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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3. ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO


SISTEMA BANCARIO

3.1. EL MODELO BANCARIO ESPAÑOL VERSUS LOS


MODELOS ANGLOSAJONES: LA BANCA ENFOCADA
AL CLIENTE VERSUS EL MODELO DE ORIGINACIÓN-
VENTA. VENTAJAS Y RESULTADOS

3.1.1. Diferencias entre los sistemas bancarios

La intermediación financiera ha alcanzado un nivel de internacionalización elevado


existiendo un nivel de interdependencia significativo entre los mercados financieros de
los países desarrollados. Ello no ha impedido que cada país, por diferentes razones,
haya desarrollado un modelo bancario propio con características diferenciadas. En este
sentido, y abstrayendo las características particulares que se dan en cada mercado nacio-
nal, pueden distinguirse dos modelos bancarios conocidos como el modelo de originar
para retener y el de originar para distribuir.

A grandes rasgos podemos definir el modelo de originar para retener como aquél donde
las entidades asumen y gestionan el conjunto de los riesgos que generan con sus clien-
tes. De esta forma, sus accionistas, inversores y fundadores, asumen en su inversión el
riesgo derivado del conjunto de la actividad de la Entidad.

Por el contrario, el modelo de originar para distribuir es aquél donde se distinguen las
entidades que generan la operación de financiación de las entidades o agentes que apor-
tan esa financiación y asumen el riesgo de la misma. Debe entenderse que la asunción
de este riesgo se realiza de una manera directa sobre una operación o conjunto de ope-
raciones concretas y perfectamente identificadas y no sobre el conjunto de riesgos de la
entidad financiera.

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

En el gráfico se muestra un esquema conceptual de ambos modelos.

ESQUEMA DE LOS MODELOS BANCARIOS

Estas serían las definiciones de los modelos puros o teóricos. La realidad de los merca-
dos es que en muchos de ellos conviven elementos de ambos modelos. No obstante, y
salvando la realidad de este «mestizaje» de modelos, pueden identificarse mercados que
pueden asociarse a cada uno de los modelos. Por ejemplo, el norteamericano, el britá-
nico y el holandés son países que han avanzado más en el modelo de originar para dis-
tribuir, mientras que el modelo español o el italiano son exponentes del modelo de ori-
ginar y retener.

Como consecuencia de su diferente concepción, se producen profundas diferencias en


el negocio bajo ambos modelos que van más allá de la mera organización de sus fuen-
tes de financiación. A lo largo de este capítulo se expondrán las características de ambos
modelos tomando como referencia el mercado español frente a los mencionados países
con modelos de originar y distribuir. Aunque se desarrollarán con mayor detalle, pode-
mos anticipar ya algunas de estas características diferenciales:

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.1.1.1. Estructura del negocio

Segmentación del negocio


Mientras que en España el negocio más desarrollado con diferencia es la banca
minorista o retail, los modelos anglosajones han desarrollado en mayor medida la
banca corporativa o de inversión, los mercados de capitales y los negocios rela-
cionados con la gestión de activos. Así resulta que, mientras que en el mercado
español la banca minorista aporta las tres cuartas partes del resultado de las enti-
dades financieras, en países como el Reino Unido u Holanda esta cifra baja al
entorno del 50%.

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Actividad crediticia:
Se observan diferencias en el patrón de financiación de las empresas que tienen su
origen en la configuración del tejido empresarial de cada mercado. En los mercados
anglosajones, donde existe una población relevante de corporaciones y grandes
empresas existe un mayor desarrollo de la financiación empresarial a través de ins-
trumentos distintos del crédito bancario (bonos, project finance, sindicados, etc.).
Por el contrario, en el mercado español con mayor peso de la empresa pequeña y
mediana predomina el crédito bancario.
Se puede concluir por tanto que la financiación a la empresa en España esta for-
mada en mayor medida por operaciones de menor tamaño formalizadas a través de
productos bancarios más sencillos.

Fuentes: Comisión Europea, Eurostat

Por otra parte, y pese al crecimiento reciente del crédito hipotecario en España, la pro-
pensión al endeudamiento del cliente particular es inferior a la que se da en los merca-
dos anglosajones.

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Adicionalmente, se observa que en los modelos con predominancia de la banca mino-


rista, se produce por lo general una mayor competencia en precios que redunda en una
menor rentabilidad individual del negocio

FuenteS: Bancos Centrales, Eurostat y elaboración propia.

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Ahorro financiero
En cuanto al ahorro también se observan significativas diferencias entre el merca-
do español y los mercados de originar para distribuir.
En primer lugar, el ahorro financiero por habitante en España es inferior al exis-
tente en otras economías, lo que conlleva a que el potencial del mercado sea
inferior.

Por otro lado, el cliente español tiene una mayor tendencia a canalizar el ahorro
financiero hacia productos de balance (depósitos) frente al mayor peso que se da
en otros mercados a los productos de desintermediación del ahorro (fondos de
inversión, planes de pensiones, seguros de ahorro, acciones, etc.). Este factor com-
pensa el hecho de que el ahorro financiero sea menor, explicando el hecho de que
el pasivo minorista en España tenga un peso tan relevante frente a otras fuentes de
financiación.

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Fuentes: Eurobarómetro, Comisión Europea y elaboración propia.

Podemos concluir que el mercado español y por extensión el resto de mercados con
modelos de originar para retener, además de estar más focalizado al negocio minorista:

• Tiene una menor profundidad, por la menor propensión al crédito y el menor


ahorro financiero por habitante
• Es un mercado de menores márgenes, por la estructuración del ahorro y la tra-
dicional competencia en el negocio del crédito
• Menos dependiente del negocio mayorista, al cubrir en gran medida las necesi-
dades de financiación con recursos de clientes

3.1.1.2. Grado de consolidación del mercado

El grado de consolidación y de competencia de los mercados viene determinado por


factores inherentes a los mismos. En este sentido, los mercados tipo originar para dis-
tribuir son modelos diametralmente opuestos al español que se caracteriza por un mer-
cado con un número considerable de entidades de menor tamaño.

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Así, las principales entidades holandesas e inglesas acumulan la práctica totalidad de los
depósitos (llegando, en los depósitos a clientes, hasta niveles del 95% y del 85% de
cuota de mercado respectivamente), en comparación con una cifra sustancialmente infe-
rior (57%) por parte de las entidades financieras españolas. En cuanto a los créditos, de
nuevo se observa un patrón similar, donde las principales entidades holandesas cuentan
con la mayor parte del mercado, muy alejadas de los niveles registrados por las entida-
des inglesas y de las españolas.

Fuentes: Bancos Centrales y elaboración propia. Fuentes: Bancos Centrales y elaboración propia.

Fuentes: Comisión Europea.

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Adicionalmente, y procediendo a analizar la cuota de mercado por activos en cada uno


de los países, se observa que en España las primeras cinco entidades financieras han
visto reducida en un 2% su cuota en los últimos cinco años (las entidades de menor
tamaño han desarrollado estrategias de crecimiento y expansión del negocio logrando
ganar cuota de mercado a los competidores de mayor tamaño), mientras que en los paí-
ses anglosajones esta situación ha sido la opuesta (las cinco principales entidades han
aumentado su cuota de mercado entre un 2% y un 9%).

3.1.1.3. Grado de internacionalización

Las entidades líderes de cada país, tanto españolas como de países anglosajones, han
seguido una estrategia de expansión internacional, convirtiendo a los mercados interna-
cionales en una fuente de contribución muy relevante a la cuenta de resultados. Para
ello, las grandes entidades financieras internacionales han basado su estrategia de posi-
cionamiento internacional en la compra de participaciones en los distintos mercados
(tanto mayoritarias como minoritarias). En el gráfico siguiente se puede observar la
contribución de los mercados internacionales al beneficio de las entidades.

Fuentes: Informes anuales, Thomps Research y elaboración propia.

Profundizando en los mercados de expansión de las entidades financieras internaciona-


les, podemos observar los siguientes patrones de actuación (considerando los mercados
destino de la misma):

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– Modelos de posicionamiento global, implantados principalmente por la gran banca


internacional (principalmente banca estadounidense y parte de la banca inglesa)
orientado tanto al negocio mayorista como al minorista
– Modelos de posicionamiento en mercados con elevada afinidad cultural, general-
mente centrados en el negocio minorista (principalmente las entidades financieras
españolas, la banca británica –excepto los grandes bancos globales–, la banca ale-
mana y la italiana)
– Modelos de posicionamiento basados en el aprovechamiento de oportunidades con-
cretas –en la banca mayorista, por lo general– con una mayor diversificación geo-
gráfica (principalmente entidades Francesas y Holandesas)

En el caso concreto de las entidades financieras españolas, éstas han sido especialmen-
te activas en abordar su proceso de internacionalización mediante la potenciación de sus
principales capacidades y ventajas competitivas orientadas al establecimiento y repli-
cación del modelo de banca minorista en el país destino. Adicionalmente, se han estruc-
turado alianzas, oficinas de representación y sucursales operativas para dotar de conte-
nido a una estrategia de acompañamiento a clientes (básicamente grandes y medianas
empresas), si bien esta estrategia ha sido, generalmente, un complemento de la anterior...

Mención especial requiere el proceso de internacionalización de las Cajas de Ahorros


cuyo proceso de expansión internacional resulta menos agresivo en comparación con
los bancos españoles, debido, principalmente, a las barreras regulatorias existentes para
la toma de participación en entidades extranjeras y a su decisión estratégica de consoli-
darse en el mercado nacional. Por ello, la estrategia de las Cajas de Ahorros ha sido más
conservadora, mediante la apertura de oficinas de representación y sucursales operati-
vas en plazas financieras estratégicas para el acompañamiento a sus clientes (p.e.
Londres, Miami, etc.) bien de manera individual o de manera conjunta a través de la
Confederación Española de Cajas de Ahorros. No obstante, se puede observar como la
progresiva eliminación de barreras a la internacionalización se ha traducido en un
reciente proceso de expansión internacional de las mayores Cajas Españolas mediante
la toma de participaciones en entidades locales de mercados y negocios afines (México
y Portugal, principalmente) o en mercados de elevado potencial y oportunidades en los
negocios minoristas / retail (básicamente los países de Europa del Este).

Por el contrario, las entidades anglosajonas han optado por una estrategia de expansión
internacional específica a los intereses de cada entidad (orientada a la obtención de finan-
ciación generalmente, y al aprovechamiento de oportunidades específicas en casos muy
concretos), observándose menos elementos comunes en la estrategia de las entidades.

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– Las grandes entidades internacionales –básicamente entidades americanas e ingle-


sas– han seguido un modelo de banca global, orientado a posicionarse de manera
potente en los negocios mayoristas y minoristas tanto en los principales mercados
internacionales como en los mercados emergentes (asumiendo mayores riesgos que
entidades de menor tamaño).

– El resto de la banca inglesa (principales entidades del país pero con un enfoque de
internacionalización menos global), ha optado por la expansión hacia mercados his-
tóricamente de mayor afinidad (Europa, Estados Unidos y en algún caso determina-
dos países de Centro y Latinoamérica) combinando estrategias orientadas al retail
como estrategias focalizadas hacia la banca corporativa y de inversión.

– En el caso de las entidades Holandesas, y considerando el reducido tamaño del mer-


cado nacional, se sigue un elemento común en su expansión hacia otros países del
Benelux (Bélgica y Luxemburgo), si bien su internacionalización hacia otros países
ha sido condicionada por los intereses específicos de la entidad, sin observarse un
patrón homogéneo de actuación.

3.1.2. Factores explicativos de las diferencias:

3.1.2.1. Factores socio-económicos

Tal y como se ha descrito, en el mercado español se ha dado un mayor desarrollo


del negocio minorista frente a los mercados anglosajones. El origen de estos dife-
rentes niveles de desarrollo lo encontramos en la diferente estructura e historia del
desarrollo del tejido empresarial. Tanto en Reino Unido, como en Estados Unidos y
Holanda, se produjo un pronto desarrollo de la actividad industrial, comercial y en
definitiva del capitalismo y del liberalismo económico, de la mano de grandes
empresas y proyectos que requerían de soluciones financieras determinadas, entre
ellas:

• Necesidad de financiar inversiones de tamaño muy significativo, tanto en forma


de capital como de endeudamiento
• Ejecución de operaciones corporativas (OPVs, fusiones y adquisiciones, etc)
• Coberturas específicas de los distintos riesgos asociados a la actividad empre-
sarial

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Se desarrolló por tanto en gran medida el negocio de reunir grandes sumas de capital
para financiar grandes operaciones y proyectos de inversión. Más reciente en el tiempo,
observamos cómo este mismo modelo se ha replicado en otros negocios alejados del
mundo empresarial, como puede ser el negocio hipotecario. El desarrollo del sector
inmobiliario requiere también de grandes capitales no solo para la promoción y cons-
trucción sino para la adquisición en última instancia de las viviendas, lo que justifica
que en estos mercados hayan aparecido fondos y vehículos de inversión hipotecaria con
modelos típicos de originar y distribuir.

Por el contrario, en el tejido empresarial privado español siempre han predominado las
pequeñas y medianas empresas, que tienen otras necesidades y demandas, como son:

• Financiación de menores importes por operación y con instrumentos menos


complejos
• Servicios transaccionales: cobros y pagos, gestión de tesorería, asesoramiento
financiero, etc.
• Mayor cercanía física con el banco, al tratarse de pequeñas empresas alejadas en
muchos casos de las grandes capitales

3.1.2.2. Comportamiento del cliente en canales de distribución

El modelo español de banca de originar para retener ha ido ajustándose a las necesida-
des de los clientes y adaptando su red de distribución a sus expectativas. Así, el mode-
lo bancario español se basa en el establecimiento de relaciones cercanas y duraderas con
sus clientes para compensar factores como la menor cultura de crédito y la menor con-
centración de grandes clientes.

Esta menor cultura del crédito por parte de los clientes de países como España o Italia
en comparación con los países anglosajones, conlleva un mayor desarrollo de la red de
oficinas y el desarrollo de sistemas de gestión de otras necesidades de los clientes basa-
dos en un modelo de banca próxima (como consecuencia de lo anterior, la amplia red
de oficinas existente en España no sólo cumple con las necesidades y expectativas de la
clientela sino que evita, adicionalmente, la exclusión financiera en zonas más rurales).
En este sentido, son necesarias estructuras de distribución extensas para dar servicio a
la totalidad de la población, en comparación con modelos anglosajones donde un menor
número de puntos de distribución pueden dar servicio a las necesidades financieras de
la mayoría de la población.

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Las entidades financieras españolas, fieles a las peculiaridades del modelo de originar
y retener, no sólo ofrecen la mayor cobertura de oficinas de los distintos países de la
Unión Europea, sino que continúan comprometidos con esta estrategia (como prueba el
aumento de oficinas por 10.000 habitantes reflejado en el gráfico siguiente). Esta situa-
ción se complementa con una red de cajeros sustancialmente superior a la de cualquier
otro país europeo, llegando incluso a doblar la estructura ofrecida por las entidades
holandesas, permitiendo el acceso a los servicios financieros por una mayor parte de la
población.

Fuentes: Banco Central Europea y elaboración propia. Fuentes: Banco Central Europea y elaboración propia.

En este sentido, cabe mencionar el papel relevante de los agentes y brokers financieros
en los países anglosajones (principalmente RU y EEUU), que basan su modelo de nego-
cio en incentivos derivados de la mayor venta de productos generados por terceros. Así,
el foco no es necesariamente el establecimiento de relaciones duraderas con clientes,
sino la colocación y distribución de productos, un enfoque radicalmente distinto al
adoptado por las entidades financieras españolas (que son capaces de gestionar la rela-
ción end-to-end con el cliente).

No obstante lo anterior, se observa que la oficina continúa siendo el canal de mayor uti-
lización por parte de los clientes de ambos modelos, si bien los canales directos están
adquiriendo un mayor peso en la relación de las entidades financieras con los clientes.

Como se puede observar en el gráfico siguiente, el cliente español es el que más uti-
liza las oficinas como canal básico de relación con la entidad. En países de mayor

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

desarrollo de los canales directos (p.e. Holanda), la relación con el cliente se ve reo-
rientada hacia éstos canales (principalmente Internet) reduciendo en mayor medida
la capilaridad de la red de oficinas (y, como consecuencia de un interés por fomen-
tar los canales directos, se observan tendencias orientadas a limitar la operativa que
se permite realizar en oficina).

Fuentes: Forrester y elaboración propia. Fuentes: Forrester y elaboración propia.

La mayor densidad de la red de oficinas existente en España junto a la preferencia


demostrada por el cliente de mantener el contacto comercial físicamente en la oficina,
hacen que la española sea una banca de proximidad. Esta realidad tiene dos efectos
beneficiosos para el sistema:

• En primer lugar, facilita la atención integral al cliente y la venta cruzada, nece-


saria para aumentar los ingresos en un mercado de menores márgenes
• En segundo lugar, se dota de calidad a los procesos de evaluación, seguimiento
y recuperación del crédito, al existir un conocimiento personal del cliente por
parte de los empleados de la entidad

3.1.2.3. Comportamiento del cliente en el consumo de productos bancarios

A las características del modelo de originar y retener comentadas anteriormente (menor


crédito por habitante, precios más ventajosos para el cliente, menor tasa de ahorro y
mayores costes de distribución entre otros), se ha de añadir un nuevo factor que condi-

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ciona en gran medida el modelo que es el comportamiento del cliente ante el consumo
de productos bancarios.

En primer lugar, es importante mencionar (como puede verse en el gráfico siguiente) la


menor propensión al consumo de productos financieros por parte del cliente español en
comparación con otros países (principalmente los mercados anglosajones). Este factor
incide nuevamente en la necesidad de establecer un mayor nivel de relación con los
clientes que permita obtener mayor cuota del negocio del cliente en el medio/largo
plazo.

Fuentes: Eurobarómetro, Comisión Europea y elaboración propia.

Esta situación muestra la menor facilidad para fidelizar y rentabilizar a los clientes. Por
tanto, la necesidad de establecer relaciones duraderas con los clientes, y el comportamien-
to de los mismos ante las entidades financieras (incluyendo la necesidad de redes capilares
y de relación duradera) es un factor influyente en la escasa importancia de las redes espe-
cialistas en comparación con los modelos anglosajones (principalmente UK y USA) donde
estas figuras han adquirido un peso significativo dentro del sistema financiero.

Resulta necesario mencionar, como elemento del comportamiento del cliente ante los
productos financieros, la utilización de los medios de pago. En comparación con otros
países europeos el cliente español utiliza menos los medios de pago electrónicos y el

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

cheque, mostrando una preferencia muy destacable por el uso de efectivo como forma
de pago en comparación con otros medios (ver gráfico adjunto).

Fuentes: Banco Centrel Europeo

Esta preferencia por el efectivo viene a soportar la necesidad de esa densa red de ofici-
nas y cajeros para prestar los servicios de dispensación e ingreso de efectivo que
demandan los clientes.

De forma paralela, en España existe un mayor desarrollo de los servicios de domici-


liación y pago de recibos que son empleados de forma habitual y recurrente por el
cliente, a diferencia de los países europeos y anglosajones donde se recurre al cheque
o la transferencia con mayor frecuencia. Este servicio es prestado también desde la
oficina, teniendo el efecto de profundizar aún más en el conocimiento y relación con
el cliente.

3.1.2.4. La competencia del mercado

Como norma general, la competitividad de los mercados anglosajones está marcada por
la competencia entre las principales entidades del mercado (generalmente, 5 ó 6 enti-
dades) que son quienes aglutinan la mayor parte de la cuota de mercado a nivel nacio-
nal (como se ha visto anteriormente, de hasta el 80% y 90% en depósitos).

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Esta situación contrasta de manera muy relevante con el mercado español, caracteriza-
do por un elevado nivel de competitividad interna (los siguientes indicios dan muestra
de ello):

• La configuración del panorama competitivo español donde, haciendo un inten-


cionado ejercicio de simplificación, podemos clasificar las entidades en:
Entidades de gran tamaño con presencia nacional relevante, con cuotas de
mercado relevantes en la totalidad del mercado nacional. Cuentan con poten-
tes canales comerciales, redes de oficinas extensas y capacidades de gestión
sobresalientes (con potentes sistemas de gestión de riesgos y modelos de
atención muy orientados al cliente, reconocimiento de marca, prestigio inter-
nacional, etc.).
Entidades con fuerte posicionamiento provincial y/o regional donde son líde-
res, están fuertemente arraigadas en la clientela local con la que mantienen un
alto compromiso de servicio.

