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Plenarios de la CNAT
Las sumas que en concepto de “asignación por comida y refrigerio” las empresas pagan en virtud
de lo dispuesto en el art. 68 de la C.C.T. 124/75 tienen carácter salarial. Las mismas deben ser
computadas para el cálculo de la retribución de trabajo extraordinario, vacaciones, otras licencias
pagas y aguinaldo. Plenario 284, 24/6/1994, “Jacobson, Jorge, v. Proartel, s./Salarios”.
En la regulación establecida por el C.C.T. 124/75 no revisten carácter salarial los “plus” que se
reconocen a los periodistas por el art. 36 (por uso, mantenimiento y amortización de automóvil
propio) y por el art. 39 (por afectación y uso de equipos de filmación de imagen y sonido y cámaras
mudas de su propiedad). Plenario 273, 2/4/1990, “Arruebarrena, Olga Esther, v. Producciones
Argentinas S.A. Televisión S.A.C.I.”.
No fueron derogados por la ley 21476 los mayores beneficios en materia de jornada de trabajo
acordados por el convenio colectivo de trabajo 124/75. Plenario 267, 17/5/1989, “Manoni, Walter, v.
Dicón Difusión Contemporánea S.A.”.
Ámbito de aplicación
El art. 2º del Estatuto del Periodista, ampliado por la ley 15.532, ha incorporado a sus normas a las
“empresas…de televisión que…televisen informativos o noticias de carácter periodístico…”.
El Estatuto del Periodista no pretendió reglamentar la actividad de las empresas periodísticas sino
establecer las condiciones de trabajo, remuneración, jornada y previsión de los periodistas, con el
fin de asegurar su desenvolvimiento material y espiritual, por lo que su normativa se aplica a la
tarea periodística y no sólo a la empresa periodística. Sala VI, 13/7/2001, “Ramos, Marcelo E. v.
Televisión Federal S.A. TELEFE”
El régimen estatuido por la ley 12908 prevalece sobre las disposiciones de la LCT. cuando las
últimas sean incompatibles con la naturaleza y la modalidad de las actividades desarrolladas y con
sus específicos regímenes jurídicos o cuando, no existiendo tal incompatibilidad, son más
favorables. Sala X, 28/12/1999, “Bertolini, Ana, v. Editorial Atlántida S.A., s./Despido”.
Generalidades
Si por aplicación del art. 9, LCT., se hizo lugar a la indemnización por fallecimiento (art. 248, LCT.)
a favor de la conviviente de un trabajador amparado por la ley 12908 —situación no comprendida
por el art. 51 de la norma específica—, corresponde que la misma esté sujeta a los topes previstos
por la ley general. Esto es así toda vez que cuando se resuelve un conflicto en base a la norma
más favorable, debe necesariamente desecharse la teoría de la “atomización” y aplicarse la del
“conglobamiento por instituciones”. Sala VIII, 10/9/1999, “Ruiz, Ana, v. Telam S.A., s./Despido”.
Despido. Indemnización.
Corresponde calcular sin tope la indemnización por antigüedad por despido injustificado del
cronista comprendido en el art. 2º del estatuto del periodista profesional, en virtud de lo previsto
por los arts. 2 y 9 de la LCT y lo establecido expresamente en dicho estatuto, al no contener un
tope máximo el art. 43, inc. c)de la ley 12908. 1371 Sala V, 20/2/2001, “Avellaneda, Mario N. v.
Desup SRL s. despido” Ty SS 01-424.
El Estatuto Profesional del Periodista (ley 12908) no contempla expresamente el caso de despido
del trabajador que reingresa a prestar servicios a las órdenes del mismo empleador, en cuanto a la
antigüedad computable y la deducción de las indemnizaciones anteriores. Por ello, en virtud de lo
establecido en el art. 2 de la LCT y 47 del estatuto mencionado, corresponde la aplicación de lo
normado en el art 255 LCT, pues si el régimen especial no regula un instituto sí previsto en la LCT,
ésta es aplicable si supera la debida formulación del juicio de compatibilidad entre ambas
normativas. Sala II, 12/3/2001, “Gayoso, Jorge v. S.A. La Nación s. Despido”
Para liquidar las indemnizaciones por despido de los trabajadores amparados por el Estatuto del
Periodista no corresponde tener en cuenta lo dispuesto por el art. 245, LCT., sino lo determinado
por la norma específica (art. 43 de la ley 12908) la cual no dispone la aplicación de tope alguno.
