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1.- Introducción 5
1.1.2 Causas 5
1.2.- Atención educativa de niños y niñas con autismo, de cero a seis años 10
1.4.- Propósito 23
2.1.2.2.- Berrinches 37
2.6.- Evaluación 46
1
3.- Recuperación de experiencias exitosas 48
3.1.- David 48
3.2.- Alejandro 59
4.1.- Materiales 73
4.1.1.- Juguetes que atraen la atención sobre las acciones del adulto 74
4.1.4.- Juguetes que facilitan que los niños y niñas permanezcan sentados y 74
que aprendan a esperar turnos y comprender reglas
2
4.3.2.- Aprendiendo a señalar partes del cuerpo 99
3
1. INTRODUCCIÓN
1.1 ¿Qué es el autismo?
E
l autismo y el trastorno generalizado del desarrollo (Pervasive Developmental
Disorder, PDD) son discapacidades del desarrollo que comparten muchas de las
mismas características y generalmente son evidentes antes de los tres años de
edad. El autismo como el PDD son trastornos neurobiológicos que afectan la
habilidad del niño y la niña en cuanto a comunicación, comprensión del lenguaje, el
juego y su relación con los demás. Actualmente uno de cada mil habitantes presentan
características autistas y es más frecuente en los varones. El autismo es un trastorno que se
padece por toda la vida, aunque las manifestaciones cambian conforme pasa el tiempo
y algunos síntomas mejoran mientras otros pueden hacerse más severos. El concepto del
espectro autista, es un continuo de diferentes dimensiones y no establece una categoría
única, permite reconocer, a la vez, lo que hay de común entre las personas con autismo y
lo que hay de diferente.
1.1.2 Causas
Hoy sabemos que el origen del autismo no reside en un ambiente externo inadecuado
para el desarrollo del niño, sino en sucesos internos que perturban ese desarrollo. Tiene su
origen esencial en sucesos biológicos que tienen lugar en el interior del niño, Se reconoce
en general que el autismo se debe a múltiples etiologías, que van desde alteraciones
genéticas a trastornos metabólicos o procesos infecciosos, mismos que pueden intervenir
en diversas fases del desarrollo prenatal, perinatal o postnatal del Sistema Nervioso. Sin
embargo, no se cuenta hasta el momento con una respuesta a las causas del autismo. El
autismo está presente en todo el mundo, en cualquier raza y en todas las clases sociales.
5
1.1.3.- Siete grupos de conductas generalmente
presentes en niños y niñas con autismo:
6
4.- Alteraciones de la conducta afectiva
7
Para comprender como funciona la percepción de una persona con autismo, le
sugerimos que imagine por un momento que usted se encuentra en un partido de fútbol y
con unos binoculares enfoca y centra su atención en un jugador o en una persona que
le llamó la atención: es la única imagen que captan sus ojos. En ese momento hay una
pelea entre varios jugadores y el público también discute, pero usted no puede entender
lo que pasó. ¿La razón? Usted estaba enfocando tan sólo un detalle de toda la escena.
Continúe imaginándose, además, que no se encuentra en su ciudad, sino en un estadio
de Corea en el Mundial de Fútbol del 2002. Tan solo comprende y logra decir unas
cuantas palabras y frases básicas en inglés. Mediante gestos procura preguntarle a su
vecino qué sucedió, por qué pelean esas personas allá abajo. Su vecino se acerca a su
oído y debido al bullicio del lugar, le grita algo que usted no logra comprender; en lugar
de aclarar lo que ha sucedido, usted se siente aturdido y molesto con la respuesta que
recibió, pues lo deja más confuso que antes y le ha dejado zumbando el oído. Por esto
prefiere no insistir con la pregunta. En vista de tanta confusión, probablemente usted
prefiera seguir enfocando sus binoculares hacia la persona que le llamó la atención
antes... o a lo mejor decide irse de allí, pues perdió interés en todo lo que pasa. Con
seguridad lo verán extraño, mientras la mayoría de asistentes comentan y se interesan en
la pelea.
8
hablar, repiten una y otra vez las palabras y frases que aprenden, siempre del mismo
modo.
También es frecuente que con alguno de sus sentidos sean muy sensibles, por lo que
ciertos sonidos que pueden ser normales para nosotros, para ellos pueden ser
insoportables. Lo que para nosotros es una caricia, para ellos puede resultar molesto.
Ciertos brillos o reflejos pueden hacerlos sentir como si estuvieran en el mar o en la nieve
en un día brillante sin lentes oscuros.
La vida diaria no es como un partido de fútbol. Pero para el niño o niña con autismo
puede ser una situación parecida a la descrita antes: se encuentra en el aula, con su
maestra y compañeritos. La maestra explica un dibujo que quiere que todos hagan con
colores. Pero el niño o niña con autismo no la enfoca a ella, sino a las hojas de un árbol
que se mecen y que puede ver a través de una ventana del lugar. Escucha lo que dice
su maestra, pero no relaciona esas palabras con lo que ella espera que él haga. Los niños
y la maestra comienzan a hacer mucho ruido, le duelen sus oídos. Por esto se tapa con
sus manos; sale al patio a buscar aquel árbol que tanto le gustó.
9
En el punto 2 se van a ampliar estas características y la manera como pueden aparecer
en niños y niñas de cero a seis años. Pero sin lugar a dudas, se necesita de una serie de
estrategias para ayudarlo en este momento de su vida, puesto que de lo que hagan los
adultos dependerá que las características se intensifiquen o cambien.
E
n muchos países del mundo y de América Latina se está prestando especial
interés a la atención de los niños pequeños, por muchas razones:
• Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo del ser humano y la
educación crea la posibilidad de mejorar en forma sustantiva las futuras
generaciones.
10
• Según lo anterior, si se trabaja intensamente los primeros años, se prevendrán
futuros problemas y esto implica economía de dinero y tiempo para las familias y
para los Estados.
• Trabajar con niños pequeños hace que mucha gente se una para ayudarlos.
A
ctualmente el autismo se detecta hacia los tres años. Desgraciadamente, es
difícil la detección temprana del autismo, esta situación no es demasiado
sorprendente si tenemos en cuenta una serie de factores:
11
• La falta de instrumentos adecuados de evaluación del desarrollo actualmente al
uso entre los pediatras los cuales se preocupan quizás más de posibles
alteraciones a nivel perceptivo o motor (que pueden incluso no darse en niños
con autismo) y menos de aquellas alteraciones del desarrollo (sociales,
comunicativas) que caracterizan al autismo.
• La dificultad para evaluar las alteraciones sociales del autismo en estas fases tan
tempranas del desarrollo puesto que pueden ir apareciendo o se van haciendo
evidentes de manera indiciosa, encubierta y casi disimulada tras un rostro sano y
un desarrollo en muchos casos no problemático a nivel perceptivo y motor.
• Las posibles diferentes formas de aparición del trastorno hay casos en los que
parece que los problemas se dan desde el principio, sin embargo, pueden
aparecer después de un período de desarrollo aparentemente normal de uno o
dos años.
Por tal motivo, el estudio llevado a cabo por Baron-Cohen y sus colaboradores en 1992
pretende establecer si es posible detectar el autismo a los 18 meses de edad. Es
especialmente importante para aquellos niños y niñas de alto riesgo, que tienen
hermanos mayores con autismo.
12
Para uso de médicos generales (MG) o trabajador social (TS) durante la exploración
evolutiva de los 18 meses: Contestar SI/NO
3.- ¿Le gusta a su hijo subirse a sitios (por ejemplo, a lo alto de las escaleras)?
5.- ¿Simula alguna vez su hijo, por ejemplo, servir una taza de té usando una tetera y una
taza de juguete, o simula otras cosas? (*)
6.- ¿Utiliza alguna vez su hijo el dedo índice para señalar, para pedir algo?
7.- ¿Usa alguna vez su hijo el dedo índice para señalar, para indicar interés por algo? (*)
8.- ¿Sabe su hijo jugar adecuadamente con juguetes pequeños, y no sólo llevárselos a la
boca, manosearlos o tirarlos?
