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PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ SER CONSCIENTE

PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ

EL LEÓN Y LA OVEJA por Prem Rawat

nos olvidamos de quiénes somos.


Estamos tan atrapados en nuestros conceptos, nuestras definiciones, que no vemos que
cada ser humano tiene la misma ambición: ser feliz, estar en paz.

Muchas personas hablan de la paz. Para muchos, la paz es la ausencia de algo. La gente
se va a un lago huyendo del tráfico: “¡Oh!, esto es tan pacífico”. Algunos piensan que
si haces algo o logras algo en tu vida, entonces tendrás paz.

¿QUÉ ES LA PAZ?
¿Qué es la paz?, ¿es algo innato que reside en el corazón de cada ser humano?, ¿o es
un estado que se puede alcanzar? Yo digo que el deseo de paz ha existido en los seres
humanos desde tiempo inmemorial y continúa hoy día. Esto es lo que tenemos que
escuchar. No es algo que pertenece a un grupo de gente o a un país. Se trata de cada
ser humano buscando y tratando de encontrar esa paz, a su manera.

No calles a esa voz, porque esa es la voz que no marca diferencias entre ricos y pobres,
entre personas educadas y no educadas. Esa paz es una necesidad innata de cada
individuo. Como el agua, como el aire, como la comida. Del mismo modo, la gente de
todo el mundo busca paz.

LA BÚSQUEDA DE LA PAZ
Esta es una necesidad fundamental que tienen las personas. La búsqueda de paz viene
de tu interior, y la paz reside también dentro de ti. Te contaré una historia.

Un día, un granjero caminaba por la selva. Se encontró con un pobre y desamparado


cachorrito de león. Lo levantó, se lo llevó a su casa y lo alimentó. El cachorro se sintió
mejor, entonces lo puso en el establo con todas las ovejas. Cada día, dejaba salir a las
ovejas a pastar, y el cachorro salía con ellas. Esto siguió sucediendo día, tras día, tras
día —y así pasaron los años—.
Un día, un gran león llegó desde el bosque y emitió un rugido. Todas las ovejas
empezaron a correr para esconderse, y el pequeño león hizo lo mismo, al igual que
las ovejas. El gran león, viendo al leoncito, se acercó a él y le preguntó: “¿Qué estás
haciendo?”

Y el pequeño león respondió: “¡Ay! No me comas, por favor”. El león grande dijo:
“¿Comerte?, ¿no sabes quién eres?, ¿por qué estás actuando como una oveja?” “Por favor
no me comas”. El león dijo: “Tu eres un león”. El pequeño insitió: “Como sea, ¡no me
comas!” Entonces el león grande le dijo: “Ven conmigo”. Se llevó al pequeño hasta un
estanque y le mostró: “Mira quién realmente eres”.

El pequeño león miró su imagen reflejada, y después al león grande, y le dijo: “¿De
verdad? ¿Ese soy yo?“ “¡Sí! ¡Ese eres tú! ¿Lo ves? Ahora ruge conmigo, porque no eres
una oveja; eres un león”. El pequeño león rugió y dio las gracias al león grande. Pero
este le respondió: “Yo no hice nada, solamente te mostré quién eres”.

NUESTRA NATURALEZA FUNDAMENTAL


Puede que digas: “¿Qué hay de malo en ser una oveja? Alguien tiene que ser una
oveja. ¡Las ovejas existen desde hace tanto tiempo y son tan lindas! Tienen esas colitas
pequeñas, saltan y están calentitas en el invierno”.

Me gusta esta historia porque es justo lo que nos sucede a nosotros. Nos olvidamos de
nuestra verdadera naturaleza. Y si no podemos ver quiénes somos, ¿cómo podremos
atender las necesidades de los que nos rodean? Es imposible. No somos lo que creemos
que somos. Cada uno de nosotros es un valioso regalo.

el león y la oveja
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FUNDACIÓN PREM RAWAT

PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ serie de articulos ilustrados


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