Por ello, pese a que el Ministerio de Trabajo haya publicado un tope correspondiente a la actividad,
corresponde el cálculo de la indemnización pertinente de conformidad con la ley especial que no
fue derogada. Sala X, 17/2/2000, “Calzón, Neber, v. La Prensa S.A, s./Diferencias de salarios”.
El régimen tarifado sancionado en el art. 43 del Estatuto Profesional del Periodista (ley 12908) se
basa en el promedio de todo lo percibido (rectius, devengado) por el trabajador en el período de
seis meses anteriores al despido o durante el tiempo de prestación de los servicios, si fuese
menor. En ese cálculo entran todos los ingresos (horas extras, comisiones, provisión de alimentos).
Ese promedio mensual es la base indemnizatoria, sin tope máximo alguno. Se multiplica por cada
año de servicios o fracción mayor de tres meses y en ningún caso puede ser menor a dos meses
de dicho promedio. Sala VI, 11/2/2000, “León, Daniel, v. Telam S.A., s./Ley 12908”.
El art. 9 de la LCT. establece un criterio interpretativo al disponer que “en caso de duda sobre la
aplicación de normas legales o convencionales, prevalecerá la más favorable al trabajador,
considerándose la norma o conjunto de normas que rija cada una de las instituciones del derecho
del trabajo”. En consecuencia, si para el despido del personal administrativo de empresas
periodísticas, el régimen especial prevé una indemnización de seis meses por preaviso omitido y
un mes por cada año trabajado para el empleador, debiéndose tomar como base “el último sueldo
devengado por el dependiente” (conf. doctrina plenaria 75 in re “López, Emilio, v. Empresas
Periodísticas Argentinas S.A.”), sin tope alguno, es indiscutible que la mayoría de los aspectos del
régimen especial resultan más beneficiosos que la ley general, por lo que aquel ordenamiento
debe ser considerado en su totalidad (del voto del Dr. Guibourg, en mayoría). Sala III, 13/6/2000,
“Vladimirsky, Liliana, v. Editorial Perfil S.A., s./Despido”.
Para liquidar las indemnizaciones por despido de los trabajadores amparados por el Estatuto del
Periodista no corresponde tener en cuenta lo dispuesto por el art. 245, LCT., sino lo determinado
por la norma específica (art. 43 de la ley 12908, incs. a, b, c, d y e) en cuanto dispone que se
tomará como base el promedio que resulte de lo percibido por el dependiente en los últimos seis
meses. Se incluye el SAC, pues la enumeración que realiza el artículo ya citado no importa la
prohibición legal de tomarlo en consideración, toda vez que es meramente enunciativa. (Del voto
de la Dra. Porta, en mayoría.) Sala III, 25/3/1999, “Caira, Mario, v. Editorial Perfil S.A., s./Despido”.
El art. 43 de la ley 12908, inc. e, establece los rubros a tener en cuenta para determinar la base de
la indemnización por despido, pero no existen razones suficientes para juzgar que se trata de una
enumeración taxativa, en especial si se tiene en cuenta la expresión “todo otro pago en especies”
que abre la inclusión de rubros (en especie) no específicamente enumerados. Y si también se
incluyen las gratificaciones, que son excepcionales y no periódicas ni uniformes, con mayor razón
se debe incluir el SAC como prestación obligatoria y regular. (Del voto del Dr. Guibourg, que
integra la mayoría.) Sala III, 25/3/1999, “Caira, Mario, v. Editorial Perfil S.A., s./Despido”.
