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Código: 1005755233
Grupo:
Ibagué-Tolima
2019
1. ¿Qué es la neurociencia social y que aporte brinda a la psicología?
2.Qué se entendemos por cognición social y como este concepto ayuda a comprender
el comportamiento?
La cognición social alude a la forma en que pensamos sobre los demás. En este sentido, sería
una poderosa herramienta para comprender las relaciones sociales. Mediante la cognición social
entendemos las emociones, los pensamientos, intenciones y conductas sociales de los demás. En
las interacciones sociales, conocer lo que otras personas piensan y sienten puede suponer una
ventaja enorme para desenvolvernos en ese contexto. Las personas no nos acercamos a las
situaciones como observadores neutrales -aunque muchas veces intentemos aparentar que sí-,
sino que llevamos nuestros propios deseos y expectativas. Estas actitudes previas van a influir
en lo que vemos y recordamos. De este modo, nuestros sentidos reciben información que es
interpretada y analizada. Posteriormente, esas interpretaciones son contrastadas con la
información que guardamos en la memoria.
La cognición interviene en la forma como nos comportamos debido a que todo individuo tiende
a repetir las acciones palabras y sucesos que ve a su alrededor y que percibe e identifica a su vez
las acciones buenas y malas y convierte la información procesada en el cerebro como
actuaciones y comportamientos propios de cada persona.
Las impresiones cuentan con una cierta estructura, donde hay cualidades centrales y cualidades
periféricas. Cada parte forma un todo; la omisión o el agregado de una cualidad alteran la
percepción global. En el caso de la percepción de personas, aparecen diversos factores que
influyen en la percepción: las expectativas acerca del sujeto con el que se va a interactuar,
las motivaciones (que hacen que el hombre que percibe vea en el otro individuo lo que se desea
ver), las metas (influyen en el procesamiento de la información), la familiaridad y
la experiencia.
Existen distintos efectos que alteran la percepción social. De acuerdo al valor del estímulo,
puede producirse la acentuación perceptiva (cuando el valor de un estímulo es grande, éste se
percibe mayor de lo que es) o el efecto halo (si una persona es vista de forma positiva en alguno
de sus rasgos, tenderá a verse de forma positiva en otros rasgos). De acuerdo al significado
emotivo del estímulo, puede provocarse la defensa perceptiva (ante estímulos amenazadores) o
la perspicacia perceptiva (ante estímulos que pueden satisfacer una necesidad o brindar algún
beneficio). El estereotipo (la asignación de atributos en función de la identidad grupal),
el prejuicio (la forma individual de establecer juicios sobre personas o cosas alejados de la
percepción social común) y la proyección (el efecto de las propias emociones al evaluar
personas o situaciones) también son efectos alteradores de la percepción.
4.¿Qué es la inferencia social y que aspectos del comportamiento social pueden ser
explicados desde estos conceptos?
Si queremos conocer a fondo el origen etimológico del término inferencia, tenemos que
proceder a trasladarnos hasta el latín. Allí encontraremos como aquel es el resultado de la
suma de tres partes claramente identificables: el prefijo in-, que puede traducirse como
“hacia”; el verbo ferre, que puede establecerse como sinónimo de “llevar”, y finalmente el
sufijo –ia, que es equivalente a “acción o cualidad”.
Inferencia es la acción y efecto de inferir (deducir algo, sacar una consecuencia de otra cosa,
conducir a un resultado). La inferencia surge a partir de una evaluación mental entre distintas
expresiones que, al ser relacionadas como abstracciones, permiten trazar una implicación
lógica.
Al partir de hipótesis o argumentos, es posible inferir una conclusión(que puede resultar
verdadera o falsa). Por ejemplo: “Todavía no recibí la confirmación oficial por parte de la
empresa, lo que te digo es sólo una inferencia mía”, “Cada vez que juega la selección, Mariana
falta al trabajo: mi inferencia es que mañana vamos a estar solos en la oficina”, “No podemos
guiarnos por inferencias, sino que tenemos que aguardar a que los sucesos se confirmen antes
de tomar una decisión”.
Es importante, además de todo lo expuesto, establecer que existen diversos tipos de
inferencias muy significativas:
• Inferencia estadística. Es aquella que se convierte en protagonista dentro del ámbito de la
administración y la gestión. En su caso, se sustenta en dos pilares fundamentales para poder
desarrollarse: lo que sería el contrastar diversas hipótesis y también la estimación.
• Inferencia del comportamiento. Como su propio nombre indica es la que se encarga de
analizar a fondo las formas de comportarse del ser humano en general. Para conseguirlo se
tienen en cuenta factores tales como el grado de inteligencia o lo que sería la empatía.
