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por demonios la recuperación era que estos demonios fueran exorcizado del cuerpo afectado”
En el siglo XIX con el desarrollo de la teoría del germen, avances de inmunología, salud pública,
patología y técnicas quirúrgicas la salud de los individuos mejor cuantitativa y cualitativamente.
1990 era sólo los médicos quienes se encargaban de este campo entendiendo que la “Salud es
algo que hay que conservar o curar frente agresiones puntuales (accidentes, infecciones, etc)
apoyándose con la cirugía y farmacología para cumplir su objetivo.
Los problemas “mentales” tenias acompañantes de tipo físico impulsando superar la dicotomía
fisco-mental o mente-cuerpo planteada por Descartes (Gatchel, Baum, Krantz,1989).
1975
1994, Bishop Se inicia el desarrollo de un interés por una aproximación teórica y dinámica más
comprensiva que el tradicional modelo médico de enfermedades a causa de tres importantes
hechos:
La conducta (hábitos saludables, buscar cuidados médicos, obedecer las recomendaciones de los
médicos, etc) tienen un efecto inmenso en nuestra salud. (1984, Matarazzo, Weiss, Herd, Miller y
Weiss)
1983, Walston, Alagna, DeVallis y DeVallis “Los estados psicológicos influyen en nuestra salud,
nuestros sentimientos y emociones pueden tener efectos positivos y negativos en nuestro bien
estar físico.
(Jemmott y Locke, 1984; Field, M c C a b e y S chneiderman, 1985; Labrador, 1992) Indican que el
“estrés” es el estado psicológico con afectaciones negativas en la salud, causando desde una
enfermedad cardiaca hasta el cáncer y supresión del sistema inmunitario
(National C enter for H e alth Statistics, 1989) indicia que en Estados Unidos incremento la
esperanza de vida casi al doble. gracias a las mejoras en la salud pública y a los cuidados médicos,
reducción de la mortalidad infantil y de las enfermedades infecciosas (gripe, rubéola, polio...) a
través de programas inmunitarios (Lancaster, 1990; M atare 770, 19 8 4 a). Produciendo un
cambio de los patrones de motalidad que en la actualidad son en su mayoría por enfermedades
crónicas (por ejemplo, cáncer, enfermedad coronaria) y accidentes por un comportamiento
inadecuado.
(Matarazzo, 1984a, 1984b) Se habla de patógenos conductuales que son la conducta que nos
hacen vulnerables a la enfermedad (fumar, beber alcohol, etc) y inmunógenos conductuales son
las conductas que nos reducen el riesgo a una enfermedad. Por ejemplo cabe destacar un estudio
realizado en Estados Unidos con una muestra de 7000 personar y seguida por nueve años y medio
donde se relaciona la longevidad con siete conductas de salud (dormir de 7 a 8 horas, desayunar
casi todos los días, tres comidas diarias sin picar entre ellas, mantener el peso dentro del límite,
ejercitarse, uso moderado o no beber alcohol y no fumar).
( D oll y Peto, 1989) indica la influencia que tiene acciones de la sociedad en nuestra salud, tales
como la contaminación del aire, agua y suelo.