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UNIDAD DIDACTICA 1
Ejercicio 1
Defina los siguientes conceptos utilizando expresiones personales:
Pelagianismo: Doctrina iniciada por Pelagio en los ss. iv-v, que afirma la fuerza
determinante de la gracia divina frente al libre albedrío, niega el pecado original y
defiende que el ser humano hace el bien de forma natural: el pelagianismo fue declarado
herejía en el s. v.
Sobrenatural: es el término utilizado para definir algo que se tiene como por encima, que
excede o está más allá de lo que se entiende como natural o que se cree existe fuera de las
leyes de la naturaleza y el universo observable.1 La ciencia limita sus explicaciones a los
fenómenos de explicación natural, un proceso conocido como naturalismo metodológico,
y no considera las explicaciones sobrenaturales, ya que no pueden ser investigadas
empíricamente. Los temas sobrenaturales son a menudo asociadas con la idea de lo
paranormal y lo oculto. En las sociedades seculares, los milagros religiosos suelen ser
percibidos como afirmaciones sobrenaturales, al igual que los hechizos y maldiciones, la
adivinación, y el más allá. Características de los fenómenos propuestos como
sobrenaturales son la anomalía, la singularidad, y falta de control. Por lo tanto, las
condiciones en que tales fenómenos se cree que se manifiestan no pueden ser
reproducibles para examen científico
Cristocentrismo cósmico: Cristo es el centro y eje del Universo. S. Pablo lo dice claramente:
“Cristo lo es todo en todos” (Col 3,11). “En Él vivimos, nos movemos y existimos” (Hech
17,28). “En Cristo todos somos vivificados” (1 Co 15, 22). “Dios ha puesto todas las cosas
bajo sus pies” (1 Co 15,25). “Para que Dios sea todo en todas las cosas” (1 Co 15,28).
Puesto que “todas las cosas fueron hechas por Él y sin Él no se hizo nada de cuanto se ha
hecho” (Jn 1,3). “Él es el primogénito de toda criatura, porque en Él fueron creadas todas
las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, los tronos, dominaciones,
principados, potestades, todo fue creado por Él y para Él. Él es antes que todo y todo
subsiste en Él. Él es el principio, el primogénito de los muertos para que tenga la primacía
sobre todas las cosas, pues Dios, tuvo a bien hacer residir en Él toda la plenitud y
reconciliar por Él y para Él todas las cosas” (Col 1,15-20).
Cristo es el principio y fin de toda la Creación. Es el puente y centro del Universo para
llegar a Dios Padre. Su Encarnación estaría, pues, decidida desde toda la eternidad. Él
debía asumir nuestra naturaleza humana y ser uno de nosotros para poder ofrecernos con
Él al Padre. Cristo, por tanto, es parte inseparable de la Creación. Él debía ser el Rey del
Universo, “Rey de Reyes y Señor de los Señores” (Ap 19,16). Y “su dominio es un dominio
eterno, que no acabará y su imperio, un imperio que nunca desaparecerá” (Dan 7,14).
Ahora bien, si el hombre no hubiera pecado desde el principio, no se hubiera roto la
armonía de la Creación y, entonces, no hubiera habido necesidad de una Redención
dolorosa. Pero, de todos modos, Cristo habría venido a hacerse nuestro hermano y
nuestro amigo para llevarnos personalmente hasta el Padre.
Ejercicio 2
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Antropología Teológica Prueba de evaluación a distancia
Enumere las analogías y diferencias de las antropologías del relato yavista y del sacerdotal.
Yavista: El hombre es un ser modelado por Dios con el barro de la tierra, pero animado
por el soplo divino, destinado a cultivar y custodia el edén, después del pecado
terminará arrancando con fatiga a la tierra su sustento, el lazo entre el hombre y la
mujer es querido por Dios con miras a la integración recíproca y a la procreación, y el
mal no tiene la última palabra, reservada a la promesa de una futura salvación.