Generalidades
Dado que el trabajo del encargado de un edificio se complica cuando vive en el mismo lugar en
que trabaja, ya que la carga psíquica, positiva o negativa de sus habitantes penetra en su esfera
personal aún cuando duerme, es obligación del empleador intensificar los medios para protegerlo
en todo momento, incluso en su descanso. Sala VI, 7/2/2000, “Colado, Mónica N. v. Consorcio de
propietarios del edificio Wenceslao Villafañe 1093” TySS ‘00-515
Las normas de la ley 12981, en tanto establecen el derecho a la estabilidad en el empleo a partir
de los 60 días, desplazan a las del art. 92 bis de la LCT, por tratarse de un estatuto que regula una
actividad particular y por ser más favorables al trabajador. Sala IV, 11/8/2000, “Martínez, Orlando
C. v. Galerías Larreta S.A. s./ Despido” TySS ‘00-1087.
Si bien la ley 12981 es un régimen especial, pues regula la actividad de los encargados de casas
de renta, la posterior modificación del RCT mediante la ley 24465 que incorporó el art. 92 bis - el
cual establece un período de prueba de tres meses-, derogó implícitamente el plazo de 60 días
dispuesto por el art. 6 del estatuto. Ello porque la ley 24465 establece la imperatividad absoluta del
lapso mínimo del período de prueba, facultando sólo a los convenios colectivos a la introducción de
lapsos mayores. Sala IX, 23/2/2001, "Fernández Oviedo, Jorge v. Consorcio de Propietarios
Edificio Tucumán 994/1000 s./ Despido"
Si el actor fue despedido, cualquiera sea la causa que motivó tal hecho y aun cuando carezca de
ella, al no haberse acreditado la existencia de algún acuerdo que le permitiera permanecer en la
vivienda más allá del plazo de 30 días previsto en el art. 7 del decreto 11296/49, resulta ajustado a
derecho la decisión del a quo de ordenar el desalojo del accionado. Esto es así aun en los casos
en que se hubiera acreditado que el actor poseía acreencia alguna respecto del consorcio, pues
ello tampoco lo autoriza a retener la vivienda toda vez que no se da el supuesto previsto por el art.
3939 del Código Civil, que exige que la deuda tenga su origen en la misma cosa retenida. Sala III,
10/2/1998, “Consorcio de Propietarios del Edificio de Álvarez Thomas 2820, v. Zapata, Carlos,
s./Desalojo”.
Generalidades
Si la trabajadora admitió expresamente haber gozado de licencia por maternidad conforme los
términos del art. 70, inc. ch) del Estatuto Docente Municipal, que prevé un régimen más
beneficioso para la mujer embarazada (licencia con percepción integra de haberes durante 45
días corridos con prelación al nacimiento y 120 días con posterioridad a su acaecimiento) que el
consagrado en la ley de contrato de trabajo, resulta de aplicación el principio de englobamiento por
institución del art. 9 de la LCT. del cual deriva la prevalencia del Estatuto sobre lo establecido al
respecto en la ley general que rige en materia laboral, en el caso, la trabajador pretendió
ampararse en las disposiciones de la LCT. a los fines de hacer uso del derecho de excedencia que
le acuerda la ley de contrato de trabajo, cuando dicho instituto se encuentra regulado de manera
diferente por las disposiciones del Estatuto Docente de tal modo que, vencido el plazo de licencia
por maternidad, el personal puede optar por hacer uso de la excedencia por 120 días corridos más
sin percepción de haberes. Sala X, 13/2/2001, “Granozio, Marcela E. v. Fundación Educar y otro”.
Un decreto del ámbito municipal que atribuye carácter no remuneratorio a algunos rubros
percibidos por los docentes de establecimientos privados no puede desconocer ni alterar normas
básicas en materia de remuneración como las previstas en los arts. 103 y siguientes de la LCT.
Sala III, 31/5/1999, “Rozenbaum, Gabriela v. Asociación Israelita de Beneficencia, Educación y
Culto David Wolfshon s./despido” TySS ‘00-506
4) Servicio doméstico
Alcance. Ámbito de aplicación.
El decreto-ley 326/56 –estatuto del servicio doméstico- es una norma de orden público que rige en
todo el territorio de la República Argentina, pues está inspirado en los mismos principios que
orientan la legislación laboral. CLaboral y Paz, Corrientes, 10/4/2000, “Maidana, Zunilda v.
Mosqueda, Miguel A. y otra.”
