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¡Feliz cumpleaños Ennio Morricone!

Seguramente varias producciones cinematográficas se han quedado en nuestra memoria y


corazón por las resonancias y marcas que, en un momento dado, dejaron en nuestra vida. Así
como hay olores y sabores que nos remiten a diversas experiencias significativas desde la
niñez u otras etapas de nuestra historia, también hay películas que lo hacen. Pero seguramente
muchas otras películas son recordadas, además de su historia o a pesar de ella, por su banda
sonora. En mi caso, permítanme compartir que recuerdo con especial emoción la huella que
me dejó la película La misión (1986), dirigida por Roland Joffé, donde se presenta una
dramática historia de los misioneros jesuitas en las llamadas “reducciones”, entre los
indígenas guaraníes en el siglo XVIII.
En la película, que en su totalidad es una joya, hay una escena que es profundamente intensa
por la suavidad sublime de la música que podemos escuchar. El jesuita Carlos del Valle
Caraballo la describe elocuentemente: “En un momento de la película, un misionero jesuita,
el Padre Gabriel, se adentra en la espesura de una selva exuberante después de haber escalado
la imponente pared rocosa de una gigantesca catarata armado únicamente con un oboe. Al
llegar a un claro, en el que no se ve a ningún indio pero donde se los presiente expectantes,
el P. Gabriel se sienta y, un poco tembloroso, comienza a tocar una melodía. De todos los
rincones de la selva virgen salen guerreros armados hasta los dientes, pero sin intención de
atacar. La música los ha conquistado sin violencia, y el asombro que les produce esa
sensación placentera hace que vean al misionero no como a un enemigo, sino como a un
hombre especial, comunicador de una belleza más que humana y portador de toda clase de
bienes. Por la belleza de la música, al corazón, y de ahí a la apertura al Evangelio de Jesús.
Con tiempo y esfuerzo, las primeras comunidades cristianas se irán multiplicando por los
bosques amazónicos.” Este pasaje musical es conocido como “El oboe de Gabriel”, pieza que
es toda una obra maestra de la historia del arte sonoro cinematográfico. El autor de esta
música inspirada e inspiradora es el italiano Ennio Morricone, quien nació un día como hoy,
10 de noviembre, pero de 1928, en Roma, Italia.

Morricone es uno de los más reconocidos compositores del siglo XX, por haber creado la
banda sonora de más de medio millar de películas y series televisivas. Además de la banda
sonora de La misión, no podemos olvidar las inspiradoras partituras para películas como
Cinema Paradiso, Malèna, Días de gloria o La leyenda del pianista en el océano, entre
muchas otras. Su trabajo ha sido reconocido por nominaciones y premios que otorgan
diversas instancias de la industria cinematográfica, como son el Oscar, los Globos de Oro,
Premios Bafta y los Grammy. ¡Buon auguri Ennio!

padilla@iteso.mx
La Misión - Mítica escena del Oboe de Gabriel
https://www.youtube.com/watch?v=tYaqHcp6RAw

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