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Raíces: No se ve de un árbol o planta, pero lo sostiene y alimenta (debajo de la

tierra, nadie lo ve)


Hebreos:
Cristianismo

Uno de los mas grandes teólogos de kar var (neortodoxo)


La biblia es un libro Judio y quien no tenga una pisca de judío (espiritualmente
hablando), podrá entender las escrituras.

Los capítulos 9 al 11 de Romanos forman una unidad. El tema de los tres


capítulos es la nación de Israel (ver 9:3-4; 10:1, 21; 11:1-2, 26, 28). En cierto
sentido, estos capítulos son un paréntesis. La corriente del pensamiento de
Pablo podría haber seguido del capítulo 8 directo al capítulo 12. En los
primeros 8 capítulos, Pablo ha expuesto el Evangelio de Dios, es decir, las
buenas nuevas de la JUSTIFICACIÓN (Romanos 1-
5), SANTIFICACIÓN (Romanos 6-8) y GLORIFICACIÓN (Romanos 8). En el
capítulo 12, él trata con las implicaciones prácticas del evangelio (cómo la
verdad del evangelio debe afectar nuestro diario vivir en cuanto a Dios y a
nuestro prójimo). De modo que el capítulo 8 debería desembocar naturalmente
en el capítulo 12, pero en vez de hacer eso, Pablo nos da un paréntesis de tres
capítulos en los cuales nos ayuda a entender donde cabe la nación de Israel en
los planes y propósitos de Dios.

Esta sección comienza con una GRAN TRISTEZA (9:1-3) y termina con
una GRAN DOXOLOGÍA a Dios (11:33-36). Una manera sencilla de ver estos
tres capítulos es como sigue:

Capítulo 9 trata principalmente con el PASADO de Israel (como el


pueblo escogido y privilegiado de Dios).

Capítulo 10 trata principalmente con el PRESENTE de Israel (como una


nación que ha rechazado someterse al evangelio de Dios).

Capítulo 11 trata principalmente con el FUTURO de Israel (una nación


que algún día será salva y que disfrutará el cumplimiento de las
promesas nuevo pacto).

Para entender esta sección, tratemos de ponernos en los zapatos de los que
vivieron en el primer siglo y tratemos de entender el PROBLEMA JUDÍO.

Hecho #1—Los israelitas son el pueblo escogido de Dios (Deuteronomio


7:6-9; Romanos 11:28).

Hecho # 2— Dios prometió a Su pueblo escogido que ellos disfrutarían


de un glorioso reinado bajo su Mesías (Daniel 7:13-14; Isaías 2:1-5; 9:6-
7; 11:1-9; Jeremías 23:5-8; 31:31-37; 33:14-16; Lucas 1:32-33).

Hecho # 3—La nación de Israel (al menos la gran mayoría de la nación)


rechazó a su Mesías cuando vino a la tierra (Juan 1:11; Mateo 12:22-24;
Mateo 21:33-46; 27:22, 23, 25; Juan 19:15; Hechos 22:22; 1
Tesalonicenses 2:14-15).

Hecho # 4—Cuando recién comenzó la iglesia, ésta estaba formada


enteramente por creyentes judíos (Hechos capítulo 2, el Día de
Pentecostés). Pero lentamente esto cambió. Con el paso de los años
entraban cada vez más gentiles a la iglesia y cada vez menos judíos
(vemos esto a medida que transitamos a través del libro de los Hechos y
también en el transcurso de la historia de la iglesia). Hoy día (y esto ha
sido así a través de gran parte de la historia de la iglesia) la iglesia se
compone casi completamente de creyentes gentiles. Damos gracias a
Dios por los judíos que han creído en Cristo como su Mesías y como su
Salvador, pero son pocos en número. La nación como un todo está
ciega, aunque felizmente hay algunas excepciones (ver Romanos 11:25).

