7 TRUCOS

PARA POTENCIAR EL
TALENTO ADOLESCENTE
¿Quién soy yo?
Soy Sandra Gómez. Conocí el mundo de la docencia hace muchos años,
allá por el 2005, cuando básicamente era aún “una adolescente más”, en
mi caso “encauzada” y apuntando maneras. Hacía un año que acababa
de comenzar mi Licenciatura en Filología inglesa y llegó mi primer empleo,
nada más y nada menos que en una academia, donde di clases a Primaria
y Bachillerato. Siendo entonces una más de ellos, aprendí a ver la parte
contraria, la parte responsable. Tras esa academia, trabajé, aun siendo
estudiante, dando clases en colegios, otras academias e incluso en la
Escuela de Formación Profesional de mi propio pueblo. Una vez terminé mis
estudios, allá por junio de 2010, divisé una buena oportunidad en una
reconocida academia de inglés donde he pasado ni más ni menos que ¡7
años! Y no, ahora no hago algo diferente porque allí no fuese feliz, porque
lo era, y mucho, sino porque la vida nos conduce irremediablemente a
nuestro propósito de vida y estaba allí por alguna razón. Fui seleccionada
para ser profesora en esta academia a los 24 años, y desde entonces di
clases a niños, adolescentes y adultos, además de empresas.

Hasta ahí todo bien, en cambio, entre los 26 y los 27 años caí en una
depresión que puso mi vida patas arriba. Tenía mi buen sueldo, mi coche,
amigos, salud…y, en cambio, me sentía vacía. Aunque ahora sí, en el
momento no supe el porqué. Entré en tratamiento psicológico y comencé a
leer mucho sobre desarrollo personal debido a mi afán por querer conocer
qué me estaba pasando y qué más podría hacer. Durante este tiempo,
seguí trabajando, “mis chicos” eran una medicina para mí, me hacían
sonreír y a mí me encantaba ver todos sus avances. Dentro de esta nueva
etapa comencé a tomar contacto con la Inteligencia Emocional, el
Coaching, la Programación Neurolingüística o la meditación. Mi vida
comenzó a mejorar a medida que fui aceptándome, y seguí buscando.

Un buen día, uno de mis grupos, que llevaba conmigo esos siete años y a los
que había visto crecer, me preguntó que qué era aquello que hacía los
fines de semana, aquellos cursos, eventos, etcétera que frecuentaba.
Comencé a contarles un poco, pues no quería que me tomasen por rara.
Sin embargo, quisieron saber más y me propusieron ellos mismos darles una
conferencia sobre talento. El día que esto tuvo y lugar y vi sus caras,
simplemente lo supe: quiero hacer esto. Sabía que había muchos
profesionales que podrían enseñar inglés, pero yo deseaba ayudarles con
sus vidas personales a pasar esa etapa de indecisión y búsqueda de
identidad que a mí tanto trabajo me había costado. Decidí, entonces,

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dejar mi amado puesto de trabajo y crear Talento Adolescente. ¿El
objetivo? Ayudar a jóvenes a conocerse, conectar con sus pasiones y
tomar el rumbo de esa vida que quieren y les hace felices antes de los 27, o
los 40, o los 50. “¿Qué quiero hacer en la vida?” es una palabra fácil de
responder siempre y cuando nos conozcamos personalmente lo suficiente,
¿por qué no responderla durante la adolescencia?

Las elevadas tasas de depresión y ansiedad resultan devastadoras. En 2015,

más de 322 millones de personas fueron diagnosticadas de sufrirlas. En la
mayoría de los casos las causas son no encontrarle sentido a la vida o la
incesante búsqueda de una felicidad que no parece llegar. Estamos
rodeados de personas infelices en sus puestos de trabajo, personas que no
ven motivos por los cuales no encuentran una pareja o personas
desmotivadas que solo esperan a las próximas vacaciones para pasar unos
días increíbles.