Es improcedente la pretensión de cobro de indemnización por despido del trabajador del servicio
doméstico si no se probó la prestación de tareas con la frecuencia requerida por el decreto-ley
326/56 –estatuto de servicio doméstico-, pues en tal caso sólo puede tenerse por configurada una
locación de servicios o de obra para la ejecución de trabajos esporádicos en el domicilio del
demandado. CLaboral y Paz, Corrientes, 10/4/2000, “Maidana, Zunilda v. Mosqueda, Miguel A. y
otra.”
En supuestos en que la prestación de servicios domésticos, por la cantidad de horas trabajadas no
encuadra en el estatuto específico, debe declararse la existencia de la relación laboral y aplicarse
los principios generales del derecho del trabajo, como otros institutos no reñidos con los pautados
en la regulación propia, en la medida en que no excedan los que este último prevé para quienes
están incluidos. TS Córdoba, Sala Laboral, 14/9/1999, “Badra, María E. v. Balocco, María” TySS
‘00-432.
La limitación horaria o los días trabajados no impide considerar a la relación habida entre las
partes como un contrato de trabajo, de carácter permanente, con prestación discontinua (en el
caso, tareas domésticas prestadas dos veces por semana, cuatro horas por día en un
establecimiento comercial, es decir, no incluidas en el dec. 326/56). Sala I, 2/3/2000, “Medina,
Susana I. v. Porzio Barros, Juan F. s./ Despido” Ty SS ‘00-440.
Una de las notas decisivas para calificar a un trabajador del servicio doméstico es el ámbito físico
donde presta sus tareas, vale decir dentro de la vida doméstica, entendiéndose por tal el hogar
familiar. Por ello, no puede calificarse de tal la empleada de un consorcio que realizaba tareas de
limpieza en las partes comunes de un consorcio entre dos y tres veces por semana y por un lapso
de tres o cuatro horas por día. Sala VIII, 31/8/1999, “Reyes, Elvira, v. Cons. Prop. Bartolomé Mitre
2525/31/33/35, s./Despido”.
Las labores desempeñadas por un trabajador en el ámbito de un crucero (ya sea amarrado en
puerto o de viaje) no pueden encuadrarse como enmarcadas por el estatuto del servicio doméstico,
sino como reguladas por las normas de la LCT. Estas tareas fueron realizadas fuera del ámbito del
hogar familiar, al que no puede asimilarse un yate por más que sirviera de alojamiento temporal los
fines de semana. Sala III, 16/10/1998, “Velázquez González, Walter, v. Cirio Orestes, Ricardo, y
otros, s./Despido”.
Generalidades
El empleador de personal de servicio doméstico debe expedir los certificados de trabajo y cese de
servicios, pues el art. 2º, inc. f) de la ley 18037 comprende también a las trabajadoras domésticas
por horas. TS Córdoba, Sala Laboral, 14/9/1999, “Badra, María E. v. Balocco, María” TySS,’00-432.
Generalidades
Si no se acreditó la existencia de un acuerdo de partes para la inclusión del IVA en el precio de
venta a fin del cálculo de las comisiones, resulta aplicable al caso la doctrina del fallo plenario nº
253, en cuanto establece que "cuando no media convenio de partes u otras fuentes normativas
que así lo considere no debe tenerse en cuenta el IVA como integrante del precio de venta a que
se refiere el art. 7 de la ley 14546 para el cálculo de la comisión del viajante. Sala II, 18/4/2001,
"Piñeiro, Enrique v. Hospital Británico de BS AS Asoc. Civil s/ LEY 14546"
Si bien el estatuto del viajante establece que el comerciante o industrial debe conservar la
instrumental prevista en el art. 10 y caso contrario, ante la declaración jurada del trabajador, se
produce la inversión de la carga de la prueba, dicha declaración tiene que estar apoyada con la
documentación que obra en poder del viajante, y si ésta n o reúne tales requisitos, ni tampoco
observa las modalidades que eran de uso entre las partes, los rubros en ella sustentados no deben
ser admitidos. CApel. Rosario (Santa Fe), Sala III, 23/6/2000, “Buzzoni, Roberto A. v. Plásticos
Entre Ríos S.R.L. s./ cobro de australes” TySS ‘00-935
El art. 4º de la ley 14546 que establece el término de prescripción de cinco años, resultó derogado
en virtud de lo dispuesto por los arts. 1º y 4º de la ley 17709, correspondiendo, en la actualidad –
art. 256 LCT- el plazo de dos años. CApel. Rosario (Santa Fe), Sala III, 2376/2000, “Buzzoni,
Roberto A. v. Plásticos Entre Ríos S.R.L. s./ cobro de australes” TySS ‘00-935.
