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1. El clima como factor formador del suelo.

Los componentes climáticos básicos que mayor incidencia tienen en la evolución del
suelo son: La precipitación (P) y la temperatura (T); el viento, en la medida que condicione
procesos de evaporación de agua desde la superficie del suelo, también juega un papel
fundamental en la pedogénesis.
La evapotranspiración potencial (ETP). Ésta determina la cantidad de agua necesaria
para suplir las necesidades de las plantas y de la evaporación característica de la
zona que se estudia. Cuando se sustrae este consumo del aporte de agua que hace la
precipitación (P - ETP), la cantidad que queda es la cantidad de agua disponible para
realizar alguna actividad en el suelo. La evapotranspiración depende de la temperatura y
mientras mayor sea ésta, mayor es la evapotranspiración.
Pedogenéticamente, condiciones contrastantes de humedad y sequía favorecen
procesos de translocaciones en el suelo, en tanto que condiciones de humedad
permanente, sin saturación, favorecen transformaciones y pérdidas; además, las
posibilidades de uso del suelo cambian, con lo cual se afectan procesos
relacionados con la parte orgánica y biótica del mismo.
Con respecto a la temperatura ambiental o del aire, se ha establecido una relación inversa
entre la temperatura y la altitud de un sitio específico.

2. El material parental como factor de formación del suelo.


Los materiales parentales del suelo pueden provenir de las rocas de la corteza
terrestre; estas rocas se originan mediante los procesos globales y muestran la génesis
y las interrelaciones entre ellas en un ciclo teórico de las rocas.
Se tiene un magma, es decir, un material fundido en el cual están presentes los
elementos que luego van a formar los diferentes minerales que harán parte fundamental
de las rocas Ígneas.
Una vez formadas las rocas ígneas, ellas pueden ser sometidas a dos procesos
fundamentales: Erosión o Metamorfismo (altas presiones y/o temperaturas). Con el
primero se llegan a producir depósitos de sedimentos y con el segundo se forman,
en consecuencia, las rocas Metamórficas; éstas también pueden sufrir procesos de
erosión, con la consiguiente formación de sedimentos; todos los sedimentos pueden
ser sometidos a Diagénesis o Litificación (compactación, cementación, etc.) y dar
origen a las rocas Sedimentarias, que también estarán sujetas a procesos de
metamorfismo o de erosión, produciéndose los resultados ya descritos.

