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El texto refiere la jurisprudencia más reciente disponible sobre las temáticas sin embargo
por el contexto temporal de los casos discutidos es usual que las consideraciones de la
Corporación analicen disposiciones del Código de Procedimiento Civil y no del Código
General del Proceso; por lo cual se concluye que aunque formalmente el código en vigencia
es el general del proceso, materialmente, para algunos casos se evidencia una vigencia
residual del Código de Procedimiento Civil.
Para elaborar la noción jurisprudencial de esta sección se analizaron las sentencias SL652-
2018, del 6 de marzo de 2018; SL956-2018, del 4 de abril de 2018 y SL3694-2018 del 22
de agosto de 2018, todas ellas proferidas por la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, cuya completa identificación se presenta a continuación:
Corporación Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia.
Sala De Casación Laboral. De Casación Laboral. De Casación Laboral.
Número de la
providencia SL652-2018. SL956-2018. SL3694-2018.
Radicado 52918. 54900. 48210.
Fecha 6 de marzo de 2018. 4 de abril de 2018. 22 de agosto de 2018.
M.P. Carlos Arturo Guarín Omar de Jesús Restrepo Giovanni Francisco
Jurado. Ochoa. Rodríguez Jiménez.
En ese sentido señala que las obligaciones del llamado en garantía nacen de un negocio
jurídico, es decir una relación contractual entre el llamado en garantía y quien lo convoca al
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proceso, que obliga al primero al reembolso de la condena; limitando el cumplimiento de
esa obligación al límite asegurado:
Adicionalmente aclara que la obligación del llamado en garantía se ejecuta a favor del
citante condenado a indemnizar y no de los promotores del litigio, puesto que no existe
nexo entre el convocado y el extremo vencedor del proceso.
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3. En la misma línea jurisprudencial descrita en los apartes precedentes se pronunció la
Sala Civil mediante sentencia SL3694-2018 indicando que el institución jurídica pretende
la vinculación de terceros ajenos a la relación sustancial discutida entre demandante y
demandado, por ello sostuvo que no podrán ser llamados en garantía los autores o coautores
del daño:
El Tribunal precisó el alcance del artículo 57 del Código de Procedimiento Civil en los
siguientes términos:
“Tal precepto hace alusión expresa a que el llamamiento en garantía procede cuando
se tenga derecho legal o contractual de exigir a un tercero, y no a quien integra el litigio
como parte pasiva, como aquí ocurre, la indemnización del perjuicio que llegare a sufrir, o
el rembolso total o parcial del pago que tuviere que hacer como resultado de la sentencia.”
(p. 43)
Entiéndase que el llamado en garantía debe efectuarlo la parte actora que tiene relación
jurídica con el garante y no aquella que reclama el derecho frente al garantizado, pues la
relación que da lugar a la condena es ajena a la que autoriza el llamamiento en garantía. Al
respecto además señala el sentenciador:
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Así lo decantó en cita a la Sala de Casación Civil de esta Corporación, CSJ SL1304-2018:
“De allí que, con miras a precisar que en este fenómeno podían caber todas aquellas
situaciones en que existe una relación de garantía, proveniente de ley o de convención, que
habilite al llamante a convocar a un tercero que le proteja y pague por él o le reembolse lo
que erogó por razón de la condena, se incluyeron en el Código de Procedimiento Civil dos
normas –artículos 54 y 57- para abarcar un mismo fenómeno, que hoy en el Código
General del Proceso, atendiendo a lo dicho, quedó en un solo precepto, en el que, además,
figura la posibilidad de que un demandado llame en garantía a otro demandado, figura
denominada demanda de coparte (art. 64).”
Corporación Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia.
Sala De Casación Civil. De Casación Civil. De Casación Civil.
Número de la
providencia SC16669-2016. SC01041-1999. SC485461.
Radicado 11001-31-03-027-2005- 11001 3103 031 1999 Gaceta Judicial Tomo XLVII
00668-01. 01041 01. No. 1940.
