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136-2014.

Inconstitucionalidad.

Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, San Salvador a las nueve


horas y treinta y cinco minutos del día doce de diciembre de dos mil catorce.
Analizada la demanda presentada por el ciudadano Herbert Rafael Guerrero Urbina,
mediante la cual solicita que se declare la inconstitucionalidad de los arts. 277 y 277-A del
Código Tributario (aprobado por Decreto Legislativo n° 230, de 14-XII-2000, publicado en
el Diario Oficial n° 241, tomo 349, de 22-XII-2000, reformado por Decreto Legislativo n˚
763, de 31-VII-2014, publicado en el Diario Oficial n° 142, tomo 404, de 31-VII-2014 (en
adelante "CT"), por la supuesta transgresión a los arts. 2 inc. 2° y 27 inc. 2° de la
Constitución de la República (en lo sucesivo "Cn."), que en su opinión consagran los
derechos a la intimidad y a la autodeterminación informativa y la prohibición de imposición
de penas infamantes, respectivamente; se hacen las siguientes consideraciones:
Las disposiciones legales que han sido impugnadas establecen lo siguiente:
Código Tributario.
"Publicidad de Deudores
Artículo 277.- La Administración Tributaria divulgará a través de los distintos
medios de comunicación, los nombres de los sujetos pasivos que posean deudas firmes,
líquidas y exigibles.
La competencia regulada en el inciso anterior corresponderá a la Dirección General
de Impuestos Internos, la cual deberá efectuar la divulgación anualmente, de acuerdo a las
normas administrativas que ésta emita. La divulgación podrá efectuarse en el sitio web del
ministerio de hacienda en período menor.

Publicidad de las Resoluciones de Liquidación de Tributos y Multas


Articulo. 277-A. La Dirección General de Impuestos Internos divulgará extractos de
las resoluciones de tasación de tributos y multas, así como las sentencias emitidas por el
Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas y los fallos de la Sala de
lo Contencioso Administrativo sobre esta materia. De igual forma se procederá en aquellos
casos que se dé aviso o se remitan a la Fiscalía General de la República. En estos casos se
incluirá los nombres de los sujetos pasivos, el valor determinado y los nombres de los
funcionarios firmantes.
La divulgación del extracto de los avisos, resoluciones y sentencias se efectuará
anualmente en dos diarios de circulación nacional. La divulgación también podrá efectuarse
en el sitio web del ministerio de hacienda en un período menor".

I. Previo a describir los motivos de inconstitucionalidad argüidos por el actor, esta


Sala aclara los siguientes aspectos: (i) que en la demanda se consignó erróneamente la
fecha en que se aprobó el Código Tributario; sin embargo, el peticionario identificó de
forma correcta todos los demás datos de aprobación y publicación del referido cuerpo
normativo y, (ii) que el ciudadano Guerrero Urbina derivó el derecho a la
autodeterminación informativa del art. 2 inc. 2° Cn., no obstante que la jurisprudencia
constitucional ha explicitado que tal derecho deriva de la seguridad jurídica —art. 2 inc. 1°
Cn— ya que es el valor constitucional que permite que el mencionado derecho adquiera sus
ámbitos de protección de manera más adecuada —Cfr. sentencia de 4-III-2011, Amp. 934-
2007—; por lo tanto, a efecto de garantizar el acceso a la jurisdicción constitucional y no
incurrir en apreciaciones meramente formales, tales aspectos no son óbices sustanciales
para realizar el examen liminar de la demanda.
Por otra parte, el pretensor señaló que los arts. 277 y 277-A CT vulneran los arts. 2
inc. 2° y 27 inc. 2˚ Cn., que en su opinión consagran los derechos a la intimidad (1) y a la
autodeterminación informativa (2) y la prohibición de imposición de penas infamantes (3).
Finalmente, el peticionario alegó que el art. 277-A CT incurre en una inconstitucionalidad
por omisión, ya que violenta el derecho a la intimidad −art. 2 inc. 2° Cn.− (4).