¿Qué tiene que ver esto con los adolescentes? Sencillo, ellos son los nosotros
del mañana, ¿de verdad queremos esto para ellos? Si tu respuesta es “NO”,
como lo es la mía, te invito a comenzar a actuar desde HOY. Te ofrezco
para ello unas herramientas a través de las cuales fomentar el desarrollo del
talento de tu hijo o alumno adolescente. ¡No te las pierdas!

El Talento Adolescente
Hay muchas definiciones de lo que es el talento, todas válidas y cada una
de ellas resaltando matices igualmente importantes. En mi opinión, el
talento es la llave de tu misión en la vida. Todos tenemos una misión o
propósito de vida. Hemos venido a aportar algo especial y particular al
mundo y solo se lleva a cabo cuando giramos dicha llave, ya que ponemos
nuestro talento en marcha. Ese talento es nuestra capacidad para realizar
tareas de forma que generen valor para la sociedad. Tu talento es el origen
de tu mejor contribución posible al mundo en el que vives.

No pasa nada si ahora mismo estás preguntándote cuál es tu talento. No te

frustres, a veces resulta ser aquello que hacemos de manera tan natural
que, aunque lo tengamos delante de nuestros ojos, nos cuesta identificarlo.

Lo mismo ocurre con los jóvenes. A veces se encuentran tan saturados de

tareas que no encuentran espacio o tiempo para autoconocerse, ni para
reconocer esas aptitudes o capacidades que les son únicas y con las que
pueden mejorar exponencialmente el mundo. El desarrollo de su talento en
ocasiones se ve mermado por el propio desconocimiento de herramientas
o formas de poner en marcha aquello en lo que son geniales.

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¿Dónde está mi talento?
Hay tres aspectos diferenciados a la vez que coordinados en la vida de una
persona: SER- HACER- TENER. Puedes imaginarlo como un árbol. Las raíces
son el SER, tu esencia, aquello que tú persona engloba, tú como conjunto
de un cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Cuando eres auténtico,
tu vida fluye. Después HACES cosas, tareas, emprendes acciones y pones
en marcha ideas. Y finalmente, obtienes tus resultados. ¿Por qué a veces no
tenemos lo que queremos? porque aquello que hacemos está lejos de lo
que en realidad somos. Pongamos un ejemplo: María es una persona
extrovertida, a la que le gusta hacer reír a la gente, y a la que le apasiona
salir y hablar. Sin embargo, en un momento de su vida se ve en un bache
económico por lo que acepta un segundo empleo. A pesar de sentirse a
gusto en este lugar, llega agotada a su casa. A medida que esta situación
se alarga y pasa el tiempo, se percata de que ya no ve a sus amigos y
familia tanto como solía hacerlo, no tiene tantas ganas de reír, y su vida se
centra en trabajar. ¿Qué consigue María? ¿qué TIENE? Infelicidad. Y el
motivo no es otro que la incoherencia entre lo que ella ES y lo que HACE.
Ambos son diferentes y no están alineados, por lo que resulta imposible que
el resultado pueda ser satisfactorio.

Cuando olvidamos quiénes somos porque no paramos de hacer cosas, y

muchas de ellas no se corresponden con lo que queremos de verdad hacer
o con lo que como personas nos hace sentir plenos, la insatisfacción está
asegurada. Por este motivo, los adolescentes no se sienten motivados ni
contentos con sus vidas. Asisten a clases durante ocho horas, hacen
deberes y estudian durante otras dos o tres horas diarias, además de estar
apuntados a refuerzo de aquellas materias que suspenden o en las que no
consiguen tan buenos resultados. Y no solo durante un año, sino durante
varios. ¿De verdad nos parece tan descabellado su rechazo al instituto?
Están centrados en el hacer, hacer y hacer, y cuando llega el momento de
comenzar estudios superiores se enfrentan al “y ahora, ¿qué quieres hacer
con tu vida?” sin saber qué responder en muchos de los casos. Esto es
debido a que su SER quedó allí atrás en algún lugar junto a sus sueños,
ilusiones y aspiraciones, dando paso a lo que el sistema educativo
estableció que debe ser la base de su futuro.