La forma amplia y permisiva contemplada en la redacción del inc. c del capítulo I del C.C.T. 286/97
deja en indefensión al trabajador, pues en ausencia de un registro especial como el que prevé el
Estatuto del Viajante de Comercio, coloca en cabeza del trabajador la carga (cfr. art. 377 del
CPCCN.) de acreditar la zona asignada, nómina de clientes, porcentajes de comisiones pactadas y
demás condiciones de labor que denuncie en el escrito de demanda y que a su entender debieron
figurar asentados en los registros del empleador. Por ello, y ante la colisión de ambas normativas,
corresponde aplicar la norma más favorable (art. 9, LCT.) en el sentido de que las tareas
desarrolladas por el actor (vendedor placista o viajante de comercio) debían registrarse juntamente
con los actos de comercio que las mismas implicaban en el libro especial previsto por la ley 14546
(arts. 10 y 11). Sala IX, 26/6/2000, “Rosetti, Genaro, v. Bompassy S.A., s./Ley 14546”.
Para acordar eficacia al juramento prestado por el accionante (art. 11, ley 14546) corresponde que
éste acompañe las notas de venta que pretende hacer valer en el escrito inicial, de otro modo se
impediría a la contraparte ejercer adecuadamente el derecho de defensa al tener que aportar
prueba que descalifique la presunción favorable al juramento realizado respecto de las cantidades
globales sin sustento en elementos concretos. Tal situación implicaría un notorio compromiso a la
intangibilidad de sus expectativas en el litigio. Aun en el caso en que la demandada no lleve el libro
especial previsto en el art. 10 de la ley 14546, no corresponde acordar operatividad a la presunción
del art. 11 de la citada norma, si no acompañaron las notas de ventas al escrito inicial,
individualizando concretamente las operaciones que se pretenden impagas. Sala II, 30/6/1995,
“Benzi, Francisco, v. Establecimientos Pingüino S.A., s./Despido”.
Actividad pesquera.
En los casos en que el empleador tenga a su servicio trabajadores que realizan una tarea distinta a
la de su actividad específica (como sucede en el caso concreto en que la demandada se dedica a
la pesca de altura, pero también contrata patrones fluviales y/o marítimos) no deben
considerárselos comprendidos en los C.C.T. 407/75 y 408/75 (conf. plenario 36 “Risso v. Química
Estrella”). Sala V, 23/2/2000, “Centro de Patrones Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo v. Arzen
Corporation S.A., s./Cobro de aportes y contribuciones”.
El convenio colectivo 155/91, aplicable a la actividad pesquera en alta mar, dispone que el armador
no podrá tener a ningún tripulante por decisión empresaria, en situación “a órdenes” por más de
noventa días corridos, salvo que el tripulante diera expresa conformidad para prorrogar esta
situación por sucesivos períodos adicionales de treinta días corridos cada uno. Vencidos tales
plazos, el armador debe optar entre reembarcarlo o desvincularlo abonándole las indemnizaciones
que pudieran corresponder (art. 58). Pero habiendo excedido el plazo previsto en la norma
convencional citada, la empresa nunca puede hacer valer la supuesta conducta pasiva del
trabajador para utilizarla a su favor cuando ella tampoco realizó ninguna conducta positiva
tendiente a lograr una definición por parte de su dependiente. Sala VII, 12/5/2000, “Ramírez,
Rubén, v. Hansung S.A., s./Despido”.
Las características especiales de la contratación del personal afectado a la actividad pesquera,
que comprende distintos contratos de ajuste que no siempre corresponden a un mes calendario y
perciben salarios aun desembarcados, hace prudente estar al promedio mensual resultante de
dividir la sumatoria de los importes liquidados en el último año por los doce meses en él
comprendidos a efectos del cálculo de la indemnización por despido. Sala II, 14/10/1998, “Benítez,
Mario, v. Conarpesa Continental Armadores de Pesca S.A., s./Despido”.
