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Yihad, el sexto pilar del islam

Elorza, A.
Claves de Razón Práctica, Nº 169, 2007, pp. 36-43
ISSN: 1130-3689

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YIHAD
El sexto pilar del islam*

ANTONIO ELORZA

¿Gran y pequeña ‘yihad’? mucho más complejo, insisten, y, sobre diendo al terreno resbaladizo de las eti-
A partir del momento en que el terroris- todo, la lucha armada contra el infiel no mologías: islam vendría de as-salam, paz,
mo islamista inicia su carrera en las déca- sería, de acuerdo con la doctrina musul- y no de su verdadera procedencia as-silm,
das finales del siglo XX, el término yihad mana, más que una forma inferior de inequívocamente sumisión). Como era de
se convierte lógicamente en el centro de yihad, existiendo una gran yihad, muy su- esperar, la doctrina islamista no admitirá
los debates políticos sobre el islam. La si- perior, de carácter espiritual. semejante asociación salvo para uso exter-
tuación resultante es paradójica. De un Desde el punto de vista de la propa- no.
lado, para las corrientes radicales, y por ganda, la solución resulta muy eficaz, ya
supuesto para quienes practican y defien- que de antemano queda desautorizado Segundo, no puede existir relación
den abiertamente el terror, el significado todo intento de asociar la práctica del te- entre los comportamientos adoptados por
de yihad no ofrece la menor duda: es la rror o la violencia por musulmanes a su los adictos a un credo religioso en la ac-
guerra a muerte contra el infiel, mandato creencia religiosa. El que lo hiciera de- tualidad y los fijados en el siglo VII.
supremo que obliga a todos los creyentes muestra su ignorancia en la misma y al
en la coyuntura actual contra los moder- tiempo su voluntad de denigrar al islam. Tercero, si además la doctrina islámi-
nos cruzados (Estados Unidos, Israel, de Este tipo de argumentación es repetida ca considera secundaria la acepción bélica
forma más amplia, el Occidente). Pero, una y otra vez en los últimos tiempos de yihad, queda probado tanto la supuesta
en sentido contrario, los publicistas mu- hasta convertirse en un tópico, que de evidencia de que todas las religiones pro-
sulmanes, incluidas las más altas catego- paso sirve para demostrar en apariencia pugnan la paz y la compasión, no la vio-
rías de expertos, dirigen al mundo occi- que carece también de sentido buscar el lencia, como la afirmación anterior: sería
dental el mensaje de que ver la yihad co- fundamento del terrorismo yihad en los falso que en la ortodoxia islámica yihad
mo guerra santa contra el infiel constitu- textos sagrados del islam. Todas las piezas tuviese ante todo una acepción belicista.
ye un profundo error. El concepto es encajan entonces:
Los puntos segundo y tercero consti-
Primero, el islam es una doctrina de tuyen el eje de una argumentación defen-
* La enumeración de los ‘‘cinco pilares’’ del Islam paz (lo cual además puede acentuarse acu- siva utilizada de forma recurrente. En
no pertenece formalmente al Corán. En su texto se principio, además, la inmutabilidad del
habla de la exigencia para el creyente de observar los mensaje divino expresado en las aleyas del
ritos, o con mayor propiedad, los signos (sha´âir) de
fidelidad hacia Alá. Son comportamientos ritualizados El hecho de que la yihad no figure entre los cinco Corán favorece la impresión de que existe
(ibadat) que figuran por separado en los versículos del pilares se explica, según Louis Gardet en L’Islam, por esa distancia histórica insalvable. Lástima
libro. La lista tradicional se abre con la llamada ‘‘pro- la distinción tardía entre las prácticas de culto, los que difusores de la doctrina avalados por
fesión de fe’’, la shahâda, que da lugar a la condición considerados ‘‘pilares’’ y las obligaciones que concier-
de creyente, previo y superior a los otros cuatro pilares nen a la acción de la comunidad y de sus miembros
la máxima solvencia y en publicaciones de
tradicionales: el rezo (salâh, azala), el ayuno en el mes individuales, los creyentes: es el caso de la yihad. máxima difusión a nivel mundial actúen
de Ramadán (el siyan, más conocido por el mes de su Apuntada en el Corán, la reglamentación del cumpli- en sentido diametralmente contrario a esa
celebración), la limosna legal (zakat, azaque) y la pe- miento de los ibadat cobra forma con posterioridad, doble suposición de distanciamiento his-
regrinación (hajj). Como tal, la formula de la shahâda sobre la base de los hadices o tradiciones del Profeta.
no figura en el Corán, si bien su contenido capital, la En sus compilaciones figuran con frecuencia mencio- tórico y visión pacífica. Nada lo prueba
afirmación de creer en un dios único y en que Maho- nes a la superioridad de la yihad ya que ‘‘forma parte mejor que la versión bilingüe del Corán
ma es su enviado o mensajero, puede obtenerse yux- de la fe’’ (al-Bujarí, I, II, 27). El martirio alcanzado por la editorial Darussalam (la Casa de la
taponiendo el núcleo de los versículos 37.35 y 47.19 en la práctica de la yihad otorga una preeminencia in-
(‘‘no hay más dios que Alá/Dios’’, la-ilaha illah Allâh) discutible sobre el resto de los creyentes a la hora de la Paz), saudí, autoproclamada “líder mun-
y el 48.29 (‘‘Mahoma es el Enviado (rasul) de Alá’’). recompensa, de acuerdo con la estimación del Corán, dial de libros islámicos”, cuya versión a
Es la clave de bóveda del sistema. Los otros cuatro en 9.52: la victoria o la muerte en el combate son ‘‘las bajo precio del Corán en inglés y árabe
pilares, con el rezo en primer término como elemento dos contingencias más hermosas’’ (ver también 4.95).
de definición del creyente, conjugan la vertiente de Participar en la yihad es tanto como rezar y ayunar sin
puede adquirirse en cualquier librería islá-
deber individual hacia Dios y de manifestación públi- descanso (Sahih Muslim, 4636), de importancia com- mica de Londres. Pues bien, la traducción
ca que acredita a quien los cumple como miembro de parable a la creencia en Alá (SM, 4646). El practicante del famoso versículo 8:60, utilizado por
la comunidad o umma. Son las señales de identifica- de la yihad ‘‘es el mejor de los hombres’’ (SM, 4652). los radicales para justificar el terror, ya
ción de un código que hace posible una dinámica de Eco de la mentalidad mercantil subyacente al Islam,
reconocimiento y control horizontales. ‘‘la muerte en la senda de Alá lo borra todo menos las que el término aparece en forma verbal y
El hecho de que la yihad no figure entre los cinco deudas’’ (SM, 4650). con contenido inequívoco (irhab es te-

