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La argumentación en las columnas de opinión: Cómo argumentan los

columnistas en la era Uribe

Carlos Adolfo Cortés Martínez

Pontificia Universidad Javeriana


Facultad de Comunicación y Lenguaje
Carrera de Comunicación Social
Énfasis de Periodismo
Bogotá D.C.
2010

6
La argumentación en las columnas de opinión: Cómo argumentan los columnistas
en la era Uribe

Carlos Adolfo Cortés Martínez

Trabajo de Grado para optar al título de


comunicador social-periodista

Directora
Profesora Maryluz Vallejo

Pontificia Universidad Javeriana


Facultad de Comunicación y Lenguaje
Carrera de Comunicación Social
Bogotá D.C.
2010

7
Artículo 23 de la Resolución Número 13 de junio de 1946

“La universidad no se hace responsable de los conceptos emitidos por sus alumnos
en sus proyectos de grado.
Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y
porque los trabajos no contengan ataques o polémicas puramente personales. Antes bien,
que se vea en ellos el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.

8
Bogotá D.C., 30 de enero de 2010

Doctor
Jürgen Horbleck
Decano Académico
Facultad de Comunicación y Lenguaje
Pontificia Universidad Javeriana
La ciudad

Respetado doctor:

Yo, Carlos Adolfo Cortés Martínez, identificado con cédula de ciudadanía


80779533 de Bogotá, presento ante usted el trabajo de grado titulado “La argumentación
en las columnas de opinión: Cómo argumentan los columnistas en la era Uribe”. Este
trabajo se elaboró bajo la dirección de Maryluz Vallejo, docente de planta de la Facultad de
Comunicación y Lenguaje, para optar al título de Comunicador Social – Periodista.
Este trabajo consiste en un análisis de la argumentación, las falacias y la
participación de las audiencias de las columnas de opinión de los periodistas Fernando
Londoño, Daniel Coronell, Alfredo Molano, Antonio Caballero, María Jimena Duzán y
Daniel Samper Ospina, durante la última semana de septiembre y la primera de noviembre
de 2008. El análisis se basa en la Teoría de la Argumentación de Chaim Perelman y los
planteamientos de Stephen Toulmin retomados por Álvaro Díaz.

Agradezco la atención prestada.

Cordialmente,

Carlos Adolfo Cortés Martínez


CC. 80’779.533

9
Resumen del Trabajo de Grado
“La argumentación en las columnas de opinión: Cómo argumentan los columnistas
en la era Uribe”

El presente trabajo analiza la argumentación, las falacias y la participación de las


audiencias de las columnas de opinión de los periodistas Fernando Londoño, Daniel
Coronell, Alfredo Molano, Antonio Caballero, María Jimena Duzán y Daniel Samper
Ospina, durante la última semana de septiembre y la primera de noviembre de 2008. El
análisis se basa en la Teoría de la Argumentación de Chaim Perelman y los planteamientos
de Stephen Toulmin retomados por Álvaro Díaz.

Palabras clave: Periodismo de opinión, argumentación, audiencias, falacias, columnistas.

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MARYLUZ VALLEJO MEJÍA
Directora del Trabajo de Grado
Cédula de ciudadanía: 43.021.555 de Medellín
Dirección: Transversal 4 No. 42 - 00 Ed. 67 José Rafael Arboleda Sexto Piso, Bogotá
Teléfono: (0571) 3208320 Ext. 4589 Correo electrónico: maryluz.vallejo@javeriana.edu.co

ESTUDIOS
-Pregrado en Comunicación Social-Periodismo. Universidad Pontificia Bolivariana. 1982.
-Especialización en el Programa de Graduados Latinoamericanos -PGLA-, Universidad de Navarra (España).
1989.
-Doctorado en Ciencias de la Información, programa de Comunicación Pública, Departamento de
Periodismo, Universidad de Navarra (España). 1992.

TRABAJO INVESTIGATIVO
-Tesis de licenciatura: “La crítica de arte en los años ochenta en Colombia”. Universidad Pontificia
Bolivariana. 1985.
-Tesina del programa PGLA: “Criterios para la edición de suplementos culturales”. Universidad de Navarra.
1989.
-Tesis doctoral: “La crítica literaria como género periodístico en la prensa española”. Universidad de Navarra.
1992.
-“Referentes de la prensa de opinión en Colombia 1900-1950-“, 1997. CODI (Centro de investigaciones de la
Universidad de Antioquia, Medellín).
-”Vida y obra periodística de Luis Vidales”. CODI, U.de Antioquia. 2000. Inédita.
-Agendas de la información en Colombia, Qué es noticia. Agendas, periodistas y ciudadanos. Cátedra Konrad
Adenauer de Comunicación y Democracia. 2004.
-Talleres de crónicas barriales en Bogotá, en el marco de Bogotá Capital Mundial del Libro, 2007.
Coordinadora Académica. Financiado por la rectoría Pontificia Universidad Javeriana.
-Estándares de calidad informativa en la construcción de los relatos periodísticos sobre salud en los medios
colombianos. Registrada en la Vicerrectoría de Investigaciones de la Javeriana (2006-2008). Co-
investigadora. Observatorio de Medios PUJ.
-Estándares de calidad periodística en la información sobre seguridad en Bogotá. Estudio financiado por la
Cámara de Comercio de Bogotá (2009). Observatorio de Medios PUJ.
- Observatorio de Relaciones Internacionales: la crisis colombo ecuatoriana a raíz del ataque al campamento
de Raúl Reyes, Universidad de Las Américas (Ecuador) y Universidad Javeriana. 2008.
- Observatorio de Relaciones Internacionales: La crisis de Colombia con Ecuador y Venezuela impactada por
el acuerdo militar con Estados Unidos. PNUD y Javeriana. 2009.
-Directora de 10 trabajos de grado y posgrado en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de
Antioquia (1995-2000).
-Directora de 30 trabajos de grado, pregrado de Comunicación de la Facultad de Comunicación y Lenguaje
(2001-2009).

PUBLICACIONES
Libros:
-La crítica literaria como género periodístico, Editorial Eunsa, Universidad de Navarra, Pamplona, 1993.
-La crónica en Colombia: Medio siglo de oro, Biblioteca Familiar Colombiana, Presidencia de la República,
1997.
-A plomo herido. Una crónica del periodismo en Colombia (1880-1980), Bogotá, Planeta, 2006.

11
-Talleres de crónicas barriales, antología. Prólogo y compilación, Imprenta Distrital, Archivo de Bogotá,
2008.
-Crónicas bogotanas de Felipe González Todelo, Prólogo y compilación, Editorial Planeta y Archivo de
Bogotá, 2008.

Capítulos libro:
- “Revista Semana (1946-1961): Plataforma periodística del Frente Nacional”, VII Cátedra Ernesto Restrepo
Tirado, en Memoria y Nación: Historia de los medios de comunicación en Colombia. pp. 338-365, Bogotá,
Aguilar, 2003.
-“Los periodistas en Colombia: la idealización del oficio y de los medios informativos”, en ¿Qué es noticia?
Agendas, periodistas y ciudadanos, Pontificia Universidad Javeriana y Cátedra Konrad Adenauer, Bogotá, pp.
59-74, 2004 (coed. Alma García).
-“Qué agendas, qué periodistas, qué ciudadanos”, en Qué es noticia? Agendas, periodistas y ciudadanos, pp.
95-105. 2004 (coed. Alma García).
“La ruta histórica de la crónica en Bogotá”, Tras las huellas de una escritura en tránsito. La crónica
contemporánea en América Latina. Graciela Falbo (ed.), Ediciones Al Margen, Universidad de La Plata,
Argentina, 2007.
-Retratos de Bogotá, en Bogotá años 50, obra fotográfica de Sady González, Editorial Número, Bogotá, 2008.
-“Consensos y disensos de la opinión en el conflicto colombo-ecuatoriano”, en De Angostura a las
computadoras de Uribe: prensa escrita y crisis de marzo, Universidad de las Américas, Ecuador, 2008.
Observatorio de Medios PUJ.
-Reseñas literarias publicadas en El Colombiano, el Magazín del Espectador, revista Número, La Hoja de
Medellín, revista Nuestro Tiempo (Universidad de Navarra), revista Universidad de Antioquia, Revista Signo
y Pensamiento (Universidad Javeriana).

Por publicar (2010):


-Antología de crónicas ligeras, coed. Con Daniel Samper Pizano, Aguilar (en prensa)
-Estándares de calidad periodística en los medios colombianos. Observatorio de Medios del departamento de
Comunicación, Facultad de Comunicación y Lenguaje. Coautoría: Mario Morales.
- La crisis de Colombia con Ecuador y Venezuela. Observatorio de Relaciones Internacionales, Programa de
Estudios de Periodismo (PEP).

EXPERIENCIA PROFESIONAL
-Redactora cultural del periódico El Mundo de Medellín: 1983 1987.
-Editora del suplemento cultural El Mundo Semanal: 1988.
-Coeditora de la revista Folios, de la Especialización en Periodismo Investigativo de la Universidad de
Antioquia, 1997-2000.
-Coeditora de la revista Deshora de literatura, Medellín, 1998-1999.
-Directora del periódico De La Urbe, Facultad de Comunicaciones, Universidad de Antioquia, 2000-2001.
-Directora de la revista Directo Bogotá, Campo de Periodismo, Facultad de Comunicación y Lenguaje,
Pontificia Universidad Javeriana (2003 a la fecha).
-Miembro del equipo de redacción de la revista Pesquisa de ciencia y tecnología de la Pontificia Universidad
Javeriana (2006-2008).
-Evaluadora de libros de las editoriales de la Universidad de Antioquia y Eafit.

EXPERIENCIA ACADÉMICA
-Profesora ayudante de Géneros Periodísticos en la sección de Periodismo. Facultad de Ciencias de la
Información, Universidad de Navarra. 1989-1992.
-Profesora adjunta en la asignatura de Géneros Periodísticos Interpretativos. Universidad de Navarra. 1992-
1993.
-Profesora asociada en el área de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de
Antioquia. Coordinadora y profesora de la Especialización en Periodismo Investigativo. 1994-2001.

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-Profesora invitada de las universidades Atlántico (Barranquilla), Surcolombiana (Neiva), Manizales,
Cartagena y Univalle.
-Codiseñadora de los programas de Especialización en Periodismo Investigativo (1994) y del pregrado de
Periodismo de la Universidad de Antioquia (2000-2001).
-Asesora académica del Premio Nacional de Crónica y Reportaje Universidad de Antioquia. Jurado en 1999.
-Profesora asociada en el departamento de Comunicación, facultad de Comunicación y Lenguaje de la
Pontificia Universidad Javeriana. Coordinadora del Campo de Periodismo. 2001-2005. Cursos a cargo 2001-
2008: Proyecto profesional I y II, Laboratorio de Periodismo Cultural, Historia de la prensa en Colombia,
Periodismo de Opinión. Periodismo Cultural. Pasantía Directo Bogotá.
-Coordinadora de la Cátedra de Comunicación y Democracia Konrad Adenauer 2002-2005.
-Coordinadora de la Cátedra Semana. 2003-2004.
-Tallerista del Programa de Estudios de Periodismo de la Javeriana. Taller de periodismo escrito a los
indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Sala Matrix, Febrero 25 a marzo 1º de 2008 y mayo 6 al 12 de
2008.
-Profesora invitada del Programa de Estudios de Periodismo (PEP), Facultad de Comunicación y Lenguaje,
PUJ.
-Par académico para procesos de acreditación del Ministerio de Educación: miembro comisión de acreditación
de calidad del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Autónoma de Bucaramanga
(septiembre de 2005). Coordinadora comisión de acreditación de calidad el programa de Comunicación Social
y Periodismo de la Universidad de Manizales (noviembre de 2007).
-Miembro del grupo de investigación Comunicación y Cultura de la Facultad de Comunicación y Lenguaje,
PUJ, registrado en Colciencias.
-Miembro del consejo editorial de las revistas Signo y Pensamiento (2002-2005), Periferia (Universidad de
Manizales, hasta la fecha, y Folios, Universidad de Antioquia, hasta la fecha).

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Pontificia
Universidad
Javeriana
‐
Facultad
de
Comunicación
y

Lenguaje

Carrera de Comunicación Social - Coordinación de Trabajos de Grado
_________________________________________________________________________

PROYECTO DE TRABAJO DE GRADO


- Único Formato aceptado por la Facultad -

Profesor Proyecto Profesional II: Maryluz Vallejo.


Fecha:________________ Calificación: __________________________
Asesor Propuesto: __________________________________________
Tel.:____________________ Fecha: ____________________________
Coordinación Trabajos de Grado: ______________________________
Fecha inscripción del Proyecto: Segundo semestre del 2008

I.
DATOS
GENERALES


Estudiante: Carlos Adolfo Cortés Martínez.

Campo Profesional: Periodismo.

Fecha de Presentación del Proyecto: _______________________________________

Tipo de Trabajo:

Teórico: _ Sistematización de Experiencia: Producción: _ Teórico – práctico: X

Profesor de Proyecto Profesional II: Maryluz Vallejo.

Asesor Propuesto: Maryluz Vallejo

Título Propuesto: (Provisional, corto, creativo, con subtítulo explicativo)


La argumentación en las columnas de opinión: cómo argumentan los columnistas en la era
Uribe

II.
INFORMACIÓN
BASICA


14
A. PROBLEMA
1. ¿Cuál es el problema? ¿Qué aspecto de la realidad considera que
merece investigarse? Planteamiento del problema que se va a investigar (Un párrafo
conciso definiendo el problema).
Por una parte, se pretende investigar si las argumentaciones de María Jimena
Duzán, Antonio Caballero Calderón, Daniel Samper Pizano, Daniel Coronell, Alfredo
Molano y Fernando Londoño, respectivamente, se basan en razonamientos lógicos o
si, por el contrario, incurren en falacias argumentativas para convencer a los lectores
de los puntos de vista que defienden. También se pretende establecer la posición
ideológica de cada columnista, la credibilidad que genera entre los lectores y el estilo
argumentativo que maneja. Por último, se analizarán las audiencias con la intención
de establecer qué tanta adhesión tuvo el columnista, qué competencias deben tener los
lectores y qué pactos de lectura existen entre emisor y receptor.
2. ¿Por qué es importante investigar ese problema? (Enumere las razones
que justifican la investigación que se propone, su pertinencia e importancia, desde -
para el campo profesional y para la Comunicación).
Dado que los columnistas tienen la función de orientar a la opinión pública, es
necesario que basen sus criterios en razonamientos lógicos para poder ejercer de manera
adecuada su oficio. Las audiencias también se verán beneficiadas porque los resultados de
esta investigación les permitirán legitimar o no a los columnistas más reconocidos del país.
Por otra parte, de acuerdo con la visión de Antonio Caballero, el periodismo de
opinión ha sustituido en muchos casos al periodismo informativo porque últimamente
quedamos mejor informados por las columnas; tal vez porque las noticias tienen que pasar
por muchos más filtros que la opinión. Apostándole al futuro de este tipo de periodismo, es
necesario profundizar en los sistemas argumentativos de los columnistas con más
trayectoria.
3. ¿Qué se va investigar específicamente ? (Defina el objeto o corpus de la
investigación
¿Con qué materiales, entidades, espacios, textos, etc. va a trabajar?).
Se tomará una muestra de seis columnas firmadas por los columnistas mencionados
en la que se analizará el método de argumentación. El principal criterio que se tendrá en

15
cuenta es el esquema de argumentación, más específicamente, los argumentos legítimos e
ilegítimos que manejan. También se pretende establecer el estilo argumentativo, la
credibilidad que genera y la posición ideológica de cada columnista. Por último, se
analizarán los comentarios del público a cada artículo para poder identificar los pactos de
lectura existentes, las competencias que deben desarrollar los receptores y la poca o mucha
adhesión que logró el columnista.

B. OBJETIVOS

1. Objetivo General: (¿Qué busca alcanzar? Párrafo puntual donde define la


META general que se propone para el Trabajo).
Identificar los esquemas argumentativos utilizados por María Jimena Duzán,
Antonio Caballero Calderón, Daniel Samper Pizano, Daniel Coronell, Fernando Londoño,
y Alfredo Molano en sus columnas de opinión.

2. Objetivos Específicos (Particulares): (Especifique qué otros objetivos se


desprenden del Proyecto. ¿Qué tipo de metas se propone cumplir para lograr el objetivo
general?).
Analizar seis columnas de cada autor para identificar los modelos, estilos
argumentativos y la posición ideológica que generan sus artículos.
Recoger las opiniones de los lectores sobre las columnas de la muestra, para
determinar la adhesión que tuvo cada artículo y los pactos de lectura ente escritor y lector.

III. FUNDAMENTACION
Y
METODOLOGIA


A. FUNDAMENTACION TEORICA

1. ¿Qué se ha investigado sobre el tema? (Antecedentes de investigación.


Revisión de la bibliografía pertinente. Para trabajos con producción, ¿hay producciones
que trabajen el mismo tema o alguno similar? ¿Existen manuales semejantes? ¿Textos
de apoyo a su trabajo?).

16
Jaramillo Millán, A. (2001), Proceso 8.000 ¿crisis del periodismo de opinión?
[Monografía de grado], Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Comunicación Social.
Cuervo Ochoa, D. (2007) Las estrategias retóricas y actos de habla utilizados
encolumnas de opinión publicadas en la prensa colombiana: un análisis del discurso
[Tesis de grado], Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Licenciatura en Lenguas
Modernas.
Rodríguez Figueredo, UA. (2003), La libertad de prensa en Colombia durante el
Estatuto de Seguridad (1978-1982), [tesis de pregrado], Bogotá, Pontificia Universidad
Javeriana, Carrera de comunicación y Lenguaje.

2. ¿Cuáles son las bases conceptuales con las que trabajará? (¿Qué
conceptos, categorías, relaciones conceptuales básicas va a utilizar? Descríbalas
brevemente).
Se van a tomar varios criterios en cuenta para hacer nuestra investigación. Las
técnicas argumentativas descritas en “El imperio retórico” es el primero de ellos. Los
argumentos se presentan bajo la forma de un nexo que permite transferir a la conclusión la
adhesión acordada a las premisas (Perelman, 1997, p. 76). Entre los tipos de argumentos
podemos encontrar, según Perelman, cuatro tipos de lazos o nexos: Los cuasilógicos, los
basados en la estructura de lo real, los basados en los ejemplos y los basados en la
estructura de las analogías (1997, p. 79).
Los argumentos cuasilógicos se parecen a los razonamientos formales en su
apariencia lógica; sin embargo, en éstos últimos es necesario precisar todos los términos
utilizados, eliminar toda la ambigüedad y quitar toda posibilidad de múltiples
interpretaciones. (Perelman, 1997, p. 81)
Existen cinco tipos de argumentos cuasilógicos: Los primeros se relacionan con las
contradicciones e incompatibilidades; se presentan cuando una regla afirmada, una tesis
sostenida o una actitud adoptada conlleva un conflicto en un caso determinado (Perelman,
1997, p. 83).

Los segundos son los argumentos por definición y tautología; según Perelman, de
los primeros se pueden rescatar cuatro especies de definiciones en la lengua natural, la

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definición normativa, que prescribe el uso de un término; la definición prescriptiva, que nos
constata su uso normal, la definición de condensación, que indica los elementos esenciales
de la definición descriptiva; y finalmente, la definición compleja, que combina, de manera
variable, elementos de las definiciones precedentes (Naess, citado por Perelman, 1997, p.
90), y las tautologías son expresiones que pueden entenderse como una definición que no
nos enseña nada nuevo, como: “los negocios son los negocios” o “un centavo es un
centavo” (Perelman, 1997, p. 94).
Los terceros son los que se relacionan con la ley de justicia y de reciprocidad. Según
Leibniz, dos seres son idénticos, si toda afirmación referente a uno de estos seres es
equivalente a una afirmación referente al otro; pero en la práctica, el problema es saber en
qué caso es racional o justo tratar de la misma manera dos seres, o dos situaciones, que
difieren, pero que relacionamos una a otra (Perelman, 1997, p. 95); y el argumento de
reciprocidad es el que asimila entre sí a dos seres o dos situaciones, mostrando que los
términos correlativos en una relación deben ser tratados de la misma manera” (Perelman,
1997, p. 98).
Los argumentos de transitividad, de inclusión y de división constituyen el cuarto
tipo de argumentos cuasilógicos. La transitividad es la propiedad de una relación que
permite pasar de la afirmación de que ella existe entre un término y un segundo, entre éste
segundo término y un tercero, a la conclusión de que se da entre el primer término y el
tercero (Perelman, 1997, p. 101), La inclusión de la parte en el todo permite decir que el
todo es más grande que cada una de sus partes; lo que es una verdad demostrable en
aritmética y en geometría, se vuelve argumento cuasilógico si se sacan consecuencias de
este tipo: “el todo vale más que una parte” o “lo que no le está permitido al todo, no le está
permitido a la parte”, “quien puede lo más, puede lo menos”, donde “lo menos” se
considera como una parte del todo, que es “lo más” (Perelman, 1997, p. 102), y por último,
encontramos los argumentos por división: Para poder afirmar alguna cosa sobre el género,
es preciso que esto se confirme en una de las especies; lo que no hace parte de ninguna
especie, no hace parte de ningún género” (Perelman, 1997, p. 104).
Y en quinto lugar encontramos los argumentos basados en pesos, medidas y
probabilidades; el recurso a este argumento busca más impresionar que informar, la
indicación de una magnitud numérica absoluta podrá ser menos eficaz para este efecto que

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la indicación de una magnitud relativa, pero siempre y cuando el término de comparación
esté bien escogido (Perelman, 1997, p. 109).
En cuanto a los argumentos basados sobre la estructura de lo real encontramos tres
tipos de nexos. Los primeros son los nexos de sucesión; en ellos la argumentación puede
dirigirse hacia la búsqueda de las causas, hacia la determinación de los efectos y hacia la
apreciación de un hecho por sus consecuencias, la argumentación así desarrollada sirve
para dar cuenta de un fenómeno, para explicarlo, a veces para orientar las investigaciones
(Perelman, 1997, p. 114).
Los nexos de coexistencia son el segundo tipo de argumentos basados en la
estructura de lo real; ellos establecen un lazo entre realidades de desigual nivel de las cuales
la una se presenta como la expresión o manifestación de la otra, tal como la relación de una
persona y sus acciones, sus juicios o sus obras; a la Teoría de la argumentación le basta con
constatar que la idea que uno se hace de una persona y la manera de comprender sus actos
están en constante interacción (Perelman, 1997, p. 124).
Y en tercer lugar encontramos los nexos simbólicos y las dobles jerarquías. Se
podría relacionar el nexo simbólico con los nexos de coexistencia tal como el que existe
entre el símbolo y lo que evoca y lo que caracteriza por una relación de participación,
apoyada en una visión mítica o especulativa de un conjunto del que símbolo y simbolizado
hacen igualmente parte (Perelman, 1997, p. 136). Por su parte, los argumentos de doble
jerarquía más frecuentes están fundados sobre los lazos de coexistencia y especialmente
sobre la relación entre una persona y sus actos (Perelman, 1997, p. 139).
El otro tipo de argumentos son los basados en el ejemplo, la ilustración y el modelo.
En la argumentación por el ejemplo, a partir de un caso particular, se busca la ley, la
estructura que el revela o la generalización; se intenta, por medio de la evocación de un
número de ejemplos de la misma naturaleza, no dejar ninguna duda respecto al alcance de
una situación particular (Perelman, 1997, p. 143).
Una de las formas para identificar la ilustración, es cuando el autor presenta una
regla y pretende ilustrarla por medio de algunos acontecimientos, pero sólo se sacarán
efectos retóricos de la ilustración voluntariamente inadecuada cuando los actos descritos
desmienten o a la regla, o a la calificación que pretende su enunciado (Perelman, 1997, p.
145).

19
“La argumentación por el modelo, como el argumento de autoridad, supone que se
trata de una autoridad que por su prestigio sirve de caución a la acción considerada”
(Perelman, 1997, p. 148).
Y en cuanto al antimodelo, si el inferior imita al superior, éste último no desea por
nada del mundo asemejarse al inferior, a quien desprecia y a quien toma como ejemplo de
mala vida y de mal gusto (Perelman, 1997, p. 150).
Y el cuarto tipo de argumentos lo constituyen los argumentos por analogía y
metáfora. La analogía difiere de la proporción puramente matemática; puesto que no se
habla en términos de igualdad, sino en términos de semejanza; y sirve para poner en
evidencia algunos aspectos importantes en la descripción de un fenómeno (Perelman, 1997,
p. 159).
Y la metáfora no es sino la analogía condensada: a partir de la analogía “la vejes es
a la vida lo que la noche es al día”, se derivan metáforas como “la noche de la vida” o “la
vejez es una noche” (Perelman, 1997, p. 161).
Por otra parte los aportes del profesor Álvaro Díaz en “La argumentación escrita”
también son útiles a nuestra investigación en cuanto a los esquemas de razonamiento. Es
importante mostrar la diferencia que encuentra el profesor Díaz entre silogismo y
entimema. El primero se inscribe en la lógica formal y se define como una deducción
formada por tres proposiciones: una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión;
este tipo de razonamientos son necesariamente válidos aún si alguno de sus elementos
expresa una falsedad empírica (Díaz, 2002, p. 20). El segundo hace parte del campo de lo
que el autor denomina “lógica informal” y se diferencia del silogismo en que en éste puede
haber más de dos premisas y la conclusión puede estar en cualquier lugar, incluso tácita
(Díaz, 2002, p. 25). El autor sostiene que dentro de cada uno de los argumentos de un texto
debe haber siempre un entimema (Díaz, 2002, p. 26).
También es conveniente retomar el modelo que plantea el texto para organizar los
argumentos. Díaz plantea que hay dos tipos: simples y complejos. En los primeros, se
ofrece una sola razón a favor de una convicción; y en los segundos, dado que se requiere
una mayor sustentación, se pueden identificar seis elementos: el punto de vista, la
fundamentación y el garante, que son obligatorios; y el condicionamiento del punto de
vista, la concesión y la refutación, que son opcionales (2002, p. 63).

20
Por último, las falacias argumentativas también serán una parte importante en
nuestra investigación. Según el profesor Díaz, “sólo pueden considerarse como falaces
aquellos razonamientos cuyos autores pretenden haber procedido con premisas verdaderas,
con garantes o principios aceptados lógica, cultural o científicamente, y de haber obtenido
una conclusión de acuerdo con alguna regla de inferencia, cuando en realidad no han
procedido de esa manera” (2002, p. 95).

B. FUNDAMENTACION METODOLOGICA

1. ¿Cómo va a realizar la investigación? (¿Cómo va a alcanzar los objetivos


propuestos?
¿Con qué tipo de metodología? ¿Qué instrumentos y técnicas de investigación va a
trabajar? En trabajos con producción, ¿cómo lo va a realizar? ¿Supone diagnósticos
previos?, ¿Entrevistas?, ¿Observación?, ¿Encuestas?, etc.).
Los pasos para hacer este análisis de contenido desde la Teoría de la Argumentación
son los siguientes:
En primer lugar, se recuperará en físico cada una de las columnas escritas por los
columnistas mencionados.
En segundo lugar, se hará el análisis respectivo de cada una de ellas aplicándole los
conceptos propuestos por Álvaro Díaz en su libro “La argumentación escrita”, por Chaïm
Perelman en “El imperio retórico, y por Anthony Weston en “Las claves de la
argumentación”, entre otros.
En tercer lugar, se recogerán los comentarios de cada columna para poder
determinar las competencias lectoras del público, la adhesión que logró el columnista y los
pactos de lectura establecidos entre emisor y receptor
Por último, se sacarán las conclusiones de la investigación.