Sacerdotal: esta nos presenta un relato rítmico y estilizado de la creación siguiendo un
esquema piramidal, que culmina en la creación del hombre a imagen de Dios, e
hombre aparece como unidad de varón y mujer, con su estructura social y sexuada, y
también representante del Creador en el dominio de lo creado. Por último, la dignidad
de imagen es trasmitida con la generación y funda la inviolabilidad de la vida humana.
Ejercicio 3
Desarrolle el concepto hebreo-semítico del hombre.
Lo que le interesa al hebreo, es la relación que une al hombre con Dios, y de la que dependen
las relaciones del hombre con sus semejantes y con el mundo. A esta relación alude los
términos como cuerpo, alma, espíritu, corazón, y la noción de imagen de Dios.
El hombre se abre a la historia; una historia en la que el principal actor es Dios, pero que le
involucra profundamente al hombre como parte de la alianza y depositario de la promesa.
Ejercicio 4
Exponga brevemente las características principales de la soteriología bíblica.
En el Génesis, el Yavista describe la historia de la rebelión de la humanidad contra Dios y sus
consecuencias: el fracaso del hombre. Los profetas y los sabios de Israel reconocen la
inclinación del mal, y también los salmos tienen conciencia del pecado, pero va creciendo y
destacando la seguridad de la salvación que vendrá de Dios.
El Nuevo Testamento es la llegada de la salvación con el Mesías y la conclusión antropológica
es que Jesús es el modelo ideal del hombre, con su mensaje evangélico.
Pablo y Juan nos presentan una antropología cristológica y soteriológica. Contra en pesimismo
del hombre impotente para superar su desgracia se ofrece la acción de Cristo con su gracia
salvadora. El logos divino, se ha hecho hombre y el hombre es justificado con la luz, la vida y el
amor en un optimismo triunfal.
UNIDAD DIDACTICA 2
Ejercicio 1
¿Cuál es el concepto de hombre según los Padres de la Iglesia?
San Agustín de Hipona, es reunión y cumbre de la patrística. Su antropología es de un claro
sabor platónico: "El hombre, tal como aparece como hombre, es un alma racional, que usa de
un cuerpo terreno y mortal". Un alma que se sirve de un cuerpo pero no admite el dualismo,
porque el alma vivifica y gobierna al cuerpo. Sobre el origen del alma, sostiene que es creada
por Dios. Pero no acierta a decir cuál es el momento de ese origen. Duda si Dios creó a cada
alma individual por separado, o si creó las demás almas en la de Adán, de modo que fuese
transmitida por los padres (traducianismo).
En cuanto a la naturaleza del alma sostiene San Agustín que ésta es una sustancia por sí
misma, que es imagen de Dios, y que su fin es la unión con él. El alma no es de naturaleza
corporal, y sin embargo está dotada de cantidad, pero esta cantidad, según el obispo de
Hipona, no se refiere a su extensión sino a su potencia, virtud o capacidad. No duda respecto
de la inmortalidad del alma.
Santo Tomas mantiene el esquema teocéntrico pero utiliza la categoría de substancia, materia,
causa…, aplicando el hylemorfismo a la creación y al hombre.: su unión substancial de alma y
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cuerpo, materia y forma permite destacar su profunda unidad, pero también el modelo
ontológico de la gracia como un habitus sobrenatural que sana y eleva a la naturaleza humana.
Ejercicio 2
Planteamiento del pecado original en la Escritura y en los Padres de la Iglesia.