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® o

rror; rahaba, aterrorizar, y en el versículo El reciente informe de los expertos guerra. Ejemplo: en el párrafo de los ex-
se usa turhibuna, aterrorizaréis a los infie- del Grupo de Alto Nivel (GAN) para la pertos sobre la cuestión, es plenamente
les), realiza una actualización fraudulenta, Alianza de las Civilizaciones (AdC) hace asumida la falacia de que el significado de
presentando como palabra de Alá todo un suyos los tópicos arriba mencionados, al yihad en sentido estricto invalida su lectu-
arsenal, en términos literales, como ins- rechazar explícitamente toda indagación ra como guerra santa, de lo cual, a fin de
trumentos que sustituyen a los caballos histórica más allá del siglo XIX e insistien- cuentas, resultarían culpables “los medios
del tiempo del Profeta, y por supuesto del do en esa identificación entre religión y los líderes políticos occidentales” al ge-
texto original. (musulmana) y paz. Ello pone de relieve neralizar sobre “las exhortaciones a la vio-
Así, donde en la versión española se la imprescindible necesidad de proceder a lencia de las facciones radicales” del islam.
lee: “Preparad contra ellos todas las fuer- una clarificación, la cual, anticipemos el Los musulmanes, en cambio, tendrían la
zas y caballería que podáis; así aterroriza- resultado, los desmonta uno tras otro. Pe- verdad en sus manos al reconocer “los
réis a los enemigos de Alá que son tam- ro llegar a ese desenlace requiere antes múltiples significados y las connotaciones
bién los vuestros (…)”, en la inglesa de presentar los argumentos del GAN. positivas” de la noción de yihad. El núcleo
Darussalam figura: “And make ready No les hace falta a los expertos de la de la información deformante de los ex-
against them all you can of power, inclu- AdC insistir abiertamente en la falta de pertos es la ya citada jerarquización de
ding steeds of war (tanks, planes, missiles, enlace entre la doctrina islámica originaria gran y pequeña yihad; donde, por cierto,
artillery) to threaten the enemy of Allah y el terrorismo. Más aún, consideran que esta última es explícitamente separada de
and your enemy (...)” [‘‘ Y preparad con- hablar de “terrorismo islámico” supone todo contenido agresivo, procediendo
tra ello toda la fuerza que podáis, inclu- un error peligrosísimo que distorsiona to- siempre en “la defensa de la propia comu-
yendo medios de guerra (tanques, avio- da comprensión de la realidad. Para ellos, nidad”. Sin duda, el rey visigodo Don
nes, misiles, artillería) así aterrorizareis al todas las religiones llevan consigo una Rodrigo o el emperador bizantino Hera-
enemigo de Alá que es vuestro enemigo’’]. carga de fraternidad: “Todas promueven clio pretendieron conquistar la Meca, su-
La traición al texto sagrado suscita los ideales de compasión, justicia y respe- friendo en consecuencia invasiones “de-
una doble sorpresa. Primero, que altos ex- to por la dignidad de la vida”. Únicamen- fensivas”.
ponentes del saber académico saudí la co- te, desde “interpretaciones exclusivistas” En cualquier caso, la distinción entre
metan. Segundo, que millones de lectores la religión puede ser instrumentalizada gran yihad (yihad al-akbar) y pequeña yi-
lo hayan aceptado sin pestañear. Es la me- para la violencia. Los más horribles reina- had (yihad al-ashgar) procede de un hadiz
jor prueba de que los contenidos de vio- dos del terror en el siglo XX no habrían si- o sentencia del Profeta que en los térmi-
lencia originarios no son suprimidos por do de origen religioso. En cuanto al “fun- nos de la teología musulmana carece de
un sector musulmán de hoy; por el con- damentalismo”, su origen es cristiano; y si fiabilidad. Si admitimos que la confianza
trario, son vistos como algo tan necesario existe en otras religiones no debe ser atri- en un hadiz reposa sobre la existencia de
para el presente que no se duda en alterar buido a ninguna en concreto. una cadena fiable de transmisores (isnad)
la letra del Corán para alcanzar una plena Para apuntalar tales afirmaciones, re- y sobre su inclusión en una de las recopi-
actualización de sus recomendaciones. sulta imprescindible disociar yihad de laciones juzgadas seguras (sahih), faltan

