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Nivel I – Lección #4
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Pregunta – Hay los que dicen - “Yo amo a Dios, pero no creo que es necesario congregarme con otros
Cristianos.” ¿Cómo los contestamos?
¡Que tontería! O quiera o no, nos contagiamos el uno del otro. Es imposible crecer como cristiano sin
tener amistad y compañerismo con otros creyentes.
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
PRINCIPIOS DOCTRINALES
Nuestro Credo
Creemos que el fundamento por excelencia para la Iglesia es el de apóstoles y profetas, siendo la principal piedra
del ángulo, Jesucristo mismo (Ef. 2:20). Como Institución, la Iglesia se apoya en los principios doctrinales de
organización, economía y disciplina, sustentados en la palabra de Dios y descritos en la Constitución de la misma.
Creemos en la sabiduría que Dios da a sus hijos para que sepan conducirse por el verdadero camino y cumplir
sus propósitos. Esta sabiduría divina dada a sus líderes, ministros y miembros de la Iglesia, es para convertirlos
en excelentes instrumentos para ministrar, servir y difundir su evangelio.
Creemos en la gran diversidad de dones o capacidades que el Espíritu Santo da a los creyentes para ejercer con
amor todas las funciones o servicios que debemos prestarnos unos a otros.
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
UNICIDAD DIVINA.
1. Dios.
Creemos que hay un solo Dios que se ha manifestado al mundo en distintas formas a través de las edades y que
especialmente se ha revelado como Padre en la creación del
universo, como Hijo en la redención de la humanidad y como
Espíritu Santo derramándose en los corazones de los creyentes.
Este Dios es el creador de todo lo que existe, sea visible o invisible,
eterno, infinito en poder, Santo en su naturaleza, atributos y
propósitos y poseyendo una Divinidad absoluta e indivisible; es
infinito en su inmensidad, inconcebible en su modo de ser e
indescriptible en su esencia; conocido completamente sólo por sí
mismo, porque una mente infinita sólo ella puede comprenderse a
sí misma. No tiene cuerpo ni partes y por lo tanto está libre de todas las limitaciones. “El primer mandamiento
de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es” (Deuteronomio 6:4; Marcos 12:29). “Para
nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios...” (1 Corintios 8:5,6).
2. Jesucristo.
Creemos que Jesucristo nació milagrosamente del vientre de la virgen María, por obra del Espíritu Santo, y que
al mismo tiempo es el único y verdadero Dios (Romanos 9:5; 1 Juan 5: 20). El mismo Dios del Antiguo Testamento
tomó forma humana (Isaías 60:1-3). “Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros...” (Juan 1:14). “Y sin contradicción, grande es el
misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne, ha sido justificado
en el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los gentiles;
ha sido creído en el mundo; ha sido recibido arriba en gloria” (1 Timoteo
3:16). Creemos que en Jesucristo se mezclaron en una forma perfecta e
incomprensible los atributos divinos y la naturaleza humana. Por parte de
María, en cuyo vientre tomó forma de hombre, era humano; por parte del
Espíritu Santo, que fue el que lo engendró en María, era divino; por eso se
le llama Hijo de Dios e Hijo de hombre. Por lo tanto, creemos que Jesucristo
es Dios “y que en él habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente” (Colosenses 2:9), y que la Biblia da a
conocer todos los atributos: es Padre Eterno, a la vez que es un niño que nos ha nacido (Isaías 9:6). Es creador
de todo (Isaías 45:18; Colosenses 1:16,17). Es omnipresente (Deuteronomio 4:39; Juan 3:13). Hace maravillas
como Dios Todopoderoso (Salmos 86:10; Lucas 5:24-26). Tiene potestad sobre el mar (Salmos 107:29,30; Marcos
4:37-39). Es el mismo siempre (Salmos 102:27; Hebreos 13:8).
Espíritu Santo.
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, prometido por Dios en el Antiguo Testamento
y derramado después de la glorificación del Señor Jesucristo, que es quien lo envía (Joel
2:28, 29; Juan 7:37-39; 14:16-26; Hechos 2:1-4). Creemos, además, que la demostración
de que una persona ha sido bautizada con el Espíritu Santo, son las nuevas lenguas o
idiomas en que el creyente puede hablar, y que esta señal es también para nuestro
tiempo. Creemos también, que el Espíritu Santo es potencia que permite testificar de
Cristo (Hechos 1:8), y que sirve para la formación de un carácter cristiano más agradable
a Dios (Gálatas 5:22-25). El mismo Espíritu da dones a los hombres, que sirven para la
edificación de la Iglesia (Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:1-12; Efesios 4:7-13), pero no aceptamos que haya en
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ningún hombre la facultad de impartir a otro algún don, pues “todas estas cosas obra uno y el mismo espíritu,
repartiendo a cada uno como quiere” (1 Corintios 12:11). “Y a cada uno es dada la gracia conforme a la medida
del don de Cristo” (Efesios 4:7).
Todos los miembros de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, deben buscar el Espíritu Santo y tratar de
vivir constantemente en el Espíritu, como lo recomienda la Palabra de Dios (Romanos 8:5-16; Efesios 5:18;
Colosenses 3:5).
3. Resurrección de Jesucristo.
DE LA INSTITUCIÓN.