2. ¿Qué actividades desarrollará y en qué secuencia? (Cronograma.


Especifique tareas y tiempo aproximado que le tomará cada una. Recuerde que tiene un
(1) semestre académico para desarrollar su proyecto).

21
3. Bibliografía básica (Escriba todos los datos bibliográficos completos de
aquellos documentos, textos, artículos, fuentes que serán fundamentales en la
realización del trabajo).
 Díaz, A. (2002), La argumentación escrita, Medellín, Editorial
Universidad de Antioquia.
 Perelman, C. (1997), El imperio retórico: retórica y argumentación,
Bogotá, editorial Norma S.A.
 Weston, A. (2005), Las claves de la argumentación, Barcelona,
editorial Ariel S.A.
 Gómez, A. (1993), Argumentos y falacias, Cali, Ediciones Facultad
de Humanidades. U. del Valle.
 León Gross, T. (1996), El artículo de opinión. Barcelona, Editorial
Ariel S.A.
 López Pan, F. (1996), La columna periodística: teoría y práctica. El
caso de Hilo Directo. Pamplona, Ediciones U. de Navarra S.A.
 Nocetti, Ó. (1990) Falacias y medios de comunicación (el discurso
como arma), Buenos Aires, Editorial Humanitas. Universidad Nacional de la
Pampa.

22
Agradecimientos

A Maryluz, por su comprensión, dedicación y amistad, mil gracias. A mi familia por


su paciencia infinita y por su incesante fe en mí.

23
A Lina, por haberme sumergido en el fascinante mundo de la argumentación.

24
Contenido

Pág.

Introducción 29

Marco Teórico 32

Capítulo I
Querido por unos, odiado por otros
Un vistazo a las columnas de opinión escritas por Fernando Londoño Hoyos 57

Capítulo II
En busca de evidencias
Daniel Coronell, un recolector de hechos
y pruebas para sustentar sus juicios 82

Capítulo III
Alfredo Molano, ¡Bravo!
Un vistazo a las columnas de un sociólogo
que analiza la realidad como un periodista,
pero que la narra con pluma de literato 100

Capítulo IV
Antonio Caballero: faena premiada con orejas
Puede escribir sobre las declaraciones de un cantante,
sobre la situación económica mundial,
sobre las políticas de Estados Unidos,
sobre cortinas de humo en nuestro país,
sobre el orden público colombiano;
incluso, su pluma sirve hasta para aplaudir al gobierno ocasionalmente. 122

25
Capítulo V
María Jimena Duzán
Una columnista versátil 150

Capítulo VI
Daniel Samper Ospina
Una prueba más de que el humor es cosa seria 177

Conclusiones 188

Bibliografía 197

Anexos

26
Lista de Anexos

Anexo A: Columnas de Fernando Londoño, con sus respectivos comentarios,


publicadas por el periódico El Tiempo a partir del 25 de septiembre
hasta el 03 de diciembre de 2008.

Anexo B: Columnas de Daniel Coronell, con sus respectivos comentarios,


publicadas por la Revista Semana a partir del 27 de septiembre hasta
el 01 de noviembre de 2008.

Anexo C: Columnas de Alfredo Molano, con sus respectivos comentarios,


publicadas por el diario El Espectador a partir 27 de septiembre hasta
el 01 de noviembre de 2008.

Anexo D: Columnas de Antonio Caballero, con sus respectivos comentarios,


publicadas por la Revista Semana a partir del 27 de septiembre hasta
el 01 de noviembre de 2008.

Anexo E: Columnas de María Jimena Duzán, con sus respectivos comentarios,


publicadas por la Revista Semana a partir del 27 de septiembre hasta
el 01 de noviembre de 2008.

27
“Si en este país se forman suficientes maestros

que puedan enseñar a la gente a leer

y a producir textos argumentativos,

eso puede ser un instrumento de paz;

porque argumentar es guerrear, pero es una guerra que no mata”

JOSÉ FELIPE PARDO


Lingüista Universidad Nacional de Colombia

28
Introducción

Con el presente análisis se pretende investigar si las argumentaciones presentadas


en las columnas de opinión de Fernando Londoño, Daniel Coronell, Alfredo Molano,
Antonio Caballero, María Jimena Duzán y Daniel Samper Ospina, respectivamente, se
basan en razonamientos lógicos o si, por el contrario, incurren en falacias argumentativas
para convencer a los lectores de los puntos de vista que defienden.
También se tiene como objetivo establecer la posición ideológica de cada
columnista, la credibilidad que genera entre los lectores y el estilo argumentativo que
maneja. Por último, se analizará las audiencias con la intención de aproximarnos a este
campo, poco explorado.
A todos los lectores de periodismo de opinión este estudio les será provechoso, ya
que los periodistas tienen la función de orientar a la opinión pública. Por lo tanto, es
necesario que basen sus criterios en razonamientos lógicos para poder ejercer su oficio de
manera responsable. Las audiencias también se verán beneficiadas porque los resultados de
esta investigación les permitirán legitimar o no a los columnistas más reconocidos del país.
Por otra parte, de acuerdo con la visión de Antonio Caballero, el periodismo de
opinión ha sustituido en muchos casos al periodismo informativo porque, últimamente,
quedamos mejor informados de los hechos por las columnas; tal vez porque las noticias
tienen que pasar por muchos más filtros que la opinión. Apostándole al futuro de este tipo
de periodismo, es necesario profundizar en los sistemas argumentativos de los columnistas
con más trayectoria.
Desde esta perspectiva, con este trabajo de grado se pretende lograr un acercamiento
a las argumentaciones de los seis columnistas seleccionados. Para lograrlo, se tomó una
muestra, con comentarios incluidos, de seis textos de cada uno de los autores. El periodo
comprendido va desde la última semana de septiembre, hasta la primera de noviembre del
año 2008, cuando realicé Proyecto Profesional II. De los seis periodistas seleccionados,
cinco están en contra del gobierno uribista, mientras que uno, Fernando Londoño,
representa el oficialismo.

29
A grandes rasgos, éstos fueron los sucesos que ocuparon la agenda noticiosa de la
época: las pirámides, la crisis económica, los falsos positivos, la supuesta purga que hubo
en el Ejército a partir de ése escándalo, el asesinato del niño Luis Santiago, los problemas
que enfrentó el Gobierno Uribe, el paro de Asonal Judicial, el de los corteros de caña, la
minga indígena, la violación de los derechos de las minorías, los nuevos ricos, la confianza
inversionista, la Presidencia de Estados Unidos y el proceso de investigación a cargo de la
Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes en contra del Presidente Uribe.
El interés especial en éste tema radica en dos aspectos. El primero es que estoy
convencido de lo dicho por el profesor Felipe Pardo, citado al inicio de este trabajo: Si
viviéramos en una sociedad en la que las personas saben argumentar, seguramente habría
menos muertos. El segundo aspecto es que en Colombia son casi inexistentes los estudios
basados en la Teoría de la Argumentación que se apliquen a textos periodísticos actuales
sobre temas de debate público.
Sin la intención de ser pretencioso, este trabajo busca servir de guía, en particular,
para los estudiosos de las ciencias sociales y del lenguaje. Y en general, para los
interesados en la argumentación ―en el ámbito de la lógica informal o razonamiento
práctico― ya que está presente en la vida diaria de todos los seres humanos y de los
ciudadanos que desean tener una participación democrática más activa.
Otro de los objetivos de este trabajo era entrevistar a los columnistas para confrontar
los hallazgos del estudio. Sin embargo, más que un desafío, se convirtió en un obstáculo,
por la falta de respuestas de los periodistas. Pero el valor agregado de este análisis sigue
siendo la voz de los foristas. Ellos, con sus comentarios atinados, sesgados y desviados, dan
cuanta de la opinión que inducen y de las pasiones que desatan los columnistas estudiados.
El enfoque teórico elegido para esta investigación se basa en los postulados de
Chaim Perelman y de Stephen Toulmin, este último estudiado a partir del profesor Álvaro
Díaz. A partir de ellos, se montó una matriz de análisis aplicada a cinco de los autores.
Cada capítulo empieza con una breve biografía acerca del periodista. Después, se hace el
respectivo análisis columna por columna de los argumentos. Paso seguido, se plantea el
garante y los fundamentos identificados en elanálisis. Se prosigue con el estudio de las
falacias detectadas y, por último, se recupera la voz de las audiencias con sus pertinencias y
sus impertinencias.

30
Al respecto habrá que decir que una vez tomada la muestra para el análisis, se pasó
a enumerar los comentarios hechos por el público. Después se clasificaron en tres
categorías: A favor, En contra y No relevante. Por último, estos resultados se exponen en
un esquema, que va acompañado de los casos más representativos de cada categoría.
Consciente de que aplicar la misma matriz de análisis podría ser un ejercicio
fatigante, tanto para el investigador como para los lectores, el último capítulo que
corresponde a Daniel Samper Ospina se sale de este esquema. Dado que este columnista
fundamenta sus textos en el humor, el análisis de argumentos y de falacias resulta
infructuoso. Por esta razón, se optó por un análisis de las estrategias utilizadas por el
columnista, que si bien no siguen el rigor de las anteriores, espero sea divertido y nutra el
presente trabajo.
Si bienel análisis de la recepción se se mantuvo en el estudio de Daniel Samper
Ospina, hay que tener en cuenta que para septiembre de 2008, Samper se estaba estrenando
en la revista Semana. Por esto, es importante conocer cómo recibieron los lectores esta
novedosa propuesta por parte de la revista.
Finalmente, este trabajo de grado muestra que la argumentación basada en
razonamientos lógicos y en las estrategias retóricas, como la ironía, no son incompatibles.
De hecho, la combinación puede mover al lector a formar sus propios juicios y a participar
en la discusióna través de las nuevas tecnologías. De manera inmediata se refrenda ese
pacto de lectura que mantienen los lectores con sus columnistas odiados o amados. Y dado
que son reacciones “en caliente”, escritas con prontitud y descuido, decidí citar
textualmente, con todos los errores de digitación, de sintaxis y ortografía para no alterar los
mensajes.

31
Marco teórico

“Quisiéramos nosotros, al discutir plácida y sencillamente


sobre el artículo periodístico, no caer en la
vana tentación de definirlo”
González Ruano

En primer lugar, y para empezar esta aproximación al discurso argumentativo en los


medios de comunicación escritos, nos acercaremos a las definiciones alrededor del término
artículo de opinión.
Comenzaremos con un intento, vano por supuesto, de definir este género.
Posteriormente, nombraremos algunas diferencias entre artículo y columna. Luego
situaremos históricamente el nacimiento de este género. Después mencionaremos algunas
de sus características. Y, por último, expondremos algunas clasificaciones de los artículos
de opinión.
Todas las definiciones que veremos en adelante “determinan unos límites bastante
imprecisos y de naturaleza en general expresionista: tema libre, aunque con la referencia de
actualidad de interés público, firmado por escritores famosos, aunque pueden ser
periodistas, con una finalidad valorativa y orientativa aunque también de entretenimiento,
con un estilo ágil y sugestivo situado entre la literatura y el periodismo y que constituye la
parte de un todo en cuanto elemento “articulador” o fragmento” (León Gross, 1996, p. 155).
Siguiendo a León Gross (p.156), hay que pensar en columnas que sean el resultado
de la combinación de la expositio, también de la argumentatio y, en menor medida, de la
narratio Sin embargo, vale la pena señalar que existen artículos aparentemente narrativos
que constituyen artículos de opinión por su moraleja ideológica implícita o explícita
(Santamaría, 2000, p. 131).
Entremos en materia. Aparte su literaturización, y por su naturaleza como género
periodístico, el artículo puede ser informativo, de opinión y hasta en ciertos casos de
carácter editorializante (Santamaría, 2000, p.146).
José Luis Martínez Albertos utiliza el término artículo como referencia de las
diferentes modalidades de géneros para el comentario y la opinión (Santamaría, 2000,
p.150). El comentario (o columna) es un artículo razonador, orientador, analítico,

32
enjuiciativo, valorativo, con la finalidad de persuadir; es un artículo firmado y su
responsabilidad se liga tan solo al autor del trabajo. La columna de análisis sería expositiva
con función analítica y el comentario de opinión respondería al tipo argumentativo con
voluntad de persuadir (p. 151).
Las columnas personales cumplen con los siguientes rasgos: 1) espacios de tema
absolutamente libre, como cheques en blanco, 2) para escritores famosos 3) con la única
condición de que firmen sus trabajos. (Santamaría, 2000, p. 151).
Luisa Santamaría define la columna como un artículo de opinión, que tiene
sustancialmente la misma finalidad que el editorial: analiza los hechos para orientar a los
lectores y ayudarles a formarse una opinión. Las dos condiciones que no le son comunes
con el editorial son la firma y la periodicidad (Santamaría, 2000, p.152).
Para Susana Gonzáles Reyna (1991), la columna, como artículo de opinión, es el
género periodístico que con una frecuencia determinada, interpreta, analiza, valora, y
orienta al público respecto de sucesos noticiosos diversos (p. 153).
Esteban Morán Torres (1988, p. 153) determina que para que un artículo tenga
consideración de columna debe ajustarse a ciertas normas como son su extensión uniforme,
la libertad del tema, la asiduidad, y el amparo de un título general que la distingue de otros
trabajos de colaboración.
Martín Vivaldi (1986, p. 153) aporta la definición genérica de artículo como
“espacio periodístico reservado a un determinado escritor o periodista para que en él
escriba sobre temas de actualidad que tengan interés público”. No obstante apunta otra
definición más restrictiva: “Escribir un artículo para el periódico es dar forma escrita a una
grata charla con el lector, diciéndole (“en román paladino, en el cual suele el pueblo hablar
a su vecino”) lo que queramos comunicarle del modo más fácil posible” (Martín, 1986, p.
153).
De igual forma, define el artículo periodístico del siguiente modo: “escrito, de muy
vario y amplio contenido, de varia y muy diversa forma, en el que se interpreta, valora o
explica un hecho o una idea actuales, de especial trascendencia, según la convicción del
articulista” (Martín, 1986, p. 154).
Algunos autores han profundizado en la definición de un artículo como fragmento.
Uno de los más representativos es Gonzalo Fernández de la Mora, quien apuntó que “viene

33
del nombre latino de artículis, derivado de artus, que valía tanto como juntura o miembro
(…) el artículo no era para los latinos un todo, sino el resultado de una división: un
miembro o una pieza susceptible de ser ensamblado, articulado (…) y el texto ha de estar a
la altura de las grandes masas lectoras: ha de ser sugestivo y claro, tentador y evidente”
(Fernández de la Mora, en Santamaría, 2000, p.155).
Fernando López Pan define el artículo como un “texto retórico-político de autoría
individual que puede presentar diversas formas expresivas –narrativa, representativa o
argumentativa- y temas, cuyo elemento configurador básico es el ethos del autor expresado
a través de unos elementos formales permanentes que le permiten manifestarse con
continuidad: lugar fijo y asiduidad” (López Pan, en Santamaría, 2000, p.156).
Las autoras de La opinión periodística citan varias definiciones a partir de la
perspectiva académica, literaria y descriptiva. De su texto, se rescatan varias
aproximaciones.
La primera es que el apelativo de opinión se ha impuesto para no confundir las
cosas, para contraponerlo al concepto de información (Santamaría, 2000, p. 126). La
segunda es una paráfrasis del alemán Emil Dovifat; según él, un artículo debe tener tres
características básicas:
Deleitar con un estilo claro y agudo, porque el aburrimiento impide la lectura y, por
supuesto, la comprensión. Enseñar, porque todo artículo ha de mostrar un pensamiento y no
un lugar común. Conmover o indicar a la reflexión o a la adhesión, porque ese es su fin
último que es inseparable de la persuasión (Santamaría, 2000, p. 128).
De los párrafos anteriores, pude identificarse una matizada distinción entre artículo
y columna. Susana Gonzáles Reyna aporta una distinción más clara entre estos dos
términos: “el articulista tiene como finalidad establecer una tesis, defender o atacar una
posición, mientras que el columnista pretende dar a conocer sus opiniones personales en
torno de un acontecimiento específico. Según esto, el artículo de fondo es más profundo y
complejo que la columna (Gonzáles Reyna, 1991, p.158).
Esta analista ahonda un poco más: en primer lugar, el artículo suele aportar forma
argumentativa y, en todo caso, expositiva, mientras que la columna es expositiva,
descriptiva o narrativa; en segundo lugar, el artículo es persuasivo de posiciones e
ideologías, y la columna plantea una significación especial de determinados hechos y trata

34
de influir en los lectores con ello; y en tercer lugar, la estructura del artículo es más
compleja y analítica que la estructura de la columna (Gonzáles Reyna, 1991, p.159).
Luisa Santamaría y María Jesús Cassals (2000), por su parte, definen la columna
como “una de esas ramas, fuete y vigorosa, que acoge todas las formas posibles que pueda
adoptar un artículo ya que goza de una plena libertad lingüística y retórica. El columnismo
es un género rico y básico dentro del periodismo de opinión, con una gran tradición
histórica, y el que ha proporcionado la fama literaria y respeto intelectual a muchos de sus
autores” (p. 288).
Muchas veces, las columnas se preocupan por esos hechos o asuntos que no han
podido ser noticia ya que no han pasado los filtros de selección; otras veces extrae datos
que han pasado inadvertidos en las informaciones apresuradas y los valora en su justa
medida (Santamaría, 2000, p. 289).
Las columnas de opinión, más que orientarnos, deben pensar un poco por nosotros y
deben reconfortarnos por la expresión de la idea que tenemos pero que nunca hemos podido
formular con esa precisión.
Continuando con ese tácito acuerdo en adoptar la clasificación anglosajona para los
artículos de opinión: texto de análisis interpretativo y texto opinativo personal, podemos
afirmar que esta distinción presenta dos claros problemas: en primer lugar, al distinguir
análisis y texto personal ―en ningún caso excluyentes― se induce la sugerencia de que
aquel cumple una prestigiada función social y este puede reducirse a una amenidad o
capricho individual. El segundo problema: se infiere de esa clasificación que existen
objetivos sustancialmente diferentes entre uno y otro tipo de artículos; y aquí reside el vacío
esencial de esta clasificación, puesto que no existe tal (Santamaría, 2000, p. 196).
Luisa Santamaría y María de Jesús Casals ahondan más en esta binaria distinción.
Según ellas, la siguiente es la clasificación más inmediata que puede hacerse: las columnas
analíticas y las columnas personales (p. 295).
Las columnas analíticas son propias de periodistas especializados en determinadas
áreas que explican datos que la noticia como género informativo no puede hacer porque la
apartaría de su función de relato urgente de hechos. Estas columnas además interrelacionan
hechos, ofrecen perspectivas históricas para la debida contextualización del asunto tratado y
sitúan con perspectiva las posturas que el hecho en cuestión ha provocado. No juzgan,

35
dejan esa tarea a un lector que con esa aportación tiene mayores y mejores posibilidades de
hacerlo. En cuanto a los escritores: podemos decir que no se caracterizan por un ingenio
brillante, sino en la exposición clara e inteligente de las cuestiones tratadas. Es una tarea
sumamente intelectual y de gran responsabilidad pública para la que se necesitan
conocimientos, acceso a la documentación y fuentes diversas y especialización
(Santamaría, 2000, p. 295).
Lo que distingue a la columna analítica es el estilo y el tono empleado en los
razonamientos que son desapasionados, abiertos a varias interpretaciones posibles. Estas
columnas ofrecen un foco de interés en lo social, lo político y lo económico; pero el tema
no es determinante para clasificar como analítica o personal. Es el tono y la falta de juicios
categóricos ―muy frecuentes y casi definitorios de las columnas personales― lo que la
distingue de las otras columnas de opinión (Santamaría, 2000, p. 296).
Walter Lippman describe la columna analítica como la que es escrita por un analista
especializado, serio y responsable, que se debe a sus lectores porque de él esperan
explicaciones y no sentencias ni argumentos modelados.
Tal vez por esta razón las autoras ofrecen el significado de los siguientes
sustantivos: “Analista: En el trabajo periodístico, persona que escribe el análisis o
explicación objetiva de los hechos noticiados y que aporta los datos precisos para
interpretarlos correctamente. Comentarista: En el trabajo periodístico, persona que
enjuicia subjetivamente los acontecimientos y que manifiesta de manera explícita su
opinión (Santamaría, 2000, p. 295).
En cuanto a la columna personal, las autoras afirman que hablar de este tipo de
columna es redundar porque el propio concepto de columna lleva implícito la calidad de lo
personal. Entones, es un artículo de opinión firmado por un autor de reconocida valía
literaria, con seguidores ideológicos o simplemente admiradores de su estilo, y que aparece
publicado en el mismo diario con periodicidad y en el mismo espacio disponible
(Santamaría, 2000, p. 300).
El comentarista o columnista personal es un escritor exitoso; los periodistas más
conocidos y reconocidos. Son muy buenos escritores de piezas cortas, artículos que van
desde la argumentación brillante hasta el recurso de la fábula como método expresivo y
persuasivo.

36
La columna es un artículo de opinión, con calidad literaria, que logra captar a los
lectores por la muy psicológica razón de verse reflejados en ese pensamiento; y también
entre lectores muy dados al gusto de la polémica porque les proporciona motivos para
discutir o rebatir o comprender por dónde van los tiros ideológicos (Santamaría, 2000, p.
301).
De López Hidalgo podría deducirse que la columna personal no cumple con la
función de orientar al lector respecto de la actualidad que los medios de comunicación le
sirven cada día.
Lo que le interesa al lector de estas columnas tan personales y con cita periódica son
las vivencias y pensamientos de los columnistas, buenas plumas que proporcionan
diariamente el esparcimiento literario, el adorno metafórico de la realidad (Santamaría,
2000, p. 302).
En el mejor de los casos la columna personal es una artística síntesis entre la
racionalidad y la subjetividad, como si se tratara del sincretismo más gratificante de todo lo
que ha construido nuestra historia intelectual desde el siglo XVIII. Y en el peor de los
casos, la excusa del “yo” permite escribir artículos cargados de ideología doctrinaria
utilizando datos y hechos al antojo más sectario; o artículos vacíos de pseudoescritores que
obligan a formularse la pregunta ¿qué hace éste o ésta aquí? (Santamaría, 2000, p. 304).
Paul Johnson ha tratado de desvelar lo que define a un buen columnista. En primer
lugar, emitir juicios sobre el mundo que nos rodea. Matiza que para ello deben existir cinco
requisitos esenciales: el primero es el conocimiento, el segundo requisito son las lecturas, la
tercera clave es el instinto para las noticias, el cuarto punto es la necesidad de la variedad y
de la oportunidad y el quinto punto es la revelación del carácter del columnista
(Santamaría, 2000, p. 306).
En raras ocasiones se puede usar la columna para promover una causa personal,
acudir al rescate de un amigo en apuros o evocar a alguien que conocimos y de otra manera
dejaría de ser mencionado.
Así pues, en resumidas cuentas, el articulismo constituye un género periodístico de
naturaleza persuasiva. Como generalización se puede identificar su tendencia bifronte con
las etiquetas “argumentativo” e “ingenioso” según sea el procedimiento con que acometa la

37
defensa de una tesis con propósito persuasivo para obtener adhesiones (Santamaría, 2000,
p. 220).
Una vez hecha esta distinción, podemos pasar a la ubicación cronológica de la
columna de opinión. Luisa Santamaría sitúa la tradición de la columna en el periodismo
norteamericano del siglo XIX, en el que era prevalente la opinión de ciertos individuos
―Benjamín Franklin o W.C. Bryant― y no la línea editorial (p. 159).
Sin embargo, en su libro La opinión periodística, esta autora apunta que Paul
Jonhson la sitúa en el siglo XVI, con Michel de Montaigne como columnista fundador, y
con Francis Bacon como su sucesor. Por supuesto, estos ensayos no tenían que cumplir con
una periodicidad, un espacio fijo y un número limitado de palabras, características de la
columna (p. 290).
El articulismo regular, practicado por escritores en la prensa europea desde el siglo
XVIII y en forma muy actual desde la mitad del diecinueve, anticipa este columnismo,
aunque en puridad faltaban dos rasgos que se dan aquí junto a la forma: el nombre de una
sección estable (que puede no ser un nombre de sección sino un diseño estable y
característico) y la disposición y la extensión casi fija (Santamaría, 2000, p. 160).
Ahora, para intentar darle una forma más concreta a la definición que hemos tratado
de esbozar, podemos acudir a las características propias de este género. Luisa Santamaría y
María de Jesús Cassals acuden a la retórica antigua y afirman que a partir de ella se
analizan las partes que componen un discurso. La inventio, que supone el establecimiento
de las razones o pruebas y significa la acción de encontrar qué decir; la dispositio, o el
ordenamiento de estas razones o argumentos a lo largo del discurso; y la elocutio, o la
composición verbal de los argumentos; y la utilización de los tropos y de las figuras del
lenguaje. (Santamaría, 2000, p. 135).
En la inventio, se discurre qué se va a decir y cómo se van a exponer los argumentos
en el discurso; en la dispositio, se trata de poner en orden las palabras para la eficacia
comprensiva de lo ideado (Santamaría, 2000, p. 146). Y en la elocutio se atiende a la
necesidad de corrección lingüística y cierta belleza formal que todo discurso debe llevar
para ser atractivo desde un primer momento (Santamaría, 2000, p. 148)
Sin embargo, las autoras son concientes de que cada género de opinión puede
albergar múltiples formas estructurales que la retórica clásica no contiene en sus

38
clasificaciones; es decir, que en algunas ocasiones, los esquemas discursivos aristotélicos
deliberativo (en el que se aconseja o desaconseja), judicial (en el que se acusar o se
defiende), o demostrativo (en el que se elogia o se reprueba un caso) podrían quedarse
cortos (Santamaría, 2000, p. 150).
Lo anterior lleva a las autoras a definir el artículo de la siguiente manera: “Artículo
es todo escrito publicado por la prensa que no pertenezca al género informativo ―noticia―
o al género interpretativoreportaje y crónica―. Por tanto, el artículo es la forma
característica del periodismo de opinión y es, en todos los casos, un discurso expresivo.
Atendiendo a su estructura externa, los artículos pueden ser inductivos o deductivos. La
tipología en cambio, es variada según su representación o según su tono de argumentación.
Las clasificaciones de los artículos se realizan atendiendo a su función o cometido dentro
del periódico” (Santamaría, 2000, p. 150).
Hablemos ahora de características más concretas. En cuanto a la técnica, Martín
Vivaldi considera que determinarla es tarea inútil: “es casi un sarcasmo, un insulto al
género y al articulista. No hay técnica alguna –no puede haberla― en un trabajo
eminentemente personal” (Santamaría, 2000, p. 163). “No pueden imponerse normas. Aquí
no impera ni el orden descendente ni el ascendente; mejor ducho, vale cualquier orden,
cualquier forma. Más aún si se tiene en cuenta que en el articulismo la forma fluye del
fondo (p. 164).
En cuanto al estilo Gutiérrez Palacio recaba que “el estilo de los columnistas puede
ser narrativo, descriptivo, explicativo, descriptivo, o una combinación de dos o más de ellos
(Santamaría, 2000, p. 165).
Respecto al contenido, Martín Vivaldi apunta que “la libertad temática no quiere
decir libertad absoluta. Lo es en cuanto al tema, no en cuanto al modo de tratarlo. Hay que
humanizar y actualizar el tema […] actualizar, pues, un artículo es engarzar nuestras ideas
en esa presentidad de lo que continuamente está siendo” (Santamaría, 2000, p. 166).
El último aspecto que vamos a estudiar es la clasificación que podrían tener los
artículos de opinión. Martín Vivaldi mantiene la percepción éstas son prácticamente
infinitas: tantas como temas o asuntos (Santamaría, 2000, p. 168).
Para Martínez Albertos se manejan dos perspectivas para afrontar el género del
artículo: como comentario de interpretación y de análisis y como creación literaria personal