Frente a lo establecido por el art. 56 del C.C.T. 155/91, para que resulte procedente el pago del
“pilotaje” no es suficiente que no se haya obtenido éxito en las tareas de pesca, toda vez que las
tareas de exploración pesquera también excluirían el pago de dicho rubro. Sala I, 15/11/1999,
“Saucedo, Luis, v. Calanova S.A., s./Cobro de salarios”.
Generalidades
El art. 92 bis, LCT no es aplicable al incumplimiento del contrato de ajuste por viaje, a cuyo
respecto, en el caso, rige –por virtud del art. 2º, LCT-, el tercer párr. del art. 993 del cód. de
comercio. Sala IX, 18/10/2000, “Bagur, Carlos A. v. Explotación Pesquera de la Patagonia S.A.
Pespasa s./ Despido” TySS ‘00-1092
Dado que las divisas tienden a compensar los eventuales mayores gastos que deban afrontar los
tripulantes de buques de navegación internacional, como consecuencia de diferencias de precios
de diversos países, no son, en principio, viáticos remuneratorios, solución que es también la del
CCT 65/92 “E” de aplicación en el caso. Sala VIII, 27/4/2000, “Vega, Julio C. y otro v. La Naviera
S.A. s./ Despido” TySS ‘00-720
El art. 12 de la C.C.T. 219/93 no modificó la naturaleza jurídica del concepto que la doctrina desde
antiguo ha caracterizado como una especie de “viático” no remuneratorio que se otorga al personal
embarcado para afrontar gastos a fin de facilitar la permanencia en los puertos de destino. Sala II,
10/9/1999, “Souza, Leonardo, v. Comando de Trasportes Navales Ara, s./Despido”.
La prestación efectiva de tareas por 181 días está prevista como requisito para el goce de la
licencia anual ordinaria pero no para su indemnización en caso de ruptura del vínculo, rigiendo al
respecto el art. 156 de la LCT. y ello con expresa remisión del art. 43 del C.C.T. 175/75. Sala II,
31/10/1997, “Mendoza, Fabián, v. Empesur S.A., s./Despido”.
Ámbito de aplicación
Dentro del ámbito de la industria de la construcción (ley 22250) la aplicación de la normativa del
régimen común (Ley de Contrato de Trabajo) sólo es posible cuando se refiere a aspectos de la
relación laboral no contemplados en la legislación específica y en tanto no resulten incompatibles
ni se opongan a su naturaleza. Para el caso de fallecimiento del trabajador, la ley 22250 establece
una indemnización en su art. 26 y esta disposición torna improcedente la pretensión encaminada a
obtener la reparación contemplada en el art. 248 LCT. Sala II, 29/12/2000, "Ayala, Mónica por sí y
en representación de su hija v. Dragados y Obras Portuarios S.A. s. Ind. por Fallecimiento"
Generalidades
Si un trabajador de la construcción reclamó el pago de horas extras y salarios adeudados, ante el
reconocimiento del derecho respecto de tales conceptos, corresponde acoger su pretensión
indemnizatoria fundada en el art. 19 de la ley 22250 ya que la norma no requiere mayores
especificaciones sino la existencia de intimación fehaciente formulada dentro de los 10 días en que
el crédito se tornó exigible, Sala II, 4/9/2000, “Navarro, Lino M. y otro v. Altairac, Jorge y otro” 2001-
A 644
El fondo de desempleo constituye un patrimonio inalienable e irrenunciable del trabajador (art. 15,
ley 22250), del que recién puede disponer al cesar la relación laboral (art. 17), y ello es así
cualquiera que fuese la causa de la extinción del vínculo (art. 7 del decreto reglamentario 1342/81).
El sistema del “fondo de desempleo” reemplaza el régimen de preaviso y despido de la LCT. Con
respecto a su naturaleza jurídica, se ha señalado que se trataría de un “salario diferido”, el que no
es pagado al trabajador a medida que se devenga, sino que es depositado por el empleador en
una cuenta bancaria individual (cfr. Marigo y Rainolter, Personal de la industria de la construcción,
ps. 124 y ss., y sus remisiones a obras de Vázquez Vialard y Deveali. Véase p. 138). Sup. Trib.