4. La Iglesia.
5. La Iglesia y el Estado.
6. Servicio Militar.
La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, reconoce el gobierno humano como de ordenación divina (Romanos
13:1,2) y al hacerlo así, exhorta a sus miembros a que afirmen su lealtad a su patria. Siendo discípulos del Señor
Jesucristo, es deber de todo cristiano obedecer sus preceptos y mandamientos que enseñan como sigue: “No
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resistáis al que es malo” (Mateo 5:39). “Tened paz con todos los hombres” (Hebreos
12:14). También Mateo 26:52; Romanos 12:19; Santiago 5:6; Apocalipsis 13:10. Por
estas Escrituras, se cree y se interpreta que los seguidores de nuestro Señor
Jesucristo no deben destruir propiedades ajenas o quitar vidas humanas. Se
considera un pecado, que después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
haber sido perdonados de todos los pecados, y haber sido hechos nuevas criaturas
en Cristo Jesús, participe en acciones y actos diferentes a aquellos recomendados
por la divina Palabra de Dios (Hebreos 6:4-9; 10:26,27). Por lo tanto, todos los
miembros son exhortados a responder voluntaria y libremente al llamado de su gobierno, en tiempo de paz o de
guerra, y prestar servicio en todas las capacidades no combatientes. La doctrina enseña que se ore porque
tengamos siempre hombres de Dios como gobernantes, y orar por ellos para que tengan siempre guianza divina,
y para que como naciones, seamos guardados fuera de la guerra, con honor, y vivir en paz continuamente (1
Timoteo 2:1-3).
8. El Cuerpo Ministerial.
Creemos que para el desempeño del ministerio oficial de la Iglesia, Dios llama a cada persona, y que el Espíritu
Santo confiere a cada ministro la facultad de servir a la Iglesia en distintas
capacidades y con distintos dones, cuyas manifestaciones son todas para
edificación del cuerpo de Cristo (Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:5-11; Efesios
4:11,12). Creemos también, que aunque el llamamiento al ministerio es de
origen divino, la Palabra de Dios contiene suficientes enseñanzas sobre los
requisitos que debe llenar la persona que vaya a servir en el ministerio, y que
corresponde a los gobiernos eclesiásticos organizados, examinar a los
candidatos al ministerio y determinar cuándo son dignos de aprobación, y la
tarea a que se deban dedicar (Hechos 1:23-26; 6:1-3; 1 Timoteo 3:1-10; 4:14; 5:22; Tito 1:5-9). Creemos además,
que el Espíritu Santo usa al ministro en distintas formas, según las necesidades de la obra de Dios y la capacidad
y disposición personal del ministro. Nadie puede ser colocado en una posición más elevada que aquella a que se
haga merecedor (Romanos 12:3; 1 Timoteo 3:13).
Creemos que el obispado es el cargo más elevado en el ministerio, y que a quienes lo ocupan se les debe dar
muestras especiales, consideraciones y respeto, sin menoscabo de los que ocupan posiciones de menor
responsabilidad.
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9. Bautismo.
10. Comunión.
Creemos en la práctica literal de la Cena del Señor, que él mismo instituyó (Mateo 26:26-29; Marcos 14:22-25;
Lucas 22:15-20; 1 Corintios 11:22- 31).
11. Matrimonio.
Creemos que el matrimonio es sagrado, pues fue establecido desde el principio y es honroso en todos (Génesis
2:21-24; Mateo 19:1-5; Hebreos 13:4). Los matrimonios deben
verificarse según la Biblia y las parejas que no estén casadas deberán
cumplir con este requisito. Creemos que el matrimonio es la unión de
un hombre y una mujer declarados como varón o hembra en el
momento de su nacimiento y que debe perdurar mientras vivan los dos
cónyuges. Al morir uno de ellos, el otro está libre para casarse y no peca
si lo hace en el Señor (Romanos 7:1-3; 1Corintios 7:39). Creemos,
además, que los matrimonios deben verificarse exclusivamente entre
los miembros fieles. Ningún ministro deberá casar a un miembro de la
iglesia con una persona inconversa. Los miembros que estando en
plena comunión y se casaren con persona inconversa, deberán ser juzgados por los pastores.
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Creemos que Dios tiene poder para sanar todas las enfermedades, si así es su voluntad, y que la sanidad divina
es un resultado del sacrificio de Cristo, pues él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores (Isaías
53:4). La sanidad se efectúa por una combinación de la fe del creyente
y el poder del nombre de Jesucristo que se invoca sobre el enfermo. El
Señor Jesucristo prometió que los que creyeran en su nombre, pondrían
las manos sobre los enfermos y éstos sanarían (Marcos 16:18). Los
enfermos deben ser ungidos con aceite en el nombre de Jesucristo por
ministros ordenados para que el Señor cumpla sus promesas (Salmos
103:1-4; Lucas 9:1-3; Juan 14:13; 1 Corintios 12:9; Santiago 5:14-16).