39
(p. 167). Sin embargo, alude a tres modalidades tradicionales de artículos de comentario en
el periodismo español:
- Comentario de política internacional
- Comentario de política interior
- Comentario de política municipal
Aunque advierte que en realidad puede haber columnismo en relación con cualquier
actividad humana que se presente con una cierta continuidad en el tiempo y sea capaz de
atraer la atención de un número importante de lectores (Santamaría, 2000, p. 167):
- Artículos de crítica en la sección cultural
- Ensayo: divulgación científica o doctrinal
- El artículo costumbrista
- El artículo de humor
- El artículo retrospectivo
- Columnas personales
Después de todo, podemos afirmar que “el ideal del artículo periodístico –el artículo
periodístico ideal― es el literario―poético―filosófico―humorístico, que nos dará una
amena lección de cualquier cosa, con grato estilo, profundidad de pensamiento, aliento
poético y una gotas de humor, de buen humor” (Santamaría, 2000, p. 168).
Después de hacer el necesario acercamiento al artículo de opinión, se van a definir
varios criterios para desarrollar el análisis de contenido desde la Teoría de la
Argumentación: los tipos de argumentos sugeridos por Chaim Perelman, la estructura de un
argumento de Stephen Toulmin (en versión de Álvaro Díaz) y, por último, los argumentos
sofísticos o falaces, que abordaré desde Adolfo León Gómez, Oscar Nocetti, Anthony
Weston, Luisa Santamaría, María de Jesús Casals.
Según Perelman, los argumentos se presentan bajo la forma de un nexo que permite
transferir a la conclusión la adhesión acordada en las premisas. Entre los tipos de
argumentos podemos encontrar cuatro de lazos o nexos: los cuasilógicos, los basados en la
estructura de lo real, los basados en los ejemplos y los basados en las analogías (Perelman,
1997, p. 76 ― 79).
Los argumentos cuasilógicos se parecen a los razonamientos formales en su
apariencia lógica; sin embargo, en estos últimos es necesario precisar todos los términos

40
utilizados, eliminar toda posible ambigüedad y posibilidad de múltiples interpretaciones
(Perelman, 1997, p. 81).
Existen cinco tipos de argumentos cuasilógicos: los primeros se relacionan con las
contradicciones e incompatibilidades; se presentan cuando una regla afirmada, una tesis
sostenida o una actitud adoptada conlleva un conflicto en un caso determinado (Perelman,
1997, p. 83).
Los segundos son los argumentos por definición y tautología; según Perelman, en
los primeros se presentan varios tipos de definiciones, desde la normativa y prescriptiva
hasta la compleja. Las tautologías son expresiones que pueden entenderse como una
definición que no nos enseña nada nuevo, en un círculo vicioso, como: “los negocios son
los negocios” o “un centavo es un centavo” (Perelman, 1997, p. 94).
Los terceros se relacionan con la ley de justicia y de reciprocidad. Según Leibniz,
dos seres son idénticos, si toda afirmación referente a uno de estos seres es equivalente a
una afirmación referente al otro; pero en la práctica, el problema es saber en qué caso es
racional o justo tratar de la misma manera dos seres, o dos situaciones, que difieren, pero
que relacionamos una a otra (Perelman, 1997, p. 95); y el argumento de reciprocidad “es el
que asimila entre sí a dos seres o dos situaciones, mostrando que los términos correlativos
en una relación deben ser tratados de la misma manera” (Perelman, 1997, p. 98).
Los argumentos de transitividad, de inclusión y de división constituyen el cuarto
tipo de argumentos cuasilógicos. La transitividad “es la propiedad de una relación que
permite pasar de la afirmación de que ella existe entre un término y un segundo, entre éste
segundo término y un tercero, a la conclusión de que se da entre el primer término y el
tercero” (Perelman, 1997, p. 101). Una regla que se expresa en el silogismo. La inclusión
de la parte en el todo permite decir que el todo es más grande que cada una de sus partes; lo
que es una verdad demostrable en aritmética y en geometría, se vuelve argumento
cuasilógico si se sacan consecuencias de este tipo: “el todo vale más que una parte” o “lo
que no le está permitido al todo, no le está permitido a la parte”, “quien puede lo más,
puede lo menos” (Perelman, 1997, p. 102); y por último, encontramos los argumentos por
división: “para poder afirmar alguna cosa sobre el género, es preciso que se confirme en
una de las especies; lo que no hace parte de ninguna especie, no hace parte de ningún
género” (Perelman, 1997, p. 104).

41
Y en quinto lugar encontramos los argumentos basados en pesos, medidas y
probabilidades; el recurso a este argumento busca más impresionar que informar, la
indicación de una magnitud numérica absoluta podrá ser menos eficaz para este efecto que
la indicación de una magnitud relativa, pero siempre y cuando el término de comparación
esté bien escogido (Perelman, 1997, p. 109).
En cuanto a los argumentos basados en la estructura de lo real encontramos tres
tipos de nexos. Los primeros son los nexos de sucesión; en ellos “la argumentación puede
dirigirse hacia la búsqueda de las causas, hacia la determinación de los efectos y hacia la
apreciación de un hecho por sus consecuencias, la argumentación así desarrollada sirve
para dar cuenta de un fenómeno, para explicarlo, a veces para orientar las investigaciones”
(Perelman, 1997, p. 114).
Los nexos de coexistencia son el segundo tipo de argumentos basados en la
estructura de lo real; “ellos establecen un lazo entre realidades de desigual nivel de las
cuales la una se presenta como la expresión o manifestación de la otra, tal como la relación
de una persona y sus acciones, sus juicios o sus obras; a la teoría de la argumentación le
basta con constatar que la idea que uno se hace de una persona y la manera de comprender
sus actos están en constante interacción” (Perelman, 1997, p. 124).
Y en tercer lugar encontramos los nexos simbólicos y las dobles jerarquías. Se
podría relacionar el nexo simbólico con los nexos de coexistencia, tal como el que existe
entre el símbolo y lo que evoca y lo que caracteriza por una relación de participación
(Perelman, 1997, p. 136). Por su parte, los argumentos de doble jerarquía más frecuentes
están fundados sobre los lazos de coexistencia y especialmente sobre la relación entre una
persona y sus actos (Perelman, 1997, p. 139).
El otro tipo de argumentos está basado en el ejemplo, la ilustración y el modelo. En
la argumentación por el ejemplo, “a partir de un caso particular se busca la ley, la estructura
que él revela o la generalización; se intenta, por medio de la evocación de un número de
ejemplos de la misma naturaleza, no dejar ninguna duda respecto al alcance de una
situación particular” (Perelman, 1997, p. 143).
Una de las formas para identificar la ilustración “es cuando el autor presenta una
regla y pretende ilustrarla por medio de algunos acontecimientos, pero sólo se sacarán
efectos retóricos de la ilustración voluntariamente inadecuada cuando los actos descritos

42
desmienten o a la regla, o a la calificación que pretende su enunciado” (Perelman, 1997, p.
145).
“La argumentación por el modelo, como el argumento de autoridad, supone que se
trata de una autoridad que por su prestigio sirve de caución a la acción considerada”
(Perelman, 1997, p. 148).
Y en cuanto al antimodelo, “si el inferior imita al superior, éste último no desea por
nada del mundo asemejarse al inferior, a quien desprecia y a quien toma como ejemplo de
mala vida y de mal gusto” (Perelman, 1997, p. 150).
Y el cuarto tipo de argumentos lo constituyen los argumentos por analogía y
metáfora. La analogía difiere de la proporción puramente matemática, puesto que no se
habla en términos de igualdad, sino en términos de semejanza; sirve para poner en
evidencia algunos aspectos importantes en la descripción de un fenómeno (Perelman, 1997,
p. 159).
La metáfora es la analogía condensada: a partir de la analogía “la vejez es a la vida
lo que la noche es al día”, se derivan metáforas como “la noche de la vida” o “la vejez es
una noche” (Perelman, 1997, p. 161).
Por otra parte, los aportes del profesor Álvaro Díaz en La argumentación escrita
también son útiles para nuestra investigación. Díaz plantea que hay dos tipos de
argumentos: simples y complejos. En los primeros, se ofrece una sola razón a favor de una
convicción; y en los segundos, dado que se requiere una mayor sustentación, se pueden
identificar seis elementos: el punto de vista, la fundamentación y el garante, que son
obligatorios; y el condicionamiento del punto de vista, la concesión y la refutación, que son
opcionales (2002, p. 63). Cabe aclarar que el autor de este esquema es el inglés Stephen
Toulmin.

Punto de vista o conclusión: Es la idea central de un argumento que resume una


convicción a favor de la tesis que se defiende
Condicionamiento del punto de vista: Con el propósito de hacer válido el punto
de vista, se debe medir su alcance de modo tal que no haya lugar a impugnaciones por parte
del público

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La fundamentación: Los enunciados que constituyen la fundamentación de un
argumento se les designa con el nombre de premisas y se basan en opiniones, creencias,
valores, presunciones, hechos, evidencias, indicios, datos estadísticos y testimonios de
autoridades en el tema (Díaz, 2002).
Siguiendo a Díaz, existen tres tipos de fundamentos:
El primero, basado en el conocimiento del mundo del destinatario, sostiene que los
argumentos deben apoyarse en premisas que se adapten al auditorio y deben existir
mínimos acuerdos entre emisor y receptor para lograr una convicción
El segundo, basado en el ethos de la fuente, hace referencia a la confianza y respeto
que inspira la fuente de argumentación en el auditorio. Es válido mencionar que, para Díaz,
la confianza se basa en el prestigio, la honorabilidad y la credibilidad de quien argumenta
El tercero, basado en hechos o evidencias, hace referencia a que un argumento tiene
mayor solidez cuando está respaldado en hechos, porque si se parte de la evidencia ―es
decir, de un vestigio, una manifestación material, social o psíquica de la ocurrencia de un
hecho― resulta difícil dudar de su certeza racionalmente.
El garante: Es un principio cuya validez se presume aceptada en el seno de una
sociedad, por esta razón muchas veces los garantes resultan obvios y están implícitos en el
discurso; se basan en leyes, normas sociales, convenciones culturales y en conclusiones
racionales fruto de la experiencia y el conocimiento del mundo.
La concesión y la refutación: la primera se entiende como el reconocimiento de
puntos de vista contrarios a los que se pretende defender; y la segunda se da después de
hacer la concesión, puesto que se pasa a analizar los argumentos de la contraparte con la
pretensión de mostrar sus fallas.
Por último, nos sumergiremos en el profundo océano de las falacias para poder
sacar a flote las definiciones y los términos necesarios que nos sirvan de herramientas para
navegar por las aguas del periodismo de opinión. Primero, nos acercaremos a la definición
de falacias, luego veremos la clasificación que ofrece el profesor argentino Oscar Noccetti,
retomando la tipología que estableció Aristóteles. Terminaremos con los algunas clases de
falacias, específicamente, las más útiles para nuestro estudio.
Según el profesor Díaz, “sólo pueden considerarse como falaces aquellos
razonamientos cuyos autores pretenden haber procedido con premisas verdaderas, con

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garantes o principios aceptados lógica, cultural o científicamente, y de haber obtenido una
conclusión de acuerdo con alguna regla de inferencia, cuando en realidad no han procedido
de esa manera” (2002, p. 95).
Siguiendo a Nocetti, nos enfrentamos a una falacia cuando existe la intención de
argumentar celadamente para desconcertar al lector o interlocutor; si no hay intención, es
sólo un error, y se denomina paralogismo. “Las argumentaciones escritas exigen —en la
medida de lo posible— conocer o discernir la intencionalidad del autor” (Nocetti, 1990, p.
13).
Por su parte, Anthony Weston (1998) escribió que una falacia es la que viola una de
las reglas de los buenos argumentos. Para entender una falacia, entonces, tiene que
entenderse cuál es la regla que está violando.
Para Aristóteles, la falacia es un argumento que no siendo válido se presenta —
consciente o inconscientemente— como tal, por lo que puede llevar a engaño a una persona
poco alerta (Citado por Nocetti, 1990, p.170). Su eficacia se basa en cuestiones de orden
psicológico y emocional, más que lógico.
Es importante señalar que para este autor, falaz no es sinónimo de mendaz, una
falacia no es una mentira sino un argumento rebatible por su construcción aparentemente
impecable, pero lógicamente inadmisible (Nocetti, 1990, p. 224).
Aristóteles intenta hacer comprender la diferencia entre un argumento y lo que se
parece pero no lo es, la falacia, y en esta distinción va elaborando su teoría argumentativa
sólo superada hoy por el número de falacias que podemos encontrar en los discursos
expresivos (Citado por Nocetti, 1990, p. 167). Aristóteles diferenció dos tipos de
argumentaciones: las verdaderas y otras que no lo son, pero lo parecen. Este autor plantea
una clasificación de los argumentos, que es la siguiente:
a. Argumentos didácticos: Razonan a partir de principios adecuados a
cada tema, es decir, principios elegidos objetivamente según la cuestión a tratar.
b. Argumentos dialécticos: Razonan a partir de premisas
generalmente admitidas, a favor de una o de otra parte de una contradicción.
c. Argumentos examinativos: Razonan a partir de premisas que son
admitidas por el “que responde” y que debe conocer cualquiera que pretenda
poseer el conocimiento del tema tratado.

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d. Argumentos erísticos o contenciosos: Razonan o aparentan razonar
una conclusión a partir de premisas que parecen generalmente admitidas, pero
que de hecho no lo son.

Respecto a la clasificación, Aristóteles plantea que existe una jerarquía en los


argumentos erísticos: refutación, falacia, paradoja, solecismo y burda palabrería. En nuestro
contexto, nos interesa profundizar en el primer punto, dado que podemos encontrar un nexo
en esta categorización y la que plantea Oscar Nocetti en su libro Falacias y Medios de
Comunicación.
Refiriéndose a las refutaciones, Aristóteles enseña que hay dos métodos:
a) El que se realiza de acuerdo con el lenguaje utilizado
b) El que está desvinculado del lenguaje.

En cuanto a las que realizan con el lenguaje utilizado, Aristóteles afirmó que: “los
métodos de producir una falsa ilusión o imagen de acuerdo con el lenguaje son seis:
equivocidad, ambigüedad, combinación, división, acentuación y forma de expresión”.
En cuanto al método que está desvinculado del lenguaje, afirma que en general,
estas falsas argumentaciones se han construido porque una de sus premisas no está
justificada, porque las premisas no aportan la información suficiente o porque los
argumentos empleados son de claro carácter sofístico. (Citado por Nocetti, 1990, p. 172).
Nocetti aporta una clasificación muy parecida. Según este autor, existen falacias de
atinencia (extralingüísticas) y falacias de ambigüedad (lingüísticas). En nuestra
clasificación, conservaremos esta tipología, pero se añadirán definiciones de otros autores
que nos ayudarán a una mejor comprensión.
Las primeras son aquellas en que las razones que se aportan para la conclusión son
intencionalmente inadecuadas desde el punto de vista lógico, aunque muy convincentes
(Nocetti, 1990, p. 14). En ellas, las causas de los sofismas se encuentran en las inatinentes
relaciones que se establecen en los razonamientos, entre premisas y conclusiones; o en las
inatinentes relaciones establecidas entre los enunciados de una argumentación (Nocetti,
1990, p. 42).

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Las segundas son argumentaciones con anunciados inciertos en su significación y,
por ello, sujetos a distintas interpretaciones. Esta ambigüedad resultante puede ser por falta
de pericia argumentativa, por pobreza de léxico o por una intencionalidad ideológica
(Nocetti, 1990, p. 172). Los razonamientos que usan estos enunciados suelen arribar a
conclusiones muy tramposas, especialmente por su imprecisión (Nocetti, 1990, p. 42).
Una vez hecho este acercamiento, podemos pasar a los tipos de falacias. Podría
decirse que hay tantas clasificaciones como número de falacias; sin embargo, escogimos las
que más utilidad pueden ofrecer para nuestro análisis.
En las falacias de atinencia (extralingüísticas) encontramos las siguientes:

Apelación a la ignorancia (argumentum ad ignorantiam)


Se presenta toda vez que se sustenta una conclusión afirmando que es verdadera
porque no ha podido demostrarse su falsedad; no es necesario afirmar la conclusión
taxativamente, basta con la sugerencia (Nocetti, 1990, p. 15). La apelación a la ignorancia
se convierte para quien la utiliza en la evidencia de una verdad que no ha necesitado ser
demostrada, sino simplemente enunciada (p. 261).
Constituye una falacia porque se intenta imponer una opinión creando la
imposibilidad de estar en contra de esa opinión porque no se tienen los conocimientos
suficientes para ello (Nocetti, 1990, p. 261).

Pregunta capciosa
Todos sabemos que la naturaleza de una pregunta condiciona la respuesta. Una
pregunta capciosa es una forma de interrogar a un entrevistado en la que existe una mala
intención: la intención de obligar al que responde a asumir una presunción que contiene la
pregunta o a dar por hecho algo que es simplemente una conjetura. Las preguntas capciosas
en realidad no buscan opinión sino que, ora quieren atrapar al sujeto entrevistado en una
evidente contradicción, ora intentan que la opinión contenida en la pregunta sea reafirmada
por dicho sujeto porque no tiene posibilidad de escapatoria (Nocetti, 1990, p. 262).
El modo de plantear las preguntas suele dar sorpresas al interrogado cuando queda
atrapado en alternativas en las que, cualesquiera sea su respuesta, terminará por afirmar o
negar cosas que él no desea; en algunas ocasiones la “pregunta capciosa” presenta otras

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formas, y es cuando la persona acepta una pregunta en la cual se han deslizado opiniones
interesadas (Nocetti, 1990, p. 16).
Para Anthony Weston (1998) esta falacia consiste en exponer una pregunta o una
cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con usted sin
obligarse con alguna otra información que usted quiere promocionar.

Falsa analogía
Se incurre en esta falacia cuando para demostrar o reforzar un argumento
recurrimos a una analogía inatinente al tema tratado (Nocetti, 1990, p. 17). El uso de
analogía es lícito y es un recurso al que apelamos continuamente, pero debemos estar
alertas cuando mediante una inferencia analógica se pretende fundar una conclusión , pues
ello exige un ejemplo adecuado y no es fácil hallarlo (Nocetti, 1990, p. 17).
El valor de la analogía en la argumentación es muy estimable porque crea una
comparación de imagen que puede dar mucho juego en el pensamiento. La falsa analogía
produce un resultado argumentativo sumamente falaz.
La analogía requiere mayor empleo de la imaginación: busca una realidad —
existente o no— que sea parecida a otra. Pero el que podamos deducir si la analogía
expuesta es válida o falsa dependerá totalmente de nuestra formación y de nuestro modo de
pensar, de ver la vida, en suma, de nuestra ideología (Nocetti, 1990, p. 238).

Contra el hombre (Argumentum ad hominen)


Este es un razonamiento tan falaz y tan grosero que merecería el descrédito
inmediato; pero, sin embargo, no es así. Se utiliza porque genera efectos rentables a corto
plazo que es lo que interesa. De modo que la falacia ad hominem ofensiva suele ser
demoledora y por el efecto que produce es de difícil refutación inmediata (Nocetti, 1990, p.
207).
Se los rebate no atendiendo a lo que dicen sino atacando a la persona. Se usa
también en argumentaciones periodísticas mediante insinuaciones maliciosas, acusaciones
sin prueba alguna que las justifique o desacreditando a una determinada persona por su
aspecto, por algún defecto, por algún elemento propio que la distinga; se utiliza también
cuando se difama o se calumnia (Nocetti, 1990, p. 207).

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Se caracteriza porque el ataque, a veces, no va directamente contra la persona en
forma de insulto o burla, sino que se le desacredita apelando a diversos elementos que
puedan rodear a su persona, como su origen, sus circunstancias vitales, su ideología, su
religión, su raza o etnia, etc. (Nocetti, 1990, p. 207). Para el análisis de una falacia no son
de desdeñar las circunstancias sociales o políticas que acompañan a quienes las enuncian
(Nocetti, 1990, p. 24).
Al respecto, Weston propone que si alguien descalifica a una autoridad simplemente
por no agradarle la persona —no le gustan los fundamentalistas, los japoneses, las
lesbianas, los ricos o lo que sea—― probablemente está cometiendo un error.
Normalmente, la nacionalidad, la religión, la orientación sexual, etc., de una persona, son
irrelevantes para su autoridad en cuestiones empíricas específicas en su experiencia
(Weston, 1998, p. 65).

Apelación a la autoridad (Argumentum ad verecundiam)


Cuando argumentamos es muy frecuente que nos apoyemos en opiniones y
sentencias dichas por personas que gozan de un crédito general y de un reconocido
prestigio. El argumento de autoridad es admisible y lógico cuando no se fuerza a o cuando
no se utiliza de modo absoluto, taxativo, interesado. Si es así, se comete una falacia muy
visible.
Esta falacia es cometida toda vez que se sostiene un argumento con base en la
“autoridad” de persona o grupo, de libros “canónicos” o de alguna entidad “más allá de
toda discusión”, y se coloca esta “autoridad” por encima de la experiencia y los datos de la
realidad (Nocetti, 1990, p. 25).
De ninguna manera toda vez que recurrimos a personas, textos o entidades
confiables en un tema en cuestión y para apoyo de nuestros argumentos cometemos esta
falacia; cometemos sí esta falacia cuando apoyándonos en la “autoridad” no estamos
dispuestos a verificar, si ello fuere necesario, lo afirmado o negado por nosotros o por otras
personas (Nocetti, 1990, p. 26).
Los problemas que acarrea el uso de este argumento son los siguientes:

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a. Se recurre a este argumento cuando el acuerdo sobre lo que se expresa corre
el riesgo de ser discutido; en este caso, la autoridad a la que se apela se le
considera a priori indiscutible, única razón: es la prueba.
b. El que utiliza un argumento de autoridad queda comprometido: no existe
argumento de autoridad que no tenga repercusión en quien lo emplea.
c. Las autoridades invocadas son muy variadas y variables: la “opinión
pública”, los “científicos”, los “pensadores”, los “intelectuales”, los “padres
de la iglesia”, etc. A veces, la autoridad será impersonal: la “física”, la
“ciencia”, la “medicina”, la “psicología”, la “historia”, la “religión”, la
“Biblia”, etc. En otras ocasiones, las autoridades invocadas se designarán por
su propio nombre. Todas esas formas tienen en común una realidad: se las
puede utilizar en función de determinados intereses y descontextualizar las
“citas” de autores concretos para ponerlas al servicio de otro texto y de otro
contexto (Nocetti, 1990, p. 240).
d. Los argumentos de autoridad actúan siempre junto con otros argumentos. A
veces, el argumento de autoridad no se utiliza para constituirlo como una
única prueba, sino que viene a complementar una rica argumentación. Otras,
irá acompañado de otros argumentos para demostrar una única verdad o la
justeza indiscutible de una postura o actuación (Nocetti, 1990, p. 241).
e. Las autoridades se contradicen, es decir, a un argumento que quiere ser
irrebatible por el uso de una autoridad se le puede oponer otro en sentido
contrario.

Otra manera de cometer esta falacia es recurrir a la “autoridad” que alguna persona
posee por ser sobresaliente en alguna actividad profesional; suele entonces convocársela
para que opine sobre cuestiones generalmente políticas ajenas a su actividad, conociéndose
de antemano lo que piensa (Nocetti, 1990, p. 26).
Debemos recordar que es lícito este argumento y necesario en muchas ocasiones
siempre que no se intente imponer un solo punto de vista, sino simplemente porque se hace
necesario en un momento dado el acudir a ciertas personas a las que se les reconoce su
conocimiento y su prestigio social (Nocetti, 1990, p. 241).

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Apelación a la fuerza (Argumentum ad baculum)
Hay argumentos en los cuales las razones que se dan para que sea aceptado son de
un orden bastante diferente del lógico. Es el caso de esta falacia donde se recurre a la fuerza
o a la amenaza del uso de la fuerza para obtener el asentimiento (Nocetti, 1990, p. 27).
Este argumento constituye una falacia de primer orden puesto que la razón que se
esgrime no es otra que o bien la amenaza, más o menos directa, más o menos oculta, o bien
el establecimiento de unas consecuencias no deseables que se padecerían si no se sigue la
norma propuesta. Un argumento ad baculum suele cargar el peso de la prueba en unas
consecuencias indeseables en el terreno ideológico, moral, político, social o económico
(Nocetti, 1990, p. 261).

Causa falsa (Non causa pro causa)


Nos encontramos ante esta falacia cuando se establece una relación causal inatinente
para argumentar, de modo intencional a favor o en contra de algo (Nocetti, 1990, p. 28).
Weston la define como un término genérico para una conclusión cuestionable sobre causa y
efecto (1998, p. 129). Para no caer en esta falacia se deben tener en cuenta varios puntos:
Primero, que en muchas ocasiones, algunas correlaciones no son más que meras
coincidencias (Nocetti, 1990, p. 73). Segundo, que algunas correlaciones no son relaciones
entre causa y efecto, sino que representan dos efectos de alguna otra causa. Tercero, que las
correlaciones no necesariamente establecen la dirección de la causalidad. Es decir, si A se
correlaciona con B, puede ser que A cause B, pero también puede ser que B cause A. Y por
último, debe tenerse en cuenta que rara vez encontramos la única causa (Nocetti, 1990, p.
78).

Accidente
Cometemos esta falacia cuando aplicamos principios, reglas o normas de carácter
general o universal a situaciones que, por razones diversas, son atípicas y necesitan ser
consideradas de modo particular (Nocetti, 1990, p. 32). Según Perelman, esto posibilita que
se presenten argumentaciones fundadas en el esquema “lo que vale para el todo, vale para
la parte”. El todo engloba la parte y, por consiguiente, es más importante que aquella.

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El problema de la comprensión de este argumento es la oscilación entre el
dogmatismo y el relativismo, las dos actitudes más enemigas de la opinión. Y la virtud ante
el argumento por accidente es la tolerancia: por lo menos admitir que otros no piensan y
opinan igual que uno mismo (Nocetti, 1990, p. 245).

Accidente inverso
Es una argumentación contraria a la anterior, es decir, consiste en tomar la parte por
el todo. Tan falaz es esgrimir que un principio no puede tener excepciones en ningún caso,
que el todo significa igual que sus partes, que, conociendo la naturaleza de una parte, inferir
de ello el principio universal de un todo.
Se comete esta falacia cuando se consideran casos que deben ser tratados en forma
particular como si fueran característicos, y se generalizan normas, reglas, principios o leyes
a partir de ellos (Nocetti, 1990, p. 32).