Se produce el hecho de que, compitiendo en los mismos negocios, las entida-


des del primer grupo, siendo líderes a nivel nacional, no lo son prácticamente
en ningún mercado local, lo que ofrece una buena imagen del nivel de compe-
tencia existente.

• Como ya se ha mencionado, el hecho de tener un mayor número de entidades


compitiendo por incrementar su cuota de mercado ha tenido también un efecto
directo en la competitividad reflejada en el nivel de precios en comparación
con otros mercados con menor nivel de competencia entre entidades.

• Por último, cabe citar que son escasas las entidades extranjeras que han logra-
do obtener un posicionamiento relevante en el mercado español de banca mino-
rista. En realidad, las únicas que han conseguido una cuota de mercado consi-
derable han sido aquellas con una acertada estrategia de nicho (por ejemplo,
banca por Internet) y aquellas que se posicionaron es España a través de la
compra de entidades ya establecidas y reconocidas en el mercado.

3.1.2.4.1. Papel de las Cajas de Ahorros en el sistema financiero español

La evolución y competitividad del sector financiero español requiere una mención


especial al papel de las Cajas de Ahorros en el mismo; para llegar a comprender la

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

evolución del sistema bancario español es imprescindible considerar el papel funda-


mental que en el mismo han desempeñado las Cajas de Ahorros. En sus orígenes, las
Cajas de Ahorros fueron entidades dedicadas casi exclusivamente a la banca de par-
ticulares, en concreto a la captación de depósitos y en menor medida a la concesión
de créditos, limitada esta actividad en algunos casos a las operaciones de los Monte
de Piedad.

Esta actividad era desarrollada en un ámbito de actuación geográfico muy concreto,


estando limitada normativamente cada entidad a su área de influencia (generalmente de
ámbito provincial y siempre dentro de su comunidad autónoma) con redes comerciales
muy capilares que se extendían en gran medida por poblaciones de menor tamaño del
ámbito rural, evitando así la exclusión de estas localidades y sus habitantes de los ser-
vicios financieros básicos.

Con las reformas de liberalización del sector se producen varios efectos:

• Expansión territorial: las Cajas se expanden a otros mercados, al tiempo que


reciben en sus mercados tradicionales la competencia de otras Cajas.
• Expansión del negocio: evoluciona su modelo de negocio ampliándose a todos
los ámbitos de la banca comercial (crédito, pymes, banca privada, etc.) y banca
corporativa (inversiones financieras, empresas participadas, etc.), aunque su
foco y principal actividad sigue siendo en gran medida la banca minorista en la
mayoría de los casos.
• Consolidación del sector: durante la existencia de las Cajas de Ahorros se han
producido numerosas fusiones entre entidades (dando lugar a un número actual
de 45 entidades, considerando los procesos de fusión actualmente en curso).
Este fenómeno, unido al crecimiento orgánico hace que las entidades hayan
aumentado de manera significativa su tamaño, posicionándose dos Cajas entre
las cinco primeras entidades en el país por tamaño.

De este modo, las Cajas de Ahorros llegan a alcanzar una cuota en el entorno del 40%
– 50% del negocio bancario nacional según los indicadores, siendo varias las Cajas que
cuentan con presencia relevante en el mercado nacional en su conjunto.

Este hecho cobra mayor importancia si cabe considerando la contribución de la indus-


tria bancaria al desarrollo de la economía española durante los últimos años. En com-
paración con otros países de la Unión Europea, España y Alemania son los dos países
en los que las Cajas de Ahorros tienen un mayor peso en el sistema bancario (si bien el

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

modelo alemán de Cajas de Ahorros no es comparable con el modelo español, al


poseer diferencias estructurales de gran calado).

Fuentes: Banco de España y elaboración propia.

Fuentes: Banco de España y elaboración propia.

Es conveniente recordar que las Cajas de Ahorros, por su naturaleza fundacional, tienen
limitada su capacidad de incrementar su capital a su propia generación de reservas. Por
tanto, para financiar su crecimiento –especialmente el crecimiento en inversión crediti-
cia– las Cajas al igual que los bancos han recurrido de forma sistemática a los merca-
dos mayoristas emitiendo diferentes instrumentos de deuda que incluyen títulos hipote-
carios.

Podría pensarse que en este punto el modelo se asemeja al de originar y distribuir, pero
hay que tener en cuenta dos consideraciones que nos hace alejarnos de esta idea:

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

• Estas titulizaciones se realizan siempre ex – post, es decir, se titulizan activos


que ya figuraban en el balance de la entidad para conseguir financiación para
continuar creciendo.
• La normativa española dificulta enormemente que esta titulización traspase el
riesgo por completo a los inversores, quedándose por tanto una parte del mismo
en el balance de las entidades originadoras. En este sentido, se convierten en ins-
trumentos principalmente de financiación.

3.1.2.5. Regulación y Supervisión

Otro factor que ha jugado un papel determinante en la conformación de las diferencias


entre ambos modelos es el de las entidades supervisoras y la reguladoras. Son en con-
creto tres los factores que vamos a analizar:

Configuración del sistema regulador

En España la responsabilidad reguladora y supervisora de la actividad bancaria es


desarrollada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
velando por ofrecer la mayor garantía a los clientes finales, bien sean clientes de pro-
ductos de crédito o inversores.

Fuentes: Deloitte Center for Banking Solutions

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Este modelo contrasta con el esquema de supervisión típico de mercados con modelos
de originar y distribuir, donde la responsabilidad supervisora está dividida en sectores
de actividad y en distintos cuerpos supervisores, como es el caso de los Estados Unidos.

Los mercados con este tipo de modelos han experimentado mayores dificultades para
desarrollar una regulación consistente en su conjunto y eficiente en sus resultados.

Tanto en el Reino Unido como en Holanda se acometieron en el pasado reformas diri-


gidas a centralizar la actividad supervisora evolucionando hacia modelos similares al
español (ver capítulo 3.5 para mayor detalle).

Nivel de prudencia regulatoria

El Banco de España se ha destacado por su prudencia en la transposición de la normativa


comunitaria y en la interpretación y de la misma en su actividad de supervisión. Lo que
ha contribuido a reducir aún más el nivel de riesgo del negocio bancario en España, refor-
zando la situación de las entidades ante la crisis. Ejemplos claros y de gran actualidad de
esta prudencia son la regulación de las provisiones y de las titulizaciones sintéticas.

Regulación ex – ante vs ex – post

En el modelo español, a diferencia de los modelos anglosajones, el regulador exige a las


entidades someterse a un proceso de autorización previa ante el lanzamiento de deter-
minadas operaciones (lanzamiento de un nuevo producto de ahorro, por ejemplo). De
esta forma ofrece la garantía al mercado de que las iniciativas de las entidades, en el
momento de llegar al mercado, cuentan con el visto bueno del regulador. Esta forma de
actuar dota de mayor protección a los clientes de las entidades financieras.

Estos tres factores (la configuración del sistema regulador, la prudencia regulatoria y la
regulación ex – ante) configuran un escenario regulador proteccionista tanto con el
cliente final como con la estabilidad del sistema financiero.

3.1.3. El modelo bancario español y el anglosajón ante el nuevo


contexto de mercado

Frente a un escenario de turbulencia financiera como el actual, el sistema bancario espa-


ñol, como consecuencia de su modelo de negocio, cuenta con una serie de fortalezas
frente a los modelos de originar para distribuir:

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

– La singular proximidad al cliente de las entidades financieras españolas se convierte


en un factor diferencial en momentos de incrementos de la morosidad. Las entidades
pueden identificar con antelación a aquellos clientes que tendrán dificultades para
hacer frente a sus pagos, anticipando las actuaciones necesarias para una más rápida
y efectiva y gestión de la misma, reduciendo de este modo los impactos negativo en
la cuenta de resultados.

– El modelo de negocio centrado en el cliente minorista dota al sector financiero espa-


ñol de una mayor capacidad de conseguir financiación cuando existen restricciones
de liquidez en los mercados mayoristas.

– El entorno de alta competencia en banca minorista ha permitido a las entidades


desarrollar un modelo de negocio con unos niveles de eficiencia significativamente
inferiores a los de otros mercados. De este modo, el sistema financiero español está
más preparado para absorber pérdidas ocasionadas por un brusco cambio de la situa-
ción económica.

– En España, el enfoque prudente del regulador ha tenido como resultado unos niveles
de provisionamiento y solvencia superiores a los de otros mercados, lo que contribu-
ye igualmente a aumentar la capacidad de absorción de pérdidas.

– El sistema financiero español está más protegido ante las pérdidas ocasionadas por
situaciones de colapso del sistema financiero internacional. Esto es igualmente con-
secuencia del modelo de negocio orientado al cliente, puesto que se mantiene una
menor exposición a la banca corporativa y a inversiones de alto riesgo. Este mismo
modelo es el que se ha seguido en los procesos de expansión internacional del nego-
cio, lo que reduce el efecto contagio de los mercados mayoristas internacionales.

Fuentes: Banco Central Europeo y Banco de España

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.2. CARACTERÍSTICAS DE LA INVERSIÓN CREDITICIA EN


ESPAÑA

3.2.1. Evolución de la inversión crediticia en España

Durante los últimos 15 años, el Sistema Bancario Español ha mostrado un notable dina-
mismo, acorde con el periodo de bonanza vivido por nuestra economía (ver Gráfico 1).
Así, la media anual de crecimiento de la inversión crediticia en este periodo se situó en
el 12%, mostrando tasas negativas exclusivamente durante el segundo semestre de
1994, durante la crisis de los activos de renta fija, con caídas de la deuda pública a
Largo Plazo de más del 15%. La etapa de máximo crecimiento sostenido se produce
entre 2005 y 2007, con una tasa media de crecimiento superior al 20%, coincidente con
la fuerte expansión del sector inmobiliario español.

Así, en estos 15 años, la inversión crediticia se ha multiplicado por cinco, desde los 0,5
billones de Euros de 1993 hasta los cerca de 2,5 billones de Euros a Junio del 2008.

GRÁFICO 1: EVOLUCIÓN DEL CRÉDITO EN ESPAÑA (Billones de y tasa var.)

Este fuerte crecimiento mostrado por la inversión crediticia es consecuencia del notable
aumento del crédito a otros sectores residentes (OSR), fundamentalmente familias y
empresas, que ganan 40pp de cuota, en detrimento de la financiación a entidades de cré-
dito (EC), a las administraciones públicas (AP) y al resto del mundo (ver Gráfico 2).

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EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

GRÁFICO 2: EVOLUCIÓN COMPENSACIÓN INVERSIÓN CREDITICIA (% s/total)

3.2.2. Composición actual de la inversión crediticia

A cierre de Julio de 2008, la composición de la inversión crediticia del sector bancario


español era la que se muestra en el Grafico 3.

GRÁFICO 3: COMP. DE LA INV. CREDITICIA Así, la financiación a residentes repre-


(Julio 2008) sentaba un 88% del total, siendo el
grueso de la misma, un 76%, destinada
a financiar a familias y empresas
(OSR). La financiación a entidades de
crédito (EC) representaba un 10% y la
financiación a AAPP tan solo un 2%.
Tal como anteriormente se comentaba,
el peso de estas dos últimas rúbricas ha
descendido lo largo de estos años como
consecuencia del fuerte aumento expe-
rimentado por la financiación a OSR,
más que por un descenso propio de las
Fuentes: Banco de España mismas.

68
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

GRÁFICO 4: COMP. DEL CRÉDITO A OSR Dentro de la financiación a otros secto-


(Julio 2008) res residentes (OSR), las empresas
representan la partida más relevante,
con un 54% del total (Gráfico 4). Sin
embargo, a lo largo de estos últimos
años, la financiación a hogares ha ido
ganando peso, pasando de valores del
30% a principios de 1993 hasta el 44%
mostrado en la actualidad. Como más
adelante observaremos, en dicho creci-
miento, con más de 13pp de cuota gana-
da, ha tenido una especial importancia
la financiación destinada a la adquisi-
Fuentes: Banco de España
ción de vivienda.

GRÁFICO 5: COMP. CRÉDITO A AC. En cuanto al crédito destinado a activi-


PRODUCTIV (Julio 2008) dades productivas (Gráfico 5), destaca
la financiación concedida al sector
inmobiliario (32% del total), seguido
por la construcción (16%) y la indus-
tria (15%). Tal situación, como ante-
riormente se comenta, viene a reflejar
el fuerte dinamismo experimentado en
los últimos años por el sector inmobi-
liario en España. Así, el peso del cré-
dito concedido a este sector práctica-
mente se ha triplicado desde el año
2000, en donde alcanzaba valores del
Fuentes: Banco de España entorno del 11%.

Es también reseñable que, dentro del crédito al sector constructor (recordemos, 16% del
total destinado a actividades productivas), el grueso se concentra en la construcción de
edificios de oficinas y viviendas.

Por lo que respecta a la financiación a


los hogares españoles (Gráfico 6) se

69
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

GRÁFICO 6: COMP. CRÉDITO A HOGARES observa una concentración en la finan-


(Julio 2008) ciación para la adquisición y rehabili-
tación de viviendas (78%). Así, merece
la pena destacar que desde 1993, el
porcentaje del crédito concedido a las
familias con destino en la adquisición
de viviendas ha pasado desde niveles
del 58% hasta el 78% actual, en detri-
mento del crédito al consumo, que
pierde peso desde el 42% hasta el 22%
reflejado en la actualidad.
Fuentes: Banco de España

GRÁFICO 7: COMP. CRÉDITO A OSR Si agrupásemos por líneas sectoriales el


(Julio 2008) crédito concedido a OSR (Gráfico 7), la
parte más importante se centraría en la
agrupación representada por los sectores
constructor e inmobiliario (incluyendo la
financiación para la adquisición de
vivienda), que acumula el 60% del total
de crédito concedido. De nuevo, el
aumento de peso de esta agrupación se
produce en los últimos años, al calor del
fuerte dinamismo que estos sectores han
Fuentes: Banco de España mostrado en España. Dentro de ese 60%,
la adquisición de vivienda representa un
58%, el crédito a las actividades inmobi-
liarias un 28% y el crédito a la construc-
ción el restante 14%.

Debe destacarse que el crédito concedido para la adquisición de vivienda se encuentra,


en su amplia mayoría (un 93%), bajo garantía hipotecaria.

3.2.3. Exposición a productos de alto riesgo

A diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, el Sistema Bancario


Español muestra una prácticamente nula exposición a productos financieros complejos,
y en especial a aquellos vinculados a préstamos subprime con origen en EEUU.

70
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Las entidades financieras españolas no han recurrido a la utilización de estructuras fuera de


sus balances para el mantenimiento de productos de alto riesgo (conduits, SIV, etc.), por lo
que ello tampoco comporta una presión adicional para nuestro sistema.

Merece la pena destacar que tal circunstancia cobre especial relevancia dada la dificultad de
otorgar a dichos productos complejos una valoración adecuada, en especial bajo el actual
entorno de mercado (pobre liquidez en los mercados de crédito, alta volatilidad, etc.).

3.2.4. Comparativa entre la composición del valor añadido bruto


y la inversión crediticia en España

En la Tabla 1 siguiente se muestra la aportación de los diferentes sectores productivos al valor


añadido bruto nacional durante los últimos 7 años. Así, en términos porcentuales, se observa
un descenso en la aportación de los sectores primario (-1pp), industrial (-3pp) y servicios (-
1pp) y, paralelamente, un aumento de peso del sector constructor (+3pp) e inmobiliario
(+2pp). Esta evolución de los pesos es reflejo del estancamiento del sector primario, del cre-
cimiento del 33% del sector industrial, del crecimiento del 48% de los servicios y, funda-
mentalmente, de la notable expansión del sector inmobiliario (+93%) y constructor (+125%).

TABLA 1: CRÉDITO Y COMPOSICIÓN DEL VAB

Fuentes: Elaboración propia, INE y Banco de España

71
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

TABLA 1: CRÉDITO Y COMPOSICIÓN DEL VAB (Continuación)

Fuentes: Elaboración propia, INE y Banco de España

Sin embargo, la evolución de la aportación de cada uno de estos sectores al valor aña-
dido bruto nacional no muestra un reflejo equilibrado en el crédito concedido a cada
uno de ellos por nuestro sector bancario. En este sentido, merece la pena destacar lo
siguiente:

a) El crédito concedido al sector primario durante los últimos 7 años guarda un


perfecto equilibrio con la aportación de este sector al valor añadido bruto
nacional. Así, con una aportación que ha oscilado entre el 3% y el 4% del valor
añadido bruto, el sector primario ha sido financiado con el 3% - 4% del total
del crédito concedido.
b) El sector industrial, que en los últimos 7 años ha reducido su aportación al
valor añadido bruto en 3pp (desde el 21% hasta el 18%) ha visto reducida
su financiación en mucha mayor medida (10pp), pasando del 26% al 16%.
Así el ratio crédito concedido / valor añadido bruto, que en el año 2000
arrojaba un valor del 124%, ha caído hasta el 89% en 2007. O lo que es lo
mismo, en el año 2000 el sector industrial gozaba de un exceso de finan-
ciación del 24%, mientras que en el 2007 se encontraba con un defecto del
11% (evidentemente, todo ello con respecto a su aportación al valor añadi-
do bruto nacional).
c) El sector constructor ha incrementado tanto su peso en el valor añadido bruto
como en la financiación concedida. Así, y teniendo en cuenta similares crite-
rios que los anteriormente expresados, el sector constructor tenía un exceso de
financiación del 68% en el año 2000, que se ha reducido al 45% en el 2007. En
resumen, este sector ha gozado siempre de superior financiación que su apor-
tación al valor añadido bruto nacional.

72
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

d) Al igual que lo ocurrido en el sector constructor, el sector inmobiliario ha


incrementado tanto su peso en el valor añadido bruto como en la financiación
concedida. Sin embargo, el aumento del peso en la financiación recibida es
muy superior al del crecimiento de su aportación al valor añadido bruto nacio-
nal. Así, el sector inmobiliario muestra un exceso de financiación del 35% en
el año 2000, valor que se dispara hasta el 220% en el año 2007. Dicho exceso
de financiación puede haber contribuido al alza de precios experimentada en
los inmuebles durante los últimos años, en tanto en cuanto una financiación
disponible 3 veces superior al valor añadido que el sector genera podría haber
provocado distorsiones en la adecuada fijación de precios en el mercado inmo-
biliario.
e) Finalmente, el sector servicios ha visto recortada tanto su aportación como la
financiación concedida, pasando de un déficit de financiación del 24% en el
año 2000 a uno del 40% en el 2007.

En resumen, y a la vista de lo anteriormente expuesto, parecería adecuado aquilatar la


política de concesión de crédito de las entidades financieras a las aportaciones de los
diferentes sectores al valor añadido bruto nacional, siempre dentro de un marco de fle-
xibilidad suficientemente amplio como para permitir el adecuado crecimiento de los
sectores más dinámicos. Ello contribuiría a mejorar el grado de exposición al riesgo del
sector bancario y a reducir la inadecuada formación de precios en sectores sobre/infra
financiados.

3.2.5. La inversión crediticia en España versus otras economías Europeas

La relación entre el valor añadido bruto generado por las principales economías de la
UM y la financiación que les conceden las instituciones financieras nos da una idea de
la eficiencia de los diferentes sectores productivos de cada una de las economías que la
componen, por lo menos desde la óptica de los recursos financieros consumidos. En
este sentido, y con las matizaciones que toda gran agregación comporta, cabría decir
que la media europea se sitúa en 2,17 veces, es decir, la financiación concedida es 2,17
veces el valor añadido bruto generado. Así Alemania, con un ratio de 2,09, muestra una
eficiencia de un 4% superior a la media. España y Francia, con valores de 2,22 y 2,20,
se sitúan en torno a la media, con niveles de eficiencia similares. Finalmente, Bélgica,
Portugal y Holanda se encuentran claramente por encima de la media europea, desta-
cando Holanda que, en términos medios, utiliza un 16% más de financiación por uni-
dad de valor añadido generado.

73
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

TABLA 2: RELACIÓN ENTRE LA INVERSIÓN CREDITICIA Y EL VALOR AÑADIDO


BRUTO (MILLONES DE EUROS)

Fuentes: ECB y Elaboración propia.