1. Con relación a la infracción de los arts. 277 y 277-A CT al derecho a la intimidad
—art. 2 inc. 2° Cn.−, el demandante reseñó algunos fundamentos jurídicos expresados por
este Tribunal en la Sentencia de 24-IX-2010, Inc. 91-2007, por medio de los cuales se
explicitó que tal derecho ha dejado de ser una mera libertad que se respeta con la
abstención de las personas, porque se ha dotado al titular de un papel activo que implica "...
el tener control de los datos personales a los que no desea que otros tengan acceso".
Con el apoyo de la referida sentencia, el ciudadano Guerrero Urbina explicó cuáles
son los elementos constitutivos y las funciones del derecho a la intimidad, lo cual vinculó
con algunas consideraciones doctrinales acerca de las dimensiones y aspectos que tal
derecho fundamental protege; así, afirmó que en materia tributaria "... la intimidad
económica pertenece a la esfera de la intimidad privada", por tanto, "... los datos que
adquiere la administración pública respecto a la intimidad de una persona, deben ser
resguardados y protegidos por el Estado".
Al desarrollar argumentativamente el contraste internormativo, el peticionario alegó:
A. En el análisis del art. 277 CT es necesario distinguir entre: (i) la divulgación, (ii) el
dato divulgado y (iii) los requisitos para la divulgación.
a. En cuanto al primer elemento −la divulgación—, el actor sostuvo que el medio es
importante, porque indica a quién va dirigida la publicación "... y como consecuencia cuál
es la finalidad de la misma". Y es que, en su opinión, los decretos de creación y reforma de
la disposición objetada no "... establecieron en sus considerados iniciales, cuál sería la
finalidad del Estado de realizar tal divulgación [...] por lo que solo podemos presumir que
el propósito de la divulgación de los datos señalados es hacerlos del conocimiento de todo
el público", por tanto, a su juicio, si se conecta tal situación con la divulgación de las
"deudas" de una persona con la Administración Tributaria, se puede inferir que "... el
propósito que persigue el legislador es el cobro de dichas deudas, mediante la exhibición
pública de las personas que están en mora tributaria".
De lo anterior, manifestó que tal situación es indicativa de un "[t]errorismo [f]iscal",
ya que no es el medio idóneo para la recuperación de las deudas a favor de la
Administración Tributaria, lo cual quebranta el "principio de proporcionalidad", pues
existen otros medios para cumplir con tal finalidad −el cobro administrativo y el judicial—,
es decir, medidas de cobro proporcionadas con el fin que persiguen, respetando el derecho
fundamental a la intimidad de la persona requerida.
En conclusión, respecto del medio de divulgación, aseveró que "... es evidente que
al hacer del conocimiento público en general [...] la deuda de determinadas personas se está
violentando el derecho fundamental a la intimidad, ya que la medida es desproporcional al
fin que persigue, el cual es el pago (por parte del individuo y no del público en general) de
la deuda".
b. Con relación al dato divulgado, el peticionario precisó que el art. 277 CT se
refiere al "nombre de los sujetos pasivos que se encuentren en mora con la Administración
Tributaria"; consecuentemente, la "... combinación de publicar el nombre con la condición
de moroso es lo que violenta el derecho fundamental a la intimidad", debido a que el "...
nombre por sí mismo, pertenece a la intimidad de una persona cuando se conjuga con una
parte de su vida privada...", en este caso, la calidad de "moroso", es decir, "... una persona
que no paga sus deudas al fisco; situación que es de la vida privada del individuo, quien es
el que conoce las causas y condiciones de dicha situación y el único que está autorizado
para que esa combinación sea hecho público".
Como corolario de lo expuesto, enfatizó que existe una "violación al derecho
fundamental de intimidad [...] porque la mencionada publicación hace del conocimiento del
público una parte de la esfera privada de la intimidad, que el individuo no ha autorizado a
publicar, lo cual transgrede la interioridad del individuo, refiriéndose a su círculo de
parientes, amigos y conocidos cercanos que vean dicha publicación".
c. Por último, en lo que a los requisitos para la divulgación se refiere, expresó que el
art. 277 CT establece que la publicación se hará de las deudas firmes, líquidas y exigibles,
lo que en su opinión "... parecería que es una garantía que se ha realizado un debido
proceso en la fase administrativa de tasación, liquidación y cobro"; sin embargo, dicha
firmeza puede cambiar con "... una sentencia favorable en la jurisdicción contencioso
administrativo. Pero al realizar la publicación aludida, no importando dichos requisitos,
siempre se estaría vulnerando el derecho a la intimidad de las personas".