(*) Indica las preguntas críticas que son las más indicativas de la existencia de rasgos
autistas.
13
SECCIÓN B: OBSERVACIONES DEL MAESTRO DE GRUPO O TRABAJADOR SOCIAL:
III.- Consiga la atención del niño, entonces dele una tarea y una taza de juguete y diga:
¿Puedes servir una taza de té? (*)
IV.-Diga al niño ¿Dónde está la luz?. Señala el niño con su dedo índice a la luz (*)
V.- ¿Sabe el niño construir una torre de bloques? Si es así, ¿Cuántos? (Número de bloques)
Para contestar “si” en la pregunta II, asegúrese de que el niño no ha mirado sólo su mano,
sino que realmente ha mirado el objeto que esta usted señalando.
Para la pregunta IV repítalo con ¿Dónde está el osito?, o con cualquier otro objeto
inalcanzable si el niño no entiende la palabra luz. Para registrar “si” en este item, el niño
debe de haber mirado su cara al momento de señalar.
14
Como se puede ver, este listado examina la presencia de conductas de juego simbólico
y atención conjunta. En la Sección A evalúa 9 áreas del desarrollo, con una pregunta
para cada área: juego brusco y desordenado, interés social, desarrollo motor, juego
social, juego simulado, señalar protoimperativo, señalar protodeclarativo, juego funcional
y atención conjunta. En la Sección B se ha incluido para que el médico compruebe el
comportamiento del niño, corroborando las respuestas de los padres dadas en la Sección
A.
En este período muchos niños y niñas con autismo que no tienen el diagnóstico inician su
proceso de formación en los mismos lugares que los otros pequeños de su edad: en un
jardín de infantes, guardería, centro de educación preescolar, o en un hogar
comunitario1. Al estar allí pueden suceder varias situaciones:
1 En cada región puede denominarse de forma diferente el sitio al que asisten los niños y niñas entre cero y seis
años. Para unificar el término, nos referimos genéricamente al jardín. De igual manera, el rol que asume el
adulto a cargo de los niños y niñas en la institución puede llamarse de distintas maneras, pero aquí nos
referiremos al EDUCADOR o MAESTRO.
15
• El que los padres o educadores piensan que es mejor que permanezca en
su casa, porque aún está inmaduro, o le buscan otro lugar pensando que allí
no lograron entenderlo.
16
17
• Se ven características diferentes en el niño, así que lo remiten a los especialistas,
para que le realicen exámenes que aclaren cuál es su problema, le ordenen
alguna medicina y para que les diga qué hacer.
ESTO PUEDE SER IMPORTANTE PERO NO ES EL ÚNICO CAMINO. LAS ACCIONES QUE SE
REALICEN A DIARIO SON FUNDAMENTALES.
• Padres y educadores piensan que, sea lo que sea, es necesario ayudar al niño o
niña, y procuran exigirle como a los demás para que tengan las mismas
experiencias y oportunidades que ellos.
18
1.3.2 Los niños con diagnóstico temprano
19
20
EL NIÑO O NIÑA ASISTE AL Es una buena opción,
JARDÍN DURANTE PARTE DEL siempre y cuando:
DÍA Y LOS PADRES RECIBEN
• Existan personas de la
ASESORÍA EN UN CENTRO
familia que permanezcan
ESPECIALIZADO PARA SABER
mucho tiempo con el niño
CÓMO ESTIMULARLO EN
o niña, y estén dispuestas a
CASA EL RESTO DEL TIEMPO.
practicar en casa todo lo
que aprenden.
• Trabajen de manera
constante.
• Se comuniquen con el
Jardín para trabajar
colaborativamente.
21
UNA PARTE O TODO EL DÍA. cuando el profesional de
EXISTEN ASESORES (DENTRO apoyo conozca sobre el
DE LA PROPIA INSTITUCIÓN O tema del autismo e involucre
EXTERNOS) QUE INDICAN AL a la familia en el proceso de
EDUCADOR CÓMO ACTUAR desarrollo del niño o niña.
Y CÓMO ESTIMULAR Y Asimismo asegurar apoyos
TRATAR AL NIÑO LO MEJOR suficientes para ofrecerle
POSIBLE. reales aprendizajes y
desarrollo.
22
EL NIÑO O NIÑA ASISTE No es la mejor opción en
TODO EL TIEMPO A UN este período de la vida,
CENTRO ESPECIALIZADO. puesto que el niño o niña
pierde oportunidades de
aprender de sus
compañeros y de las
experiencias educativas y
formativas que se llevan a
cabo en la institución
ordinaria. En algunos
lugares esto sucede sólo de
forma transitoria, mientras
aprende algunas
herramientas que
posteriormente le servirán.
23
EL NIÑO O NIÑA PERMANECE No es una buena opción,
TODO EL TIEMPO EN CASA Y pues por tratarse de un
ASISTE A DIFERENTES servicio individual, el niño o
TERAPIAS INDIVIDUALES: DEL niña pierde oportunidades
LENGUAJE, OCUPACIONAL, de aprender de sus
PSICOLÓGICA. compañeros. Además no es
frecuente que los distintos
terapeutas se pongan de
acuerdo entre sí, por lo que
estas terapias no están bien
encaminadas a lo que el
niño o niña más necesita, y
se fragmenta su desarrollo.
24
no en la vida diaria.
25
1.3.3 Aspectos que favorecen al niño y a la niña con autismo
En investigaciones de todo el mundo2, se ha encontrado que entre los aspectos que más
favorecen a los niños y niñas con autismo, están3:
• Que permanezcan desde los primeros años en ambientes integrados, esto es,
compartiendo con niños sin alteraciones del desarrollo. Deben trabajar los
mismos aspectos del desarrollo que los demás niños.
Que se busquen desarrollar funciones alteradas, disminuir las conductas que retrasen su
desarrollo e implementar funciones comunicativas, a través de una enseñanza explicita.
2
RIVIÈRE, Ángel. Desarrollo Normal y Autismo. Orientaciones para la intervención educativa . Madrid: Trotta, 2001.
3
MORUECO, Maribel. La estimulación precoz en el autismo. Primer Simposio Internacional sobre Detección e
Intervención Temprana en Autismo. Centro de Psicología ALBORAN, Asociación Española para el avance de la
Psicología. Palma de Mallorca, Noviembre de 2001.
4
GREEN, Gina. Evaluating Claims about Treatments for Autism. En: MAURICE, Catherine (Ed). Behavioral
Intervention for Young Children with Autism. Austin: pro-ed, 1996, p. 15.
26
• Que se promuevan experiencias de aprendizaje significativo.
• Que se mantengan contextos y objetivos individualizados de tratamiento y
enseñanza.
• Que se proporcionen formas alternas para favorecer el proceso de
comprensión.
• Que se fomente la relación con la persona.
Esto implica padres y profesionales convencidos de que pueden sacar adelante al niño o
niña.
Adicionalmente existen algunas condiciones del niño o niña que determinan que su
evolución sea favorable (capacidad intelectual, ausencia de enfermedades
neurológicas, etc.), pero como plantea Riviére5, las experiencias educativas pueden
tener un efecto impactante en el desarrollo mismo del cerebro.
Así pues, se requiere iniciar el proceso educativo en los primeros seis años de vida y darle
continuidad a lo largo de los años que siguen.
1.4 Propósito
C
on este documento, se espera brindar a los educadores (de escuela regular)
que trabajan con niños y niñas de cero a seis años y a toda la comunidad
educativa (autoridades educativas, maestros y padres de familia) apoyos y
herramientas didácticas para trabajar con autismo, favoreciendo la integración
educativa de esta población. Este material no reemplaza la asesoría de expertos ni
puede ser exhaustiva en todos los temas, pero ofrece elementos aplicables por todos los
educadores, siempre y cuando sean sensibles a las necesidades particulares de cada
persona y estén convencidos de que la educación es un derecho fundamental.