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YIHAD

ambos requisitos en el hadiz en que al Si quien pretende hablar sobre el tér- mu’min/mu’minum no se designa como
volver de una expedición militar Maho- mino yihad y su papel dominante en el más tarde al o a los creyentes, sino a
ma declara a un seguidor que vienen de Corán y en los hadices se arriesga a una quienes comparten mancomunadamente
la pequeña yihad, de la guerra, para lectura de los textos, no puede tener la la garantía del pacto, en virtud del cual
afrontar la grande, el combate consigo menor duda acerca de su significado, a obedecen no a Alá, sino a su Profeta,
mismo: no ser que su pretensión consista en cam- siendo kafir aquel que lo rechaza, con lo
biar el significado a lo que es unívoco. cual se hace merecedor de que se le haga
“Unos creyentes regresaban de una expedi- Yihad implica apuesta, inversión, de la la guerra sin concesión alguna.
ción y fueron a ver al Mensajero de Alá, Él les dijo: propia vida y de los propios bienes en De ahí que el concepto de yihad, en
‘Volvéis para lo mejor, desde la yihad menor (yihad
al-ashgar) a la yihad mayor (yihad al–akbar)’. Uno
una lucha por la causa de Alá, nada espi- su acepción de esfuerzo de guerra en la
le preguntó entonces: ‘¿Qué es la yihad mayor?’, y ritual de contenido, en un juego donde senda de Alá, deba ser considerado un
él dijo: ‘la lucha del esclavo contra sus pasiones’ siempre obtiene ganancia: el botín, si so- producto ideológico de la etapa decisiva
(muyahadat al-abdi hawah)’’. brevive a la victoria, y la enorme recom- en que Mahoma asume el papel de Profe-
pensa como mártir en el Paraíso, de caer ta armado; y que a partir de entonces tal
Sería extraño, además, que hubiera muerto. es su significado, con la doble vertiente
establecido semejante jerarquía cuando Pasando de las ideas a los hechos, es de lucha con recompensas materiales y de
en las recopilaciones de hadices el conte- lo que Patricia Crone resume en su libro cumplimiento de un mandato divino.
nido bélico de la yihad domina abruma- Meccan Trade and the Rise of Islam: “La Otra cosa es que en la fase de formación
doramente y desde el mismo Corán la yi- guerra santa no era una cobertura de in- teológica del islam, concretada en las azo-
had en tal sentido es vista como superior tereses materiales; muy al contrario, los ras mequíes del Corán, yihad carezca de
al cumplimiento de rituales religiosos proclamaba abiertamente”. Alá dijo a los esa proyección violenta y responda estric-
(9:19) y al apego a la propia familia árabes “que tenían el derecho a despojar a tamente a su etimología, siendo ante to-
(9:24). En Al-Muwatta del imam Malik otros de sus mujeres, hijos y tierras, o do esfuerzo en la dirección de Dios.
ibn-Anas, las 51 sentencias del capítulo más bien que tenían el deber de hacerlo;
21 en el libro tienen como única referen- la guerra santa consistía en obedecer. El Esfuerzo hacia Dios,
cia la guerra en la senda de Alá. El Kitab dios de Mahoma elevó así la militancia lucha en la senda de Dios
al-Yihad wa’l-Siyar, libro de de la yihad y tribal y la depredación al grado de virtu- El análisis de los versículos en que bajo
de las expediciones, dentro del volumen des religiosas supremas”. Dicho aún de una u otra forma gramatical aparece el
de “Sahih Muslim”, con 180 hadices, to- forma más clara: “En suma, Mahoma te- concepto de yihad, permite definir con
dos exclusivamente sobre la guerra, tiene nía que conquistar, a sus seguidores les suficiente claridad tanto el significado
el complemento de más hadices sobre yi- gustaba conquistar y su deidad le dijo inicial del término, esfuerzo hacia Dios,
had en otros capítulos, como los 97 del que conquistaran. ¿Hace falta algo más?”. como su aplicación a un contenido es-
adyacente Kitab al-Imara (Libro del La interpretación de P. Crone conver- trictamente bélico en las azoras de Medi-
Emir). En la compilación de Abu-Daud, ge con las apreciaciones de Alfred-Louis na. No existe contradicción entre las dos
al Kitab al-Yihad, con 311 hadices, con de Prémare en Les fondations de l’Islam, al fases, ya que en ambas se trata de emplear
alguno suelto sobre otro tema, hay que que considera como fruto de un proyecto todos los recursos a disposición del cre-
sumar el contenido guerrero del Kitab al- expansionista de naturaleza militar desde yente para satisfacer la exigencia perma-
Malahim, del Kitab al-Fitan wa al-Mal- el mismo momento en que ocupa el po- nente de sumisión activa, consecuencia
ahim (libros de las batallas). Por fin, en el der en Yathrib/Medina. En la llamada obligada de su reconocimiento de la divi-
libro de hadices de mayor autoridad, el Constitución de Medina, la finalidad ex- nidad. Como ocurre con tantos otros
de al-Bujarí, los 281 incluidos en el in- plícita de la umma consiste en “la crea- conceptos del vocabulario islámico, la
evitable Libro de la yihad encuentran ción de una confederación centrada en traducción rigurosa no es posible, ya que
continuidad en el siguiente libro, sobre la una acción militar al servicio de una con- al significado para el hombre va incorpo-
obligatoriedad del botín (khumus), con quista”. Tal “fue el elemento primero y rado el que se deduce de la dependencia
88 hadices. Casi cuatrocientos en total, original de la fundación del islam”. La o de la obligación respecto de Alá: caso
precedidos además por una cita del Co- comunidad (umma) que se forma “única de fitra, naturaleza del hombre que inclu-
rán inequívoca y sumamente reveladora y distinta a los otros hombres” tiene co- ye su condición de sumiso a Alá, farida,
del doble contenido, religioso y estricta- mo único objetivo reconocido organizar deber hacia Alá, haqq, verdad, etcétera.
mente materialista, de la yihad, aquí pre- expediciones militares o, dicho de otro En el Corán aparece asimismo en distin-
sentada mediante su sinónimo, combate modo, llevar a cabo “el combate (qital) tas ocasiones, diecisiete por veintiocho de
(de raíz qtl), pero “en la senda de Alá”: en la senda de Alá”, cuyo código de con- yihad, la raíz qtl, combate, palabra sin
ducta es establecido minuciosamente. El connotación religiosa, que le es añadida
“Alá les ha comprado a los creyentes, sus per-
mando único pertenece a Mahoma, en con la mención de “en la senda de Alá”,
sonas y sus bienes a cambio del Paraíso. Combaten tanto que Enviado de Alá. El mecanismo que figura asimismo frecuentemente en
en la senda de Alá, matan y les matan. Es un com- de la yihad está en marcha, apareciendo el empleo de yihad. Los significados coin-
promiso auténtico asumido por Él en la Torah, el en forma verbal desde la primera cláusula ciden entonces, si bien en yihad la lucha
Evangelio y el Corán. ¿Y quién cumple su com- del escrito, al aludir a “los que combaten es vista desde el ángulo del sujeto y en qi-
promiso mejor que Alá? Alegraos pues del inter-
(yâhada) con ellos”, con los creyentes. La tal lo es como acción bélica en sí misma.
cambio que habéis hecho con Él. Éste es el mayor
triunfo” (9, 111). [Traducimos por intercambio el religión se convierte en envoltura de una La evolución del contenido de yihad,
término bay’a, pacto o acuerdo de lealtad que un estrategia de expansión militar; y ello se de las azoras mequíes a las de Medina,
colectivo contrae con un superior a cambio de refleja, subraya De Prémare, en el signifi- recoge el tránsito de una mentalidad
protección]. cado de algunos términos claves. Con teológico-profética a otra bélico-norma-