Además de estas dos modalidades, hay que subrayar que a nivel general, la inferencia se
clasifica en cinco grandes grupos:
• La trivaluada, que es la que ofrece tres valores como resultados.
• La lógica, que es la que únicamente permite establecer un resultado verdadero o falso.
• La probabilística, que viene a determinar que una verdad tiene mayores probabilidades de
serlo que otras.
• La multivaluada, que se identifica por el hecho de que ofrece como resultado una serie
amplia de valores.
• La difusa. Esta última clase de inferencia podemos determinar que es la que se encarga de
analizar todos los resultados con una gran precisión.
El silogismo es una forma esencial de inferencia. Se trata de una forma de razonamiento
deductivo que se forma por dos proposiciones (premisas) y una conclusión. Esta conclusión es
la inferencia que necesariamente se deduce de las dos premisas.
La veracidad de la conclusión dependerá de las leyes que regulan la relación entre las premisas
comparadas. La garantía de verdad del nuevo juicio es la lógica, que deberá establecer distintas
clasificaciones de las premisas.
No todas las inferencias ofrecen conclusiones verdaderas. Es posible afirmar que todos los
perros son animales peludos de cuatro patas, pero no se puede inferir que todos los animales
peludos con cuatro patas son perros.
Las inferencias suelen generarse a partir de un análisis de características y probabilidades. Si
alguien hace referencia a un animal de cuatro patas, peludo y que mueve la cola, puedo inferir
que lo más probable es que esté haciendo referencia a un perro.
Dicho de otra forma, esta facultad hace posible que tengamos en cuenta los estados mentales de
otros sujetos sin suponer que estas ideas o pensamientos son como los de uno mismo. Una
persona que ha desarrollado Teoría de la Mente puede atribuir ideas, deseos y creencias al resto
de agentes con los que interactúa. Y todo esto de manera automática, casi inconsciente.
El mecanismo que la gente usa para hacer inferencias acerca de los estados mentales de los
demás es conocido como Teoría de la Mente (ToM). Uno de los descubrimientos más
sobresalientes de la reciente neurociencia cognitiva humana es que existen un grupo de regiones
cerebrales en la corteza cerebral humana que subyacen selectiva y específicamente a éste
mecanismo.
La importancia de los estados mentales para propósitos de predicción de la conducta es
especialmente claro cuando la persona que ejecuta la conducta está mal informada: es decir,
cuando el actor tiene una creencia falsa. Por lo tanto, las creencias falsas están fuertemente
representadas en los estudios de la ToM. El paradigma original de la Creencia Falsa fue diseñado
para ser usado en niños de edad pre-escolar. En el diseño básico, un niño observa mientras que
un muñeco coloca un objeto en la ubicación A. El muñeco abandona la escena y el objeto es
transferido a la ubicación B. El muñeco regresa y se interroga al niño para que prediga en
donde buscará el muñeco al objeto. Los niños de tres años contestan que el muñeco buscará en
a ubicación B, donde el objeto en realidad se encuentra; los niños mayores afirman que el
muñeco buscará en la ubicación A, donde el muñeco vio al objeto por última vez.
7. ¿Qué es la categorización y los juicios sociales? Indique como este concepto ayuda
a comprender el comportamiento social?
Proceso que permite clasificar a las personas en grupos en función de las características
que tienen en común (p. e., sexo, edad, nacionalidad). La asignación de los demás a
determinados grupos o categorías es una manera de hacer más sencilla la percepción de la
realidad social. La categoría grupal proporciona una identidad o posición social y, al mismo
tiempo, funciona como perspectiva de percepción de la realidad. En esta percepción parece
que haya siempre implícito un proceso de comparación social que genera un “nosotros”
ante un “ellos”, proceso en el cual emerge la identidad social, pero también discriminación.
La comparación: no actuamos ni nos relacionamos con la gente en función de lo que son, si
no que lo hacemos en función de cómo los representamos o percibimos (por ejemplo, si
miramos a alguien por el color de la piel, llegaremos a una determinada percepción y
valoración, y si lo hacemos por sus ideas políticas, llegaremos a otra). Con este proceso de
comparación social establecemos diferenciaciones del tipo “nosotros frente a ellos”, el
endogrupo frente al exogrupo, diferenciación que la mayoría de veces es fruto de una
competencia social y de un conflicto de intereses.
