balzaquiana (97 i Delfinita! ¡Nasia!" Palabra
novelas). o de honor -terminó
: diciendo el estudiante de
Un estudioso de Balzac, medicina; era para
Fernand Lotte, estableció N deshacerse en llanto.
un censo de los a
-Delfina, ¿está ahí
personajes que pueblan r verdad?- dijo el viejo-
La comedia humana y r ¡Ya lo sabía yo!
gracias a él sabemos con a Y sus ojos recobraron una
toda precisión que en el t gran viveza para mirar a
conjunto de las novelas i su alrededor y hacia la
de Balzac, aparecen v puerta.
cerca de dos mil o -Bajó para decir a Silvia
que preparen los de un
sinapismos, éste es el neófito.
momento favorable -dijo -Vamos, entonces sólo yo
Bianchón. cuido por cariño a ese
Rastignac se quedó solo pobre anciano -repuso
con el anciano, sentado a Eugenio.
los pies de la cama, con Si me hubieras visto esta
los ojos fijos en aquella mañana, no dirías eso
espantosa cabeza que -replicó el estudiante de
daba pena de ver. Medicina, sin ofenderse
"La señora de Bauséant por la suposición-. Los
se va; ése se muere. Las médicos que han
almas generosas no ejercido no ven más que
pueden estar en este la enfermedad; yo veo
mundo. ¿Cómo van a todavía al enfermo.
armonizar los grandes Se fue dejando solo a
sentimientos con una Eugenio con el anciano.
sociedad mezquina, ruin, Se temía una crisis que no
superficial?". tardó en sobrevenir.
El recuerdo de la fiesta a -¡Ay! ¿Es Ud. querido?
que había asistido -dijo Goriot reconociendo
contrastaba en aquel a Eugenio.
momento con el -¿Está usted mejor? -le
espectáculo de la cama preguntó el estudiante,
del moribundo Bianchón cogiéndole una mano. 5
LITERATURA
volvió de pronto. AÑO
Capítulo V
Fedor Dostoievski casa de los muertos lugar donde los ricos se ruleta en donde gana y
(Moscú 1821 - San (1862), Crimen y castigo pasean y divierten, y al luego le hace burlarse de
Petesburgo 1881) (1866), El jugador (1867), Ruletenburgo, elegante una pareja de Barones, lo
El idiota (1867), Los escenario de los casinos y que motiva su despido del
Fedor Dostoievski. Nació demonios (1870), El juegos de azar. Con él servicio al General. Este
en Moscú (Rusia) el 30 de adolescente (1875), Los van sus menores hijos, su ha venido de vacaciones
octubre de 1821. Tuvo hermanos Karamazov hijastra Polina y está a la espera del
una infancia enfermiza a (1880), Alexádrovna, personaje fallecimiento de su tía
pesar de la cual realizó femenino central, Antonida Vasilevna,
brillantes estudios en la E Mademoiselle Blanche, su temible y rica
Escuela de Ingenieros de pretendida futura esposa, terrateniente y señora de
San Petersburgo; pero la madre de ésta, un Moscú, de 75 años que se
para entonces ya lo
l francés de Grillet, el propio halla enferma. El general
tentaba la fiebre literaria y Yvánovich y el aya de los contando como segura la
a ella se abocó jug niños. El inglés mister herencia que recibirá de
defraudando las Astley, está cerca de ellos su tía, despilfarra a manos
esperanzas paternas. ado y es el observador llenas en honores a De
Publica en una revista paciente y sereno de los Grillet, en cuyo favor
su primera novela Pobres acontecimientos. hipotecó todos sus bienes,
gentes que le da cierta r Yvánovich se halla y en Mademoiselle
celebridad. En 1849 es enamorado de Polina a la Blanche, una francesa a
encarcelado injustamente Géne que ha confesado de quien seducen lujos y
y condenado a muerte diversas maneras su boatos.