Notas: Datos de valor añadido bruto anualizados a partir de la información del 2ºS08. Datos de información
crediticia a Septiembre de 2008

La composición de la inversión crediticia del agregado de instituciones financieras den-


tro de los principales países del área Euro muestra marcadas diferencias (ver Tabla 3).
La primera de ellas radica en el ámbito geográfico de la inversión crediticia realizada.
Así, la media de la UM indica que el 58% de la financiación otorgada se ha realizado a
residentes en la zona Euro. Por debajo de dicho valor se sitúan Francia y Bélgica, que
con niveles del 52% parecen mostrar un sector bancario con superior vocación transna-
cional (fuera de la zona Euro). Por el contrario, muy por encima de la media y, por tanto,
con una mayor concentración de la inversión crediticia dentro de Europa, destacan Italia
y España. Especialmente relevante es el caso español que, con un 73% de la inversión
crediticia centrada en Europa, se posiciona como el país con menor exposición fuera de
las fronteras europeas. Probablemente, tal sesgo se encuentre influenciado por el fuerte
peso de las cajas de ahorro dentro de nuestro sistema bancario y la vocación local de
este tipo de entidades.

Entrando en el desglose de la inversión crediticia concedida a residentes en la zona


Euro, el agregado europeo muestra que un 20% del total está conformado por préstamo
a instituciones financieras. Por encima de dicha media se sitúan Alemania, Francia
(ambos con un 23%) y Bélgica, que con un 26% alcanza el valor más elevado. Por deba-
jo de la media se encuentran España, Holanda y Portugal, los tres en el entorno del 12%.
En este sentido, y en el entorno actual de dificultades generalizadas en el sector banca-
rio mundial, el contar con un escaso peso del crédito a instituciones financieras podría
ser considerado como un factor positivo, reduciendo posibles incertidumbres derivadas
de la calidad de la financiación concedida.

En cuanto a la inversión crediticia con destino en las AAPP, la media Europea se


encuentra en el 3% del total. Claramente por debajo se encuentran España y Portugal,

74
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

los dos con valores del 1%. Muy por encima aparecen Italia (6%) y Alemania (5%). Si
bien como consecuencia de las diferentes estructuras administrativas no es posible obte-
ner conclusiones contundentes de dichas cifras, en un entorno generalizado de deterio-
ro de los déficits públicos la menor dimensión de la financiación a las AAPP en España
y Portugal les aportaría cierta ventaja.

Por lo que respecta a la inversión crediticia a residentes con destino a empresas no


financieras y hogares, de nuevo son España (59% del total) y Portugal (57%) lo países
que se han mostrado más dinámicos, muy por encima de la media europea, que se
encuentra en el 34%. Entre otros muchos factores, en el caso español dicho dinamismo
vendría motivado por (1) la vocación local de gran parte de nuestro sistema bancario,
en especial de las cajas de ahorro. La propia naturaleza de dichas instituciones conlle-
va una focalización de su actividad en su ámbito geográfico más próximo, en donde se
encuentran fuertemente implantadas. Y (2) por la acusado crecimiento económico expe-
rimentado por España en los últimos años y, como posteriormente comentaremos, por
la evolución de nuestro sector inmobiliario.

En la financiación a empresas no financieras, de nuevo España se sitúa a la cabeza de


Europa, con una cifra del 30% de la inversión crediticia total. Dicho valor es exacta-
mente el doble del mostrado por la media europea, que a Septiembre del 2008 se situó
en el 15%. También en la financiación a hogares España (28%) se sitúa en la parte alta
de los países europeos, solo superada por Portugal con un 29%. En ambos casos, dichos
valores son consecuencia del alto peso del crédito para la adquisición de vivienda, que
en el caso de España supera la media europea. Así, en un entorno de recesión del sec-
tor inmobiliario como el actual, cabría concluir que tal circunstancia se convierte en una
debilidad de nuestro sistema bancario con respecto a los de otros países europeos. Si
bien ello no deja de ser cierto, cabría realizar las siguientes matizaciones. En primer
lugar, la inversión crediticia con destino la adquisición de vivienda se encuentra, en un
93%, con garantía real, lo que otorga cierta solidez a la misma. En segundo lugar, y bajo
la legislación española, la práctica totalidad del crédito concedido para la adquisición
de vivienda goza, además de garantía real, garantía personal, lo que afianza todavía más
la calidad del crédito. En tercer lugar, la fuerte implantación de nuestro sistema banca-
rio, con una red de oficinas de gran imbricación en el territorio, concede a las entidades
financieras un elevado conocimiento del cliente, con las innumerables ventajas que ello
conlleva.

75
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

TABLA 3: PRÉSTAMO DE LAS INSTITUC. FINANC. DEL ÁREA EURO,


EXCLUYENDO EUROSISTEMA: SERP. 2008 %

Fuentes: ECB y Elaboración propia

76
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.3. MOROSIDAD EN ESPAÑA VERSUS OTROS PAÍSES


DESARROLLADOS

En un modelo de banca eminentemente comercial como el español, enfocado a la cap-


tación de ahorro y a la concesión de préstamos a sus clientes, el principal riesgo al que
se encuentran sujetas las entidades financieras es el riesgo de morosidad. Como vere-
mos más adelante, este riesgo está sujeto a una multiplicidad de factores que pueden
aumentar o disminuir el riesgo de impago de los clientes y que han afectado en la evo-
lución de los índices de morosidad de nuestra historia reciente.

Al aludir a «morosidad», lo hacemos en realidad a los saldos a cobrar dudosos o dete-


riorados (que incluyen no sólo saldos morosos sino saldos así clasificados por razones
distintas a la morosidad), si bien utilizamos esta denominación al ser la de común uso
en el sector financiero.

3.3.1. Evolución de la morosidad en España desde principios de los 90


y comparativa con nuestro entorno

El gráfico adjunto muestra la evolución del ratio de morosidad medio anual de las enti-
dades bancarias en España, desde 1990 hasta la actualidad:

Fuente: elaboración propia con datos del Boletín estadístico del Banco de España

77
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

En el mismo se aprecian tres períodos diferenciados:

– Un primer período, desde 1990 a 1995, de fuerte incremento de la morosidad en el


sistema bancario, alcanzando niveles cercanos al 9%, como resultado de la crisis eco-
nómica de la primera mitad de los años 90.

– Una paulatina recuperación en dicho ratio desde 1995, en línea con la recuperación
económica del país. Dicho proceso alcanza mínimos históricos del 0,6% en este ratio
en la primera mitad de 2007, en un ambiente de reducción y estabilización en los
tipos de interés como consecuencia de la incorporación de España al Euro en 1999.

– Desde el tercer trimestre de 2007, se observa un significativo repunte de la morosi-


dad, derivado del empeoramiento económico general por el agotamiento de un ciclo
económico altamente apoyado en el sector inmobiliario.

Esta evolución se aprecia de forma más clara aún, analizando los porcentajes de creci-
miento anual del PIB en España durante el periodo indicado:

Fuente: Fondo Monetario Internacional. Incluye previsiones de crecimiento hasta 2013.

Otro factor que ha influido en la evolución del ratio de morosidad en los últimos ejer-
cicios ha sido el cambio normativo en relación con la regulación contable que han de
aplicar las entidades de crédito en España. La normativa vigente desde 2005 (Circular

78
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

4/04 de Banco de España) exige un reconocimiento más rápido e intenso de los activos
dudosos que su predecesora. En este sentido, el Informe de Estabilidad Financiera de
Banco de España de Noviembre de 2008 estima que el incremento del ratio de morosi-
dad desde diciembre de 2007 por este motivo está en torno al 10%, y que su importan-
cia relativa crecerá en los próximos trimestres.

La morosidad puede verse afectada tanto por los factores propios de las economías nacio-
nales como por los factores supranacionales, que condicionan los mercados de una mane-
ra global y que pueden afectar de una forma similar a todos los países. Es por ello impor-
tante realizar un análisis comparativo de la evolución de la morosidad en España toman-
do como referencias la evolución media de la misma en el entorno europeo y americano.

A la hora de establecer comparaciones entre distintos países, en especial hasta el año 2005
(año de implantación de las Normas Internacionales de Información Financiera por parte
de todos los Grupos cotizados de la Unión Europea), debe tenerse en cuenta no sólo la dis-
tinta situación económica en los mismos, sino también que las normas para clasificar
como dudoso parte o la totalidad de los saldos con un determinado acreditado, o los cri-
terios existentes para el cálculo de provisiones, no son, en todos los casos, similares.

Fuente: elaboración propia con datos de la FED, FMI y Banco de España.

Como se puede apreciar en el gráfico anterior, si bien los ratios de morosidad españoles
eran superiores a los existentes en Estados Unidos y en el conjunto de Europa durante la

79
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

primera mitad de los 90, su evolución posterior los ha situado en unos umbrales claramen-
te inferiores a los de la media europea y norteamericana durante los últimos 10 años.

Por lo que se refiere a los principales países europeos, el siguiente gráfico muestra la
situación de dichos ratios al cierre del ejercicio 2006.

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España. Abril de 2008

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España. Noviembre de 2008

80
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Si analizamos la evolución del ratio de morosidad medio de la Unión Europea con el ratio de
morosidad español durante los últimos cinco años podemos apreciar como, desde niveles
comparativamente mucho más bajos que la media europea se está produciendo un proceso de
convergencia durante los últimos meses como producto de la situación de los mercados.

3.3.2. Evolución comparativa de la morosidad por principales componentes


de la cartera crediticia, comparativa con nuestro entorno

En los apartados anteriores se ha realizado una revisión de la evolución general de la


morosidad en España y su comparación con el entorno europeo y norteamericano. En
este apartado se procede a realizar un análisis más detallado de la morosidad, diferen-
ciado por los principales sectores de actividad a los que se dirige la inversión crediticia.

Para ello, dicho análisis se centra en el crédito al sector privado nacional, que representa
más del 90% del total de la exposición crediticia a entidades no financieras por parte de
las entidades bancarias españolas (correspondiendo el resto a administraciones públicas
y no residentes).

El crédito al sector privado nacional se desglosa, al 30 de junio de 2008, de la siguien-


te manera.

Fuente: Boletín Estadístico de Banco de España.


Datos de «Otros sectores residentes» a 30 de junio de 2008

81
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Como puede apreciarse, los sectores de actividad con un mayor peso específico en España
dentro del conjunto de la cartera crediticia son las Adquisiciones y rehabilitación de vivien-
das con un 35%, las Actividades inmobiliarias con un 17% y la Construcción con un 8%.

Ha de tenerse en cuenta que en dicho desglose no siempre resulta fácil la adecuada separación
entre Actividades inmobiliarias y Construcción. Por ello, para nuestro análisis se ha optado por
considerar ambos segmentos de forma conjunta. De este modo, los tres sectores sobre los que
se va a centrar dicho análisis son la financiación para la Adquisición de viviendas, los présta-
mos concedidos para las Actividades inmobiliarias y de construcción y el Resto de la cartera,
fundamentalmente constituida por préstamos a la industria y al consumo de los hogares.

El gráfico siguiente muestra la evolución de los ratios de morosidad para cada una de
las actividades mencionadas, así como para el conjunto de la cartera crediticia con el
sector privado residente.

Fuente: Elaboración propia con datos del Boletín Estadístico del Banco de España.

3.3.2.1. Adquisición de vivienda

Tal y como puede apreciarse en el gráfico anterior, la morosidad en el crédito para la


Adquisición de viviendas ha estado prácticamente durante todo el periodo de análisis
por debajo del resto de sectores.

82
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Esto es debido, fundamentalmente, tanto a un modelo de negocio, descrito anterior-


mente en este Informe, orientado al mantenimiento de dichos préstamos en el balan-
ce de la entidad bancaria prestadora (lo que incrementa de forma considerable los
requisitos de concesión aplicados por las entidades españolas, traduciéndose, a modo
de ejemplo, en un «loan-to-value», es decir, ratio de saldo dispuesto en relación al
valor de tasación, medio del 67% al 31 de diciembre de 2007) como a una cultura
muy arraigada en España en relación a la preferencia por disponer de una vivienda
en propiedad, que hace que el pago de los préstamos hipotecarios de primera vivien-
da sea visto por los clientes como una prioridad frente al resto de pagos. También es
importante destacar que en el sistema hipotecario español, por contraposición al sis-
tema norteamericano, la responsabilidad de los clientes poseedores de un préstamo
hipotecario no se agota con la entrega del inmueble que sirve de garantía a la opera-
ción sino que, adicionalmente, se establece por defecto la garantía personal de los
clientes.

El gráfico siguiente muestra en concreto la evolución de la morosidad en el crédito a


esta actividad comparativa con los principales países de nuestro entorno:

Fuente: Asociación Hipotecaria Española

83
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

La evolución de la morosidad en este segmento de actividad está claramente relaciona-


da con el esfuerzo anual teórico de los hogares para atender al pago de sus préstamos
hipotecarios, que se ha venido incrementando a partir del año 1999 como consecuencia
del incremento tanto en el precio de la vivienda como por los tipos de interés de refe-
rencia (Euribor), tal y como podemos apreciar en el siguiente gráfico, que muestra el
porcentaje que de la renta de los hogares supone el pago de la hipoteca (tanto bruto
como neto de su deducción fiscal):

Fuente: Asociación Hipotecaria Española

El repunte de morosidad desde mediados del 2007 está asimismo influido, de forma
evidente, por los incrementos registrados en los niveles de desempleo en dicho período.

Los datos anteriormente mencionados reflejan una calidad de los préstamos hipoteca-
rios para la Adquisición de viviendas, que queda más acentuada si la comparamos con
carteras hipotecarias de países en los que el fenómeno de las hipotecas «subprime» ha
tenido una especial relevancia.

Los denominados préstamos hipotecarios «subprime» son, por contraposición a los


préstamos «prime», operaciones hipotecarias de riesgo y remuneración superior a la
media, que reúnen una o varias de las características siguientes:

84
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

• Los acreditados no han presentado documentación relativa a su nivel de ingre-


sos o esta documentación evidencia una clara temporalidad laboral.

• Los acreditados presentan episodios de morosidad previos que supondrían el


descarte del cliente dentro del sector hipotecario denominado «prime».

• No existencia, normalmente, de garantías adicionales (avalistas) a las de la pro-


pia vivienda.

Estados Unidos ha sido el país en el que más ha crecido en los últimos años el merca-
do hipotecario, en general, y el mercado de las operaciones «subprime», en particular,
por lo que constituye un obligado punto de referencia para evaluar la evolución com-
parada de la morosidad.

Aunque este tipo de operaciones «subprime» representan en la actualidad alrededor de


un 13% de la cartera hipotecaria en EEUU, resulta conveniente realizar las compara-
ciones con el mercado español basándonos sólo en el segmento «prime», de mayor cali-
dad, al ser el más equiparable con el mercado hipotecario español en el que el segmen-
to «subprime» podría considerarse cuantitativamente residual.

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España. Abril de 2008.

85
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

En este sentido, y comparando los ratios de morosidad de las entidades españolas con los
ratios de morosidad de los estadounidenses del segmento «prime», podemos apreciar como
a lo largo de toda la evolución histórica analizada se han mantenido muy por debajo de los
del mercado americano, que se mantienen de forma casi constante cercanos al 2%.

Como se puede apreciar en el gráfico anterior, debido en parte a las altas tasas de morosi-
dad de los préstamos «subprime», por encima siempre del 10%, la media del mercado hipo-
tecario en Estados Unidos se sitúa en todo el periodo en niveles entre el 4% y el 6%. Por
ello, la comparación del ratio de morosidad global en Estados Unidos («prime»+«subpri-
me») con el ratio de morosidad español (que podríamos considerar en términos generales
como «prime») muestra una diferencia todavía más acusada a favor de la española.

Además, tal y como apunta la Asociación Hipotecaria Española, «el mercado hipotecario
español es de clientes y no de operaciones» como sucedería en el mercado norteamericano.
Es decir, no se prima la optimización de la rentabilidad de la operación hipotecaria en parti-
cular por cuanto se pretende establecer una relación de fidelidad y mayor vinculación con el
cliente a largo plazo que revierta en un mayor negocio futuro. Por este motivo, la focaliza-
ción en la calidad de los préstamos ha sido un objetivo prioritario de la banca española que
ha sido antepuesto con frecuencia a la obtención de una mayor rentabilidad de los mismos.

3.3.2.2. Actividades Inmobiliarias y Construcción

Como se puede apreciar en el gráfico siguiente, el incremento de la morosidad en este


segmento de actividad ha sido más acusado en los últimos trimestes que el relativo a
Adquisición y rehabilitación de viviendas.

86
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Esta evolución es consecuencia del significativo descenso en las ventas en el sector


inmobilario producido desde 2007.

En este sentido, cabe destacar que, si bien los concursos de acreedores instados por
empresas inmobiliarias y de construcción vienen representando sólo entre el 20% y el
30% del número total de concursos desde 2004, si atendemos al importe de los mismos
su representatividad asciende al 82% en los tres primeros trimestres de 2008.

3.3.2.3. Resto de crédito al sector privado residente

Por último, el sector denominado «Resto» incluiría, fundamentalmente, tanto los prés-
tamos a las industrias distintas de las inmobiliarias/constructoras como el préstamo al
consumo de los hogares. Este tipo de préstamos suele contar, habitualmente, sólo con
la garantía personal de los clientes (en contraposición a una garantía real que normal-
mente corresponderá a una hipoteca que respalda el pago de la deuda) y presentan un
ratio de morosidad más alto que el relacionado con la vivienda tanto por su perfil de
riesgo mayor como por su mayor propensión al impago frente a variaciones adversas en
el ciclo económico. El siguiente gráfico nos ilustra la evolución del ratio de morosidad
en el resto de sectores excluidos la financiación a los hogares para la adquisición de
viviendas, la actividad inmobiliaria y la construcción.

Como podemos apreciar en el gráfico anterior los sectores que mantienen un ratio de
morosidad medio más elevado durante el periodo de análisis son los sectores de servi-
cios e industria al ser los dos sectores más sensibles a las variaciones en el ciclo eco-
nómico.

87
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

3.3.3. Principales factores determinantes de la morosidad

Tal y como se ha indicado anteriormente, existe una multiplicidad de factores, en


muchos casos relacionados entre sí, que influyen en la variación de la morosidad cre-
diticia.

Los factores más significativos que han determinado la morosidad en nuestro entorno
son los siguientes:

3.3.3.1. Evolución de los tipos de interés

La introducción de España en la Unión Europea marcó el comienzo de un periodo de


gran estabilidad en los tipos de interés y de abaratamiento del dinero que impulsó, en
buena medida, el consumo, en general, y la demanda inmobiliaria, en particular.

El siguiente gráfico muestra la evolución de los tipos oficiales de interés desde 1987 en
los Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la zona Euro.

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España.

Teniendo en cuenta que, en España, el 74% del conjunto de operaciones de crédito


vivas al 31 de Diciembre de 2007 (el 97% en el caso de préstamos concedidos para la
adquisición de viviendas) se encuentran referenciadas a un tipo variable, el incre-

88
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

mento de los tipos desde 2006 ha propiciado tanto un incremento de la morosidad


derivado del incremento de las cuotas de los préstamos como una desaceleración en
la concesión de préstamos, en general, y de préstamos para la construcción y vivien-
da, en particular.

En los gráficos siguientes puede apreciarse el alto grado de correlación existente entre
el incremento de los tipos de interés (cuadro a la izquierda) y el descenso en el ritmo de
concesión de préstamos desde finales de 2006 (cuadro de la derecha):

Fuente: Boletín económico del Banco de España.

3.3.3.2. Tasas de desempleo

La expansión económica y la generación de empleo desde mediados de los años 90 han


sido, en gran medida, los catalizadores del incremento en el consumo y en la adquisi-
ción de viviendas. A sensu contrario, el deterioro gradual del mercado laboral en los
últimos meses ha tenido un efecto directo en el incremento de la morosidad.

Si bien la ya descrita etapa de bonanza económica de los últimos años ha propiciado


un notable incremento de la capacidad económica de las familias y de su acceso al

89
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

mercado de la vivienda, no es menos cierto que este incremento de la demanda ha veni-


do acompañado de un incremento de los precios de la vivienda que ha desembocado
en un significativo aumento del nivel de endeudamiento de las familias y, por ende, de
la vulnerabilidad de las mismas ante oscilaciones negativas en el mercado laboral. El
gráfico siguiente nos ilustra la evolución del número de parados desde el 2002 hasta la
actualidad.