B. Al motivar la infracción del art. 277-A CT al derecho a la intimidad −art. 2 inc. 2°
Cn.−, arguyó lo siguiente:
a. En primer lugar, la disposición legal objetada vulnera el derecho de intimidad
porque en los considerandos del Decreto Legislativo por medio del cual se creó no se
menciona la finalidad o propósito para adoptar tal medida. Por otra parte, dicho artículo
establece el tipo de resoluciones que se publicarán. De ello, el demandante adujo que "... el
propósito de dichas publicaciones [es] la obtención del pago de las liquidaciones de tributos
y multas, no importando que se dicten en primera o segunda instancia administrativa"; sin
embargo, para el actor, el medio idóneo para cobrar un monto determinado a un
contribuyente a quien se le imputa una deuda a favor del Fisco es la notificación personal.
b. En segundo lugar, a juicio del solicitante, el art. 277-A CT no es claro al
establecer la información a publicar, ya que únicamente manifiesta que se publicarán
extractos sin especificar qué tipo de información se podrá divulgar. Asimismo, agregó que,
por la redacción del objeto de control, en su opinión, la publicación del nombre y el valor
determinado se hará "en los cuatro casos en que se pueda dar las resoluciones y no
únicamente [en el] caso del aviso a la fiscalía...".
En otro orden, el demandante afirmó que "el interés en la creación de publicaciones
jurisprudenciales, consiste en la necesidad de hacer del conocimiento del público en general
las líneas jurisprudenciales, ya sea de la Administración Tributaria o de la jurisdicción
Contencioso Administrativo, con el Fin de crear uniformidad y seguridad jurídica respecto
al criterio de dichas fuentes en determinados casos. Pero, si esta fuera la finalidad con la
cual se creó el art. 277-A CT, también sería inconstitucional, pues al mencionar que en
todos los casos se publicarán los nombres y los montos del litigio, se está revelando la
información de la esfera privada de la persona, lo cual violenta su derecho fundamental de
intimidad".
c. Finalmente, resaltó la periodicidad y la forma de publicidad que señala el art. 277-A inc.
2° CT y consideró que nos encontramos ante una desproporcionalidad del legislador,
dándole a la Administración Tributaria las armas para infundir miedo a los administrados
(terrorismo Fiscal), coaccionando desproporcionalmente la esfera privada de la persona a
que, si no paga al fisco, no solo será publicado su nombre, sino también el monto que
supuestamente le debe al Estado, lo cual también afectaría su derecho fundamental de
intimidad, debiendo guardar el Estado esa información como confidencial.
Por todos los anteriores argumentos, el demandante sostuvo que los arts. 277 y 277-A CT
infringen el art. 2 inc. 2° Cn. —en lo que al derecho a la intimidad se refiere—, por lo que
solicitó que sean declarados inconstitucionales.
2. En el segundo contraste internormativo, el ciudadano Guerrero Urbina alegó la
inconstitucionalidad de los arts. 277 y 277-A CT, porque vulneran el derecho a la
autodeterminación informativa —art. 2 inc. 1° Cn.—.
Para dotar de contenido a tal derecho, relacionó algunos fundamentos jurídicos de las
Sentencias de 4-III-2011, 20-X-2014 y 8-III-2013, Amps. 934-2007 y 142-2014 e Inc. 58-
2007, respectivamente, en los que resaltó la facultad de determinar qué información de su
persona salga a la luz pública y cuál no, lo que en el primer caso implica que el individuo
debe otorgar su autorización o permiso para que determinadas personas tengan acceso a
información personal; por ende, "... para poder establecer si existe una vulneración al
derecho de autodeterminación informativa, se debe analizar por una parte la finalidad que
se persigue [...] y por otra parte, los mecanismos de control que con relación a dichas
actividades de tratamiento se prevean".