Apelación a la emoción (Argumentum ad populum)


Cuando una persona, un auditorio o la masa ha sido puesta en estado de exaltación
mediante un discurso altamente emotivo, aceptan con facilidad pseudos razonamientos que
refuercen ese estado anímico. Se apela a la emoción cuando se busca asentamiento o
rechazo recurriendo a un discurso cargado de términos que apelan a la sensibilidad más que
a la racionalidad (Nocetti, 1990, p. 33).
Uno de los modos más frecuentes de esta falacia consiste en pretender la aceptación
de un argumento apoyándose en el hecho de que “todo el mundo” piensa igual.
El que hace uso de este tipo de argumento quiere vencer con las palabras, quiere
conmover para despertar un estado de ánimo basado en la más alta emotividad; de este
modo, no es necesario razonar, basta con elegir el tono y los adjetivos adecuados, calificar
en vez de explicar, hacer sentir en lugar de hacer pensar.
El argumento ad populum viene dado entonces por la sobrecarga emotiva que no va
más allá de la superficialidad de palabras grandilocuentes y moralizantes, o también
ofensivas y con un tono alto de indignación (Nocetti, 1990, p. 253).
En sus tonos es muy parecido el argumento ad populum al ad humanitatem porque
se suele basar en ataques, defensas y vindicaciones varias; predomina la pasión, las

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palabras encendidas y grandilocuentes; y, claro, se apoya en el argumento ad humanitatem
porque presupone que aquello que se ataca, se defiende o se reivindica pertenece al
discurso de la humanidad entera, o, al menos, a la parte más inteligente (Nocetti, 1990, p.
153).
Siguiendo a Weston, esta falacia se da cuando el interlocutor apela a las emociones
de una persona que “se comporta” como la multitud. Verbigracia: “Todo el mundo lo
hace”. Ad populum es un buen ejemplo de un mal argumento basado en una autoridad: no
se ofrece ninguna razón para mostrar que “todo el mundo” es una fuente bien informada o
imparcial (Weston, 1998, p. 128).

Apelación a la piedad (Argumentum ad misericordiam)


Esta falacia podría ser considerada una variedad de “apelación a la emoción”;
estamos frente a esta falacia cuando se recurre al sentimiento de misericordia para lograr
adhesión a una argumentación, priorizando el discurso emocional sobre el lógico (Nocetti,
1990, p. 36). Siguiendo a Weston, esta falacia se identifica cuando se apela a la piedad
como un argumento a favor de un trato especial (Weston, 1998, p. 127).

Petición de principio (Petitio principii)


Se comete esta falacia cuando en un argumento introducimos proposiciones no
verificadas o inverificables como si fueran verdaderas —de un modo intencional— para
desde allí arribar a conclusiones lógicamente coherentes e irreprochables, y exigiendo por
ello su aceptación (Nocetti, 1990, p. 39).
Se trata de una gran inducción que, desde el principio, está encaminada no sólo a
probar la tesis que se va a defender, sino también a persuadir y convencer de que no hay
otra posible. La petición de principio opera así con una fuerza arrolladora. En otras
palabras, se trata de demostrar una proposición mediante un argumento que usa como
premisa la misma proposición que se trata de probar (Nocetti, 1990, p. 210). En palabras de
Weston, en esta falacia se Usa de un modo implícito la conclusión como una premisa
(Weston, 1998, p. 132).

Falsa oposición

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Es frecuente que en las disputas se intenten presentar argumentos como
contradictorios u opuestos, cuando en realidad no lo son; el efecto que suele buscarse es
que al optar por una de esas posibilidades, haya que descartar la otra (Nocetti, 1990, p. 40).
La argumentación que da lugar a una falsa oposición es siempre dogmática porque
al reducir la realidad a una alternativa con sus dos opciones opuestas, impide el
razonamiento. No caben análisis de situaciones, ni otras opciones, ni ningún tipo de
razonamiento (Nocetti, 1990, p. 255).
En cuanto al falso dilema, Weston plantea que consiste en reducir las opciones que
se analizan solo a dos, a menudo drásticamente opuestas e injustas para la persona contra
quien se expone el dilema (Weston, 1998, p. 130).
Ahora pasemos a las falacias de ambigüedad (lingüísticas). En Las claves de la
argumentación se recomienda usar un único significado para cada término; la tentación
opuesta es usar más de una palabra en más de un sentido (Weston, 1998, p. 29). Weston
apunta que una buena manera de evitar caer en esta falacia es definir cuidadosamente
cualquier término clave que se introduzca: luego se debe tener cuidado de utilizarlo sólo
como se ha definido (Weston, 1998, p. 31). Como decía Voltaire: “Si queréis conversar
conmigo definid primero vuestros términos”

Tautología
Los enunciados que aparecen en estas falacias aparentan decir algo nuevo cuando en
realidad están repitiéndose a sí mismos; la “tautología” se diferencia del razonamiento
circular en que no alcanza la complejidad de una argumentación (Weston, 1998, p. 31).

Equívoco
Este tipo de falacias surgen a partir de la sinonimia de los términos empleados en
los enunciados con que se razona (Nocetti, 1990, p. 43), fallos gramaticales o ciertas elipsis
crean situaciones de equívoco (Nocetti, 1990, p. 173).

Énfasis
Encontramos esta falacia cuando resaltamos determinados enunciados o algunos
términos dentro de algún enunciado para obtener algún efecto (Nocetti, 1990, p. 14). En el

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discurso escrito vemos aparecer esta falacia de otros modos: por ejemplo, cuando se
enfatizan titulares ambiguos que suelen dar a entender algo diferente de lo que realmente
tratan (Nocetti, 1990, p. 45).

Anfibología
Con asiduidad los enunciados afirman o niegan algo de manera confusa, y si no
tenemos un contexto que nos pueda aclarar el sentido, no podremos precisar qué nos dicen;
cuando de modo intencional están así expresados se comete este tipo de falacia (Nocetti,
1990, p. 47). Se habla de anfibología en un juicio o en un discurso cuando posee un doble
sentido, cuando revela una ambigüedad y es susceptible de equívoco (Nocetti, 1990, p.
173).

Eufemismo
El eufemismo es un procedimiento para alterar el sentido de un mismo referente.
No solamente es una expresión con la que se sustituye otra grosera o malsonante, sino que
es otra operación parecida al concepto de tabú: se evita nombrar aquello cuyo nombre o
bien un peligro o bien pueda dar lugar a una interpretación no deseada y, por tanto,
evitable. Lo que no se nombra, no existe (Nocetti, 1990, p. 173).

La dicotomía
Las dicotomías se observan cuando aplicamos a los dos polos de una oposición
real, una pareja de términos diferentes, valorando uno de los polos para descalificar al otro:
“el mundo libre, contra los países totalitarios”. En este caso, “mundo libre” es ya de por sí
una dicotomía porque en su significado está implícito que existe otro mundo que no lo es
(Nocetti, 1990, p. 175). La dicotomía es el rostro de la simplificación. La simplificación es
pura superficialidad (Nocetti, 1990, p. 176).

Definición persuasiva
Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es
sutilmente emotivo. Por ejemplo definir “conservador” como “alguien con una opinión
realista de los límites humanos” (Nocetti, 1990, p. 129).

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Una vez hecha esta clasificación, considero apropiado señalar la clasificación que
propone Weston. En su libro Las claves de la argumentación, el autor propone que existen
dos muy falacias muy generales. La primera es la falacia de la generalización a partir de
una información incompleta y la segunda falacia común es el olvido de las alternativas.
En cuanto a las primeras, Weston afirma que una de nuestras tentaciones más
comunes es extraer conclusiones de una muestra demasiado pequeña. Si el primer lituano
que encuentro tiene un temperamento vehemente, espero que todos los lituanos tengan un
temperamento vehemente (Weston, 1998, p. 124).
En este sentido, el autor hace referencia a los argumentos mediante ejemplos.
Apunta que un ejemplo simple puede ser usado, a veces, para una ilustración. Pero sólo un
ejemplo no ofrece prácticamente ningún apoyo para una generalización (Weston, 1998, p.
35). Añade también que los ejemplos deben ser representativos y que aconseja hacer
algunas lecturas previas, pensar cuidadosamente en muestras apropiadas y ser honestos
buscando contraejemplos (Weston, 1998, p. 40).
En cuanto a las falacias por el olvido de alternativas, podemos encontrar un
paralelo, incluso una concordancia, con las características que se le atribuyeron a la falacia
de la causa falsa.

56
Capítulo I

Querido por unos, odiado por otros


Un vistazo a las columnas de opinión escritas por
Fernando Londoño Hoyos

Hay tanta tela de dónde cortar, que es difícil acercarse al estudio del columnista
Fernando Londoño Hoyos. El presente documento trata de comprender el modo en el que
argumenta el articulista. Además, busca responder en qué tipo de falacias incurre, y, por
último, cómo lo percibe su audiencia.
Luego de mencionar un breve contexto de Fernando Londoño, se estudiarán algunas
columnas escritas por él durante el 25 de septiembre de 2008 y el 03 de diciembre del
mismo año. Vale la pena tener en cuenta que la decisión del Banco de la República de subir
las tasas de interés , la ‘chuzada’ telefónica que le hicieron a Londoño mientras hablaba con
el General (R) Rito Alejo del Río y el escándalo de los “falsos positivos”, fueron los hechos
más sobresalientes de la agenda noticiosa por esos días.
Fernando Londoño nació en Manizales. Debido a que su papá fue canciller, pasó los
primeros años de vida en Paris. Su formación académica ha estado fuertemente
influenciada por los Jesuitas, ya que estudió bachillerato en el Colegio Mayor de San
Bartolomé y se graduó en Derecho y Economía de la Universidad Javeriana. Ha sido
profesor de esta misma universidad, de la de Caldas y de Los Andes. Es políglota, habla
inglés, francés, italiano y portugués. Escribió para EL COLOMBIANO y actualmente tiene
una columna en el diario EL TIEMPO. También conduce un programa radial llamado La
Hora de la Verdad, emitido por Radio Santa Fe, el cual está dedicado a la opinión.
Fue Ministro del Interior y de Justicia del presidente Álvaro Uribe Vélez entre el
2002 y el 2003. Pero la Procuraduría le impidió ocupar cargos públicos por irregularidades
en su gestión como ministro. En su historial también está la apropiación indebida de unas
acciones de Invercolsa, ya que se hizo pasar como empleado de esta empresa para poder
comprar las acciones a precio ínfimo. Ese episodio empañó su ethos, fundamental pero no
imprescindible para un columnista de opinión en Colombia, porque no ha dejado de ejercer

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el oficio pese a su cuestionable autoridad moral. La mala memoria de muchos lectores los
lleva a leerlo como si tuviera la verdad revelada.
Era uno de los columnistas más uribistas, por lo menos hasta mediados del 2008.
Después de haber escrito una columna en contra de la Seguridad Democrática, se filtró a los
medios una llamada entre el articulista y el general (R) Rito Alejo del Río, que evidenciaba
una especie de concierto para delinquir. Después de este suceso, los lectores empezaron a
ver la distancia entre Londoño y el presidente Álvaro Uribe.

“Aterrizaje suave”

El jueves 25 de septiembre de 2008, Fernando Londoño se pronunció frente a la


decisión del Banco de la República de subir las tasas de interés. Lo hizo mediante su
columna en EL TIEMPO, titulada “Aterrizaje suave”. Los hechos que lo animaron a
escribir al respecto fueron dos: primero, que supuestamente el Banco de la República había
encontrado en la inflación la principal causa de la crisis económica; y segundo, que la Junta
Directiva de esta entidad decidiera un crecimiento anual sostenible, y por lo tanto menor
del que tenía el país.
Su estrategia fue mostrar los argumentos que, aparentemente, presentó el Banco
para tomar su decisión y confrontarlos con los propios, para concluir que el Banco era el
responsable de la crisis económica. En palabras del profesor Álvaro Díaz, a esto se
denomina refutación (2002, p. 85). Para el Banco, la inflación provocó la crisis; para
Londoño, ésta es sólo una causa artificial.
El siguiente párrafo representa de manera contundente, la estrategia de Londoño en
esta columna:

“Nada valieron advertencias, reflexiones, súplicas. Que la inflación no era causa del
crecimiento, sino expresión inevitable de una crisis petrolera acompañada de otra
alimentaria, dijimos muchos. Que no sabíamos nada de economía, replicaron ellos. Que no
es malo crecer tanto, cuando hay armonía en tantas cifras y cuando la inversión es poderosa
y permanente, agregábamos. Pues nada”

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Según Perelman, los argumentos se presentan bajo la forma de un nexo que permite
transferir a la conclusión la adhesión acordada a las premisas (1997, p. 76). En este
contexto, veamos el siguiente caso.
Londoño parte de la siguiente afirmación:
“El República tenía que recordar con nostalgia esos meses felices en que puso las tasas
interbancarias por encima del ciento por ciento anual, en que logró quebrar unos
cuantos bancos y de paso a centenares de miles de infelices deudores”.

De aquí, pasa a concluir que:


“Las tasas de interés hicieron lo suyo. La gente dejó de comprar, aterrada con los
costos. Los que ya habían comprado empezaron a no pagar, forzados por el precio del
dinero; los fabricantes, a no producir, los comerciantes, a no vender, los constructores,
a parar ventas y proyectos”.

El caso anterior, en apariencia, mantiene la forma de un argumento. Además


coincide con la definición de transitividad planteada por Perelman: propiedad de una
relación que permite pasar de la afirmación de que ella existe entre un término y un
segundo, entre este segundo término y un tercero, a la conclusión de que se da entre el
primer término y el tercero (Perelman, 1997, p. 101). Una regla que se expresa en el
silogismo.
Sin embargo, esta argumentación presenta un error. Recordemos la definición de
falacia sugerida por Aristóteles. Este autor la define como un argumento que sin ser válido
se presenta consciente o inconscientemente como tal, por lo que puede llevar a engaño a
una persona poco avisada (Perelman, 1997, p. 170). De la premisa que plantea Londoño, no
se sigue la conclusión.
¿A qué tipo de falacia nos enfrentamos? Según Nocetti, esta sería una falacia de
composición o relevancia porque las razones que se aportan para la conclusión son
intencionalmente inadecuadas desde el punto de vista lógico, aunque muy convincentes
(1990, p. 14). Para ser más claro, estamos ante la falacia de causa falsa (non sequitur).
Nos encontramos ante esta falacia cuando se establece una relación causal inatinente
para argumentar de modo intencional a favor o en contra de algo (Nocetti, 1990, p. 28).Es
un término genérico para una conclusión cuestionable sobre causa y efecto (Nocetti, 1990,
p. 129).

59
En la misma columna podemos identificar otro tipo de falacia. Álvaro Díaz,
refiriéndose al hombre de paja, afirma que la podemos identificar cuando se destacan las
opiniones menos importantes del rival y se ignoran deliberadamente sus argumentos más
sólidos (2002, p. 117). Al pasar por alto muchas razones en las que la Junta Directiva basó
su decisión, Londoño desvió la atención. Esta falla en el razonamiento está presente en todo
el artículo, puesto que sólo se presentan los argumentos débiles que expuso el Banco.
En la misma pieza se pueden identificar otras falacias como la de falsa analogía y la
del ataque personal:
“Con ese 'Eureka' en los labios, los directores se dieron a planear el aterrizaje suave
que necesitábamos, para conducirnos a un crecimiento sostenible del cinco y medio o
seis por ciento anual, algo más de acuerdo con nuestra pobreza espiritual. O con la de
ellos” (Londoño, 25 de septiembre de 2008).

Para Díaz, cuando una analogía se extiende en su alcance —apoyándose en


suposiciones cuestionables— el razonamiento puede resultar falaz, porque hay un punto en
el que la similitud desaparece (2002, p. 107). El crecimiento anual del país no se puede
relacionar con la “pobreza espiritual” de los miembros del Banco de la República porque la
vida interior de los miembros de la Junta no se relaciona de ninguna manera con la decisión
de subir las tasas de interés.
En cuanto al Ataque personal, o ad hominem ofensivo, recordemos que éste consiste
en ofender al adversario mediante ataques personales, en vez de cuestionar los méritos de
sus argumentos (Díaz, 2002, p. 101). En este caso, Londoño se apoya en la supuesta
pobreza espiritual de los miembros de la Junta para desacreditarlos.
En cuanto a las falacias lingüísticas, pudimos identificar una dicotomía.
Recordemos que este tipo de falacias se observan cuando aplicamos a los dos polos de una
oposición real una pareja de términos diferentes, valorando uno de los polos para
descalificar al otro. Es esto precisamente lo que ocurre cuando Londoño plantea los
supuestos argumentos del Banco de la República y los enfrenta con los propios.
Se abordará ahora la percepción del público acerca de esta columna. Según la
página de EL TIEMPO la comentaron 23 personas. Sin embargo, una vez hecho el análisis
podemos encontrar que varios de los comentarios identificados son una repetición de los no
identificados. En comparación con las demás columnas de Londoño, es muy bajo el número

60
de comentarios que recibió. Una posible razón sería que el tema económico no apasiona a
muchos lectores ni es del dominio de la mayoría.

A favor En contra No relevante Total


05 01 13 19

El siguiente comentario ilustra bastante bien la percepción de los lectores que se


manifestaron a favor de la argumentación del articulista1:

Por: HernandoReyes Santos

“Excelente columna, asiderada en profundos conocimientos y juiciosas


elucubraciones”

El adjetivo “asiderado/a” no aparece en el diccionario de la Real Academia de la


Lengua Española (RAE). Tampoco es posible encontrar el verbo “asiderar”. En cambio,
elucubrar consiste en elaborar una divagación complicada y con apariencia de profundidad.
El ejemplo es bueno porque representa el estilo de Londoño y el uso de un sarcasmo difícil
de percibir.
Veamos ahora el caso del único lector que no estuvo de acuerdo con el argumento
de Londoño:

Por: Delaunay

Mal, dr. londoño: el br no atrajo el capital extranjero, eso lo vienen haciendo y


defendiendo desde hace 20 años neoliberales como usted. sa "inflación" que usted a
que ud. se refiere no la puede controlar el br ni subiendo las tasas porque es
"importada", tal es la dependencia del capital extranjero. el br puede subir o bajar las
tasas cuando se le de la gana, siempre ha sido así. lo que nunca existió desde antes de
su adorado "neoliberalismo" era la facilidad de inversión y de especulación. por
favor, retráctese de culpar al br y más bien evalúe quién defiende tanto la ied, que
nos está causando estanflación.(Londoño, 25 de septiembre de 2008).

En cuanto a los comentarios no relevantes, caben varios en esta clasificación. En el


foro fue bastante común encontrar peleas entre los foristas, que por supuesto no aportaban
nada al debate. Lo mismo pasa con los lectores que se manifestaron en contra por medio de

1
Las transcripciones de los comentarios en los foros de opinión son fieles a los originales, con sus erratas, con
el fin de no desvirtuar los usos del lenguaje en el ámbito digital.

61
ataques personales, que no tienen nada que ver con los argumentos que planteaba Londoño
en su columna. Veamos el siguiente ejemplo:

Por: Hacedor

Se imaginan a fernando londoño de asesor del banco de la república???? los hace


meter toda la platica del tesoro nacional, las reservas y cuanto peso, dólar y euro
encuentre en una cuentica suya en las islas caimán con el argumento de que él si
pone a producir esa platica. ¡¡¡¡ladrón caradura!!!.

“¿Desencuadernado?”

Se estudiará ahora la columna publicada el 8 de octubre, que pareciera ser la


continuación de la columna “Aterrizaje suave”, a la cual Londoño Hoyos hace una
referencia explícita. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, el verdadero tema es la crisis
económica producida por la Seguridad Democrática.

La estrategia en esta columna es mencionar una a una las razones por las cuales la
Seguridad Democrática se ha venido a menos, para terminar preguntando si el país se está
desarmando. En el ámbito argumentativo este razonamiento cumple con las características
del entimema. Díaz lo define como un silogismo en el que está implícita la conclusión o
alguna de las premisas, las cuales pueden ser más de las que se utilizan en un razonamiento
estrictamente lógico (2002, p. 25).
Desde este punto de vista, el argumento de esta columna, al igual que el del anterior,
responde a las características de transitividad expuestas por Perelman. En este caso, la crisis
económica, los escándalos de las Fuerzas Militares, el crecimiento de las llamadas bandas
emergentes, el aumento de los cultivos ilícitos, de los homicidios, de la inseguridad, la
deplorable política internacional y nacional y las huelgas de los jueces y de los corteros de
caña le sirven como argumentos a Fernando Londoño para concluir que el país se está
desencuadernando. La columna tiene la forma de un silogismo, con múltiples premisas.
En esta pieza se encontraron varias falacias. La primera: “Al Banco de la República
le dio por "aterrizarnos" y nos produjo fenomenal porrazo”. Este es un ejemplo de
inducciones precipitadas. Siguiendo a Díaz, la conclusión a la que se llega es demasiado
general en relación con las premisas en que se apoya (2002, p. 112). Este caso ilustra bien

62
la falacia puesto que el columnista plantea que la única razón de la crisis económica fue la
decisión del Banco de la República de subir las tasas de interés. También corresponde a la
causa falsa.
Por otra parte, se puede identificar, en medio del sarcasmo del columnista, la falacia
del ataque personal. Cuando Londoño escribe: “Ya dirán los sabios que somos víctimas de
una crisis mundial”, hace referencia a los miembros de la Junta Directiva del Banco de la
República. El ataque está en llamarlos ‘sabios’, puesto que los considera responsables de la
crisis económica.
Después, vuelve a caer en las inducciones precipitadas y en la causa falsa. Cuando
afirma: “mucho antes de que se hablara de créditos subprime ya nos habían condenado, los
muchachos de la Junta, a la revaluación y a la recesión más inclementes”, nuevamente
induce a pensar que el Banco de la República es el único responsable de la recesión
económica.
Poco después, Londoño incurre en las mismas falacias: “Pero cuando teníamos por
cierto que en la Corte estaba lo peor, los jueces saltan a la palestra y decretan un paro
inconstitucional e ilegal”. De lo anterior, no queda claro por qué se califica el paro con esos
adjetivos.
Incluso, este último caso es útil para ilustrar nuevamente la falacia del ataque
personal. Sin dar argumentos, y asumiendo que el lector comparte su posición (“teníamos
por cierto”), Londoño califica a la Corte como lo peor.
Con respecto a las falacias lingüísticas, pudimos identificar la de anfibología. Con
asiduidad los enunciados afirman o niegan algo de manera confusa, y si no tenemos un
contexto que nos pueda aclarar el sentido, no podremos precisar qué nos dicen; cuando de
modo intencional están así expresados se comete este tipo de falacia (Nocetti, 1990, p. 47).
Londoño termina su argumentación diciendo que “El que quiera presidente abordo,
que tome las vías de hecho”. Esto quiere decir que actúe (recuerda el famoso llamado a la
“acción intrépida” de Laureano Gómez para evitar el avance del liberalismo). El siguiente
comentario demuestra que efectivamente esta afirmación es confusa:

Por: tatonio123

Después de leer esta columna del sr. londoño uno se pregunta como fué posible que
dijera cosas sensatas y en cierta manera contrarias a las que ha acostumbrado en sus

63
columnas anteriores. es posible que le haya pasado algo parecido a saulo, el soldado
romano, al cual le cayó un rayo y lo transformó en paulo, un discípulo de jesús.es
dificil hacer un diagnóstico de este aparente cambio, cuando todos sabemos de su
capacidad para engañar en provecho propio, como lo hizo en el famoso caso de
invercolsa.será que vió inminente su salida como comentarista de EL TIEMPO y
quiere mostrarse un poco más concilador ?. sin embargo, su última frase invitando a
un golpe de estado, lo ha desenmascarado y ha mostrado su verdadero rostro
(Londoño, 8 de octubre de 2008).

En cuanto a la percepción de los lectores, puede decirse que esta columna


sorprendió a más de uno y los comentarios a favor y en contra estuvieron muy parejos.
Antes de presentar el respectivo cuadro de análisis, veamos una reacción típica:

Por: carlitoslazarte

Bueno, por primera vez desde que tengo uso de razon puedo leer una opinión casi
ajustada a la realidad por parte de este vejete, de este mequetrefe que tambien por
primera vez no parece drogado por un coctel de viagra y sanax. y tiene razon el ex
ministro asesino de perros, el gobierno esta descuadernado (Londoño, 8 de octubre
de 2008).

A favor En contra No relevante Total


19 20 128 167

Aquí tenemos un ejemplo de los comentarios a favor:

Por: unamuno

Doctor londoño, por favor enviele este escrito al mesias para que se baje de la nube y
ponga los pies en el suelo y se de cuenta de la terrible realidad colombiana que usted
describe.

Al respecto, sólo cabe mencionar que es extraño encontrar a un lector que está de
acuerdo con Londoño y en contra de Uribe.

Veamos ahora un caso de un comentario no relevante:

Por: LesterBurnham

éste está más subversivo que piedad córdoba...

64
Este es un ejemplo de la polarización política que se genera en las columnas de
opinión.

Continuemos con un comentario en contra:

Por: asegurado

La economia era un gran orgullo? seguramente para algunos pocos, esos grandes
empresarios que encontraron trampas con este gobierno para salir mas ricos. ( caso
bavaria). inversion extranjera ? eso se llama venta del pais. cuantos empleos "
dignos" ha generado estas privatizaciones ? las vias de hecho ya fueron practicadas
por uribe para tomarse el poder completo. el pacto de ralito para la refundacion de la
patria asi lo demuestran, amparado por manos criminales que ademas impusieron
una reforma agraria a la brava. ahora se rasga las vestiduras este personaje
oscuro.facista descarado y ladro de pacotilla

Este comentario también es útil para identificar una de las falacias en el artículo de
Londoño. El articulista parte de que (¿antes de Uribe?) la economía era un orgullo y de que
la inversión extranjera generó empleos dignos para luego asegurar que el Banco de la
República quiso terminar con tan buena época. Es evidente que las premisas de las que
parte no son del todo aceptadas. Por tanto, podemos afirmar que estamos ante una petición
de principio.

“Herederos de Fouché”

Se analizará a continuación la columna publicada el 22 de octubre de 2008.


Apareció poco después de que Noticias Uno sacara al aire una grabación telefónica entre
Londoño y el general (r) del Ejército, Rito Alejo del Río. En la llamada se estaba cuadrando
todo para hacer quedar mal al padre Javier Giraldo S.J., uno de los testigos de Justicia y
Paz, y así el principal beneficiado sería el cuestionado general del Río.2
Se pueden identificar dos tipos de fundamentación en este artículo. La primera, que
ya hemos mencionado, es la que se basa en los hechos y evidencias. La segunda se basa en

2
http://www.noticiasuno.com/noticias/grabacion-rito-alejo.html

65
el conocimiento del mundo del destinatario. Al respecto, Díaz afirma que quien argumenta
debe tener en cuenta si su auditorio posee o no el conocimiento específico en el que se basa
su argumentación; si el público no tiene ese conocimiento, quien argumenta tiene dos
opciones: o evitarlo o explicarlo (2002, p. 70). Londoño se inclina por la segunda opción.
Podría decirse que la primera parte del artículo está dedicada a ilustrar quién fue Fouché, y
qué tiene que ver este personaje con la creación de la policía secreta.
Posteriormente, ilustra quiénes han heredado las ideas de Fouché y qué
características tiene la policía secreta. Por último, relaciona lo anterior con el caso
colombiano, específicamente, con la grabación que publicó Noticias Uno.
Ahora identificaremos algunos de los argumentos que utilizó Fernando Londoño.
Entre los argumentos cuasilógicos, encontramos los que se relacionan con las
contradicciones e incompatibilidades; se presentan cuando una regla afirmada, una tesis
sostenida o una actitud adoptada conlleva un conflicto en un caso determinado (Perelman,
1997, p. 83).
Este argumento lo podemos identificar en la columna. Es comprensible la diatriba
histórica en contra de la policía secreta que elabora el articulista; sin embargo, y teniendo
en cuenta el ethos de Londoño y además la conversación con Rito Alejo del Río, podría
pensarse que en efecto la “chuzada” es legítima.
Pero vale la pena mencionar que toda interceptación, sin orden judicial, es ilícita. Y
si hubiera habido una orden judicial, el columnista debió haber sido informado acerca de la
investigación que le estaban haciendo.
También podemos identificar en este artículo el argumento de reciprocidad. El
mismo que asimila que “dos seres o dos situaciones, correlativos en una relación, deben ser
tratados de la misma manera” (Perelman, 1997, p. 98). Londoño afirma que la
interceptación de su teléfono debería suscitar la misma indignación que las que despertaron
las de los periodistas y políticos opositores (pero a falta de autoridad moral recibe un trato
distinto).
En este punto del análisis podría decirse que los nexos de sucesión son una
constante en la argumentación de Londoño. En este caso, los primeros párrafos aportan
razones lógicas para tener una mala percepción de la policía secreta; sin embargo, la

66
conclusión no es pertinente. Mucho menos después de escuchar la grabación entre Londoño
y Rito Alejo del Río.
En cuanto a las falacias, es posible identificar dos en el siguiente ejemplo:

“En Colombia hemos permitido la instauración de una oprobiosa policía secreta, que
tiene incorporados a sus métodos las claves de su éxito. La primera, que no ataca la
oposición, sino a los amigos del régimen. Y la segunda, que empezó por comprar,
con la horrorosa moneda de sus secretos, a la gran prensa. Aquí todo se filtra y en
lugar de protestar, la prensa democrática aplaude” (Londoño, 22 de octubre de 2008).