Creemos que la sanidad divina se obtiene por la fe, y que en caso de que
algún hermano tenga necesidad de someterse a los cuidados y
ministraciones de la ciencia médica, los demás no deben criticarlo, sino considerarse a sí mismos y guardarse de
encontrar condenación con lo que ellos mismos aprueban (Romanos 14:22). Recomendamos que los miembros
y ministros se abstengan de lanzar críticas indebidas a la ciencia médica, cuyos adelantos nadie puede negar, y
que se originan en la habilidad que Dios ha dado a los hombres para ir descubriendo los secretos del
funcionamiento del organismo humano. Al mismo tiempo, los exhortamos a que no se opongan a las campañas
de higiene, vacunación y limpieza que sean iniciadas por el gobierno, sino que, por el contrario, colaboren
decididamente en los lugares donde sea posible.
13.Santidad.
Creemos que todos los miembros del cuerpo de Cristo deben ser santos, es decir, apartados del pecado y
consagrados al servicio de Dios. Por esta razón deben abstenerse de
practicar toda clase de diversiones malsanas e inmundicias de carne y de
espíritu (Levítico 19:2; 2 Corintios 7:1; Efesios 5:26,27; 1 Tesalonicenses
4:3,4; 2 Timoteo 2:21; Hebreos 12:14; 1 Pedro 1:16). Sin embargo, en la
práctica de la santidad, creemos que debe evitarse toda clase de
extremismos, ascetismos y privaciones que tienen “...cierta reputación de
sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato de la carne;...
la cual es sombra de lo porvenir; mas el cuerpo es de Cristo” (Colosenses
2:17,23). En lo que respecta a alimentos, sabiendo que “todo lo que Dios
creó es bueno, y nada hay que desechar, tomándolo con acción de
gracias” (1 Timoteo 4:4).
Creemos, a la luz de la Palabra de Dios, que hay pecado de muerte y que, si este
es cometido en los términos que expresa la misma Biblia, se pierde el derecho a la
salvación (Mateo 12:31,32; Romanos 6:23; Hebreos 10:26,27; 1 Juan 5:16,17). Por
tanto, recomendamos que todos los fieles se abstengan de dar oído a doctrinas en
que se promete seguridad eterna al cristiano sin importar su conducta, y la idea
de que “una vez salvo, siempre salvo”, pues la Biblia enseña que es posible ser
reprobado y se necesita ser fiel hasta el fin (Romanos 2:6-10; 1 Corintios 9:26,27).
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ESCATOLOGÍA.
Creemos que habrá una resurrección literal de los muertos en el Señor, en la cual serán
revestidos con un cuerpo glorificado y espiritual, con el cual vivirán para siempre en la
presencia del Señor (Job 19:25-27; Salmos 17:15; Juan 5:29; Hechos 24:15; 1 Corintios
15:35-54; 1 Tesalonicenses 4:16). Los cristianos que estén en pie en el momento en que
el Señor recoja a su Iglesia, serán igualmente transformados y así irán a estar con el
Señor por siempre en gloria (1 Corintios 15:51,52; 1 Tesalonicenses 4:18).
Creemos también, que habrá resurrección de injustos, pero éstos despertarán del sueño
de la tumba para ser juzgados y oir la sentencia que los hará herederos del fuego eterno
(Daniel 12:2; Mateo 25:26; Marcos 9:44; Juan 5:29; Apocalipsis 20:12-15).
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La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
¡Nos necesitamos!
¡La Iglesia es un Organismo Vivo y no una Organización! La iglesia se llama el cuerpo de Cristo. Hay una
conexión orgánica entre cada creyente en Jesús. Todos tenemos un papel particular que
desempeñar en su cuerpo. Si el cuerpo falta un miembro, todo el cuerpo sufre terriblemente. Esta
conexión vital en la comunidad Cristiana también significa que no podemos sobrevivir
espiritualmente aparte de la iglesia. ¡Un miembro desconectado del cuerpo no puede sobrevivir!
Jesús dice claramente que “donde hay dos o tres congregados en mi nombre – allí estoy yo en medio
de ellos.” (Mateo 18:20) Si queremos conocer a Cristo – tenemos que compartir con otros cristianos. ¡No hay
otra opción!
• Dar a la obra con ofrendas y diezmos – Como se dice en Ingles, “put your
Money where your mouth is.” Jesús dice, “donde está tu tesoro, allí
estará tu corazón.”
Dios sabe que seres humanos fácilmente olvidamos de las realidades espirituales. Por esto, el Señor
instituyó dos actos proféticos que dramatizan la realidad de nuestra salvación - el Bautismo y la Santa Cena.
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El Bautismo en Agua
Como Ceremonia y Anillo de Bodas - La ceremonia y anillo de bodas marca una persona
formalmente como “casada.” Es un compromiso público, testificado por los demás, para que no se
pueda olvidar no negar.
De la misma manera, el acto de bautismo publico nos ayuda a recordar que no somos
personas “normales” – estamos comprometidos con Cristo. Cuando somos tentados a vivir
conforme a nuestra vida anterior, solo hay que recordar nuestro bautismo.
“¡Me bauticé delante de quinientas personas para declarar lo que Dios hizo en mi vida!
¡Soy una nueva criatura en Cristo!”
¡Me bauticé! ¡Este acto me recuerda siempre que por fe, morí con Cristo,
y que él pagó el precio por mis pecados!
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• La palabra “bautizo” en el griego del Nuevo Testamento, significa, sumergirse; empaparse; saturarse.”
• Simboliza entrega total con Jesús. Se confía a los brazos del bautista.
• Representa limpieza total en Jesús.