5
RIVIERE, Ángel y Juan Marcos (Comp.) El tratamiento del Autismo. Nuevas Perspectivas. Madrid: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, 1997, p.23.
27
2. MARCO CONCEPTUAL
S
egún el reporte de los padres, durante el primer año la mayoría de niños y niñas a
los que luego se les diagnostica autismo, han sido muy pasivos o muy tranquilos y
con un desarrollo normal6. Esto incluso está sustentado con videos caseros y con
reportes de los exámenes pediátricos de seguimiento. Pero durante el segundo año de
vida, entre los doce y los treinta meses, comienza a ser evidente que algo no va bien.
Algunos comienzan a dejar de hacer cosas que ya hacían, como por ejemplo, silabear o
hablar, sus juegos se vuelven muy extraños y repetitivos, y además se observan muy
irritables. Otros no tienen exactamente un retroceso, sino que no muestran el desarrollo
esperado. Según Baron-Cohen 7 las principales señales de la presencia de autismo en
esta etapa son:
Los niños y niñas sin discapacidad, entre los nueve y catorce meses
aproximadamente, señalan los objetos, no solamente con el fin de que se los
entreguen, sino para hacer una especie de comentario, aunque no es un
comentario con palabras sino con gestos. Pueden señalar algo para expresar:
6
RIVIÈRE, Ángel. Desarrollo Normal y Autismo. Orientaciones para la intervención educativa . Madrid: Trotta, 2001.
7
BARON-COHEN, Simon, et al. Marcadores psicológicos para la detección del autismo infantil en una
población amplia. En: RIVIÈRE, Ángel y Juan Martos (Comp.) El tratamiento del Autismo. Nuevas Perspectivas.
Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 1997, p. 161.
28
• Que les pareció bonito
• Que es nuevo
Los niños con autismo pueden señalar o llevar la mano para que les entreguen
algo que necesitan o desean, pero no para compartir con la otra persona
como les parece el objeto o situación.
Los niños y niñas sin discapacidad, entre los nueve y catorce meses, miran lo
que el adulto les muestra, o miran al adulto para asegurarse de que está
mirando lo que él o ella les señala.
29
NO MUESTRAN IMAGINACIÓN EN EL JUEGO
En cambio los niños con autismo en esta edad muestran falta de imaginación
y usan los objetos sólo para lo que verdaderamente sirven o los usan todos de
manera similar.
Hay que estar muy atentos a estos signos, pues se ha demostrado que casi con
seguridad, el niño o niña pequeño que presente estos tres signos al mismo tiempo,
presenta autismo y necesita un trabajo intensivo. Además, generalmente su apariencia
física es completamente normal, al igual que la mayoría de exámenes neurológicos que
les realizan, lo cual puede llevar a tranquilizar a los adultos y a pensar que sólo es
cuestión de esperar.
30
Rivière amplía un poco los indicadores tempranos del autismo (sus anotaciones se
agruparon por los autores de este documento y algunas se ampliaron). 8 No se trata de
que tenga que presentar todas estas características, pero ilustra lo que frecuentemente
se encuentra:
8
RIVIÈRE, Ángel y Juan Martos. El niño pequeño con Autismo. Madrid: APNA, 2000.
31
• Tiende a ignorar a los niños de su edad.
• Aislamiento completo
32
• Su juego es repetitivo o tiene la tendencia a
EN SUS INTERESES
ordenar todo.
• Lenguaje discursivo.
33
• Ausencia completa del juego simbólico o de
EN LA IMAGINACIÓN
cualquier indicio de actividad imaginativa.
34
Aunque todos los niños y niñas con autismo son diferentes, se van a mencionar a
continuación las variaciones que pueden encontrarse en cada una de las características.
Dificultades en la interacción
Indiferentes con las personas Se acercan a otros niños si les Buscan a otros niños, pero
(principalmente con otros insisten, o si les ayudan. En casi siempre a los mismos.
niños), las miran poco o las ocasiones buscan a otros No tienen en cuenta lo que
rechazan si se les acercan. niños sólo con ciertas los otros quieren, insisten en
No juegan con nadie. actividades o juegos. los juegos o actividades que
ellos desean.
35
Dificultades en la comunicación
36
Conducta repetitiva
37
Estos intereses intensos los
pueden variar, de tal
manera que durante unas
semanas o meses se
interesan en algo y luego lo
cambian por otro.
Las que se han mencionado antes son las tres características que siempre están presentes
(en mayor o menor grado) en las personas con autismo:
• DIFICULTADES EN LA COMUNICACIÓN.
• JUEGO.
Al sospechar que se trata de autismo deben estar presentes dificultades de los cinco tipos,
aunque es posible que unas sean más intensas que otras. Una sola de ellas no es suficiente
para pensar en este cuadro. Para estar seguros, se deben buscar personas en la región o
en la ciudad más cercana, que sepan del tema, y puedan hacer un diagnóstico. Pueden
ser psicólogos que trabajan con niños, psiquiatras, equipo de apoyo escolar, entre otros.
No debe darse como un hecho, pero se debe motivar al diagnóstico y de todas maneras,
como ya se ha dicho antes, se debe ayudar y comenzar a actuar.
38
La participación de otros especialistas es importante: Nutriólogo, Pedagogo, etc.
asimismo es importante cuidar el aspecto físico del niño, contando con una rutina diaria
de ejercicios, así como ejercicio diario, en cualquier deporte, esto ayudara enormemente
al niño con autismo a liberar energía y presentar mejores patrones de conducta. Otro
aspecto que hay que promover es la estimulación artística, ya que estos niños tienen
potencial para comunicarse a través de las artes gráficas y la música. En muchos casos,
esos medios ayudan a liberar la tensión que los niños acumulan por las dificultades de
comunicación que enfrentan, por lo que es muy recomendable orientar a los maestros y
a los padres en promover este tipo de actividades.
Tenemos que tomar en cuenta que estos programas deben ser hechos conforme a las
necesidades especificas del menor, tratando de que siempre sean programas
individualizados, enfatizando las capacidades y habilidades.
Existen otras características que también presentan con frecuencia estos niños, aunque
no son las que definen el trastorno:
Pueden ser muy hábiles en unos aspectos, pero muy lentos en otros. Es decir, presentan
muchos altibajos. Por ejemplo:
Juan: tiene extraordinaria memoria. Repite frases y hasta diálogos que ha escuchado
antes.
39
Sin embargo, cuando está molesto no es capaz de expresarse con palabras y en
cambio llora mucho.
A pesar de esto, no sabe vestirse solo, en clase no hace lo que la maestra le pide.
José: recuerda de quién es cada cosa. Reparte los bolsos de cada uno de sus
compañeros, pero no reconoce los colores, ni las formas, ni los tamaños.
Ana: sabe utilizar por sí misma todos los electrodomésticos de casa, manejar el control
remoto, seleccionar el canal de televisión que desea.
Entre las habilidades que pueden mostrar, las cuales sorprenden y desconciertan a los
adultos, están:
• Muy buena memoria visual: recuerdan perfectamente dónde van las cosas, los
trayectos, las marcas.
• Elevada capacidad para fijarse en detalles: por esto son buenos con los
rompecabezas.
40
2.1.2.2 Berrinches
Muestran reacciones de rabia con ellos mismos o con los demás. En muchas ocasiones
no es fácil entender cuál fue el motivo del berrinche, pues pueden ser detalles que para
las otras personas son insignificantes. Por ejemplo: no permitirles coger una cosa o hacer
algo; estar en un sitio con mucha gente o bullicio; cambiar de ruta para ir a la escuela;
colocarle una prenda nueva; asignarle un lugar nuevo para sentarse o para poner su
bolso. Estas pataletas son más intensas en el período de los primeros cinco años.
E
l adulto que esté a cargo del niño o niña con autismo es fundamental para su
desarrollo, así sea que le corresponda estar con él o ella sólo unas horas del día,
durante un año, o unos meses. En este tiempo puede lograr transformaciones
en su manera de relacionarse, de comunicarse, de comportarse, o por el contrario,
puede contribuir a que las características de autismo se intensifiquen.