Volvemos a identificar la falacia de la causa falsa. Desde esta perspectiva, no hay


una relación entre el hecho que exista una policía secreta y que esta tenga por función
específica atacar al gobierno.
La segunda falacia es la de generalización. Si todo se filtrara en nuestro país, las
cosas serían muy distintas. Por supuesto, aquí, no todo se filtra.
También se puede identificar la falacia de apelación a la piedad o argumentum ad
misericordiam. Se puede identificar cuando se recurre al sentimiento de misericordia para
lograr adhesión a una argumentación, priorizando el discurso emocional sobre el lógico
(Nocetti, 1990, p. 36).
Cuando Londoño escribió: “Parece que perseguir un periodista no es grave,
mientras la sangre no llegue al río”, carga inmediatamente de emotividad su columna. Por
otra parte, esta afirmación llevaría a pensar a un lector desprevenido que, en efecto, el señor
Londoño es una víctima de las chuzadas y no un victimario por lo que estaba planeando en
esa llamada que le interceptaron.
También pudimos identificar una falacia lingüística, la de la definición persuasiva.
Esta se da cuando se define un término de tal manera que parece neutral, pero que de hecho
es sutilmente emotivo. En el sexto párrafo, Londoño define la policía secreta, pero sólo lo
hace hasta que le interceptan el teléfono a él. De hecho las ‘chuzadas’ venían desde hace un
buen tiempo y no llamaron la atención del columnista para escribir al respecto:

“En Colombia hemos permitido la instauración de una oprobiosa policía secreta, que
tiene incorporados a sus métodos las claves de su éxito. La primera, que no ataca la
oposición, sino a los amigos del régimen. Y la segunda, que empezó por comprar,
con la horrorosa moneda de sus secretos, a la gran prensa. ..”

67
En cuanto a la percepción que tuvo el público acerca de las columnas, veamos el
cuadro:
A favor En contra No relevante Total
07 14 61 82

Por: Equinox

Estupendo articulo. ya saldran los cretinos de siempre con comentarios fuera de contexto.

El anterior comentario es un ejemplo de los lectores que estuvieron a favor del


argumento de Londoño. Veamos ahora un caso de los que estuvieron en contra:

Por: linaluna37

Fernando londoño, no merece ni el titulo de doctor y menos el de señor, como es


posible que se rasgue las vestiduras porque siendo amigo del gobierno lo grabaron,
justificando esa practica que él implementó, para la oposición ,bonita manera de hacer
politica, bonita manera de ser periodista, con la ley del embudo, señor mario iguaran y
marilu, sigan grabando a esta peste que no es amigo de nadie y sigan publicando lo
que habla, así su sangre azul de ultrago se palidezca de la rabia

Veamos este caso de comentario no relevante:

Por: soyapierre

Este no es el mismo tipo que sirvio de complice al narco―paramilitarismo del palazo


de narquiño y cometio un fraude en invercolsa.........que hace todavia
opinando?????por dios...........por la restauracion moral y oral de la republica.......

En esta columna las personas que estuvieron en contra doblan en número a las que
estuvieron a favor. Sin embargo, dominaron los comentarios irrelevantes. Al parecer,
muchos lectores sintieron indignación por el escrito de Londoño después de haberse
difundido su conversación con Rito Alejo del Río.

68
“Nuestro Plan de Paz”

Estudiaremos ahora la columna del 5 de noviembre de 2008. Esta pieza representa


un excelente ejemplo del tipo de sarcasmo que maneja Fernando Londoño. En ella
manifiesta su molestia por la destitución de algunos generales debido al escándalo de los
“falsos positivos”.
De manera irónica, plantea un nuevo Plan de Paz, que además de paz, tendrá
verdad, justicia y reparación. En primer lugar, y en cuanto a la verdad, propone cambiar el
nombre de Colombia por el de Marulanda, indemnizar a todas las familias de los 30 o
40.000 guerrilleros mártires, plantea que el gobierno se declare culpable del pasado y
además le pida a una comisión integrada por la oposición que hable con los comandantes de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y con los presidentes de
Venezuela y de Ecuador para que los desaparecidos bajo el mando del gobierno
colombiano vuelvan y reciban una recompensa.
Para que haya justicia se debe condenar a todos los oficiales y suboficiales de los
últimos 40 años y encerrarlos en Tolemaida, debe renovarse a Mario Iguarán en la Fiscalía,
y a Edgardo Maya en la Procuraduría, también debe contratarse a Baltasar Garzón para que
organice una sentencia que recuerde el proceso de Nuremberg.
Para poder pagar tanta reparación, se debe liquidar el 80% de las Fuerzas Militares,
vender a Rafael Correa unos helicópteros con todo y tripulación y a Hugo Chávez, los
barcos. A este mismo mandatario se le puede vender la fábrica de fusiles Galil y también
los que ya se hayan usado. Los cuarteles se les darían a las víctimas y la Escuela Militar
pasaría a las manos de algunas señoras para que organicen marchas indígenas.
La cárcel en Tolemaida tiene más beneficios. Los mamertos visitarían a los militares
presos los fines de semana en organizadas giras turísticas que dejarían dólares para
mantener dichos penales. Termina la columna diciendo que aprovechemos rápido al
presidente Uribe, porque está ‘botao’.
Por sus características podría decirse que, en este caso, el sarcasmo de Londoño se
sostiene en fundamentos basados en el conocimiento del mundo del destinatario. Para
Álvaro Díaz los argumentos deben apoyarse en premisas que se adapten al auditorio y
deben existir mínimos acuerdos entre emisor y receptor para lograr una convicción.

69
Tengamos en cuenta que entre los lectores de Londoño, algunos también apoyan a las
FFMM. Sin embargo, vale la pena señalar que en el foro 12 personas expresaron
respetuosamente su desacuerdo con el columnista.
También puede identificarse el uso de los fundamentos basados en hechos o
evidencias. Dado que éstos hacen que un argumento tenga mayor solidez cuando está
respaldado en hechos; podríamos decir que Londoño parte de la destitución de altos
mandos de las Fuerzas Militares para insinuar que esta institución pasó a ser víctima.
Desde la teoría de Perelman, es posible que el argumento de Londoño corresponda a
los basados en la estructura de lo real, específicamente a los nexos de sucesión. En ellos la
argumentación puede dirigirse hacia la búsqueda de las causas, hacia la determinación de
los efectos y hacia la apreciación de un hecho por sus consecuencias. En este caso,
podríamos decir que la columna invita a despreciar dicho plan de paz por sus funestos
resultados.
También podemos pensar que Londoño utilizó el esquema del antimodelo. Perelman
plantea que si el inferior imita al superior, este último no desea por nada del mundo
asemejarse al inferior, a quien desprecia y a quien toma como ejemplo de mala vida y de
mal gusto. En este caso, un país que haga caso al plan de paz planteado por Londoño, es un
país despreciable y de mal gusto.
En cuanto al tema de falacias, si nos pusiéramos a la tarea de identificarlas en
términos formales, podría decirse que la columna está llena de ellas. Pero, hay que tener en
cuenta que Londoño hizo uso del sarcasmo. Intentemos acercarnos a los razonamientos más
evidentes que conducen a error.
En cuanto a las falacias lingüísticas, encontramos la definición persuasiva. Con
sarcasmo, Londoño se refiere a las FFMM como un “ejército de tramposos especializados
40 años en desaparecer inocentes”. Así da la sensación de que las Fuerzas Militares son
todo lo contrario. Sin querer herir susceptibilidades, las investigaciones del nefasto evento
del 6 y 7 de noviembre de 1985 señalan que hubo desapariciones de muchos inocentes. Por
supuesto, también ha quedado clara la responsabilidad del Ejército en el escándalo de los
“falsos positivos”.
Con respecto a las falacias extralingüísticas, pudimos identificar la de la causa falsa.
No se trata de encarcelar a miles de oficiales y suboficiales por el simple hecho de serlo,

70
como lo indica Londoño. Se trata de que los culpables paguen por sus delitos, como en todo
Estado de Derecho.
Pasemos ahora a la percepción de los lectores. El siguiente cuadro ilustra los niveles
de participación en el foro:

A favor En contra No relevante Total


22 12 52 86

El siguiente caso ilustra a un forista que estuvo de acuerdo con Londoño. Además,
deja ver los prejuicios existentes frente a los líderes de izquierda:

Por: TTYBEZU
Genial esta columna!!! acaba de describir el pais soñado por carlos gaviria y piedad
cordoba.

El siguiente comentario manifiesta su descontento con la argumentación de


Londoño:

Por: Juanluna
Estoy completamente turulato y me niego a creer que una inteligencia tan distinguida
como la del doctor londoño haya concebido un artículo con semejantes y
desproporcionadas comparaciones llegando a lo insólto y aberrante de pretender negar
la gravedad de las actuaciones de la fuerza pública, cuando lo indicado es que los
organismos militares y de policía abran sus cuarteles y dejen entrar la crítica y el
control para que de esa manera las salvemos y tengamos confianza en ellas.

Y ahora veamos un ejemplo de comentarios no relevantes:

Por: Tetueca
Tan sarcástico! super vivo, y en la jugada como siempre! le tengo una mejor: a ud
ladrón, estafador, hipócrita, lo nombramos presidente! o mejor, le perdonamos la
deuda que tiene con el país y le damos reparación por todo lo que nos atrevimos a
pensar de ud. o le cambiamos el nombre a la plaza de bolivar y le ponemos plaza de
londoño, en honor al más descarado de los sinvergüenzas y nos quedamos calladitos
todos como siempre habría usted, dechado de virtudes, deseado.

“Las Fuerzas Militares”

71
Después de que el tema de los “falsos positivos” se puso en la agenda informativa,
Fernando Londoño utilizó su columna del 19 de noviembre de 2008 para defender a las
Fuerzas Militares.

Veamos cómo fue su argumentación: empieza por afirmar que las limpias y heroicas
Fuerzas Militares se enfrentaron al colosal enemigo (la guerrilla) que destrozaba al país.
Gracias a las FFMM, pudieron regresar 350 alcaldes a sus municipios, fueron ellas quienes
terminaron las pescas milagrosas de las carreteras, impidieron que más cilindros de gas
cayeran en zonas de población civil, combatieron el secuestro que cobraba 3500 víctimas
cada año y combatieron las hordas asesinas.

Asume, además, que nadie se opuso al impuesto al patrimonio. Luego, retoma el


tema de las carreteras, pero esta vez, cargado de lenguaje emotivo. Después, sostiene que
no se pueden olvidar las noticias asombrosas de victorias, de avances de las FFMM que
consolidaban la conquista.

También escribe que gracias a las FFMM el presidente mantuvo su prestigio de


salvador; sin embargo, lo presenta como un gran vencedor. En cuanto al general Mora
Rangel, dice que era ovacionado en todo acto público.

Pero, según él, Uribe no se conformó y pidió la cabeza de los malvados. Fueron
cayendo uno a uno cabezas importantes de las Farc, desde El Negro Acacio hasta Raúl
Reyes. Nadie se atrevía a poner en duda el triunfo de las FFMM. Además de eficaz y
limpia, la cruzada se caracterizó por la pureza de los medios y por sus contundentes
resultados, sostuvo el columnista.

Luego afirma que todo cambió sin saber por qué: imperó el juego sucio de la
guerrilla, en las reuniones internacionales se perdió todo lo ganado, se dieron de baja a tres
divisiones del ejército y, además, se le entregaron las llaves de la ciudad a los enemigos de
la paz. Después de ganarlo todo, lo perdieron todo, afirma Londoño, en tono resignado.

Desde la perspectiva del Álvaro Díaz, podemos decir que esta columna corresponde
a los fundamentos basados en el conocimiento del mundo del destinatario y a los basados
en los hechos y evidencias. Recordemos que el hecho de poder recorrer las carreteras
colombianas se ha convertido en una bandera de la Seguridad Democrática. Londoño sabe
que esta idea está presente en el imaginario popular colombiano y afirma que las FFMM

72
fueron quienes terminaron las pescas milagrosas de las carreteras. Este es sólo un ejemplo,
a manera de ilustración. Pero de hecho la columna está llena de estas premisas de tipo
afirmativo y tono triunfal. Veamos algunas: las FFMM enfrentaron a la guerrilla,
permitieron regresar 350 alcaldes a sus municipios, terminaron con las pescas milagrosas,
con los bombardeos con cilindros de gas, combatieron el secuestro, etc.

Al aplicar la teoría de Perelman, vemos, en primer lugar, la propiedad de la


transitividad, definida por Perelman y expuesta anteriormente. Londoño expone uno a uno
los supuestos logros alcanzados por las FFMM. Después de leer su columna, un lector poco
informado sobre las ejecuciones extrajudiciales podría pensar que, en efecto, la limpieza y
la eficacia son características propias de las Fuerzas Militares. Recordemos que los
argumentos presentados bajo la forma de silogismo (p → q) tienen un gran impacto en los
auditorios y revisten apariencia de lógica irrefutable, ergo, de verdad.

En segundo lugar, podemos identificar, de nuevo, nexos de sucesión. Si aplicamos


este razonamiento a la columna de Londoño puede intuirse que no hubo motivos para
remover los altos mandos del ejército.
Aunque cuesta un poco más de trabajo identificarlo, tal vez por el sarcasmo,
también está presente el nexo de coexistencia. Perelman los define como los que establecen
un lazo entre realidades de desigual nivel; de estas realidades, la una se presenta como la
expresión o manifestación de la otra, tal como la relación de una persona y sus acciones. En
este sentido, podemos ver que según Londoño hay una total identidad con las FFMM.
Desafortunadamente, no menciona los errores de los uniformados.
El argumento por inclusión, aunque en forma tácita, también hace parte de la
columna de Londoño. Recordemos que la inclusión de la parte en el todo permite decir que
el todo es más grande que cada una de sus partes. Lo que es una verdad demostrable en
aritmética y en geometría, se vuelve argumento cuasilógico si se sacan consecuencias de
este tipo: “el todo vale más que una parte”. Si tenemos en cuenta que el escándalo de los
“falsos positivos” tuvo un gran impacto en la sociedad colombiana, no es descabellado
pensar que Londoño insinúa que esos hechos aislados no son mayor cosa en comparación
con los logros obtenidos por las FFMM. Minimiza así la gravedad del delito.
Otro tipo de argumento utilizado fue el del ejemplo. En la argumentación por el
ejemplo, a partir de un caso particular se busca la ley, la estructura que él revela o la

73
generalización; se intenta, por medio de la evocación de un número de ejemplos de la
misma naturaleza, no dejar ninguna duda respecto al alcance de una situación particular
(Perelman, 1997, p. 143). En este caso, después de exponer todas sus razones, Londoño
pretende dejar claro que las FFMM cambiaron el país por uno mucho mejor y que pasaron
de ser supuestas víctimas, a victimarios.
Así mismo puede identificarse que la columna responde al fundamento basado en
hechos y evidencias, definido por el Álvaro Díaz. Recordemos que un argumento tiene
mayor solidez cuando está respaldado en hechos, porque si se parte de la evidencia —es
decir, de un vestigio, una manifestación material, social o psíquica de la ocurrencia de un
hecho— resulta difícil dudar de su certeza de forma racional. El problema del texto de
Londoño es que maneja varias premisas que no comparte su auditorio.
Veamos los siguientes comentarios:
Por: Alpigu
Maria leguizamon, fue una campesina que madrugó a ordeñar para llevar leche
caliente a sus hijas de dos y cuatro años, nunca regreso con la leche caliente, dos dias
despues fue muerta en combate por el ejercito, hoy esos dos angelitos van por las
calles de bogotá de la mano de su padre sin entender como desde las guarniciones
militares se invoca a maria, para luego salir a asesinarla; señor londoño por hechos
como este es que ustedes despues de ir ganando la guerra, la perdieron.

Por: parangon
No nos declaramos en derrota ante el mundo entero. solamente reconocemos nuestras
fallas humanas, ante el mundo entero. doctor londoño ¿qué le pasa? donde hay
hombres hay fallas, si reconocemos nuestros éxitos ante el mundo entero ¿qué hay de
malo que reconozcamos nuestras fallas? es de humanos errar. últimamente sus
columnas me hacen pensar que no ha tenido el cuidado, que siempre ha dedicado,
cuando se dedica a escribir.

Una vez tocado el tema de las audiencias, miremos un comentario a favor. El lector,
al parecer, escribió su aporte a partir de un forista que criticó a Londoño por el robo de las
acciones de Invercolsa:
Por: Forum
Entonces porque el señor debe unas acciones no puede hablar? será que los ínclitos
comentaristas no le deben un peso a nadie? no confundan las cosas. la verdad es una
dígala quién la diga. gracias señor londoño, gracias por sus verdades!

Ahora veamos un caso de un comentario no relevante:

74
Por: Burletero
Pura lírica barata de un viejo m.a.l.p.a.r.i.d.o. ladrón, corrupto y mafioso como usted
que ha pasado toda su cochina vida robando, estafando, asaltando la fe pública y
esquilmando al estado

El siguiente es el esquema de las intervenciones en el foro:

A favor En contra No relevante Total


13 25 52 90

Una vez hecha la caracterización acerca de las audiencias, pasemos a identificar las
falacias. En el primer párrafo, Londoño escribe que las Fuerzas Militares son limpias y
heroicas. La razón para afirmarloes que le hicieron frente a la guerrilla. Pero lo de limpias,
después de los “falsos positivos”, resulta por lo menos dudoso. Ya que no hay argumentos
que sustenten esta afirmación, puede decirse que estamos ante una petición de principio.

El segundo párrafo explica perfectamente la falacia del hombre de paja. En toda la


columna, pero específicamente en esta parte, se ignoran los argumentos en contra y se
resaltan los propios. Londoño señala que, gracias a las FFMM, más de 350 alcaldes
pudieron regresar a sus departamentos.

Sin embargo, creo pertinente señalar dos casos que derrumban la generalización del
columnista: el primero ocurrió a principios de enero de 2008, cuando murieron cuatro
policías en un atentado de las FARC en contra del alcalde de Arauquita3. El segundo es el
caso de dos concejales y del personero de Cartagena del Chairá que salieron del Caquetá
por presiones de la guerilla y llegaron a Bogotá en busca de protección4.

Después, Londoño afirma que el impuesto al patrimonio fue un voto por el futuro y
que no hubo una sola queja de personas ni de empresarios vapuleados por la desgracia.
Además de la falacia de apelación a la emoción, evidente por su lenguaje emotivo,
encontramos que el impuesto al patrimonio sí dio paso al debate público. El hecho de ser el
cuarto impuesto de la misma índole que se estableció en el gobierno de Álvaro Uribe
impulsó a EL TIEMPO a escribir un artículo para evaluar el tema5.

3
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3934760
4
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3007980
5
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2248785

75
La falacia de apelación a la emoción está presente en toda la columna. Veamos el
siguiente caso en el que la sobrecarga emocional en el uso del lenguaje es evidente:
“Colombia despertó de una larga pesadilla y creyó en su propio destino y se unió para la
hazaña. Y ese espíritu nuevo se nutrió de las Fuerzas Militares, limpias y heroicas, que le
hicieron frente al colosal enemigo que destrozaba las entrañas de la Nación”.
En el ejemplo anterior el autor también incurrió en la falacia de énfasis, que hace
parte de las lingüísticas. Recordemos que estamos ante esta falacia cuando resaltamos
determinados enunciados o algunos términos dentro de algún enunciado para obtener algún
efecto (Nocetti, 1990, p. 14). Londoño califica a las Fuerzas Militares de limpias y heroicas
por medio de un inciso explicativo. Quiere así resaltar las supuestas características de esta
institución con el fin de persuadir a los lectores de que se cambiaron los papeles en contra
de las FFMM sin razón aparente.
Además de caer en la ya explicada falacia de apelación a la emoción, veamos un
ejemplo en el que se incurre en una petición de principio: “Regresar a sus sedes más de 350
alcaldes, fugitivos en las capitales de los departamentos; recobrar las carreteras, perdidas
por las pescas milagrosas; impedir que los pueblos de cualquier parte volaran en pedazos
por los mortíferos cilindros de gas; combatir el secuestro, que cobraba cada año no menos
de 3.500 víctimas; cerrar el paso a las hordas asesinas que convertían en masacres
cualquiera deslealtad a su causa, parecían sueños inalcanzables, ideales para otra
generación más venturosa”.
Recordemos que ésta se comete cuando en un argumento introducimos
proposiciones no verificadas o inverificables como si fueran verdaderas —de un modo
intencional—― para desde allí arribar a conclusiones lógicamente coherentes e
irreprochables, y exigiendo por ello su aceptación (Nocetti, 1990, p. 39). Desde el punto de
vista de Londoño, hubo un tiempo en el mandato de Uribe en el que vivimos en el país de
las maravillas.
Para terminar con el análisis de esta columna, y aprovechando que ya se tiene una
idea de en qué consiste la falacia de la apelación a la emoción, creo pertinente citar algunos
ejemplos más:
1. Cuando Londoño escribió sobre aquellos “tiempos felices, que por felices se
fueron”, hizo la siguiente afirmación: “Cómo olvidar esas caravanas de automóviles

76
que volvían a los caminos mancillados de la Patria. Y cómo olvidar esos pañuelos
que flotaban al viento ante la presencia de un soldado, que estaba ahí, como
guardián y como símbolo. Y cómo dejar caer de la memoria la reacción ante las
noticias asombrosas de cada victoria, de cada avance, de cada consolidación de la
conquista”.
2. En su defensa de las Fuerzas Militares, Londoño apuntó: “En cada encuesta
nos parecía oír el eco atronador de una nueva ovación para el General Mora Rangel,
cuando concurría a cualquier acto público”.
3. Refiriéndose al triunfo de las FFMM sobre la guerrilla de las FARC,
Londoño escribió: “Pues fueron cayendo, uno por uno. El Negro Acacio', Martín
Caballero, Lozada, Cristóbal, JJ, Simón Trinidad, Sonia y, más tarde, Raúl Reyes,
Ríos, Karina, la lista interminable de las bajas enemigas, de las entregas forzadas,
de los éxitos impresionantesNadie se atrevía a poner en duda el triunfo de esa
cruzada magnífica”. Además, con esta frase final generaliza porque nos incluye a
todos en su plural mayestático.

“Así se mata la paz”


Esta columna publicada el 3 de diciembre de 2008 es, en parte, una defensa de la
señora Luduine Zumpolle y de su proceso de reinsertar guerrilleros. Pero también es un
ataque contra las personas que son y han sido ministros del Interior.

Después de calificar a Zumpolle como una luchadora por la paz, amante de nuestro
país, informa a los lectores sobre la labor que hace con los guerrilleros reinsertados. Luego
relata las injusticias que sufren ella y los guerrilleros que se han desmovilizado. A
continuación arremete contra algunos personajes que han ocupado la cartera del ministerio
del Interior y de Justicia. Pasa a contar qué hacen estos personajes cuando no quieren hacer
nada, y termina comparando el proceso de reinserción con el de las ‘pirámides’.

Podemos ver a qué tipo de esquema responde esta columna. Londoño utiliza la
forma del argumento cuasilógico por definición a lo largo de su escrito. Recordemos que
Perelman escribió que en éste razonamiento se presentan varios tipos de definiciones, desde

77
la normativa y prescriptiva hasta la compleja. En este caso, tenemos una definición
normativa porque el columnista determina quién es Zumpolle.

También podemos encontrar un caso del argumento basado en pesos, medidas y


probabilidades. En el tercer párrafo, Londoño escribió que gracias al tesón de la señora
Zumpolley al de sus colaboradores, tiene no menos de 600 guerrilleros de las FARC, que
pudieran ser más de mil, purgando penas en las cárceles colombianas. Recordemos que con
este argumento busca más impresionar que informar; la indicación de una magnitud
numérica absoluta podrá ser menos eficaz para este efecto que la indicación de una
magnitud relativa (Perelman, 1997, p. 109).
Así mismo, podemos identificar la forma del silogismo o del razonamiento por
transitividad. En este caso, Londoño parte de la premisa de que los ministros Sabas Pretelt,
Carlos Holgín y Valencia Cossio han hecho lo que hacen los ministros cuando no quieren
hacer nada – “dejarlo todo en las manos ineptas de los directores del Inpec” – para concluir
que a estos personajes les ha importado una higa la iniciativa de la señora Zumpolle.
Por otra parte, podemos identificar el uso de un argumento que combina la ley de
justicia y de reciprocidad con el razonamiento por la analogía. Leamos la siguiente
afirmación: “Buscamos a un voluntario que quiera y pueda decirle al presidente, que están
llamando a su puerta con un problema tan grave como el de las ‘pirámides’. Sólo que
mucho más promisorio y que todavía puede remediarse a tiempo”.
Recordemos que para Leibniz, dos seres son idénticos, si toda afirmación referente a
uno de estos seres es equivalente a una afirmación referente al otro; pero en la práctica, el
problema es saber en qué caso es racional o justo tratar de la misma manera dos seres, o dos
situaciones, que difieren, pero que relacionamos una a otra (Perelman, 1997, p. 95); por
otro lado, el argumento de reciprocidad es el que “asimila entre sí a dos seres o dos
situaciones, mostrando que los términos correlativos en una relación deben ser tratados de
la misma manera” (Perelman, 1997, p. 98). Al parecer, Londoño considera justo y
recíproco tratar de la misma manera el proceso de reinserción y el fenómeno de las
pirámides.
Veamos ahora el uso del argumento por analogía. Dado que en la analogía no se
habla en términos de igualdad, sino en términos de semejanza y que además sirve para
poner en evidencia algunos aspectos importantes en la descripción de un fenómeno, podría

78
decirse que Londoño emplea esta figura entre el caso de las pirámides y de la reinsersión.
Siguiendo al columnista, la diferencia entres estos dos hechos radica en que el segundo es
mucho más prometedor y puede remediarse a tiempo (Perelman, 1997, p. 159).
Ahora, aplicando la teoría del profesor Álvaro Díaz, podemos decir que este texto
cumple con las características de los fundamentos basados en el conocimiento del mundo
del destinatario. El hecho de que los ministros dilaten el proceso para ayudar a las personas
reinsertadas, promueve una imagen negativa de quienes han ocupado este cargo.
Estudiemos ahora la recepción que tuvo esta columna.

