Sei sulla pagina 1di 8

UNIVERSIDAD NACIONAL “JORGE BASADRE GROHMANN”

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y


EMPRESARIALES
ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ANALISIS DEL
CURSO DE DEONTOLOGIA

DEONTOLOGIA
FORENSE

FORENSE
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y EMPRESARIALES

E.A.P. DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

TRABAJO ENCARGADO

ANALISIS DEL CURSO DE DEONTOLOGIA


FORENSE.

Alumno: Willy Edgar Ticona Chura

Código: 2014 – 127038.

TACNA – PERÚ

2019
ANÁLISIS DEL CURSO DE DEONTOLOGÍA FORENSE

1. Concepto de Deontología.-

Es la ciencia de los deberes o teoría de las normas morales aplicada a


las profesiones se denomina deontología profesional y es la disciplina que se
ocupa de determinar y regular el conjunto de responsabilidades éticas y
morales que surgen en relación con el ejercicio de la profesión, especialmente
aquellas de dimensiones que tienen repercusión social.
Su contenido se basa y justifica en los principios y normas de la ética y
la moral, el objetivo específico de la deontología profesional, consiste en la
aplicación de estos principios a cada profesión.

2. Deontología Forense.-

La Deontología Forense se la puede conceptualizar como el código de


usos y buenas costumbres profesionales del abogado; son normas que
condicionan e informan toda actuación profesional.
Desde el punto de vista general, la deontología es la parte de la filosofía
que trata del origen, la naturaleza y el fin del deber; desde una perspectiva más
particularizada, es el conjunto de reglas y principios que establecen los
deberes que rigen la conducta del profesional o profesionista. Esta cara tan
específica es la fisonomía más conocida de la deontología, esto es, la que se
refiere a los deberes que ha de acatar el hombre de bien en el ejercicio de una
profesión; tal vez su mayor notoriedad provenga de que a través de esta visión
exclusivista o sectorial, la disciplina, que es eminentemente práctica, se vuelve
de gran utilidad para los profesionistas. Así, se tiene una deontología médica,
una deontología del periodista, una deontología jurídica, una deontología
administrativa, etc.
Es la relación de esta rama, deontología forense, que se halla dentro del
ámbito jurídico y todo lo concerniente a la ética que todo profesional de derecho
debe importar.
Asimismo, la deontología jurídica que trata sobre la moral del abogado
y la forma de actuar con su cliente, formará un profesional del derecho que
tiene que defender los intereses de su patrocinado siempre actuando con la
verdad y siempre teniendo en cuenta su ética profesional. La ética constituye
el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano. Sin
ética el hombre estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un mundo
en el que sólo imperaría la ley de la selva y la de los más bajos instintos.
El abogado que es honesto tiene como deber ético el guardar reserva
de los asuntos vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se
debe proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada
de las personas, protegidas por la normatividad jurídica.

3. Alcances de la Deontología Forense

La deontología tiene sus límites, pues su estudio estaría circunscrito a


la conducta de los profesionales del derecho en su participación como
abogados patrocinantes de causas judiciales, sin considerar que el abogado
tiene un mayor campo de acción.
Es un hecho que el abogado no es solo un defensor, porque puede
desempeñarse en otras funciones, como la de docencia universitaria,
diplomático, funcionario público, político, entre otras actividades que puede
realizar.
Desde esta perspectiva la Deontología Forense, referida a la conducta
del profesional del Derecho no será suficiente para el logro de un profesional
ético, desde que el Abogado es parte de este conjunto de problemas. Nada
lograremos si es que no se entiende, que el abogado es una persona como
cualquier otra que vive en relación con los demás. Es parte de esta sociedad
cuyos desafíos le obligan a comprometerse en el logro de una sociedad más
justa y equitativa, en el que se respeten los derechos, la dignidad y el honor de
los semejantes.

4. Deontología Forense: Moral y Ética


Con frecuencia, ética y deontología se utilizan como sinónimos. Es cierto
que ambas palabras hacen relación al deber y ambas disciplinas son tenidas
como ciencias: la primera se ocupa de la moralidad de los actos humanos y la
segunda determina los deberes que han de cumplirse en algunas
circunstancias sociales, y en particular dentro de una profesión dada. Por eso
se identifica como "la ciencia de los deberes". Dice Ferrater Mora que la
deontología ha de considerarse como una disciplina descriptiva y empírica
cuyo fin es la determinación de ciertos deberes. La ética, a su vez, puede
aceptarse como una disciplina normativa. De manera general se acepta que el
cumplimiento del deber es hacer aquello que la sociedad ha impuesto en bien
de los intereses colectivos y particulares. La persona es buena, actúa
correctamente cuando cumple con las tareas y obligaciones que debe hacer.