41
Cuando se sospecha de autismo, la primera reacción de los maestros es buscar un
experto que se haga cargo de él. La realidad es que muy pocas personas están
preparadas desde la universidad para trabajar con personas con autismo. Pensar en
cambiarle de maestro porque no sabe de autismo, sería como pensar en cambiarle de
padres.
Más que saber o no saber de autismo, las características fundamentales para que el
adulto desarrolle una buena labor con niños y niñas con autismo, son las siguientes9:
• Debe ser una persona con buenas interacciones sociales y con capacidad de
congeniar con el niño o niña que presenta autismo; debe ser capaz de
ponerse en su lugar y de entenderle. Logra seguirle el ritmo y adaptarse a sus
capacidades de comprensión.
• Debe ser ágil y capaz de integrar la información que tiene del niño.
9
VEGA, Hipólito. El perfil de la persona del terapeuta de autistas. En RIVIÈRE, Ángel y Juan Martos (comp). El
Tratamiento del Autismo. Nuevas Perspectivas. Madrid: Apna-Imserso, 1997.
42
2.3 El juego como mediador
E
n la mayoría de los niños, incluso con diferentes tipos de discapacidad, el juego
es un medio para adquirir distintos tipos de destrezas: sociales, comunicativas,
motrices, cognitivas. Asimismo, el juego ofrece a los niños y a las niñas la
posibilidad de asumir un papel activo frente a la realidad y frente al aprendizaje dentro y
fuera de la escuela. Jugar es un acto natural directa y plenamente vinculado al
desarrollo infantil. Un juguete adecuado hace posible el acercamiento del niño y la niña
a conocimientos que de otra manera quizá no sería posible proporcionarle. Pero en el
caso del niño o niña con autismo, sucede algo diferente: no sabe jugar; o como se
mencionó antes, juega de manera particular.
Los niños y niñas en general tienen la capacidad de observar a las personas, de imitar a
otros, de representar o simular lo que han visto o lo que piensan. Y por esto el juego es
para ellos una vía o un medio de aprendizaje. Pero los que presentan autismo ya hemos
visto que,
.... Observan poco a las demás personas, más bien tienden a alejarse, principalmente si se
trata de otros niños.
Por tanto, en lugar de que sea un mediador, o una estrategia, para los niños y niñas con
autismo el juego es un objetivo. Esto significa que es necesario enseñarles a jugar. Los
apoyos para lograrlo se verán más adelante.
Las personas con autismo aprenden de una forma más directa. Podrán aprender a seguir
normas, si se les enseña a seguirlas explícitamente; por sí mismos no caen en cuenta de
lo importantes que son.
43
Su manera de aprender es muy particular, pues son muy independientes y aprenden
muchas cosas sin que nadie se las haya enseñado. Es el caso del manejo de muchos
aparatos o electrodomésticos.
Además, aprenden más por memoria que por lógica. Utilizan principalmente la
extraordinaria memoria visual que tienen. Por lo tanto, es importante que existan
imágenes que les recuerden como se deben comportar en determinados momentos.
básicos y necesidades
E
l maestro debe recoger información sobre los siguientes aspectos del niño o
niña con autismo:
44
• ¿Permanece en las tareas que asigna el maestro durante un
tiempo similar al de sus compañeros?
45
• Carece de empatía, es decir, del entendimiento intuitivo de los
sentimientos de otras personas.
46
• ¿Qué respuestas extrañas o distintas a las de los demás niños
ASPECTOS
muestra en la audición?
SENSORIALES
• ¿Qué respuestas extrañas o distintas a las de los demás niños
muestra respecto a la visión?
47
• ¿Tiene satisfechas las necesidades básicas de alimento, vestido,
FAMILIA
techo?
Con las respuestas a estas preguntas, será posible determinar las principales necesidades
del niño o niña con autismo, para poderle ayudar con las más apremiantes.
48
2.5.- Papel de la familia
E
l papel de la familia es fundamental para la atención adecuada del niño con
autismo, es importante establecer un medio de comunicación con la familia
indicando los cambios en la conducta del niño y de la niña. La comunicación
con la familia no solo favorece a los niños y niñas con autismo sino a cualquier niño. Dada
la necesidad que tienen los niños con autismo por predecir los eventos que suceden en su
vida, es muy importante que los padres sean consistentes en casa. Asimismo, los padres y
maestros pueden compartir estrategias que les hayan funcionado con el niño para
facilitar su aprendizaje, manejo de conducta u otras necesidades.
49
2.6 Evaluación
A
l llegar a los seis años, se espera haber logrado las siguientes habilidades, en
las cuales tanto padres como educadores se deben centrar:
Hábitos:
• Utilizar los materiales de trabajo para lo que realmente sirven: lápiz, tijeras,
plastilina. No tiene que usarlos perfectamente, pero sí debe reconocer su
uso, en lugar de emplearlos de forma extraña.
• Seguir los pasos de una tarea que se le va mostrando. Por ejemplo: para
hacer una figura, que vaya imitar paso a paso al adulto.
Comunicación:
50
Socialización:
Autodirección:
• Controlar sus estados emocionales con ayuda del maestro. Esto significa
que si llega a alterarse, puede recuperarse con la guía del adulto.
51
3. Recuperación de experiencias exitosas
3.1 David
C
uando David nació era muy tranquilo, lloraba poco, tal vez menos que
cualquier otro bebé, y dormía mucho. A los veinte días comenzó a llorar muy
fuerte cuando sentía hambre; en las noches regurgitaba y vomitaba. Hasta
los seis meses fue un bebé demasiado tranquilo, risueño y feliz. A los cinco meses se sentó,
a los seis intentaba gatear y caminó a los ocho y medio. Desde entonces mostró agilidad
en sus movimientos. Desde los diez meses sus padres observaron con preocupación que
cuando se enojaba se echaba hacia atrás y se golpeaba la cabeza con fuerza. Además,
vomitaba algunos alimentos que no le gustaban, razón por la cual el pediatra realizó
algunos exámenes, pero no se encontraron problemas digestivos. Sus primeras palabras
las dijo al año de edad: mamá, papá, leche. Desde los dieciocho meses comenzó a
hablar claramente y empleaba incluso palabras muy elevadas para un niño de su edad,
lo cual le llamaba la atención a la gente. A esta edad continuaba golpeándose la
cabeza cuando se enojaba. Esto siempre preocupó a sus padres, quienes lo cargaban
cada que lo hacía.
A los dos años le gustaba mucho ver películas y memorizaba diálogos completos de
éstas, los cuales repetía luego. David ingresó al preescolar a los dos años de edad.
52
Durante su segundo año escolar, cuando tenía tres años de edad, su nueva profesora
Patricia vio la necesidad de hablar con la coordinadora del preescolar sobre los
comportamientos y evolución de David. La autolesión seguía presentándose y el niño
comenzaba a presentar actitudes que no habían observado antes, como sonidos roncos
con su garganta (no propiamente palabras), los dedos de sus manos los ponía rígidos,
hacía gestos faciales llamativos, por ratos parecía ausentarse y se enojaba mucho
cuando cambiaban de una actividad a otra. Además, se preocupaba excesivamente
por estar limpio, y debido a esto el proceso de aprender a usar el sanitario fue muy lento y
complejo. Continuaban las dificultades de atención, por ello no realizaba las actividades
de los demás niños. En este momento se les recomendó a los padres que buscaran un
especialista que evaluara a David con el fin de clarificar su comportamiento y la
evolución general en su desarrollo.
Un médico psiquiatra infantil determinó que David presentaba trastornos del lenguaje, así
como también dificultades en su socialización y bajos niveles de tolerancia a la
frustración. A partir de ese momento se comenzaron a buscar apoyos para que el niño
mejorara su conducta y aprendizaje.
Lina, su siguiente maestra, como apoyo más significativo utilizó a un compañerito que
servía como tutor. El otro niño le mostraba a David lo que debía hacer y lo ayudaba a
cambiar sus comportamientos y a no aislarse; lo acompañaba y guiaba en sus tareas y
actividades. Cada cierto tiempo la maestra cambiaba el tutor para David.
