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Efesios 4:30: 30También, no estén contristando el espíritu santo de Dios, con el cual han sido

sellados para un día de liberación por rescate.


1.- ¿Cómo podría alguien entristecer el espíritu santo de Dios?

Su espíritu santo. El espíritu o fuerza activa de Jehová está sujeto a Su control y siempre lleva a
cabo Su propósito. Es limpio, puro y santo, apartado por Dios para un uso provechoso. Por esa
razón se dice que su espíritu es “santo” y es “el espíritu de santidad”. (Sl 51:11; Lu 11:13; Ro
1:4; Ef 1:13.) Cuando el espíritu santo actúa sobre una persona, se constituye en una fuerza
que impele a actuar con santidad o limpieza. Todo comportamiento inmundo o impropio en
algún sentido presupone resistir o “contristar” ese espíritu. (Ef 4:30.) Aunque es una fuerza
impersonal, puede ser ‘contristado’ por cuanto es una expresión de la personalidad de Dios.
Toda práctica impropia tiende a ‘apagar el fuego del espíritu’ (1Te 5:19), y si esa práctica
continuase, el espíritu santo de Dios se ‘sentiría herido’, lo que resultaría en que Dios
considerase a la persona manifiestamente rebelde como su enemigo. (Isa 63:10.) Quien
contriste al espíritu santo podría incluso blasfemar contra él, un pecado que, según dijo Jesús,
no será perdonado ni en este sistema de cosas ni en el venidero. (Mt 12:31, 32; Mr 3:28-30;
véase ESPÍRITU.)

Efesios 5:5 5Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen: que ningún fornicador, ni
inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia
alguna en el reino del Cristo y de Dios.
2.- ¿Por qué se dice que alguien avaricioso es idólatra?

Se manifiesta por acciones. La avidez se manifiesta por algún acto abierto que revela el deseo
malo y desmesurado de la persona. El escritor bíblico Santiago nos dice que el deseo
incorrecto, cuando se hace fecundo, da a luz el pecado. (Snt 1:14, 15.) Por lo tanto, a la
persona ávida se la detecta por sus acciones. El apóstol Pablo dice que la avidez equivale a
idolatría. (Ef 5:5.) La persona ávida hace su dios de aquello que desea, y lo coloca por encima
del servicio y la adoración al Creador. (Ro 1:24, 25.)

3.- ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?

(Efesios 4:32-5:1) Más bien háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y
perdónense liberalmente unos a otros, asi ́ como Dios también por Cristo liberalmente los
perdonó a ustedes.
5 Por lo tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados,

*** w13 1/10 pág. 11 párrs. 5-6 “Jehová los perdonó liberalmente a ustedes” ***
“Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, asi ́ también háganlo ustedes.” Esta es la
principal razón por la que debemos perdonar liberalmente a nuestro prójimo: porque Jehová
nos perdona liberalmente a nosotros (Miqueas 7:18). Pensemos un momento en el inmenso
favor que Jehová otorga a los pecadores arrepentidos.
A diferencia de nosotros, él no peca. Pero nos perdona con gusto y sin reservas aun sabiendo
que nosotros nunca tendremos que devolverle el favor de perdonarle. Jehová es, sin duda, el
ejemplo perfecto de lo que significa perdonar.
La misericordia de Jehová nos atrae hacia él y nos mueve a imitarlo (Efesios 4:32–5:1).
Hacemos bien en preguntarnos: “Si Jehová me perdona tan generosamente, ¿cómo puedo
negarle el perdón a alguien tan imperfecto como yo y que está sinceramente arrepentido de
haber pecado contra mi ́?” (Lucas 17:3, 4).
4.- ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado usted en la lectura bíblica de esta semana?

Efesios 4:1-3. Yo, por lo tanto, el prisionero en [el] Señor, les suplico que anden de una manera
digna del llamamiento con el cual fueron llamados, 2 con completa humildad mental y
apacibilidad, con gran paciencia, soportándose unos a otros en amor, 3 esforzándose
solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz.

w16 junio pág. 22 párr. 19 “Jehová nuestro Dios es un solo Jehová”


19 Todos tenemos la responsabilidad personal de mantener la unidad de la congregación.
¿Cómo conseguirlo? En primer lugar, tenemos que desarrollar y demostrar las cualidades que
mencionó Pablo.