¿Estás empezando a ver el problema? Los hechos #1 y #2 parecen contradecir


los hechos #3 y #4. ¿Qué ha sucedido con el glorioso reino de Israel? ¿Qué ha
sucedido con todas las promesas que Dios ha dado a los judíos? El programa
de Dios en el presente (la iglesia) comprende principalmente a los gentiles y no
a los judíos. ¿Por qué es esto así? ¿Ha desechado Dios a Su pueblo
(comparar Romanos11:1)? ¿Ha terminado Dios con la nación de Israel? ¿Tiene
la nación algún futuro en el programa de Dios?

Ponte en el lugar de un judío del primer siglo. El evangelio que predicaba Pablo
era cierto o era falso. Jesucristo, a quien Pablo predicaba, era el verdadero
Mesías o no lo era. De modo que tenemos dos alternativas: 1) El evangelio que
predicaba Pablo no es cierto y, por lo tanto, Jesucristo no es el verdadero
Mesías y entonces tenemos que seguir esperando la venida del verdadero
Mesías. Si esto es así, la razón por la cual el Reino no ha llegado aún, es
porque el verdadero Mesías aún no ha venido. 2) El evangelio que predicaba
Pablo es verdadero, por lo cual Jesucristo es el verdadero Mesías. Si esto es
así, ¿por qué no hay un reino? ¿Por qué sigue sufriendo en este mundo el
pueblo judío? ¿Por qué no se han cumplido las promesas, en cuanto al reino,
del Antiguo Testamento? ¿Ha desechado Dios a Su pueblo? DIOS NOS HA
DADO LOS CAPÍTULOS 9-11 DE ROMANOS PARA RESPONDER ESTAS
PREGUNTAS.

Estas cuestiones son muy relevantes también en nuestros días. Hoy en


día hay numerosos cristianos profesantes, especialmente aquellos bajo
la influencia de la Teología Reformada/del Pacto, que niegan que la
nación de Israel tenga alguna esperanza de un futuro reino en la tierra
bajo su Mesías, tal como ha sido predicho en cientos de profecías del
Antiguo Testamento. Algunos enseñan que la IGLESIA ha heredado las
promesas que fueron hechas a ISRAEL. Otros enseñan que el reino ya
está aquí y que Cristo está reinando espiritualmente en los corazones
de Sus creyentes. Aunque hay un sentido en que esto es cierto, esto no
resuelve el problema de que hay cientos de promesas y predicciones
referentes al reino que aún no se han cumplido. ¿Quiso Dios realmente
decir lo que dijo acerca del reino y de la venida del Mesías o no? De
modo que los capítulos 9-11 de Romanos son capítulos de vital
importancia para entender correctamente el lugar de Israel en el
programa de Dios.

¿Qué está haciendo Dios con la nación de Israel? La respuesta es


básicamente doble:

1. Dios tiene para el judío HOY un maravilloso plan y propósito, pero este
plan y propósito no puede cumplirse hasta que la persona judía crea en
el Señor Jesucristo (ver Romanos 10:9-13; 11:1-5).

2. Dios tiene un maravilloso plan y propósito para el judío MAÑANA, pero


este plan y propósito no puede cumplirse hasta que el verdadero Mesías
de los judíos venga a la tierra por segunda vez. Ver Romanos 11:25-28.
La presente incredulidad de Israel y su rechazo del evangelio no
impedirán que Dios cumpla para con Israel cada una de Sus promesas
referentes al reino.

Deberíamos notar que en esta presente era de la iglesia (que ha durado como
2000 años) no fue revelada en el Antiguo Testamento. El judío del Antiguo
Testamento miraba hacia el futuro distante y veía la cima de una montaña que
era la venida del Mesías y la gran edad el reino.