ro amor pero es rechazado. 5
por denunciar el régimen Todo
LITERATURAse precipita
AÑO
zarista, pero su pena fue Polina juega con él, lo cuando llega al hotel la
Liter
conmutada a trabajos impulsa a apostar en la abuela Ana Vasilevna con
forzados en Siberia y a ario: su servidumbre. Ella es
cuatro años de penurias inválida y se moviliza en
en la cárcel, que Narr su sillón, que alguien
templaron su físico y su tiene que llevar. Su
moral. Conoció entonces, ativo llegada como es de
el sufrimiento, la miseria suponer, trastoca todo; en
del pueblo, el trabajo y la (Nov primer lugar
muerte. desenmascara delante de
La publicación de su ela) todos al general y le
novela Crimen y Castigo niega públicamente su
(1866) aminora en algo Tem herencia, y ayuda a Polina
su pobreza y penuria, sólo y los niños para que vivan
las deudas y necesidades a: en su palacio, en Rusia.
lo acosan constantemente. Ana Vasilevna se
Murió en 1881. Es genial La pasión de los juegos muestra con un carácter,
creador de caracteres, de azar que lanza a sus energía y lucidez
maestro en el análisis víctimas a la insospechables. Y como
psicológico de sus desesperación y al está enterada de que éste
personajes a menudo fatalismo. es un lugar de juegos de
enfermos o anormales y azar, ordena a Yvánovich
casi siempre en conflicto A la lleve a la ruleta. Se
con la sociedad. Vivió r entusiasma con el rodar
aquejado por la miseria y g de la bolita y comienza a
el mal de la epilepsia. u apostar; por supuesto
m gana en pocos minutos.
O e Al día siguiente vuelve
b n a la ruleta pero
r t Yvánovich, que sabe
a o cómo crece la pasión por
s : el juego, se niega a
: Alexei Yvánovich está acompañarla.
como ayudante o maestro Aun así, la abuela va
Pobres gentes (1846, de los hijos de un general con el mayordomo y
primera novela) , quien pertenece a la pierde. Quiere recuperar y
Humillados y ofendidos aristocracia rusa. Este va vuelve a jugar en días
(1861), Recuerdos de la al extranjero, a Homburg, sucesivos y poco a poco
se ve envuelta por el mañana. Entre las diez y
ambiente de emoción y las once se encuentran
riesgo y va perdiendo junto a las mesas de juego
todo hasta quedar en la los jugadores auténticos,
ruina. los desesperados, los
Usando el poco dinero individuos para quienes el
que posee, Alexei balneario existe sólo por
Yvánovich apuesta a la la ruleta, que han venido
ruleta y gana mucho. sólo por ella, los que
Aparece M. Blanche que apenas se dan cuenta de
ha abandonado al general lo que sucede en torno
porque no tiene herencia suyo ni por nada se
y convence a Yvánovich, la interesan durante toda la
lleve a París en donde temporada sino por jugar
dilapida el dinero en un de la mañana a la noche y
mes. Yvánovich vuelve a quizá jugarían de buena
Homburg ahí se entera del gana toda la
fin de los personajes. La
abuela muere en Rusia.
Mister Astley encuentra
otra vez en Ruletenburgo
a Yvánovich quien no ha
podido vencer la tentación
del juego y a pesar de las
advertencias de Astley,
vuelve a apostar,
iniciándose de nuevo el
drama del jugador.
E
l
j
u
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a
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o
r
(
F
r
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e
n
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)
- Vingt-deux! -gritó el
croupier.
Obras:
Características:
La guerra y la paz
El aspecto terrorífico del campo de batalla, cubierto de
muertos y de heridos unido a la pesadez de cabeza, a la
noticia de que veinte generales que conocía habían caído
y la conciencia de la debilidad de su mano, antes
poderosa, produjo una impresión inesperada a
Bonaparte. Por lo general, le gustaba examinar a los
caídos, poniendo a prueba con eso su fuerza moral. Pero
aquel día, el espantoso aspecto del campo de batalla
había vencido esa fuerza moral en la que creía
estribaban su mérito y su grandeza. Se retiró
aburrimiento morboso esperaba que llegara al fin de esa "La guerra de Rusia ha debido de ser la más popular de
obra a la que creía estar ligado pero que no podía los tiempos modernos; era la guerra del buen sentido y
detener. Un sentimiento personal, humano, prevaleció de los
por un breve instante sobre la imagen artificial de la
vida a la que servía desde hacía tanto tiempo. Sentía
pesar sobre su alma los sufrimientos y las muertes que
había presenciado en el campo de batalla. La pesadez
de cabeza y la opresión de pecho le recordaron la
posibilidad de sufrimiento y de muerte también para él.