3. Los efectos del material parental sobre los suelos.


Si se considera que el suelo se desarrolla controlado por varios factores y procesos, a
partir de un material parental (roca o sedimentos), existe una relación entre muchas de las
propiedades y cualidades de ese suelo y las características del material de partida.
Los materiales de partida de los suelos, cuando son expuestos a las condiciones
ambientales superficiales, son sometidos a diferentes procesos de alteración
(meteorización) como consecuencia del cambio de condiciones con respecto a aquellas
bajo las cuales se formaron. Se produce un fraccionamiento y una disgregación de
los minerales primarios, así como la transformación de algunos de ellos en minerales
secundarios; se origina entonces un material terroso, suelto que conserva muchos
rasgos del material original. Estos productos de la alteración de los materiales
originales quedan expuestos a los procesos de formación del suelo (pedogénesis),
los cuales, actuando a través del tiempo con diferentes características e intensidades,
llegan a confeccionar la gran variedad de suelos que se encuentran en la naturaleza.
4. Los organismos como factor de formación del suelo.
En el suelo se presenta gran cantidad y variedad de los organismos conocidos, que
constituyen su parte viva; los organismos que mayor influencia tienen sobre el desarrollo
del suelo son los vegetales, ya que controlan el aporte de materia orgánica al mismo,
tanto en lo relacionado con la cantidad, como con la calidad o tipo de materiales
adicionados. Este material es uno de los más importantes del suelo por el efecto que
tiene en buena parte de sus propiedades.
Los organismos vivos del suelo cumplen variados papeles en la evolución y en las
características del mismo. Además, participan activamente en su ecología y en sus
posibilidades de uso.
Los microorganismos del suelo realizan una gran cantidad de actividades en él.
Intervienen en varios procesos y reacciones que se dan en el mismo, relacionados con su
génesis. Ellos:
-Aportan materia orgánica al suelo: La biomasa microbial puede representar alrededor del
5% de la materia orgánica total del suelo, con la ventaja de que es el tipo de material que
más rápidamente se incorpora al mismo.
-Forman y estabilizan estructura en el suelo, especialmente los hongos con su micelio; los
exudados y metabolitos microbiológicos son cementantes bastante eficientes.
-Intervienen en los procesos de transformación de la materia orgánica del suelo, por
ejemplo cuando producen las enzimas necesarias para que se produzcan algunas
reacciones, como Amilasas para hidrolizar almidón o celulosas, para hidrolizar celulosa
producida por algunas bacterias, hongos y actinomicetos. También la producción de
Fenolasa para oxidar la lignina, por parte de algunos hongos.
-Algunos Basidiomycetes utilizan la lignina o la celulosa como fuentes de energía y de
carbono. Se convierten en importantes agentes de transformación de la madera en
bosques.
-Pueden producir transformaciones en el suelo que causan pérdidas de elementos o de
compuestos en el mismo; en este sentido, son ampliamente conocidos los procesos de
Desnitrificación, los cuales producen transformaciones de nitratos o nitritos, a nitrógeno
molecular (N2) o a óxido de nitrógeno, los cuales se pierden por volatilización; este
proceso lo hacen bacterias de los géneros Agrobacterium, Bacillus, Pseudomonas,
Thiobacillus, entre otras.
-Ejercen control sobre las poblaciones de microorganismos en el suelo por ejemplo,
muchos protozoarios se alimentan de bacterias y algas, manteniendo el equilibrio
microbiológico del suelo; además, algunos hongos como
Penicillum y algunos Actinomicetos, como Streptomyces, producen antibióticos y
participan con estos mecanismos en el control mencionado.
Algunos microorganismos del suelo tienen la capacidad de alterar algunos minerales
como biotita, muscovita e illita, contribuyendo así a la meteorización del mismo.
*Los microorganismos aportan y transforman materia orgánica, tienen parte activa en el
ciclo geoquímico de muchos elementos y transforman algunos minerales.
Los meso y macroorganismos
La fauna del suelo cumple un papel fundamental en la transformación y translocación de
la materia orgánica, así como en la trituración y adecuación de ella, para que los
microorganismos puedan llevar a cabo en forma fácil y rápida su mineralización o
humificación.
La fauna del suelo lleva a cabo otras acciones como son:
1. Mejorar la agregación y, consecuentemente, la aireación y la infiltración, sobre todo
aquellos individuos de mayor tamaño, debido a su desplazamiento en el suelo.
2. Transportar materiales orgánicos al interior del suelo: Lombrices, hormigas, termitas.
3. Transportar materiales desde el interior hacia la superficie del suelo, generando un
intenso reciclaje de elementos en los sólidos acarreados: Hormigas, lombrices.
4. Mantener en equilibrio las poblaciones de otros organismos: Predatores como algunos
ciempiés, arañas, escorpiones, coleópteros y colémbolos. *Los meso y macroorganismos
aportan, transforman y traslocan la materia orgánica; reciclan nutrientes y mejoran el
espacio poroso.