DAVID:
VAMOS A HAZLO
PINTAR IGUAL
QUE YO
53
DAVID:
VEN CON
NOSOTROS
Al cumplir cinco años, David continuó su proceso escolar en el mismo lugar. Su profesora
Beatriz continuó con los apoyos utilizados el año anterior. Adicionalmente, utilizó las
siguientes estrategias para ayudarle a integrarse más activamente, a comunicarse mejor
y a enfocarse en las tareas que le proponían:
UBICACIÓN DENTRO DEL AULA Beatriz ubicó a David cerca de ella, para hablarle
siempre de frente; de esta manera lograba que el niño
se enfocara más en lo que ella le decía. Además, al
tenerlo junto a ella podía felicitarlo o premiarlo
inmediatamente cuando él hacía lo mismo que los
demás niños.
54
55
USO DE DIBUJOS PARA ASEGURAR LA Para asegurar que David aprendiera lo mismo que sus
COMPRENSIÓN compañeros, Beatriz utilizaba dibujos o láminas que
ilustraban las explicaciones que les hacía. Notaba que
Niños
van a de esta manera el niño atendía y se interesaba más; en
colorear
cambio si sólo hablaba, él se dispersaba.
56
57
David, estás
triste porque
se terminó la
película
COMUNICACIÓN DE NECESIDADES Y Aunque David sabía hablar, le era muy difícil expresar
58
TAREAS
Era frecuente que David comenzara a trabajar más
tarde, que se detuviera en un elemento que le
interesaba o que tardara mucho completando todos
los elementos de un dibujo, pues no quedaba
satisfecho hasta no hacerlo con todo detalle. Por
ejemplo, si se le pedía que dibujara su casa, pretendía
Guiar la mano hacer el edificio donde él vivía, con todos los pisos y el
mismo número de ventanas que en realidad tenía.
Para ayudarle a hacer sus tareas más rápidamente,
Beatriz guiaba su mano para iniciarlo en la ejecución; a
medida que David avanzaba, fue disminuyendo el
apoyo físico y pudo sustituirlo por modelos: presentaba
uno o varios ejemplos terminados de cada tarea que
debía hacer David, para que él se hiciera una idea
clara de lo que se le pedía. Finalmente David logró
trabajar completamente solo.
Dar modelo terminado
59
60
CANTIDAD DE TRABAJO En los primeros periodos, Beatriz redujo la cantidad de
actividades que le asignaba a David, tanto en el aula
como en casa. A medida que él mejoró su velocidad
para trabajar, fue aumentando hasta asignarle la
misma cantidad de tareas que a sus compañeros.
61
Vamos a jugar al
doctor
62
David, estamos
La manzana hablando de las
El monstruo frutas, ¿cuál es
la queLas frutas
más te
se acercó...
gusta?
63
64
David jugaba cuando sus compañeros lo invitaban, pero de
PARTICIPACIÓN SOCIAL
lo contrario permanecía solo. Por esto Beatriz lo guiaba
verbalmente para que invitara a sus compañeros a jugar o
para que le permitieran jugar con ellos; se les pedía a sus
compañeros que lo aceptaran.
Esto es inadecuado
No debo reírme
Diego, un compañero de David, era muy inquieto y hacía
RECONOCER LO INAPROPIADO DEL
payasadas, las cuales le producían mucha risa a David, quien
COMPORTAMIENTO DE OTROS
le celebraba todo lo que hacía. Aquel niño era brusco y a
veces David se dejaba golpear, puesto que incluso esto le
parecía gracioso. Fue necesario hacer carteles para todo el
grupo de las conductas que eran y las que no eran
permitidas en el preescolar; entre éstas se incluyó “No reírse
cuando un compañero se comporta inapropiadamente”. De
esta manera, David recibió la información de lo inadecuado
del comportamiento de su amigo, el cual no debía fomentar
con sus risas.
Puesto que se acercaba el fin del curso y el siguiente año
PREPARACIÓN PARA EL INGRESO AL
David comenzaría a asistir a una institución educativa donde
COLEGIO
cursaría la primaria, Beatriz comenzó a prepararlo, pues sabía
que para él era difícil adaptarse a los cambios. Elaboró un
gran cuadro en cartulina, dividido en dos secciones: a la
izquierda aparecía el preescolar y a la derecha el colegio. En
diferentes clases comenzó a explicarles a David y a sus
compañeros las diferencias entre ambos lugares, respecto a
tamaño del lugar, cantidad de niños, horario, cantidad de
maestros, el transporte que lo llevaría, uniforme, etc. Este
65
cartel quedó visible durante muchos días en el aula y además
Beatriz hacía que los niños, incluido David, repitieran y
explicaran con sus palabras los elementos que aparecían en
el cartel.
66
Además de lo que realizaba la maestra en el aula, se llevaron a cabo varias acciones
con la comunidad educativa:
67
emocional. De esta manera, todos actuaban de forma
similar.
68
Actualmente David tiene seis años, cursa el grado de transición y su primer año en el
colegio fue muy exitoso. Adquirió con facilidad todos los aprendizajes académicos y no
tuvo dificultades de interacción significativas.
David ha pasado a ser un niño como todos: con necesidades, deseos y características
propias.
69
3.2 Alejandro
C
uando Alejandro nació, lloró mucho, tenía la mirada fija y no durmió en las
primeras veinticuatro horas; estuvo intranquilo, poco a poco fue
estabilizándose y pasó a ser un bebé pasivo, pues lloraba muy poco.
Su desarrollo motor estuvo dentro de lo esperado: gateó a los diez meses y caminó a los
trece. Sus padres recuerdan que su lenguaje evolucionó lentamente a pesar de que
recibía estimulación constante. Su madre es profesora de preescolar y realizaba diversas
actividades con el niño, al igual que su padre, quién permanecía con él durante el día.
Aunque sabía algunas palabras, prefería no usarlas y en cambio tomaba de la mano al
adulto, guiándolo hacia el lugar u objeto que quería. Alejandro no seguía instrucciones,
prefería estar solo y aislarse de las personas; no le agradaban los desconocidos y se
enojaba fácilmente.
A los dos años y medio ingresó a una guardería donde sólo estuvo por quince días.
Desde su ingreso, Alejandro se mostró muy intolerante: se enojaba cuando no podía
hacer lo que deseaba, o cuando las cosas no salían como él quería. Además, en casa
lloraba permanentemente, comenzó a encerrarse en el armario y evitaba pasar cerca
del preescolar. Por tanto, los padres decidieron retirarlo.
A esta edad comenzó a mostrar preferencias muy persistentes por algunas cosas, como
por ejemplo algunas propagandas de televisión; corría a observarlas si las escuchaba
70
desde lejos y frente al televisor aleteaba y se paraba en la punta de los pies. Los padres
recuerdan que le gustaba formar en columnas y agrupar objetos de manera constante,
y disfrutaba ver rodar objetos. También miraba poco a los ojos de las personas.
71
En esta época, poco antes de cumplir los tres años, los padres deciden llevar a Alejandro
a una psicóloga para evaluarlo y recibir asesoría. Ella les comunica el diagnóstico de
autismo y les sugiere recibir asesoría para aprender a manejar los comportamientos
difíciles en el niño y para emplear apoyos en las áreas de comunicación, socialización e
independencia. Los padres iniciaron este proceso y se trazaron la meta de volver a
ingresarlo a la guardería. Se llevó a cabo un proceso gradual: comenzó asistiendo media
jornada, durante dos horas. Una de sus tías trabajaba en la guardería y se encargaba
de llevarlo y acercarlo al salón de clases; Alejandro lloraba permanentemente y seguía
mostrándose renuente a permanecer en el preescolar. Mabel, su tía, lo acompañaba
hasta el salón y permanecía con él un rato y luego lo dejaba.