Fuente: INE

Puede apreciarse como, a pesar de los repuntes que se producen anualmente como con-
secuencia de la finalización del periodo estival, la estabilidad en el empleo ha sido una
constante hasta el ejercicio 2007, momento en el que se produce un significativo incre-
mento en el número de parados.

Un buen indicador del impacto de la crisis en el empleo lo facilita el significativo incre-


mento en el número de concursos de acreedores registrados en España en los últimos
tiempos.

90
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Fuente: elaboración propia con datos INE.

Dicho incremento se ha producido asimismo en el importe medio de dichos concursos.


La evolución del tamaño de las empresas declaradas en concurso durante estos años ha
sido como se muestra a continuación:

Fuente: elaboración propia con datos INE.

91
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

3.3.3.3. Aumento de la cartera crediticia y desfase entre la misma


y la aparición de la morosidad

Una época expansionista en la inversión crediticia lleva también aparejado un incre-


mento de los activos dudosos que, no obstante, presenta un retraso natural en su apari-
ción respecto de aquella. El siguiente gráfico nos muestra el crecimiento porcentual del
crédito en España desde 1990 hasta la actualidad diferenciando, asimismo, su creci-
miento por los préstamos concedidos con garantía hipotecaria y resto.

En el mismo pueden apreciarse dos aspectos fundamentales:

• El crédito con garantía hipotecaria (incluyendo no sólo la adquisición de vivien-


da de particulares, sino cualquier otro tipo de línea con este tipo de garantía), que
en España supone el 57% de la cartera total al 30 de junio de 2008, ha venido
registrando tradicionalmente crecimientos porcentuales superiores a los del con-
junto de la cartera.

• El crecimiento anual del conjunto de la cartera se ha venido produciendo cerca


o por encima del 15% desde 1998, alcanzando cotas superiores al 20% desde
2005 a 2007.

92
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.3.4. Previsiones de morosidad en España y principales países


del entorno

La evolución de la morosidad en los próximos años dependerá, en buena medida, de la


evolución de las variables mencionadas con anterioridad.

En este sentido, en Octubre de 2008, se ha producido un cambio en la tendencia alcis-


ta de los tipos de interés, tras la decisión del Banco Central Europeo de rebajar en medio
punto los tipos de interés de referencia. Este acontecimiento puede ser el preludio de
posteriores bajadas en los tipos que consigan reducir la presión financiera de los pres-
tatarios.

Por otro lado, la evolución del mercado laboral vendrá marcada, entre otros aspec-
tos, por la capacidad del sistema bancario de recuperar la liquidez en los próximos
meses y, por tanto, de reactivar los mecanismos de financiación a las empresas que
ayude a revertir la tendencia en la destrucción de empleo manifestada en los últimos
meses.

3.3.5. Instrumentos de gestión de la morosidad

El repunte de la morosidad en los últimos meses ha propiciado la activación de diver-


sas medidas por parte de las entidades financieras encaminadas a combatir o mitigar los
efectos de la misma sobre sus estados financieros. Así, la morosidad trae consigo, no
sólo la necesidad de realizar provisiones específicas para reflejar la insolvencia de los
acreditados sino también la interrupción del devengo de intereses de aquellos préstamos
clasificados como dudosos y que tiene su reflejo en la consecución de un menor mar-
gen financiero por las entidades.

Las principales medidas correctoras implantadas por las entidades financieras pueden
agruparse del siguiente modo:

3.3.5.1. Potenciación de los departamentos de seguimiento y recobro

Las actividades de recobro y recuperación de activos dudosos se han convertido en los


últimos tiempos en una de las mayores prioridades de las entidades bancarias en
España. De esta manera, una gestión eficiente y temprana de los impagados con una
antigüedad inferior a tres meses puede impedir la clasificación de este tipo de présta-

93
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

mos como dudosos por razón de su morosidad. En este sentido, es importante destacar
que el sistema bancario español, a diferencia de otros modelos, se basa en una gran cer-
canía y conocimiento del cliente, a través de una red de oficinas de gran capilaridad, que
facilita, en gran medida, las gestiones de recobro. Asimismo, las entidades han reforza-
do sus equipos de recuperaciones de préstamos para poder atender de una manera
mucho más inmediata los, por otro lado, más frecuentes episodios de impago de sus
clientes.

3.3.5.2. Adquisición de activos inmobiliarios

Las adjudicaciones o las donaciones en pago se han convertido en los últimos meses
en un método alternativo para evitar la morosidad de los clientes. En estos casos, la
entidad financiera adquiere activos inmobiliarios como contraprestación de un prés-
tamo concedido evitando así su inclusión dentro de la cartera dudosa y, anticipando
en muchos casos, la previsible incapacidad de los prestatarios para devolver los pres-
támos obtenidos mediante la amortización ordinaria de sus cuotas. Las entidades
españolas deberían utilizar este mecanismo de forma muy selectiva, centrándose
solo en activos inmobiliarios que cuenten con un elevado grado de liquidez. De no
ser así, podría producirse un efecto de acumulación de activos inmobiliarios por
parte de las entidades financieras, que elevaría su exposición al riesgo de la evolu-
ción del valor de dichos activos, así como a la gestión de un tipo de activos que no
conforma su actividad originaria.

3.3.5.3. Venta de carteras dudosas

Si bien todavía la venta de carteras dudosas mediante la vía de la cesión de créditos no


se ha extendido ampliamente en el mercado español, el nuevo entorno económico puede
propiciar su desarrollo como instrumento de gestión alternativa de la morosidad. A tra-
vés de la venta de carteras dudosas las entidades financieras obtienen liquidez inmedia-
ta por las carteras deterioradas a la vez que liberan recursos administrativos derivados
de los procesos de recuperación y recobro. Este tipo de operaciones conllevan, en todos
los casos, un importante descuento por parte de las entidades financieras respecto al
importe nominal de las operaciones objeto de cesión.

94
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.3.6. El sistema español de provisiones

3.3.6.1. Antecedentes del modelo actual de provisiones español

El sistema español de provisiones para insolvencias ha sido históricamente regulado por


Banco de España intentando obtener siempre el equilibrio necesario entre la protección
de los depositantes y la estabilidad patrimonial de las entidades de crédito. En este sen-
tido, se pronunciaba Banco de España en 1992 afirmando que «es importante recordar
el hecho de que la banca invierte (precisamente, en créditos, sobre todo) fondos ajenos,
con lo que una inadecuada gestión de los mismos puede poner en peligro su estabili-
dad y devolución, con el consiguiente perjuicio para terceros. No es sólo pues a la
gerencia de la entidad a quien corresponde la toma de medidas que hagan efectiva la
cobertura de posibles insolvencias. La autoridad monetaria debe saber buscar un justo
equilibrio entre la libertad de empresa y la previsión de riesgos, de manera que, esta-
bleciendo unas mínimas (aunque suficientes) exigencias en este sentido, procure la máxi-
ma seguridad de los ahorradores que hayan confiado sus fondos al sistema bancario».

Este espíritu tuvo un especial reflejo en la normativa contable emitida por Banco de
España en nuestra historia reciente a través de la emisión de la Circular 4/1991 de
Banco de España, la cual introdujo un marco de provisiones específicas y genéricas de
insolvencias que sería más tarde complementado mediante la implantación de un Fondo
Estadístico para la Cobertura de Insolvencias (FONCEI) en 1999. El fondo genérico
anteriormente mencionado, implicaba la dotación de un 1% del total de las inversiones
crediticias, valores de renta fija y pasivos contingentes. Este porcentaje se reducía al
0,5% para determinados créditos hipotecarios. Por su parte, el FONCEI se constituía
cargando cada ejercicio en la cuenta de pérdidas y ganancias una estimación de las
insolvencias globales latentes en las diferentes carteras de riesgos homogéneos. Las
entidades debían estimar las provisiones a realizar mediante métodos de cálculo basa-
dos en su propia experiencia de impagos y en las expectativas de pérdidas por catego-
rías homogéneas del riesgo crediticio, teniendo en cuenta la calidad de los diferentes
tipos de contrapartes, las garantías constituídas y su valor recuperable, la vida de las
operaciones cuando ello fuese relevante, y la evolución futura del riesgo en función de
los cambios previsibles de la coyuntura a medio y largo plazo.

Los métodos de cálculo utilizados para ello debían formar parte de un sistema ade-
cuado de medición y gestión del riesgo de crédito, y usar una base histórica que abar-
case un ciclo económico completo. Estos métodos de cálculo debían ser verificados
por los Servicios de Inspección del Banco de España. Alternativamente, Banco de

95
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

España ofrecía una serie de coeficientes a aplicar al riesgo crediticio que, en la prác-
tica, se convirtieron en un baremo de común aceptación y utilización por las entida-
des financieras.

Aunque la creación de este fondo genérico estuvo avalada por la posibilidad incluida
por la Directiva 86/635/CEE sobre cuentas bancarias en su artículo 37, esta provisión,
así como el fondo complementario creado posteriormente (FONCEI) no estuvieron
exentos de polémica entre aquellos partidarios del mantenimiento exclusivo de provi-
siones específicas y aquellos que consideraban que la provisión genérica de insolven-
cias así como el FONCEI aportaban un marco de prudencia contable necesario en un
entorno bancario sujeto a múltiples riesgos.

En 2004, el Banco de España emitió la Circular 4/2004, actualmente en vigor, en la que


se establecía la actual provisión específica y genérica de insolvencias así como la nueva
provisión a realizar por activos subestándar.

El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez se refería a la


mencionada Circular 4/2004 en su discurso de 9 de octubre de 2008 estableciendo que
«las normas internacionales de contabilidad han sido incorporadas a nuestra regula-
ción por la circular del Banco de España 4/2004, en la que se hizo un notable esfuer-
zo por mantener criterios de prudencia en aquellos ámbitos en los que dichas normas
permitían varias opciones.

Un ejemplo claro de ello es la normativa en materia de provisiones por riesgo de cré-


dito que, por una parte, establece los criterios que determinan las provisiones que
deben realizarse en relación con las pérdidas incurridas e identificables en operacio-
nes concretas. Y por otra, establece la necesidad de hacer provisiones para cubrir las
pérdidas, también incurridas e inherentes a la cartera, pero todavía no identificables
de manera individualizada.

Desde un punto de vista conceptual, estas provisiones reflejan el hecho de que, para
los sistemas bancarios, los riesgos tienden a acumularse a lo largo de los ciclos
expansivos, y a manifestarse cuando estos se acaban, es decir, tienen que ver con el
comportamiento procíclico que caracteriza a los mercados financieros. El sistema
está diseñado de tal modo que ha obligado a las entidades a constituir fondos que
les permitirán absorber el impacto de un potencial incremento de las provisiones
específicas.»

96
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.3.6.2. Tipos de provisiones contemplados en la normativa actual

La actual normativa bancaria española sobre provisiones para insolvencias establece


dos categorías fundamentales de insolvencias: provisión específica y provisión genéri-
ca de insolvencias.

Banco de España ha establecido la necesidad de que las entidades generen sus propios
modelos internos de cálculo de provisiones, tanto específicas como genéricas, en base
a su experiencia histórica si bien, de forma alternativa, ofrece una guía de cálculo para
ambas que pueden ser adoptadas por las entidades en ausencia de un módelo interno de
cálculo.

La provisión específica de insolvencias sería aquella provisión que es dotada por las
entidades sobre activos clasificados como dudosos, bien por el mero transcurso del
tiempo desde el momento del impago del crédito en función de unos porcentajes prees-
tablecidos por Banco de España (causas objetivas), o bien por la concurrencia de facto-
res (causas subjetivas) que hacen dudar de la capacidad de pago del acreditado aun
cuando esta no se ha puesto de manifiesto todavía mediante el impago de las cantida-
des adeudadas. Ejemplos de este tipo de factores o causas serían la inadecuada estruc-
tura patrimonial de un acreditado o la presentación de un concurso de acreedores.

La provisión genérica cubre, según la Circular, «las pérdidas inherentes de los instru-
mentos de deuda no valorados por su valor razonable con cambios en la cuenta de pér-
didas de pérdidas y ganancias, así como de los riesgos contingentes, clasificados como
riesgo normal teniendo en cuenta la experiencia histórica de deterioro y las demás cir-
cunstancias conocidas en el momento de la evaluación. A estos efectos, las pérdidas
inherentes son las pérdidas incurridas a la fecha de los estados financieros, calculadas
con procedimientos estadísticos, que están pendientes de asignar a operaciones con-
cretas».

El Banco de España, «sobre la base de su experiencia y de la información que tiene del


sector bancario español, ha determinado que el método e importe de los parámetros que
las entidades deberán utilizar para el cálculo de los importes necesarios para la cober-
tura de las pérdidas por deterioro inherentes en los instrumentos de deuda y riesgos con-
tingentes clasificados como riesgo normal, que estén registrados en las entidades espa-
ñolas o correspondan a operaciones a nombre de residentes en España registradas en los
libros de entidades dependientes extranjeras, es el que se desarrolla en el siguiente apar-
tado».

97
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

El método establecido por Banco de España se basa en la estratificación de la cartera


crediticia en seis grupos diferenciados por su perfil de riesgo (sin riesgo apreciable, ries-
go bajo, riesgo medio-bajo, riesgo medio, riesgo medio-alto y riesgo alto) a los que les
son aplicables unos parámetros alfa y beta incrementables (a mayor riesgo mayor coe-
ficiente de provisión que, según el Banco de España, tienen en cuenta la pérdida inhe-
rente histórica y los ajustes para adaptarlos a las circunstancias económicas actuales).
Las dotaciones así calculadas son minoradas por el importe de la dotación neta para
cobertura específica global realizada en el periodo.

Por otro lado, Banco de España creó una nueva categoría de activos denominados
«subestándar» los cuales, sin concurrir las circunstancias necesarias para ser considera-
dos como activos dudosos, pertenecen a colectivos con dificultades que deben ser pro-
visionados en un importe al menos superior del que les correspondería en el caso de ser
considerados como activos corrientes mediante la cobertura genérica de insolvencias.
Esta provisión, respetanto el límite mínimo mencionado anteriormente, debe arrojar
unos importes similares a la diferencia entre el importe registrado en el activo para
dichos instrumentos y el valor actual de los flujos de efectivo que se espera recuperar,
descontados al tipo de interés contractual medio. Este tipo de provisión por activos
subestándar también es de aplicación para aquellos riesgos que no se encuentren ade-
cuadamente documentados y sean superiores a 25.000 euros para los que se dotará una
provisión del 10% de su importe dispuesto.

3.3.6.3. Importancia relativa de las provisiones específicas y genéricas


de insolvencias

Tal y como podemos apreciar en el siguiente gráfico, el peso de las provisiones genéri-
cas de insolvencias, ha sido un factor determinante en el amplio ratio de cobertura
(Provisiones para Insolvencias/Activos dudosos) alcanzado en el sistema bancario espa-
ñol, como consecuencia de su dotación en los periodos de mayor expansión crediticia,
máxime si lo comparamos con la media europea:

98
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera. Abril 2008 de Banco de España (pag. 28)

Las provisiones genéricas, también denominadas provisiones anticíclicas, tienen como


característica común que su periodo de generación coincide con las fases de mayor cre-
cimiento económico y menores niveles de cobertura específica. Esto es así dado que se
aplica sobre la cartera considerada como «normal» y que, en su dotación anual, son
siempre minoradas por el importe de las dotaciones netas específicas para insolvencias.
En este sentido, se puede afirmar, que la provisión genérica interactúa con la provisión
específica de modo que, en los periodos en los que existe un bajo nivel de dotaciones
específicas para insolvencias y existe un incremento de la cartera crediticia, las dota-
ciones genéricas para insolvencias suponen un volumen significativamente mayor a las
específicas. A sensu contrario, en los periodos en los que se produce un alto nivel de
provisiones específicas y un bajo crecimiento de la cartera crediticia, el volumen de las
dotaciones a las provisiones genéricas es significativamente menor pudiendo, incluso,
llegar a ser negativo.

El efecto combinado de las provisiones específicas y genéricas de insolvencias comen-


tadas anteriormente, trae como consecuencia la existencia de un importante esfuerzo de
dotación de provisiones, incluso en períodos en los que la morosidad se encuentre en
niveles bajos, si los crecimientos de la cartera crediticia son significativos. El siguiente
gráfico ilustra la evolución de las dotaciones netas de insolvencias sobre los activos
totales medios de Bancos y Cajas de Ahorros.

99
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Fuente: elaboración propia con datos de AEB, CECA y Banco de España.

Como puede apreciarse en el gráfico anterior, las dotaciones netas para insolvencias
sobre activos netos se incrementaron significativamente durante los años 2001 a 2004,
a pesar de que los ratios de morosidad se situaron en mínímos históricos, tal y como se
ha descrito anteriormente. Esto es debido al efecto anticíclico que las antiguas provi-
siones estadística y genérica de insolvencias producían en la cuenta de resultados. En el
2004 y 2005 se aprecia un descenso en las dotaciones netas como resultado de la
implantación de la nueva Circular 4/2004 de Banco de España y su menor exigencia en
relación a la cobertura genérica de insolvencias. A partir del 2005 las dotaciones netas
siguen aumentando hasta el 2007 de forma correlativa a los incrementos exponenciales
de la inversión crediticia durante ese periodo.

La misión estabilizadora de la provisión genérica en periodos de crisis anterior-


mente mencionada, es resaltada por el Banco de España en su Informe de
Estabilidad Financiera de noviembre de 2008, al afirmar que 1a «existencia de un
elevado fondo de insolvencias, consecuencia de una provisión genérica exigente en
la anterior fase expansiva del ciclo, hace que el aumento de la morosidad haya teni-
do un reflejo anticipado y progresivo en los resultados de las entidades de depósito
españolas. De esta forma, las entidades pueden hacer frente a un deterioro signifi-
cativo de la morosidad sin que las cuentas de resultados se vean tan negativamente
afectadas como sería el caso en ausencia de un sistema de provisiones como el
mencionado».

100
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.3.6.4. Ejercicios de stress-tests

Las provisiones de insolvencias no están destinadas para la cobertura de los saldos


dudosos de clientes, sino de las pérdidas que puedan derivarse de estos. Como es sabi-
do, no todo el importe clasificado como dudoso en un momento puntual se materializa
en una pérdida final para la entidad financiera, dado que una parte de los mismos ter-
mina recuperándose posteriormente ante una mejora de la situación del prestatario o
mediante la ejecución de las garantías que cubran, en su caso, el riesgo.

La tabla adjunta, muestra un ejercicio de Stress testing en relación a la cobertura de la


morosidad en España. Ante hipótesis de que la morosidad al 30 de junio de 2008 hubiera
alcanzado el 5% (tres veces superior al dato real a esa fecha, que ascendía al 1,6%) y el 9%
(ratio máximo alcanzado en los últimos 20 años) con un porcentaje de pérdida estimada
(LGD), del 25% o del 50%, para cada una de ellas, se analiza qué porcentaje de dichas pér-
didas estimadas estaría ya cubierto con las Provisiones existentes a dicha fecha.

Fuente: elaboración propia con datos de AEB, CECA y Boletín estadístico del Banco de España.

Así, como puede apreciarse, incluso si al 30 de junio de 2008 la morosidad hubiera estado
en un nivel del 5% y sólo se recuperara un 50% de los importes clasificados como dudo-
sos (hipótesis conservadora, dado el elevado peso de la cartera con garantía hipotecaria en
España), ello supondría unas pérdidas estimadas de 42.439 millones de euros para el siste-
ma bancario (1.697.576 x 5% x 50%), que se encontrarían cubiertas ya en un 80% tan sólo
con las provisiones existentes a dicha fecha (33.933 millones de euros).

101
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Del mismo modo, si la pérdida estimada estuviera en un rango del 25%, las provisiones
existentes al 30 de junio de 2008 cubrirían ya un 89% de dichas pérdidas estimadas aún
en el supuesto de una morosidad del 9% (máximo histórico de los últimos 20 años en
España).

En ambos casos, sólo con que las entidades de crédito en España incrementaran su saldo
de provisiones en la segunda mitad de 2008 y en 2009 en un importe similar al regis-
trado en los últimos ejercicios (entre 2.000 y 3.000 millones de euros al semestre), el
100% de dichas pérdidas esperadas estarían cubiertas al 31 de diciembre de 2009 sin
necesidad de esfuerzos adicionales para las entidades bancarias españolas.