5. El relieve y el tiempo como factores de formación del suelo.


El relieve puede considerarse, de una manera simple, como el conjunto de formas que se
presentan en la superficie de la tierra.
Su estudio compete a la Geomorfología e implica establecer las relaciones que se den
entre las formas de la superficie terrestre (geoformas), los materiales asociados a dichas
formas y el efecto que tienen sobre ellas y los procesos que les han dado origen y que las
han remodelado a través del tiempo.
En los megarrelieves hay una fuerte influencia de fuerzas y de procesos geológicos. En
los macrorrelieves las geoformas pueden expresar la influencia de la litología y/o de las
estructuras geológicas, generando un relieve estructural. Cuando los tipos de relieves
están asociados a entornos ambientales se presentan las zonas morfoclimáticas,
pudiéndose hablar de relieve glacial, relieve periglacial y relieve de sabanas.
En las escalas espaciales menores, y más relacionadas con la variabilidad y evolución de
los suelos, las geoformas reflejan el efecto de los procesos generados por lo que llama los
agentes modeladores del relieve, quien los define como aquellos elementos móviles que
son capaces de desprender, transportar y depositar materiales en la superficie del terreno.
Los agentes son: agua corriente y lluvia, gravedad, viento, hielo, oleaje y algunos
organismos y los procesos son meteorización, remoción, transporte y depositación.
Otro aspecto que se debe considerar en el análisis del relieve es la posición en que se
encuentra el suelo en aquel. Los suelos que se ubican en las artes más bajas del relieve
son los que reciben los materiales que se están perdiendo en las partes altas por lo que
presentan un proceso permanente de enriquecimiento.
*La vertiente es la unidad básica del análisis del relieve. Los elementos forma, gradiente,
longitud y exposición de la vertiente caracterizan el relieve. El relieve interviene
activamente en la erosión y en la condición de drenaje del suelo.
El tiempo. El proceso de formación del suelo sobrepasa en mucho el tiempo que define
una generación humana; la edad del suelo se limita al tiempo durante el cual han actuado
los procesos pedogenéticos en él. Para definir la edad del suelo se debe tener claro que
hay otras edades que se relacionan con ella como son:
-La edad de las rocas: corresponde a la edad del período durante el cual ellas se
formaron y es mucho mayor que la del suelo.
-La edad del material parental: si éste es el saprolito de una roca, su edad es mucho
menor que la de la roca original; si es un sedimento, su edad corresponde a la edad del
depósito; en cualesquiera de los dos casos, la edad del suelo es menor o, a lo sumo,
teóricamente, igual a la del material parental. Pedológicamente, edad y grado de
evolución no tienen el mismo significado: No necesariamente aquel suelo que tiene más
edad (años), tiene más desarrollo o, en otro escenario, no necesariamente los suelos
derivados de dos materiales parentales que tengan la misma edad, deben tener el mismo
grado de evolución pedogenética. Desde el punto de vista de la edoénesis, el tiempo que
interesa es el que corresponde al período cuaternario.
*El tiempo para la pedogénesis abarca el periodo cuaternario 1 600 000 años atrás.
6. El concepto de meteorización.
Es la transformación de las rocas y los minerales en la superficie de la Tierra o a escasa
profundidad mediante dos procesos esenciales: la desintegración que es un proceso
físico o mecánico, y la descomposición que es un proceso de alteración química.

7. La meteorización física y la meteorización química.


METEORIZACIÓN FÍSICA - DESINTEGRACIÓN
Consiste en la desintegración de las masas de rocas y de los minerales por procesos
mecánicos. Los esfuerzos que conducen a la ruptura pueden provenir del interior de la
masa rocosa o ser aplicados externamente. Los procesos más comunes de
desintegración son el crecimiento cristalino, la insolación, el alivio de presión, y los
procesos alternantes de humectación y desecación. Además, el debilitamiento de las
rocas a causa de la desintegración genera abundantes superficies a lo largo de las cuales
se vuelve mucho más efectiva la meteorización por procesos químicos.
METEORIZACIÓN QUÍ MICA – DESCOMPOSICIÓN
La meteorización química está á estrechamente relacionada con el clima, ya que éste
regula las condiciones de humedad y temperatura que son esenciales para controlar las
reacciones químicas que conducen a la descomposición de los minerales. El clima
tropical, caracterizado por elevadas temperaturas y disponibilidad de agua, produce
procesos de descomposición que son 3,5 veces más intensos que los que ocurren en
condiciones de clima templado.

8. Los principales procesos de meteorización biológica.


Bioturbación. Es el proceso de ruptura por actividad orgánica que lleva a la fracturación y
remoción de rocas, sedimentos o suelos.
Disolución. Por la producción de CO2 debido a la respiración conduce a la formación de
ácido carbónico y reducción de pH del medio.
Intercambio catiónico. Reacciones por las cuales las plantas absorben nutrientes que
pueden producir cambios en el pH, dado que por lo común se absorben cationes básicos
y se elimina hidrógeno con la consecuente acidificación del medio.
Quelación. Los procesos biológicos producen sustancias orgánicas denominadas s
quelatos que descomponen las rocas y los minerales por remoción de sus cationes
metálicos.