Su profesora observaba que era un niño solitario, no compartía con los compañeros y se
aislaba frecuentemente. No le agradaban las actividades con texturas como masas y
plastilina, ante las cuales lloraba y se retiraba; tampoco se comía el refrigerio. Hacia
berrinches y hacia lo que quería sin acatar órdenes.
72
No obstante, en su casa comenzó a repetir frases completas y trozos de algunas
canciones. Poco a poco empezó a contarles a sus padres algunas experiencias vividas
en la guardería y cantaba canciones completas que aprendía allí. A su profesora aún
no le hablaba, tampoco lo hacía con personas poco conocidas.
Los padres de Alejandro tuvieron una charla con todo el personal del preescolar para
comunicarles el porqué de las características del niño y para ayudarlos a conocerlo
mejor; les enseñaron algunas de las pautas aprendidas con la psicóloga:
73
De esta manera, Alejandro anticipaba lo que iba a suceder y le resultaba más
fácil adaptarse. Por otro lado, a través de este apoyo visual era posible
explicarle al niño los cambios en la secuencia habitual, cuando se presentaba
una situación imprevista. En este caso, su maestra le decía: “Hoy no tendremos
clase de música, sino que iremos a un teatro”, al tiempo que ubicaba el dibujo
del teatro.
Bañarse Comer
Vestirse Cepillarse Ir al Jugar con Jugar
preescolar objetos con niños
74
PROGRAMAR ACTIVIDADES CON OTROS NIÑOS
FACILITAR LA COMUNICACIÓN
75
76
UTILIZAR LOS OBJETOS APROPIADAMENTE
SEGUIR INSTRUCCIONES
77
a otras personas del preescolar que también lo
hicieran, para que no se acostumbrara
SEGUIR INSTRUCCIONES
78
NO CEDER ANTE SUS BERRINCHES
79
En el siguiente año escolar, Alejandro fue promovido de grado en la misma institución,
con una nueva maestra. Comenzó a aislarse de sus compañeros, a hacer movimientos
repetitivos con sus manos, era muy callado, no expresaba sus necesidades, hacia
berrinches en situaciones en las que no se le permitía hacer lo que quería; además, con
frecuencia se paraba de su asiento, por lo que no finalizaba sus tareas. No consumía
alimentos. Su profesora Janet utilizó diferentes apoyos para lograr la adaptación del
niño:
SECUENCIA DE ACTIVIDADES
80
ALEJANDRO
: MÍRAME
81
desapareciendo.
82
SOCIALIZACIÓN
83
EXPRESIÓN DE NECESIDADES Y EMOCIONES
ALEJANDRO: ESTÁS
JanetESTOY
notóENOJADO
que cuando Alejandro hacía
ENOJADO
POR PORQUE
NO IR AL
PARQUE
berrinches,
NO PUEDES
él mismo
IR ALno entendía qué le sucedía
PARQUE, ¿QUÉ TE
ni tenía las palabras para expresarlo. Lo veía
PASA?
bloqueado. Por tanto, vio la necesidad de
ayudarle en este sentido.
84
AMIGOS Y TUTORES
• Lo invitaban a jugar.
85
4. Secuencia didáctica 10
L
as áreas educativas prioritarias para menores de seis años que presentan autismo
están relacionadas con: el desarrollo de habilidades sociales, el uso funcional de
objetos, las habilidades de comunicación, la imitación, las habilidades motoras y
las habilidades de independencia en higiene, vestido y alimentación.
El trabajo en estas áreas debe permitir el logro de las siguientes habilidades requeridas en
el proceso escolar:
Estas capacidades y habilidades no las adquieren por sí solos como lo hacen los niños y
niñas no autistas, su aprendizaje depende de una enseñanza explícita y secuencial.
10
Estas recomendaciones surgen de la experiencia de la “Fundación Integrar” a lo largo de 25 años de trabajo
con equipo conformado por un terapeuta de lenguaje, educadores especiales, psicólogos y un educador
físico.
86
El ambiente juega un papel muy importante en el aprendizaje de los niños y niñas que
presentan autismo. Se requiere que éste sea:
• Organizado, que haya un lugar y un momento para cada cosa, evitando los
contextos caóticos.
• Predecible, saben cómo van a suceder las cosas y qué esperan los adultos
de ellos. Igualmente, cómo responden los adultos frente a sus
comportamientos. La falta de anticipación y de estructura, crea grandes
dificultades para organizar el mundo del autista.
4.1 Materiales
E
l tipo de materiales que se utilice será definitivo en el desarrollo de las
habilidades del niño o niña con autismo, teniendo en cuenta su tendencia a
centrar más la atención en los objetos que en las personas.
87
Los niños y niñas con autismo pierden el interés rápidamente en los objetos; cuando esto
sucede se deben cambiar de inmediato.
4.1.1 Juguetes que atraen la atención sobre las acciones del adulto
Títeres, instrumentos musicales (maracas, tambor, pandereta), globos para inflar, pompas
de jabón, juguetes con sonidos.
Álbumes, revistas, dibujos, videos, recipientes que contienen golosinas, objetos favoritos
fuera del alcance, juguetes de cuerda de difícil manipulación, que motivan al niño o
niña a pedir ayuda.
Cubos para hacer torres, juguetes para ensartar, encajar o empacar, rompecabezas,
lotería, dominó, parqués.
88
4.1.5 Juguetes que facilitan la imitación y el juego simbólico
Muñecos, carros, trenes, casa de muñecas, animales, vajilla, ollas, televisor, alimentos en
materiales plásticos, juegos de oficios, disfraces.
Los niños y niñas con autismo aprenden mejor si se les presenta la información en forma
visual y si tienen la oportunidad de tocar o manipular materiales. Por ejemplo, para el
tema de los seres vivos, cultivar una planta en el salón de clases será más claro para estos
niños que oír una clase sobre el tema, aunado a esto, un dibujo que ilustre la secuencia
del crecimiento de la planta le ayudará a comprender el proceso.
Las secuencias de eventos las entienden mejor cuando estas son presentadas en forma
de secuencia. Por ejemplo los temas de ciencias sociales en primer grado que se refieren
a los eventos históricos, se pueden ubicar en una línea del tiempo, donde se muestren los
años en que sucedió la conquista, la independencia y la revolución mexicana.
Los materiales más utilizados son láminas, videos, dibujos, pictogramas, mapas, esquemas,
fotografías y la mímica.
89
Las láminas son una herramienta fundamental en el aprendizaje y el desarrollo de la
comunicación, por las siguientes razones:
• Pueden ser una herramienta para la expresión cuando los alumnos no hablan o
su lenguaje es deficiente.
• Organizan la información, pues permiten que los niños y niñas comprendan qué
va a suceder y dónde.
90
A continuación se describe con más detalle la utilización de las láminas: Usando las
visuales para organizar horarios y rutinas:
Pintar Pegar
Pintar Pegar
91
Voltee la lámina una vez termine la
actividad y muéstrele la siguiente.
92
Usando las láminas como alternativa para mejorar la comprensión de un tema o
actividad:
Usando las visuales como alternativa de comunicación; se emplea con niños que tengan
dificultades para hablar o cuya expresión no sea clara:
93
Carro
Usando las láminas como estrategia para realizar actividades sin supervisión del adulto:
94
Escoja la actividad que quiere que el
Actividad : cepillarse los dientes
niño o niña realice. Recuerde que debe
ser algo que pueda hacer sin ir ayuda.
95
Muéstrele al niño o niña la secuencia de
acciones realizándolas paso a paso con
el o ella. Voltee cada lámina a medida
que se va realizando cada uno de los
pasos. Retire poco a poco su
acompañamiento hasta que el niño o
niña los realice simplemente mirando la
secuencia visual.
96
Debes
permanecer
en silencio
97
4.2 Habilidades de interacción social
L
os logros planteados en esta área le permitirán al niño o niña relacionarse de
manera adecuada con los demás niños, padres y adultos, adquirir
independencia en la ocupación del tiempo libre, mejorar su atención en las
actividades e imitar para aprender del otro.
98
4.2.1 Aprendiendo a atender:
99
acción.
