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“Siendo Luminares del Mundo”

EL CRISTIANO Y LA FIDELIDAD EN CONGREGARSE

Hebreos 10:25. Había algunos cristianos que habían abandonado el hábito de


reunirse con los hermanos. Por eso, Dios demanda fidelidad de cada cristiano en
reunirse con el pueblo de Dios. Es posible que alguien se considere cristiano y, sin
embargo, deje de reunirse con el pueblo de Dios. Le preguntaron a una
ancianita, ciega, sorda, y casi invalida, ¿por qué asistía cada domingo si no ve,
y no oye el sermón? ella contestó, “¡porque quiero que todos reconozcan dónde
está mi compromiso!” (Mateo 10:32) Tus vecinos que sabes que eres cristiano
¿qué piensan sobre tus prioridades en relación de las cosas de Dios?

Por eso, es muy importante ver lo que dice la Biblia, sobre los beneficios y de las
consecuencias de no reunirnos con el pueblo de Dios. Juan 20:1-29

A. ¿CÓMO DEBEMOS CONGREGARNOS?

1. Debemos congregarnos con ENTUSIASMO. Juan 20:1.

María Magdalena y otras mujeres habían preparado especies aromáticas


para ungir al Señor (Lucas 23:55-56). Según el horario judío, el día del Señor
comenzaba el sábado al anochecer y seguía hasta domingo en la noche. Ellas,
se habían preparado para venir a adorar a Dios. María Magdalena
deseaba ir a la tumba de Jesús, ella deseaba ver a su maestro, a pesar que
creía que estaba “muerto” ella anhelaba honrar a su Señor.

María representa a aquellos creyentes que desean cada Domingo estar en


el templo con su iglesia dando honra y gloria a su Señor; a aquellos
creyentes que apartan el domingo como día especial para tener un encuentro
con su Señor. Ella representa a aquellos cristianos que con amor preparan
lo mejor de sus vidas, sus dones, para venir y estar con su Señor. Hnos.
debemos ser como María Magdalena, anhelar estar en la casa de Dios para
alabar al Señor, para oír su voz, y darle lo mejor de nosotros. (Salmo 122:1)

2. Debemos congregarnos PUNTUALMENTE. Juan 20:1b.

María Magdalena fue muy de mañana siendo aún muy oscuro. Es decir, llego
puntualmente. No llego tarde, como otros (Juan 20:3-4), después que María
Magdalena dio aviso a Pedro y Juan. Juan corrió más rápido y llego
primero. Para Juan era de suma importancia ver al Señor, no quiso llegar
tarde al encuentro con El Señor.

Muchos cristianos planifican bien su tiempo para no llegar atrasado a su


trabajo, al colegio, o a una entrevista de trabajo. Sin embargo, para venir
al encuentro con su Señor, no se organizan. Llegan tarde al culto, porque
consideran que no es muy importante participar desde el principio de la
reunión. Dios nos dice, “Aprovecha bien el tiempo, porque los días son malos”
Efesios 5:16. Administre bien el tiempo, llegue a la hora.

B. LAS DISTINTAS FORMAS DE NO CONGREGARSE:

1. Los que vienen al culto, pero no están en el culto. Juan 20:5.

Pedro llegó primero, pero no entro a ver a Jesús. Hay muchos cristianos que
llegan al culto, están físicamente; pero no se concentran en la adoración,
no oyen la palabra de Dios (Salmo 81:10-16). Su mente empieza a divagar,
se distraen, porque están pensando en sus responsabilidades, en su trabajo,
o están preocupado por sus problemas, o porque se ponen a conversar, o se
duermen, etc. En lugar de enfocarte en tus problemas, acercate al Señor
(Santiago 4:8)

Tú puedes estar presente físicamente, pero si tu espíritu y tu mente no están


concentrados en oír la voz de Dios, es como si no hubieras venido. Y es más,
estas dejando que Satanás te robe la Palabra de Dios que puede
transformar tu vida (Mateo 13:19) Por eso, concéntrese, ponga todos sus
sentidos en la adoración, en la oración, en la predicación de la palabra de Dios,
así sacara el máximo provecho de ella y también Dios se agradara en tu
adoración (Eclesiastés 5:1-2)

