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El primer grupo de signos, el más llamativo, se puede resumir con las palabras clave de guerra

catástrofe y de persecución de la fe por parte del mundo…. De que lo que prepara el paso al final
no es, por ejemplo, una suprema maduración histórica, sino que, paradójicamente, lo que está
remitiendo al sí de Dios es el desmoronamiento interno de la historia, su incapacidad frente a lo
divino, su oposición. 214

Los signos hasta ahora, no permiten datar el final, pero es en el sentido de que obligan siempre a
estar alerta. Hay que decir precisamente que siempre es el tiempo final, 215

Para finalizar podemos colegir que gracias a la cristología se han fundido, de hecho, las dos lineas
de espera que estaban separadas por el judaísmo. En el nombre de Jesus, Dios viene de una manera
divina y humana al mismo tiempo. 217

El retorno de Cristo

Antiguo Testamento dice sobre el día de Yahvé, ideas estas que son deudoras, por su parte, de
elementos más antiguos de la historia de las religiones… Resulta, pues claro que el día de Yahvé es
en concreto, el día de Jesucristo. 218

El nuevo Testamento oculta y desvela lo que para nosotros resulta inexpresable de la venida de
Cristo. La parusía representa el culmen y la realización suprema de la liturgia. La liturgia, por su
parte, es parusía, acontecimiento de parusía en medio de nosotros. 219

La parusía en realidad se convierte en una explicación de la liturgia y de la vida cristiana en su


contexto íntimo y en su entretejimiento continuo. La parusía se convierte en obligación de vivir la
liturgia como fiesta de la esperanza y de la presencia en orden al cosmocrator que es cristo. 220

Juicio

Quien es para la Biblia el sujeto del juicio… Como juez se menciona en primer lugar a Dios. Se dice
igualmente que es Cristo. Y en Matero 19 se les dice a los doce que cuando llegue la regeneración,
ellos se sentaran, sobre doce tronos y juzgaran a las doce tribus de Israel… Finalmente en Juan el
juicio se ha trasladado al presente de esta vida ese juicio tiene lugar ya en la decisión que se toma
por la fe o la incredulidad. Esto no quiere decir que se suprima, sin más el juicio final,… No he venido
a condenar al mundo sino para salvarlo 221-222

El límite escatológico no se atraviesa solo en la muerte, sino ya en el acto de fe. L a verdadera línea
entre muerte y vida pasa propiamente no por la muerte biológica, sino que discurre entre el estar
con aquel que es la vida y el aislamiento que se niega a estar con él. 223

Valoración Teológica

Un anacronismo religioso peligroso r irresponsable: lo único adecuado tiene que ser, pues, el paso
de una esperanza de fe a una estrategia de esperanza apoyada por un cálculo teórico detallado. Es
la esperanza que enseña el marxismo 226

La esperanza de un mundo totalmente justo no es ningún producto del pensamiento técnico, sino
que se basa en la espiritualidad judeo cristiana. Otras culturas han echado mano de la idea del
eterno ciclo o de la liberación a través del nirvana para defenderse de la desesperación que tenía
que provocar siempre el mero presente con su dolor y sus injusticas.
La fe en el regreso de Cristo representa, además, la certeza de que el mundo alcanzara la plenitud,
naturalmente que no gracias a la razón planificadora, sino a partir de la fuerza indestructible del
amor, que ha vencido en el Cristo resucitado. La fe en el retorno de Cristo es la fe en que, al final la
verdad juzga y el amor triunfa, por supuesto que únicamente gracias a la superación de la historia
hasta entonces existente, superación que, en realidad, está pidiendo esta misma historia. 230

El Cristo resucitado es la certeza viviente de que esa supuración trascendente, sin la cual el mundo
es un absurdo, no se hunde en el vacío y de que, por eso, la historia se puede vivir positivamente y
nuestro limitado y pobre actuar racional tiene sentido. 230

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