En aquel momento no deseaba para sí Moscú, el triunfo
ni la gloria (¿qué más gloria podía necesitar?). Lo único
que quería era descanso, paz y libertad. Pero cuando
estuvo en el cerro de Semionovskoie el jefe de
artillería le había propuesto llevar allí unas cuantas
baterías a fin de aumentar el fuego contra las tropas
rusas concentradas ante Kniaskovo. Bonaparte había
accedido y ordenado que le informaran del efecto que
producirían esas baterías.
"D e es te m od o, E ur op a hu bi er a ll eg ad o
a se r verdaderamente un solo pueblo, y cada cual,
viajando por todas partes, se hubiera encontrado
siempre en la patria común. Hubiera pedido la libertad
de todos los ríos navegables, la comunidad de los
mares y que los grandes ejércitos permanentes
quedaran reducidos a la escolta de los soberanos.
C ua lq ui er a qu e hu bi es e vi st o la s úl ti ma
s fi la s desorganizadas del ejército ruso, habría dicho
que los franceses no tenían más que hacer otro
pequeño esfuerzo para aniquilarlo. Y cualquiera que
hubiese visto las últimas filas del ejército francés habría
dicho que los rusos sólo debían hacer un pequeño
esfuerzo para que este desapareciera. Pero ni los
franceses ni los rusos lo hacían, y la llama de la batalla
se extinguía lentamente.
La sonata a Kreutzer
Capítulo I
La primavera se
iniciaba.
Atribuí tal obstinación a que le pesaba la Seguramente continuó, pero no me enteré del resto de
soledad. su frase, distraído por un nuevo viajero y por el paso del
Parecía que él entreveía mi pensamiento y cuando revisor.
nuestros ojos se encontraban, lo que sucedía a
menudo, porque estábamos sentados casi frente a
frente, volvía la cabeza y evitaba entablar conversación
conmigo, al igual que con los otros viajeros. Al
atardecer, aprovechando una larga parada, el caballero
del equipaje lujoso, que según me dijeron, era un
abogado, abandonó el coche con su señora y salió a
tomar un té. Entraron nuevos viajeros durante su
ausencia, entre ellos un señor muy alto, bastante viejo y
completamente afeitado, al parecer comerciante,
embutido en un amplio capote de pieles y cubierta la
cabeza con una no menos holgada gorra. Este
comerciante se sentó frente al asiento vacío del
abogado y su compañera; empezó a conversar muy
pronto con un joven que parecía viajante de comercio y
que igualmente, acababa de subir. El viajante empezó la
conversación diciendo que el asiento de enfrente estaba
ocupado, y el viejo respondió que él se apeaba en la
próxima estación. Así empezó la charla. Como el tren
estaba parado y yo me hallaba cerca de esos dos
viajeros, podía oír trozos de su plática, mientras
guardaba silencio.
Capítulo II
Capítulo
III
Capítulo IV
Capítulo V
Obras:
Novela: Moby
Dick.
Moby Dick
Importancia:
aventuras) Tema:
Argumento:
ELÚLTIMOENCUENTR
O
Obras:
Enloquecida de dolor y de cólera, la ballena giró entre
torbellinos de agua, y al ver frente a ella a la oscura Novelas: Picwick Paper 's, Oliver Twist, Tiempos
masa del buque, cargó contra el Pequod, difíciles, David Copperfield, Historia de dos ciudades.
comprendiendo que aquello era la causa de todas sus
persecuciones. Sumergiéndose debajo del casco que se
hundía, la ballena pasó, estremeciéndose, a lo largo
de la quilla; pero, dándose vuelta bajo el agua, salió de
nuevo a la superficie, a pocos metros del bote de Acab.
Al verla éste, loco de cólera, impotente, le lanzó el
arpón que le quemaba la mano.
