Sei sulla pagina 1di 3

Buenos Aires, 14 de Noviembre de 2019

Al Sr. Procurador General


Dr. Jorge Crespo
Ministerio Público
Provincia de Río Negro

CC: al Sr. Fiscal General, Dr. Fabricio Brogna López

De nuestra mayor consideración:

La Asociación de Abogadxs de Derecho Indígena (AADI), organismo dedicado a la


difusión de los derechos de los Pueblos indígenas así como a debatir sobre su
interpretación y alcance, le expresa su profunda preocupación por los argumentos
esgrimidos por el Fiscal Inti Isla en la audiencia de impugnación del día 12 de
noviembre del corriente, ante el Tribunal de Impugnación, en la “Causa
Buenuleo Ramiro y otro (Comunidad Buenuleo) s/ Usurpación” (Legajo: MPF-
BA-04875-2019).

Es por todos conocido la relevancia del litigio y la argumentación en el


esclarecimiento de un conflicto. Los derechos territoriales de los pueblos
indígenas, reconocidos por el material jurídico internacional, por nuestra
Constitución y por legislación secundaria, generan tensiones que terminan
judicializándose, por lo que la controversia judicial prácticamente se torna
insoslayable.

Frente a este escenario, es central contar con operadores judiciales lo


suficientemente preparados para poder resguardar los derechos en pugna,
ofreciendo una interpretación de los derechos vigentes que respondan a los
estándares nacionales e internacionales. En el caso de mención, el debate
acerca de los alcances de la ley 26.160 (Ley de emergencia en materia de
posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las
comunidades indígenas originarias del país) y su prórroga 27.400, y la
particular interpretación del Fiscal mencionado genera perplejidad.

Talcahuano 256 piso 2.Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (C1013AAF).


www.derechosindigenas.org.ar
Es un hecho indiscutible que la inclusión del artículo 75 inc. 17 en la
Constitución significó un reconocimiento de los derechos indígenas que
transformó la realidad de los Pueblos indígenas en Argentina. A su vez, el
reconocimiento de “la preexistencia étnica y cultural” ha sido entendido como
la “puerta de entrada” de la justificación de la existencia del conjunto de
derecho indígenas vigentes, y su interpretación es descriptiva de un hecho
histórico: los pueblos indígenas existían en estos territorios con anterioridad a
la conquista y colonización. Precisamente es debido a esta preexistencia, y a
los procesos de despojo y genocidio de los que fueron víctimas y que están
acreditados históricamente, que los pueblos indígenas gozan de derechos
específicos.

En la audiencia citada, el Fiscal interpreta la “preexistencia” de los pueblos


indígenas incluida en la ley 26160, de una manera totalmente contraria a la
interpretación extendida y al sentido común más básico. Mal podría exigirse a
los pueblos indígenas que sus asentamientos coincidieran cronológicamente
con el momento en que se considera que se conformó el Estado argentino
(según el Fiscal podría ser 1816, pero también 1853 o 1860), someter su
reconocimiento a los vaivenes políticos de aquellos años, guerras internas,
guerras por la independencia, etc.), y concebir los requerimientos de la
preexistencia como aquellos sujetos a una fecha histórica de creación de
nuestros Estados, desconociendo que estos procesos precisamente acorralaron,
desplazaron y provocaron un impacto tremendo en todos los pueblos indígenas
de América Latina

Esta interpretación equivocada demuestra a cabalidad la falta de capacitación


de los Fiscales sobre los derechos de los pueblos indígenas que confunden dos
categorías jurídicas: “Pueblo” y “Comunidad”. El Fiscal adujo que si la
comunidad Buenuleo –tal como está acreditado en la carpeta del CODECI, a
través del informe histórico antropológico, que cita el Fiscal Isla - se asentó en
la zona de S.C. Bariloche en el año 1880, lo hizo con “posterioridad” a la
conformación del Estado argentino y de ello postula que no habría entonces
preexistencia al Estado y por lo tanto, no tendría derecho al reconocimiento y
la protección constitucional y legal.

Es –por lo menos- reduccionista, traer al debate este sentido de la


preexistencia totalmente equivocado y lejano a su sentido primigenio: los
pueblos indígenas existían en América Latina antes de la conquista, ya sea por
los españoles o bien por los estados nacionales. Por ambos fueron despojados
de sus tierras, sometidos y exterminados, y de allí la necesidad de que los
Estados modernos les hayan reconocido su preexistencia y los derechos
especialmente dirigidos a ellos para asegurar su sobrevivencia colectiva como
pueblos distintos. El concepto de “comunidad” es una categoría usada por los
Talcahuano 256 piso 2.Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (C1013AAF).
www.derechosindigenas.org.ar
constituyentes en 1994 para denominar a una agrupación de cualquier pueblo
indígena y facilitar el ejercicio de derechos colectivos en el derecho positivo
estatal. Por ende, resulta absurdo postular como lo hizo el Fiscal en la
audiencia que los “Buenuleo” se hubieran constituido como tales antes de 1994
y más aun pretender que se hubieran registrado antes.

Asimismo, merece un párrafo aparte la alocución del Fiscal sobre que las
tierras de los “Buenuleo” se registraron a su favor como “pri-va-das” y por lo
tanto no son propiedad comunitaria!. El concepto de ocupación tradicional
indígena, es una categoría del Convenio 169 de la OIT receptada por la
cláusula constitucional y luego desarrollada por la Declaración de las Naciones
Unidas sobre Pueblos indígenas. Esta categoría describe una relación de
HECHO, un vínculo con el espacio territorial que genera derecho de posesión y
propiedad comunitaria. Por tal motivo, es estéril el planteo del Fiscal pues no
importa si las ocupaciones indígenas fueron o no reconocidas por los estados
que los sometieron ni mucho menos si fueron o no registradas ni bajo qué
categoría del derecho positivo del estado. La reparación histórica del año 1994
es, en tal sentido, un antídoto para prevenir interpretaciones caprichosas,
como la del Fiscal Isla en la audiencia aludida.

Estos yerros conceptuales más que a resolver un conflicto sólo pueden llevar a
profundizarlo. Es por ello que respetuosamente le reiteramos la propuesta de
que se considere llevar adelante una capacitación a los fiscales -y
defensores- en estos temas específicos poniéndonos nuevamente a disposición
para ello; por otra parte, tenga a bien considerar la creación de una fiscalía
especializada en derechos de los pueblos indígenas, a fin de que los
fiscales puedan desempeñar con solvencia el rol que deben cumplir en la
administración de justicia.

Saludamos a Uds. muy atentamente.

Darío Duch Fernando Kosovsky


Presidente de AADI Representante AADI - Región Patagonia

Talcahuano 256 piso 2.Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (C1013AAF).


www.derechosindigenas.org.ar

Potrebbero piacerti anche