2. Los que no llegan al culto. Juan 20:19 y 24.

Tomas no fue a congregarse con los demás discípulos, no le dio importancia


asistir culto, como algunos creyentes que no se congregan porque hace
demasiado frio, o porque es muy temprano o es muy tarde, o porque están
muy cansados, o por otras prioridades equivocadas.
Cuando no somos fieles en congregarnos, pecamos, porque no damos la
importancia a estar en la casa de Dios. “Porque mejor es un día en tus atrios que mil
fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las
moradas de maldad” Salmos 84:10.

C. LAS CONSECUENCIAS DE NO CONGREGARSE:

1. Genera INCREDULIDAD en el corazón del creyente: Juan 20:24-25.

Tomas dice “…no creeré”, había perdido la bendición de ver a Cristo


resucitado y su corazón se llenó de incredulidad. Cuando los creyentes se
congregan, oyen el mensaje, creen en lo que Dios dice (Romanos 10:16) y
muestran un alto compromiso con Dios y con su Iglesia. Los que no se
congregan, no tienen la misma visión, muestran poco compromiso con Dios y
con la iglesia, no crecen, se estancan; porque no creen que Dios pueda hacer
cosas grandes en ellos y a través de ellos. Hay incredulidad en sus corazones
y comienzan a ver todo mal en la iglesia, porque no tiene en el mismo sentir
espiritual que la congregación.

2. Seremos REPRENDIDOS por el Señor. Juan 20:27.

Jesucristo le dijo a Tomas, “no seas incrédulo, sino creyente”, lo reprendió


a Tomas públicamente por su incredulidad. Tal vez hoy este mismo mensaje
es una amonestación de Dios para su vida, pero aun usted puede rechazarlo,
pero, lo único que hará es aumentar su incredulidad, su frialdad espiritual; o
puede recibir la amonestación como una bendición de Dios para su vida y
volver a la comunión con Dios, como lo hizo Tomas. Tomás respondió y dijo:
¡Señor mío, y Dios mío! Juan 20:28.

D. LAS BENDICIONES PARA LOS QUE SE CONGREGAN:

1. Recibimos la PAZ de Dios. Juan 20:19, 21.

Jesús les dijo “Paz a vosotros”, debemos recordar el contexto, los discípulos
estaban tristes, turbados por que Jesús había sido crucificado y ellos estaban
expuestos a lo mismo por parte de los judíos. Pero, forma repentina a Jesús
se aparece y ellos quedan perplejos… Los que estaban estaban reunidos
recibieron la bendición de la paz de Jesucristo. Muchos creyentes
cuando no se congregan, se van enredando en sus afanes de la vida, en sus
problemas de la vida y no reciben la bendición de congregarse, la paz de Dios
y motivación hacia las buenas obras (Hebreos 10:24), Dios nos anima a
través de Su Palabra, a través de los testimonios, pero también a través de la
alabanza, como lo hacía David con Saúl.

2. Recibimos el GOZO de Dios. Juan 20:20.

“…Los Discípulos se Regocijaron al ver Al Señor…” una de las cosas que debe
aprender a ver en su vida y en la vida de los demás hermanos, cuando no se
congregan, sus vidas carecen de paz, de gozo; y empiezan a cargarse de
ansiedad, de quejas de su propia vida y quejas hacia la iglesia (Mateo 11:28-
29) En cambio sí nos congregamos, nos gozamos de la obra de Dios en nuestra
vida, nos gozamos de comunión con los hermanos. Salmos 133:1-3.

CONCLUSIÓN

Unas de las cosas que debemos tener siempre muy claro, es que los miembros de
una iglesia que son fieles en congregarse son los que crecen y aun se van
comprometiendo más y más con el Señor y reciben la bendición de Dios en su
crecimiento espiritual y en sus vidas.

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