Mariposas blancas
II
El eclipse
IV
cuando se entra en un pinar espeso. Las gallinas se
fueron recogiendo en su escalera amparada, una a
una. Alrededor, el campo enlutó su verde, cual si el
velo morado del altar mayor lo cobijase. Se vio,
blanco, el mar lejano, y algunas estrellas lucieron,
pálidas. ¡Cómo iban trocando blancura por blancura
las azoteas! Los que estábamos en ellas nos
gritábamos cosas de ingenio mejor o peor, pequeños
y oscuros en aquel silencio reducido del eclipse.
Mirábamos el sol con todo: con los gemelos de
teatro, con el anteojo de larga vista, con una botella,
con un cristal ahumado; y desde todas partes: desde
el mirador, desde la escalera del corral, desde la
ventana del granero, desde la cancela del patio, por
sus cristales granas y azules ...
Al ocultarse el sol que, un momento antes todo lo
hacía dos, tres, cien veces más grande y mejor
con sus complicaciones de luz y oro, todo, sin la
transición larga del crepúsculo, lo dejaba solo y
pobre, como si hubiera cambiado onzas primero y
luego plata por cobre. Era el pueblo como un perro
chico, mohoso y ya sin cambio.
¡Qué tristes y qué pequeñas las calles, las plazas, la
torre, los caminos de los montes!.
Platero parecía, allá en el corral, un burro menos
verdadero, diferente y recortado; otro burro ...
Platero y yo
Bodas de sangre
Acto I
Acto II
Escena II
Acto I
Y cuando me preguntes
quién es el que te
llama, el que te quiere
suya, enterraré los
nombres, los rótulos, la
historia. Iré rompiendo
todo
lo que encima me
echaron desde antes de
nacer.
Y vuelto ya al
anónimo eterno del
desnudo,
de la piedra, del
mundo, te diré:
“Yo te quiero, soy yo”.
Si tú no tuvieras
nombre, yo no sabría
qué era
ni cómo, ni cuándo. Nada.
Si tú no tuvieras
nombre, todo sería
primero,
inicial, todo
inventado por mí,
intacto hasta el beso
mío. Gozo, amor: delicia
Nombre: ¡qué puñal :
clavado los precios, los catálogos,
en medio el azul del océano en los
de un mapas, los días y sus noches,
pecho los telegramas viejos
cándido y un amor.
que sería Tú, que no eres mi amor,
nuestro ¡si me llamaras!
siempre Y aún espero tu voz:
si no fuese por su telescopios abajo,
nombre! desde la estrella,
por espejos, por túneles,
¡Si me llamaras, sí, por los años bisiestos
... puede venir. No sé por
dónde. Desde el prodigio,
¡Si me llamaras, sí; siempre. Porque si tú me
s llamas
i - ¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
m incógnito, sin verlo.
e Nunca desde los labios que te
beso, nunca
l desde la voz que dice: “No te vayas”.
l
a Jorge Guillén (1893, Valladolid 1984 , Málaga)
m
a Tachada a menudo de oscura e intelectual, la
r poesía de esta figura clave de la Generación del 27 es
a en realidad un ejemplo de humanidad y sencillez,
s un canto al universo y a la vida, al modo en que el
! hombre debe hallar su lugar en el mundo. Estudiante
de Filosofía y Letras, se hospeda Jorge Guillén en la
L Residencia de Estudiantes de Madrid entre 1911 y
o 1913; a partir de entonces, sus viajes por Europa
-incluida una estancia de seis años como lector en la
d Sorbona de París-, le permiten profundizar en el
e
análisis de poetas como Mallarmé y Valery -de
j
quien tradujo El cementerio marino-, ligarán su
a
vida definitivamente al ambiente académico. Tras
r
í publicar en diversas revistas literarias, como Índice o
a Carmen, en 1928 aparece Cántico , trabajo que
Guillén revisaría en tres ocasiones (1936,
t 1945 y 1950), primero de los tres grandes volúmenes
o en los que se dividirá su poesía hasta 1968, cuando
d se reúne bajo el lema de Aire nuestro. Ya avanzada la
o Guerra Civil, en 1938 marcha el autor a Estados
, Unidos, donde imparte clases de Literatura
Española en diversas universidades. Pero las
t vicisitudes propias a tan intenso período histórico
o -plagado de caos, guerra y muerte-, tardarían aún
d unos años en fructificar artísticamente; Clamor,
o compuesto por Maremágnum (1957), Que van
l
o
t
i
r
a
r
í
a
a dar en la mar (1960) y A la altura de las para la poesía moderna y muy
circunstancias (1963), denota melancolía y
resignación ante los aspectos negativos de la
existencia humana, frente a aquella alegría de vivir y
al tono jubiloso en que se desarrollaba Cántico. No
obstante, la síntesis vuelve a mostrarse positiva, y
Homenaje refleja el triunfo de la razón y de la belleza
frente a los elementos destructores con que la historia
siembre el devenir humano. Fuera de esta trilogía, por
tanto fuera también de Aire nuestro, deben
mencionarse ... Y otros poemas (1973, aunque
incluye Guirnalda civil, de 1970), y Final (1982), una
suerte de testamento del poeta que por fin ha
regresado al hogar, a quien por fin se ha reconocido
en la propia casa, con el Premio Miguel de Cervantes
de 1977. A su muerte, Jorge Guillén legó también
libros de crítica literaria y una importante labor como
traductor.
