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INTRODUCCIÓN

El perfil criminológico podría definirse como la técnica de investigación criminológica


mediante la cual pueden llegar a identificarse y determinarse las principales y
distintivas características de personalidad, de relación social y de comportamiento
de determinados delincuentes, esto basándose en las evidencias observadas en el
crimen, o la serie de crímenes que se han cometido así como en la forma en la que
se han llevado a cabo, y en el estudio de los diferentes escenarios en los que estos
han tenido lugar.

El objetivo principal de esta técnica es colaborar en la investigación de determinados


delitos, aportando información de utilidad a la policía para la captura de un
delincuente desconocido. Asimismo intenta separar a los delincuentes de la
población general, por lo que se constituye en uno o más de los instrumentos del
proceso de la identificación individual de los mismos.

No obstante, debemos aclarar que no se encamina a señalar a una persona en


concreto o determinar una identidad específica, sino a sugerir que tipo de persona
es la que más probablemente puede ser la autora de un delito o serie de ellos, lo que
puede permitir encaminar la investigación hacia determinados sospechosos o
centrarla en unos esfuerzos y no en otros.

Tipos de Perfilación:

Perfilación Inductiva: La cual se basa en el estudio de casos para extraer patrones


de conductas característicos de esos agresores, se desarrolla básicamente en el
ámbito carcelario, mediante entrevistas estructuradas o semiestructuradas e
investigaciones policiales y judiciales.

Se complementa con entrevistas a personal carcelario a su cargo, así como parientes


y cualquier persona que pueda dar información relevante respecto a la persona.

Perfilación Deductiva: Esta se realiza a partir de los indicios físicos y psicológicos


encontrados en la escena del crimen, se analiza la escena del crimen, la Victimoligía,
pruebas forenses, características geográficas, emocionales y motivadoras del
agresor.

Desarrollo (Caso 1)
Juana Barraza Samperio “La Mata Viejitas”

El caso:

Juana Barraza Nació el 27 de diciembre de 1957, en Santa Mónica municipio de


Epazoyucan, Estado de Hidalgo. Su padre Trinidad Barraza Ávila y su madre Justa
Samperio. Se sabe que durante el embarazo la madre de Juana bebía alcohol
habitualmente así como que hubo escasos cuidados prenatales y perinatales,
durante su infancia sufrió de abuso físico y psicológico por parte de la misma.

Se desempeñó como lavandera, vendedora ambulante, promotora de lucha libre, y


ex luchadora conocida con como la Dama del silencio, sin embargo entre los años
2002 y enero del 2006 cometió 16 asesinatos a mujeres de la tercera edad todos
estos cometidos dentro de los domicilios de las víctimas. Fue capturada el 25 de
enero de 2006 y sentenciada a 759 años de prisión. Se ha transformado en uno de
los casos más interesantes dentro de la historia criminal en México, ya que durante
muchos años se mantuvo la comisión de sus crímenes sin ser capturada, cometió
varios homicidios en el área metropolitana de la Ciudad de México desde los años
90 del siglo XX hasta principios del año 2006.

El primer asesinato atribuido a la mata viejitas fue cometido a fines de los años 90
aun cuando la serie de asesinatos comenzó presuntamente el 17 de noviembre de
2003. Se ha estimado que el número total de sus víctimas es de entre 20 y 48.
El 31 de Marzo del 2008, el juez 67 de lo penal con sede en Santa Martha Acatitla
dictó sentencia en contra, al otorgarle 759 años y 17 días de prisión por 17 homicidios
y 12 robos cometidos en agravio de personas de la tercera edad.

Escena del Crimen

Los cuerpos eran encontrados en la sala, la recamara o el comedor, la mayor parte


de ellos en el piso, en algún sillón o bien en la cama.

En la mayoría de las víctimas se utilizaba algún objeto con el cual estrangulaba a


sus víctimas la mayoría del lado izquierdo del cuello. Entre los objetos que utilizo
para perpetrar los homicidios se encontraron; cables eléctrico, una cinta de bata de
baño, franela, estetoscopio y medias elásticas.