100
4.2.2 Aprendiendo a imitar:
101
Imite esas acciones.
Felicítelo si lo imita.
102
4.2.3 Aprendiendo a utilizar objetos:
103
Felicite por usarlo adecuadamente.
104
Enséñele a usar otros objetos.
105
Demuéstrele cómo usar el material y guíe sus
manos si es necesario.
106
Si intenta comerse el material o no darle el
uso adecuado, muéstrele cómo usarlo y
felicítelo por las aproximaciones a este
aprendizaje.
Algunos niños o niñas con autismo pueden presentar dificultades con texturas como masas
o pinturas. En tal caso, realice diariamente ejercicios de manipulación de diferentes
texturas como: aserrín, arena, talco, granos, etc.
107
108
ven
109
Realice nuevos listados de órdenes que
quiere que él o ella realice.
110
Enséñele a seguir órdenes dadas por
diferentes personas.
Es importante dar tiempo para que se cumpla la instrucción, decirla una vez, esperar y si el
niño o niña no la realiza, ayudar a que lo haga.
111
Diseñe actividades agradables que
impliquen permanecer sentado al menos el
tiempo mínimo anotado.
mientras pintabas”!
112
113
Explíquele y demuéstrele paso a paso lo que
debe realizar. Puede utilizar una secuencia
de visuales para la explicación.
114
observar. Permanezca junto a él o ella.
115
Si observa que el ruido de los demás le molesta, enséñele cómo taparse los oídos.
Visite muchos lugares donde el niño o niña tenga contacto con diferentes personas,
empezando por ambientes calmados, con poca gente, pocos estímulos y poco ruido,
hasta llevarlo a tolerar ambientes más cargados de estimulación.
116
Ubíquese cerca al niño o niña para estar
atento a cualquier ayuda que requiera,
mientras espera un turno.
Inicialmente póngale a esperar un turno, luego dos, luego tres y así sucesivamente.
Hágalo en todas las actividades que le sea posible: en el momento de servir la comida,
esperando en una fila, esperando para entregarle el material de trabajo, etc.
E
n el desarrollo de las habilidades de comunicación de un niño o niña que
presenta autismo, no sólo es importante que aprenda a hablar. Previamente
debe tratar de hacerse entender por alguna vía puesto que, a diferencia de los
demás niños y niñas, aunque tengan necesidades y deseos, tienen dificultades para
entender que los pueden compartir con otras personas. Además, mientras que los niños y
117
niñas sin dificultades descubren por sí mismos formas diferentes de hacerse entender, con
miradas, sonidos, gestos o señalando, los que presentan autismo no lo logran. Por tanto,
en muchos casos, antes que enseñarles a hablar se les debe ayudar a comunicarse por
diferentes vías.
Aun cuando los niños o niñas con autismo hayan comenzado el uso de las palabras, las
visuales son más significativas. Como se mencionó en el punto 4.1.6, éstas les permiten
recordar que la comunicación implica a otra persona y facilita una comprensión más
rápida de las situaciones.
Por último aparece el uso de las palabras, en el cual se progresa de las palabras simples a
frases y relatos.
Se puede llevar a todos los niñas y niñas a través de estas diferentes formas de
comunicarse, siguiendo un proceso de enseñanza paso por paso. Cualquier intento de
comunicación debe ser altamente estimulado.
118
Los siguientes apoyos no tienen un orden jerárquico; se pueden utilizar de acuerdo con
las necesidades y las situaciones que se presenten en cada momento.
DARLE TIEMPO:
119
MANTENGA EL NIVEL FÍSICO DEL NIÑO O NIÑA:
120
Estás jalando el
cocheMe dijiste que
querías leche
121
en palabras lo que usted le entiende:
Evite:
leche?”.
cómo te llamas”.
122
AGREGUE LENGUAJE A LA EXPERIENCIA:
“carro”.
123
4.3.1 Aprendiendo a responder al nombre
Juana
Proporcione apoyos para que el niño o niña lo
mire cada vez que le dice el nombre. Por
ejemplo: mírelo y dígale el nombre, señálelo,
tóquelo o utilice una entonación especial
cuando lo llame.
¡Juana a bañarte!
Utilice su nombre todas las veces que sea
posible: cuando lo viste, lo alimenta o lo baña. ¡Juanis!
No utilice sobrenombres, diminutivos, ni
¡Mi pimpollo!
combine diferentes expresiones para referirse a
él o ella, pues no le será fácil reconocer cuál
¡Mi amorcito, ven a la ducha!
de todos es su nombre.
124
4.3.2 Aprendiendo a señalar partes del cuerpo
125
quite usted su mano. Si lo hace bien,
felicítelo. Por ejemplo: “muy bien, te tocaste
la cara”.
126
Ahora dígale al niño o niña una parte del
cuerpo para que se la toque, no le de
ningún tipo de ayuda y felicítelo si lo realiza
bien.
Recuerde: no espere a que el niño o niña aprenda una parte para enseñarle la otra. Dele
tiempo para que responda.
Una vez que él o ella señalé las partes de su cuerpo, empiece a señalárselas en un
muñeco o en una lámina siguiendo los pasos anteriores.
127
Organice situaciones en las cuales pueda
pedir. Por ejemplo a la hora de comer o
jugar. Aproveche estas situaciones para
mostrarle al niño o niña cómo pedir las cosas.
Por ejemplo: a la hora de comer ponerlo a
elegir entre jugo o galletas. Cuando escoja,
ya sea que lo mire o intente cogerlo, dígale:
Jugo
“Di jugo” o “muéstrame el jugo”, mientras
usted lo señala con el dedo. No importa si lo
que dice el niño o niña no se parece mucho
a la palabra real. Por ejemplo, el niño puede
decir sólo “ju”. Se le debe entregar
inmediatamente lo que pide. Poco a poco
irá mejorando la pronunciación hasta
completar la palabra jugo. Este paso se
trabaja igual con diferentes objetos o
situaciones.
128
129
4.3.4 Pedir lo que desea a través de láminas
Es importante realizar esta actividad con niños y niñas que aún no emiten sonidos o
utilizan palabras; esto los ayuda a comunicarse y aumenta las posibilidades de que
verbalice. Antes de iniciar, el niño o niña ya debe saber elegir entre varias opciones.
Objeto real
Lámina
galleta
130
galleta
131
Cuando el niño o niña haya comprendido
el intercambio de la tarjeta por el objeto,
empiece a disminuir su ayuda. Hay
diferentes maneras de disminuir el apoyo:
132
Cuando ya pida con una lámina y un
objeto, coloque dos visuales y dos objetos,
siguiendo el mismo proceso.
Propicie actividades que se puedan suspender para que una y otra vez el niño o niña
tengan que utilizar la visual para pedir. Por ejemplo:
• Esto es más fácil si se trabaja entre dos personas. Una de ellas le ayuda al
niño o niña a entregar la lámina y la otra permanece al frente, le pregunta y
le da aquello que el niño pide.
133
4.3.5 Aprendiendo a nombrar objetos y láminas:
134
usted eligió.
libro
135
VA…
136
E
ste objetivo se considera de gran importancia cuando los niños o niñas con
autismo no han logrado hablar. El empleo de las láminass como medio de
expresión facilita y posibilita la comunicación, por lo tanto es necesario tenerlo
en cuenta como una alternativa.
137
Diseñe un ambiente con objetos de
interés para el niño o niña.
138
Preséntele el objeto y
pregúntele:”¿Qué es esto? Disminúyale
el apoyo, por ejemplo: anticípele un
poco la lámina o dirija su mano para
hacer el gesto. Cuando el niño o niña
responda felicítelo.
4.4. Autonomía
L
as habilidades de cuidado propio (higiene, vestido y alimentación) se enseñan
con una técnica llamada encadenamiento. Consiste en enseñarle al niño una
habilidad que requiere unir una serie de acciones que ya sabe realizar de
manera aislada o accione simples para formar una conducta más compleja llamada
cadena. Por ejemplo, vestirse, bañarse, cepillarse. Son cadenas de acciones más simples,
como colocarse el calzón, colocarse medias, colocarse la camiseta, etc.
