EL ENAMORAMIENTO

1. ¿QUÉ SUCEDE CUANDO ESTAMOS

ENAMORADOS?
En La adolescencia, junto con los cambios bio –
fisiológicos, psicológicos y sociales, se presentan
cambios en los afectos. A esta edad no solo nos
agrada estar con los amigos (as), sino que
empezamos a sentir atracción por personas del
sexo opuesto: sentimos necesidad de acercarnos
a esa persona que nos atrae, de conocerla, de
pasar mucho tiempo con él o ella. Para Llegar a
nuestro objetivo buscamos diferentes caminos:
miradas, llamadas telefónicas, mensajes en el
Messenger, juegos, etc.; todos ellos serán
Intentos de aproximación y una oportunidad
pare conocer a la persona que nos gusta.

Comienza entonces una preocupación intensa

por aquella persona que nos atrae, la necesidad
de estar juntas, de compartir vivencias, de
intercambiar caricias, de dar y recibir afecto.
Empezamos a vivir emociones y sentimientos
que nos llevan a entablar nuevas relaciones
interpersonales. De esta forma se inicia la
búsqueda de una pareja con la cual compartir
nuestra vida.

El proceso de búsqueda de la pareja se da en todos los (las) adolescentes, aunque con diversos matices de acuerdo a las
diferentes culturas y países. Algunos autores hablan de un “guion cultural" en relación a este proceso de elección de pareja.
La secuencia de este guion cultural es más o menos el mismo especialmente en las ciudades: se inicia con unas cuantas "salidas",
una amistad, el "andar con alguien" y, luego viene el enamoramiento, el noviazgo y el matrimonio. En la adolescencia se
suele llegar hasta el enamoramiento.

Los (las) adolescentes salen en grupos a reuniones, comparten tareas escolares o actividades diversas de interés común,
entablan por lo general una relación de amistad y, así, van conociendo a alguien que les gusta y les hace sentir algo especial.
Ese algo especial suele ser lo que llamamos atracción. Por lo general es una atracción física la que nos impulsa a acercarnos a
otra persona. Internamente se generan una serie de sensaciones y sentimientos nuevos. Muchos adolescentes al sentir esta
atracción dicen estar enamorados, pero no siempre se genera un compromiso personal frente al otro, lo que puede convertir
a estas relaciones en inestables y de corta duración, basadas solo en manifestaciones de afecto a través de caricias y besos
pero sin un compromiso personal de exclusividad.

Una relación de enamoramiento sigue un proceso, Primero surge la fascinación inicial, el flechazo; es probable que no se
tenga ninguna duda sobre lo que se esta sintiendo, todo parece mágico y perfecto. Luego, viene un tiempo pare conocerse
y compartir experiencias, intereses, maneras de pensar, valores, planes de vida; entonces surge interés por el bienestar de la
otra persona, un respeto mutuo y un profundo sentimiento de afecto. En el enamoramiento se plantea una relación basada
no solo en lo atracción física, sino en el conocimiento mutuo, que da pie al nacimiento del amor.

2. EL ENAMORAMIENTO Y LAS RELACIONES SEXUALES

“Estábamos en la casa de mi prima, había algo así como un compromiso, un cumpleaños. Nos quedamos en el cuarto
conversando, todo risas, y yo le dije:
"Vamos a quedarnos aquí”. Ella me preguntó “¿No hay problema? No, le contesté”. Entre abrazos y caricias lo hicimos
paso, sin pensar.
(Cesar, 17 años)

En una relación de enamoramiento es común el intercambio de caricias y afectos. César nos relata cómo, entre abrazos y
caricias, llegó con su pareja, "sin pensar", a una relación sexual. Las relaciones sexuales son un acontecimiento de gran
intimidad e implican responsabilidad, porque toda relación sexual, aunque sea la primera vez, abre la posibilidad de que se
produzca un embarazo, o transmisión de una enfermedad infectocontagiosa. Por lo tanto, no podemos dejarnos llevar y
actuar "sin pensar". Por el contrario, debemos pensar y conversar anticipadamente con el enamorado (a) sobre la
posibilidad de llegar a una relación sexual, con el propósito de definir con tranquilidad que es lo que cada uno desea y
determinar límites.
Una persona vive su sexualidad responsablemente cuando:
 Toma en cuenta las consecuencias que sus actos tienen, sobre si misma y sobre los demás.
 Antes de tomar decisiones considera sus propios valores, sentimientos y actitudes, así como los de su pareja.
 Decide libre, consciente y autónomamente, es decir, sin dejarse influenciar.
 Dialoga y llega a acuerdos sobre la base del consentimiento de cada uno