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tiva. De acuerdo con la primera, en Co- 5:54, la condena se amplía a los apóstatas victoria final, consistente en el imperio del
rán 29:6, de La Meca, el contenido de la y en 9:73 a los hipócritas, cosa importan- islam sobre la tierra. Hasta entonces sigue
yihad es estrictamente individual: “Aquel te, ya que de aquí se deducirá la obliga- en pie el deber de llevarla a cabo: “Com-
que lucha no lucha más que para sí mis- ción de llevar la yihad más allá de la fron- batidles hasta que cese la discordia (fitna)
mo, puesto que Alá puede prescindir de tera con el descreimiento, pero siempre y la religión sea toda de Alá” (2:193). Con
todo el universo”. El infinito separa al en ese marco de lucha armada, de la cual casi las mismas palabras se expresa el versí-
Creador de la criatura, que a pesar de resultará la victoria: “Los que creyeron, culo 8:39.
ello ha de esforzarse por esa aproxima- emigraron y lucharon con sus bienes y La vigencia de esa centralidad de la
ción imposible de la cual el creyente será sus personas en la senda de Alá ocupan el lucha a ultranza, su dimensión finalista
el único beneficiario. Ese sentido es en- más alto rango ante Alá, y son los victo- de ganarse el Paraíso o, en su caso, el bo-
fatizado en el único versículo de las ale- riosos” (9:20) (ver también 2:218). tín, queda reflejada en uno de los docu-
yas de Medina de tal intención: “Y lu- El carácter militar de esa lucha resul- mentos más representativos del nuevo te-
chad en Alá con todo el esfuerzo que él ta inequívoco y alguna vez el llamamien- rrorismo islamista: el llamado testamento
merece” (22:78). El enfrentamiento con to es acompañado de la mención a ir ar- de Mohammed Atta. Se trata de imponer
el no-creyente aflora ya con fuerza en un mado de forma ligera o pesada (9:41). la muerte a los infieles al grito de “Allah
versículo mequí, incluso de forma enfá- Aun elidida la palabra yihad, el concepto u-Akbar” y sacrificarse en espera de al-
tica, diríamos que “yihadiza yihadizada- figura en la aleya 8:60, donde la orden de canzar “los jardines del Paraíso’’ decora-
mente” si tal traducción fuese posible: prepararse por todos los medios para la dos con los más bellos ornamentos, don-
“No obedezcas a los infieles y con esto lucha –recordemos la alteración de que es de serán recibidos por huríes hermosa-
[con el mensaje de Alá] lucha contra objeto el texto en traducciones recientes– mente ataviadas. El cumplimiento estric-
ellos denodadamente”. Pero explícita- tiene ya como fin inspirar el terror (ir- to de las consignas sagradas llega a la exi-
mente no hay violencia. El favor de Alá hab) a quienes son “enemigos de Alá y gencia de quitarles los efectos, es decir,
es ya anunciado de manera inconcreta: vuestros”: “Y preparaos contra ellos con recoger el botín de los pasajeros, todo sin
“Y en cuanto a los que luchan por nues- toda la fuerza que reunáis, disponiendo la desatender el objeto principal de la ope-
tra causa les guiaremos en nuestros sen- caballería, con el fin de aterrar al enemi- ración. El trato de los prisioneros es el re-
deros. Dios está con los benefactores”. go de Alá y vuestro...”. comendado por Mahoma: la muerte. De
Por fin, la 16:110, en el marco de los Ampliado el campo de los enemigos a esa muerte son únicamente responsables
castigos y de las recompensas eternas, los hipócritas, la única matización afecta a los no-creyentes que la sufren, dado que
habla favorablemente de “aquellos que las gentes del Libro, contra quienes la lu- han rechazado la verdadera religión ínsita
han emigrado después de sufrir pruebas cha hasta la victoria puede no tener como en la naturaleza de todo hombre. No de-
y luego han luchado y han resistido”: el resultado la muerte, en caso de aceptar la be existir remordimiento alguno: “No
texto puede sugerir acción bélica, pero sumisión y el pago de la capitación (yi- sois vosotros los que les habéis matado; es
también apunta a una posible redacción zia): “Combatid contra aquellos que no Alá quien les ha matado” (The Observer,
posterior a la hégira. creen ni en Alá ni en el último Día, / que 30-9-2001).
En Medina, el deslizamiento hacia la no prohíben aquello que Alá y Su mensa- En resumen, la teoría coránica de la
acción guerrera “en la senda de Alá”, po- jero han prohibido, y que / no profesan la yihad, desmenuzada más tarde por los
niendo en juego vida y bienes con la se- religión de la verdad entre quienes han re- hadices en una pléyade de casos concre-
guridad de una recompensa, resulta defi- cibido el / Libro hasta que paguen la capi- tos y con especial atención hacia los már-
nitivo. Lo define con toda sencillez el tación y sean humillados” (9:29). tires, surge de la proyección sobre el es-
61:11: “Creed en Alá y en su Enviado, y La yihad se impregna así de intereses pacio de la guerra por Alá del principio
luchad en la senda de Alá con vuestros económicos, hasta el punto de que en el que obliga al creyente a esforzarse siem-
bienes y vuestras vidas. Es mejor para vo- versículo 9:111, reproducido por al-Bujari pre en dirección hacia ese dios que le ha
sotros, si supierais”. No hay ruptura sino en el capítulo sobre el tema en su compi- creado y a quien debe una entrega abso-
concreción del objeto de la yihad respecto lación de hadices, el combate es presenta- luta. Es una guerra implacable, contem-
del periodo mequí: “Buscad el medio pa- do como una permuta en que el creyente plada como sujeto participante desde el
ra que os acerquéis a Él y luchad en su pone sobre la mesa de juego el riesgo de creyente y con el triunfo definitivo de la
senda” (5:35). La yihad se convierte así perder vida y bienes a cambio del botín y / causa de Alá como punto de llegada bifá-
en la seña de identidad insoslayable del o del paraíso. El botín es siempre un com- sico: victoria primero sobre no-creyentes
musulmán: “Los verdaderos creyentes son plemento inseparable de la yihad: “Disfru- o gentes del Libro hasta la implantación
solamente aquellos que creen en Alá y en tad de los bienes lícitos de vuestro botín” final del islam en toda la tierra. La refe-
Su Enviado, que en lo sucesivo no dudan (8:69). El concepto de yihad correspon- rencia a Alá garantiza la cobertura espiri-
y luchan con sus bienes y sus persona en diente a la etapa medinense nos introduce tual, pero su contenido inmediato es mi-
la senda de Alá”. A quienes rehusan el así en una doble dimensión del deber gue- litar como instrumento imprescindible,
cumplimiento de tal obligación les espera rrero del creyente: en primer plano, la exi- sin olvidar el carácter de inversión, de ca-
el infierno (9:81). En cualquier caso, los gencia de servir sin reservas ni límites a la ra al botín en esta vida y a un paraíso
primeros son superiores a los segundos causa del Creador; y, en segundo, la intro- cargado de placeres materiales después de
(4:95). La yihad es la etiqueta del creyen- ducción de un sistema de valores de tipo la muerte.
te frente al que no lo es: 9:41, 66:9, mercantil, eco de la mentalidad inicial de Quedaba por definir el alcance de la
49:15, 5:54; 9:44. La divisoria entre am- Mahoma como comerciante en el mundo yihad, sobre todo en cuanto a los adver-
bos ha de ser imborrable, de manera que de las caravanas. Desde unos supuestos es- sarios, claramente individualizados en el
en relación al no-creyente sólo cabe la lu- trictamente materialistas, la yihad marca la tiempo del Profeta pero de identifica-
cha hasta alcanzar la victoria (60:1). En dirección del Paraíso. Además, garantiza la ción más compleja con el paso de los si-

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Y IH AD

glos. La codificación corresponderá en


torno a 1300 a la obra del rigorista Ibn
Taymiyya, personaje clave en éstos y
otros aspectos para enlazar la doctrina

·'
,,
originaria con el islamismo radical con-
temporáneo. Hasan al-Banna reeditó su
Política de la sharía (Siyasa shariya) y su
planteamiento dualista, con la contrapo-

'
sición “orden de los creyentes” regido
por la sharia vs. enemigos exteriores e

~
internos. El preciso esquematismo con

~
.-
que formula la oposición a los mongoles

'
resultará del todo aplicable al proyecto

\
de enfrentarse contra los nuevos invaso-
res occidentales. Otro tanto sucederá

'
con la denuncia de la yahiliyya, estado
de ignorancia previo al islam.
Ibn Taymiyya parte del supuesto co-
ránico de que el hombre ha de ser nece-
sariamente musulmán; y si es invitado a
serlo y se niega, debe ser combatido. La
yihad es, pues, una obligación funda-
mental en el islam, y le corresponden las
más altas recompensas de acuerdo con
un dualismo radical: “Todo individuo o
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toda colectividad que la emprendan se


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encuentran ante dos sublimes alternati-