Al justificar el motivo de inconstitucionalidad planteado, el pretensor
consideró:
A. El art. 277 CT infringe el art. 2 inc. 1° Cn porque la Dirección General de Impuestos
Internos "... divulga la información de las personas que se encuentran en mora con la
Administración Tributaria...", lo que, según el actor, impide "... ponderar el derecho a la
autodeterminación informativa contra otro derecho que persiga un interés general al
publicar dicha información". Por tanto, "... si no hay una Finalidad determinada en la norma
impugnada para divulgar el listado de sujetos que tienen deudas firmes, líquidas y exigibles
a favor de la Administración Pública, el legislador está infringiendo con dicha norma el
derecho que tienen las personas —naturales y jurídicas— de autodeterminar si desean o no
que esa información salga a la luz pública".
En consecuencia, aseveró que "... el art. 277 CT. violenta el derecho constitucional a la
autodeterminación informativa de las personas, ya que no se establece el objetivo real y
efectivo que persigue la realización de las publicaciones anuales de personas que tienen
deudas con la Administración Tributaria (finalidad); pero sobre todo, porque en la faceta
material de este derecho, la publicación mencionada le impide controlar la información que
de él obtienen otras personas, pues la divulgación se realiza sin su consentimiento".
B. En lo atinente a la aparente contravención del art. 277-A CT al art. 2 inc. 1° Cn.,
el peticionario razonó que dicha disposición deja al arbitrio de la Dirección General de
Impuestos Internos qué extractos de las resoluciones, sentencias y fallos serán publicados
anualmente en dos diarios de mayor circulación, es decir que no existe control que
determine qué datos se van a publicar respecto a la persona señalada como morosa; y ésta
no tiene el poder de decidir qué datos de la resolución que le atañen pueden o no ser
divulgados. En efecto, si al Estado no le ha otorgado autorización el individuo, no puede
aquel hacer pública información que le pertenece a la persona; por tanto, "[e]ra necesario
que el legislador hubiera establecido en la disposición impugnada qué extractos de las
resoluciones mencionadas podían ser publicados (si es que el fin es meramente
jurisprudencial) o qué datos que pertenecen a las personas se pretende publicar".
En conclusión, insistió en que el "el art. 277-A CT es inconstitucional por violentar
el derecho a la autodeterminación informativa, pues no establece la finalidad ni los
mecanismos de control para obtener autorización de cada individuo de que sean publicados
sus datos".
3. Como tercera confrontación internormativa, el ciudadano Guerrero Urbina
arguyó que los objetos de control —arts. 277 y 277-A CT— quebrantan la prohibición de
penas infamantes −art. 27 inc. 2° Cn.−. Luego de reseñar el desarrollo histórico de las penas
infamantes y explicitar los efectos que tales sanciones implican para las personas, el actor
sostuvo que la prohibición contenida en el parámetro de control es aplicable al ámbito
tributario. En apoyo a sus argumentos, el actor manifestó lo siguiente:
A. El art. 277 CT vulnera la prohibición constitucional de penas infamantes, ya que,
en su opinión, "la pena […] es la condena al pago del adeudo al fisco, cobrado por el medio
idóneo..."; en ese sentido, "... si la supuesta infracción cometida por el contribuyente es
meramente económica, por los principios de razonabilidad y ponderación, la pena o sanción
debe ser igual, es decir, de carácter patrimonial. Y por el principio de proporcionalidad la
pena o sanción debe versar sobre el monto patrimonial que se le imputa por el no pago al
fisco".
Y es que el art. 277 CT no menciona que la divulgación de los deudores en los
medios de comunicación sea una sanción. Al exponer esta información al conocimiento del
público, se está violando la fama, honorabilidad y buen nombre de una persona —natural o
jurídica—, creando de esta manera una sanción velada, pues afecta otros aspectos de la
persona aparte del aspecto patrimonial, que es el que proporcionalmente debería ser
afectado, por lo que pone en riesgo la reputación de la persona, lo cual le puede afectar
drásticamente otros aspectos de su vida. Consecuentemente, el actor señaló que un aspecto
relevante a considerar es que el objeto de control no prevé el supuesto de que, luego de la
divulgación, la persona cumpla la sanción económica; por tanto, se observa una pena
desproporcional a la sanción que razonablemente se le tendría que aplicar si hubiera
infringido una norma tributaria.