Just. Río Negro, 16/6/1999, “Herrera, José Daniel, v. Ecos S.R.L., s./Reclamo s./inaplicabilidad de
ley” (RDL 2000-II-500).
La ley 24013 establece una modificación sustancial en cuanto a la forma de extinción del contrato
de trabajo en la industria de la construcción. En virtud de la nueva normativa, cuando se intime a la
regularización de la relación en los términos del art. 11, el principal debe abstenerse, por el término
de dos años, de despedir sin causa justificada o, de lo contrario, deberá oblar una suma
equivalente al fondo de desempleo. De tal manera se restringe la amplia facultad rescisoria con
que contaba anteriormente, cuando podía despedir al dependiente sin invocar causa y sin que ello
importara algún tipo de responsabilidad especial por tal decisión. Sala I, 14/7/1998, “Acevedo
Moray, Ladislao, y otro v. Rego, Daniel, y otra, s./Despido”.
Resulta indubitable la integración de las indemnizaciones habilitadas con fundamento en los arts. 8
y 15 de la ley 24013, no sólo con la LCT., sino también con la ley 22250. Esto es así pues en lo
atinente al resarcimiento por obligaciones no registradas (art. 8 de la LNE.) tiende la norma a la
regularización de tales situaciones, sin exclusión de los estatutos particulares (art. 1 del decreto
2725/91). A su vez, la duplicación del art. 15 de la LNE. resulta expresamente integrada al
concepto de resarcimiento del fondo de desempleo (art. 5 del decreto mencionado). Sala II,
15/12/1998, “Aguilar, Vicente, v. Construcciones Arquigrama S.R.L., s./Despido”.
La legislación vigente acepta que la estabilidad en el empleo no podrá ser invocada frente a la
suspensión general de las tareas del establecimiento (art. 51 de la ley 23551) y los magistrados
laborales debemos limitarnos a respetar la voluntad legislativa, y no a socavarla aun cuando
podamos considerar la solución impuesta poco equitativa. La estabilidad en el empleo no podrá ser
invocada en los casos de cesación de actividades del establecimiento o de suspensión general de
las tareas del mismo (art. 51 de la ley 23551). En el caso concreto de la industria de la
construcción, no puede afirmarse que sea tarea de la empleadora enviar al actor a otra obra, ni
tampoco discutir la validez de la decisión de cierre del establecimiento cuando se trata de un
régimen laboral que se caracteriza por su inestabilidad. Todo lo que explica el sistema de aportes
al fondo de desempleo y los restantes beneficios establecidos específicamente para tales
trabajadores. Sala V, 20/12/1995, “Lazarte, Alfredo, v. Construcciones Deferraro S.A., s./Despido”.
Despido. Indemnización.
El incremento del treinta por ciento sobre la indemnización por despido se encuentra limitado a
aquellos casos en que la relación hubiera alcanzado más de tres meses y menos de dos años. En
cambio, cuando se supera este último plazo, el inciso b) del art 74 de la ley 22248 reformado por
el art 29 de la Res. 170/89 CNTA, limita la reparación a una suma igual a un mes de sueldo. Sala
X, 31/10/2000, "Santa Cruz, Luis v. San Sebastián S.A. s. Despido"
A efectos de calcular la indemnización por despido de un trabajador agrario —en el caso, peón que
se dio por despedido con justa causa—, no corresponde computar como parte integrante del
salario el adicional por vivienda y comida, ya que el art. 36, inc. f, de la ley de trabajo agrario 22248
permite expresamente su deducción y se trata de una prestación que no es obligatoria, sin
perjuicio de que cuando se la brinda, deba serlo en condiciones adecuadas y suficientes. Trib.
Trab. Trenque Lauquen, 20/5/1999, “Marengo, Carlos O., v. Gianolio, Ernesto D.” (DT 2000-B-
2194).
Generalidades
Producida la muerte por accidente del trabajador permanente, corresponde el pago de todos los
rubros determinados por la ley 22248. CApel. Laboral Santa Fe, Sala I, 31/5/2000, “Monzón,
Amalia I. p.s.h.m. Ramón A. Ojeda v. Abel Redondo y otros s./ laboral (accidente)” TySs ‘00-936.