El pecado en la Escritura El pecado según los Padres de la Iglesia
El pecado es descrito en la Biblia como la trasgresión a la ley Melitón de Sardes.
de Dios (1 Juan 3,4) y rebelión contra Dios (Deuteronomio 180 d.C. Melitón hace una descripción a partir de la
9,7; Josué 1,18). El pecado tuvo su origen con Lucifer, el herencia: Adán nos ha dejado una herencia que es la
“Lucero, hijo de la mañana”, el más hermoso y poderoso de esclavitud, pero espiritual no material, no de pureza
los ángeles. No contento con ser todo esto, el deseó ser sino de impureza, no hay vida sino muerte, no hay
semejante al Dios altísimo, y esa fue su caída y el inicio del salvación sino perdición. La muerte es la
pecado (Isaías 14,12-15). Cambiado su nombre a Satanás, él consecuencia de ese pecado. Esta herencia es la
trajo el pecado a la raza humana en el Jardín del Edén, fuerza del pecado y como consecuencia todos somos
donde tentó a Adán y Eva con la misma seducción - “...seréis pecadores.
como Dios...” Génesis 3 describe su rebelión contra Dios y San Irineo.
contra Sus mandamientos. A partir de ese momento, el Afirma que sólo el hombre se considera pecador
pecado ha pasado a través de todas las generaciones de la cuando se confronta con la luz de Cristo. Su doctrina
raza humana, y nosotros como descendientes de Adán, está apoyada en los escritos paulinos, especialmente
hemos heredado el pecado de él. Romanos 5,12 nos dice en lo relacionado con el tema del pecado original.
que a través de Adán, el pecado entró al mundo, así que la Teófilo de Antioquía.
muerte pasó a todos los hombres, porque “la paga del El hombre, que había sido nombrado por Dios como
pecado es muerte...” (Romanos 6,23). el señor de la creación, a arrinconado a ésta a la
El pecado heredado, el pecado imputado, y el pecado trasgresión y al mal.
personal – todos han sido crucificados en la cruz de Jesús, San Agustín,
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de Sólo se descubre el perdón cuando se está enfrente
pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1,7). de la gracia de Cristo.
En su obra general ofrece una exégesis de Rom 5,12-
21. Observa en este pasaje no solo el pecado que se
transmite desde Adán hasta nosotros. Aún cuando
Adán es nominado como “forma futuris”, no se
refiere a Cristo, sino más bien a sus hijos que son
reos. Explica el gran don y riqueza de la gracia que
Cristo lleva en su cumplimiento.
Al final concluye los padres. “La gracia no solo se nos
da en el bautismo para borrar los pecados
precedentes, sino que tiene que ser pedida
diariamente”.
Ejercicio 3
Formule, en breve, la doctrina de Lutero sobre la justificación y cuál fue la enseñanza del
Concilio de Trento sobre el tema de la justificación.
Lutero Concilio de Trento
Lutero se coloca en la primera línea con una resuelta Este concilio adopta una postura intermedia entre el
denuncia de la absoluta impotencia del hombre en orden radicalismo teocéntrica de Lutero y las posiciones
a la salvación. Él es hombre de la dualidad, de la ruptura, humanistas de la nueva época, reivindicando para
de la discontinuidad entre el orden de la naturaleza y el Dios el don de la salvación, pero interpretando esta
de la gracia. salvación como renovación efectiva del hombre: la
Discontinuidad en el ser: los dos órdenes no se justificación es obra únicamente de la gracia, pero no
superponen (la gracia no se injerta en la se produce sin la participación activa del hombre.
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naturaleza) ni son conmensurables (no se puede Respondiendo a Lutero, el concilio hace dos
hablar de la gracia como de una precisiones:
supernaturaleza). Tampoco se trata de dos En el plano del ser: la justificación afecta al
órdenes que comprenden objetos diversos, sino hombre interiormente, realmente,
de una dualidad de horizontes en los objetos ontológicamente, y no solo extrínseca o
mismos (las cosas vistas como partes del mundo; jurídicamente. Se trata de una iustitia
las mismas cosas vistas en su significado salvífico inbaerens, no de una justicia
y en su destino escatológico). extrínsecamente imputada. De aquí los
Discontinuidad en el conocer: los sentidos y la motivos de la gracia justificante como causa
razón permiten entender el orden mundano. formal, se la santificación como renovación
Sólo la fe nos introduce en la dimensión interior y de la infusión de las virtudes
profundad de la salvación. teologales.