• Hay comparaciones Bíblicas
▪ El arca de Noé pasó por las aguas del diluvio
▪ El pueblo de Israel pasó por el Mar Rojo,
Sí. Nadie “nace cristiano.” Todos tenemos que recibir a Cristo y nacer espiritualmente – nacer de nuevo - para
ser salvo. La Biblia enseña que el bautismo representa esta transformación espiritual. Es decir, el bautismo es
para los que ya han experimentado el nuevo nacimiento. El bautismo de un bebe, que no tiene entendimiento
de lo que está pasando, no tiene significado espiritual. Por lo tanto, presentamos los bebes al Señor, pidiendo
bendición en sus vidas para que puedan aceptar a Jesús un día por su propia voluntad.
No. La Biblia enseña claramente que la salvación es “por gracia, mediante la fe; no por obras, para que nadie se
gloríe.” (Efesios 2:8-9) El ladrón crucificado al lado de Jesús se arrepintió y puso su fe en Jesús. Por esta fe, el
Señor le aseguró de que estaría con él en el paraíso ese mismo día. Nunca se bautizó. Nunca asistió a un culto.
La salvación no se gana. ¡Se recibe! El bautismo no es una forma de ganar la salvación. Antes bien, sirve como
una expresión pública de una fe privada. Es una declaración inolvidable para todo el mundo - ¡Yo pertenezco a
Jesús! Sin embargo, Marcos 16:16 dice “El que creyere y fuera bautizado será salvo, más el que no creyere será
condenado”.
Concluya y responda una vez salvo, ¿Por qué debo ser bautizado?
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La Santa Cena
“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la
noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo:
Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en
memoria de mi. Asimismo, tomo también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que
la bebiereis, en memoria de mi. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios
11:23-26)
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¡La Santa Cena nos Recuerda del Sacrificio de Jesús!
¡La Salvación es más importante que todo! Por esto, Jesús instituyó la Santa Cena como un
recordatorio espiritual – una ceremonia regular para recordarnos de su muerte en la cruz. No creemos que el
pan se cambia para ser carne humana, pero sí representa el cuerpo de Cristo. Es un acto sagrado y profético,
infundido por la presencia del Espíritu Santo.
Jesús comió esta cena pascual con sus discípulos antes de ser crucificado,
y explicó que el cordero lo representaba a él, y su muerte en la cruz. Desde ese
momento en adelante, la Santa Cena reemplazó la Pascua para cristianos en
memoria de la crucifixión de Jesús.
Cuando tomamos de la Santa Cena, afirmamos de nuevo que su muerte nos salvó.
Celebrar la Santa Cena es como renovar los votos matrimoniales.
Pablo escribe estas palabras para advertir a los Corintios, quienes menospreciaban la
Santa Cena.
“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será
culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a si mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. Porque él que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor,
juicio come y bebe para si. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen. Si, pues, no examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.” (1 Corintios 11:27-31)
¡Con Dios no se juega! Debemos confesar nuestros pecados al Señor antes de participar. No tenemos que ser
perfectos, pero si tenemos que ser sinceros.
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Maneras Específicas de Participar en la IAFCJ
¡PARTICIPAR EN CULTOS!
“Cuando hay dos o tres unidos en mi nombre, alli estoy yo en medio de ellos”
- Jesus
El Culto es la fiesta familiar – la actividad principal de cualquier iglesia. Juntos adoramos al
Señor, escuchamos la palabra de Dios explicada, damos nuestros diezmos y ofrendas, y oramos juntos.
En una forma misteriosa, El Señor Jesús es presente en los cultos en una forma especial. Como
explicamos arriba, sin tal comunión no hay vida espiritual.
Horario de Cultos
Creemos que es importante expresarnos libremente en la alabanza y adoración de Dios. Los Salmos indican que
los Israelitas usaban instrumentos, cantaban, danzaron y clamaban en su adoración.
Creemos que el Espíritu Santo se mueve en una forma especial durante el tiempo de adoración. El Espíritu es
como el viento, y se manifiesta en formas diferentes para cada persona. Algunos lloran cuando sienten el
Espíritu; otros pierden fuerzas y se caen; y algunos se quedan quietos y tranquilos. Para cada uno es diferente.
Lo importante es permitir libertad para que todos tengan un encuentro personal con Cristo durante los cultos.
Si. Como seres humanos, siempre hay mezcla entre lo espiritual y lo humano. Por esto, a veces el pastor toma
la decisión de quietar a una persona que se expresa en una forma que distrae a los demás.
¡Células son reuniones en las casas! En una iglesia grande es muy importante integrarse a un grupo pequeño
donde uno puede compartir la vida Cristiana en un ambiente más personal. Las células son grupos pequeños
que se reúnen en hogares durante la semana. En este ambiente familiar se forman lazos de compañerismo; se
estudia la Biblia; se ora por las necesidades personales; y más importante, se busca incorporar nuevas personas
a la vida Cristiana. Hay grupos en todas partes de la región, y también varios grupos que sirven intereses
especiales (madres solteras, hombres dejando adicciones, etc.) Para más información consulte a su líder y/o
pastor de sector.