A favor En contra No relevante Total


10 02 24 36

Entre los comentarios a favor, creo pertinente rescatar éste porque reconoce el
oscuro pasado de Londoño y aún así se muestra de acuerdo con el columnista:

Por: caribecaliente1020
Una vez un drogadicto paso por el frente de mi casa y me pidió unas moneda para
comer, de inmediato le dije que no tenia, sabiendo de antemano que dichas monedas
iban parar en un expendedor de droga. fijo su mirada en mi y dijo: el hecho de ser lo
que soy no me quita el derecho de decirle a usted que su juicio en contra de mi vicio lo
conduce a en ocasiones a errar, pero más allá de mi adición, la verdad de mi hambre es
real. fernado londoño puede ser el ser mas ................ que pueda existir en colombia,
pero lo que escribió aquí es una verdad dolorosa y cruda sobre la paz en colombia, y
sobre eso hay que reconocerle que escribió con certeza.

A continuación veamos el caso más representativo de los comentarios en contra:

Por: jaragome
Ni es belga, ni profesa un desinteresado amor por colombia. es holandesa y quienes la
conocemos estamos seguros que no es mas que una oportunista y arribista a quien
ninguna otra ong seria le reconoce un trabajo eficaz por la paz. solo ha buscado el
protagonismo en todos los procesos de dialogo que se han desarrollado en colombia.
con respecto a colombia y los colombianos es habitual escucharle expresiones
despectivas contra los colombianos en general. hace algunos anos no salia de los
campamentos guerrilleros buscando notoriedad. cuando los grupos guerrilleros
descubrieron sus verdaderos propositos y no le permitieron nunca mas acercarse a
ellos, entonces busco a carlos castano para quien nunca oculto una profunda
admiracion. es un camaleon que se acomoda a la situacion politica del momento. de
ahi los elogios de ese gran truhan fascista heroe de invercolsa otrora contrabandista de
cafe hacia venezuela.

79
Del comentario, sólo puedo afirmar que en efecto la señora Zumpolle es holandesa
y que después de leer varios artículos de prensa, queda claro que esta señora está
comprometida con el proceso de reinserción6.
Varios de los comentarios no relevantes no se relacionan con las ideas expuestas por
Londoño. Muchos se van en contra del ethos de la fuente y otros no se vinculan de ninguna
manera con la argumentación. Veamos un ejemplo:

Por: garangog

Ahora el petardo de oscar collazos resultó gay, que tal irse lanza en ristre contra la
dulce natalia paris,lo único que le faltaba a este imbé@cil

Podemos pasar ahora al análisis de las falacias. Tal vez la más sobresaliente a lo
largo del escrito es la definición persuasiva. Ésta se da al definir un término de tal manera
que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo. En este caso vemos que
Londoño describe a esta señora con un lenguaje bastante persuasivo. El columnista utiliza
expresiones como mujer extraordinaria, ama a Colombia como difícilmente habrá otro que
la ame, lo que hace esta señora excede los términos normales de la devoción, etc. Falsa
apología.
También podemos identificar esta falacia cuando Londoño define a las FARC como
una organización maldita, reducida hoy al triste papel de cartel de cocaína. De hecho, puede
ser que esta afirmación tenga más verdad que mentira, pero está expresada de tal manera
que puede considerarse como un caso de esta falacia.
Esta falacia está vinculada con la apelación a la emoción. Como hemos visto, el que
incurre en esta falta quiere vencer con las palabras, quiere conmover para despertar un
estado de ánimo basado en la más alta emotividad; de este modo, no es necesario razonar,
basta con elegir el tono y los adjetivos adecuados, calificar en vez de explicar, hacer sentir
en lugar de hacer pensar.
También podemos identificar un caso de apelación a la piedad. Estamos frente a
esta falacia cuando se recurre al sentimiento de misericordia para lograr adhesión a una

6
http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/holandesa-colombia-trata-ayudar-guerrilleros-
presos/124489.aspx
http://www.semana.com/noticias-seguridad/para-salen-olivo-saldana-karina/121426.aspx
http://www.semana.com/noticias-justicia/presos-quieren-ayudar-encontrar-desaparecidos/120133.aspx

80
argumentación, priorizando el discurso emocional sobre el lógico (Nocetti, 1990, p. 36) y
esto mismo es lo que se ve reflejado en el siguiente caso: Refiriéndose a los guerrilleros
reinsertados, Londoño escribió: “No hay injuria que se les haya economizado, ni amenaza
que no hayan recibido, ni anatema del que no hayan sido víctimas. Pero siguen impasibles,
resistiendo esos embates con la entereza de aquellos a los que la vida no les deja otro
camino que el del heroísmo”.
Por último, podemos decir que la falacia del ataque personal o ad hominem está
presente en la columna. Este razonamiento se caracteriza porque se hace uso de
insinuaciones maliciosas o acusaciones sin prueba alguna que las justifique. Londoño cayó
en esta falacia al escribir con sarcasmo que la limpieza de corazón y de patriotismo de las
personas que se han desempeñado como ministros del interior se dan por supuestas.

81
Capítulo II

En busca de evidencias
Daniel Coronell, un recolector de hechos y pruebas para sustentar sus juicios

El objetivo de este texto es acercarnos a las columnas de opinión escritas por Daniel
Coronell entre el 27 de septiembre y el 1º de noviembre del 2008. Durante este periodo, el
periodista escribió sobre la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes,
sobre algunos autores del libro titulado Parapolítica, verdades y mentiras, sobre las
semejanzas entre el gobierno de Colombia y Venezuela ante las denuncias de Human Right
Watch, sobre la actitud del Presidente de la República ante las investigaciones en contra del
Estado, y sobre el único aspirante a Procurador que había en ese momento.
Coronell estudió en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Se graduó de
Comunicador Social y Periodista en la Universidad Externado de Colombia. Tiene estudios
de especialización en Suiza y en España. Ha trabajado como director de NTC y RCN. Fue
Coordinador General del Noticiero de las 7 y del Medio Día. También se desempeñó como
Jefe de Redacción del Noticiero Nacional y como director de programas periodísticos como
“Protagonista” y “Magazín 07:30”.
Ha recibido seis veces el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Ha sido
profesor de la Universidad Javeriana, del Externado de Colombia y actualmente hace parte
del equipo de la Especialización en Periodismo de la Universidad de los Andes. En agosto
de 2005, el periodista y su familia tuvieron que exiliarse en Estados Unidos y regresaron en
julio de 2007. Actualmente se desempeña como Director de Noticias Uno y tiene una
columna en Revista Semana.

“Los investigadores”

La primera columna que vamos a analizar se titula “Los investigadores”, publicada


en Semana el 27 de septiembre de 2008.

82
Siguiendo los planteamientos de Stephen Toulmin, el punto de vista que plantea
Coronell es que no se puede esperar un proceso claro y justo de la Comisión de
Acusaciones, porque sus integrantes han recibido favores del gobierno (Díaz, 2002).
Para sustentar su afirmación, Coronell se basa en tres casos. El primero es el del
señor José Gerardo Piamba Castro, Presidente de la Comisión y Representante Conservador
del Cauca, ya que gracias a sus recomendaciones, las siguientes personas accedieron a sus
respectivos puestos: Liliana Riomalo, en el Seguro Social del Cauca; Néstor Alfonso
Dorado, como gerente del Centro de Comercio y Servicios del Sena en Cauca; y Diego
Guzmán Alegría, quien asumió la gerencia del aeropuerto de Popayán.
En este caso, el columnista hace uso de los argumentos cuasilógicos relacionados
con las contradicciones e incompatibilidades. Este argumento consiste en detectar las fallas
lógicas en las que incurren algunas perssonas con sus acciones o sus palabras. El argumento
muestra las incompatibilidades o incoherencias que se pueden develar en casos específicos;
a veces, en una argumentación aparentemente bien fundada. Por ejemplo, existe un
conflicto entre haber recibido favores del Gobierno Nacional, y desempeñarse como
investigador del Presidente de la República.
Luego, el columnista describe la "meritocracia cerrada”. Es un proceso que consiste
en “pre-clasificar para un concurso de selección, solamente a los recomendados del político
al que le corresponde el puesto. De esta manera se cumple con las formas y se sigue con el
clientelismo”. Lo anterior responde al esquema del argumento por definición, expuesto por
Chaim Perelman.
Después, Coronell afirma que dos hijos del señor Piamba, tres de sus hermanos, su
cuñada y su ex esposa están involucrados en una estafa. Esta última señora fue condenada a
seis años de prisión. En este caso, nos enfrentamos a un argumento por transitividad. El
hecho de que muchos integrantes de la familia del señor Piamba estén involucrados en
actividades irregulares es un indicio de que el investigador es, por lo menos, cómplice de
ellos.
El segundo caso que expone el columnista, es el del señor Édgar Eulises Torres,
Representante del Chocó, por Cambio Radical. Fredy Gómez Sanclemente, gracias al
congresista, fue nombrado Director de la Caja de Compensación Familiar Campesina

83
Camcaja, en el Chocó. Albín Sánchez Rojas está al frente de la Oficina de Registro de
Itsmina y Sonia Damaris Valdés fue vinculada a la Superintendencia de Notariado.
Édgar Eulises Torres también es investigado por su presunta relación con el
extraditable Olmes Durán Ibargüen, alias el 'Doctor'. De hecho, hay una grabación en la que
el capo menciona al congresista pidiendo comisión por un negocio.
Este caso presenta la misma incompatibilidad y el mismo conflicto del señor José
Gerardo Piamba Castro; explicada anteriormente. Hay que decir que en el caso en el que se
comprueben los nexos entre Édgar Eulises Torres con el narcotráfico, este personaje no
tendrá ninguna autoridad moral para desarrollar ninguna investigación.
El tercer caso es el del Representante Carlos Ramiro Chávarro, también miembro de
la Comisión de Acusaciones. Con él se reitera el uso del argumento relacionado con las
contradicciones y las incompatibilidades. Gracias a él, Camilo Castrillón Quintero fue
nombrado director regional del Sena del Huila.
Así, se reitera que el argumento que utilizó Coronell en gran parte de la columna
responde a las características de los que se relacionan con las contradicciones y las
incompatibilidades.
Retomando la Teoría de Stephen Toulmin, recogida por el profesor Álvaro Díaz
(2002), podemos afirmar que la columna está escrita sobre una fundamentación basada en
los hechos y en las evidencias. Coronell cita todos los casos en los que los miembros de la
Comisión han recibido favores del Ejecutivo.
En cuanto al garante, podemos afirmar que los miembros de la Comisión, con tantas
explicaciones pendientes, no tienen autoridad moral para actuar como jueces. Y en ello hay
consenso social.
Ahora analicemos las falacias. El siguiente es un caso de falla en el razonamiento
por ambigüedad. Recordemos que este tipo de falacia se caracteriza por tener enunciados
inciertos en su significación. Refiriéndose al proceso que adelanta la Comisión de
Acusaciones de la Cámara de Representantes en contra del Presidente, el columnista
escribió: “Al lado de Piamba, en el proceso de absolución del Presidente, trabaja el
representante chocoano por Cambio Radical Édgar Eulises Torres”.
Estamos ante una falacia de anfibología porque lo escrito por Coronell tiene doble
sentido, revela una ambigüedad y se presta para equivocaciones. Observemos que hay un

84
mal entendido entre decir Comisión de Acusaciones y Comisión de Absoluciones. Ambos
términos denotan significados diferentes a pesar de su parecido fonético. Por lo tanto, es
diferente afirmar que el Presidente enfrente un proceso de acusación, que un proceso de
absolución.
Seguramente, algunos lectores podrían interpretar la conclusión de la columna como
un ejemplo de la falacia de la pregunta capciosa. En efecto, es notoria la intensión del
columnista de obligar al lector a responder negativamente su pregunta: nadie podría esperar
un proceso claro y justo en la Comisión de Acusaciones cuando los representantes
investigadores son beneficiarios del generoso clientelismo gubernamental.
Lo mismo ocurre con el segundo interrogante que plantea Coronell. La respuesta,
obvia, es que los representantes citados en el texto, con tantas explicaciones pendientes, no
tienen autoridad moral para actuar como jueces.
Sin embargo, estos casos no pueden ser tomados como falacias. Las respuestas a las
que induce Coronell están sustentadas por fuertes premisas, con casos específicos que
pueden identificarse a través del texto y que llevan lógicamente a esas conclusiones. Por lo
tanto, este esquema sigue la estructura de un argumento de Perelman, explicado en el marco
teórico.
En cuanto a la recepción que tuvo esta columna entre sus lectores, vale la pena
mencionar que los comentarios irrelevantes son aquellos que no tienen nada que ver con las
ideas planteadas por el columnista o que incurren en insultos y malas palabras:

A favor En contra No relevante Total


38 8 34 80

Con base en el cuadro anterior, la mayoría de los foristas estuvo de acuerdo con el
argumento de Coronell. Veamos un ejemplo:
carlitos way7 ―
Los investigadores gozando de privilegios que le deben al investigado, creo que la
imparcialidad no es más que una utopía en este asunto, es la triste y aberrante realidad.
Muy bien sustentada esta columna Daniel, como siempre.

7
Las transcripciones de los comentarios en los foros de opinión son fieles a los originales, con sus erratas, con
el fin de no desvirtuar los usos del lenguaje en el ámbito digital.

85
El siguiente es un ejemplo de un forista que se manifestó en contra de Coronell
usando el siguiente argumento:
Hernando Buendía Ortiz
Soy lector frecuente de sus artículos señor Coronell. Pero en esta si se pifió por falta de
información o la fuente la informó muy mal. El señor Castrillón fue nombrado en el
cargo hace varios años, mucho antes de que se conocieran todos estos rollos en los que
está el señor Uribe y de las investigaciones en las que está el Congresista Chavarro. De
manera que lo que usted dice está fuera de todo contexto, al menos en cuanto al
nombramiento del señor Castrillón.

Para terminar con el análisis de esta columna, veamos uno de los casos más
representativos de un comentario no relevante:
gustavo lozada gonzalez
FARC= NARCO CACORROS UNIDOS POR COLOMBIA. DANIEL CORONEL
=LAME CULO A CANO CACORRO

“Cuatro personajes en busca de un autor”

Ahora analizaremos la columna publicada por la Revista Semana, el 4 de octubre de


2008, titulada: “Cuatro personajes en busca de un autor”, escrita por Daniel Coronell. Este
texto resulta ser una alusión a una de las piezas dramáticas más conocidas de Luigi
Pirandello. En la obra, seis personajes confrontan al auditorio, afirmando que ellos tienen
vida propia, no dependen del autor, y que tienen una historia que contar. En este caso, el
lanzamiento del libro: Parapolítica, verdades y mentiras impulsó al periodista a escribir
esta cuartilla.
Veamos la siguiente afirmación: “Podríamos escribir sobre las falacias y las
verdades a medias contenidas en esas páginas; pero tal vez resulte más atractivo conocer a
algunos de sus desinteresados autores”. Podemos deducir entonces que la columna trata de
convencernos de que los escritores del libro no son personas desinteresadas.
Para desarrollar su argumento, el periodista analiza a tres de los diez escritores del
libro. El primero en la lista es José Obdulio Gaviria. Luego de nombrar uno a uno los
títulos de las obras que ha escrito el ex―asesor presidencial durante su último cargo, lo
compara con Félix B. Caignet, prolífico escritor cubano, autor del melodrama El derecho
de nacer, llevado a la radio colombiana en los años 50, para deducir que José Obdulio
Gaviria es un escritor con basta producción literaria.

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Hasta este momento podemos identificar el uso de un argumento basado en el
ejemplo. Éste se presenta cuando el periodista nombra los libros escritos por Gaviria.
Coronell intenta por medio de la evocación de ejemplos de la misma naturaleza, no dejar
ninguna duda respecto a que el ex―asesor presidencial ha escrito varios textos, con tono
irónico, por supuesto.
Más adelante, Coronell explica de dónde salió el dinero para financiar la obra de
José Obdulio Gaviria y muestra cómo este personaje trabaja para el Gobierno, y devenga
honorarios, sin ser un empleado público. Aquí podemos identificar el argumento
relacionado con las contradicciones e incompatibilidades. Hay un conflicto entre la obra
literaria de Gaviria y el origen de los fondos que la financiaron.
Para terminar con el tema de Gaviria, el columnista afirma que los viajes que ha
hecho José Obdulio a otros continentes han sido financiados por recursos públicos
administrados por Luis Carlos Restrepo. En este caso se aplica el mismo argumento
explicado en el párrafo anterior.
El segundo personaje en la lista es Juan Carlos Moncada Zapata. Según Coronell,
gracias a su cercanía a Mario Uribe y a William Vélez, Moncada ha desempeñado cargos
en el Incora y la Contaduría General, entidades manejadas por los dos personajes
mencionados.
El capítulo que Moncada escribió está dedicado a predicar la inocencia del primo
del Presidente. En él no se nombra que el autor del capítulo es socio del abogado defensor
de Mario Uribe. Este caso representa el argumento basado en los nexos por sucesión porque
busca dar cuenta del porqué el señor Moncada escribe a favor del ex congresista
investigado por parapolítica.
El tercero en la lista es Libardo Botero. El gobierno ha presentado a este señor como
representante sindicalista ante entes internacionales. Según el columnista, su representación
no alcanza ni al 0.25 por ciento de los trabajadores sindicalizados. Nuevamente, vemos la
aplicación de las contradicciones e incompatibilidades, explicado ampliamente en el
análisis de la columna anterior.
El último coautor del libro al que Coronell hace referencia es William Calderón,
conocido como 'El Barquero'. Según el columnista, en el 2001, este personaje parecía ser
simpatizante de Álvaro Uribe, de Noemí Sanín y de Horacio Serpa. A partir de lo anterior

87
podemos identificar por qué Calderón escribió en contra de las investigaciones de
parapolítica. Un caso más de una argumentación basada en incompatibilidades.
Podría decirse que la columna, en general, responde al esquema del antimodelo,
porque después de conocer los orígenes de quienes escribieron el libro, ellos se convierten
en un claro ejemplo de mala vida y de mal gusto.
Esta columna es un ejemplo de los fundamentos basados en el ethos de la fuente. En
ella se hace referencia a la confianza y el respeto que deberían inspirar las fuentes; es decir,
quienes escribieron el libro.
El garante que se utiliza en esta columna es que a partir de la procedencia de los
autores mencionados, puede entenderse por qué escriben en contra de las investigaciones de
parapolítica. Sin embargo, es necesario decir que, si bien es importante saber quién dice
qué, lo más importante debería ser lo que dice; no la fuente. En esa medida, podría pensarse
que la columna incurre en la falacia Ad Hominem Ofensiva, porque la argumentación va
dirigida a quienes escribieron el libro y no a lo que escribieron.
Veamos ahora, cómo reaccionaron los lectores ante esta columna. En este caso,
muchos de los comentarios que se clasificaron como no relevantes utilizaron calificativos
fuertes para referirse a José Obdulio Gaviria o a alguno de los otros escritores:

A favor En contra No relevante Total


56 16 69 141

El siguiente es un caso de un comentario a favor del argumento planteado por


Coronell. Al parecer, los razonamientos del columnista convencieron totalmente al forista:
OSCAR JAVIER GONZALEZ FERRUCHO
Sus investigaciones son bastante buenas, leyendolo a usted se comprende a perfeccion
que es un periodismo investigativo, no entiendo por que sus columnas no son
escuchadas como debieran ser, deberian ser trascendentales en la vida nacional. Es ud
sin duda una de las mejores partes de la oposicion, con argumentos lo bastante fuertes
como para creerle

Veamos ahora el caso contrario:


Andres Gonzalez
Ad hominem Daniel, ¡y muy buen ad hominem! Tiene razón, es tan aburrido tratar de
defender la razón y la decencia que es mejor, y mas divertido ver a estos personajes a
través de ojos zoológicos, como quien vé avechuchos y alimañas en el canal de Animal
Planet.

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Para terminar con el análisis de esta columna, veamos un caso de comentario no
relevante. Después de que algunos foristas atacaran a Coronell, el siguiente comentarista
salió en su defensa, mostrando un buen argumento. Sin embargo, no se debate ni a favor ni
en contra de la tesis expuesta por el periodista:

Falto De Oficio
Es increíble que aquí concurra tanta gente que, al no tener argumentos, sólo se les
ocurra resaltar la condicón (sic) de gay del columnista. Como si el culo tuviera algo
que ver con la ética, la honradez o la objetividad.

“Las andanzas de un honorable”

Pasemos ahora a analizar esta columna del 11 de octubre de 2008. Parece una
continuación del texto publicado el 27 de septiembre, que lleva por título “Los
investigadores”. En esa oportunidad, ya se había hecho referencia a que no se podía esperar
un proceso claro y justo del representante Édgar Eulises Torres.
En “Las andanzas de un honorable” el punto de vista del columnista es que el
Representante a la Cámara, Édgar Eulises Torres, no puede integrar la Comisión de
Acusaciones que investiga al Presidente porque durante este periodo presidencial ha
recibido favores del gobierno.
Su primer argumento es que en el 2004, la Procuraduría multó al congresista por
usar sus influencias para nombrar a Julio Eliécer González Cuesta como jefe de la Unidad
Seccional de la Contraloría en el Chocó. En este caso, podemos ver nuevamente la
aplicación del razonamiento que se basa en incompatibilidades, ampliamente explicado en
el análisis de “Los investigadores”.
Aquí podemos identificar el siguiente garante: una persona juzgada como culpable
en un proceso adelantado por la Procuraduría, no debería ser miembro de la Comisión de
Acusaciones. Hay otro: a partir del fallo del ente investigador, la relación entre el
congresista y Julio Eliécer González es evidente.
El segundo razonamiento tiene la forma de un argumento complejo. Coronell afirma
que, durante este gobierno, Julio Eliécer González fue nombrado como liquidador de la
Electrificadora del Chocó. Desde este cargo, González saldó la cuenta que tenía con el
congresista porque hizo que una de sus tías se viera beneficiada con un negocio, a todas

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luces rentable. Dado que las proposiciones que componen este argumento están
encadenadas y que además llevan a una conclusión, en este caso implícita, podemos afirmar
que estamos ante una relación de transitividad.
Veamos lo expuesto en el párrafo anterior. Como liquidador de la empresa,
González puso en venta un lote muy bien avaluado que en menos de quince días fue
vendido a Cruz Alba Torres, tía del representante a la Cámara. Una vez liquidada la
electrificadora, el consorcio que administra la nueva empresa tomó en arriendo el mismo
lote por la suma de tres millones de pesos mensuales.
El tercer argumento que utiliza Coronell es que resulta contradictorio que una
persona con los antecedentes que tiene Flor Mariela Torres Murillo, hermana del
representante a la Cámara, diga que se desempeña como Jefe de Control Interno de la
Superintendencia de Industria y Comercio gracias a sus méritos.
Flor Mariela, al momento de asumir su cargo en la Superintendencia de Industria y
Comercio, fue sancionada por la Procuraduría. El ente investigador determinó que ella
había cometido faltas mientras ocupó la Dirección del Departamento Administrativo de
Salud del Chocó: La hermana del congresista nombró funcionarios que no cumplían con las
calidades para ocupar los cargos y, además, se le comprobaron irregularidades en contratos
de obra pública y de suministro de medicamentos.
El anterior es un evidente caso más del argumento de contradicciones e
incompatibilidades expuesto por Perelman y ya explicado en este análisis.
El último argumento de Coronell, que a la vez cumple la función de garante en esta
columna, es que el representante a la Cámara no puede ser miembro de la Comisión de
Acusaciones porque sus 17 años de gestión no han servido para sacar de la pobreza al
Departamento del Chocó, pero sí para beneficiar a familiares y recomendados. Este es un
ejemplo del razonamiento basado en pesos, medidas y probabilidades. La referencia al
tiempo que el representante se ha mantenido en su cargo, más que informar, impresiona.
En cuanto a la fundamentación, podemos decir que esta columna se basa en el
conocimiento del mundo del destinatario. Tengamos en cuenta que se parte del hecho de
que una persona con tantas fallas en su comportamiento no puede juzgar a nadie, porque no
tiene la autoridad moral para hacerlo.

90
A esta altura del análisis, es importante advertir que éste es el primer caso en el que
no encontramos falacias o fallas en el razonamiento. En cuanto a la percepción que tuvieron
los lectores, podremos afirmar que la mayoría manifestó estar de acuerdo con las ideas
expuestas por Coronell, veamos un caso:

antonio franco jaramillo


que se puede esperar de un investigador corrupto y retroalimentado por el régimen
corruptor??????nada, adsolución.

El siguiente caso representa a quienes se mostraron en contra. El comentario refleja


un mal entendido en la concepción del deber ser de una columna de opinión:

augusto Velasquez salazar


Definitivamente, para ser atacado por Ud en su ya desprestigiada columna, porque
siempre tiene el veneno de atacar a Uribe, sus comentarios, no han dejado sino eso,
desprestigio de quien se refiere pero nunca han conducido a verdaderas soluciones que
deberia ser el resuiltado de una columna de opinión, pero para Ud el objetivo es solo
uno: URBE, que va a hacerf cuando uribe se retire?

Para terminar con el análisis de esta columna veamos uno de los 29 comentarios que
fueron clasificados bajo la modalidad de irrelevantes. A pesar de que el forista tiene razón,
no le aporta nada al debate:

Luis Ernesto Castañeda


PREFIERO LOS INSULTOS E INCOHERENCIAS DE LOS URIBISTAS A LA
AUSENCIA CASI ABSOLUTA DE SUS COMENTARIOS

Veamos el cuadro:

A favor En contra No relevante Total


65 06 29 100

“Espejito, espejito”

Esta columna fue publicada el 18 de octubre de 2008. Esta vez, Coronell parte de
que las diferencias entre los gobiernos de Colombia y Venezuela son obvias y evidentes. Su
argumento pretende establecer las semejanzas entre estas dos administraciones. El punto de

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comparación entre ambos gobiernos fue la forma como estos reaccionaron ante el informe
publicado por Human Rights Watch para las Américas (HRW) en sus respectivos países.
Coronell escribió sobre cuándo, cómo, dónde y por qué fue expulsado de Venezuela
el director ejecutivo de HRW, Miguel Vivanco. Luego, cita algunos de los abusos del
gobierno venezolano denunciados por la ONG. Después, advierte que a pesar de que todo
lo contenido en el informe estaba debidamente sustentado, el Gobierno de Chávez calificó
la presentación como una agresión a la soberanía venezolana.
Más adelante, este punto le servirá al columnista para hacer una comparación entre
Colombia y Venezuela. Al aplicar la teoría, este razonamiento cumple con las
características de la argumentación por el antimodelo. En este caso, Venezuela es un mal
ejemplo de cómo reaccionar ante las denuncias de HRW.
Posteriormente, Coronell cita las declaraciones de Nicolás Maduro en contra de
Vivanco y retoma la explicación que dio el canciller venezolano para tomar la decisión de
expulsar a esta ONG de su país. Enseguida, afirma que la prensa chavista no reseñó el
contenido del informe, sino la descalificación que el gobierno le hizo. Cita algunos titulares
que le dan la razón. Con base en lo expuesto en el párrafo anterior, estos casos también
ilustran el argumento por el antimodelo.
Después, cita un editorial del diario EL TIEMPO en el que se afirma que lo que
provocó la reacción de Chávez ante la publicación de HRW fue darle mayor divulgación a
las denuncias del informe. Posteriormente, Coronell se une a la idea de que la
descalificación del informe y la expulsión de Vivanco confirman la intolerancia denunciada
por la ONG.
Estamos ante un caso de razonamiento por ilustración. Por medio del caso del
diario colombiano, Coronell representa la regla del buen obrar. Con base en la idea que se
ha generado en la opinión pública en contra de las reacciones del gobierno venezolano, el
columnista ilustra el buen parecer de la gente.
Más adelante, el columnista expone el caso colombiano. Empieza por rescatar tres
apartes del informe de HRW sobre la situación de nuestro país. Coronell afirma que al día
siguiente de la publicación, José Obdulio Gaviria arremetió contra la ONG en una
entrevista publicada por la FM de RCN.