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vas: la victoria con el triunfo o la muerte


del mártir con el paraíso”. La obligación
de la guerra no se dirige sólo contra los
infieles del exterior sino que concierne a El paraíso a la sombra de la espada musulmana constituyen el núcleo de la
las “minorías rebeldes”, sean miembros En 1981 ve la luz el folleto titulado El innovación introducida por el egipcio
de otra religión que viven en una socie- deber ausente (al-Farida al-Gha’iba), obra Hasan al-Banna desde que en 1928 funda
dad musulmana, sean musulmanes que del ingeniero Muhammad Abd al-Salam los Hermanos Musulmanes. Tal es la pro-
incumplen sus deberes. “Está establecido Faraj, pronto ejecutado por su responsa- puesta interpretativa de Tariq Ramadán
por el Corán, la Sunna y la ijma que es bilidad en el asesinato del presidente Sa- en su libro sobre reformismo musulmán.
preciso combatir contra todo aquel que dat. El opúsculo invoca desde su título la Pero el hecho de que en el ingreso como
incumpla la ley del islam, aun cuando obligación de la yihad, así como el pro- hermano musulmán tuviera lugar un ju-
hubiera pronunciado las dos profesiones longado eclipse que la misma ha sufrido ramento sobre el Corán y sobre un arma
de fe (shahada). El principio está senta- en el pensamiento islámico. Recordemos indica la existencia de una doble vertien-
do con la ampliación de los campos de por lo que hace al título que farida es de- te, confirmada por el opúsculo sobre la
aplicación de la yihad, en cuanto garan- ber, pero deber hacia Dios. Faraj es en ri- obligación de la yihad, Risalat-ul-Jehad.
tía de cumplimiento de la sharia. Los in- gor el primer yihadista contemporáneo, En sus páginas, Hasan al-Banna sostiene
fieles, las gentes del Libro, los hipócritas, al hacer girar el comportamiento de todo la obligatoriedad de la yihad para el cre-
los musulmanes reacios a atender sus creyente en torno a ese deber fundamen- yente, hasta el punto de convertirla en la
obligaciones, gobernantes incluidos, se tal, recordado por la herida sangrante que seña de identidad del islam: “No hay sis-
convierten en categorías sobre las cuales en la tierra del islam representa Israel y tema en el mundo que haga tanto énfasis
debe caer la violencia ordenada por Alá. tendente, en definitiva, a cumplir la exi- en la yihad y en la lucha, en el uso de po-
Un planteamiento que será extremada- gencia milenarista de un Estado musul- der, en la mutua disciplina y en la unidad,
mente útil cuando resurja la exigencia de mán extendido a todo el planeta. Una y en la defensa de derechos, como el is-
rigor y se agudice el conflicto con el ene- construcción cuyo punto de referencia lam” (Al Banna, 1999, 31). Para que no
migo exterior en la segunda mitad del esencial es el tratamiento de la yihad por haya dudas, discute el famoso hadiz sobre
siglo XX. Con razón cita E. Sivan en El el inevitable Ibn Taymiyya. la gran y la pequeña yihad, y tras subrayar
islam radical que desde medios semiofi- Sin embargo, hay algo que sugiere el su carácter dudoso, deja claro que no exis-
ciales de El Cairo ya se detectaba hacia título no tan exacto. El recuerdo del deber te contradicción alguna entre la yihad co-
1980 el influjo nocivo de Ibn Taymiyya ausente se había iniciado con anteriori- mo lucha contra el infiel y la yihad contra
sobre los jóvenes egipcios al justificar dad, desde los primeros pasos de los Her- uno mismo, siendo en todo caso necesaria
desde las escrituras islámicas la violencia manos Musulmanes, y había alcanzado la primera.
contra aquellos musulmanes, incluso una coherencia doctrinal destinada a per- Hasan al-Banna devuelve la yihad a la
sunníes, que de un modo u otro se opu- durar en la obra de Sayyid Qutb. En apa- condición de obligatoriedad que revisten
sieran a la sharia. Serían el blanco de riencia, la actuación pacífica dentro de la los textos clásicos, apuntando sin la me-
“una yihad en la senda de Alá”. ley y la construcción de una sociabilidad nor opción para la duda a que yihad sig-