Las Tesis de Barmen Declaración confesional de Sínodo de Emergencia de la


Iglesia Evangélica Alemana – luteranos y reformados) en Barmen ( Wuppertal)
1934 Autor principal Karl Barth 1.Jesucristo, como dice la Sagrada Escritura, es
la única Palabra de Dios que debemos escuchar, confiar y obedecer en la vida
y en la muerte. Rechazamos la falsa la doctrina que la iglesia tuviera que
reconocer al lado de y aparte de esta única Palabra de Dios otros
acontecimientos, poderes, figuras o verdades como revelación de Dios y como
fuente de su predicación. Juan 14:6 Juan 10:1,9 2. Igual que Jesucristo es la
promesa de Dios del perdón de todos nuestros pecados, también es la
reclamación completa de Dios de toda nuestra vida; por Él recibimos la
liberación gozosa de las dependencias impías de este mundo para el servicio
libre y agradecida a sus criaturas. Rechazamos la falsa doctrina que hubiera
espacios de nuestra vida en los cuales no perteneciésemos a Jesucristo sino a
otros señores; espacios donde no necesitásemos la justificación y santificación
por Él. 1Corintios 1:30 3.La Iglesia cristiana es la comunidad de hermanos en la
cual Jesucristo, por medio de Palabra y Sacramento, actúa como Señor
presente por el Espíritu Santo. Debe testificar, como iglesia de pecadores
perdonados en medio del mundo de pecado, tanto por medio de su fe como por
su obediencia, tanto por medio de su mensaje como por su orden, que
solamente es propiedad de Él, en la esperanza de su venida y que quiere vivir
solamente de su consuelo y exhortación. Rechazamos la falsa doctrina que la
iglesia tuviera libertad de determinar su mensaje y su orden según su propia
idiosincrasia o según las filosofías y cosmovisiones casualmente dominantes.
Efesios 4.15,16 4.Los diversos ministerios de la iglesia no dan el derecho a
algunos de sujetar a los demás, sino para cumplir todo el servicio
encomendado a toda la iglesia. Rechazamos la falsa doctrina que la iglesia, a
parte de este servicio, pudiera permitir líderes con autoridad y poderes
especiales. Mateo20:25-26 5. La Escritura nos dice que el estado, según
ordenanza divina, tiene la responsabilidad en el mundo todavía no salvo, en el
cual también se encuentra la iglesia, en la medida de la comprensión y
capacidades humanas, preocuparse del derecho y de la paz, con amenaza y
uso de violencia. La iglesia reconoce con gratitud y temor de Dios el beneficio
de este orden. Recuerda el Reino de Dios, 2-2 el mandamiento y la justicia de
Dios y a la vez la responsabilidad de gobernantes y de súbditos. Confía y
obedece el poder de la Palabra, por la cual mantiene todas las cosas.
Rechazamos la falsa doctrina que el estado, encima de su ministerio especial,
pudiera y tuviera que ser el único y total regulador de la vida humana y de esta
manera también determinante del destino de la iglesia. Rechazamos la falsa
doctrina que la iglesia, encima de su misión especial, pudiera y tuviera que
apropiarse de la dignidad del estado, convirtiéndose de esta manera en una
agencia estatal. 1Pedro 2:17 6. El encargo de la iglesia, en el cual está fundada
su libertad, consiste en esto que ella, representando a Cristo y por eso según el
servicio de su propia Palabra y obra, lleva el mensaje de la gracia libre de Dios
a todos los hombres. Rechazamos la falsa doctrina que la iglesia, según la
vanagloria humana, pudiera sujetar la obra del Señor a servicio de cualquier
deseo, propósito o proyecto. 2Timoteo 2:9 El sínodo confesante de la Iglesia
Evangélica Alemana declara que considera que en el reconocimiento de estas
verdades y en el rechazo de estos errores se encuentra el fundamento
teológico inevitable de la Iglesia Evangélica Alemana como federación de
iglesias confesantes. Llama a todos que pudieran aprobar esta Declaración a
tomar nota de ella en el momento de tomar decisiones políticas relevantes para
la iglesia. Exhorta a todos, a quienes se refiera, volver a la unidad en fe,
esperanza y amor.
Verbum Dei manet in aeternum.
(La Palabra de Dios permanece para Siempre)

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