Efesios 4:8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en]
hombres”
Jesucristo “se llevó cautivos”, es decir, le arrebató a Satanás el control sobre algunos hombres,
e hizo de ellos dádivas para la edificación de la congregación cristiana. Si somos obedientes y
sumisos a los que dirigen la congregación y cooperamos con ellos, “[creceremos] en todas las
cosas en aquel que es la cabeza, Cristo” (Heb. 13:7, 17).

Efesios 5:22-24, 33. Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, 23 porque
el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo
él salvador de [este] cuerpo. 24 De hecho, como la congregación está en sujeción al Cristo, así
también lo estén las esposas a sus esposos en todo. 33Sin embargo, también, que cada uno de
ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa
debe tenerle profundo respeto a su esposo.

Además de estar en sujeción a su esposo, la mujer debe respetarlo. ¿Cómo puede hacerlo?
Manifestando un “espíritu quieto y apacible”, hablando bien de él a los demás y apoyando sus
decisiones para que tengan buenos resultados (1 Ped. 3:3, 4; Tito 2:3-5).

Efesios 5:25, 28, 29.


Tal como se alimenta a sí mismo, el marido debe “alimentar” a su esposa, es decir, satisfacer
sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. También debe demostrarle su cariño
hablándole y tratándola con ternura, y dedicándole el tiempo que ella necesite.

Efesios 6:10-13. Finalmente, sigan adquiriendo poder en [el] Señor y en la potencia de su


fuerza. 11 Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes
contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne,
sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta
oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. 13 Por esta causa
tomen la armadura completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y,
después de haber hecho todas las cosas cabalmente, estar firmes.

Para resistir la influencia de los demonios, tenemos que ponernos la armadura completa que
proviene de Dios.
4:17-19. Esto, por lo tanto, digo, y de ello doy testimonio en [el] Señor: que ya no sigan ustedes
andando tal como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, 18 mientras
mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la
ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón. 19 Habiendo llegado a
estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda
clase de inmundicia con avidez.

w93 1/3 pág. 9 párr. 6 Transformen su mente e iluminen su corazón


6 Hoy vemos una situación similar. Vivimos en un mundo que también se caracteriza por sus
valores pervertidos, su falta de sentido moral y sus costumbres religiosas falsas. Muchos de
nosotros actuábamos conforme al sistema de cosas de este mundo. Otros nos vemos
obligados a tratar con mundanos día tras día. Algunos vivimos en hogares donde domina el
espíritu del mundo. Por eso es imperativo que entendamos el significado de las palabras de
Pablo y nos beneficiemos de su consejo.

Efesios 6:4 Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la
disciplina y regulación mental de Jehová.

w13 15/9 pág. 3 ¡Qué útiles son los contrastes!


El apóstol Pablo podría haberse limitado a decir que los padres deben criar a sus hijos según
las normas de Jehová, y este consejo sin duda hubiera sido muy acertado. Pero ¿cómo logró
dejar aún más clara la idea? Haciendo un contraste: no irritar a los hijos, sino criarlos según la
forma de pensar de Jehová.

6:19-20. también por mí, para que se me dé capacidad para hablar al abrir la boca, que con
franqueza de expresión dé a conocer el secreto sagrado de las buenas nuevas, 20 para las
cuales actúo como embajador en cadenas; para que hable con relación a ellas con denuedo,
como debo hablar.
w06 15/5 pág. 14 ¿Tiene usted “franqueza de expresión”?
Predicar en el trabajo, en la escuela o al ir de viaje puede poner a prueba nuestra franqueza de
expresión. Quizás nos quedemos callados por timidez, por temor a la reacción de las personas
o porque dudamos de nuestras aptitudes. A este respecto, el apóstol Pablo nos da un buen
ejemplo.

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