Discontinuidad en el querer: en la esfera En el plano del obrar: el hombre colabora a
mundana domina el libre albedrío, entendido la justificación activamente, no instrumento
como capacidad de disponer de las cosas inerte y objeto pasivo. De ahí el significado
ordenándolas en un sistema de fines y funciones. de las obras, de las virtudes, de la
Pero esto no tienen ningún significado en la conversión, de la observancia de los
esfera de las relaciones con Dios, donde se mandamientos, temas todos ellos que
decide la suerte última del sujeto. En este suponen la relación entre gracia, libertad y
ámbito del hombre no puede disponer de sí, sino libre albedrío. El hombre puede cooperar
solo confiar en Dios. realmente con Dios a su salvación
Así el hombre es capaz, en relación al mundo, de mereciendo con sus buenas obras.
iniciativa, de proyectos y de “obras”. En relación a En síntesis, a la tesis luterana de la total
Dios no tiene más poder que el de acoger su gracia. pasividad del hombre ante la gracia, el concilio
Por eso el hombre no puede justificarse basándose de Trento responde hablando de cooperación del
en sus obras ni cooperar a su justificación. Sólo la fe hombre, que, en sintonía con el obrar de Dios, se
(la aceptación de la gracia) le justifica. De la fe nacen dispone a recibir la gracia, por medio de la cual
las obras nuevas, que no justifica, sino que es renovado interiormente.
manifiestan la justificación ocurrida.
Ejercicio 1
Defina con expresiones propias los siguientes conceptos
Sociabilidad: La sociabilidad resulta ser aquella calidad o cualidad de sociable que presenta
una persona, es decir, aquel que de manera natural tiende a vivir en sociedad y también, a
aquel individuo preeminentemente afable que le gusta relacionarse con el resto de las
personas.
Evolucionismo: Evolucionar proviene del vocablo latino “evolutionis” que a su vez proviene
del verbo “envolvere”, compuesto por “ex” que implica sacar algo al exterior y “volvere” =
rodar, por lo tanto es sacar afuera algo que existía latente. A su vez, “ismo” es un sufijo
griego usado para designar posturas o ideas; por ello, evolucionismo designa una doctrina,
que en el campo de las ciencias naturales afirma que la vida se fue formando por evolución
o derivación de las formas menos evolucionadas o más simples a las mayores y más
complejas, existiendo al principio sola pocas especies de las que el resto serían
derivaciones surgidas como consecuencia de la necesidad de adaptación.
Persona: en el lenguaje cotidiano, la palabra persona hace referencia a un ser con poder
de raciocinio que posee conciencia sobre sí mismo y que cuenta con su propia identidad. El
ejemplo excluyente suele ser el hombre, aunque algunos extienden el concepto a otras
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Antropología Teológica Prueba de evaluación a distancia
especies que pueblan este planeta. Una persona es un ser capaz de vivir en sociedad y que
tiene sensibilidad, además de contar con inteligencia y voluntad, aspectos típicos de la
humanidad.
Ejercicio 2
Resuma las proposiciones la doctrina sobre el pecado original.
La doctrina del pecado original no sólo es una verdad de fe, sino que es una verdad
fundamental de nuestra fe. Fundamental significa que es una de las verdades sobre las cuales
se construye todo el edificio de nuestra fe: retirada esa piedra, todo el edificio de la fe católica
se viene abajo, se desmorona. Precisamente bajo el título: El pecado original: una verdad
esencial de la fe, el Catecismo de la Iglesia Católica afirma categóricamente, en su nº 389: “La
doctrina del pecado original es, por así decirlo, el reverso de la Buena Nueva de que Jesús es el
Salvador de todos los hombres, que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a
todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo (1 Cor 2, 16) sabe bien que no
se puede lesionar la revelación del pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo”. En
otras palabras, si el pecado original no existió, cabe preguntar: ¿qué vino a hacer Jesucristo en
la tierra y en qué sentido Él es nuestro Salvador y Redentor?. El Catecismo añade a
continuación (nº 390) que “la Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia
humana está marcada por el pecado original libremente cometido por nuestros primeros
padres”. Y remite, como fuente de esa afirmación, al Concilio de Trento.
