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Consejos para hacer un diagnóstico financiero de tu empresa

17 diciembre, 2018

autor

Raül De Tena

Consejos para hacer un diagnóstico financiero de tu empresa

¿Sabes ese sabio consejo de abuela que dice que, cada cierto tiempo en tu
vida, debes detenerte, saborear el momento, hacer balance, disfrutar los
logros, aprender de los fallos… y seguir adelante? Es una lección que
olvidamos demasiado a menudo, viviendo como vivimos en una sociedad
que nos mantiene ocupados continuamente. Y es una lección que no solo
deberías aplicar a tu vida personal, sino también a tu propia empresa
realizando el inventario pertinente y el consiguiente diagnóstico financiero.

Pero empecemos por el principio: ¿qué es exactamente un diagnóstico


financiero? Podría decirse que un diagnóstico financiero es un método con
el que determinar la situación financiera de una empresa mediante el
análisis de la información proporcionada por contabilidad. Esta
información clarificará los niveles de endeudamiento, liquidez, rentabilidad
y el punto de equilibrio financiero.

Dicho así suena fácil, ¿verdad? Pero seguro que, si alguna vez te has puesto
a hacer balance en tu empresa, habrás advertido que el inventario es una
actividad de todo menos sencilla… Precisamente por eso aquí van un buen
puñado de consejos para que el diagnóstico financiero de tu empresa sea
totalmente impecable.
Índice de Contenidos

¿Qué debe considerar todo diagnóstico financiero?

Como ha quedado explicado más arriba, el objetivo de todo diagnóstico


financiero es determinar la situación financiera de la empresa usando
conceptos como el endeudamiento, la liquidez, la rentabilidad y el
equilibrio financiero. Pero ¿cómo llegar hasta estos conceptos? Para
empezar, realizando una análisis pormenorizado del entorno de la propia
empresa con tal de identificar por un lado las oportunidades que pueden
impulsar el negocio hacia el futuro y, por el otro, las amenazas que pueden
cortar ese avance.

Para ello, todo inventario ha de estructurarse en base a la detección,


aislamiento y definición de todo un conjunto de puntos fuertes y débiles
internos: los primeros con tal de ser potenciados, los segundos para ser
paliados en la medida de lo posible. Esta es la única forma de tener una
idea clara de cuál debe ser el camino de una empresa hacia su futuro
idóneo.

¿Qué indicadores usar en tu inventario?

Ya se han mencionado dos veces en este mismo artículo: el endeudamiento,


la liquidez, la rentabilidad y el equilibrio financiero. Estos son los
indicadores que ha de usar todo diagnóstico financiero… Pero ¿qué es
exactamente cada uno de ellos?

Los indicadores de liquidez, por ejemplo, cuantifican la capacidad de la


empresa a la hora de originar dinero efectivo con el que cumplir
compromisos y obligaciones en un futuro próximo. Son estos indicadores
de liquidez los que definen si una empresa tiene una base financiera lo
suficientemente sólida como para afrontar el pago de las deudas a corto
plazo.

Los indicadores de endeudamiento, por su parte, determinan la porosidad


de la empresa a la hora de financiar sus operaciones e inversiones con un
capital propio. Dicho con una pregunta: ¿es el patrimonio de la empresa
suficientemente sólido como para cubrir sus obligaciones?

Los indicadores de rentabilidad indican si una empresa puede o no perdurar


en el tiempo. ¿Es sostenible el futuro de tu empresa? Probablemente
dependa de su efectividad a la hora de gestionar costos y gastos.

Y, por último, los indicadores de eficiencia servirán a la empresa para


medir la efectividad de una empresa a la hora de gestionar sus recursos.
Porque, al fin y al cabo, solo una empresa eficiente es capaz de pasar con
nota un proceso de inventario.

¿Qué etapas ha de seguir todo diagnóstico financiero?

Todo diagnóstico financiero necesita una etapa preliminar que sirva para
determinar el objetivo del análisis a realizar. Pero no solo eso, sino que
también es primordial tener claros otros conceptos circundantes como la
información imprescindible para realizar ese análisis y el grado de
precisión que se perseguirá en el mismo. Para esto último, lo más efectivo
es establecer unos índices analíticos bien sólidos.

Una vez definido todo lo dicho, es el momento de pasar a la etapa del


análisis formal, que vendría a ser la cara cuantitativa del inventario. Es en
este momento en el que hay que crear e implementar todo un conjunto de
técnicas y herramientas que sirvan para conquistar los objetivos deseados.
Cálculos, gráficos, mapas conceptuales… Decide cuáles son estas
herramientas dependiendo de las necesidades de tu propia empresa.

Finalmente, el diagnóstico financiero deberá finalizar con una etapa de


análisis real en la que lo cuantitativo del estadio anterior troque en
cualitativo. De esta forma, es necesario estudiar la información obtenida en
la etapa de análisis formal, detectar problemas (y sus pertinentes causas),
establecer juicios, buscar alternativas, seleccionar las mejores e
implementarlas. Y, entonces, descansar con el trabajo bien hecho y la
seguridad de futuro que otorga.

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