9. Los factores de los que depende la meteorización.


Composición y rasgos físicos de las rocas a ser meteorizadas.
Condiciones ambientales: clima, ambiente hidrológico, ambientes biológicos, pH del
ambiente. Fisiografía, topografía. Tiempo, Frecuencia de los procesos.
La composición de las rocas es un factor esencial, ya que se trata del material que va a
ser sometido al proceso de desintegración y descomposición.
Los rasgos físicos de las rocas, tales como su porosidad, presencia de fracturas y micro
fracturas, planos de estratificación. Son de gran importancia en lo que se relaciona con
capacidad para permitir o impedir el pasaje del agua y de las soluciones a través de la
masa. La presencia de oquedades y planos de debilidad favorece el contacto de los
cristales de minerales con los agentes capaces de producir su descomposición y
desintegración. Las condiciones ambientales, y particularmente el clima (relaciones entre
temperatura y humedad), constituyen un factor de alta significación en determinar el tipo e
intensidad de los procesos de descomposición y desintegración.
A ello deben sumarse los ambientes hidrológicos y biológicos, condicionantes esenciales
de los procesos de meteorización. Otro de los factores ambientales es el fisiográfico, en
especial la topografía. En este caso, los afloramientos de rocas en regiones de relieve
moderado (sierras bajas, colinas, lomadas) son los más susceptibles a la meteorización.
En relación con el factor climático, tanto la ubicación latitudinal como la altura absoluta
desempeñan un roles fundamentales en la intensidad y en los tipos de procesos de
meteorización. Asimismo debe tenerse especial consideración al tiempo en el que los
procesos de meteorización operan sobre una masa de roca, y la a frecuencia con que
dichos procesos son activos.

10. Los minerales primarios, secundarios y los alumino-silicatos no cristalinos.


Minerales primarios: Son aquellos minerales que se cristalizaron bajo las condiciones de
formación de las rocas y que, por lo tanto, son parte de ellas; estos minerales pueden
estar presentes en el suelo, si éste no ha evolucionado lo suficiente o si han sido
muy resistentes a la acción de los procesos de alteración de la roca y el suelo; cuando se
presentan en el suelo constituyen la mayor parte de las partículas del tamaño de arena y
limo (entre 0.002 y 2 mm) de él. Los principales grupos de minerales primarios
corresponden a los silicatos, aunque también se presentan óxidos, hidróxidos,
carbonatos, sulfatos, sulfuros y fosfatos.
Minerales secundarios: Este grupo comprende aquellos minerales producidos por la
alteración de los minerales primarios o de las rocas; en los suelos se presentan
esencialmente en la fracción del tamaño arcilla (partículas con diámetro menor de 0.002
mm y propiedades coloidales) aunque en esta fracción también pueden encontrarse
algunos minerales primarios. Los principales minerales secundarios de dicha fracción
arcillosa del suelo corresponden a filosilicatos y a óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio,
aunque en algunos grupos de suelos son importantes otros componentes como los
aluminosilicatos y/o los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio no cristalinos
(conocidos también como “amorfos”).
En este grupo de materiales no hay un ordenamiento definido de los tetraedros y
octaedros lo que hace que no presenten espectro a los Rayos X; esta característica les da
una gran actividad en el suelo. El principal ejemplo de estos materiales lo constituyen los
componentes de la serie del alofán o alofano: alofano A, alofano B y alofano AB. Estos
componentes son el producto de la alteración de varios minerales de las rocas
volcanicas y piroclastos.

11. Origen y composición de la materia orgánica.


Composición de la fracción orgánica. Residuos vegetales y animales en diferente estado
de descomposición Procesos de humificación. La MO está compuesta por complejos
compuestos que contienen carbono. Los átomos de carbono forman cadenas de forma
natural, a esta cadena se adhieren otros elementos como H, O, N y S construyendo la
amplia serie de compuestos orgánicos necesarios para la vida. Carbohidratos: Cadenas
larga de azúcares simples Azucares: Cadenas cortas de 5 o 6 carbonos con muchos
átomos de O adheridos. Almidones celulosa, (la mayoría de los tejidos de las plantas),
son fuente de alimento para la micro flora del suelo. Lignina 10 a 30 % del tejido de la
plantas. Rigidez, cementando las fibras de celulosa. Origina la mayor parte del humus del
suelo. Proteína: Cadena larga de aminoácidos (cadenas cortas de carbono con átomos de
N y a veces átomos de S adheridos). Descompuesta se convierte en parte del humus,
proporcionando la mayoría del N.