Ejercicio 3
La doctrina de la gracia después de Trento: Hitos históricos y formulaciones fundamentales.
La doctrina católica de la gracia, iniciada desde las perspectiva agustiniana de la “ayuda”
divina, que restablece la orientación teocéntrica de la libertad, y que pasa a través de la
concepción medieval del “estado de gracia”, recientemente ha vuelto al cause bíblico y
patrístico, que destaca, en perspectivas cristocentrica, su carácter dialogal. Cae así en falso
dilema: Dios o el hombre. La gracia es Dios mismo, que se da al hombre (gracia increada),
apelando a su libertad y transformándolo en una nueva criatura (gracia creada), rescatada del
pecado (justificación). Se presenta como resultado de un diálogo de amor entre Dios y el
hombre, a la cual el amor divino le descorre los espacios de una libertad cada vez más libre y
liberadora. Este planteamiento recibe su unidad de la referencia al único designio salvífico de
Dios, que se realiza partiendo del Padre, mediante el Hijo y en el Espíritu Santo, y que implica
un movimiento que va de la creación a la redención y a la consumación final de Cristo.
En esta perspectiva unitaria es posible recuperar las aportaciones de la diversas tradiciones
teológicas cristianas vistas no en la contraposición polémica que exasperado su tono, sino en
su precioso complementariedad. Así la teología ortodoxa, con su visión unitaria de la relación
naturaleza-gracia, insta a occidente a pensar desde la gracia y no a partir del hombre, y menos
aun del hombre pecador, sino a partir del proyecto originario de Dios, fundado, restaurado y
llevado al cumplimiento en Cristo, y que se realiza en la Iglesia por la fuerza del Espíritu. De
esta manera se evita el riesgo de concebir al hombre como una naturaleza completa en si, a la
que se añade una sobrenaturaleza, que termina apareciendo extrínseca y superflua, y
concibiendo la salvación como fruto de dos fuerzas paralelas y potencialmente en
competencia: la gracia y la libertad. En efecto, en el campo católico este estímulo a enlazar la
gracia con el proyecto divino ha conducido ya a reconsiderar la relación naturaleza y gracia en
la línea de continuidad y de la finalización intuida ya por la mejor escolástica (Bernardo,
Buenaventura, Tomás).
Por su parte, la teología protestante estimula a la católica a mantener a la gracia toda su
trascendencia y a subrayar su carácter relacional de amor, sin reducirla simplemente a una
cosa. A su vez, la teología católica, con su particular atención a la acción de Dios en el hombre,
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puede tener algo que decir tanto respecto al optimismo antropológico oriental, como respecto
al pesimismo protestante.
Ejercicio 4
Resuma brevemente el Cristocentrismo de Theilhard de Chardin.
El camino de Theihard de mueve en tres planos convergentes, aunque no siempre claramente
distintos desde el punto de vista metodológico: a) el plano fenomenológico-científico: el
desarrollo de la realidad postula un punto de llegada (punto omega) discernible en virtud de
las mismas constante al proceso evolutivo (ley de complejización y conciencia crecientes); b) el
plano filosófico postula una omega trascendente, divina, personal, como motor del camino
evolutivo; c) el plano de la fe permite identificar esta omega con el Cristo de la revelación,
fundamento, sostén y cumplimiento de la creación.
Este jesuita aprovecha el evolucionismo, para volver al cristocentrismo anterior a Nicea.