Fecha 18 de noviembre de 2016. 25 de enero de 2010. 26 de agosto de 1938.
M.P. Ariel Salazar Ramírez. Pedro Octavio Munar Liborio Escallón.
Cadena.
Sin embargo reconoce el juzgador que existen otros criterios reconocidos por el
ordenamiento jurídico para admitir la legitimidad en la causa de sujetos que no son titulares
del derecho o de la relación jurídica sustancial objeto del proceso. Tales supuestos se
conocen como de legitimidad extraordinaria y comprenden la sustitución procesal y la
titularidad parcial del interés en litigio.
Bajo esas figuras tiene lugar la acción oblicua, mediante la cual el acreedor ejerce su
derecho auxiliar de perseguir la satisfacción de su crédito. Acudiendo la posición de Ugo
Rocco, 1973, afirma que en este tipo de acciones se acude a la jurisdicción en ejercicio de:
“un derecho de acción propio, y por tanto, en nombre propio, que tiene por objeto una
relación jurídica ajena.” (p. 28)
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Expresa el juzgador en sede de casación que los terceros a quienes la ley reconoce
legitimación extraordinaria “están autorizados para pretender en nombre propio la
declaración de certeza o la realización coactiva de dichas relaciones jurídicas, conjunta o
paralelamente, o con exclusión y en sustitución, de los verdaderos sujetos de las relaciones
jurídicas sustanciales”, de modo que “puede ocurrir que en ciertas y particulares
relaciones jurídicas, cuando otro sujeto tenga un interés igual, o preeminente, en la
realización de la relación sustancial, incluso frente al verdadero titular de ella, la ley
procesal da el derecho de acción a dicho sujeto, precisamente en consideración a aquel
interés.” (p. 28)
Tal escenario demuestra que la legitimidad de quien actúa mediante acción oblicua se
asienta sobre el interés para la pretensión, o interés para la sentencia de fondo o mérito, o
facultad para gestionar la sentencia de fondo, cuya definición corresponde, de acuerdo con
el maestro Hernando Devis Echandía, a “la utilidad o el perjuicio jurídico, moral o
económico que para el demandante y el demandado puedan representar las peticiones
incoadas en la demanda y la consiguiente decisión que sobre ellas se adopte en la
sentencia.”(p. 26)
Igualmente indica que el elemento común en los casos precitados es el interés jurídico
específico y concreto del sujeto en el objeto del litigio o de la decisión reclamada, pues
tanto lo tiene el titular del derecho o relación sustancial discutida o de la obligación
correlativa como el que, en procura de obtener un beneficio propio ejerce la defensa de
derechos ajenos.
3. Sin embargo, explica la Corte que las acciones auxiliares, entre ellas la oblicua, a las
cuales pudiera recurrir el acreedor al encontrar que su deudor no actúa diligente para la
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recuperación de su propio patrimonio y en consecuencia la satisfacción del crédito que le
favorece encuentran un límite en el principio de la libertad contractual:
“En pretérita oportunidad y sobre el punto, la Corte se pronunció en términos que hoy
cobran plena vigencia: ‘un acreedor no puede por el mero hecho de serlo pedir la
invalidación de un acto o contrato de su deudor, celebrado con un tercero de buena fe que
ha pactado con el deudor una obligación seria, como tampoco puede, so pretexto de
guarda de sus derechos pretender intervenir en los actos y contratos de su deudor porque
entonces la relación jurídica de acreedor a deudor se convertiría en una total
subordinación del primero al segundo, lo cual es inadmisible’ (Sent. Cas. Civil. 26 de
agosto de 1938).” (p. 30)
Corporación Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia.
Sala De Casación Civil. De Casación Civil. De Casación Civil.
Número de la
providencia SC5635-2018. SC1182-2016. SC788-2018.