3.4. LA FINANCIACIÓN DEL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL

Como en otros aspectos, la financiación del sistema bancario español está muy vincu-
lada al modelo de negocio imperante en el mercado español (ver apartado 3.1), basado
en una banca comercial muy capilar y orientada al cliente. Así, tradicionalmente, la
fuente principal de financiación del sistema han sido los depósitos de los clientes (a la
vista y a plazo), que han tenido una evolución muy estable en el tiempo, pues han sido
históricamente uno de los principales vehículos de ahorro.

No obstante, el desarrollo de los mercados financieros y la aparición de otros produc-


tos, ha motivado que los clientes hayan diversificado sus productos de ahorro (fondos
de inversión, de pensiones, inversiones en bolsa y otros) en detrimento de los depósi-
tos. Aunque estos nuevos productos han tenido un crecimiento muy significativo en la
cartera de ahorro de los españoles desde finales de los años noventa hasta el momento
actual, los depósitos han mantenido una evolución muy estable.

Sin embargo, a pesar de la estabilidad y recurrencia de los depósitos, el fuerte creci-


miento del crédito, que se ha más que triplicado desde el año 2000, ha hecho que las
entidades financieras españolas, como otras de su entorno, hayan acudido a los merca-
dos mayoristas que han visto aumentado de forma significativa su peso relativo en la
estructura del pasivo de las entidades. Aun así, hay que destacar que la mayor parte del
crédito se sigue financiando con depósitos, habiéndose incrementado esta tendencia en
los últimos meses donde se ha producido un incremento significativo de la captación de
depósitos.

102
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.4.1. Evolución y características de las fuentes de financiación

Para analizar la evolución de la estructura de la financiación ajena de las entidades


financieras hemos centrado el análisis en las siguientes tres partidas básicas; financia-
ción interbancaria, depósitos de clientes y mercados mayoristas (valores negociables y
deuda subordinada). A continuación se comenta de forma individualizada la evolución
de cada una de estas partidas en los últimos años.

3.4.1.1. Evolución de los depósitos de clientes


Como se ha comentado antes, esta partida ha sido y continúa siendo la principal fuente de
financiación de las entidades, pues representa el 55,5% y el 50,7% del pasivo de las entida-
des financieras al 31 de diciembre de 2000 y al 30 de junio 2008. Este porcentaje baja hasta
el 46-47% si se tienen en cuenta las cédulas hipotecarias que se contabilizan como depósitos.

En cuanto a la evolución de los distintos productos, solo es destacable un ligero trasva-


se de fondos desde los productos a la vista a los productos a plazo, motivado muy pro-
bablemente por cuestiones de rentabilidad y por tratarse de saldos a fin de ejercicio
influidos en ocasiones por las campañas comerciales de las entidades.

Adicionalmente, cabe destacar que en 2008 esta partida crece más aún que el balance
total de las entidades (en los últimos meses de 2008 los depósitos a plazo del sector pri-
vado están creciendo un 30%), debido al descenso en la demanda de crédito y al esfuer-
zo comercial realizado por las entidades, que pone de manifiesto la capacidad de estas
para adaptar su oferta de productos a las necesidades y exigencias del mercado en cada
momento, sobre la base de un modelo de negocio basado en la proximidad al cliente y
una cuota de mercado muy fuerte en la distribución de otros productos de ahorro no típi-
camente bancarios como fondos de inversión o seguros de vida.

3.4.1.2. Financiación interbancaria


El peso relativo de la financiación interbancaria neta (activo menos pasivo) se ha man-
tenido estable en el periodo 2000-2008. No obstante, cabe destacar dos aspectos sobre
la evolución y los factores que afectan a esta partida:

– En primer lugar hay que tener en cuenta que el saldo neto es acreedor debido princi-
palmente al efecto del negocio de las sucursales de entidades extranjeras cuyo acti-
vidad fundamental (sindicados, project finance etc..) consiste en prestar y financiar-
se en el interbancario, principalmente con sus casas matrices.

103
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

– En segundo lugar sí se ha observado, sobre todo desde 2007, un peso creciente de la


financiación recibida del BCE, que se ha intensificado en 2008. La crisis internacio-
nal de liquidez que se inició a mediados de 2007, ha hecho que las entidades espa-
ñolas, como las de su entorno, hayan aumentado el préstamo neto que reciben del
BCE, en detrimento de las operaciones con otras entidades.

La financiación neta recibida del BCE se situó en junio de 2008 en el 1,39% del total
balance frente al 1,33% al cierre del ejercicio 2007 (fuente: Informe Estabilidad
Financiera noviembre 2008 del Banco de España). Además, de suponer un pequeño por-
centaje de la financiación ajena de las entidades, este peso está muy por debajo del peso
relativo de España en el Eurosistema en términos de PIB agregado o del peso del sec-
tor financiero español. Este hecho, se acentúa si se considera la liquidez que el
Eurosistema ofrece en las diferentes divisas y no solo la financiación en euros.

3.4.1.3. Financiación en los mercados mayoristas

Esta fuente de financiación ha pasado de representar el 4% al 31 de diciembre de 2000 a


representar un 24% aproximadamente al 30 de junio de 2008 (sin considerar financiacio-
nes subordinadas y considerando las cédulas hipotecarias que se contabilizan como depó-
sitos a plazo y los bonos de titulización emitidos). En cuanto a la financiación subordina-
da, ha mantenido su peso relativo en torno al 3% del pasivo de las entidades.

El acceso a los mercados mayoristas ha permitido a las entidades españolas financiarse a


largo plazo renunciando a una financiación más barata a corto plazo, pero diversificando
sus fuentes de financiación al tiempo que las han dotado de mayor flexibilidad y estabili-
dad y por otro lado ha permitido financiar el fuerte crecimiento del crédito asociado a un
ciclo de crecimiento económico, sin muchos precedentes en nuestra economía.

La financiación en estos mercados se ha realizado a través de un amplio abanico de pro-


ductos que incluyen las emisiones de bonos y obligaciones, pagarés, financiación sub-
ordinada y por último, a través de bonos de titulización y cédulas hipotecarias, habién-
dose convertido en uno de los productos de referencia de nuestro sistema, con creci-
mientos, en los últimos 4 años en tasas anuales acumulativas superiores al 40%.

El cuadro siguiente muestra los saldos vivos de las emisiones en los mercados mayo-
ristas de las entidades financiaras de nuestro sistema para el periodo 2005-2007
(Fuente: Informe Estabilidad Financiera, abril 2008):

104
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

105
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Además en 2008, a pesar de las dificultades del mercado, las entidades españolas han
sido capaces de colocar unos 36.000 millones de euros (22.000 millones en deuda finan-
ciera y 14.000 en cedulas hipotecarias), hecho significativo tanto por los volúmenes
como por el hecho de que un amplio numero de entidades accedieron al mercado (fuen-
te: Informe Estabilidad Financiera: noviembre 2008).

Como se analiza en el apartado 3.4.3, el auge de las titulizaciones se ha fundamentado


en la elevada calidad de los activos titulizados y en las ventajas que para las entidades
y los inversores suponen este producto, habiendo permitido obtener financiación a largo
plazo a precios competitivos, incluso menor del que correspondería al rating del origi-
nador. En el apartado 3.4 3 se analiza en detalle cuales han sido las características prin-
cipales de la titulización en España.

El siguiente cuadro muestra la evolución del peso de la financiación obtenida en los


mercados mayoristas por las instituciones financieras de la Eurozona, Alemania,
España, Francia e Italia obtenida a partir de la información estadística publicada por el
Banco Central Europeo.

Fuente: Banco Central Europeo (Balance de situación agregado de instituciones financieras)

Como se observa en el cuadro anterior el crecimiento de la financiación captada en los


mercados mayoristas por las entidades españolas, aunque ha crecido de forma rápida
desde 2003, no nos sitúa en niveles distintos al de los países de nuestro entorno.

106
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.4.2. Otras consideraciones sobre la financiación de las entidades


de crédito españolas

Una vez analizados los cambios ocurridos en la estructura de la financiación ajena de


las entidades, se hace necesario analizar otra serie de factores o consideraciones y com-
parar lo que ha ocurrido en el sistema financiero español con lo ocurrido en otros paí-
ses de nuestro entorno. Sin duda este análisis permitirá valorar de forma más acertada
estos cambios, que como hemos visto en el apartado anterior han venido motivados por
el fuerte crecimiento del crédito y la imposibilidad de financiar completamente este cre-
cimiento a través de los depósitos de los clientes.

3.4.2.1. Evolución del crédito vs depósitos

Hasta el 2002 los depósitos habían sido suficientes para financiar la actividad crediticia
de las entidades, aunque en los años 2000 a 2002 ya se movían en cifras muy similares,
pero como ya se ha comentado desde el ejercicio 2003 el fuerte crecimiento del crédi-
to y también el desplazamiento del ahorro a otros productos, hizo que las entidades
tuvieran que acudir a otras fuentes de financiación. No obstante la contención del cré-
dito desde el segundo semestre de 2007 ha hecho que el ratio se haya mantenido esta-
ble y que durante este ejercicio los créditos crecieran de forma similar a los depósitos
en 2007. Ya en 2008, el esfuerzo comercial de las entidades en la captación de depósi-
tos, ha hecho que este indicador comience a descender, como se observa en los cuadros
siguientes, tanto si atendemos a las cifras de actividad en España como a las de
Negocios totales, como se aprecia en los dos cuadros siguientes.

Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España

107
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Fuente: Fuente: Banco de España

No obstante, si analizamos la evolución de esta magnitud en otros sistemas finan-


cieros de nuestro entorno, no se aprecia que la evolución de este parámetro en las
entidades españolas sea un factor diferenciador de la banca española, sino que ha
sido un fenómeno generalizado. Para comparar el cuadro siguiente con el anterior
hay que considerar que este último se refiere a negocios totales de la banca españo-
la, mientras que el siguiente está elaborado con estadísticas del BCE sobre contribu-
ción nacional al balance agregado de las instituciones financieras de la zona Euro.

Fuente: Banco Central Europeo (Balance de situación agregado de entidades financieras)

108
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.4.2.2. Apalancamiento y Solvencia

Hemos analizado la evolución de las fuentes de financiación ajena y los distintos fac-
tores que han influido en ella, pero no se puede concluir sobre ello, considerando sólo
su evolución en términos absolutos y la tipología de los productos utilizados. Una vez
más es necesario realizar alguna reflexión de tipo cualitativa sobre este endeuda-
miento y para ello analizar el nivel de apalancamiento y la solvencia de las entidades,
y sin perder de vista como comparan estos parámetros con el de otras entidades de su
entorno.

Seguramente puede haber muchas formas de medir o determinar el nivel de apalan-


camiento de las entidades financieras, no obstante, lo relevante es comparar este
ratio entre las distintas entidades para poder determinar aquellas que están más
expuestas.

Adicionalmente no se puede hablar de solvencia sin hablar de riesgo, en tanto que


conceptualmente podríamos definir de forma sencilla e intuitiva la solvencia como
la cantidad de recursos propios (capital regulatorio) que una entidad tiene para hacer
frente a sus riesgos, medidos éstos en términos de activos ponderados por riesgo (de
acuerdo con unas convenciones establecidas en la normativa vigente, y que en
España y en los países de nuestro entorno están definidas por el Acuerdo de Capital
de Basilea) o por sus activos totales, parámetro que en los últimos tiempos ha adqui-
rido mayor relevancia ante la dificultad de medir los riesgos en el entorno actual de
mercado.

Si utilizamos como método de medición del apalancamiento el porcentaje que el


capital y las reservas menos el fondo de comercio suponen sobre el total activo
menos fondos de comercio, de forma que cuanto más alto sea éste menos apalan-
camiento supone, las grandes entidades españoles presentan los niveles más bajos
de apalancamiento, cercano al 4%, sólo superadas por los grades grupo financie-
ros italianos, algo superior al 4%, situándose los principales grupos de otros paí-
ses europeos (Alemania, Reino Unido, Suiza, Francia y Bélgica) muy por debajo
del 3%.

En cuanto a solvencia los recursos propios sobre total activo sin ponderar se sitúan en
el 7%, habiendo permanecido estable en los últimos años, y en el 6% si sólo se consi-
dera el «core capital» o Tier 1.

109
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Fuente: Banco Central Europeo (Balance de situación agregado de entidades financieras)

3.4.3. Titulizaciones

Aunque estas operaciones se iniciaron en los años 70 en los Estados Unidos, en los últi-
mos años la titulización de activos ha sido uno de los principales productos de la inno-
vación financiera. Este proceso de innovación ha hecho que tanto los activos objeto de
titulización como las estructuras a través de las que se realiza el proceso se hayan ido
sofisticando de forma extraordinaria. Como hemos visto en los apartados anteriores, la
titulización se ha convertido en España en uno de los productos más utilizados por las
entidades financieras para captar financiación.

La titulización posibilita la transformación de un conjunto de activos financieros con


poca liquidez en otros activos financieros negociables, líquidos y con unos flujos de
caja determinados. El éxito de este producto se ha debido a factores diversos que están
relacionados con las ventajas que suponen para las entidades (emisores o cedentes) al
permitirles captar financiación a precios atractivos al tiempo que diversifican sus fuen-
tes de financiación, y para los inversores una oferta de productos que ofrecen nuevas
combinaciones de rentabilidad y riesgo.

A pesar del auge generalizado de las titulizaciones en muchas de las economías desarro-
lladas, existen diferencias muy relevantes entre el proceso de titulización que se ha
seguido en España del seguido en otros países de nuestro entorno. Estas diferencias se
sustentan en los objetivos perseguidos por las entidades al titulizar, en el papel de los
diferentes agentes intervinientes, así como en la calidad crediticia de los activos tituli-
zados (más del 80% del saldo vivo tiene garantía hipotecaria).

110
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.4.3.1. Principales características de la titulización de activos

Agentes intervinientes

El proceso de titulización puede llevarlo a cabo cualquier tipo de empresa, aunque nor-
malmente lo desarrollan entidades financieras por su capacidad para generar activos
financieros. En España el 99,5% del saldo vivo al 31 de diciembre de 2007 de opera-
ciones de titulización corresponden a entidades financieras (bancos, cajas, cooperativas
de crédito y establecimientos financieros de crédito), siendo esto también una diferen-
cia de la Titulización en España donde los activos titulizados han sido mayoritariamen-
te originados por entidades que operan en un sector regulado y sometido a un sistema
de regulación prudencial que se describe en el capítulo 3.5 de este estudio.

En los procesos de titulización participan una variedad de agentes que incluyen el ori-
ginador (entidad que es propietaria de los activos a titulizar), el administrador encar-
gado de recibir y transferir los flujos de los activos titulizados así como hacer segui-
miento de la calidad crediticia de los activos (que puede ser o no el propio origina-
dor), el vehículo (SPV o SPE) o entidad con personalidad jurídica o no que recibe los
activos y emite los pasivos financieros que se colocarán en el mercado y la sociedad
gestora (solo en aquellas operaciones y jurisdicciones donde el vehículo no tiene per-
sonalidad jurídica) responsable de vigilar los pagos a los inversores y de que se obser-
ven las normas relativas a la operación. Además, de estos agentes principales, en las
operaciones de titulización intervienen un estructurador que diseña la operación,
garantes o proveedores de liquidez, un gestor de activos en aquellos estructuras que
requieren una gestión activa de su cartera, la contraparte de los derivados contratados
para mitigar los riesgos financieros de la estructura, las agencias de calificación y por
último los inversores.

Tipos de titulización

Como ya se ha mencionado, el proceso de titulización consiste en transformar los acti-


vos que una entidad (originador) mantiene en su balance en títulos que se colocan en el
mercado entre los inversores. Este proceso se realiza a través de un vehículo que emite
títulos (normalmente bonos) cuya calidad crediticia está vinculada al riesgo de crédito
de los activos titulizados y no de la calidad crediticia del originador o del vehículo.

El proceso de titulización permite además estratificar el riesgo de crédito asociado a los


activos titulizados al emitirse los bonos con distintos grados de subordinación que

111
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

determinan el orden de prelación de pagos y por tanto la forma en la que se soportaran


las posibles pérdidas de la cartera subyacente. Los distintos tramos o categorías de
bonos implican diferentes niveles de riesgo y rentabilidad, aspecto que también queda
reflejado en las calificaciones asignadas por las agencias de rating a cada uno de dichos
tramos.

Así, en función de cómo se produzca esta transferencia y estratificación del riesgo de


crédito podemos hablar de titulizaciones tradicionales o sintéticas.

Titulizaciones tradicionales

Las titulizaciones tradicionales (cash) son aquellas que requieren la existencia de un


vehículo pues se produce una transferencia plena de los activos al vehículo que emite
los bonos a través de los que obtiene la liquidez con la que se financia la compra de acti-
vos del originador (funded). Los bonos emitidos tienen un derecho preferente sobre los
flujos de pagos de los activos titulizados y se emiten en diferentes tramos con un orden
de prelación de pagos. Los tramos suelen incluir los de mayor calidad crediticia (senior
o preferente con rating AAA o AA), los intermedios o mezzanine subordinados a los
anteriores y los de peor calidad crediticia que suelen incorporar una pérdida casi segu-
ra (primera pérdida o tramo equity).

Los tramos de primeras pérdidas suelen ser préstamos o créditos subordinados (a través
de diferentes mecanismos de subordinación) concedidos por la entidad originadora al
vehículo, que absorben las pérdidas esperadas en la cartera de activos titulizados y que
al ser retenidos por el originador conceden mejoras crediticias al resto de tramos, de
forma que éstos sean más atractivos para su colocación en el mercado, al tener un rating
elevado y un menor coste de financiación. Como veremos más adelante, el hecho de que
el originador retenga estos créditos subordinados y por tanto el riesgo de crédito es uno
de los hechos diferenciadores de las titulizaciones en España, situación que tiene un
impacto directo tanto en aspectos relativos a la gestión de riesgos (no hay incentivo a
relajar las políticas crediticias por parte del originador) como en el reflejo contable de
estas operaciones en el balance de las entidades originadoras.

Además de los mecanismos de subordinación, hemos mencionado antes la existencia de


líneas de liquidez, cuyo objetivo es cubrir los desfases temporales en la corriente de
cobros y pagos del vehículo y que dependiendo de donde se sitúen en el orden de pre-
lación de pagos, absorben todo o una parte del riesgo de crédito asociado a la cartera

112
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

titulizada (líneas de crédito subordinadas) o son simples líneas de liquidez que funcio-
nan como cuentas de tesorería.

El cuadro siguiente muestra la estructura típica de una titulización tradicional:

Titulizaciones sintéticas

Estas son aquellas que permiten transferir el riesgo de crédito asociado a una cartera a
través de la contratación de derivados de crédito (CDS). Estos instrumentos permiten
transferir el riesgo de crédito asociado a un activo sin que sea necesario vender o ceder
dicho activo. En estas estructuras, por tanto no es necesaria la emisión de bonos, y por
tanto de un vehículo, dado que no hay una compra de activos a financiar. No obstante,
en ocasiones las entidades pueden querer financiar parcialmente la operación, siendo
necesaria en este caso la existencia de un vehículo que emita bonos o valores que cubri-
rán ciertos tramos de riesgo.

Así el originador contrata un derivado de crédito con el vehículo que emite valores cuyo
rendimiento está vinculado al comportamiento de la cartera subyacente del CDS. Dado
que no hay compra de activos a financiar, con la liquidez obtenida, el vehículo compra
activos (normalmente de alta calidad) o se deposita en cuentas de efectivo en la entidad
originadora, que sirven como garantía del derivado de crédito. En caso de impago en la
cartera subyacente el originador recibe la compensación del fondo (por ejemplo a tra-

113
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

vés de la cuenta de efectivo) y el fondo amortiza en la misma cuantía los valores emi-
tidos.

El siguiente cuadro muestra una estructura de titulización sintética parcialmente finan-


ciada:

Este tipo de titulizaciones ha sido más utilizado en mercados donde el desarrollo de las
titulizaciones ha fomentado en cierta medida la aparición de un modelo de negocio ban-
cario denominado originar para distribuir. Bajo este modelo, que no se ha desarrollado
en España, el originador que concede la financiación al cliente y la vende a un tercero
a través de una titulización (no retención de primeras pérdidas) y hace que éste se des-
vincule del cliente dado que no tiene interés en seguir gestionando la cartera pues ha
transmitido al mercado el riesgo asociado a la misma, ha recuperado la financiación uti-
lizada y ha obtenido un diferencial de rentabilidad como remuneración.