Si me permites una anécdota, te contaré que, en una ocasión con un

grupo de unos veinte adolescentes de diversas edades, planteé el sencillo
ejercicio de enumerar diez cosas que les gustase hacer o en las que fuesen
buenos. Imagina mi sorpresa cuando veinte personas jóvenes, con toda su

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vida por delante, se bloquearon en los números cuatro o cinco sin saber
qué más escribir.

El sistema educativo actual está diseñado para enterrar el talento de los

jóvenes. Y sí, no depende (aún) de nosotros cambiarlo; sin embargo, ¿hay
algo que como padre o madre puedas hacer para fomentarlo? Yo te
propongo siete trucos para potenciar ese don y no dejar que se pierda en
el camino. ¿Vamos a ello?

Truco 1: fomenta su autoconocimiento

Este truco es el más esencial. Ya sea a través de ayuda profesional o
facilitándole claves, provoca en él el interés por conocerse mejor, genera
en él interés por sus emociones, por su manera de pensar, por sus valores,
pon a trabajar su pensamiento crítico y propio hacia el mundo que lo
rodea.

Aquí es esencial fomentar el gusto por la lectura, no solo de libros si no le

apasionan, sino también de artículos online relacionados con la etapa que
está viviendo, con el crecimiento personal. Anímalo a ver vídeos sobre estos
temas que provoquen un click en su perspectiva de la vida, que lo inspiren
a desarrollar su potencial personal y su talento.

La adolescencia es una etapa de cambios. Los jóvenes no se conocen ni

saben por qué les pasa lo que les pasa o sienten lo que sienten. Su
desmotivación nace de la falta de lugar en el mundo. Se sienten perdidos,
incomprendidos y solos. Allánale el camino.

Truco 2: deja que se aburra

Sí, como lo lees. Un adolescente no necesita estar entretenido siempre.
Normalmente, cuando tienen ratos libres suelen pegarse a sus smartphones,
ordenadores o TVs. Te habrás percatado de que cuando os vais de
vacaciones se aburre en muchos momentos, pero también habrás notado
que cuanto más le ocurre, más receptivo se vuelve.

¿Y cómo consigo que se aburra? Comunícale la importancia de la

creatividad, y que esta solo nace cuando uno está libre de distracciones. Y
si aún no es muy mayor, sé tú quien gestione los tiempos de uso de móviles,
etcétera. La imaginación se pone en marcha cuando la mente no está
enfocada en otras cosas. Un simple papel en blanco sobre el cual dibujar,
escribir o esquematizar ideas resulta una herramienta infalible.

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Truco 3: pregunta
¿Tu hijo cree no tener talento? Ayúdalo a investigar. ¡Puede resultar una
actividad muy interesante para ambos! Puedes plantearle preguntas como

¿Qué se te da bien hacer?

¿En qué resaltan tus amigos que eres bueno o para qué te suelen pedir
ayuda?

¿Qué no podrías dejar de hacer?

¿Qué actividades hacen que se te pase el tiempo volando?

¿Qué cosas te hacen sentir feliz?

Ve indagando. Pregúntale que, si tocar la guitarra le hace perder la noción

del tiempo, por qué no le dedica más tiempo o qué podrías hacer tú para
que su pasión por la escritura pudiese desarrollarse.

Truco 4: no lo juzgues
Es posible que tu ideal de hijo talentoso no coincida con el talento
anhelado por tu hijo (si así es, ¡felicidades!) por tanto, te invito a que no lo
juzgues.

Supongamos que un joven descubre que siente verdadera pasión por el

teatro. Tal vez sus padres preferirían que sintiese esa devoción por las
personas y por ser un excelente médico, sin embargo, no estamos en el
mundo para juzgar las causas de felicidad de los demás, aunque sean de
nuestra familia.

Puede que muchas veces pienses que no pasa nada y que solo quieres lo
mejor para él, no obstante, recuerda que esa idea que te hace feliz a ti, no
le hace feliz a quien debe. Respeta su persona y sus sueños, aunque no los
compartas. Recuerda que, a pesar de parecer que le espera mucho por
delante y que ha de estudiar mucho para ser alguien, la vida pasa volando
y la mejor opción es que la viva feliz.