B. Por último, sostuvo que el art. 277-A CT es inconstitucional porque contraviene
el art. 27 inc. 2° Cn., ya que, con las divulgaciones a las que se hace alusión en esa
disposición legal, se limitan los principios constitucionales de razonabilidad, ponderación y
proporcionalidad, agravando en los aspectos emocional y personal una sanción que solo
debería ser económica"; en ese orden, el demandante advierte que la publicación puede
considerarse una pena adicional, que se relaciona con la intimidad y propia imagen del
deudor, configurándose una doble sanción; en efecto, para el demandante, "la publicación
de datos de las personas a quienes el risco le reclama algún monto de dinero, solo puede
tener por finalidad señalar públicamente dicha infracción y causarle un desprestigio social,
familiar o comercial, agravando la pena económica ya estipulada en la resolución".
4. En el cuarto contraste internormativo, el ciudadano Guerrero Urbina argumentó
la inconstitucionalidad, por omisión, del art. 277-A CT, ya que, a su juicio, dicho precepto
legal vulnera el derecho a la intimidad –art. 2 inc. 2° Cn.−. Desde tal perspectiva, hizo
referencia a las condiciones que deben cumplirse para analizar este tipo de
inconstitucionalidad.
Así, el derecho fundamental que se vulnera con la omisión de la norma impugnada
es el derecho a la intimidad, específicamente por la exposición de información privada y
personal, por parle de la Administración Tributaria –quien tendría la obligación de guardar
el secreto tributario.
Y es que "... el legislador no ha regulado qué extractos de las resoluciones o
sentencias deben ser publicadas, dejando al arbitrio de la Administración Tributaria, y
específicamente a la Dirección General de Impuestos Internos una facultad discrecional de
decidir qué datos se van a divulgar, dejando desprotegido el derecho fundamental de la
intimidad que tienen los individuos sobre sus propios datos"; sin embargo, la Constitución
le impuso al Legislador tácitamente que regulara el procedimiento para la obtención de los
montos que los contribuyentes considera que le adeuda al Estado. Pero con la publicidad de
los extractos de las resoluciones, sentencias administrativas y judiciales, el Legislador está
dejando amplia puerta para que la Administración Tributaria viole el derecho fundamental
de intimidad al no restringirle qué datos pueden aparecer en los extractos que ordena
publicar.
5. Finalmente, el demandante solicitó la medida cautelar de suspensión de la
aplicación de los artículos objetados.
Para justificar su petición, explicó los presupuestos para la adopción de las medidas
precautorias en el proceso de inconstitucionalidad. Con respecto al fumus boni iuris, reiteró
las consideraciones formuladas para los contrastes internormativos, los cuales tienen por
objeto evidenciar la potencial afectación a los derechos a la intimidad y a la
autodeterminación informativa, así como a la prohibición constitucional contenida en el art.
27 inc. 2° de la Ley Suprema.
Por otra parte, en relación con el periculum in mora, afirmó que la publicación
contenida en los objetos de enjuiciamiento constitucional se realizaría por primera vez al
finalizar el presente año, lo cual acarrearía un daño irreparable a las personas naturales o
jurídicas que fueran señaladas en dichas disposiciones como deudores morosos, afectando
perennemente sus derechos; porque las normas impugnadas son autoaplicativas y tienen
una periodicidad determinada en las mismas para llevarse a cabo. Por ello, si se llegaran a
realizar las publicaciones antes mencionadas, se frustraría la protección de los derechos
constitucionales.
Por último, sostuvo que se debía ponderar el interés público para la adopción de la
medida cautelar. Para tal efecto, recordó lo dicho por este Tribunal en la Resolución de 14-
VI-2013, Inc. 63-2013, y aseveró que con dicha medida "...no se estiraría generando ningún
perjuicio inminente e irreparable al interés público".
II. 1. En vista de los motivos de inconstitucionalidad alegados por el ciudadano
Guerrero Urbina, es pertinente hacer referencia a las condiciones que debe cumplir una
pretensión de inconstitucionalidad para justificar el inicio de este proceso.