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EL PROCESO DE DISCIPULADO
Se establecen escuelas de capacitación que permiten consolidar en forma efectiva a los líderes, nuevos
creyentes y miembros de la congregación. El proceso de enseñanza por la que debe pasar un líder en la iglesia
que funciona con este sistema es el siguiente:
En diciembre de 2015, el Proceso de Desarrollo Integral ha cerrado una etapa de educación cristiana
concluyendo los programas de los tres niveles básicos de discipulado y los niveles avanzados de
especialidades, según perfil de dones. Cerramos una etapa con éxito e iniciamos otra. Los nuevos procesos
de educación cristiana son a través de la nueva modalidad de estudios con la Escuela Bíblica para la Vida
(EBIV) y Escuela de Ministerios (EMIT), para que todos los creyentes en Cristo puedan conocer más del Señor,
su voluntad y del llamado que él ha hecho a nuestras vidas. Se inician nuevas oportunidades para servir al
Señor. Las escuelas de ministerios incluyen especialización y diplomados para todas las áreas de servicio de
la iglesia. Gracias a todos los hermanos, maestros y maestras, supervisores y líderes que fueron parte de este
proceso. Bienvenido el nuevo proceso de estudio y la nueva formación de maestros para servir al Señor con
amor, compromiso y pasión. Hoy podemos decir como el profeta Samuel “Hasta aquí nos ayudó Jehová”.
El programa de estudio de la EBIV está dirigido principalmente a todos los recién bautizados y aquellos
que se encuentran cercanos al bautismo. Además, tienen la finalidad de formar a los nuevos creyentes
en la fe, en la nueva vida en Cristo con un sentido de pertenencia al Señor Jesús y a la Iglesia, y en una
actitud de victoria contra el mundo, satanás y el pecado. Asimismo, contribuirán a la formación de un
fuerte sentido de misión y compromiso en el cumplimiento del ministerio que Dios les dio para el
crecimiento y edificación de la iglesia.
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¿Cómo funciona?
Las Escuelas de Ministerios, conformada en seis bloques, correspondiendo cada una de ellas a una de
las siguientes áreas ministeriales, con sus respectivos diplomados, uno por cada ministerio en la
localidad:
1. Escuela de Evangelización con sus diplomados de:
• Ministerio de Liderazgo Celular I. Ejercer un liderazgo celular efectivo, permite la multiplicación exitosa
de la célula. Ser líder no significa siempre tener todas las respuestas ni tampoco hacer todo el trabajo.
Pero cuando alguien piensa de esta manera, casi siempre crea conflictos, o con los demás o con él
mismo. A Moisés le sucedió eso, y por largas horas entretenía al pueblo, en la resolución de conflictos,
y hacía que el pueblo se cansara por ello, su suegro Jetro le hace algunas recomendaciones interesantes,
que en seguida son aprobadas por Dios. Surge la idea de aprender a delegar, de utilizar a líderes
confiables para un servicio más efectivo en la obra.
• Ministerio de Liderazgo Celular II. La Red de Células de Multiplicación (RCM), en la IAFCJ, es todo un
Sistema Celular bien estructurado, con la finalidad de ejecutar una estrategia misionológica de
Evangelización y Discipulado, que le permite crecer en forma cuantitativa y cualitativa; Es decir,
multiplicarse en número y madurez. Parte importante de este sistema y estrategia misionológica es el
ministerio de liderazgo celular (el líder celular). Por esta razón, en esta lección daremos a conocer los
componentes centrales del sistema celular (RCM), y subrayaremos el papel central que desempeña el
líder celular para que el sistema de la Red de Células de Multiplicación funcione.
• Ministerio de Comunicación del evangelio a través de la radio y televisión. Al reflexionar acerca de los
medios de comunicación, concedemos que éstos han sido históricamente instrumentos en constante
cambio, con los cuales el ser humano desde tiempos antiguos ha buscado la forma de comunicarse entre
sí a través de signos y señales.
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
• Ministerio de Liturgia. Al estudiar el culto litúrgico de la Iglesia debemos entender como lo dice Karl
Barth que “El culto cristiano es lo más importante, urgente y grandioso que puede darse sobre la tierra”.
Aunque es imposible en una sola lección tratar de manera total la definición de la palabra “Liturgia”,
intentaremos abordar algunos conceptos de manera que tengamos un panorama general de ella, y nos
demos cuenta que la Liturgia es el medio para conducirnos a un encuentro con nuestro Rey y Señor a
quien deseamos expresar nuestra adoración y nuestra alabanza.
• Ministerio de Predicación. La predicación apostólica se realizaba en cumplimiento de la orden dada por
nuestro Señor Jesucristo: “id y predicad el evangelio a toda criatura” (Mr. 16:16), “id y a haced discípulos
a todas las naciones” (Mt. 28:19), pero también era el resultado del amor por las almas perdidas, es
decir no sólo por obediencia al mandato, sino porque en el corazón de ellos había un fuego que los
impulsaba a predicar el evangelio a las almas perdidas; esto tenía un gran significado para la iglesia.
• Ministerio de Servicio: Ujieres. OBJETIVO GENERAL: Equipar al estudiante con las herramientas
necesarias para el acompañamiento de los Ministerios de Servicio que la iglesia establece, a través de
actividades teórico-prácticas que permitan al estudiante desarrollar estrategias que le sensibilicen y
potencien su capacidad de implementación de estos ministerios en la iglesia local. Existen diferentes
áreas de la actividad humana donde se puede desarrollar un ministerio: En el área de salud, en el área
social, en el área del Estado y, como en nuestro caso, en el área de lo religioso. Las características de
quien desarrolla un ministerio deben ser éticas, es decir, con un alta moral, tanto en su actitud y su
vocabulario como en sus relaciones interpersonales.