Radicado 76001 31 10 001 2006 54001-31-03-003-2008- 11001-02-03-000-2012-
00188 01. 00064-01. 02174-00
Fecha 14 de diciembre de 2018. 8 de febrero de 2016. 22 de marzo de 2018.
M.P. Margarita Cabello Blanco. Ariel Salazar Ramírez. Álvaro Fernando García
Restrepo.
“Por sabido se tiene que cuando uno o los dos extremos del debate procesal está
integrado por varios sujetos titulares de una relación de derecho sustancial o un acto
jurídico que por su naturaleza o por disposición legal no fuere posible resolver de mérito y
de manera uniforme sin la presencia de todos, se presenta la figura del litisconsorcio
necesario, sea por activa, ya por pasiva.” (p. 19)
Reiterando la sentencia Rad 5387 del 24 de octubre del 2000 precisa, al referirse a la
naturaleza de la relación de derecho sustancial o el acto jurídico controvertido que:
“La unión de los litigantes obedece a una imposición legal o resulta determinada por
la naturaleza de la relación o situación jurídica controvertida, siendo ellos, todos, titulares
de la misma pretensión, razón por la cual ‘no puede ser válidamente propuesta sino por
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varios sujetos, o frente a varios sujetos, o por varios y frente a varios a la vez’ (Guasp), por
cuanto la decisión además de uniforme, lógicamente aparece como inescindible.” (p, 20)
“Estos pueden actuar o no bajo una misma representación, así como adelantar las
actuaciones procesales que estimen más conveniente para la defensa de sus intereses, que
en todo caso, dada la inescindibilidad de la relación sustancial que subyace, beneficiará a
los demás, con la restricción que se impone respecto de aquellos actos que impliquen
disposición sobre los derechos en litigio, los cuales sólo tendrán efecto si son realizados por
todos; y si en el proceso no se hubieren ordenado las citaciones completas, el artículo 83
del Código de Procedimiento Civil, regula su llamado de oficio por el juez, siempre que no
se haya proferido la sentencia de primera instancia.” (p.p. 20 – 21)
En cita las Sentencias de la Sala de Casación Civil Rad. 5259 del 23 marzo de 2000; Rad.
5740 del 29 marzo de 2001; Rad. 6278 del 22 de abril de 2002 y Rad. 2005-00199-01 del 5
de diciembre de 2011; la Corporación afirmó que las medidas de integración del
litisconsorcio necesario deben tramitarse en primera instancia y que de advertir el fallador
de segunda instancia sobre la deficiente conformación de la parte está obligado a abstenerse
de proveer de fondo, sin embargo explicó que esa hipótesis permite al ad quem adoptar las
medidas procesales, legalmente admisibles, para solucionar la anómala situación, sobre la
entidad de las medidas sostuvo:
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en el auto admisorio de la misma no fueron notificados de éste; como frente a quienes
deben ser citados, y no lo han sido, a pesar de que por la ley o por la naturaleza del litigio
deben demandar o ser demandados; todo en aplicación de lo dispuesto en el artículo 83 del
C. de P. C. ”
Concluye el juez casacionista que en materia de nulidades a favor de uno de los integrantes
del litisconsorcio necesario sucede que:
4. Sobre la capacidad para ser parte en el proceso en entidades que no son persona.
Para definir la noción jurisprudencial de esta sección se estudiaron las sentencias SL3672-
2019, del 28 de agosto de 2019; STL11541-2019, del 20 de agosto de 2019; y SL3292-
2019, del 30 de julio de 2019; todas ellas proferidas por la Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia, cuya completa identificación se presenta a continuación:
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Corporación Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia. Corte Suprema de Justicia.
Sala De Casación Laboral. De Casación Laboral De Casación Laboral.
Número de la
providencia SL3672-2019. STL11541-2019. SL3292-2019.
Radicado
73082. 56904. 72769.
Fecha 28 de agosto de 2019. 20 de agosto de 2019. 30 de julio de 2019.