12. El proceso de formación de la materia orgánica y el concepto de humus.


La descomposición de restos orgánicos y residuos metabólicos da origen a lo que se
denomina humus, formado por un complejo de macromoléculas en estado coloidal
constituido por proteínas, azúcares, ácidos orgánicos, minerales, etc., en constante
estado de degradación y síntesis.
El humus al descomponerse produce una serie de productos coloidales que, en
unión con los minerales arcillosos, originan los complejos organominerales. Estos
coloides son de carga negativa, lo que les permite absorber H+ y cationes metálicos
(Ca2+, Mg2+, K+, Na+) e intercambiarlos en todo momento de forma reversible.
La materia orgánica presenta afinidad por los metales pesados.
HUMUS: material orgánico que se encuentra en el suelo con tamaño de 20 micras y la
materia orgánica en disolución (menor de 0.45 micras).

13. Las propiedades físicas y químicas de la materia orgánica.


Propiedades físicas de MOS
- Estabilizador estructural.
- Retentor de agua.
- Baja solubilidad.
- Facilita la infiltración del agua.
- Mejora la aireación
Propiedades químicas de MOS
- Alta Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC).
- Alta capacidad tampón.
- Capacidad de quelatar metales.
- Acción sobre herbicidas.
- Disponibilidad de nutrientes para las plantas

14. Los microorganismos del ecosistema del suelo.


El suelo es uno de los ecosistemas más complejos de la naturaleza: contiene miles de
organismos diferentes, los cuales interactúan e intervienen en los ciclos globales que
hacen posible toda forma de vida (los sistemas de apoyo de la vida). Entre ellos tenemos:
Bacterias: Aunque son numerosas, debido a su pequeño tamaño, sólo representan menos
de la mitad de la biomasa microbiana total. La abundancia se puede medir por medio de
conteo en placas o estimando, a través de microscopía directa (108 a 1010 bacterias/g de
suelo). Algas: Su abundancia en el suelo es menor que la de las bacterias, hongos y
actinomycetes. Las algas son autótrofas. Usan la luz como fuente de energía, toman CO2
del aire y obtienen agua y minerales del suelo. Hongos: Los hongos, aunque no son los
organismos más importantes del suelo, aportan una parte significativa de la biomasa,
debido a su gran tamaño. Además son los principales agentes de descomposición en
ambientes ácidos. Todos los hongos son heterótrofos y una de las principales actividades
es la degradación de moléculas complejas. Virus: Son agentes ultramicroscópicos que
dependen para su desarrollo de la presencia de un hospedante adecuado o específico.
Protozoarios: Son protistas unicelulares, eucarióticos, cuyo tamaño varía entre 5 y 100 µ y
1 o más centímetros. Están emparentados con algas y hongos. En general carecen de
pared celular verdadera.

15. Las funciones de los microorganismos del suelo.


Los organismos del suelo mantienen procesos críticos como el almacenamiento de
carbono, los ciclos de nutrientes y la diversidad de especies de plantas. La biodiversidad
del suelo juega un papel en la fertilidad del mismo, en su rehabilitación, en la absorción de
los nutrientes por las plantas, en los procesos de biodegradación, en la reducción de
residuos peligrosos y en el control de plagas de forma natural. Los organismos del suelo
aumentan la productividad de los cultivos a través de:
‐ El reciclado de nutrientes básicos requeridos por todos los ecosistemas, como nitrógeno,
fósforo, potasio y calcio;
‐ La descomposición de la materia orgánica en humus, al aumentar de este modo la
retención de la humedad del suelo y reducir el lixiviado de nutrientes; y
‐ El incremento de la porosidad del suelo, la infiltración del agua, y la reducción de la
superficie de escorrentía y de la erosión.
Ecológicamente, la biota del suelo regula varias funciones críticas. La reducción excesiva
de la biodiversidad del suelo, especialmente la pérdida de especies claves y/o especies
con funciones únicas, puede tener efectos ecológicos en cascada, al conducir a un
deterioro a largo plazo de la fertilidad del suelo y a la pérdida de la capacidad productiva
agrícola.

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