Nota: Un alumno puede cursar cualquier diplomado que se incluya en la Escuela de Ministerios (área
ministerial) que corresponda con sus perfiles de dones y vocación ministerial que tiene (según
el test de dones). No tiene que hacer todos los diplomados de su Escuela, sino Aquellos que
completen su preparación para el Ministerio en el que se va a desarrollar.
Cabe mencionar la EBIV se hace obligatorio para los nuevos miembros de la iglesia, después es recomendable
que estudie los diplomados de la EMIT, siempre y cuando haya concluido los cuatro discipulados de la EBIV, lo
anterior permite que la enseñanza sea esquematizada, con propósito y según los dones para cada ministerio.
Debemos tener en cuenta que las EMIT irán desarrollándose y habilitando más diplomados o asignaturas
conforme crece la iglesia y se desarrollan nuevos ministerios.
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Nivel I – Lección #5
¡Prepárate! No hay nadie como la Persona que te presentamos en esta lección. Este ser divino ha
captado la imaginación de la humanidad por los siglos de los siglos. Su belleza ha inspirado los artistas y
músicos más apasionados. Su misterio ha fascinado los filósofos más sublimes. Su amor tierno ha suavizado
los corazones más endurecidos, y su majestad ha humillado el orgullo desenfrenado de los reyes de la tierra.
¡Dios! No hay nadie como él. El conocerle es como explorar un nuevo mundo, lleno de misterio, maravilla, y
hermosura. Es la aventura de la vida. ¡Tenga cuidado! Después de saborear un poco de él, la búsqueda vuelve
a ser una obsesión gloriosa, una adicción saludable. ¡Querrás más! Amárrate bien el cinturón, y nos zarpamos
a las aguas profundas para conocerle mejor. ¡Dios!
Su papa, un hombre de negocios, siempre serio y nunca cariñoso, quería que su hijo entrara a
estudiar leyes. Pero ya el joven no pudo renegar su voto, y se ingreso a un monasterio. En el día
de su ordenación, el joven se llenó con anticipación de celebrar la santa cena por la primera
vez – delante de su papa. Tal vez pudo por fin ganar su aprobación.
Destrozado, el joven se abalanzó a sus deberes clericales. Si no pudo ganar el amor de su papa,
tal vez Dios podría ser conquistado por sus esfuerzos sinceros. Oraba y
ayunaba más que todos los demás, y pasaba horas y horas diariamente
haciendo penitencia y confesando sus pecados. El anciano sacerdote condenado a
escuchar la recitación monótona de sus pecadillos por fin grito –
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“Estoy harto de escuchar tus confesiones tontas día tras día. Tus pecados me aburren. Si te vas a
confesar, comete algún delito digno de una confesión. ¡Mata tu papa! ¡Comete adulterio! Cualquier
cosa que no sea lo mismo – hora tras hora – de confesar tus pecadillos insignificantes.”
Pero el joven no aceptó ningún consuelo. Su sentido de culpa e inferioridad creció y creció hasta
llegar a ser insoportable. Estaba al punto de suicidarse o volverse completamente loco con
sentidos de culpa que cargaba.
“No tengo que ganar mi salvación. ¡No tengo que obrar para ganar el amor y
aceptación de mi Padre celestial!”
El joven experimento un nuevo nacimiento espiritual, y vio a Dios por medio de nuevos ojos. Llego a liderar
todo un movimiento basado en esta nueva enseñanza de la gracia y la fe.
Basado en esta historia, ¿Por qué no pudo ver a Dios como un Padre amoroso?
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¿Y tú? ¿Cómo podría ser posible que tu trasfondo familiar o religioso pueda tener una influencia – o sea
positiva o negativa – sobre tu concepto de Dios?
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
Desafortunadamente, muchos tenemos malos conceptos de Dios. Por nuestro trasfondo familiar o
religioso, muchos ven a Dios en las siguientes maneras:
• El Dios Ogro
Muchos, por haber tenido un padre abusivo o por haber aprendido una religión
legalista, miramos a Dios con desconfianza. No nos atrevemos a tener intimidad con él.
Pensamos que él está listo para castigarnos por cualquier pequeñez. Pero veremos hoy
que Dios es amor - ¡más misericordioso y paciente de lo que podemos imaginar!
• El Diosito.
Muchos miramos a Dios como si fuera una mascota para buena suerte o un “teddy
bear.” Pero veremos que Dios es santo y temible, omnisciente, omnipresente, y
omnipotente. Es más grande de lo que podemos imaginar.
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
El Verdadero Dios – Personal y Trascendental
La Biblia enseña claramente que nuestro Dios no es “una cosa” ni “un concepto” sino un ser
sumamente personal. Tiene un “corazón” lleno de emociones profundas.
Se entristece
Cuando la humanidad se corrompió en los días de Noé, a Dios “le dolió en su corazón.” (Gen.
6:6) El pecado le provoca a la ira.
