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PRINCIPIOS REGISTRALES

1.1. El Principio De Rogación

El Principio de Rogación determina que la inscripción de un acto depende


de la legalidad de los documentos presentados, la capacidad de las personas que
participan en el acto en cuestión, la validez del acto y la conexidad de este acto con
los antecedentes que figuran en el Registro.

Esto implica que al solicitar la inscripción de un acto, el registrador


público, que es el funcionario competente, califica la información que le es
presentada y determina si la inscripción del acto es factible en función a dicha
información y a los antecedentes que se encuentran inscritos en la partida registral
respectiva.

La única excepción a esta facultad de calificación que tienen los


registradores está constituida por los casos en que se ordena la inscripción de un
acto por un mandato judicial. En tales casos, el registrador no puede calificar la
inscripción del acto, sino únicamente dar cumplimiento al mandato judicial.

Esto es así porque un funcionario de la Administración Pública no puede


cuestionar o desobedecer un mandato emanado del Poder Judicial, incluso si este
contiene errores; pues, en tal caso, la rectificación debe realizarse a través de un
proceso judicial y no por la decisión de un funcionario administrativo.

1.2. Principio De Publicidad

El Principio de Publicidad constituye una presunción en virtud de la cual se


considera, sin admitirse prueba en contrario, que todas las personas tienen
conocimiento de la información que consta en los Registros Públicos.

Se trata de una presunción sumamente importante y de la que se derivan


una serie de atributos que le son conferidos a los actos inscritos en los Registros
Públicos.

En primer lugar, tenemos la oponibilidad frente a terceros de la que gozan


los actos inscritos, pues, al presumirse que toda persona conoce el contenido de los
Registros Públicos, es posible oponer los efectos de un acto inscrito no sólo frente a
las personas que intervinieron en él, sino frente a todas las personas.

1.3. Principio De Buena Fe Registral

La buena fe registral está vinculada a los Principios de Publicidad y


Legitimación, e implica que una protección al derecho adquirido por una persona
sobre la base de un acto ya inscrito en los Registros Públicos, aun cuando dicho acto
se anule o se deje sin efectos por causas que no constaban en la información
registral.

Para este efecto, se requiere que el acto celebrado se haya hecho a título
oneroso y que se inscriba en la partida registral correspondiente.

Ahora bien, en este caso si estamos ante una presunción que no es absoluta,
pues se admite la posibilidad de romper la buena fe del tercero si se acredita que
este conocía los defectos de la información del acto registrado.

1.4. Principio De Tracto Sucesivo

El Principio de Tracto Sucesivo es vital para el correcto funcionamiento de


los Registros Públicos, pues determina la necesidad de que las inscripciones se
hagan en forma secuencial, es decir, que los actos deben inscribirse, uno tras otro,
en función a la vinculación que existe entre ellos, de manera tal que ningún acto
puede inscribirse si antes no se ha inscrito su antecedente.

Así, por ejemplo, si se desea inscribir un contrato de compraventa en el que


A le transfiere a B la propiedad de un inmueble, será necesario que en los
Registros.

Públicos figure la inscripción del derecho de propiedad de A; pues de lo


contrario, el registrador no podría inscribir una transferencia realizada por A si este
no aparece como propietario del bien ante los Registros Públicos.
ANEXO

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