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Documento realizado por la profesora, María Luz Dary Correa Cano, con fines pedagógicos.

“El lenguaje es el mejor instrumento para comunicarnos”

Teorías sobre la adquisición del lenguaje

1. Es evidente que al describir el estudio de la lengua materna, nos veamos


obligados a exponer brevemente el actual estado de opinión acerca de las
investigaciones sobre el aprendizaje de la lengua materna -adquisición del
lenguaje- desde el punto de vista de la lingüística, por un lado, y de la
psicología evolutiva y adquisición de la lengua, por otro.

1.1.El modelo behaviorista (conductismo)

La lengua para (Skinner, 1975) es conducta lingüística, por lo que la


adquisición de la lengua equivaldrá a la adquisición de la conducta lingüística.
Todo comportamiento verbal se explica en términos de estímulo y respuesta
(E- R). Las respuestas verbales se corresponden directamente con los
estímulos sin necesidad de que intervengan otras posibles variables como el
significado y las leyes gramaticales.

Para que se dé un comportamiento verbal mínimo, es necesaria la relación


entre un hablante y un oyente. El hablante emite actos verbales debido a
determinados estímulos que propician la respuesta verbal en el hablante y el
comportamiento verbal o no en el oyente. Al ser el habla una respuesta motora,
los primeros balbuceos del niño suponen la base de la adquisición de la
lengua, puesto que los hablantes que están próximos al niño refuerzan en él
sonidos y secuencias por medio de una conducta imitativa. Un acto de habla
puede aparecer como una repetición fruto de imitar selectivamente los sonidos
o secuencias de sonidos realizados por las personas que rodean al niño.

El paso siguiente en la adquisición del lenguaje viene motivado por los


estímulos que provocan la necesidad de una respuesta: el niño emite un
sonido al azar que incita a los padres a una respuesta; si ésta es la adecuada y
satisface la necesidad del niño, éste la repetirá siempre que desee satisfacer
tal necesidad. Por último, mediante el estímulo-tacto el niño va asociando
secuencias sonoras con las cosas, objetos, personas que constituyen su
ambiente familiar.

El proceso conductista de la adquisición de la lengua es naturalmente gradual


dentro de las posibilidades del niño y está determinado por el comportamiento
verbal de los adultos que sirven en todo el proceso de refuerzo a los estímulos-
respuesta del niño.
Staats y Staats (1963,1983) proponen las fases siguientes en el proceso de
adquisición de la lengua:

* Diversos estímulos del entorno del niño provocan respuestas específicas de


habla.
* Los llamados estímulos internos de necesidad (hambre…) que aparecen en
el individuo provocan ciertos estímulos de habla.
* Los estímulos verbales llegan a suscitar en el niño respuestas implícitas a
través del condicionamiento clásico. Estas respuestas implícitas pueden
denominarse respuestas significativas, es decir, significados en el sentido de la
teoría conductista.
* Estas respuestas significativas poseen características de estímulos, que
pueden suscitar respuestas de habla con parecidos componentes
significativos.

1.2.Las teorías cognitivas

Piaget (1926), invariablemente, ha sostenido la tesis de la primacía de lo cognitivo


en el hombre y de la subordinación del lenguaje al pensamiento. El pensamiento
es la estructuración de las relaciones entre hombre y ambiente.

Antes de que se instale el lenguaje, el niño hace imitaciones diferidas, “hace como
si”, atribuye a los objetos, en sus juegos, los significados más diversos, no por
imprecisión o incoherencia, sino porque los usa como símbolos, como
significantes de otras cosas.
Todas estas conductas atestiguan la emergencia del a función simbólica. Hay que
buscar el origen en la evolución de las conductas sesomotoras, comenzando por
las primeras conductas de imitación. Al principio, las representaciones son sólo
imitaciones interiorizadas. La función simbólica es un producto social, que
constituye la explotación más elaborada que hace la especie humana de sus
propias capacidades representativas. (Marc Michelle, 1984, 1924).

Para Piaget, no es posible intentar explicar el pensamiento con ayuda de la


lengua, ya que las estructuras mentales se sitúan en acciones sensomotoras que
son más profundas que las conductas lingüísticas.

La fuente del conocimiento, según Piaget, es la acción, y el organismo actúa tan


pronto entra en relación con el ambiente que lo acoge. Todas las acciones iniciales
son incontrolables y pasan a coordinarse en forma de esquemas. El esquema es
una secuencia definida de acciones, tanto físicas como mentales, que constituye
la unidad cognitiva básica. Por medio de la coordinación, los esquemas,
desarrollados en un tiempo definido, pasan a formar estructuras sensomotoras y
estructuras operacionales del pensamiento.

En una primera etapa (0 -2 años), el niño sólo tiene contacto sensomotor con el
mundo, desarrolla sus sentidos en relación con sus habilidades motoras y su
habilidad para imitar. En una segunda etapa, la preoperacional (2-4 años), el niño,
determinado por el egocentrismo, adquiere el uso del comportamiento simbólico,
aunque su pensamiento es aún fluctuante. La tercera etapa, la imitativa (4-7 años),
introduce al niño en la sociedad y supone el encuentro con la realidad que lo
circunda. La etapa (7-12 años), es la de las operaciones concretas, precede a la
última de las etapas señaladas (a partir de los doce años), que es la de las
operaciones formales y abstractas.