Se goza
Dios se goza en sus hijos cuando lo obedecen. La Biblia dice que Dios “se gozará sobre ti con
alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” (Sofonias 3:17)
Se enoja
La Biblia también enseña que Dios es totalmente diferente a cualquier ser humano – que él trasciende
a la humanidad. Está en todos lugares, sabe todas las cosas, y tiene todo poder. Más que todo – es santo – y
diferente a todo ser humano. Estudiamos sus características personales y características trascendentales.
Dios es Amor
“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:8)
Más que una característica, el amor es la misma identidad de Dios. El define lo que es el amor.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió
por nosotros.” (Romanos 5:8)
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
Dios es Compasivo y Misericordioso
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” (Lamentaciones 2:22-23)
Dios es Justo
Muchos hemos aprendido a ser desconfiado con los demás, porque la gente nos falla. Pero...
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19)
¿Te cuesta confiar por las fallas que has sufrido en el pasado. Nuestro Dios es fiel y cumple con sus
promesas. ¡Podemos contar con él!
Dios es personal, pero también diferente a cualquier ser humano. Tiene varias características que no tiene
ningún ser humano.
Dios es Santo
Muchos usan a Dios como una mascota para buena suerte. No lo sirven con reverencia y temor. Pero
la Biblia enseña que el Señor no es un “Diosito.” ¡Es un fuego consumidor!
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
Leemos la Experiencia de Moisés
“...sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego
consumidor.” Hebreos 12:28-29
“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.” (Prov. 15:3)
Dios es Omnipresente
El Salmista exclama,
Dios es Omnipotente
¡Todo lo puede!
¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo
extendido, no hay nada difícil para tí... (Jer. 32:17)
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
HAY UN SOLO DIOS
“Oye, Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Dt. 6:4).
• Al terminar la lección, el alumno memorizará los textos bíblicos más fundamentales que afirman que
Dios es uno, y reconocerá la divinidad absoluta e indivisible de Dios, según las Escrituras.
Introducción:
Una de las afirmaciones doctrinales que sostiene la Iglesia, la distingue y la identifica en cuanto a su fe, de manera
muy especial ante otros credos es, que creemos que hay un solo Dios. En cuanto a los atributos de Dios,
aceptamos en común con otros credos, por ejemplo, que Dios es infinito en su inmensidad, inconcebible en su
modo de ser, indescriptible en su esencia, santo en su naturaleza, eterno y creador de todo lo que existe, visible
o invisible. Pero, no obstante lo anterior, nosotros creemos que Dios posee una divinidad absoluta e indivisible,
y no una divinidad trinitaria como lo creen otros movimientos denominacionales. Explicaremos enseguida por
qué.
1. Que los alumnos examinen Dt. 6:4-5; Is. 41:10-11; Is. 44:6-8; e Is. 45:5-6,20-22 y escriban cómo
entienden la divinidad absoluta e indivisible de Dios.
2. Dé tiempo para que se explique los comentarios del grupo en clase frente a los alumnos.
I. Dios es uno.
Cómo podrá haber visto arriba, la Biblia afirma categóricamente que “Dios es uno” (Dt. 6:4; compare con Mr.
11:29). Esta expresión asentada en el Deuteronomio y confirmada en los Evangelios, implica dos afirmaciones en
cuanto a la unicidad de Dios. En primer lugar, implica que Dios no está interiormente dividido, sino que es
siempre uno en su ser y en su obrar, es decir, no existe ni obra a través de tres personas, Dios es unipersonal
(una sola persona divina). En segundo lugar, la afirmación bíblica que “Dios es uno”, implica además, que Dios
es único. Este último sentido alude a la idea de que Jehová es el único Dios de Israel, y fuera de él (exteriormente)
no hay otro (Is. 45:22). Así que: Dios es internamente y exteriormente uno y único. Por eso el amor y la
adoración de su pueblo sólo le pertenecen a Él. Y el pueblo de Dios sólo puede esperar salvación y redención en
Él.
Una de las formas más bellas y profundas que utilizan repetidamente las Escrituras para afirmar la unicidad
de Dios, es con la expresión divina “Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios” (Is. 44:6;
48:12 y otros más). Así, con la expresión “Yo soy el primero” Jehová afirma ser el Dios creador. Con la expresión
“Yo soy el postrero” Jehová afirma ser también el Dios redentor. Israel no ha tenido nunca, ni necesita un Dios
distinto. Jehová mismo es el Dios que creó todas las cosas y creó a Israel, y Jehová mismo es el redentor de Israel,
y no hay, ni existe Dios fuera de Él. Otras naciones necesitaban un dios para cada cosa: para la lluvia, para la
fertilidad, para la guerra, etc. Israel no tenía ese problema: Jehová es el primero y Jehová es el postrero, y fuera
de él no hay Dios.
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DOCTRINA DE LA IAFCJ / PRIMERA DE VILLAHERMOSA
Las expresiones de Dios “Yo soy el primero y yo soy el postrero”, además de aludir a que Dios es uno, afirman
que ese Dios único se manifiesta de distintas maneras sin dejar de ser el mismo y único ser divino: Jehová el Dios
de Israel. Así, las Escrituras afirman que Jehová el único Dios se manifiesta como creador y como redentor. De
esta manera, Jehová mismo niega escrituralmente que existen tres personas en la divinidad, y que una de ellas
se manifieste como Dios creador, luego otra como Dios redentor y una tercera como Dios Espíritu Santo. Al
contrario el Dios que se manifestó primero como Dios creador, es el mismo que se manifiesta en lo postrero
como el Dios redentor y, es también el mismo que se manifiesta como Espíritu Santo derramado en los corazones
hoy: Jehová el único Dios verdadero.