La pretensión de inconstitucionalidad consiste en un alegato sobre la supuesta
contradicción entre el contenido normativo de una disposición o acto identificado como
objeto de control y el contenido normativo de una disposición constitucional propuesta
como parámetro. El inicio y desarrollo de este proceso solo es procedente cuando dicha
pretensión está fundada. El fundamento de la pretensión radica en los motivos de
inconstitucionalidad, es decir, en la exposición suficiente de argumentos que demuestren la
probabilidad razonable de una contradicción o confrontación entre normas derivadas de las
disposiciones invocadas. De lo contrario, una pretensión sin fundamento es improcedente.
El que la pretensión de inconstitucionalidad deba plantear un contraste entre normas
indica que el fundamento de esa pretensión exige una labor hermenéutica o interpretativa, o
sea, una argumentación sobre la inconsistencia entre dos normas, no solo entre dos
disposiciones o textos. Las normas son productos interpretativos y su formulación no se
logra con una simple lectura o un mero cotejo de enunciados lingüísticos.
En relación con las disposiciones constitucionales empleadas como parámetro de
control, un ejercicio argumentativo auténtico y suficiente de interpretación de normas debe
tomar en cuenta que la atribución de sentido o la determinación de significado que realiza
esta Sala en su jurisprudencia quedan incorporadas en el contenido normativo de tales
disposiciones (Resolución de 6-X-2011, Inc. 14-2011). De este modo, es indispensable que
la confrontación internormativa que sostiene la pretensión de inconstitucionalidad sea
compatible con el alcance o criterio hermenéutico que este tribunal haya adscrito en sus
sentencias al respectivo precepto constitucional. En su caso, el fundamento de la pretensión
podría exponer las razones suficientes por las que esa comprensión jurisprudencial del texto
de la Constitución debe ser abandonada o modificada, pero no puede simplemente
ignorarla, pues ello también revelaría el carácter superfluo del alegato planteado.
2. Ahora bien, el motivo de inconstitucionalidad central alegado por el peticionario
consiste en que los arts. 277 y 277-A CT transgreden los derechos a la intimidad y a la
autodeterminación informativa —art. 2 inc. 1° y 2° Cn.—, debido a que las disposiciones
legales impugnadas permiten: (i) hacer del conocimiento general, por distintos medios de
comunicación, datos específicos de los contribuyentes que están en mora con la
Administración Tributaria y Aduanera -el nombre o denominación del contribuyente y el
monto de lo adeudado-, y (ii) divulgar extractos de diversas resoluciones administrativas y
jurisdiccionales, sin que se especifique en la ley qué parte de dichas providencias se
divulgará; todo lo anterior con ausencia de una justificación razonable y de una
autorización expresa por parte del sujeto pasivo.
A. En ese sentido, se advierte que, con base en los motivos. de
inconstitucionalidad expuestos, únicamente se analizará la supuesta transgresión a lo
prescrito en el art. 2 inc. 1° Cn. en lo que al derecho a la autodeterminación informativa
respecta, por lo que su conocimiento deberá unificarse. Lo afirmado se cifra en que, ante la
invocación simultánea de preceptos constitucionales genéricos y otros más concretos en los
cuales se refleja la misma confrontación internormativa, debe darse preferencia a los
últimos Resolución de 11-V-2005, Inc. 11-2004–.
De esta forma, la supuesta infracción al derecho a la intimidad -art. 2 inc. 2° Cn.-
constituye un enfoque genérico del mismo planteamiento sostenido respecto a la supuesta
vulneración del derecho a la autodeterminación informativa. Es decir, respecto a dichos
contenidos constitucionales se efectúa la misma argumentación: hay una afectación porque
la Dirección General de Impuestos Internos divulga directamente datos referentes a la
esfera patrimonial de los contribuyentes, además de publicar extractos de resoluciones y
sentencias administrativas y judiciales de los cuales se desconoce cuál será su contenido.
En consecuencia, el mayor grado de concreción de la argumentación planteada deriva de
este último derecho fundamental, por lo cual el análisis de la demanda se debe realizar por
este motivo, es decir, la posible vulneración al derecho a la autodeterminación
informativa; por tanto, debe declararse improcedente la demanda respecto de la supuesta
vulneración al derecho a la intimidad.