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ANTONIO ELORZA

nifica lucha con derramamiento de san- raíso en el mundo venidero. Lo que nos homa en su vida, desde la predicación en
gre, siendo en consecuencia su más alta ha puesto ante la degradación y el desho- la Meca a los años de lucha en Medina.
expresión la figura del mártir. Las citas de nor es sólo el amor a este mundo y el
aleyas que toma como punto de apoyo miedo a la muerte. Por eso preparaos pa- Tercero. En el plano teórico, la exi-
pertenecen todas al periodo de Medina y ra la yihad y ser amantes de la muerte. La gencia de la yihad resulta de la incompa-
tiene sin excepción contenido guerrero. vida vendrá en vuestra busca” (págs. 53). tibilidad entre el islam y el mundo de la
La última coincide con la que Al Bujari No resulta, pues, válida la estimación ignorancia, la yahiliyya, cuya expresión es
toma para abrir su capítulo sobre el tema. generalmente admitida de que Hasan al- el enfrentamiento entre Dar al islam y
En cuanto a los hadices, pronuncia una Banna representa una fase pacífica de los Dar al Harb.
observación muy útil para refutar a los Hermanos Musulmanes mientras que Sa-
comentaristas apegados a la prioridad una yyid Qutb es quien protagoniza el viraje Cuarto. Yihad nada tiene que ver con
yihad espiritual: “Los preciosos y altamen- teórico hacia el radicalismo cuya última conversión forzosa ni con recompensa al-
te estimados hadices que mencionen estas expresión es el terror. Había una razón guna. No se trata de atacar a los indivi-
cosas, o describen la guerra en el mar o la fundamental para que un pensador tan duos sino de liberarlos de la perniciosa
alta estima de la misma, o que conciernen atento a las distintas facetas de su proyec- influencia de Occidente.
a la guerra con la gente del Libro, o direc- to islamista reconociera la necesidad de la
trices y mandamientos acerca de la con- violencia. El diseño de una sociedad tota- Quinto. Es una lucha revolucionaria
ducción de la guerra, son tan numerosos litarista, transformada en todos sus com- sin punto final contra los infieles y ha de
que un voluminoso libro no serviría para ponentes, y en los comportamientos, en lograr que el islam asuma la responsabili-
recogerlos” (pág.43). un orden regido por la sharía, sólo puede dad del dominio mundial.
El carácter de innovación en las re- ser alcanzado mediante un grado mayor
flexiones de Al-Banna sobre la yihad no o menor de coacción. La cascada de pro- Sexto. Constituye una obligación
sugiere moderación alguna. En todo ca- hibiciones formuladas por Al-Banna en ineludible para el creyente. El musulmán
so, ofrece la rama de olivo al final de la yi- su programa político no pueden hacerse que no practique la yihad “no existe”. “El
had, que generaría “amor a la paz y conci- efectivas de otro modo; y la yihad es la islam mira a todos desde una altura, por-
liación”. Asume la dureza de los textos clá- llave para vencer a cualquier resistencia. que ésta es su verdadera posición”. El
sicos e incluso va más allá de los mismos Eso sí, en un contexto más desfavora- principio de superioridad ha de guiar a la
cuando compara la yihad contra los infie- ble, cuando ya Nasser ha sofocado las ex- renacida “comunidad de los creyentes”,
les y la llevada a cabo contra cristianos y pectativas del islamismo dentro del nuevo tal y como lo hiciera en el momento
judíos. Se trata de un aspecto relevante, ya régimen, Sayyid Qutb desarrolla las intui- fundacional.
que tal asimilación, favorecida por la co- ciones del fundador y elabora el trata-
yuntura histórica se encuentra en la base miento sistemático que hará de la yihad la La referencia al tiempo de los piado-
de la ulterior doctrina yihadista: “(…) la clave de bóveda del islamismo radical. En sos antepasados, la edad de oro origina-
yihad con la gente del Libro es también sus palabras, reproducidas por Rudolph ria, resulta imprescindible tanto para que
obligatoria y aquel que luche contra ellos Peters, “la yihad es la revolución perma- tenga sentido la analogía entre la yahiliy-
recibirá doble recompensa. No sólo hay nente del mundo islámico”. Los puntos ya de entonces y la de hoy como para le-
que practicar yihad contra los infieles sino principales en la teoría de la yihad por Sa- gitimar la propuesta de violencia de hoy
contra toda esa gente que representa un yyid Qutb reflejan, de un lado, la propen- sobre el comportamiento del Profeta en
peligro para el islam” (pág. 40). sión salafí de partir de la edad de oro ori- aquella fase fundacional del orden islámi-
Para nada contempla Al-Banna la yi- ginaria en que el Profeta, al reproducir las co. Tengamos en cuenta que Sayyid Qutb
had como una actuación defensiva frente palabras de Alá, señaló el camino de una insiste sobre el carácter pacífico del islam,
a una agresión exterior. Consiste, en cam- sociedad musulmana perfecta lograda me- al menos en principio, por lo cual, “la
bio, en la realización de “todos los esfuer- diante la guerra contra el infiel; y de otro, guerra es una excepción que se convierte
zos posibles para quebrar el poder de los la exigencia de proceder a una actualiza- en necesaria cuando existe una desviación
enemigos de la religión, poner fin a su ción tanto en la designación de los objeti- de la integración ejemplificada en la reli-
dominio y asentar las raíces de la reli- vos como en las formas de lucha sin por gión de un Dios”. Lo que sucede es que
gión”. Los adversarios son designados ello cortar el hilo umbilical con las ense- allí donde ejerza su tiranía la soberanía
uno a uno, con un significativo olvido de ñanzas del Profeta, algo perfectamente del hombre resulta imprescindible iniciar
los infieles en concreto. En primer térmi- realizable en la medida que la ignorancia la lucha para establecer la soberanía de
no, los dhimmíes que rompan el pacto, de la Arabia pagana se encuentra reprodu- Dios:
esto es, que no acepten la subordinación. cida en la nueva ignorancia del mundo
Después, los apóstatas, rebeldes contra el occidental. Esos puntos serían: “Las razones para la yihad son éstas: establecer
islam después de aceptarlo. Una yihad la autoridad de Alá sobre la tierra; disponer los
destinada además a durar hasta el Día del Primero. La yihad es el instrumento asuntos humanos de acuerdo con la verdadera guía
Juicio. De ahí que proclame, reprodu- indispensable para regresar a ese pasado proporcionada por Alá; abolir todas las fuerzas sa-
tánicas y los sistemas satánicos de vida; poner fin al
ciendo el hadiz, que “el paraíso se en- perfecto, para establecer la din, el verdade- dominio de un hombre sobre otros, ya que todos
cuentra a la sombra de las espadas”. Su ro orden religioso de la sociedad. Si la lla- los hombres son criaturas de Alá y ninguno tiene
“última palabra” en torno al tema resulta mada al islam, la dawa, se encuentra obsta- autoridad para convertirles en siervos suyos o hacer
inequívoca: “¡Queridos hermanos!: Aque- culizada, la yihad resulta imprescindible. leyes arbitrarias para ellos. Estas razones son sufi-
llos cuya forma de morir es hermosa y cientes para proclamar la yihad” (Qutb, 1990, 57).
que están hechos a la muerte con honor Segundo. La forma de yihad ha de
son honrados en el mundo y con el Pa- inspirarse en el patrón trazado por Ma- De acuerdo con la ortodoxia origina-