Expone una doctrina en la que la evolución engloba desde la cosmogénesis hasta la
consumación de la creación, en un cristocentrismo que orienta el proceso evolutivo del
universo, dirigido por Dios, que quiere recapitular todas las cosas en Cristo, como dice San
Pablo, haciendo una síntesis de creación, elevación, gracia, pecado, iglesia y escatología.
Ejercicio 5
¿Cuál es la base bíblica de la existencia de los ángeles y demonios?
Los demonios son ángeles caídos, como indica Apocalipsis 12,9: "Y fue lanzado fuera el gran
dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero;
fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él." La caída de Satanás del cielo es
descrita simbólicamente en Isaías 14,12-14 y Ezequiel 28,12–15. Cuando él cayó, Satanás tomó
algunos de los ángeles con él — un tercio de ellos, según Apocalipsis 12,4. Judas 6 menciona
también a los ángeles que pecaron. Entonces, bíblicamente, los demonios son ángeles caídos
que, junto con Satanás, escogieron rebelarse contra Dios.
Algunos de los demonios ya están cerrados por su pecado "bajo oscuridad, en prisiones
eternas, para el juicio del gran día" (Judas 1,6). Otros están libres para vagar y se denominan
"los gobernadores de las tinieblas de este siglo…huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes" en Efesios 6,12 (Colosenses 2,15). Los demonios aún siguen a Satanás como su líder y
batallan con los ángeles santos en un intento para frustrar el plan de Dios e impedir al pueblo
de Dios (Daniel 10,13).
Ejercicio 6
Haga un esquema de la sexualidad y la familia, según la doctrina bíblica expuesta en el texto.
La Escritura comienza con la relación varón-mujer, creados para complementarse, integrando
sus diferencias, biológicas y psicológicas, formando la familia, que incluye desde la sexualidad
hasta la condición social, al ejercer las diversas formas de amor, conyugal, paternal, maternal,
filial, fraternal, amical y social, hasta alcanzar la socialidad mas amplia que incluye pueblos,
culturas, tradiciones, creencias y sistemas políticos.
El misterio de la Trinidad como comunión de vida ha de realizarse en la comunión entre los
hombres, que comparten todas las cosas, salvo las cualidades personales, superando el
egoísmo y el individualismo. Cristo nos trae una ética de amor a todos, aún a los mismos
enemigos, para que el hombre se realice en el don de los demás.
El cristianismo aporta el amor como la forma que estructure la nueva humanidad, rente al
egoísmo desintegrador del hombre y la sociedad. La Iglesia es el modelo de esta comunidad.
Ejercicio 7
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Antropología Teológica Prueba de evaluación a distancia
Prueba de síntesis
La Escritura cuando habla del hombre ofrece una estrecha relación entre la creación y
la salvación. Al desarrollar la historia del Pueblo elegido no se vincula explícitamente la
historia con la creación; cuando está ya próxima la liberación. Los relatos del Génesis
sobre la creación, constituyen en el principio de la salvación: Dios es el dueño del
mundo, de la historia, del pueblo y del hombre. Las dos grandes tradiciones, Yavista y
Sacerdotal narran el origen de Adam y la relación con Dios su creador, y a continuación
de su afinidad con la mujer y con el mundo: el matrimonio y el dominio de la creación.
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hombre con Dios para terminar la creación, simultanea con la propia realización del
hombre, el dominio sobre la naturaleza y la humanización del cosmos.
El cuerpo humano que vincula al hombre tanto al mundo como a otros hombres,
además de los aspectos considerados; socialidad, sexualidad, trabajo, ecología…
plantea la relación de naturaleza humana y compromiso terreno, olvidado durante
siglos debido a una espiritualidad de tipo platónico.
El misterio de la Encarnación valora la realidad material y el compromiso temporal
respecto a la salvación: y suscita la conciencia de un compromiso crítico del creyente
con el mundo, que varía según lugares y épocas, pero que exige en el cristiano una
competencia profesional y una consagración de los valores con el espíritu de Cristo.
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Calificación global
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