B. Al analizar el contraste internormativo planteado por el actor entre, por un lado,
los arts. 277 y 277-A CT y, por otro, el art. 2 inc. 1° Cn. -derecho a la autodeterminación
informativa-, esta Sala considera que el pretensor ha logrado identificar adecuadamente los
elementos del control de constitucionalidad indispensables para que en el presente proceso
se emita una sentencia de fondo, pues, además de fijar con precisión el parámetro y objeto
de control, expuso claramente los que a su juicio constituyen los motivos de
inconstitucionalidad por vicio de contenido que sirven de base a su pretensión. Así, plantea
la posible vulneración al derecho fundamental antes aludido porque, a su juicio, no existe
una finalidad que justifique hacer públicos datos que posee la Administración Tributaria -
nombres de los contribuyentes y cantidades adeudadas por éstos- y no se ha detallado qué
información se publicará en los extractos de las diferentes resoluciones administrativas y
jurisdiccionales -con relación a obligaciones de los contribuyentes pendientes de pago-.
Por tanto, deberá admitirse la demanda por este motivo.
3. Con relación a la vulneración del art. 27 inc. 2° Cn., este Tribunal considera que,
no obstante haber identificado correctamente los objetos y el parámetro de control, el
demandante no expuso claramente un contraste internormativo. Sus motivos de
inconstitucionalidad se fundamentan principalmente en la supuesta vulneración al principio
de proporcionalidad de la pena, así como en su particular percepción acerca de cuál debería
ser la naturaleza jurídica de la sanción a imponer, lo cual no guarda ninguna relación con
el contenido de la disposición constitucional que sugiere como parámetro de control.
4. Asimismo, en cuanto a la inconstitucionalidad por omisión del art. 277-A CT,
que en su opinión transgrede el derecho a la intimidad consagrado en el art. 2 inc. 2° Cn.,
no se ha formulado una argumentación suficiente de contraste entre el artículo impugnado y
la disposición constitucional invocada como parámetro de control. La razón básica de este
defecto es que la demanda no contiene ninguna argumentación respecto a: (i) la existencia
de un mandato constitucional de regular los aspectos supuestamente omitidos y (ii) la
forma en que la omisión alegada impide la eficacia de la Constitución.
Sobre la inconstitucionalidad por omisión, esta Sala ha dicho que consiste en la falta
de cumplimiento, por parte de los órganos con potestades normativas, de los mandatos
constitucionales de desarrollo o regulación de ciertos temas o asuntos en la medida en que
ese incumplimiento exceda un plazo razonable y obstaculice con ello la aplicación eficaz de
la Constitución (Sentencia de 26-I-2011, Inc. 37-2004). Por ello este tipo de
inconstitucionalidad exige demostrar, en forma argumentada, la existencia de una orden
concreta, específica e ineludible de producción normativa infraconstitucional de desarrollo
que, debido a la estructura abierta y a la función promocional de la Constitución, es
necesaria para la aplicación efectiva de ciertas normas constitucionales (Sentencia de 15-II-
2012, Inc. 66-2005).
En este sentido, los mandatos constitucionales de legislar, deben distinguirse de la
potestad genérica que corresponde a la Asamblea Legislativa o a otros entes públicos en
relación con sus atribuciones normativas. Las normas que establecen esas competencias de
regulación, como simples habilitaciones, no son mandatos constitucionales de legislar;
estos implican algo más: una orden u obligación concreta -derivada de normas
constitucionales- de cierta actividad reguladora o de desarrollo; ello debido a la difícil
aplicabilidad que dichas normas tendrían sin un engranaje normativo que proporcione a los
operadores jurídicos las directrices indispensables para su cumplimiento (Auto de 25-VIII-
2009, Inc. 8-2008).
Por otra parte, la jurisprudencia de esta Sala ha descartado la asimilación de la
omisión legislativa con la mera inactividad reguladora, pues no se trata de una simple
abstención de hacer o de cualquier indolencia legislativa, sino de la conducta consistente en
no hacer aquello a lo que, de forma concreta, se está constitucionalmente obligado por una
específica exigencia constitucional de acción (Sentencia de 12-VII-2005, Inc. 59-2003).
Tampoco puede plantearse como omisión legislativa una discrepancia o insatisfacción
particular sobre la manera más adecuada de regular un sector de la realidad social, pues la
elección del contenido de la normativa necesaria para darle cumplimiento al mandato
constitucional corresponde al legislador (Auto de 13-IV-2011, Inc. 67-2010) dentro del
marco de posibilidades que la Constitución contiene (Sentencia de 15-II-2012, Inc. 66-
2005).