Juana Barraza robaba a sus víctimas pequeñas prendas sobretodo, joyería y dinero
en efectivo; por ello parece evidente que el móvil del robo no coincide con el Modus
operandi.

No se encontró evidencia de entradas o cerraduras forzadas, ya que la víctima


permitía el acceso al domicilio ya que el disfraz de enfermera que utilizaba les
brindaba confianza; en ocasiones, interceptaba a sus víctimas en el camino y se
ofrecía a prestar ayuda si llevaban bultos, entablaba una conversación con ellas y al
llegar al domicilio la victimas le permitían el acceso.

Modus Operandi

El Modus operandi de La Mata-viejitas era operar los martes y los miércoles,


principalmente iba vestida de rojo o de enfermera, para ofrecer sus servicios de
ayuda económica o de salud a ancianas solas que generalmente no recibían visitas,
utilizaba un disfraz de enfermera del IMSS, de trabajadora social o educadora.
Según las investigaciones se estableció que el homicida serial enganchaba a sus
posibles víctimas en áreas públicas, como parques o jardines donde las personas
de la tercera edad hacían sus actividades, salían a asolearse o pasear.

Firma

La firma de La mata Viejitas era el estrangulamiento eligiendo como grupo


vulnerable a adultas mayores. Ella siempre iba vestida de rojo ya fuera su blusa,
suéter o abrigo, era algo que identificara su personalidad, así mismo el abuso sexual
que cometía en contra de todas sus víctimas.

Victimología

En cuanto a la victimología sabemos que estudiaba a sus víctimas, y escogía a


personas mayores de edad quienes en su mayoría vivían solas. Sus asesinatos
fueron provocados por golpes, heridas de armas punzocortantes o estrangulación,
y cometía robo material a las víctimas inmediatamente después de ser asesinadas.

Perfil Geográfico.

Juana Barraza S. vivía en el Estado de México y los asesinatos sucedieron en 10 de


las 16 delegaciones del D.F.; principalmente en las delegaciones Benito Juárez y
Cuauhtémoc, por lo que esta hipótesis se descarta en el caso particular de la Mata
viejitas.

CONCLUSIÓN

En un punto de la investigación, la policía conjeturó que eran dos asesinos los que
podrían estar implicados. También se puso singular atención en la extraña
coincidencia de que por lo menos tres de las víctimas del asesino poseían una copia
de una pintura del siglo XVIII, Niño en Chaleco Rojo, del artista francés Jean-Baptiste
Greuze. Interesantemente, antes de la captura de la presunta asesina, las
autoridades mexicanas divulgaban declaraciones de testigos que señalaban que el
asesino usaba ropa de mujer para acceder a los apartamentos de las víctimas. En
uno de los casos, uno de los testigos observó a una “mujer grande con una blusa
roja” salir del hogar de una de las mujeres asesinadas. Ello fue interesante para los
criminólogos, forenses y detectives puesto que había grandes paralelos entre la mata
viejitas y el monstruo de Montmartre. Bajo ese contexto, se atribuyó al asesino
(presumiblemente varón) la posibilidad de una doble personalidad. Otra observación
interesante hecha por los investigadores fue la extraña coincidencia de que algunas
de las víctimas de la asesina en serie eran de origen español.

El mayor avance en el caso ocurrió el 25 de enero de 2006 cuando se arrestó a una


persona sospechosa huyendo del hogar de la última de las víctimas atribuidas a la
asesina. La víctima, Ana María de los Reyes Alfaro, de 82 años de edad, residente
de la colonia Moctezuma 1a sección en la ciudad de México, había sido estrangulada
con un estetoscopio, siendo varias veces apuñalada con un cuchillo ranger militar.
Desarrollo (Caso 2)

Diego Santoy “El asesino de Cumbres”

El caso:

Diego Daniel Santoy Riveroll nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León en 1985,
hijo de José Manuel Santoy y María Eugenia Riveroll, un buen hijo, buen hijo, buen
estudiante.