Para Vygotski (1962), pese a que pensamiento y lengua son en su origen


fenómenos independientes entre sí, sin embargo, la interacción entre ambos
origina la elevación del pensamiento y del habla. La actividad mental del niño se
ve como el resultado de su vida en determinados aspectos sociales. El lenguaje,
que soporta todo el acervo cultural, entra en el proceso del desarrollo del niño
desde el primer momento. La lengua se hace necesaria para el proceso mental.

A.R. Luria y F. Yudovich (1983), pertenecientes al igual que Vygotski a la escuela


rusa, parten del hecho de que la evolución del pensamiento y de la lengua no se
debe a un proceso biológico, sino a un proceso social. El habla es un factor
históricamente importante para el desarrollo de las estructuras y la formación de
los conceptos.

1.3.Teoría mentalista

A partir de determinados presupuestos teóricos de Chomsky enunciados en la


existencia de una facultad innata en el hombre para la adquisición del lenguaje y
de los universales lingüísticos, podemos postular que todos los hombres nacen
con una capacidad especial para el lenguaje, que éste no se aprende por medio
de la imitación de la lengua de su entorno, sino que aprenden el lenguaje por estar
expuestos a él y por usarlo como medio de comunicación social. Asimismo, las
reglas de la gramática se aprenden inconscientemente por tratarse de la misma
gramática que la de los adultos. La rapidez con que el niño domina las estructuras
básicas de una lengua apoya, según Chomsky, los postulados anteriores.

Una teoría del lenguaje debe explicar las nociones de producción y comprensión,
que deben ser tratadas de forma independiente, pero señalando la interacción que
entre ellas existe.

1.4.Teoría biológica del desarrollo del lenguaje

Lenneberg (1975) formula la siguiente teoría de la adquisición del lenguaje:

 El lenguaje es la manifestación de tendencias cognitivas específicas de la


especie, es la consecuencia de las peculiaridades biológicas que hacen
posible un tipo humano de cognición.
 La función cognitiva que subyace al lenguaje es una adaptación de un
proceso ubicuo de categorización y extracción de semejanzas. La
percepción y producción del lenguaje puede reducirse en todos los niveles
a procesos de categorización.
 El factor determinante de la conducta lingüística es la función cerebral
 Las formas más externas de los lenguajes pueden variar con una libertad
relativamente grande. Mientras que los rasgos subyacentes permanecen
constantes.
 La existencia de los procesos cognitivos motiva una capacidad para el
lenguaje. Se trata de una capacidad para un sistema de comunicación que
debe ser necesariamente de un tipo específico. Esta capacidad básica se
desarrolla ontogé nicamente en el curso de la
maduración genética. La maduración coloca a los procesos cognitivos en
un estado que podríamos llamar “disposición para el lenguaje”
 A partir del estado lingüístico latente, el lenguaje puede desarrollarse por
medio de un proceso de actualización (significa el surgimiento de una
competencia lingüística específica.
 El estado de desequilibrio denominado “disposición para el lenguaje” es de
duración limitada. Comienza alrededor de los dos años y declina con la
madurez cerebral de los primeros años posteriores a la decena.
 Puede asumirse que la capacidad para el lenguaje y la estructura latente
han de estar reproducidas en todos los seres humanos sanos, debido a que
son consecuencia de los procesos cognitivos específicamente humanos y
de un curso de maduración específico del hombre.
 Debido a que la estructura latente se encuentra reproducida en cada niño y
debido a que todos los lenguajes deben tener una forma interna de tipo
idéntico, cada niño puede aprender cualquier lenguaje con igual facilidad.
Lenneberg sustenta dicha teoría en las siguientes premisas biológicas:

1. La función cognitiva es específica para cada especie.


2. Las propiedades específicas de la función cognitiva aparecen reproducidas
en todos los miembros del a especie.
3. Los procesos y capacidades cognitivas se diferencian espontáneamente
con la maduración.
4. Al nacer, el hombre está relativamente inmaduro.
5. Ciertos aspectos de su conducta y de su función cognitiva surgen sólo
durante la infancia.

1. 5. Teoría sociológica

M. A. K. Halliday (1975), considera los factores socio-lingüísticos como elementos


indispensables para la adquisición del lenguaje, y, en coincidencia con la teoría
cognitiva, rechaza el innatismo como principio explicativo de la adquisición del
lenguaje.

El proceso de adquisición de la lengua lo formula en:


 Primera fase: el niño ha de dominar ciertas funciones extra-lingüísticas:
como la instrumental personal, la imaginativa y la informativa.
 Segunda fase: aparecen usos del lenguaje y avances rápidos en el
vocabulario, sintaxis y diálogos.
 Tercera fase: se supone que ocurre la adecuación del lenguaje del niño a la
lengua del adulto.

Glosario: catálogo o vocabulario de palabras difíciles o en desuso con su


respectiva explicación.

Acervo: conjunto de valores. Montón de muchas cosas.


Ubicuo: que está presente en todas partes.
Latente: (implícito) que no se manifiesta exteriormente.
Fluctuante: cambio, variación.
Onto: prefijo griego que significa ser o ente.
Extra: prefijo latino que significa fuera de.
Extralingüísticas: es una palabra compuesta (por fuera de la lingüística)

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