Al aplicar estos parámetros al presente caso, se observa que el demandante se limita
a reiterar la existencia de una omisión legislativa en virtud de que la disposición impugnada
no establece qué tipo de información se incluirá en los extractos de las resoluciones y
sentencias de la Administración Tributaria y de la Sala de lo Contencioso Administrativo
de la Corte Suprema de Justicia que se divulgarán; por tanto, la pretensión deberá
declararse improcedente en este punto.
III. Finalmente, el actor solicitó la medida cautelar de suspensión de la aplicación
de las disposiciones legales objetadas, por considerar que existen los elementos necesarios
para dicha medida.
A ese respecto y de acuerdo con las razones expuestas por el demandante, la
jurisprudencia de esta Sala ya ha determinado –Resolución de 16-IX-2003, Inc. 4-2003—
que los presupuestos para la adopción de medidas cautelares son la probable existencia de
un derecho amenazado (fumus boni iuris) y el daño que ocasionaría el desarrollo temporal
del proceso o procedimiento para darle cumplimiento a la sentencia (periculum in mora).
Así, se afirmó que en el proceso de inconstitucionalidad procede la adopción de una
medida cautelar cuando: (i) el demandante plantee motivos de inconstitucionalidad cuyos
argumentos sean suficientemente convincentes en cuanto a que probablemente se está ante
la violación de una disposición constitucional y (ii) que tal apreciación vaya acompañada
de la posibilidad de que la sentencia, en caso de ser estimatoria, vea frustrada su incidencia
en la realidad, como por ejemplo cuando el objeto de control del proceso lo constituyen
normas de carácter transitorio o de una vigencia temporal que podría agotarse en el
transcurso del proceso, haciendo nugatorio lo dispuesto en la sentencia definitiva.
Tales circunstancias no se advierten en la argumentación que fundamenta la
solicitud de suspender los efectos del objeto de control en el presente proceso, pues, si bien
el demandante expuso con claridad los motivos que servían de base de la
inconstitucionalidad alegada, no justificó porqué una eventual sentencia estimatoria sería
ineficaz. Por tanto, en este momento no se colige plenamente el peligro en la demora, que
es una condición indispensable para la adopción de toda medida cautelar. En todo caso, el
informe justificativo de la autoridad demandada permitida examinar nuevamente la
procedencia o no de una decisión en materia cautelar.
Con base en lo antes expuesto y de conformidad con el art. 6 ord. 3° de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala RESUELVE:
1. Declárase improcedente la pretensión contenida en la demanda presentada por el
ciudadano Herbert Rafael Guerrero Urbina, por medio de la cual solicita que se declare la
inconstitucionalidad de los arts. 277 y 277-A del Código Tributario, por la presunta
vulneración al derecho a la intimidad y a la prohibición de penas infamantes, y la
inconstitucionalidad por omisión en la que el art. 277-A del Código Tributario
supuestamente incurre con relación a derecho a la intimidad.
2. Admítese la demanda presentada por el referido ciudadano en la que solicita que
se declare la inconstitucionalidad los arts. 277 y 277-A del Código Tributario, por la
aparente transgresión al art. 2 inc. 1° Cn., que a su juicio establece el derecho a la
autodeterminación informativa.
3. Sin lugar la medida cautelar consiste en la suspensión de la aplicación de las
disposiciones impugnadas solicitada por el ciudadano aludido, en virtud de no apreciarse el
peligro en la demora.
4. Rinda informe la Asamblea Legislativa en el plazo de diez días hábiles, contados a
partir del día siguiente a la notificación de la presente resolución, mediante el cual
justifique la constitucionalidad de las disposiciones impugnadas según los términos de la
impugnación planteada.
5. Tome nota la Secretaría de este tribunal del lugar señalado por el demandante para
recibir los actos procesales de comunicación.
6. Notifíquese.
F. MELENDEZ---------J. B. JAIME-------E. S. BLANCO R.------R. E. GONZALEZ---------
PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.--------
E. SOCORRO C.-------SRIA.---------- RUBRICADAS.-

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