Este modelo ha favorecido un aumento de la transparencia, el desarrollo de sistemas de


información más avanzados y la aparición de la figura del Administrador (Servicer) dis-
tinto del originador. No obstante, también ha puesto de manifiesto situaciones que
hacen que las operaciones diseñadas bajo esta estructura se enfrenten a riesgos poten-
ciales adicionales al no incentivar una adecuada evaluación del riesgo de las operacio-
nes por parte del originador y al cuestionar la calidad de las labores de seguimiento del
riesgo realizadas por un tercero ajeno a la operación y a la decisión de inversión.

Desde un punto de vista conceptual el originador es el que mejor conocimiento tiene del
riesgo de los clientes lo que le otorga sin duda ventajas en aspectos como la identifica-
ción anticipada de problemas (impagos), así como llevar a cabo un proceso de recupe-

114
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

ración de la deuda más eficiente. Esto unido al hecho de haber retenido a través de los
mecanismos de subordinación las primeras pérdidas de la cartera supone que las carte-
ras titulizadas administradas por los originadores tengan menores tasas de impago y
mejores niveles de recuperación en caso de pérdida, factores cruciales para determinar
la calidad crediticia de la cartera y por tanto de los valores colocados en el mercado para
financiar la operación (bonos de titulización).

Por otro lado en los procesos de titulización se utilizan distintos activos subyacentes así
como las emisiones de valores difieren en su tipología (principalmente el plazo).

En función del vencimiento de los valores emitidos tenemos los programas que emiten
valores a corto plazo (ABCP o de papel comercial) y los que emiten valores a largo
plazo, más de un año.

En las titulizaciones que emiten a corto plazo el vehículo emite títulos con vencimien-
to a menos de un año, mientras que el activo del fondo puede estar formado por activos
de distinta naturaleza y vencimientos. Aunque estos programas se suelen realizar sobre
activos a corto plazo (cuentas a cobrar), también han proliferado los programas que
financian activos a largo plazo (préstamos hipotecarios u otros bonos de titulización).
Estas estructuras tienen unas características específicas dado que continuamente están
amortizando y emitiendo papel, asumiendo un elevado riesgo de liquidez, que debe ser
cubierto por líneas de liquidez que conceden normalmente las entidades financieras que
actúan como sponsors de las estructuras.

Recientemente se ha observado en algunos mercados donde estos programas son habi-


tuales, que la falta de liquidez del mercado ha provocado la incapacidad de renovar el
papel comercial que se iba amortizando, habiendo tenido que disponer de las líneas de
liquidez de los sponsors, situación que ha llevado a que muchas de estas estructuras
hayan pasado a incorporarse al balance de las entidades sponsor que han visto incre-
mentado su exposición al riesgo, teniendo que asumir pérdidas cuantiosas al valorar
dichos riesgos.

No obstante, la mayor parte de los programas de titulización se ha realizado a través de


la emisión de valores a largo plazo, distinguiéndose dos tipos principales: aquellos
(Asset Backed Securities o ABS) en los que la cartera de activos titulizados está muy
atomizada (numerosas operaciones de importe individual poco significativo) y tiene un
riesgo homogéneo y otras (Collatelarized Debt Obligation o CDO) en los que la carte-
ra de activos titulizados es muy heterogénea en términos de granularidad y riesgo.

115
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Entre los ABS destacan mayoritariamente en todos los mercados los programas de prés-
tamos hipotecarios para vivienda, aunque en los últimos años han comenzado a proli-
ferar titulizaciones de préstamos a empresas, administraciones públicas, consumo, tar-
jetas de crédito y compra de vehículos. En los CDO, programas de más reciente implan-
tación, pero que ocupan un porcentaje muy elevado de las operaciones realizadas en
algunos países (Estados Unidos, Reino Unido y Alemania), los activos titulizados pue-
den ser bonos o préstamos de carácter muy diverso (préstamos a grandes empresas,
bonos de alta rentabilidad, fondos de inversión libre (hedge fund) o bonos de tituliza-
ción). Estos programas suelen ser estructuras diseñadas a medida de los inversores que
persiguen maximizar rentabilidades para lo que se utilizan altos niveles de apalanca-
miento y sistemas de gestión dinámica de la cartera.

Las diferencias entre los programas ABS y CDO van más allá de que las primeras
sean normalmente titulizaciones tradicionales frente a los CDO que suelen ser sinté-
ticas, aunque no siempre. La homogeneidad de los activos titulizados en programas
ABS y la baja concentración de riesgo hacen que la estimación de las pérdidas sea
más sencilla, y se apliquen modelos generalmente aceptados basados en la probabili-
dad de impago, la severidad de la pérdida y la correlación de los impagos entre los
diferentes prestamistas de los préstamos titulizados. Sin embargo, la heterogeneidad
de los activos titulizados en los programas CDO hace más complejo el proceso de
medición del riesgo de crédito subyacente, por lo que no son aplicables los modelos
utilizados para los programas ABS. La complejidad en la medición de estas opera-
ciones se ha puesto de manifiesto con mayor claridad, si cabe, en la situación actual
del mercado de crédito.

3.4.3.2. Ventajas y riesgos asociados al proceso de titulización

La titulización presenta ventajas tanto para los originadores como para los inversores,
que estando asociadas a una titulización están obviamente muy relacionadas con los
objetivos perseguidos. Así para una entidad que persiga captar financiación, la tituliza-
ción permite reducir su coste al tiempo que mejora la gestión de riesgos al transformar
un conjunto de activos poco líquidos en activos negociables o posiciones que se podrán
colocar ente los inversores con mayor facilidad.

Desde la perspectiva de los inversores, las diferentes alternativas que ofrece la tituliza-
ción permiten lograr una mejor diversificación de la cartera, llegando incluso a poder
crearse estructuras en las que el factor rentabilidad riesgo esté diseñado a la medida del

116
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

inversor. También las estructuras apalancadas (sintéticas) permiten asumir una posición
de riesgo de crédito sin necesidad de realizar una fuerte inversión inicial, vinculando el
rendimiento y el riesgo de esa posición a la cartera o activos subyacentes, con indepen-
dencia de la calidad crediticia de un originador, cuya evaluación puede resultar en oca-
siones más compleja.

Para los originadores, la posibilidad de estratificar el riesgo permite que el originador


retenga las primeras pérdidas de la cartera (mecanismos de subordinación), mejorando
inmediatamente la calidad del resto de tramos, pudiendo llegar a conseguirse para algu-
nos tramos un rating superior al del propio emisor con el consiguiente impacto en el
coste de la financiación.

Además de estas ventajas especificas para los agentes participantes en el mercado se ha con-
siderado que el proceso de titulización ha contribuido significativamente a obtener mejoras
en la gestión de los riesgos al haber estimulado la modelización del riesgo de las carteras de
las entidades y haber favorecido el desarrollo del mercado del riesgo de crédito.

Otras ventajas que se han argumentado a favor de la titulización han sido la posibilidad
de eliminar del balance determinadas posiciones así como reducir el consumo de capi-
tal regulatorio en las entidades financieras. No obstante, teniendo en cuenta los últimos
desarrollos normativos en las Normas Contables (NIIF) y en los requerimientos de capi-
tal (Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea) que vinculan la cancelación del activo y la
liberación de capital al hecho de que se produzca una transferencia sustancial de ries-
gos, no parece que éste sea un factor relevante.

En cuanto a los riesgos asociados a una titulización, además de los riesgos típicos como
serían el de crédito, de dilución, de base, de prepago, de confusión de la tesorería (com-
mingling risk) y de liquidez o los riesgos operativos y legales presentes en mayor o
menor medida, en todo proceso de titulización, son especialmente relevantes sobre todo
en el actual entorno de mercado aquellos riesgos derivados de la excesiva concentración
en algunos segmentos del mercado y de la complejidad de algunas estructuras. En cuan-
to al primero se ha observado una excesiva concentración de algunos emisores (deudo-
res) en el mercado de CDO sintético, sirviendo como colateral de numerosos CDO la
deuda corporativa de los mismos grupos cotizados, aumentando de esta forma el impac-
to en el sistema de un evento de crédito de estos deudores, al no ser necesario en estas
estructuras sintéticas haber tomado una posición real en deuda de esos grupos. En cuan-
to al segundo, la complejidad de algunas estructuras ha generado una dificultad añadi-
da a la hora de determinar las pérdidas esperadas de la cartera de activos titulizados y

117
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

su distribución entre los distintos tramos. Además, los distintos intereses perseguidos
por los agentes participantes y las relaciones entre los mismos, donde juegan un papel
de relevancia las agencias de rating, pueden generar conflictos de interés que sin duda
deben ser objeto de consideración.

Dado que una operación de titulización permitiría inicialmente realizar una transferen-
cia de los riesgos asociados a los activos titulizados, esta mayor complejidad de las
estructuras y la falta de transparencia de algunas de ellas, ha hecho que en la actualidad
sea más difícil identificar dentro del sistema donde está el riesgo y ha convertido estos
productos en productos financieros aptos para inversores muy cualificados, situación
que no se han dado en ocasiones, provocando una asunción de riesgos excesiva para
algunos inversores y además de difícil evaluación.

En resumen podríamos concluir que los riesgos asociados a cualquier proceso de tituli-
zación vienen determinados o dependen en gran medida por las características del pro-
ceso en cuanto a su diseño y estructura.

3.4.3.3. El modelo español de titulización

Aunque en los apartados anteriores ya se han avanzado algunas de las características del
proceso de titulización seguido en nuestro país, a continuación se describen las carac-
terísticas principales de este producto en España, siendo algunas de ellas factores cla-
ramente diferenciadores de los procesos seguidos en otros países. Las principales carac-
terísticas del modelo de titulización español son las siguientes:

Tipología de las titulizaciones

El modelo español se caracteriza por haber utilizado estructuras sencillas (titulizaciones


tradicionales) sin que se haya acudido a utilizar estructuras sintéticas altamente apalan-
cadas, mucho más utilizadas en otros países de nuestro entorno.

Además, en cuanto a la tipología de los activos no se han utilizado los programas de


papel comercial (ABCP) ni las estructuras CDO, habiéndose titulizado carteras muy
atomizadas de préstamos homogéneos con emisiones de bonos a largo plazo.

Este hecho diferencial se debe, entre otros factores, a que el objetivo principal de los
procesos de titulización realizados en España han perseguido la obtención de financia-

118
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

ción (reduciendo el coste de la misma) más que la transferencia de riesgos. Para ello,
las entidades han titulizado los activos de mayor calidad crediticia.

El modelo de negocio bancario en España

Un hecho diferencial de las titulizaciones en España viene determinado por las caracte-
rísticas de nuestro sistema bancario y su modelo de negocio. Como se ha apuntado en
el capitulo 3.1. el modelo de negocio bancario imperante en España está enfocado al
cliente más que al producto, sustentado en una potente red comercial, muy cercana al
cliente, y en un sistema de pagos eficiente y con niveles de competencia muy elevados
(los grandes bancos líderes en cuota de mercado no son líderes en cuota de mercado en
la mayor parte de las provincias).

En realidad las entidades no han visto la titulización como un negocio en sí mismo, lo


que unido a que el objetivo perseguido en las titulizaciones en España ha sido priorita-
riamente captar financiación a precios competitivos, habiendo retenido los originadores
los tramos de primeras pérdidas de las carteras de activos, ha hecho que no se haya
incentivado la relajación en las políticas de concesión de riesgos, ni en las tareas de
seguimiento de clientes. Además, la capilaridad de la red comercial de las entidades
españolas y la cercanía al cliente han permitido que el proceso de recuperación de deu-
das sea más eficaz que el de un modelo basado en originar para distribuir construido
sobre la base de la transferencia del riesgo al mercado.

Entorno jurídico y regulatorio

Las operaciones de titulización en España (mayoritariamente relacionadas con el mer-


cado hipotecario) se han desarrollado al amparo de un marco jurídico estable que ha ido
evolucionando en el tiempo permitiendo titulizar distintos tipos de activos. Este entor-
no jurídico que se inicio con la Ley 2/81 del Mercado Hipotecario y el RD 685/1982
que la desarrolló, fue posteriormente completado con la Ley 19/92 y el RD 926/1998
que crearon las figuras de los Fondos de Titulización Hipotecarios (FTH) y los Fondos
de Titulización de Activos (FTA).

Así mismo, el nivel de seguridad y garantía jurídica de la figura de la hipoteca en el


mercado español difiere significativamente del existente en otros mercados como por
ejemplo en los Estados Unidos. El préstamo hipotecario concede a la entidad prestata-
ria una garantía preferente sobre el bien hipotecado pero también acceso al resto del
patrimonio del deudor para resarcirse de la deuda.

119
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Adicionalmente, el proceso de titulización es un proceso monitorizado por los diferen-


tes organismos reguladores, estando los fondos de titulización sujetos a la supervisión
del regulador de los mercados financieros y las entidades originadoras (mayoritaria-
mente entidades financieras) sujetas a la supervisión del regulador bancario. Además,
se ha convertido en práctica habitual que un tercero independiente revise los atributos
de los activos objetos de titulización.

La normativa contable aplicable desde 1 de enero de 2004 (Normas Internacionales de


Información Financiera y la Circular 4/2004 del Banco de España) han hecho que la
mayor parte de las titulizaciones realizadas se mantengan en el balance de las entidades
sin permitir liberar las provisiones asociadas. En cuanto a la normativa de solvencia, la
vigente hasta hace pocas fechas no daba un tratamiento específico y adaptado a estas
operaciones, por lo que Basilea II, que establece un marco específico y enfocado al ries-
go, va a suponer un avance significativo en este sentido.

La calidad crediticia de los activos titulizados

Como ya hemos comentado el primer factor que incide en la calidad de los activos titu-
lizados ha sido el mantenimiento de la exigencia en las políticas crediticias de los ori-
ginadores, dado que éstos seguían reteniendo los riesgos asociados a los activos tituli-
zados.

En cuanto a las garantías asociadas a los activos titulizados, como ya se ha menciona-


do, los activos titulizados que cuentan con garantía hipotecaria representan más del 80%
del saldo vivo. Esta garantía hipotecaria corresponde a operaciones respaldadas bien
por préstamos hipotecarios o por cédulas hipotecarias. Este último producto caracterís-
tico del mercado español, se distingue por ser pasivos bancarios que tienen el respaldo
de toda la cartera de hipotecas del emisor y cuentan con un grado de sobrecolateraliza-
ción mínimo del 25%.

Otra forma de evaluar la calidad de las titulizaciones en España es analizar la evolución


del rating otorgado a las distintas emisiones. Según datos de la CNMV, no se detecta-
ron cambios en los rating asignados a las emisiones de bonos de titulización registradas
ante dicho organismo desde 2006. Las calificadas con rating AAA suponían un 93%
aproximadamente y solo se observó un ligero aumento del peso relativo de las califica-
ciones A en detrimento de las AA. La categoría de más riesgo (<BBB) solo suponen
entre el 1-2% del total. En estas condiciones, un escenario de stress, daría como resul-
tado que para que los bonos de máxima calidad sufrieran pérdidas, el entorno de mer-

120
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

cado debería llevar a la morosidad hipotecaria hasta el 14% y que la pérdida o LGD
fuera del 50%. Además, este escenario llevaría implícito que para una cartera de prés-
tamos con un LTV del 80% el precio de la vivienda debería caer un 60%. Aunque la
situación actual del mercado y las causas que la han motivado sean diferentes a la situa-
ción del mercado español durante el último periodo recesivo de nuestra economía, los
parámetros de este escenario de stress están muy por encima de los niveles que se alcan-
zaron durante la anterior crisis de la economía española, por lo que cabría asignarle una
probabilidad de ocurrencia muy reducida.

No obstante, sí se ha observado un claro aumento de la prima de riesgo asociada a estas ope-


raciones desde el origen de la crisis internacional en el verano de 2007. Así, comparando el
diferencial entre el Euribor 3M y el de las operaciones de titulización hipotecaria sobre
viviendas pasa de 60 puntos básicos en septiembre de 2007 a 250 en abril de 2008 (Fuente
CNMV: La liquidez en los mercados financieros: repercusiones de la crisis crediticia).

Finalmente, en el mercado español no existe un mercado sub-prime tal y como se define


este en los EE UU, pero no se puede negar que se hayan concedido y titulizado présta-
mos con un LTV superior al 80% que además suponían un porcentaje elevado de la
capacidad de pago del deudor, aunque atendiendo al peso relativo de estos sobre el total
de créditos o al LTV medio de las carteras, en ningún caso parece que estemos ante una
situación similar a la del mercado americano.

La regulación vigente restringe el acceso a las operaciones del mercado hipotecario a


las entidades del sistema financiero, sector adecuadamente regulado y supervisado,
regula las condiciones estrictas que deben reunir los préstamos hipotecarios que pueden
servir de colateral a las emisiones, reglamenta el procedimiento de tasación de los bien-
es hipotecados, crea las sociedades de tasación para esta finalidad, y las somete a la
supervisión y control del Banco de España, y por último establece las características y
normas de funcionamiento del mercado secundario.

Entre las condiciones que necesariamente deben cumplir los préstamos que sirven de
colateral para las emisiones se encuentran:

– Estar garantizados con primera hipoteca sobre el pleno dominio de los bienes inmo-
biliarios hipotecados que deberán pertenecer en su totalidad, también en pleno domi-
nio al cliente que hipoteca. El pleno dominio no podrá estar sujeto a condiciones o
prohibiciones de disponer o a limitaciones de cualquier clase. La inscripción de la
finca habrá de estar vigente sin ninguna contradicción o limitación.

121
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

– Los inmuebles que sirvan de garantía deben ser valorados previamente con unos
estándares legalmente establecidos y el importe del préstamo no puede superar el
60% del valor del inmueble, o el 80% en caso de las viviendas (cuando estamos
hablando de titulizaciones de participaciones hipotecarias PH).

– Los inmuebles que sirvan de garantía a los préstamos deberán estar asegurados con-
tra daños que cubran el valor de tasación.

– Por su parte, y en relación con la titulización de pasivos bancarios (cédulas hipo-


tecarias) las entidades de mercado hipotecario no podrán emitir títulos garantiza-
dos por importe superior al 80% de la cartera de préstamos que cumplan con todos
los requisitos exigidos para garantizar sobrecolateralización de las cédulas hipo-
tecarias.

El resto de activos titulizados (no asociados a operaciones hipotecarias) son préstamos


a PYME (9% aproximadamente del saldo vivo) en los que los bonos emitidos suelen
contar con el aval del Estado, de la Administración Autonómica u organismo público,
préstamos a empresas (7% aproximadamente del saldo vivo) y otros programas de titu-
lización para tarjetas de crédito, compra de automóviles o pagarés de titulización con
un peso relativo mínimo.

El siguiente cuadro ilustra la evolución del saldo vivo de titulizaciones en España por
tipo de activo subyacente y originador:

122
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Fuente: Banco de España (Memoria de la Supervisión Bancaria en España 2007)

a) Suma de los importes de las categorías «Hipotecarios no PYME ni promotores», «Préstamos hipotecarios
a promotores» y la parte con garantía hipotecaria de aquellos fondos clasificados como «PYME»,
«Empresas» y «Otros».

b) Todos los datos bajo el epígrafe «Transferencia de activos por titulizaciones» corresponden al balance
reservado presentado por las entidades de crédito según la nueva normativa contable establecida en la
CBE4/2004. La diferencia entre el total establecido en este epígrafe y la suma de los epígrafes «Activos de
EC, emisión de bonos» y «Activos de EC, emisión de pagarés» de este cuadro se debe a que, en el primer
caso, las entidades informan sobre el saldo vivo de los activos subyacentes en la titulización, mientras que,
en el segundo, el dato corresponde al saldo vivo de los títulos en el mercado (AIAF).