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YIHAD

ria, el fin último de esa lucha sólo puede ble conciliación con concepto alguno o nico de golpear simultáneamente a los
consistir en la instauración de la sobera- forma política propia de Occidente. La aliados menores, del 11-S al 11-M; y en
nía de Alá sobre la tierra; esto es, el impe- pureza del islam rechaza toda variante de segundo plano contra los gobernantes
rio del orden dispuesto por la verdadera contaminación procedente de la yahiliy- musulmanes apóstatas que colaboran con
religión sobre todos los hombres: “El is- ya. Son campos enfrentados en una lucha los nuevos cruzados. La experiencia afga-
lam, esto es, la sumisión a Alá , es un a muerte, en la que ha de vencer sin duda na facilita una formación de muyahidines
mensaje universal que toda la humanidad la causa de Alá. capaces de llevar los principios yihadistas
debe aceptar o con el cual ha de buscar la Una numerosa bibliografía reconstru- a la práctica. Lo ha subrayado G. Kepel:
paz”. Esto significa que el camino de la ye el proceso de radicalización de mino- “La fuerza de la red que han tejido pa-
victoria definitiva ha de seguir una suce- rías islamistas, singularmente jóvenes, al cientemente Bin Laden y Zauahiri con-
sión de fases ascendentes; de ahí el título calor de la nueva situación internacional siste en la excepcional disponibilidad de
del libro más conocido de Sayyid Qutb, egipcia –entre la guerra de 1973 y la paz militantes fríos y racionales, formados en
verdadero catecismo del islam radical, de Camp David de 1979–, que desembo- los campos afganos y luego reinsertados
Hitos del Camino. Si es tolerada la acción ca en la conspiración para asesinar al pre- en la vida civil, que llegado el momento
de predicar sin límite alguno, no habrá sidente Sadat. El opúsculo ya citado de serán activados para dar ‘el gran golpe’
guerra; pero ésta es siempre necesaria si Faraj, El deber ausente, constituye su ex- contra ‘el enemigo lejano’ y sacrificar su
surge cualquier tipo de oposición: presión ideológica y al mismo tiempo la vida sin parpadear”. A partir de este mo-
prueba de la importancia del antecedente mento, la reflexión yihadista se mueve en
“Aquel que entienda el carácter particular de teórico proporcionado por Ibn Taymiyya, una doble dirección: por un lado, el dise-
din (la religión), entenderá también el puesto que desde el supuesto que el régimen de Sa- ño de una estrategia del terror a escala
corresponde a la yihad bis saif (luchar con la espa-
da), que consiste en desbrozar el camino mediante
dat es análogo al falsamente musulmán planetaria, de acuerdo con la fundación
la predicación para que progrese el movimiento is- de los mongoles (E. Sivan). Los “mal lla- del “Frente Mundial para la Yihad contra
lámico. Entenderá que el islam no es ‘un movi- mados musulmanes” pasan a ser el blanco cruzados y sionistas”; por otro, en la bús-
miento defensivo’ en el sentido estrecho de lo que principal; y la yihad, el instrumento úni- queda de medios técnicos que hagan po-
hoy se llama técnicamente ‘una guerra defensiva’; co para alcanzarlo. Surge así el supuesto sible la victoria, en seguimiento de la tác-
fue un movimiento para eliminar la tiranía y llevar
clave del yihadismo, esto es, de la justifi- tica empleada en su día por el Profeta en
la verdadera libertad a la humanidad, utilizando
recursos acordes con la actual situación humana y cación teórica de la violencia y el terror su guerra contra los mequíes, con una fi-
sigue unas etapas definidas, cada una de las cuales frente a los enemigos internos (apóstatas, nalidad bien sencilla: “Inducir a la comu-
cuenta con diferentes métodos” (Qutb, 1990, 50). hipócritas) y exteriores (Israel, Estados nidad musulmana a alzarse y liberar a su
Unidos). Su posición central se manten- tierra, luchar por la causa de Alá y hacer
La antesala de la victoria definitiva es drá hasta hoy: el primer deber del musul- de la sharía la más alta ley, así como la
la lucha armada, plenamente legitimada mán consiste en la práctica de la yihad, palabra de Alá la más alta de las pala-
por su objetivo de acabar con la yahiliyya ahora vuelta en primer término contra bras”, (Bin Laden, 10-6-1999).
de acuerdo con unas pautas en que el los gobernantes que reniegan de su fe, En el mismo discurso queda de ma-
musulmán de hoy reencuentra las ya fija- buscando apoyo en todo el arsenal de ci- nifiesto que el islam se convierte para el
das en el Corán. La forma de tiranía per- tas coránicas sobre el tema: líder terrorista en una doctrina del odio:
sonalizada en el Faraón tiene unos rasgos “Todo musulmán que contempla la dis-
que permanecen a lo largo de la historia “Pese a su crucial importancia para el futuro criminación comienza a odiar a america-
y que, dada la fuerza de los Estados que de nuestra fe, los hombres de religión de nuestra nos, judíos y cristianos; esto es parte de
época han descuidado, incluso han hecho caso
siguen inmersos en la ignorancia, no pue- omiso de la yihad. No obstante, saben que la yihad
nuestra religión y fe”. Llegados a este
de dejar de revestir formas violentas. To- es la única manera de restablecer y volver a realzar punto, el concepto de resistencia resulta
dos los medios son legítimos para alcan- el poder y la gloria del islam, algo que todo verda- capital, ya que hace posible la inversión
zar la meta de su destrucción, de acuerdo dero creyente desea con todo su corazón. No hay de las relaciones de violencia. La agresión
con el principio de que quien se oponga duda alguna de que los ídolos de la tierra no po- del creyente aparece como la respuesta
drán ser destruidos más que por la espada y así se
ha de atenerse a las consecuencias: “El ordenada por Alá al ataque de los enemi-
establecerá el Estado islámico y se restaurará el ca-
deber del islam es luchar contra él hasta lifato. Éste es el mandato de Alá, y todos y cada gos, los nuevos cruzados, del mismo mo-
que sea muerto o declare su sumisión”. uno de los musulmanes deben por ello hacer cuan- do que Mahoma declarara la guerra a los
“Verdad y falsedad no pueden coexistir”, to esté en su poder para cumplir este precepto, re- mequíes como réplica a las supuestas
sentencia Sayyid Qutb. La orientación curriendo a la fuerza si es preciso” (cit. por E. Si- agresiones sufridas antes de la hégira. Pa-
general queda fijada en las dos aleyas van, 1997, 154). ra ajustarse al criterio coránico de legiti-
donde es anunciado que la yihad no cesa- midad de la yihad, ésta es presentada co-
rá hasta que la única religión en el mun- Las bases doctrinales de Bin Laden y mo un medio imprescindible de resisten-
do sea la de Alá. Al Qaeda están sentadas. No tardará en cia por parte de la umma y de sus miem-
Lo que propone Sayyid Qutb no es la cumplirse la previsión de Sayyid Qutb en bros individuales. Es su calidad de agre-
yihad contra quienes ejercen una opre- el sentido de que las restricciones a la yi- sores lo que justifica que el hecho más
sión política sino “contra el gobierno de had son debidas a problemas coyuntura- grato a Alá consista en matar americanos
los hombres en todas sus formas”, la de- les y no a la esencia del principio. Con la y judíos por todo el planeta. Se trata en
mocrática incluida. Se trata de poner en yihad victoriosa de Afganistán tuvo lugar sentido estricto de un acto de yihad, ya
marcha en términos literales una revolu- la fusión en los medios y en los objetivos que comprende el derecho y el deber al
ción que acabe con la hegemonía de Oc- al cerrar una lucha en doble vertiente: botín al cumplir el mandato divino de
cidente y apunte hacia la finalidad última primero contra una gran potencia, luego “matar americanos y quitarles su dinero
del movimiento islamista. No existe posi- contra la otra, sin olvidar el consejo corá- allí donde se encuentren”. La primacía