- La categorización social: es el proceso por el que ordenamos el entorno en términos de
categorías. Este proceso de la categorización social comporta unos efectos específicos:
- Acentuación ilusoria de semejanza entre las personas que forman parte de una misma
categoría (por ejemplo, la creación de semejanzas entre “los diferentes catalanes”)
- Creación exagerada de diferencias entre personas pertenecientes a categorías diferentes, es
decir, entre un hombre y una mujer cualesquiera, o entre un europeo y un asiático.
-La identificación: escogemos compararnos con aquellas categorías que nos permitan salir
favorecidos de la comparación, y diferenciarnos en términos de identidad social, buscando lo
que Tajfel denomina una distintividad social positiva.
La confianza interpersonal es un componente central del capital social y una variable clave
de la cultura política. Al determinar en gran medida la capacidad de los individuos y grupos
de la comunidad para cooperar en la solución de los problemas colectivos, parece tener una
influencia significativa en el funcionamiento de la política, en el desarrollo económico y
en muchas áreas de la vida social.
En los estudios comparativos entre países, los altos niveles de confianza exhiben una relación
con la estabilidad de la democracia y el buen desempeño de las instituciones. A la inversa, la
baja confianza interpersonal está asociada con la inestabilidad política e instituciones
ineficaces y poco transparentes.
También hay indicios de que la confianza contribuye a la prosperidad. [1] Su escasez aumenta
los costos de las transacciones económicas y parece limitar el crecimiento de las empresas más
allá de las fronteras de la familia.
Se ha observado, además, que existen vínculos entre la confianza e indicadores como la tasa de
delitos, la corrupción, los niveles de recaudación impositiva, los accidentes de tránsito, la
tolerancia hacia las minorías y la disposición de los ciudadanos a ejercer responsabilidades
cívicas. El indicador más ampliamente utilizado para medir la confianza surge de preguntar a
los encuestados: “¿Diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que uno
nunca es suficientemente cuidadoso en el trato con los demás?”. Esta frase fue formulada en
1948 por Elizabeth Noelle-Neumann y desde entonces ha constituido la medida estándar de
confianza empleada en los sondeos.
Con la continua expansión de las encuestas transnacionales, los estudios más recientes, basados
en datos de una gran diversidad de culturas y niveles de desarrollo, sugieren que la pregunta
estándar no es interpretada de la misma manera por los entrevistados de las diferentes
sociedades. Cambia, en particular, el círculo de personas que los encuestados incluyen en la
expresión “la mayoría de la gente”. Ésta puede referirse en mayor medida al grupo cercano
de familiares, vecinos y conocidos, o extenderse también a los extraños y a las personas de otra
religión o nacionalidad. La amplitud de este círculo, definido como el “radio de confianza“,
varia considerablemente entre los países.
La cooperación implica una colaboración, una contribución o una asistencia. Supongamos que
dos naciones firman un convenio de cooperación educativa. El pacto propone que los expertos
en políticas educativas y los educadores de ambos países realicen un trabajo en conjunto para
mejorar la formación de todos los habitantes. Los acuerdos de cooperación en distintos ámbitos
son usuales entre los Estados para potenciarse mutuamente. En este marco puede hablarse de
la cooperación militar, la cooperación medioambiental, la cooperación judicial y la cooperación
económica, entre otras.
El término conducta pro social se refiere a toda conducta que, en el contexto de una sociedad
determinada, se entiende como generalmente beneficiosa para otras personas y para el sistema
social.
Conducta pro social incluye:
Conducta de ayuda.
Conducta altruista.
Conducta de ayuda:
Es cualquier acción que tenga como objetivo proporcionar algún beneficio o mejorar el
bienestar de otra persona.
Conducta altruista:
Dos definiciones:
La psicología social de las relaciones intergrupales el área de la psicología que estudia las
causas y consecuencias de las acciones y percepciones que tienen los individuos sobre sí
mismos y los otros en tanto miembros de diferentes grupos sociales. Las relaciones
intergrupales son las que se establecen entre individuos o grupos en su conjunto en función
de las pertenencias e identificación con esos grupos. Según Sherif, tienen por lo general
una gran visibilidad ya que a menudo son objeto de interés por parte de los medios de
comunicación.
Según Turner y Giles la conducta intergrupal puede situarse en el extremo más social del
objeto de la psicología social por dos razones:
Porque es una conducta influida en gran medida por el contexto macro social y supone
la convergencia de procesos sociales (políticos, económicos, históricos y culturales) y
psicológicos, y
Los comportamientos intergrupales ponen de manifiesto la sociabilidad humana en sus
formas más extremas: desde el altruismo heroico a la completa deshumanización,
mostrando el efecto de los procesos intergrupales sobre el comportamiento individual.
OJO