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CLASIFICACION DE LA SUPRANACIONALIDAD

La supranacionalidad se puede presentar de las siguientes


formas.
Algunos autores han llegado a considerar que, como es difícil determinar un real alcance
jurídico de la expresión, se debería renunciar a dar una definición jurídica de la misma,
sin embargo, sería posible distinguir dos formas en que se manifiesta el término que se
intenta estudiar:

 La supranacionalidad integral o plena


 La supranacionalidad limitada o restringida

La supranacionalidad plena o integral

Habitualmente, la idea de la supranacionalidad se identifica con la de los órganos


supranacionales, en el convencimiento de que, para que exista supranacionalidad, se
requiere que organismos independientes y superiores a los Estados-naciones estén
habilitados para dictar normas obligatorias para estos últimos, incluyendo por tanto el
concepto, dos aspectos: un órgano comunitario y competencia para expedir decisiones,
con aplicabilidad inmediata, sin necesidad de actos de recepción por los Estados partes.
En cambio, los órganos de tipo intergubernamental son aquellos que solo pueden
adoptar decisiones que cuenten con la voluntad de los Estados que conforman el tratado
de integración como es el caso por ejemplo del NAFTA. Un órgano, para ser considerado
supranacional, debería reunir al menos dos condiciones.

 La primera, estar integrado de manera que sus miembros no representen a


ningún Estado, que se encuentren desvinculados de sus nacionalidades y que
respondan nada más que a los intereses comunitarios, sin recibir instrucciones
de ningún gobierno.
 La segunda, tener la potestad de dictar normas obligatorias para los Estados
miembros, cuya aplicación sea inmediata y prevalente en los ordenamientos
internos de cada uno de ellos. Aplicación inmediata quiere decir que dicha norma
adquiere plena vigencia en los Estados partes, sin necesidad de ningún trámite
nacional para su “internación”. Aplicación prevalente, implica que se debe
aplicar con preeminencia a cualquier norma nacional que la contradiga, ya sea
de fecha anterior o posterior.

Otros autores consideran que un sistema integracionista es supranacional cuando


algunas de las competencias de los Estados son transferidas a determinados organismos
comunitarios, delegándose con ello, poderes de decisión de los Estados participantes,
para lograr así el cumplimiento de los fines comunitarios junto a los demás Estados
miembros. Según lo indicado, para poder hablar de supranacionalidad, se requiere como
elementos de un solo y mismo sistema: objetivos comunes, estructura institucional,
competencia y poderes. Se puede referir a órganos supranacionales, cuando los Estados
miembros de una comunidad delegan en organismos independientes de los gobiernos,
para que tengan competencia suficiente de normar, ejecutar y dirimir todo lo referente a
los fines comunes que tuvieron en miras dichos Estados para integrarse en un espacio
común. Por lo tanto, para que exista supranacionalidad, ese poder comunitario debe ser
autónomo, es decir, distinto e independiente de los poderes constituidos de los Estados
partes y que las tomas de decisiones que genere se apliquen en forma directa e inmediata
en el ámbito geográfico de los países miembros, sin ningún tipo de interferencias. En
síntesis, sobre la base de las apreciaciones acerca de supranacionalidad hasta aquí
apuntadas, los elementos que caracterizarían a este tipo serían: la constitución de órganos
conformado por miembros de variada nacionalidad; que la designación de éstos fuera un
acto del propio organismo, aunque los miembros pudieran ser propuestos por sus países
de origen; que su funcionamiento sea independiente y no respondan a instrucciones de
los gobiernos partes, siendo esta última, la nota específica de la supranacionalidad, que la
diferencia de la intergubernamentalidad y que las tomas de decisiones se incorporen en
los ordenamientos jurídicos de los Estados asociados, en forma inmediata, directa y
prevalente.
La supranacionalidad limitada o restringida

Existen otras formas de supranacionalidad, que podrían agruparse, y que hacen más
hincapié en la forma de creación e incorporación de las normas, que en la independencia
formal de los órganos comunitarios. Para estas posiciones, también nos encontramos con
notas, aspectos o situaciones de supranacionalidad. Cuando un órgano
intergubernamental tiene la capacidad de generar normas válidas, con el voto de la
mayoría de los miembros, no siendo por tanto necesarios la unanimidad ni el consenso,
podemos hablar de una supranacionalidad “limitada” orgánica. Por otro lado, cuando las
normas que emanan de un órgano intergubernamental tienen la aptitud de penetrar
inevitablemente en los ordenamientos jurídicos de los Estados partes en forma inmediata,
directa y prevalente, nos encontramos frente a una supranacionalidad “limitada”
normativa.

a.- Supranacionalidad “limitada” orgánica: Se manifiesta cuando se dan las siguientes


pautas: 1) Un proyecto de unificación como objetivo,

2) La introducción de nuevos principios de representatividad de los Estados, diferentes


de la representación tradicional y que conducen a una estructuración institucional distinta
de las organizaciones internacionales, y

3) Un reordenamiento de competencias y poderes a nivel de la soberanía de los Estados.

b.- Supranacionalidad “limitada” normativa: Los órganos intergubernamentales que


tienen la potestad de dictar preceptos obligatorios para los Estados partes, caracterizan lo
que se denomina una “supranacionalidad atenuada”. Otros autores concuerdan en que el
sistema jurídico supranacional se caracteriza por tres elementos: la incorporación
inmediata a los ordenamientos nacionales de las normas comunitarias, la primacía sobre
los derechos nacionales y el efecto directo sobre los particulares, de modo que la norma
pueda ser invocada por ellos ante terceros y accionada ante la justicia. Cabe realizar
ciertos reparos a los tipos de la supranacionalidad “limitada” aquí mencionados. Por un
lado, si el órgano intergubernamental pudiera dictar normas por “mayoría”, pero que
carecieran de las características de efecto inmediato, directo y prevalente para su ingreso
en cada Estado, el sistema no sería verdaderamente supranacional, ya que cada Estado
mantendría independientemente la llave de la aplicabilidad en su orden interno. Por otro
lado, si un tratado de integración autorizara que las normas comunitarias ingresaran a los
sistemas jurídicos internos de los Estados partes en forma inmediata, directa y prevalente,
pero que para su adopción, se requiriera el acuerdo unánime de los socios o el consenso,
tampoco habría realmente una situación de supranacionalidad, ya que para que se
pudieran sancionar las normas, cada uno de los Estados comprometidos debería dar su
visto bueno por medio de sus representantes ante el órgano comunitario
intergubernamental, de manera tal, que solamente las normas que en conjunto aceptaran
los Estados, podrían ser dictadas. En virtud de estas apreciaciones, sobre las especies de
la supranacionalidad “limitada”, se puede pensar que solo podría haber una forma de
supranacionalidad “limitada”, la que se daría fusionando en una fórmula las dos vertientes
relativas a este tipo (orgánica y normativa).
BIBLIOGRAFIA:

https://www.ugr.es/~redce/REDCE18/articulos/09_PEREIRA.htm

file:///C:/Users/Marcela%20Castro/Downloads/1249-Texto%20del%20art%C3%ADculo-4432-
1-10-20131126.pdf

https://es.slideshare.net/ab_serrano/integracin-econmica-i-15011113

https://www.repositorio.una.ac.cr/bitstream/handle/11056/2212/recurso_309.pdf?sequence
=1&isAllowed=y

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