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ANTONIO ELORZA

del terror lo contamina todo, incluso la de los folletos sobre la yihad en el islam, del terror desde una perspectiva salafí,
referencia clásica a la shura en cuanto a ofrecidos hasta hoy en las librerías musul- con la mirada puesta en la vida ejemplar
organización del gobierno, ya que sin manas de Londres o de Washington, de- del Profeta como conquistador. El ya alu-
ambages, para Bin Laden, los gobiernos jan malparadas las elucubraciones en que dido versículo 8:60 lo plantea abierta-
islámicos siempre “han sido establecidos la yihad trata de presentarse como un mente: frente a los enemigos de Alá hay
por la pluma y el fusil, la palabra y la ba- ejercicio puramente espiritual. que emplear todos los medios con tal de
la, la lengua y los dientes”. Eso significa Particularmente, esa observación re- “aterrorizarles”. Es una recomendación
que la lucha contra los regímenes sin dios sulta válida para el tópico de la gran yi- congruente con la proyección sobre la
y apóstatas se realiza mediante cualquier had, espiritual e intimista, superior a la tierra de los castigos infernales con el ob-
acto de destrucción al alcance del creyen- pequeña yihad belicista. Como objeto de jetivo de hacer inevitable el triunfo de la
te, de acuerdo con el objetivo trazado por exportación, el planteamiento es de gran verdadera religión. ■
Abdulá Azzam de liberar hasta el último utilidad, al descalificar toda visión que
pedazo de tierra que haya sido musulma- intente profundizar en los orígenes de la Bibliografía utilizada
na y hoy esté en manos infieles. El punto yihad realmente existente. Ahora bien, no Entre diversos títulos, un útil repaso al tema se en-
de partida es Palestina; el de llegada, Al sólo se trata de la nula fiabilidad del ha- cuentra en Rudolph Peters, Jihad in Classical and
Modern Islam, Marcus Wiener, Princeton, 1996.
Andalus. El protagonismo de la yihad diz en que se basa sino de que su conte- Para los últimos desarrollos, ver Gilles Kepel, Fit-
desemboca en una inexorable discrimina- nido es contradictorio con el principio na, Paidós, Barcelona, 2004. La visión del islamis-
ción dualista: “Esta guerra es fundamen- islámico de que toda acción humana rele- mo moderado en Tariq Ramadan, Aux sources du
talmente religiosa. La gente del Este son vante ha de estar dirigida hacia Alá. No renouveau musulman, 2ª ed., Tawhid, Lyon, 2001;
musulmanes. Simpatizan con los musul- existe incompatibilidad alguna entre la Jihad, Tawhid, Lyon, 2002 y La foi, la Voie et la ré-
sistance, Tawhid, Lyon, 2004.
manes contra la gente del Oeste, que son práctica de la yihad en la senda de Alá y
La bibliografía sobre Al Qaeda crece como la
los cruzados” el dominio de las pasiones individuales, espuma. Hemos utilizado Bruce Lawrence (ed.),
Respecto de sus antecedentes inme- pero la jerarquía siempre debe otorgar la Messages to the World. The Statements of Osama bin
diatos, la teoría de la yihad en al-Qaeda prioridad en un marco de conflicto al co- Laden, Verso, Londres-Nueva York, 2005; Gilles
toma nota de la política de los “nuevos lectivo, a la umma. El enfoque de la yihad Kepel (ed.), Al-Qaeda dans le texte, Puf, París,
cruzados”, Estados Unidos e Israel, para toma al individuo como punto de parti- 2005; Farhad Khosrokhavar, Quand Al-Qaïda par-
le, Grasset, París, 2006.
plantear la yihad desde supuestos defensi- da, sólo que para proyectarle de inmedia- Obras clásicas citadas: Henri Laoust, Le Traité
vos, como resistencia. La táctica adoptada to como sujeto actuante orientado hacia de Droit Public d’Ibn Taymiyya, Beirut, 1948; Sa-
hace al mismo tiempo necesario ampliar la única dirección posible: la trazada por yyid Qutb, Milestones, Indianapolis, 1990; Sayyid
el campo de la violencia a la muerte de Alá, que después de la hégira no puede Qutb, In the Shade of the Qur’an, vol. I, The Isla-
civiles del enemigo. Por lo demás, la con- ser otra que la práctica de una guerra vic- mic Foundation, Leicester, 1999; Ibn Rushd (Ave-
rroes), The Distinguished Jurist’s Primer, vol.
tradicción principal que justifica el terror toriosa en el curso de la cual verá asimis-
I,Garnet, Reading, 2002. Una revisión valiosa de
responde al esquema dualista propio del mo satisfechos sus intereses materiales, la tradición islámica radical, en Emmanuel Sivan,
islamismo: frente a la suma de “opresión, con el botín primero y con una gozosísi- El Islam radical, Bellaterra, Barcelona, 1997.
mentiras, inmoralidad y depravación” en ma estancia eterna en el paraíso de caer A pesar de sus errores, nos hemos servido de
América, se alza la llamada por el Islam, como mártir. las guías siguientes: Syed Muhammad Osama, The
“la religión de yihad en la senda de Alá de Esto no excluye en modo alguno que Encyclopaedic Index of the Quran, Goodword Bo-
oks, Nueva Delhi, 2003; Jean-Luc Monneret, Les
modo que imperen la Palabra y la reli- el pensamiento musulmán pueda plan- grands thèmes du Coran, Dervy, París, 2003. La
gión de Alá” (Bin Laden, 2005, 166). La tear fértiles desarrollos a partir de ese bas- versión actualizada del Corán es obra de Muham-
yihad deberá reunir a la “umma” de todos tión doctrinal que es la exigencia del es- mad Muhsin Khan y Muhammad Taqiud-Din Al-
los creyentes para vencer a los infieles. fuerzo hacia Alá, presente como principio Hilali, The Noble Qurd’an, Darussalam, Riyadh,
en las azoras de La Meca. Sólo que si 1996.
La interpretación materialista de la formación
Conclusiones aceptamos el Corán en su totalidad, se-
del Islam, en Patricia Crone, Meccan Trade and the
A lo largo de la historia del islam, la utili- gún hace la inmensa mayoría de los cre- Rise of Islam, Princeton Un. Press, 1987 y Alfred-
zación del término yihad ha podido expe- yentes, islamistas moderados del tipo Ta- Louis de Prémare, Les fondations de l’Islam, Seuil,
rimentar variaciones, pero este hecho no riq Ramadan incluidos, el rechazo de la París, 2002. Esta línea interpretativa tiene su pre-
puede borrar la existencia de un hilo rojo acepción bélica es de dudosa ortodoxia. cursor en Ibn Jaldún, Mugaddimah, lib. 2, 17-27.
que une la formulación dominante en los La salida reside entonces, así en la re-
años de Medina con su uso por el isla- flexión de Tariq Ramadan, en abrir una [El análisis de los conceptos ha sido realizado con
mismo radical durante las últimas déca- puerta trasera a la violencia al plantear Saba Abboud, en el marco de proyecto de investi-
gación 4472/CPOL. Han colaborado M. Ivanovic
das, con las sucesivas elaboraciones de que la misma no puede ser excluida si se y M. Ballester].
Ibn Taymiyya y de Sayyid Qutb a modo hace imprescindible “la resistencia” a
de eslabones que unen ambos extremos, agresiones contra el islam. En suma, sólo
con una codificación coherente el prime- trazando una divisoria entre el concepto
ro y una adecuación a la crisis de la con- primero de yihad y el que resulta transfe-
frontación con Occidente en el caso del rido a la guerra necesaria contra el ene-
segundo. Lo que tantos ensayistas e isla- migo de religión puede ser evitado ese
mólogos se niegan a entender resulta sin encuentro del islamismo moderado con
embargo claro en todas las manifestacio- el radical en torno a la coartada de la “re-
nes de la propaganda radical, aun sin al- sistencia”.
canzar el yihadismo. El Kaláshnikov alza- En último término, la yihad puede Antonio Elorza es catedrático de Ciencia Política
do o las armas disparando en las cubiertas desembocar sin dificultad en la práctica en la UCM.

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