El 12 de Octubre de 2010, Diego Santoy, el llamado “Asesino de Cumbres”, quien


fue acusado de homicidio contra dos menores en 2006 en Nuevo León, recibió 138
años y seis meses de condena.

Los delitos que se le imputan son el de tentativa de homicidio en contra de su ex


novia Érika Peña Coss, por el secuestro de una empleada doméstica y el robo de
un vehículo. Fue acusado del asesinato de dos menores en 2006, en la colonia
Cumbres, en Nuevo León, Diego Santoy Riveroll, recibió 138 años y seis meses de
condena.

Escena del Crimen.

Diego Santoy atacó a Erik Azur en la cocina y le dio varias cuchilladas en la espalda
y el cuello, El niño consiguió huir al cuarto de lavado, donde Diego Santoy lo remató,
dejándolo sobre un colchón, envuelto en una cobija, estrangulo a la menor con los
cordones de las persianas que había cortado un rato antes. Luego escondió el
cuerpo en el closet y lo cubrió con una cobija.

Modus Operandi

De acuerdo al fiscal encargado del caso, El individuo actuo en forma agresiva,


Santoy, de 21 años, entró al domicilio de la familia Peña Coss entre las 04:15 y
04:30 horas. Después, simulando que se trataba de un robo, Santoy dobló las
varillas de la reja de la puerta, se visitó con zapatos de tenis y cinta adhesiva en las
manos, así como un pasamontañas.

Victimología.

Las víctimas son menores de edad, indefensas y débiles, son víctimas ocasionales.

CONCLUSIÓN

Por un lado tenemos a la mata viejitas, una mujer la cual evidenciando los maltratos
recibidos durante su infancia por parte de su madre veía en las viejitas que mataba
la manera de desahogar el rencor que aun sentía, ella misma lo explico el día de su
detención:

…"Yo odiaba a las señoras, porque mi mamá me maltrataba, me pegaba, siempre


me maldecía y me regaló con un señor grande"…La madre de Barraza era una mujer
alcohólica que ofrecía a su hija a sus varias parejas a cambio de dinero.

Nunca mostró señal alguna de arrepentimiento por sus crímenes. Explicó que había
elegido matarlas por "necesidad económica" y afirmó que no había cometido todos
los asesinatos de los que se le acusaba, sino solo en el que había sido sorprendida
en el acto.

Sin embargo para sorpresa de muchos, que aseguraban que el asesino era hombre,
la persona detenida fue una mujer; Juana Barraza Samperio, de entonces 48 años.
En pruebas preliminares, Barraza se asemejaba bastante a un modelo de arcilla que
describía las características faciales del asesino: Persona de cabello tupido, teñido
de color rubio y rostro de facciones duras. Al ser detenida portaba un estetoscopio,
formas de solicitud de pensión para adultos mayores y una tarjeta que la identificaba
como trabajadora social. Preliminarmente, la policía de la ciudad de México aseguró
que las huellas digitales de Barraza habían sido encontradas en la escena de por lo
menos diez homicidios.

Por otro lado tenemos a un hombre joven, el cual tenía un lazo sentimental con la
familiar de las víctimas. Estos dos casos nos muestran como la Perfilación criminal
puede ser de mucha ayuda para la resolución de un crimen, pero es necesario
prestar atención a todas las evidencias físicas y psicológicas que arroje la escena
del crimen para poder establecer un perfil aproximado.

Recordemos pues que el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está
basado en el análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y
en datos estadísticos recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados
por la psicología y la criminología.

FUENTES DE CONSULTA

 https://www.milenio.com/policia/se-cumplen-13-anos-del-caso-cumbres
 https://www.milenio.com/policia/la-mataviejitas-juana-barraza-quien-es-
y-cual-es-su-historia
 https://www.reporteindigo.com/piensa/la-historia-de-la-dama-del-
silencio-la-luchadora-que-tristemente-gano-fama-como-la-
mataviejitas/

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