5. Ética Profesional

Es el compromiso efectivo del hombre que lo debe llevar a su


perfeccionamiento personal. "Es el compromiso que se adquiere con uno
mismo de ser siempre más persona". Se refiere a una decisión interna y libre
que no representa una simple aceptación de lo que otros piensan, dicen y
hacen.
El concepto medular de la ética profesional es el concepto de moralidad.
Todos los principios normativos y las aplicaciones prácticas de su casuística
deben estar impregnados e impulsados por la moral. Pero erraría quien hiciera
objeto de la ética y responsabilidad profesional solamente a las obligaciones
impuestas por la moral o el derecho natural, con exclusión de cualquier otra
exigencia de índole jurídica o social.
Hablando ya en un sentido menos amplio, y como se entiende por lo
general, las profesiones son el resultado de un proceso de formación a nivel
superior de calidad universitaria, ya que ésta es la forma en que se puede
garantizar a la sociedad que un individuo que ostenta la certificación de sus
estudios mediante un título, sabe y puede hacer algo dentro de un marco ético-
social y que su actividad es productiva y beneficiosa para la misma sociedad.
En virtud de la profesión el hombre se articula a la vida económica y
asegura así su existencia fortaleciendo y haciendo progresar la economía de
la sociedad entera. El desempeño del trabajo profesional, al constituir un valor
para la sociedad, supone la eficiencia en el desempeño y su contribución al
bien común. Esto descarta totalmente la improvisación profesional que causa
tantos estragos en las sociedades subdesarrolladas, donde individuos de
dudosa moralidad medran ostentando conocimientos y habilidades de las
cuales carece.

6. Importancia de la Deontología Forense

En base a que la Deontología Forense es considerada como la Ética moral


que todo profesional de derecho precisa llevar consigo, y por tanto; conjunto
de principios y reglas éticas que deben inspirar y guiar la conducta profesional
del médico, es que de ella nacen diferentes modalidades en cuanto a su
importancia:
6.1. En el derecho
La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e
imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es todo, pero si lo jurídico
estuviera impregnado de valores éticos, se daría un paso decisivo hacia un
mundo más humano y más justo. La Deontología, por lo demás, es más
necesaria en aquellas profesiones que como la jurídica, han caído en gran
desprestigio.
6.2. Como labor humanizadora para el juez y el abogado
Esta es la condición básica del juez; consiste en la potestad que tiene de
decir el derecho de modo imparcial entre partes contendientes, dentro de
la libertad que le marcan la Constitución, las leyes y su buena conciencia.
El juez debe cuidar su autonomía de cualquier ataque, como se resguarda
la joya más valiosa de la vocación jurisdiccional.
Esos ataques o agresiones pueden provenir, destacadamente, de dos
corrientes de influencia:
El juez debe rechazar cualquier influencia ilícita de los otros dos Poderes,
así como de los funcionarios del propio Poder Judicial, por muy alto que
sea el nivel que ocupen; y esta actitud, que es la debida y propia de los
jueces en general, se vuelve vital tratándose de los jueces de amparo,
obligados, como están, a proteger a los gobernados en contra de los actos
autoritarios que afecten sus garantías constitucionales.
Estas palabras reflejan el criterio fundamental que, sin aspavientos, debe
guiar al juez frente a todo tipo de influencias ilícitas de las autoridades.
La otra corriente de influencia que puede resquebrajar la autonomía del
criterio judicial es la que proviene de los particulares, mediante honores,
dádivas, banquetes, automóviles, promociones periodísticas, vicios,
amenazas, etc., etc.
6.3. Como conducta correcta
Este principio ve a la vida privada del juez o abogado, cuyo comportamiento
debe corresponder a la de una persona de bien.
Un legislador o un miembro del Ejecutivo pueden ser respetados por su
fuero y su Poder; el juez tanto como el abogado suelen ser respetados por
su conducta proba.
¿Quién va a respetar la sentencia de un juez borracho, vicioso o corrupto?
¿Cómo ganar la confianza de un patrocinado, si el abogado tuviese fama
de coimero o corrupto? Sólo la hombría de bien da respetabilidad a sus
palabras y acciones.Entiéndase: No se trata de oler a santidad; si a esto se
aspira, tanto mejor, pero basta con que el juez y el abogado sean, "gente
decente", lo cual está al alcance de todo ser humano con un poco de
voluntad permita el honor de legar a sus hijos un nombre limpio y honrado.
6.4 Diligencia
El juez y abogado, como símbolos de la justicia y guardián del derecho,
tienen el deber de aplicarse con celo a la vocación que la sociedad les
confió y que ellos aceptaron.
Es difícil encontrar otra labor más honrosa que la de juez o el abogado,
pero si la hubiera, ésta no debe interferir con la judicatura a tal punto que
por atenderla se descuide, olvide o abandone la función del juzgador.
El juez y el abogado deben serlo de tiempo completo.
La incuria en el estudio de los asuntos, la negligencia en la revisión y firma
de los acuerdos y fallos, o la desidia en el despacho, se reflejan en los autos
y sentencias, donde proliferan los desechamientos injustos de demandas,
las inadmisiones infundadas de pruebas, resoluciones superficiales en las
que campean los sobreseimientos y las inoperancias y, en fin, rezagos
indefendibles que provienen de la dejadez. En la defensa, al momento de
armar su teoría del caso, de sus argumentaciones, en el sustento del caso
llevado a juicio oral, etc.
En tales casos tanto el juez como el abogado se convierten en guardianes
de la justicia.

En conclusión, debemos tomar en cuenta que los aspectos más relevantes para el
operador jurídico, como son los jueces, fiscales, funcionarios públicos e incluso
abogados defensores, deben ejercer la profesión con plena prudencia e
imparcialidad, evocando su profesión de manera sostenida y apasionada, y debe
estar dispuesto a sacrificar las horas de descanso y aun las de convivencia familiar,
para el cumplimiento de su deber profesional el cual fue conferido por el Estado, a fin
de ayudar a la sociedad, colaborando con la realización de la justicia, velando por la
aplicación de las normas, la protección de los derechos fundamentales así como los
derechos procesales, entre muchos otras ramas, que de alguna manera coadyuvan
al desarrollo pleno de la sociedad y a su vez al desarrollo personal y profesional del
mismo.

Potrebbero piacerti anche