123
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

3.5. LA SOLVENCIA DEL SISTEMA CREDITICIO ESPAÑOL


VERSUS OTRAS ECONOMÍAS DESARROLLADAS

3.5.1. Recursos Propios

3.5.1.1. Los antecedentes de la actual regulación sobre Recursos Propios

• Basilea I

Los antecedentes de la actual normativa de recursos propios que han servido de refe-
rencia para los desarrollos normativos en esta materia realizados tanto en el ámbito
nacional como internacional debemos encontrarlos en el Acuerdo del Comité de
Supervisión Bancaria de Basilea de 1998. El Comité de Supervisión Bancaria se fundó
en 1975 estando compuesto, en su inicio, por miembros de los organismos supervisores
y los bancos centrales de Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón,
Luxemburgo, Holanda, Suecia, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos. Nuestro país
forma parte del citado Comité, como miembro de pleno derecho, desde 2001.

Según Vicente Salinas (La solvencia de las entidades bancarias: el nuevo acuerdo de
capital, Basilea 2) los objetivos de este primer acuerdo eran «aumentar la solidez y la
estabilidad del sistema bancario estableciendo criterios de suficiencia de capital y que
mediante una aplicación similar del acuerdo en los diferentes países sirviese para redu-
cir una de las fuentes de desigualdad competitiva entre los bancos que operan interna-
cionalmante».

La definición del capital regulatorio en el primer acuerdo de Basilea implicaba la agru-


pación de sus elementos en dos grandes categorías o «tiers». Los elementos del capital
eran agrupados en cinco grandes categorías y ponderados por cinco coeficientes en base
a su riesgo (0%, 10%, 20%, 50%, 100%). El resultado de esta ponderación o «activos
en riesgo» era la base sobre la cual se debía calcular el capital mínimo de la entidad
definido como el 8% de los «activos en riesgo». En su definición inicial este capital
mínimo (8% de los activos en riesgo) respondía a la cobertura de las entidades frente a
los riesgos de crédito, mercado y tipo de cambio.

La primera adaptación de la normativa española al espíritu del primer Acuerdo de


Basilea se produjo ya en 1985, con anterioridad incluso a la emisión del Acuerdo en
1988, mediante la promulgación de la Ley 13/1985 de Coeficientes de Inversión,
Recursos Propios y Obligaciones de Información de los Intermediarios Financieros.

124
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Esta primera regulación ya introdujo en nuestro país la determinación de los recursos


propios de las entidades financieras a través de la ponderación, en base a su riesgo inhe-
rente, de los activos clasificados en balance.

Con posterioridad, mediante la Ley 13/1992, de 1 de junio, de Recursos Propios y


Supervisión en base consolidada de las Entidades Financieras se estableció la obliga-
ción de las entidades financieras de mantener unos recursos propios mínimos, en fun-
ción de la categoría y el volumen de los activos y riesgos asumidos en balance y cuen-
tas de orden con el objetivo de alcanzar un nivel adecuado de recursos propios que
garantizase el crecimiento equilibrado y sostenido de las entidades. Como desarrollo a
esta Ley se emitió el 26 de marzo de 1993 la Circular 5/1993 de Banco de España que
definía los conceptos contables que debían incorporarse a los efectos del cálculo de la
solvencia de las entidades de crédito y sus grupos consolidables que sería posterior-
mente reformada por la Circular 3/2005 de 30 de junio para adaptarla al nuevo marco
contable establecido por la Circular 4/2004 de Banco de España. La Circular 5/1993
diferenciaba, al igual que el primer acuerdo de Basilea, cinco grandes grupos de riesgos
a los que se les aplicaba un coeficiente del 0%, 10%, 20%, 50% o 100% según el tipo
de activo y el colateral que garantizaba la operación. Las «Entidades» debían mantener,
en todo momento, un coeficiente de solvencia no inferior al 8%. Dicho coeficiente se
calcularía sobre las cuentas patrimoniales, los compromisos y demás cuentas de orden
que presentasen riesgo de crédito, ponderados atendiendo a la naturaleza de la contra-
parte y a las garantías y características de los activos o riesgos.

El proceso de revisión del primer Acuerdo de Basilea vino marcado por la identifica-
ción de determinadas aspectos de mejora que intentaron ser cubiertos mediante la revi-
sión del mismo y la emisión del nuevo Acuerdo de Basilea (Basilea II) en 2004. Los
aspectos de mejora detectados en el primer Acuerdo de Basilea se centraban en la falta
de diferenciación en la probabilidad de impago de las diferentes clases de activos y, por
otro lado, en la falta de cobertura de otro tipo de riesgos diferentes como el riesgo ope-
rativo.

• Principales novedades introducidas por Basilea II

Con la emisión del Acuerdo revisado de comúnmente denominado «Basilea II», se


introdujo una nueva concepción de los requerimientos de capital más sensible a la
evaluación del riesgo de crédito de los activos y a la cobertura de otro tipos de ries-
gos, como el operativo, que debían ser contemplados a la hora de determinar el capi-
tal regulatorio de las entidades. Este nuevo enfoque se introdujo a través de varias

125
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

opciones de adopción del acuerdo que, en algunos casos, debían ser objeto de valida-
ción por las entidades supervisoras de cada país como veremos a continuación. En
buena medida podríamos afirmar que la superación de la simplicidad del primer
Acuerdo de Basilea ha sido también el mayor handicap para la aplicación del Acuerdo
revisado ya que, el factor de complejidad que éste introdujo es mucho mayor que su
predecesor.

El nuevo Acuerdo se estructura en torno a tres pilares fundamentales:

• Pilar I: Requisitos mínimos de capital


• Pilar II: Supervisión de la gestión de los recursos propios
• Pilar III: Disciplina de Mercado

Pilar I: Requisitos mínimos de capital

Basilea II mantiene la concepción básica del primer Acuerdo respecto al mantenimien-


to de unos recursos propios que representen, al menos, el 8% de los activos en riesgo,
si bien se introduce como elementos de evaluación junto a los ya identificados riesgos
de crédito, de mercado y de tipo de cambio, el riesgo operacional.

Según el texto del acuerdo «los activos ponderados por su nivel de riesgo se calcu-
lan multiplicando los requerimientos de capital para el riesgo de mercado y el ries-
go operativo por 12,5 (es decir, la inversa del coeficiente mínimo de capital del 8%)
y añadiendo la cifra resultante a la suma de los activos ponderados por su riesgo de
crédito».

Siendo conscientes de la diversidad y complejidad de las entidades financieras suscep-


tibles de aplicar este nuevo acuerdo se introdujeron varios métodos alternativos para
proceder al cálculo del riesgo créditicio. Los elementos comunes para el cálculo del
mismo introducidos por el nuevo acuerdo fueron la probabilidad de incumplimiento o
«PD» (Probability of Default), la severidad o pérdida en el momento de incumplimien-
to «LGD» (Loss Given Default) y la exposición en el momento de incumplimiento o
EAD (Exposure at Default).

Basilea II propone tres métodos de cálculo de riesgo de crédito que podrán ser adopta-
dos por las entidades en función de la complejidad de su operativa y en la medida que
sus mediciones internas, en el caso de los métodos avanzados, sean avaladas por las
entidades supervisoras de sus países:

126
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

• Método estándar
• Método IRB básico basado en calificaciones internas
• Método IRB avanzado

En el método estándar se utilizan calificaciones de riesgo publicadas por agencias de


rating u otras instituciones externas de evaluación del crédito (agencias de crédito a la
exportación) para la obtención de la PD y la LGD. De este modo para cada una de las
categorías establecidas se establecen unos porcentajes de ponderación predeterminados.

Por su parte los métodos IRB básico y avanzado se diferencian, fundamentalmente, por
el diferente grado de discrecionalidad a la hora de utilizar estimaciones internas en los
diferentes componentes del riesgo de crédito. En este sentido el nuevo Acuerdo esta-
blece que «en el método básico los bancos proporcionan sus propias estimaciones de
PD y utilizan las estimaciones del supervisor para los demás componentes de riesgo.
En el método avanzado, los bancos avanzan un grado en la provisión de sus propias
estimaciones sobre PD, LGD y EAD, y de su propio cálculo de M (Maturity), sujeto a
la observancia de ciertos criterios mínimos».

El espíritu del nuevo Acuerdo se centraba en la estimulación del desarrollo de métodos


avanzados en la medida en que éstos podían revertir en unos menores requerimientos
de capital y, por ende, en una ventaja competitiva para las entidades. Si bien no existe
un claro consenso respecto a este tema debido a la falta de estandarización de estos
métodos avanzados, la aplicación práctica de estos modelos avanzados ha supuesto, en
ocasiones, mayores requerimientos de capital que aquellos obtenidos mediante la apli-
cación del método estándar o el método IRB básico.

Por otro lado, el riesgo operativo se define como «el riesgo de pérdida debido a la
inadecuación o a fallos de los procesos, el personal y los sistemas internos o bien a
causa de acontecimientos externos. Esta definición incluye el riesgo legal, pero exclu-
ye el riesgo estratégico y el de reputación».

Los métodos establecidos para el cálculo de los recursos propios derivados del riesgo
operativo son los siguientes:

• Método del Indicador básico


• Método Estándar
• Métodos avanzados de medición interna (AMA)

127
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Tanto en el método del indicador básico como en el método estándar se utiliza como
base el promedio de ingresos positivos brutos de los últimos tres años. En el método del
indicador básico, este promedio será multiplicado por un coeficiente alfa del 15% para
obtener el importe de los requerimientos de capital derivados del riesgo operativo.
Según el Acuerdo «los bancos con presencia internacional y los bancos con una expo-
sición importante al riesgo operativo (por ejemplo, los bancos especializados en pro-
cesamiento) deberían utilizar un método más sofisticado que el Método del Indicador
Básico que resulte adecuado al perfil de riesgo de la institución»

En el caso del método estándar se diferencian ocho líneas de negocio en las cuales se
debe distribuir el promedio de los ingresos brutos de los tres últimos años y se les asig-
na un coeficiente beta entre el 12% y el 18%.

En los Métodos avanzados de medición interna (AMA) el requerimiento de capital


regulador será igual a la medida de riesgo generada por el sistema interno del banco
para el cálculo del riesgo operativo utilizando los criterios cuantitativos y cualitativos
aplicables a los AMA definidos en el Acuerdo. La utilización de los AMA está sujeta a
la aprobación del supervisor.

Pilar II: Supervisión de la gestión de los recursos propios

El segundo pilar de Basilea otorga un papel predominante tanto a la dirección de las enti-
dades, como responsables de la implantación y evaluación continua de medidas de control
sobre sus niveles de capital, como a las autoridades supervisoras de cada país. En este sen-
tido el Acuerdo establece que «el papel de los supervisores consistirá en evaluar si los ban-
cos cuantifican adecuadamente sus necesidades de capital en función de sus riesgos, inter-
viniendo cuando sea necesario. Esta interacción persigue fomentar un diálogo activo entre
los bancos y los supervisores, de modo que cuando se identifiquen deficiencias, pueda
actuarse con rapidez y decisión al objeto de reducir el riesgo o de restituir el capital. En
consecuencia, los supervisores podrán adoptar una política que incida en mayor medida
en aquellos bancos cuyo perfil de riesgo o historial de operaciones justique tal atención».

El Acuerdo establece, asimismo, cuatro principios fundamentales que deben guiar el


proceso de supervisión del capital de las entidades:

1º. Los bancos deberán contar con un proceso para evaluar la suficiencia de su capital
total en función de su perfil de riesgo y con una estratégia para el mantenimiento de sus
niveles de capital.

128
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

2º. Las autoridades supervisoras deberán examinar y evaluar las estratégias y evalua-
ciones internas de la suficiencia de capital de los bancos, así como la capacidad de éstos
para vigilar y garantizar el cumplimiento de los coeficientes de capital regulador. Las
autoridades supervisoras deberán intervenir cuando no queden satisfechas con el resul-
tado de este proceso.

3º. Los supervisores deberán esperar que los bancos operen por encima de los coefi-
cientes mínimos de capital regulador y deberán ser capaces de exigirles que mantengan
capital por encima de este mínimo.

4º. Los supervisores tratarán de intervenir con prontitud a fin de evitar que el capital des-
cienda por debajo de los niveles mínimos requeridos para cubrir las características de ries-
go de un banco dado. Asimismo, deberán exigir la inmediata adopción de medidas correc-
toras si el capital no se mantiene en el nivel requerido o no se recupera ese nivel.

Este Pilar establece como un requisito fundamental la autoevaluación de las necesidades


capital por parte de dirección de las entidades. Dentro de esta autoevaluación podrán
introducirse la consideración de otro tipo de riesgos no contemplados en el cálculo de los
recursos propios como el riesgo de concentración o el riesgo reputacional y deberán ser,
en todo caso, objeto de discusión con el organismo supervisor de la entidad.

Pilar III: Disciplina de Mercado

Con este tercer pilar se pretende fomentar la publicación de información relevante por
parte de las entidades que permita al mercado evaluar la exposición al riesgo de las mis-
mas, sus procesos de evaluación, el ámbito de aplicación de tal información y la ade-
cuación de sus niveles de capital de acuerdo con los anteriores. Se pretende, asimismo,
que estas divulgaciones sean fieles al modo en que la Dirección de las entidades con-
trola y evalúa sus riesgos. También se faculta a los organismos supervisores para que
puedan requerir de las entidades la divulgación de información relevante.

• Visión de Estados Unidos respecto a la aplicación de Basilea II a sus entidades


financieras.

Estados Unidos ha manifestado en diversas ocasiones a través de los representantes de


la Reserva Federal sus reticencias a la aplicación generalizada del Acuerdo de Basilea
II a su sistema financiero. De forma resumida se podría afirmar que, en el proceso de
evaluación de coste/beneficio que la implantación de esta normativa supondría para el

129
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

conjunto de las entidades financieras estadounidenses, el resultado obtenido sólo justi-


ficaría su aplicación para un conjunto reducido de entidades de mayor tamaño. En par-
ticular, la existencia de un sistema financiero en el que coexisten grandes entidades
financieras con una multiplicidad de entidades bancarias de tamaño reducido hace que,
para estas últimas, la implantación de modelos alcanzados de gestión de capital repre-
sente un coste muy superior a sus posibles beneficios.

Pos otro lado también se ha criticado que, si bien unos de los objetivos de Basilea era
incorporar un marco homogéneo de establecimiento de los requerimientos de capital a
las entidades financieras que favoreciese, por ello, la competencia entre ellas, la inclu-
sión de métodos avanzados de cálculo basados en mediciones internas de las entidades
desvirtúa en cierto modo este primer objetivo.

Por todo lo anterior, la Reserva Federal ha avanzado hacia el desarrollo de una adapta-
ción plena con los principios establecidos por Basilea II para los denominados «core
banks» y una adaptación simplificada o «estandarizada» de Basilea II para aquellos
bancos calificados como «non-core» que pueda ser objeto de aplicación para las enti-
dades de menor tamaño. En este sentido se pronunciaba el Gobernador de la Reserva
Federal en una conferencia pronunciada el 13 de noviembre de 2007 en Nueva York al
afirmar que los denominados «non-core banks» podrían optar entre la propuesta «estan-
darizada» de Basilea II o continuar aplicando el marco existente basado en Basilea I.
Esta propuesta estandarizada trataría de responder a los requerimientos de información
y divulgación de los pilares II y III de una manera simplificada que no crease ventajas
ni desventajas competitivas entre los dos tipos de bancos.

3.5.1.2. La adaptación de la normativa española a Basilea II:


La Circular 3/2008 de Banco de España

La Ley 36/2007, de 16 de noviembre de coeficientes de inversión, recursos propios y


obligaciones de información de los intermediarios financieros y otras normas del siste-
ma financiero y, posteriormente, la Circular 3/2008 de 22 de mayo, del Banco de
España, a entidades de crédito, sobre determinación y control de los recursos propios
mínimos han supuesto la adaptación de la normativa española sobre entidades financie-
ras al denominado Acuerdo de Basilea II.

La Circular 3/2008 abarca los tres pilares definidos por Basilea II tanto en lo referente
a la los requerimientos mínimos de capital, en buena medida, cubierto ya por la anterior

130
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Circular 5/1993 de recursos propios, como a los pilares II y III sobre el proceso de auto-
evaluación del capital y a la divulgación de información al mercado.

La nueva Circular introduce requerimientos de recursos propios por riesgo de crédito y


dilución de todas las actividades salvo la cartera de negociación contemplando tanto la
aplicación del método estándar como los métodos avanzados (IRB). El método están-
dar será de aplicación a todas las entidades salvo en el caso de que Banco de España
autorice la utilización de un calificaciones internas. Asimismo contempla el riesgo de
posición y liquidación de la cartera de negociación, el riesgo de cambio y posición en
oro respecto a todas las actividades en función de la posición global neta en divisa y el
riesgo operacional de todas sus actividades.

Las principales novedades introducidas por la Circular referentes a los requerimientos de


recursos propios por riesgo de crédito expuestas ya en su preámbulo son las siguientes:

«La posibilidad de utilizar calificaciones internas y modelos internos para el cálculo


de las exposiciones ponderadas por riesgo y, consecuentemente, los requerimientos de
capital resultantes. Tal vía queda sujeta a la autorización expresa del Banco de España,
y conjunto de requisitos prudenciales y técnicos, relacionados fundamentalmente con
la gestión de riesgos y la solidez de los controles internos de la entidad.

Para las entidades que no usen dichos modelos, y que sigan por tanto el método están-
dar, la Circular determina las ponderaciones aplicables, al mismo tiempo que fija los
requisitos que deben cumplir las agencias de calificación externas que se usan para
determinar, en muchos casos, dichas ponderaciones.

Estos criterios se basan, fundamentalmente, en la objetividad, independencia, transpa-


rencia, reputación y continua actualización de la metodología aplicada a precisar las
diferentes calificaciones de riesgo.

La ampliación de las técnicas de reducción de riesgos admisibles y, con extremo deta-


lle, la de los posibles efectos de las mismas, en especial cuando se trata de coberturas
imperfectas.

Una regulación específica, y técnicamente muy compleja, de los requerimientos de


recursos propios exigibles a las exposiciones de titulización, tanto para la entidad ori-
ginadora como para cualquier otro participante en el proceso de titulización. También
es novedosa la ponderación que ahora se atribuye a los préstamos hipotecarios donde

131
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

la cobertura es insuficiente, es decir, donde el préstamo supera el valor de la vivienda


comparada con el préstamo. Los excesos sobre dicho importe se consideran de alto
riesgo, internalizando la devastadora experiencia de otros países con las hipotecas
subprime.»

Respecto al proceso e informe de autoevaluación de capital interno se establece la obli-


gación de remitir un informe anual a Banco de España, que debe haber sido previamente
conocido y aprobado por el Consejo de Administración de las Entidades, junto con la
declaración de recursos propios de cierre del ejercicio. Banco de España ha emitido una
guía para orientar a la elaboración de este informe.

En relación a este proceso de autoevaluación se introducen elementos como el de pro-


porcionalidad de la información al grado de sofisticación de las actividades y sistemas
de gestión del riesgo así como al enfoque adaptado respecto del Pilar I (estándar o inter-
no). Asimismo, se centra en aspectos organizativos y de control pero también en los
riesgos relevantes para la solvencia presente y futura. Por otro lado, se establece que
este proceso deberá evaluar el impacto del ciclo económico y de los factores de «stress»
para los distintos riesgos.

El contenido mínimo del informe anual establecido por Banco de España deberá con-
tener, adicionalmente al resumen y las conclusiones del mismo, la descripción del
gobierno interno de las entidades, su política de gestión de riesgos y los procesos de
auditoría interna que se realizan para controlarlos. Asimismo, deberán contener los
métodos utilizados para la evaluación de los riesgos y la cuantificación del capital
necesario para cubrirlos por cada uno de los riesgos identificados. El informe anual
no deberá contener sólo aspectos retrospectivos, sino también aspectos prospectivos
referentes a la planificación futura de las entidades en los referente a sus necesida-
des de capital.

Respecto a las obligaciones de información al mercado se establece la obligación de las


entidades de publicar un documento denominado «información con relevancia pruden-
cial». La periocidad de este documento deberá ser anual o semestral en el caso de las
entidades que emitan títulos en un mercado organizado. La ausencia excepcional de
información por motivos de confidencialidad deberá ser explícitamente identificada por
las entidades con mención a los motivos que justifican tal omisión.