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En otras palabras, José Obdulio Gaviria y Nicolás Maduro obraron de la mima
forma. Por lo tanto, este razonamiento responde al esquema de la argumentación
relacionada con las contradicciones e incompatibilidades y por analogía: la actitud
adoptada por estos dos personajes lleva a un conflicto con lo comúnmente aceptado por la
opinión pública.
Por otra parte, el diario EL TIEMPO, ese mismo viernes, titula como lo hicieron los
diarios oficialistas venezolanos. La noticia fue publicada en la página 1-4 del periódico,
haciendo énfasis en las reacciones del Gobierno y no en las denuncias del informe. Un caso
más del argumento relacionado con las contradicciones e incompatibilidades.
Ahora veamos la aplicación de la teoría de Toulmin. Esta columna está
fundamentada tanto en los hechos y evidencias, como en el conocimiento del mundo del
destinatario. En el primer caso, porque Coronell se basa en las reacciones de Maduro y de
José Obdulio después de las publicaciones de HRW y de la manera como titularon los
medios oficialistas el incidente con la ONG. Y en el segundo caso, porque el columnista
respalda su argumento en que el auditorio comparte una forma íntegra de obrar tanto de los
funcionarios públicos, como de la prensa.
De la fundamentación basada en el conocimiento del mundo del destinatario, parte
también el garante de la columna de Coronell. La forma como reaccionó la oficialidad,
tanto en Venezuela como en Colombia, no fue la correcta. Y la manera de obrar de la
prensa, en ambos casos, es desde todo punto de vista incorrecta.
En cuanto al tema de las falacias, esta es la segunda columna de Coronell que sale
en limpio. Algunos podrían pensar que el periodista incurrió en una falla de lenguaje al
momento de calificar de “modesta” la noticia publicada por EL TIEMPO, después de la
divulgación del informe de HRW en Colombia. Pero, en efecto, el adjetivo aplica si se tiene
en cuenta que esta información pasa casi desapercibida al compararla con el editorial que se
publicó en el periódico a partir del caso venezolano.
En cuanto al impacto que tuvo la argumentación de Coronell en sus lectores,
podemos ver que la mayoría estuvo de acuerdo con las ideas planteadas por el periodista.
Veamos un caso:

Enrique Guerra Guerra

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La única diferencia existente entre uno y otro personanje es que Chavez ha montado en
Venezuela una dictadura de Izquierdas y Uribe en Colombia una dictadura de
derechas.

Ahora, citemos uno de los foristas que se manifestaron en contra:

Luis Felipe Cogollo Negrete


No hay peor ciego que el que no quiere ver. En el ejemplo que pone, se ven muy claras
las diferencias. En Colombia puede decir las barbaridades o impertinencias que quiera,
omitiendo obviamente a las FARC y sesgos de la "Honrorable" CSJ y no es expulsado,
lo que sí pasó en Venezuela.

Veamos un caso de comentario no relevante:

Jose Ricardo Meriño Barrios


JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...DEFINITIVAMENTE ESTE SEÑOR,ES LA
TAPA...!!!!!!! VIVA URIBE III, DUÉLALE A QUIEN LE DUÉLA.

A favor En contra No relevante Total


51 18 51 120

“Inteligencia superior”

Esta columna, escrita por Coronell, fue publicada el 25 de octubre de 2008. El punto
de vista del periodista es que la administración de Álvaro Uribe cree que hacer fracasar las
investigaciones contra el gobierno y sus aliados es una forma de garantizar la seguridad del
Estado.
El primer caso es el de las interceptaciones telefónicas, conocidas popularmente
como ‘chuzadas’, que hizo el Departamento Administrativo de Seguridad a periodistas y
políticos de la oposición.
Siguiendo a Coronell, después de que salieran a la luz pública los documentos que
probaban que del DAS salió la orden de grabar a Gustavo Petro y al Polo Democrático,
Uribe se declaró víctima de sus propios agentes. "Es prácticamente una trampa al
gobierno", afirmó el mandatario. Luego, el periodista sostuvo que el Gobierno quiere culpar
a sus contradictores políticos de las acciones de sus funcionarios.
Estamos frente a un caso de un argumento relacionado con las contradicciones y
las incompatibilidades. Dado que el documento es oficial del DAS, la investigación debería

94
ser conducida hacia quien emitió la orden de hacer dichos seguimientos. Pero ocurrió algo
distinto. El Presidente se vio más interesado en conocer, supuestamente, quién le quiso
hacer daño. Esta fue una forma de desviar la investigación y, por supuesto, su actitud nos
lleva a un conflicto entre lo que hizo y lo que debió hacer.
Después, Coronell nos presenta un caso en el que se evidencia nuevamente el
argumento basado en contradicciones. Según el periodista, Álvaro Uribe dijo que su
administración no investiga a nadie por su posición política. Pero en una conferencia de
prensa para contrarrestar el debate de Gustavo Petro sobre la parapolítica en Antioquia dijo:
"Yo tengo pruebas, que no las voy a revelar, son de inteligencia militar y policiva, de
algunas personas que han ido a Estados Unidos, que dicen: ya nos tiramos en el Tratado
acusando a este tal por cual de Uribe”. De lo anterior se infiere, por las palabras del
Presidente, que el Gobierno ya sabía de las “chuzadas” a la oposición.
Posteriormente, para sustentar que Uribe culpa a sus contradictores de las acciones
de sus funcionarios, cita la respuesta del Presidente a una pregunta de Félix de Bedut. En
otras palabras, el primer mandatario dijo que el DAS sigue al gobierno porque la oposición
exhibe unos documentos oficiales a los cuales no tiene alcance. Estamos, otra vez, ante un
argumento basado en incompatibilidades, explicado varias veces en este documento.
Más adelante, Coronell reitera el uso del argumento por incompatibilidad. Esta vez
sostiene que el DAS trabajó para desprestigiar a Yidis Medina. Esta institución no tiene
dentro de sus funciones citar ruedas de prensa para que hablen particulares. La entidad
permitió que, frente a los medios, un fotógrafo de Barrancabermeja declarara en contra de
la ex―congresista.
En esta columna es más que claro el uso del argumento por incompatibilidades y
contradicciones que detecta Coronell en el discurso oficial pero no es el único que podemos
identificar. En primer lugar, el razonamiento que se apoya en la sucesión también está
presente. La razón es que la estructura del texto sirve para dar cuenta de un comportamiento
que se está volviendo cotidiano por parte del Álvaro Uribe.
Otro esquema que podemos encontrar es el de coexistencia. Dado que la idea que
uno se hace del Presidente de la República está en constante contradicción con sus actos es
evidente este tipo de razonamiento.

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El argumento por el antimodelo también está presente en esta columna. Después de
lo escrito por Coronell, estaría muy mal visto que cualquier futuro presidente —en el
hipotético caso que algún día tengamos otro— siga el modelo de Álvaro Uribe.
El argumento por el ejemplo es el que aparece de forma más clara en el texto de
Coronell. Después de exponer el caso de las ‘chuzadas’ del DAS, el del fotógrafo que dio
declaraciones en una rueda de prensa contra Yidis Medina, y de mencionar lo que pasó con
Tasmania, con el caso de las cartas del paramilitar Francisco Villalba, escritas realmente
por Chucho Sarria, y con la reunión de los emisarios de 'Don Berna' y altos funcionarios de
la Presidencia, podemos afirmar que Coronell no deja duda respecto al alcance de su tesis.
Pasemos ahora a identificar ciertos aspectos planteados en la teoría de Toulmin.
Siguiendo la definición de Álvaro Díaz (2002) acerca del concepto de garante, el de esta
columna consiste en que el Presidente no debería oponerse a las investigaciones en contra
de su gobierno. En términos populares, se aplicaría el adagio que reza “el que nada debe,
nada teme”. Sin embargo, parece que este es el caso contrario. Como Uribe debe mucho,
seguramente, teme mucho.
Por otra parte, podemos afirmar que el texto de Coronell sigue los lineamientos de
la fundamentación en el conocimiento del mundo del destinatario. Nadie, lógicamente
hablando, podría ver con buenos ojos las actuaciones del Jefe de Estado.
La argumentación de Coronell está soportada en el caso de las chuzadas del DAS, la
entrevista de Félix de Bedout y el caso de “Tasmania”, por nombrar algunos. Por tanto,
estamos ante un fundamento basado en hechos y evidencias.
En esta columna no encontramos ninguna falla en el razonamiento. Por otra parte,
basándonos en el análisis de los foristas, podemos observar que la mayoría de los
comentarios no aportaron al generado por Coronell. Veamos un caso que reitera lo dicho:

ricardo sanchez azcárraga


Uno entra a estos foros y no encuentra nada constructivo para la democracia. Sólo se
ve puro espiritu de Guerra.. Razón tiene amnistía internacional. Estamos lejos pero
muy lejos de la tan anhelada paz, que por supuesto NUNCA llegará.

Ahora veamos un caso de un forista al que convenció el razonamiento de Coronell:

Raúl Zapata Restrepo

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Son tantos los desaciertos del Presidente Uribe para mantener esa mentirosa
popularidad y favorecer a sus grupos privilegiados que su artículo (bueno y frentero
como le "gusta" al mandatario) se quedó corto en la lista. Ha incurrido en tantas
mentiras y manipulaciones que ya ni él mismo se las cree.

Y para terminar con el análisis de esta columna citaremos un caso de los foristas que
se manifestaron en contra. Y, posteriormente, daremos a conocer el respectivo cuadro de
comentarios.

Tino Quiroga. Galvis.


Es obligacion del presidente proteger la soberania y la democracia de ataques de
guerilleros, exguerrilleros y periodistas con afan de derrocar la democracia. Mejor que
petro explique como consiguio copia de los memorandos.

A favor En contra No relevante Total


55 07 77 139

“El inquisidor”

Esta última columna fue publicada 1º de noviembre de 2008. En ella, el periodista


argumenta que hay una inconsecuencia doctrinaria entre Alejandro Ordóñez y el cargo al
que él pretende aplicar como Procurador General de la Nación. Así mismo, existe una
contradicción entre las ideas que Ordóñez proclama, y las acciones que está adoptando para
llegar a la Procuraduría.
Coronell recurre a recrear los antecedentes del candidato. En primer lugar, el
columnista escribió que en Bucaramanga, y con la ayuda de Hugo Mantilla, Alejandro
Ordóñez amenazó al encargado de la Biblioteca Gabriel Turbay, para que les mostrara las
obras que el librero considerara contrarias a la moral. De esa forma, Ordoñez y Mantilla
podrían estar tranquilos de que no existiera literatura que pudiera perturbar las frágiles
mentes jóvenes.
Este es otro caso del argumento relacionado con las contradicciones e
incompatibilidades. La actitud del entonces aspirante a Procurador conlleva un conflicto.
Uno de los objetivos que se sobreentienden de este cargo es que quien se desempeñe en él,
debe velar por las libertades de todos.

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Coronell continúa: el bibliotecario entregó libros de Marx, García Márquez y
Rousseau, entre otros. También se llevaron una Biblia por considerarla una edición
protestante. Según una fuente anónima, las obras fueron quemadas en un parque. Así se
ratifica la idea expuesta en el párrafo anterior.
En segundo lugar, cuando Ordóñez fue elegido en 2004 como Presidente del
Consejo de Estado, ordenó reemplazar un cuadro de Francisco de Paula Santander por un
crucifijo. El columnista afirma que hubo voces en contra. Algunas alegaron la igualdad de
cultos; ya que esa corte tenía el deber de respetar ese principio. Éste es un argumento más
que ilustra las contradicciones y las incompatibilidades.
En tercer lugar, cuando fue magistrado dictó una conferencia en una universidad de
la derecha mexicana. En ella defendió a un obispo de Pasto que en plena Guerra de los Mil
Días insistió en la “sana y recta aversión al liberalismo”. Poniéndolo como ejemplo,
Ordóñez dijo que el liberalismo era pecado y anotó que era tiempo de recordar que tanto el
liberalismo como el partido liberal, deben ser abiertamente denunciados y combatidos por
la iglesia. Además, Ordóñez apuntó que las libertades modernas apartan al hombre de Dios
y, por consiguiente, del orden y de la paz.
El caso anterior también hace parte de los argumentos basados en las
contradicciones e incompatibilidades. Coronell termina la columna con dos afirmaciones,
que consideramos como garantes de todo el texto. Con otras palabras, el periodista escribió
que no es lógico que una persona con semejantes convicciones aspire a ocupar la
Procuraduría, que tiene entre sus funciones resguardar las libertades individuales y defender
los derechos humanos. Lo increíble es que esté buscando los votos liberales y cristianos
para alcanzar al puesto. Una actitud totalmente contradictoria (léase este proverbio al
contrario: “El diablo haciendo hostias”, con inversión irónica).
Al igual que la columna anterior, ésta responde a la estructura del fundamento
basado en hechos y evidencias. El incidente de la biblioteca, el del reemplazo del cuadro
por el crucifijo y las afirmaciones que hizo Ordóñez en su conferencia, lo ratifican.
También está soportado en el conocimiento del mundo del destinatario. La razón está
explícita en el garante, anteriormente expuesto.
En cuanto a las falacias de atinencia, sólo pudimos encontrar una. En el primer
párrafo, Coronell afirma que Alejandro Ordoñez “viene ganando adeptos en el Senado”. Si

98
bien, la realidad nos demuestra que en efecto así fue, dado que hoy él es Procurador, me
parece que este es un error en el razonamiento. La afirmación no está sustentada en ninguna
premisa. Por tanto, el periodista cayó en una petición de principio porque trata de demostrar
una proposición mediante un argumento que usa como premisa la misma conclusión.
Por otra parte, alguien podría reclamar que esta columna representa el ataque ad
hominem ofensivo. Si bien la columna está relacionada con el tema religioso, en ningún
momento se ataca a Ordóñez por sus creencias. Tampoco se estigmatiza por el hecho de ser
católico. Al contrario, la columna está escrita con base en los actos y los discursos del
aspirante a Procurador. Por lo tanto, no es un error de razonamiento.
Vale la pena señalar que del análisis de las columnas de Coronell, ésta fue la que
más comentarios obtuvo. Seguramente, el tema religioso impulsa a los lectores a escribir
más:

A favor En contra No relevante Total


79 35 66 180

El siguiente caso representa a los foristas que se mostraron de acuerdo con Coronell:

MEFISTO POLAK BOTERO


Con Uribe en el poder todo es posible. Podriamos tener hasta un veterinario de
ministro de la Salud.

Veamos el caso contrario:

HORACIO HORACIO HORACIO


Y tú, CORONEL, eres un irresponsable porque no preves que, por cuenta de las
aparentes "libertades" estás fomentando las bajas pasiones. Te concedo tu buena fé.
Pero, acuérdate de la sabia frase: "DE BUENAS INTENCIONES ESTÁ
EMPEDRADO EL CAMINO DEL INFIERNO". Y no me refiero al infierno de Dante,
sino a otros, como este que padecemos, sumidos en el crimen y el oprobio.

Para terminar con el análisis de las columnas de Coronell, veamos un comentario


que consideramos no relevante:

Trino Luna Luna


Ese que se hace llamar HORACIO HORACIO HORACIO la madre que debe ser el
mismísimo ORDOÑEZ...

99
Capítulo III

Alfredo Molano, ¡Bravo!


Un vistazo a las columnas de un sociólogo que analiza la realidad
como un periodista, pero que la narra con la pluma de un literato

Antes de analizar las columnas escritas por Alfredo Molano entre el 27 de


septiembre y el 1 de noviembre de 2008, estudiemos un poco su ethos. Molano tiene
diferentes facetas como escritor, periodista, sociólogo y, por supuesto, como columnista,
actividades que conjuga sin mayor problema.
Alfredo Molano nació en Bogotá y tiene 65 años. A pesar de la voluntad de sus
padres, don Alfonso y doña Elvira, quienes deseaban que su hijo estudiara Derecho en la
Universidad del Rosario, el periodista se presentó a la carrera de Sociología en la
Universidad Nacional de Colombia. De esta institución obtuvo su licenciatura en 1971 y
posteriormente estudió en Paris.
Como periodista, Molano ha escrito para revistas como ALTERNATIVA,
SEMANA y CROMOS, sin embargo, su vida laboral ha estado muy ligada con el periódico
EL ESPECTADOR. También ha publicado numerosos libros que reflejan la realidad
colombiana. Algunos de ellos son: Materiales para una historia de la educación en
Colombia (1979), Amnistía y violencia (1980), Los bombardeos de El Pato (1980), Los
años del tropel (1985), Dos viajes por la Orinoquía colombiana (1988), Siguiendo el corte.
Relatos de guerras y de tierras (1989), Del llano llano (1995), Rebusque mayor. Relatos de
mulas, traquetos y embarques (1997), entre otros.
También se ha desempeñado como profesor en varias universidades, colombianas y
extranjeras. Entre sus logros encontramos un Premio Simón Bolívar, además de otros
reconocimientos internacionales. Habría que mencionar que a principios del 2007 tuvo un
pleito legal con la familia Araujo, que aún no ha concluido.
El 25 de febrero de 2007, Alfredo Molano escribió un paneo histórico sobre el
dominio, en todas las esferas del poder, de los Araujo y otras familias en el norte del país.
Algunos miembros de la familia Araujo de Valledupar demandaron al columnista por
injuria y calumnia. Este traspié ha sido considerado por muchos, entre ellos la Flip y el

100
Colectivo de Abogados, como una violación a la libertad de prensa. Tengamos en cuenta
que el dominio de los Araujo es una realidad y que en la columna de Molano no se dieron
nombres. Desafortunadamente, los demandantes se sintieron aludidos.
Los temas más recurrentes en las columnas que estudiaremos son: la situación del
pueblo indígena, la estrategia del Gobierno para acallar las protestas de los corteros de caña
y de la Minga, la estrategia de la Fuerza Pública y de los paramilitares de esconder los
cadáveres de quienes asesinan, las consecuencias que podría tener en Colombia la
presidencia de Barak Obama, y el tema de las pirámides, específicamente de DMG.

“Tumbas secretas”

Entremos en materia. Esta columna fue publicada el 27 de septiembre de 2008. El


punto de vista que Molano defendió es que las tumbas secretas sirven para que los cuerpos
nunca sean identificados ni sirvan de base para abrir investigación alguna.
La columna abre con el hecho de que el juez Baltasar Garzón ordenó abrir las
tumbas donde se hallan enterrados el poeta García Lorca, un maestro de escuela y un
banderillero. La familia del poeta se opone; es ultraconservadora y la tumba podría
convertirse en un monumento mundial contra el fascismo. Desde esa posición y teniendo en
cuenta los argumentos que siguen, podríamos pensar que este caso tiene las características
del argumento por el modelo.
La columna abre con un argumento de transitividad porque se presenta de la
siguiente forma: si se cumple la orden del juez Baltasar Garzón de abrir la tumba donde
supuestamente se halla enterrado el poeta García Lorca, ésta podría convertirse en un
monumento contra el fascismo.
Luego, Molano plantea una analogía entre el desacuerdo que manifestó la familia
del poeta español y la de Camilo Torres. En el caso colombiano, los hermanos del
guerrillero decidieron ocultar sus restos para no mantener viva su memoria. Paso seguido,
Molano plantea nuevamente una analogía entre la razón expuesta por la familia del
guerrillero colombiano y la que expone la jerarquía eclesiástica de España; el columnista
afirma que es la misma.

101
Volvemos a ver un caso de argumento por analogía. Esta vez el columnista plantea
que la estrategia que usa la jerarquía eclesiástica española es la misma utilizada por los
paramilitares: desaparecer u ocultar los cadáveres para que no sirvan de base a ninguna
investigación.
Después, nos enfrentamos a un argumento basado en los nexos de sucesión porque
Molano busca dar cuenta del siguiente fenómeno: a pesar de que los historiadores y las
asociaciones de la Memoria Histórica en España han presionado para abrir la tumba del
poeta, la decisión del juez Garzón ha desatado una gran polémica. En seguida, y por medio
de una pregunta retórica, Molano plantea que la familia de una víctima no puede impedir
que el Estado cumpla con su deber. Luego, vemos la aplicación del argumento por
transitividad. Si la familia de una víctima no puede impedir que el Estado cumpla con su
deber, éste, en el caso colombiano, debería financiar a las asociaciones de víctimas y
colaborar en los procesos.
Otro argumento que utilizó Molano para sustentar su punto de vista fue la
ilustración. Para representar la estrategia del Gobierno, hace referencia a una caricatura de
Betto publicada en el periódico tres días antes de la columna. En ella, “un general de tres
soles le ordena a una calavera no abrir la boca”. Con el mismo propósito ilustrativo, el
periodista hace referencia a la acusación que contiene el libro La Memoria de Trujillo: “los
maestros en las técnicas para desaparecer víctimas fueron miembros del Ejército Nacional”.
Posteriormente, nos enfrentamos a un argumento basado en datos. Cuando Molano
señala que la cifra de desapariciones forzadas es de 25.000 personas desde 1985,
seguramente busca impresionar a los lectores.
Paso seguido, recurre nuevamente a la analogía. Esta vez plantea una semejanza
entre nuestra situación y la de Argentina. El periodista escribió que la cifra de
desaparecidos en el país gaucho, durante la dictadura, fue de 30.000 cuerpos. De aquí, parte
también un argumento basado en pesos, medidas y probabilidades porque además de la
cifra de argentinos enterrados en tumbas secretas, Molano adiciona la de los españoles, que
con todo y guerra civil, el número de víctimas puede pasar de 10.000.
Vemos, ahora, el uso del argumento basado en los nexos de sucesión. Después de
que el columnista escribe que en Colombia, “en cada pueblo por donde pasó la violencia
que no acaba de pasar, hay un cementerio clandestino”, afirma que “la mayoría no lo son en

102
realidad, porque la gente saben dónde están, quiénes están bajo la tierra y a qué victimarios
esconden”. Este nexo de sucesión se ve reforzado por figuras retóricas como la hipérbole,
que le imprime mayor fuerza a la denuncia.
El párrafo anterior es útil para dar cuenta de un fenómeno que se da en nuestro país,
pero no para el argumento fundamentado en los nexos de sucesión. Después de escribir que
la Fiscalía diariamente abre nuevas fosas, Molano plantea que las investigaciones judiciales
no van al mismo paso de los hallazgos de cadáveres. Y añade que muchas veces las
autoridades sólo identifican al muerto y se lo entregan a sus familiares. Excepcionalmente,
esos casos sirven para judicializar a los victimarios, quienes se pasean campantes por las
calles.
Luego, encontramos un argumento basado en la estructura por el ejemplo. Molano
asegura que miles de colombianos asesinados y destrozados han parado en los ríos. Trujillo
y Buenaventura es el primer caso al que Molano hace referencia. Le siguen Puerto Berrio,
Puerto Nare, Puerto Parra, Cimitarra, Barranca, Simití, Aguachica, El Baya, Mapiripán, el
Salado, Apartadó; y como apunta el periodista: “!y que no pare la cuenta!”.
La columna termina con otro argumento basado en los nexos de sucesión. Hace
referencia al deber que tiene por delante la Comisión Nacional de Reparación y
Reconciliación y da cuenta de ese fenómeno en particular. El segundo informe de esta
entidad debería ser sobre la masacre de El Aro, antes de que desaparezcan los cementerios
clandestinos, los dolientes y hasta los victimarios. Molano finaliza asegurando que los
responsables del delito siguen muy tranquilos.
Por otra parte, podemos decir que el garante de este texto está implícito en la misma
tesis: el ocultamiento de los cuerpos sin vida ayuda a la impunidad: sin cadáver, no hay
muerto.
También debemos tener en cuenta que esta columna responde a las características
de los fundamentos basados en los hechos y evidencias. El dictamen de Baltasar, la
polémica que desató, la posición de la familia de Camilo Torres respecto a la publicación
de la tumba del guerrillero y todas las premisas en las que el columnista apoya su
argumentación nacen de la realidad.
En cuanto a las falacias, vemos que cae en una petición de principio. Recordemos
que esta se da cuando en un argumento introducimos proposiciones no verificables como si

103
fueran verdaderas. Si bien la posición de la jerarquía eclesiástica de España es cuestionable,
el texto no ofrece la suficiente información para concluir que esta es la más reaccionaria
del mundo.
Para terminar con el análisis de esta columna, echemos un vistazo a su recepción.

A favor En contra No relevante Total


23 1 33 57

Veamos el caso de un forista que se manifestó a favor de Molano y que además


sumó como argumento el caso de las ejecuciones de ciudadanos inocentes por parte de las
autoridades:

polista8

Sr. Molano lo q pasa en el país es anormal , tanto indicio y sombra sobre el


presidente debería ser respondido por estos jueces internacionales con
mayor celeridad , tanto muerto , tanto desaparecido , tanto doliente y casos
como los desaparecidos del sur de Bogotá y enterrados en Norte de
Santander , historias de terror q no se q esperan para equilibrar y prevenir
definitivamente q se siga jugando con la vida de los colombianos mas
humildes y sencillos , cuanto durará para q el Juez Baltasar Garzón llame a
juicio a los causantes , al presidente y los implicados?

Ahora, leamos el comentario de un forista que refuta a Molano por poner como
modelo al juez Baltasar Garzón.

Certero33

A pesar de las pruebas y a pesar de que las acusaciones de TERRORISMO


no contemplan la libertad condicional, el hipócrita Garzón sí lo hizo con la
estafeta de las Farc en España. "Remedios García Albert ... mantenía una
fluida relación con Raúl Reyes. Tanto, que el jefe guerrillero se dirige a ella
como 'apreciada Camarada' y se despide con 'abrazotes'".
http://www.elpais.com/articulo/espana/Mensajes/Raul/Reyes/revelan/fluida.
..

Y para terminar presentamos el caso de un comentario no relevante. En ningún


momento se hace referencia al tema de las tumbas secretas. Pero, ante la insistencia del

8
Las transcripciones de los comentarios en los foros de opinión son fieles a los originales, con sus erratas, con
el fin de no desvirtuar los usos del lenguaje en el ámbito digital.

104
forista TANNO, acerca de que Molano no escribe sobre las FARC ni el ELN, este
comentarista planteó la siguiente hipótesis:

Nashi

Se lo que hace Don Molano todos los domingos, y yo le doy mi modesto


apoyo. No es que le duelan menos las victimas de las farc, no es que le
duelan menos las victimas del eln, lo que pasa es que ya hay suficientes
personas, medios e instituciones que las recuerdan y las comentan. El
muestra que también ha habido mucha barbarie en este país, pero sobre
todo mucha barbarie propiciada por el estado y los poderosos, y sin
embargo pocas personas, medios e instituciones las recuerdan y comentan.