La persona que va a enseñar la habilidad debe tener cuidado de trabajar paso por paso,
animando siempre al niño o niña hacia el cumplimiento de la meta.
139
Al comienzo se le ayuda en todos los pasos. Después se van disminuyendo así:
Se hacen con el niño o niña todos los movimientos, luego se le deja para que él termine.
El adulto inicialmente puede llevarle la mano mientras aprende a realizar los movimientos.
Pronto debe dejar de hacer esto, para evitar que se acostumbre a que se le hagan las
cosas. Otra forma de enseñarle es mostrándole cómo se hace, haciendo el modelo, y
finalmente puede señalarle y darle únicamente la instrucción; todo depende de sus
habilidades y formas de aprender.
No olvide que antes de iniciar un proceso de enseñanza debe cerciorarse de que el niño
o niña sea capaz de ejecutar los movimientos necesarios para el desarrollo de la
actividad. En el caso de ponerse la camiseta, debe estar en capacidad de levantar los
brazos, agarrar y arrastrar la camiseta. En el caso del abotonado, si el agarre de la pinza
es deficiente puede fortalecerse realizando actividades con monedas o botones u otros
objetos pequeños.
Los esfínteres son unos músculos que cierran orificios del cuerpo. Aprender a controlar el
esfínter anal y el vesical (el de la vejiga) depende de u proceso de maduración.
La vejiga es como una bomba que se va ensanchando a medida que se llena de líquido.
Inicialmente se vacía a cada momento, pero cuado el niño comienza a retener
voluntariamente, el esfínter vesical cada vez retiene más la orina sin dejarla salir de la
vejiga.
140
El niño o niña empieza a retener la orina cuando asocia que hay un lugar apropiado
para eso. Por ello, el método se basa en llevar a unas horas fijas el niño al baño hasta
que aprende que es allí donde se orina, y a retener la orina voluntariamente hasta que lo
lleven.
No se desanime si no ve resultados rápidos. Hay niños que pueden tomar hasta varios
meses. Lo importante es insistir.
141
142
Cuando finalmente orine, contabilice el
tiempo mínimo establecido para llevarlo
nuevamente. Continúe anotando cada vez
que orine, así podrá ver si va aumentando las
veces que lo hace en el baño.
Procure que:
Este mismo procedimiento se realiza para el control de esfínter anal, pero para los niños
o niñas con autismo que retienen, es necesaria una dieta rica en fibra, y en horarios fijos.
143
4.4.2. Aprendiendo a lavarse las manos
Cerrar la llave
144
Felicítelo por participar en la actividad o por
realizarla solo.
Paso por paso deje que el niño o niña realice cada una de las acciones por sí solo.
Ejemplo: primero ayúdele en los pasos 1 al 6, déjelo que cierre la llave. Solamente le debe
ayudar si lo hace mal. Luego le ayuda hasta el paso 5; ella o él solo deben enjuagarse y
cerrar la llave, y así sucesivamente hasta completar la habilidad.
Ejemplo con la camiseta: comience con una camiseta de manga corta y ancha (puede
ser una talla de más). Colóquela bocabajo sobre una cama, enrollando la parte de la
espalda hasta la mitad. Párese detrás del niño y guíelo para que haga lo siguiente:
145
Levantar los brazos y meter la cabeza por el
cuello de la camiseta.
Luego empiece a disminuir la ayuda que le da; por ejemplo, no jalar la camiseta, guiarle
a meter los brazos pero dejarlo que finalice, alistarle la camiseta pero dejar que él se la
ponga.
Para que aprenda a reconocer la parte de atrás, muéstrele siempre la marquilla (si no la
tiene, péguele una) y cuando se ponga la camiseta haga que la toque, para que
recuerde que va atrás.
146
5. NECESIDADES DE LAS PERSONAS AUTISTAS
E
l primer estudio de un niño autista lo llevo a cabo Kanner, su nombre era Jerry. Lo
fascinante de Jerry es que nos ayuda a reconstruir en que consiste la
experiencia de ser autista. Recuerda que los estados de experiencia dominantes
en su infancia eran la confusión y el terror. Los estímulos sensoriales (sonidos, olores...) le
resultaban insoportablemente intensos. Nada parecía constante, todo era imprevisible y
extraño. Especialmente la conducta de las personas, que resultaba imposible anticipar y
comprender. Jerry recuerda un mundo fragmentario, sin un sentido central. Y es
consciente de que hay en el una carencia básica: no sentía empatía, no puede sentir lo
que las otras personas sienten. Su extraño mundo nos ayuda a comprender un poco
mejor como podemos ayudar a las personas autistas. Qué nos piden a través de su
silencio.
Las siguientes son peticiones que los autistas transmiten a través de su conducta:
3. Evita, sobre todo al principio, los ambientes muy ruidosos, caóticos, excesivamente
complejos e hiperestimulantes.
147
6. Es fundamental que me proporciones medios para comunicarme. Pueden ser
movimientos, gestos, signos y no necesariamente palabras.
7. Para tratar de evaluarme o enseñarme, tienes que ser capaz primeo de compartir
el placer conmigo.
10. No respetes mi soledad. Procura atraerme con suavidad a las interacciones con
las personas, y ayúdame a participar en ellas.
11. No me plantees siempre las mismas tareas, ni me obligues a hacer las mismas
actividades. El autista soy yo no tu.
16. Ponme límites. No permitas que dedique días enteros a mis estereotipias, rituales,
alteraciones en conducta.
148
18. Si quieres que aprenda, tienes que proporcionarme experiencias de aprendizaje
sin errores, y no por ensayo y error. Para ello, es preciso que adaptes
cuidadosamente los objetivos y procedimientos de enseñanza a mi nivel de
desarrollo, y que me proporciones ayudas suficientes para hacer con éxito las
tareas que me pides.
19. Pero evita las ayudas excesivas. Toda ayuda de más es contraproducente porque
me hace depender de la ayuda más que de los estímulos relevantes y me hurta
una posibilidad de aprender.
20. Por ahora, mi problema se mejora con la educación. Procura evitar excesos
farmacológicos. Consulta al médico con frecuencia si recibo medicamentos.
22. Ten en cuanta que dominar un signo, un sólo signo puede cambiar mi vida por
completo.
25. Ten en cuenta que antes de ser autista, soy niño, adolescente o adulto.
26. Por muy grave que sea mi trastorno del desarrollo, es mucho más lo que me une
que lo que me separa de las otras personas.
149
Las peticiones que se mencionaron deben estudiarse cuidadosamente. Establecen una
especie de actitud general muy eficaz y son útiles a lo largo de todo el desarrollo de las
personas que presentan características autistas. Pero deben cualificarse para los
diferentes momentos del ciclo vital.
En general, podemos decir que los preescolares autistas requieren un altísimo grado de
dedicación y trabajo, que debe proveerse. Además, sus familias pasan por un periodo
muy crítico de asimilación del trastorno del hijo, que requiere ayuda profesional y un firme
apoyo. Muchos niños pequeños autistas pueden beneficiarse de la educación preescolar
normal, pero para ello se requiere un compromiso muy claro de los profesionales que los
atienden, apoyo psicopedagógico a los profesionales y centros preescolares muy bien
estructurados y con pocos niños.
Los autistas de niveles cognitivos más bajos, pueden beneficiarse mas de la educación
especifica que de la integrada en edad preescolar, especialmente cuando tienen
alteraciones graves de conducta. Hay, por otra parte, niños autistas para los que la
indicación mejor puede ser la educación especial, pero no especifica, o en los de más
capacidad intelectual, la integración. En estos dos últimos casos, es preciso un claro
compromiso educativo de los grupos de profesores y apoyos de expertos que orienten la
labor educativa y ayuden a controlar una angustia excesiva o sentimientos de
impotencia en los educadores.
150
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
TORTOSA, Francisco. “Educar a las personas con autismo y otros trastornos del
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