Al terminar esta lección, el alumno demostrará la unicidad de Dios usando el Antiguo Testamento.
Una de las promesas más importantes que Jehová había hecho a su pueblo Israel fue: “que habitaría en medio
de ellos”. Esta promesa, Israel la miraba cumplida en la presencia de Dios que se manifestaba en el Tabernáculo,
que era el santuario que el pueblo había hecho conforme al diseño que Dios les había mostrado (Ex. 25:8-9).
Por otro lado, a la presencia de Dios manifestada en el Tabernáculo, el pueblo de Israel la llamaba y la
entendía como la manifestación de la gloria de Dios. Así, pues, la manifestación de la gloria de Dios en el
santuario (Tabernáculo), era para Israel, el cumplimiento de la promesa de Dios de que habitaría en medio de
ellos (Ex. 40:34-38).
Trataremos en esta lección de explicar, en forma sencilla, la relación que tiene esta promesa con el tema de
la unicidad divina. En esta introducción adelantamos que esta promesa se relaciona con el hecho capital de la
revelación divina de que “Dios se manifestó en carne en Jesucristo”.
Hay dos frases claves de Isaías 9:6 que afirman la manifestación misma de Dios en Jesús. La primera es “...y
el principado sobre su hombro...”. La segunda dice “...y se llamará su nombre...”. Ambas frases preparan el
terreno para que el profeta hable enseguida de las cualidades y atributos divinos del niño del cual se profetiza,
que se dan precisamente en alusión y clave de su identidad. Así, por ejemplo, Isaías menciona cinco atributos del
niño: Admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno y príncipe de paz.
La razón por la que Isaías menciona cinco atributos divinos del niño se debe, a que las naciones que rodeaban
al pueblo de Israel divinizaban a sus reyes, y una de sus prácticas era precisamente, que en la ceremonia de
entronización de sus reyes, como parte de la divinización del rey en ascenso al trono, se le adjudicaban cinco
atributos divinos que aludían a su condición de divinidad encarnada. Así, pues, al profetizar Isaías que nacería un
niño (Jesús) que tendría estos cinco atributos divinos, estaba aludiendo a la manifestación misma de la gloria de
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Dios en ese niño. Es decir, a que Dios se manifestaría en carne en ese niño que habría nacer en su debido
momento.
Nosotros ahora sabemos que ese niño nacido e hijo dado, del cual habló Isaías, es Jesucristo. Y por ello,
también sabemos que Jesús, al mismo tiempo que hijo dado, es el Dios fuerte y Padre eterno, como lo profetizó
Isaías. En Jesús, pues, Dios ha cumplido y está cumpliendo su promesa de habitar en medio de su pueblo. De esta
manera, él es nuestro Dios y nosotros somos su pueblo, porque él habita en medio de nosotros (Mt. 18:20).
Igualmente, el profeta Ezequiel tuvo una visión de la gloria de Jehová, y en ella vio a Dios con figura humana
sentado en un trono sublime de piedras de zafiro (Ez. 1:26,28; 10:18-20). Todas estas visiones anunciaban
proféticamente la manifestación misma de Jehová en forma humana en Jesucristo. Así lo vio y lo entendió Juan
(Apc. 4:2-3 Comparar con: Ez. 1:26-28). Así, pues, podemos afirmar con confianza que hay un solo Dios. Y aunque
se haya manifestado de distintas maneras Él “...es el mismo ayer, hoy y por los siglos”, es “... el primero y el
postrero...”, fuera de Él no hay otro Dios (He. 13:7; Is. 44:6).
EJERCICIO:
1. Pida a los alumnos que memoricen los atributos de Dios que se mencionaron en clase.
2. Compare Is. 48:12 y Apc. 1:17-18 y explique ¿por qué se atribuye también a Jesucristo el título de ser “el
primero y el último”?
3. Explique brevemente en sus propias palabras el significado unicitario de la afirmación del Deuteronomio
cuando dice que “Dios es uno”.
4. Anote a continuación cuatro textos bíblicos más, además de los mencionados, que afirmen la unicidad divina.
Explíquelos brevemente por escrito cómo fundamentan la unicidad.
5. ¿Por qué Dios está cumpliendo su promesa de habitar en medio de su pueblo encarnando en Jesucristo?
¿Qué no había prometido habitar en medio de su pueblo manifestándose en su santuario? ¿Será que Jesús
es el nuevo santuario donde Dios mismo habita corporalmente? ¿Con qué bases bíblicas podríamos
fundamentar que Jesús es el nuevo templo donde Dios mismo habita? Busque estas citas bíblicas y
preséntelas en clase. Como cita bíblica ejemplo le damos Apoc. 21:22.
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Oración
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¿Cuáles son dos formas en que Jesús nos enseña lo que es el amor? (p.3)
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Mencione tres referencias en el Nuevo Testamento DE LA Unicidad de Dios
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