Truco 5: sé su fan número uno

No hay nada más gratificante para un adolescente que ver a sus padres
orgullosos de él, incluso cuando no lo demuestran completamente. Vivimos
en la cultura de penalización del fracaso, donde los fallos, errores y
suspensos hacen más ruidos que aquello que hacemos bien. Demuéstrale a
tu hijo que esto no es así para ti, que ves sus fortalezas. Destácalas.

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Es posible que aún no sepa identificar aquello que lo hace destacar respeto
al resto. Seguramente tú reconoces en él fortalezas que admiras
(constancia, creatividad, comunicación, empatía, arte…) ¿por qué no se
las comunicas? A él le gustará oírlas y tú podrás ayudarlo en dar un pasito
más en su autoestima y en la búsqueda de su talento.

Truco 6: fomenta su curiosidad

A veces el talento no es innato. A veces a través de mucho probar damos
con algo que realmente nos hace sentir plenos. ¿Cuántas personas hay por
el mundo que, a edades avanzadas, dejaron sus puestos de trabajo para
viajar y ahora son plenamente felices?

Anímalo a elegir y probar actividades nuevas, a conocer nuevas personas,

o ¿por qué no? a asistir contigo a eventos que se salgan completamente
de los que acostumbráis. Genera conversaciones interesantes y respeta sus
opiniones. Rétalo a salir de su zona de confort y probar. Puede que aun así
le cueste hallar lo que le apasiona, pero sí identificará lo que no.

Truco 7: sé flexible con su desarrollo

Sé flexible con sus notas académicas y su desarrollo general. ¿Cuánto de
importante ha sido en tu vida aquel 8 que sacaste en el segundo trimestre
de 3º de Secundaria en Ciencias Naturales? En la mía no ha sido nada
relevante. Te invito a que dejes de prestar tanta atención a los números de
esos exámenes en los que los jóvenes solo han memorizado y escupido
frases imposibles y se la prestes a aquellas que lo hacen sonreír.

Algunas veces ese 9 en Arte dice mucho más que el 3 en matemáticas. No

lo apuntes a refuerzo de matemáticas, sé consciente de lo fabuloso que es
su desarrollo artístico y dale la oportunidad de potenciarlo al máximo. Lo
hará más feliz y el tiempo de clases extra más que un suplicio será un
regalo. Además, esa confianza en él, ese “hijo, tú no eres tus números” será
lo mejor que podrás ofrecerle en una etapa complicada de su vida.

Llegados a este punto, ya conoces siete trucos efectivos que te servirán en

el acompañamiento a tu hijo en el sendero turbulento que es la
adolescencia, con su incesante búsqueda del ¿quién soy? y ¿qué quiero
hacer con mi vida? Espero que mi regalo haya arrojado luz sobre tu
perspectiva como padre o madre y te reto a ponerlo en marcha YA. Será
un placer tener tu opinión.

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Comprendo que puedas sentirte perdido o perdida, que no
sepas cómo actuar en algunos casos y que a veces sientas
frustración por no saber hacerlo mejor. Recuerda que ya lo
haces muy bien, porque actúas desde el amor. En cambio, es
posible que pueda hacer algo más por ti, ¿es así? Tal vez te
gustaría que acompañase a tu adolescente en su desarrollo
personal, o tal vez a orientar su futuro. Puede incluso que pueda
ayudarlo de alguna otra forma.
Por ello, por llegar hasta aquí quiero hacerte un SEGUNDO
REGALO. Sí, has leído bien, un segundo regalo que consiste en
una sesión de diagnóstico completamente gratuita para
vosotros. ¿Qué te parece?
Solo tienes que entrar en mi página web,
www.talentoadolescente.com, y solicitar tu sesión GRATUITA.

Estaré encantada de ayudaros, acompañaros y guiaros en

aquello que queráis o necesitéis.

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