Unidad en ella
El olvido
E s p or l a p ie l se cre t a, s ecret a m en t e a
bi e rta , invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán
dulce;
por donde mi voz penetra hasta tus venas
tibias, para rodar por ellas en tu escondida
sangre,
como otra sangre que sonara oscura, que
dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo, que ahora resuena mío, mío poblado de
mis voces profundas,
oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo,
oh cuerpo solo sonido de mi voz poseyéndole.
Te quiero
Te quiero.
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la
arena o iracundo como órgano
impetuoso;
No perdono a la muerte
enamorada, no perdono a la vida
desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Volverás a mi huerto y a mi
hoguera: por los altos andamios de
las flores pajareará tu alma
colmenera
de angelicales ceras y labores.
Tu corazón, ya terciopelo ajado, Una mujer morena,
llama a un campo de resuelta en luna,
almendras espumosas mi se derrama hilo a hilo
avariciosa voz de enamorado. sobre la cuna.
A las aladas almas de Ríete, niño,
las rosas del que te tragas la luna
almendro de nata te cuando es preciso.
requiero,
que tenemos que hablar de Alondra de mi casa,
muchas cosas, compañero del ríete mucho.
alma, compañero. Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
De: El rayo que no cesa Ríete tanto
(1934-1935) que en el alma, al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Nanas de la Soledades me quita,
cebolla cárcel me arranca.
Boca que vuela,
(Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una corazón que en tus
carta de su mujer, en la que le decía que no labios relampaguea.
comía más que pan y cebolla)
Es tu risa la espada
La cebolla más victoriosa,
es vencedor de las flores
escarcha y las alondras.
cerrada y
pobre:
escarcha
de tus días
y de
mis
noche
s.
Hambr
ey
ceboll
a,
hielo
negro y
escarcha
grande y
redonda.
En la cuna
del
hambre mi
niño
estaba.
Con
sangre de
cebolla se
amamanta
ba.
Pero tu
sangre,
escarchad
a de
azúcar,
cebolla y
hambre.
Rival del sol. Al octavo mes ríes
Porvenir de mis con cinco azahares,
huesos y de mi amor. con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
La carne aleteante, como cinco jazmines
súbito el párpado, adolescentes.
y el niño como
nunca coloreado Frontera de los besos
¡Cuánto jilguero serán mañana,
se remonta, aletea, cuando en la
desde tu cuerpo! dentadura sientas un
Desperté de ser niño: arma. Sientas un fuego
nunca despiertes. correr dientes abajo
Triste llevo la boca. buscando el centro.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna, Vuela niño en la doble
defendiendo la risa luna del pecho;
pluma por pluma. él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
Ser de vuelo tan alto, No te derrumbes.
tan extendido, No sepas lo que pasa
que tu carne parece ni lo que ocurre.
cielo cernido.
¡Si yo pudiera De: Cancionero y romancero de
remontarme al origen ausencias. ( 1938
de tu carrera! - 1941 )