Los requerimientos de información incluidos en la nueva Circular pueden ser resumi-


dos del siguiente modo:

132
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

1. Requerimientos generales de información:

• Denominación, diferencias entre Grupo consolidable de entidades de crédito a


efectos de esta circular y el definido en la N.3ª.3. de Circular 4/2004 de Banco
de España, impedimentos de transferencia de Fondos Propios o reembolso de
pasivos entre dependientes-dominante, entidades dependientes no incluidas en
grupo consolidable con Recursos Propios inferiores al mínimo.
• Objetivos de gestión del riesgo y políticas de la entidad.

2. Información sobre recursos propios computables:

• Resumen de características y condiciones de los elementos que los componen.


• Importe total de recursos propios básicos, detallando elementos y deducciones.
• Importe total de recursos propios 2ª categoría (de forma separada el computo de
financiaciones subordinadas).
• Importe total de recursos propios computables, netos de deducciones y límites
establecidos en la circular.

3. Información sobre los requerimientos de recursos propios:

Importe de requerimiento de Recursos Propios mínimos por:

• Riesgo de crédito (tanto método estándar como Internal Ratings Based (IRB)): para
cada categoría importe que represente el 8% de las exposiciones ponderadas.
• Riesgo de posición, liquidación, contraparte y grandes riesgos cartera de nego-
ciación.
• Riesgo de cambio y posición neta en oro y materias primas.
• Riesgo operacional (y su método de cálculo).
• Resumen del procedimiento aplicado para evaluación de suficiencia para cubrir
actividades actuales y futuras.

4. Información sobre los riesgos de crédito y de dilución:

Requerimientos generales:

• Por riesgo de crédito y dilución: definiciones; descripciones; valores totales y


medios; distribución geográfica, por sector, por vencimiento; exposiciones dete-
rioradas, en mora, correcciones de valor; movimiento de corrección por deterioro.

133
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

• Por riesgo metodologías, políticas, impacto de garantías, importe de coberturas


de derivados de crédito,…

Requerimientos complementarios

• Método de «External Credit Assesment Institutions» (ECAIs), tipo de exposi-


ciones para las que se utiliza, descripción del proceso, asociación calificación
crediticia externa con grado de calidad, importes de exposiciones directamente
deducidas,…
• Método IRB: autorización Banco de España, estructura, procedimientos, etc,
(Información mucho más amplia).
• Operaciones titulización: resumen de criterios contables, ECAIs utilizadas,
objetivos, funciones y métodos utilizados, importes de posiciones,…
• Técnicas de reducción de riesgo: políticas de compensación, gestión, valoración
de garantías, solvencia de garantes, valores totales,…

5. Información sobre el riesgo de mercado de la cartera de negociación:

• Requerimientos generales: diferencias entre circulares (si las hay), por tipo de
riesgo, el importe de requerimientos por riesgo de posición, liquidación y con-
traparte de la cartera de negociación.
• Modelos internos: características de modelos, pruebas de tensión, alcance de la
autorización de Banco de España, etc.

6. Información sobre el riesgo operacional:

• Método utilizado y descripción, en su caso del método de medición avanzada.

7. Información sobre participaciones e instrumentos de capital no incluidos en Cartera


de Negociación:

• Distinción entre cartera para la venta y estratégica.


• Descripción de las políticas contables, de los métodos de valoración.
• Valor en libros y razonable de participaciones no incluidas en Cartera de
Negociación y comparación con valor de mercado si difiere.
• Tipos, naturaleza e importe de exposiciones en cotizados/no cotizados.
• Ganancias y pérdidas durante el periodo por venta o liquidación (en Pérdidas y
Ganancias y Patrimonio Neto).

134
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

8. Información sobre riesgo de tipo de interés por posiciones no incluidas en Cartera de


Negociación:

• Naturaleza e hipótesis.
• Variación en los ingresos en el análisis de perturbaciones por divisas.

3.5.1.3. Solvencia del sistema bancario español. Comparación con su


entorno económico

Como hemos visto en el apartado anterior, la preocupación por el fortalecimiento de los


resursos propios en la normativa bancaria española ha sido una constante a lo largo de
los años. El resultado de esta regulación, impulsada en nuestro país por Banco de
España, es un sistema bancario cuya solvencia puede ser objeto de comparación tanto
dentro como fuera del ámbito comunitario. En este sentido, el siguiente gráfico mues-
tra la evolución comparada de los ratios de capital de las entidades españolas, inglesas
y estadounidenses desde 1999 hasta 2005 tanto atendiendo a su ratio «Tier I» como al
conjunto del capital regulatorio (Tier I y II) entre los activos ponderados por el riesgo
(Risk Weighted Assets).

Fuente: OCDE. Datos disponibles para United Kingdom referidos a «large commercial banks» y para United
States of America para «commercial banks»

135
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Fuente: OCDE. Datos disponibles para United Kingdom referidos a «large commercial banks» y para United
States of America para «commercial banks»

Como podemos apreciar, la evolución del ratio de capital de las entidades españolas es
especialmente favorable si atendemos a la relación entre el capital regulatorio (capital
por Tier I y Tier II menos deducciones) y los activos medios ponderados por el riesgo
debido al incremento de los recursos propios de segunda categoría o Tier II que inclu-
yen, entre otros, reservas de revalorización, provisiones genéricas o deuda subordinada.
El siguiente gráfico nos muestra la citada evolución del ratio Tier II en España respec-
to a los países objeto de comparación:

Fuente: OCDE. Datos disponibles para United Kingdom referidos a «large commercial banks» y para United
States of America para «commercial banks»

136
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

En la actualidad y de acuerdo con el Informe de Estabilidad Financiera publicado por


Banco de España en noviembre de 2008, la situación comparada del Tier 1 sobre acti-
vos ponderados por riesgo español comparado con los principales países europeos refle-
ja el buen posicionamiento del sistema bancario español respecto a su entorno. Como
vemos en el gráfico siguiente, si contamos la provisión genérica esta situación se
encuentra todavía más fortalecida:

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera de Banco de España (Noviembre de 2008)

Asimismo, si atendemos a la evolución de la solvencia del sistema bancario español en


los últimos ejercicios, podemos observar cómo, de media, obtiene un ratio de solvencia
superior al 10% en los cuatro últimos ejercicios.

137
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

Fuente: Memoria de la Supervisión Financiera en España de Banco de España correspondiente al ejer-


cio 2007.

El siguiente gráfico podemos apreciar la evolución comparada del coeficiente de sol-


vencia básico (Tier I) y el coeficiente de solvencia total para las entidades financieras
españolas:

138
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

Fuente: Informe de Estabilidad Financiera Financiera de Banco de España (Noviembre de 2008)

Como vemos en el gráfico anterior, ambos coeficientes se sitúan por encima de los
mínimos exigidos por la normativa. En particular, el coeficiente de solvencia básico o
Tier I se situaba a Junio de 2008 en un 7,7% mientras que el coeficiente de solvencia
total se situa en un 11,3%.

Debido a la delicada situación de los mercados a nivel mundial, se están implusando en


la actualidad iniciativas encaminadas a reforzar el capital de las entidades financieras
desde diferentes gobiernos europeos (Francia, Reino Unido u Holanda). Si bien la par-
ticipación estatal en el capital puede aportar estabilidad a determinadas entidades finan-
cieras en particular no es menos cierto que en este tipo de medidas está latente el ries-
go de favorecer a aquellas entidades cuyas prácticas bancarias hayan sido menos salu-
dables en detrimento de aquellas otras entidades que, precisamente por todo lo contra-
rio, no requieran de este tipo de asistencia estatal. Será necesario, por tanto, estudiar
cómo pueden ser articuladas este tipo de medidas sin que por ello se establezcan claras
desventajas competitivas para los distintos agentes del sistema bancario. Asimismo,
deberá prestarse una especial atención a la estrategia de salida que establezcan los dife-
rentes gobiernos sobre el accionariado de las entidades una vez superada esta excep-
cional situación de los mercados.

139
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

3.5.1.4. Fondo de Garantía de Depósitos

Uno de los factores que han reforzado la solvencia del sistema bancario español es la
existencia de un Fondo de Garantía de Depósitos que tiene por objeto «garantizar a los
depositantes de las entidades de crédito, la recuperación de sus depósitos dinerarios y
en valores hasta los límites establecidos. Además de ofrecer estas dos garantías, dis-
tintas y compatibles, también tiene por objeto realizar actuaciones que refuercen la sol-
vencia y funcionamiento de una entidad en dificultades, en defensa de los intereses de
los depositantes y del propio Fondo».

Esta garantía se estructura a través de la creación de tres fondos de garantía para cada
una de las principales tipologías de entidades financieras españolas (bancos, cajas de
ahorros y cooperativas de créditos). Estos fondos deberán ser constituidos mediante
aportaciones realizadas por las entidades financieras calculadas como el 2 por 1000 de
los depósitos de clientes que las entidades dispusiesen a final del ejercicio. No obstan-
te, el Ministerio de Economía y Hacienda está autorizado a reducir las aportaciones
cuando el patrimonio de un Fondo se considere suficiente para el cumplimiento de sus
fines y a suspenderlas cuando alcance el 1% de la base de cálculo de las aportaciones
de las entidades adheridas en conjunto. Las aportaciones actualmente en vigor para cada
una de las tipologías anteriormente mencionadas son las siguientes:

• Establecimientos Bancarios: 0,6 por mil de la base de cálculo de las aporta-


ciones.
• Cajas de Ahorro: 0,4 por mil de la base de cálculo de las aportaciones.
• Cooperativas de crédito: 0,8 por mil de la base de cálculo de las aportaciones.

Estos tres fondos contaban a 31 de diciembre de 2007 con un patrimonio agregado de


6.502 millones de euros.

El importe inicialmente garantizado de 20.000 euros por depositante en cada entidad de


crédito ha sido incrementado desde el 11 de octubre del 2008 hasta los 100.000 euros
por depositante, ya sean personas físicas o jurídicas. La garantía se aplica por deposi-
tante, aunque tenga varios depósitos o un mismo depósito tenga más de un titular.

Las causas estipuladas para la ejecución de estas garantías son las siguientes:

• Declaración del estado de quiebra de la entidad (Solicitud de declaración de


concurso).

140
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

• Solicitud judicial de suspensión de pagos de la entidad (Solicitud de declaración


de concurso).
• Impago de los depósitos vencidos y exigibles, con declaración por el Banco de
España de que la situación financiera de la entidad imposibilita restituirlos en un
futuro inmediato.

3.5.2. El modelo de supervisión español

3.5.2.1. Modelos sectoriales versus modelos funcionales en Europa


y Estados Unidos

Existe un amplio debate doctrinal sobre cuál debe ser la estructura óptima de supervi-
sión de un país respecto a los diferentes agentes que actúan en su mercado. En particu-
lar, la discusión se centra en si es más adecuado atender a un enfoque sectorial en el que
varios organismos supervisen la actuación de los agentes financieros implicados en
cada uno de los sectores específicos consiguiendo por ello un alto grado de especiali-
zación o, por el contrario, si es más adecuado optar por sistemas de enfoque funcional
en los que los diferentes organismos supervisarían la actuación de los mercados inde-
pendientemente del sector en el que operan.

En este sentido, los esquemas de supervisión sectoriales pueden demostrar una mayor debi-
lidad que los esquemas de supervisión funcionales o también denominados «consolidados»
al separar los organismos supervisores en base a su sector de actuación (ejemplo, banca, segu-
ros y valores) cuando los grandes grupos financieros integran hoy en día estos sectores den-
tro de su actividad. El enfoque sectorial podría suponer, en cierta medida, la pérdida de una
visión global y unificada que cubriese los riesgos manifestados por las entidades, indepen-
dientemente del área de actividad que desarrollen. Si bien las carencias de información glo-
bal y unificada derivadas de los enfoques sectoriales se tratan de solventar mediante meca-
nismos de colaboración entre organismos supervisores, el riesgo de dispersión de la informa-
ción y dilación en la respuesta de los organismos supervisores podría poner en riesgo la efec-
tividad de una actuación coordinada de varios organismos supervisores. Adicionalmente, la
inexistencia de un modelo «consolidado» de supervisión incrementa el riesgo de arbitraje
regulatorio derivado de la diversidad de organismos supervisores que puede inclinar a los
agentes del mercado a desviar su actividad hacia los sectores más permisivos.

Por el contrario, los modelos funcionales o consolidados cuentan con una visión
más global de los negocios objeto de supervisión, eliminan el riesgo de arbitraje

141
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

anteriormente mencionado y son más ágiles en la resolución de problemas inter-


sectoriales.

En nuestro entorno europeo podemos encontrar dos modelos fundamentales de referen-


cia que responden a la evolución respecto a los esquemas anteriormente mencionados,
tal y como señálan Gonzalo Gil y Julio Segura en su artículo «La Supervisión
Financiera: Situación actual y temas para debate»: el modelo «twin peaks», ejemplifi-
cado en el modelo holandés y el modelo de «supervisor único» ejemplificado en el
modelo británico.

El antiguo modelo holandés basado en sectores de actividad se manifestó insufi-


ciente ante la constatación de la existencia de grandes conglomerados financieros
con presencia en todos los sectores y cuyo control se dificultaba por la inexistencia
de una acción supervisora unificada. Este sistema fue reconducido hacia un mode-
lo unificado en el que las actividades supervisoras se distribuían en base a las fun-
ciones de cada uno de los organismos supervisores. Así, la estabilidad financiera
tanto desde un punto de vista macroprudencial (evaluación del riesgo sistémico y
tratamiento de crisis de largo alcance) como microprudencial (autorización de inter-
mediarios y reglas prudenciales) recaía en el Banco de Holanda mientras que la
supervisión de los mercados se depositaba en la Autoridad de Mercados
Financieros. Con este cambio, el Banco de Holanda supervisaría la solvencia de
cualquiera de los sectores de actividad y promovería la estabilidad del sistema
financiero mientras que la Autoridad de Mercados Financieros velaría por la trans-
parencia de los mercados y la protección al inversor.

Por su parte, el modelo británico, al igual que el holandés, evolucionó hacia un mode-
lo unificado como consecuencia de las dificultades que la actuación intersectorial de los
conglomerados financieros planteaba en la tarea supervisora. En este caso, el cambio
del modelo sectorial hacia un modelo funcional desembocó en una distribución según
la cual el Banco de Inglaterra tenía encomendada la supervisión macroprudencial mien-
tras que la Autoridad de Servicios Financieros («FSA»), que integraría la supervisión
intersectorial, quedaría al cargo tanto de la supervisión microprudencial como de la
supervisión de los mercados.

Si bien esta tendencia hacia la «consolidación» de organismos supervisores es clara


en nuestro entorno europeo, en el entorno americano podemos encontrar un sistema
en el que todavía prima un modelo basado en la especialización de los supervisores
sectoriales.

142
ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

En Estados Unidos encontramos un sistema articulado, fundamentalmente, en base a los


siguiente organismos supervisores:

– Reserva Federal (FED)


– Securities and Exchange Commision (SEC)

Las principales funciones de la Reserva Federal son las siguientes:

– Guíar la política monetaria estadounidense a través de la influencia en las condicio-


nes monetarias y crediticias en la economía para perseguir el máximo empleo, pre-
cios estables y tipos de interés a largo plazo moderados.
– Supervisar y regular a las instituciones bancarias para asegurar la seguridad y el buen
estado de sistema bancario nacional y del sistema financiero así como proteger los
derechos de crédito de los consumidores.
– Mantener la estabilidad del sistema financiero y contener el riesgo sistémico que
puede surgir de los mercados financieros.
– Proveer de servicios financieros a las entidades de depósito, al Gobierno de los
Estados Unidos y a instituciones oficiales extranjeras incluyendo un papel más pro-
tagonista en la actuación sobre el sistema de pagos.

Por su parte, la SEC tiene como misión proteger a los inversores y mantener la integri-
dad de los mercados de valores. La SEC supervisa también otros participantes clave en
el mundo de las bolsas y mercados financieros, incluyendo las bolsas de valores, los
corredores, los consejeros de inversiones, los fondos mutuos, y los consorcios contro-
ladores de empresas de servicio público.

3.5.2.2. El modelo de supervisión vigente en España hasta la fecha

El modelo existente en España hasta la fecha ha estado marcado por un modelo secto-
rial constituido por tres organismos de supervisión; el Banco de España, la Comisión
Nacional del Mercado de Valores y la Dirección General de Seguros.

Respecto a la actividad llevada a cabo por el Banco de España durante estos últimos
años cabe destacar su papel proactivo en la adaptación de las mejores prácticas
supervisoras y en el desarrollo normativo de regulaciones internacionales. En este
sentido debemos destacar, por un lado, su avance metodológico a través de la super-
visión orientada al riesgo (enfoque SABER) que determina los diferentes tipos de

143
EL SISTEMA BANCARIO ESPAÑOL ANTE EL NUEVO ENTORNO FINANCIERO

riesgos a los que una entidad financiera puede estar expuesta (crédito, mercado, tipo
de interés, liquidez, tipo de cambio, negocio, operativo y legal). Para cada uno de
estos riesgos Banco de España identifica su riesgo inherente, su control y el riesgo
residual de los mismos para llegar a determinar el perfil de riesgo de la entidad. A
partir de este perfil de riesgo de la entidad y tomando en consideración otros aspec-
tos como el gobierno corporativo de la entidad o la solvencia de la misma, Banco de
España llega a determinar el perfil de supervisión aplicable a cada una de las enti-
dades.

Por otro lado, es relevante también destacar el papel de Banco de España en la emisión
de normas clave para el sistema bancario español como la Circular 4/2004 de Banco de
España en materia contable o las Circulares que han adoptado la normativa de sendos
acuerdos de Basilea, la última, la Circular 3/2008 sobre determinación y control de los
recursos propios mínimos de las entidades de crédito.

3.5.2.3. El futuro modelo de supervisión español

Este enfoque sectorial mencionado en el apartado anterior, en consonancia con la ten-


dencia europea hacia la consolidación de organismos supervisores, va a ser objeto de
una revisión tal y como anunció el ministro de Economía, D. Pedro Solbes en mayo de
2008. Según el ministro, la reforma del sistema de supervisión español estará articula-
da en base a las siguientes instituciones:

«El Banco de España, al que se le atribuirá la supervisión sobre los riesgos de la sol-
vencia de todas las entidades financieras, bancos, entidades aseguradoras y a empre-
sas de servicios de inversión; y una Comisión Nacional de Servicios Financieros que
sustituyendo a la actual Comisión Nacional del Mercado de Valores, vigile el correc-
to funcionamiento en la transparencia de los mercados financieros, mediante la
supervisión de la conducta de los intermediarios en su relación con los inversores,
los ahorradores, asegurados y en general con todos los consumidores de servicios
financieros».

En la actualidad Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la


Dirección General de Seguros conjuntamente con el Ministerio de Economía y
Hacienda se encuentran trabajando en el plan que concretará las funciones, los medios
y las responsabilidades de cada uno de los nuevos organismos supervisores.

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ASPECTOS DIFERENCIALES DE NUESTRO SISTEMA BANCARIO

3.5.2.4. Cooperación entre supervisores en la UE

La existencia en Europa de diferentes organsimos supervisores con estructuras, norma-


tiva y competencias diferenciadas ha hecho históricamente muy difícil la creación de
organismos supranacionales de supervisión que dispusiesen de poder coercitivo sobre
sus miembros.

Como respuesta a esta imposibilidad y a la necesidad de establecer vínculos de coope-


ración entre los organismos supervisores de los países miembros de la UE se definió en
el año 2000 un enfoque denominado «Lamfalussy», en honor al Presidente del grupo de
expertos que desarrollo este método, que recogía la necesidad de cooperación entre los
organismos supervisores para unificar los criterios de transposición de la normativa
europea y eliminar las divergencias en su aplicación práctica. Si bien este enfoque fue
originado para el sector del mercado de valores, en el 2002 se decidió extender su apli-
cación a los sectores bancario y de seguros.

Dentro de los mecanismos de cooperación producto de este nuevo enfoque cabe desta-
car la creación de los siguientes organismos:

Committee of European Banking Supervisors (CEBS)


Committee of European Securities Regulators (CESR)

Ambos organismos son eficaces mecanismos de comunicación y cooperación que coad-


yuvan en la ejecución uniforme de la normativa comunitaria y participan de la elabora-
ción de la legislación bancaria y de valores. Si bien sus recomendaciones tienen el
carácter de no vinculantes, han desempeñado un papel importante en la armonización
de la legislación comunitaria en los países miembros en los últimos años.

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