M.P. Jimena Isabel Godoy
Fajardo. Gerardo Botero Zuluaga. Carlos Arturo Guarín Jurado.
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2. El mismo criterio sobre la capacidad para ser parte de las entidades sin personería
jurídica expresa la Sentencia STL11541-2019, al resolver una tutela mediante la cual se
pretendía el amparo del debido proceso y en consecuencia la nulidad de la Sentencia del
Tribunal Superior del Magdalena, 18 de febrero de 2019, que declaró nulo todo lo actuado
dentro del proceso 2013-106 por haberse demandado al Concejo Municipal del Retén
Magdalena, entidad sin personería jurídica.
El control de legalidad a cargo del Tribunal del Magdalena señaló que el reconocimiento de
autonomía presupuestal no implica el de personería jurídica del Concejo Municipal del
Retén Magdalena, por lo cual el ente no tiene capacidad para ser parte, es el alcalde,
representante legal del mismo (Art. 315 C.P.) quién debe ser llamado como tal:
“Es cierto existe el artículo 110 del Decreto 11 de 1996, que (sic) cual le ‘confiere
autonomía presupuestal para la ordenación del gasto, no conlleva implícitamente el
reconocimiento de la personería jurídica necesaria para ser parte en un proceso, tampoco
le otorga al concejo municipal capacidad para ser parte procesal, el hecho que éste sea la
entidad que tiene competencia para conocer de las solicitudes de reliquidación de
honorarios por asistencia a las sesiones ordinarias y extraordinarias’.”(p. 6)
Por encontrar el juez constitucional que le asiste razón en derecho al ad quem respaldó la
sentencia de aquel, dejando incólume la hipótesis según la cual las entidades sin personería
jurídica no están habilitadas para ser parte en el proceso.
3. Mediante el artículo 53 del Código General del Proceso se admitió como sujetos
procesales a los patrimonios autónomos, en el derogado artículo 44 del C.P.C. esa
posibilidad no estaba contemplada, sin embargo desde 1994 la jurisprudencia de la Sala de
Casación Civil, bajo la teoría del “patrimonio autónomo”, encontró viable la posibilidad.
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constituyen una nueva especie de sujetos de derechos y obligaciones que, igualmente
pueden ser partes en los pleitos judiciales”. (Resalta la Sala). (p. 23)
“Mediante la teoría del ‘patrimonio autónomo’ ello es posible, pero siempre a través de los
herederos, quienes como gestores, a términos de conocidas enseñanzas de doctrina, asumen
el debate judicial para proteger intereses en razón a ese oficio de administradores de un
patrimonio autónomo para hacerlos valer, sin que en tal caso se pueda decir ‘ni que esté en
juicio en nombre propio (ya que no responde personalmente), ni que esté en juicio en
nombre de otro (ya que no hay tras de él un sujeto de quien sea representante)’...”. (p. 23)
4. En conclusión por regla general solo podrán ser parte en el proceso las personas
naturales o jurídicas y cuando estás conformen un ente sin personería independiente
entonces las discusiones sobre las relaciones sustanciales que en función de esa comunidad
se desarrollen deberán vincular a al extremo procesal a los sujetos que la conforman, en el
caso de los consorcios, o a quien las representa, para el caso del consejo municipal. Podrán
ser sujetos procesales por excepción legal los patrimonios autónomos, en tanto enseña la
doctrina que las relaciones jurídicas trabadas en la ejecución del objeto para el que fueron
dispuestos radican en cabeza del ente y es él quien debe asumir las obligaciones de ellas
derivadas.
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Referencias.
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. (22 de marzo de 2018) Sentencia
SC788-2018 [Ariel Salazar Ramírez]
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. (25 de enero de 2010) Sentencia
SC01041-1999 [Pedro Octavio Munar Cadena]
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. (26 de agosto de 1938) Sentencia
SC485461 [Liborio Escallón]
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