“Billones a los bancos, cuerpos a las fosas”

Esta columna fue publicada el 4 de octubre de 2008. En ella, Alfredo Molano pone
en evidencia sus aptitudes literarias. Podemos afirmar que el argumento del columnista está
dividido en dos partes: en la primera hace una descripción de un sueño, con claras alusiones
a la realidad colombiana. Mientras que en la segunda hace referencia a una situación
particular.
Tengamos presente que en los argumentos cuasilógicos se debe evitar toda posible
ambigüedad. Dado que este texto cumple con varias características literarias, y por lo tanto
se presta para diferentes interpretaciones, podemos clasificar este razonamiento entre los
que se basan en la estructura de lo real.
Desde este punto de vista, podemos decir que la columna cumple con los rasgos de
los nexos de sucesión. El columnista intenta mostrar y dar cuenta de dos cosas: una, la
realidad de un pueblo a partir de la llegada de DMG. Y dos, la hipotética relación entre las
Fuerzas Armadas y la pirámide. Recordemos que en el sueño de Molano, los banqueros y
los “mocha―cabezas” son socios. Además, en el municipio en el que él se hospeda, la
Policía Antimotines vigila la fila de la empresa de David Murcia.
También podemos señalar dos casos de nexos por coexistencia. El primero lo
podemos ver porque se establece un lazo entre la llegada de la pirámide y el hecho de que
nadie volvió a sembrar coca, ni a trabajar, ni a rezar. El segundo, que a la vez trabaja como
garante implícito, es el hecho de que la Policía regule la fila alrededor de la empresa de

105
David Murcia. Si DMG es una empresa ilegal, no debería contar con los servicios de la
Fuerza Pública. Por tanto, es incomprensible la actitud de los “antimotines”.
Otro tipo de argumento identificado en el texto es el que se basa en la estructura del
ejemplo. Por medio de la pesadilla de Molano se intenta descubrir el orden de un pueblo
arrasado por los bancos y por la sociedad entre éstos y los “mocha―cabezas”.
El razonamiento por la analogía también está presente en esta columna. Al final del
texto aparece el siguiente testimonio: “[…] los reclutamientos con fines de asesinatos
seguirán, pues serán investigados sin término, como las colas —agregó sarcástico— por
una Fuerza de Tarea Especial del Ejército”. Es decir, se establece una semejanza entre
ambos términos.
Vamos ahora la aplicación de los elementos de la teoría de Toulmin. Además del
garante ya mencionado, pudimos identificar uno que puede ser muy controversial: miles de
personas invirtieron su dinero en las pirámides. Sin embargo, debería estar reprobado
socialmente conseguir dinero de manera fácil. En todas las sociedades, la manera recta y
honrada de hacer plata debería ser la aceptada.
En cuanto a los fundamentos, esta columna está basada en el ethos de la fuente.
Debido a su larga trayectoria como periodista y sociólogo, Molano cuenta con toda la
autoridad, y credibilidad por parte de los lectores para contarnos el país desde sus
experiencias.
También podemos ver una fundamentación basada en hechos y evidencias.
Siguiendo el texto, la convulsión del pueblo a raíz de la pirámide fue verdadera. Aunque
Molano nunca escribió el nombre del municipio, podría pensarse que se trata de La
Hormiga, en Putumayo. Allí fue donde se presume que David Murcia empezó su negocio.
Es una realidad que Molano verificó con su propia experiencia, pero nunca
especificó el lugar donde ocurrieron dichos acontecimientos. No es difícil imaginarse la fila
alrededor de DMG en cualquier pueblo, si se tiene en cuenta el fenómeno que pasó en la
sede de Megaeventos de Bogotá, sobre la Autopista Norte.
Ahora, en cuanto a las falacias, debemos advertir que no encontramos ninguna.
Tengamos en cuenta que el lenguaje utilizado trata de recrear una pesadilla y
posteriormente de registrar un acontecimiento. Además, en ningún momento se apela a la

106
fuerza, ni a la emoción, ni a la autoridad… en otras palabras, tampoco hay falacias
extralingüísticas.
Otro aspecto es el de la recepción de las audiencias:

A favor En contra No relevante Total


20 06 24 50

Veamos un ejemplo de una persona que se manifestó de acuerdo con las ideas de
Molano, acerca de la hipotética relación entre los bancos y las fosas:

diogenes iluminado

no está lejano el dia en que la capacidad de endeudamiento de las familias pobres sea
colmada; ese día, aumentarán exponencialmente los suicidios y los homicidios; los
pobres que no acuden masivamente a DMG, lo hacen a las apuestas permanentes,
como último recurso, antes de suicidarse o de que lo maten por no pagar las deudas
personales; para los banqueros, cuando entraron en crisis, el flamante expresidente
pastrana, les endosó seis billones de pesos del erario público de los colombianos, con
el argumento de que no podía dejar colapsar el sistema financiero y socializó sus
perdidas; porqué ahora que están en bonanza ellos no socializan sus jugosas
ganancias?; quién del gobierno y de la clase dirigente del país, se va a colocar la mano
en el corazón para evitar el colapso de los pobres?

Presentamos ahora el caso de un lector que no comulga con la pluma de Molano.


Además, refleja el imaginario de varias personas, que por las constantes críticas del
periodista contra el Estado y contra los paramilitares, lo califican, en el mejor de los casos,
como simpatizante de las FARC:

mariosuares

Hoy si se paso de tendencioso y amañado este novelista fracasado, cuando será que
Molano se sueña con los miles de desapariciones, desplazamientos, masacres y
homicidios cometidos por sus amigos de las farc?, ya va siendo hora que escriba
alguna columnita contando los horrores cometidos por el castrador de policías alfonso
cano o el mono jojoy los mas grandes asesinos en la historia del país.

Para terminar con el análisis de esta columna, veamos ahora el ejemplo de un


comentario que no resulta relevante. Más aún, si se tiene en cuenta que hasta el mismo
gobierno reconoció la responsabilidad del Ejército en los asesinatos de los jóvenes de
Soacha que aparecieron muertos en Ocaña:

107
Tito de Jumboeslavia

Cuales son las pruebas que aporta este "señor" Molano para sus disparatadas
afirmaciones, acaso el estupido este no sabe que quien recluta jóvenes en Soacha y
otros barrios de Bogota es la misma guerrilla de las farc?, a leguas se ve que este es
otro macabro montaje de las farc para desprestigiar a las fuerzas armadas, en el que
Molano, como siempre, es su soterrado cómplice.

“Rutina”

Esta columna fue publicada el 10 de octubre de 2008. El contexto: la Minga


Nacional que empezó el 12 de octubre en el Cauca y que se tomó la Carretera
Panamericana hasta llegar a Bogotá. Para refrescar la memoria, recomendamos ver el
programa que Contravía hizo al respecto9.
Este texto está ligado con la última columna que publicó Alfredo Molano. La tesis
que plantea el periodista es que el asesinato de los indígenas se ha convertido en una rutina
por parte de los “blancos” para ganarles el eterno conflicto por la tierra a los aborígenes.
El primer razonamiento que identificamos en nuestro análisis fue el del argumento
por el ejemplo. Molano menciona varios asesinatos con lugar y fecha: el de Mauricio Largo
Bañol, el de Luz Mary Morales, el de Cesar de Jesús Largo Alarcón, el del candidato
indígena a la alcaldía de Riosucio Gabriel Ángel Cartagena, junto a tres comuneros más, el
de Ángel Chaura, el de Víctor Laspriella y el de Luis Fernando Ladino, entre muchos otros.
Podemos ver que a partir de la mención de estos casos se pretende no dejar duda de la
exterminación de la que ha sido víctima el pueblo indígena.
También podemos inferir que la guerrilla no es la responsable del asesinato
sistemático de indígenas. Seguramente, detrás de este caso están las manos de los
“blancos”. Esta afirmación está sustentada en el argumento por contradicciones porque las
versiones de la Fuerza Pública se oponen.
En primer lugar, Molano afirma que una vez el cabildo puso la denuncia ante las
autoridades militares y de Policía le contestaron que en esa zona no había grupos armados.
Luego de la insistencia de los indígenas, la Fuerza Pública dijo que los responsables de los
asesinatos eran los terroristas de las Farc.

9
http://www.youtube.com/watch?v=Wxm8XKHnf8I

108
En segundo lugar, el columnista parte del testimonio de un sobreviviente de la
masacre en la que murieron Gabriel Ángel Cartagena y tres comuneros de su movimiento
electoral. Él afirmó que la vía entre la cabecera municipal y Guamal la cerró una autoridad
no identificada esa misma tarde. La versión oficial culpó a la guerrilla. Tres años más tarde
fueron condenados un candidato político del partido de la U, un paramilitar y un capitán del
Ejército Nacional. Un congresista y un ex diputado fueron implicados en el caso. Así queda
claro que estamos frente a otra contradicción por parte de la Fuerza Pública.
Molano postula que el origen del conflicto con los indígenas radica en la posesión
de la tierra. Luego, afirma que los enfrentamientos con los terratenientes y gamonales no
han cesado desde la protocolización, en 1884, de los Resguardos de Nuestra Señora de la
Candelaria de la Montaña. Aquí podemos ver un argumento de transitividad, puesto que se
intenta pasar la adhesión de esta proposición al hecho de que los señores de la tierra y del
poder local argumentan que en la región no hay indígenas sino mestizos y que, por tanto, el
resguardo no es legal.
El caso anterior nos es útil para mostrar también un ejemplo de refutación. Molano
nos muestra el argumento esgrimido por los “blancos” para poder hacerse a la tierra.
Después de describir el panfleto que circulaba por Riosucio, que calificaba a los indígenas
como “pícaros”, el columnista señala que en esta región hay registrados 307 asesinatos.
En este caso, el garante, precisamente, refuta el argumento de los blancos. Si bien es
obvio el proceso de mestizaje que ha tenido lugar en las comunidades indígenas, sabemos
que ellos son los descendientes directos de nuestros aborígenes y, por tanto, los herederos
de sus tierras. Además, es importante mencionar que la Constitución de 1991 acepta la
existencia de los resguardos indígenas y les asigna su territorio.
Podemos ver nuevamente el recurso al argumento por el ejemplo en el momento en
el que Molano hace referencia al desplazamiento y posterior quema de ranchos y de
cosechas en una vereda de La Rueda. A este caso se suman el de Marmato, Supía y
Quinchía. En este último municipio hay 12 homicidios registrados y hace tres años hubo
allanamientos, redadas y judicializaciones de más de 100 ciudadanos, que días después de
haber sido detenidos fueron puestos en libertad.
El último argumento del que hace uso Molano responde a las características de los
nexos de sucesión. Luego de citar una parte de la carta pública de los “pudientes” dirigida

109
al Presidente, afirma que las multinacionales Kedahda y la Anglo Gold Ashanti andan
detrás de las concesiones para explotar el subsuelo del territorio de los indígenas. De esta
manera, el autor da cuenta del fenómeno del exterminio del pueblo indígena y de quienes
están interesados en quitarles su territorio.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin, podemos afirmar que esta columna responde
a los fundamentos basados en hechos y evidencias, puesto que hay datos precisos de las
muertes, desapariciones, atentados y desplazamientos que ha sufrido la población indígena.
En cuanto al tema de falacias, no pudimos identificar ninguna en esta columna. Si
bien es cierto que de alguna manera el texto nos conmueve sobre la realidad que enfrenta el
pueblo indígena en nuestro país, la argumentación de Molano no apela a la emoción.
Simplemente se basa en la realidad y en hechos concretos.
Veamos qué recepción tuvo este texto entre sus lectores:

A favor En contra No relevante Total


33 1 7 41

Para empezar, veamos un comentario que se clasificó en la categoría No relevante,


tanto por su lenguaje grosero, como por caer en una petición de principio porque no aporto
ninguna premisa para sustentar su afirmación:

Güilson Borja
Todo lo que ladra este hijueputa del Molano son puras mentiras y patrañas
que le ordenan decir los genocidas de las farc, quienes son los verdaderos
amos de este pobre malparido!

A partir de este comentario, creímos valioso rescatar otro que se manifestó a favor
de la argumentación de Molano. Además, deja claro que algunos foristas buscan el debate
de argumentos y no el conflicto porque sí:

Pablo Enrique Gonzalez

HAGA EL INTENTO DE PENSAR. LEA EL ARTICULO DEL SEÑOR


MOLANO. Y SÍ ES CAPAZ, REFUTE ALGUNA DE LAS
AFIRMACIONES QUE HACE CON MINIMO UNA IDEA. SÍ LO LOGRÁ

110
PENSARÉ QUE NO SOLO ES UN VULGAR URIBISTA DE LOS
MUCHOS QUE HAY.

Para terminar con el análisis de esta columna, presentamos el único caso que se
clasificó bajo la categoría de comentarios en contra:

Luis Arbelaez

Las farc han asesinado a millones de colombianos con la mayor impunidad


sin que este "escritor" les merezca un rengloncito de sus mediocres y
embusteras columnas, si la izquierda colombiana quiere algún día tener
credibilidad entre el pueblo colombiano debería primero que todo ayudarnos a
castigar a estos sanguinarios asesinos de las farc y no solaparles su
homicidios y masacres como pretende este señor Molano.

No podemos desconocer que las Farc también asesinan colonos, campesinos e


indígenas.

“Memoria profunda”

Esta columna fue publicada el 17 de octubre de 2008. Molano, a través de un


recuento histórico, argumenta sobre la exterminación del pueblo indígena.
En primer lugar, el columnista recurre a una comparación entre la Minga Indígena
Nacional, que se desarrollaba en ese momento, y el Memorial de Agravios de 1810.
Podemos afirmar que recurre al argumento por la analogía. Los indígenas, en ambas
situaciones históricas, requerían la presencia de su gobernante. La diferencia es que en el
escenario del 2008, los nativos le sumaron a su petición que la reunión no se convierta en
una “encerrona”.
En este mismo argumento, podemos identificar un nexo por coexistencia y de paso
un garante implícito en el texto: un concejo comunal no debe convertirse en una
“encerrona” para los indígenas, como de hecho ha sucedido. Los ejemplos que propone
Molano dejan clara esta situación.
Posteriormente, podemos ver el uso del argumento por el ejemplo. Para sostener
que el gobierno no ha cumplido sus compromisos con los indígenas y que ellos siguen

111
siendo asesinados, Molano muestra cuatro casos en los que han muerto aborígenes.
También aplica el argumento basado en pesos medidas y probabilidades, porque las cifras
que el columnista utiliza buscan impresionar a los lectores:

“En 2005 hubo una (reunión con el gobierno), y de allí salieron nuevas
promesas que no se han cumplido. Desde la masacre de 20 indígenas nasas
—llamados antes paeces— en la Hacienda El Nilo en 1991, pasando por la
del río Naya en 2001, donde asesinaron a un centenar de indígenas,
afrodescendientes y colonos; por la de Gualanday, también en 2001, con 13
indígenas muertos; por la de San Pedro, donde cayeron siete indígenas, las
autoridades Nasa y el Gobierno han firmado 13 acuerdos y ninguno ha
cumplido el Estado a cabalidad”.

Otra premisa que sustenta la tesis de Molano es que la tierra ha sido y seguirá
siendo el centro del conflicto. Para lograr la apropiación del terreno se ha recurrido a la
reducción criminal y sistemática de los resguardos. Podemos aplicar nuevamente la teoría
sobre el razonamiento basado por la analogía. En este caso, hay una semejanza entre el
robo de las tierras indígenas y su exterminio que tuvo lugar en la época de la Conquista, en
la de la República y en el contexto actual.
Adicionalmente, el argumento por definición también está presente en la columna
de Molano. El columnista se refiere a la tierra como “no sólo la capa vegetal, sino también
el agua, de la que viven los ingenios y alimenta 217 acueductos veredales”. El
razonamiento basado en pesos, medidas y probabilidades vuelve a utilizarse en el texto.
Siguiendo al periodista, los nasas tienen registrados 26.200 ojos de agua y 123 lagunas
naturales.
En el mismo párrafo también vemos un ejemplo de cómo se utiliza el argumento de
autoridad. Dado que la Constitución es la ley de leyes, el periodista acude a esta autoridad
para dejar claro que la tierra también es territorio y que éste es reconocido por la Carta
Magna como fundamento de la cultura indígena y jurisdicción de sus autoridades
ancestrales. Queda implícito que la Carta Constitucional está por encima de la Ley de
Desarrollo Rural.
Luego, podemos identificar un caso de refutación. Molano muestra el argumento
que esgrime Uribe: el 25% del país —35 millones de hectáreas— está en manos del 1% de
la población indígena. Después, advierte que la idea del Gobierno esconde que se debe

112
restablecer el equilibrio reduciendo los territorios indígenas al 1% de lo que son hoy, es
decir a poco más de un millón de hectáreas. Por esta razón el columnista califica el
argumento oficial como provocador y peligroso.
Seguidamente vemos el caso de un razonamiento por contradicciones. Se evidencia
cuando Molano afirma que un poco más de un millón de hectáreas es la quinta parte de lo
que los narcoparamilitares se han apropiado con total impunidad. Mientras tanto, los
indígenas siguen exigiendo lo que legalmente les pertenece.
Después, Molano utiliza el razonamiento por antimodelo. Para reducir la tierra de
los indígenas, el Ministro de Agricultura los acusa de estar infiltrados por las Farc. Aquí el
garante es que esa hipótesis, primero, no está comprobada, y segundo, no es válida para
apropiarse del territorio indígena. Por tanto, un alto funcionario no debería acudir a este
tipo de afirmaciones ni de procedimientos.
Molano termina afirmando que los líderes indígenas siguen siendo asesinados y sus
acuerdos burlados; ellos negociarán, pero no olvidarán ni cesarán su resistencia histórica.
Después asegura que Uribe está frente al mayor alzamiento que haya cuestionado sus
políticas de seguridad democrática, tierras y aguas. Por esta razón, podemos decir que es un
argumento basado en hechos y evidencias. Primero, por los hechos históricos a los que el
columnista hizo referencia; y segundo, por las exigencias que hicieron los nativos durante
la minga.
Terminado el análisis de los argumentos, podemos afirmar que esta columna
responde a los fundamentos basados en hechos y evidencias porque hace un recuento
histórico del exterminio indígena, con fechas y cifras de indígenas asesinados. Además,
hace mención de la ley de Desarrollo Rural y de la Constitución del 91.
En cuanto a las falacias, nos atrevemos a afirmar que no hubo espacio para ellas en
este texto. Al parecer, Molano fue muy cuidadoso al hacer cualquier afirmación y a la hora
de escoger sus argumentos y la manera de presentarlos.
Respecto al tema de las audiencias, el siguiente cuadro ilustra los índices de
participación:

A favor En contra No relevante Total


29 02 09 40

113
A continuación se presenta un comentario que ejemplifica cada una de las
categorías en el diagrama descritas. En primer lugar, veamos un caso que se manifestó a
favor de la argumentación de Molano, pero que particularmente extraña a los foristas que
comulgan con las ideas del gobierno:

Contradictor

Como serà de contundente lo aseverado por el Doctor Molano, que ningùn


uribista se ha atrevido hoy, a contradecirlo.

El caso anterior nos sirve para ilustrar la poca participación de los lectores que no
estuvieron de acuerdo con el columnista. Sin embargo, pudimos identificar dos casos, de
los cuales rescatamos el siguiente:

Jdiaz3

Es muy facil opinar desde un escritorio y criticar el "mal" trato que los
gobiernos le han dado a los indigenas. Igual me pasaba a mi hace algunos
años, cuanod veai que los indigenas se tomaban la panamericana. empezaba a
pensar que el obierno los trataba muy mal y que debia escucharlos y
solucionarles sus problemas, que debian devolverles la tierra que se les han
robado. sin embargo, gracias a un trabajo que tuve en territorio paez, mas
arriba de silvia cauca, en pleno corazon del resguardo indigena, me pude dar
cuenta que las cosas no son tan injustas para los indigenas. Y el problema es
que con el cuento de que a sus ancestros les robaron las tierras y los
maltrataron, los indigenas han acumulado una serie de beneficios que han
castrado su progreso.

El problema del comentario anterior es que evidentemente desconoce la cercanía de


Molano con las comunidades indígenas del país. Además, Jdiaz3 hace referencia en su
comentario a “una serie de beneficios que han castrado su progreso” pero no desarrolla esta
idea. Este es un caso de petición de principio.
Para terminar, veamos un comentario, que a pesar de su apego a la realidad
colombiana, tuvo que ser clasificado como no relevante, por no acercarse al argumento
desarrollado por el columnista:

jorge gonzalez

Uribe el peor presidente de la historia. Los días que vivimos y que vendrán
revelaran su verdadera cara, en lo social, político y económico. El malabarista
de circo que propuso una guerra contra los sediciosos y la esta perdiendo con
los pobres, los campesinos, los empleados públicos, los desmpleados e

114
incluso con los que ayer lo reeligieron: los narco―para―pliticos que retoman
la escena nacional con otros frentes. Este señor dejara el país peor de lo que lo
recibió.

A manera de conclusión podemos ver que con respecto a la situación indígena,


Alfredo Molano es un periodista bien dateado y con pleno conocimiento de causa.
Además del recurso a la analogía, a las cifras y al ejemplo, podemos decir que en
este caso su razonamiento se apega al argumento de transitividad y de sucesión. En primer
lugar, porque cada afirmación que el columnista hizo sobre la expropiación de territorio y
aniquilamiento indígena conducía a la siguiente. Y en segundo lugar, porque el texto de
Molano sirve para apreciar la situación actual e histórica de las comunidades aborígenes.

“Tsunami a la vista”

Esta columna fue publicada el 25 de octubre de 2008. En ella, el punto de vista de


Alfredo Molano se ve reflejado en el título del texto, porque plantea metafóricamente que
al uribismo se le avecinan grandes problemas.
El primer caso al que se hace referencia es el que sirve como prueba de que la
Fuerza Pública sí disparó contra la minga indígena. Estamos frente a un argumento por
contradicciones e incompatibilidades; porque el Gobierno Nacional, en vez de estar
preocupado por el atentado, está intranquilo porque se supo del hecho gracias al video de
la CNN.
Posteriormente, se reafirma el uso de este argumento. Molano afirma que antes de
que se publicara el video, el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, afirmó que
“sus hombres” no habían disparado.
Después, Molano hace uso del argumento por analogía. La semejanza la establece
entre la actitud de un escolar pillado haciendo en el baño lo que no debe y la que ha
adoptado el Gobierno en relación con el caso de los disparos de la Fuerza Pública hacia los
indígenas.
También podríamos identificar un caso de refutación y, por supuesto, de un
razonamiento por contradicciones e incompatibilidades. Molano afirma que el Gobierno
repite que los indígenas están infiltrados por los terroristas y que son, ni más ni menos,
terratenientes. Después, califica esta premisa, no como una acusación, sino como un

115
insulto. Y no le sobra razón, si tenemos en cuenta que el propósito de la Minga es protestar
porque les están quitando sus tierras.
En seguida, recurre nuevamente a la analogía. Esta vez establece una semejanza
entre el trato maniqueo que el gobierno da a los indígenas y el que da a los corteros de caña.
Más adelante, hace referencia al problema con Asonal, como parte del tsunami que
tiene que enfrentar el uribismo. Nuevamente usa el argumento de transitividad. Molano
afirma que el Gobierno es consciente de que la protesta de esta asociación se podría
convertir en votos a favor del Polo Democrático y por esta vía amenazar su orden. Por esta
razón, desde hace meses se vigila a la oposición y a los opositores para declarar al Polo un
movimiento terrorista. Recordemos que en el análisis de Coronell se evidenció que en pleno
escándalo por las ‘chuzadas’, el Presidente volcó la atención hacia Petro.
Continuamos con el argumento por transitividad. Ante los grandes problemas que
enfrenta el Gobierno, éste declaró una conmoción interior, que intenta retomar el modelo
del Estado de Sitio para garantizar la gobernabilidad. Pero Molano augura que ese
“modelito” no es promisorio porque la crisis mundial no cede y terminará en una ola
creciente de desempleo. Podemos identificar que el uso de la palabra “modelito” representa
el tono de Molano, acentuado por la fuerza irónica del uso de diminutivo.
Volvemos a enfrentarnos con el argumento de transitividad. Molano escribe que si
se retoma el Estado de Sitio, el Gobierno preparará las clásicas medidas: cárcel,
sindicaciones y terror contra la gente que proteste. Si esto sucediera, el tiro podría salirle
por la culata al Presidente. Es decir, si Obama gana la Presidencia, los demócratas
defenderían no sólo a los sindicalistas, sino también a los indígenas, a los periodistas, a los
campesinos, a los colonos y a todos aquellos ciudadanos que caen asesinados o son
desaparecidos cuando se amenaza el orden gubernamental.
Molano continúa utilizando el argumento de transitividad, porque a partir de lo
expuesto hasta el momento, el columnista concluye que las circunstancias son las más
favorables para que el Polo fortalezca su poder político y se prepare para gobernar.
Luego, y para terminar, vuelve a utilizar el argumento por la analogía cuando dice
que el contexto actual se parece a la situación del “liberalismo al fin de la Hegemonía
Conservadora: desempleo, concusión de derechos, crisis mundial y un Franklin Roosvelt en
ciernes”.

116
Esta vez el garante del texto está basado en el adagio que reza que “el tiro le podría
salir por la culata”. Ya que las medidas que estaba tomando el Gobierno en ese momento,
podrían arrojar resultados inesperados para Uribe y para su grupo de colaboradores.
Por otra parte, podemos afirmar que esta columna responde a los fundamentos
basados en el conocimiento del destinatario. Los disparos de la Fuerza Pública contra la
Minga, la respuesta del entonces Ministro de Defensa al respecto, el paro de los corteros de
caña, junto al de Asonal, y la declaración de estado de conmoción interior fueron noticias
que estuvieron en la agenda informativa de esa época.
En cuanto a las falacias, debemos señalar que en esta columna no identificamos
ninguna. Se presenta, entonces, la recepción que tuvo este texto entre sus lectores:

A favor En contra No relevante Total


30 10 18 58

En primer lugar, veamos un caso representativo de los comentarios a favor:


gogogi

Gracias profesor Alfredo molano, ojalá algún día los Colombianos vieran con
tanta lucidez, como usted lo hace, la grave situación de nuestra patria. La
sociedad civil debe perder absolutamente el miedo y enfrentar a este régimen de
terror impuesto por la burguesía millonaria. Las Fuerzas militares deben
reflexionar sobre las decisiones que toman, su deber es defender a todos los
ciudadanos para construir una patria mas justa. El sostener a las élites corruptas
e ilegítimas en el poder en base a las fuerzas armadas, es un error que el Pueblo
les cobrará caro.

Ahora presentamos un comentario que contraargumenta uno de los razonamientos


del columnista:

requetemauricio

Eso no se pongan a esperar que el Chapulín Colorado, o Supermán nos


vengan a resolver nuestros problemas. La responsabilidad es SOLO
NUESTRA. Los incapaces y cobardes siempre buscan que otros les hagan
su trabajo.

Para terminar, veamos un comentario no relevante. Este forista deja ver la


intolerancia que se respira en estos foros.

117
TANNO

Este hijo de puta mechudo marihuanero y cochino de Alias el "maestro"


como lo llaman sus aúlicos, es hora de acabarle su cuentico de los
"indigenas", este malparidito disociador de mierda no ha entendido que casi
todos los colombianos somo desendientes de indigenas, los del altiplano
desendemos de los Zipas y los zaques, y ellos al igual que los del cauca
tambien eran dueños de las tierras´y yo al menos no digo que amis
antepasados los hayan despojado, ya es hora de decirle a malpariditos
disociadores como este, que deje de escribir mierda y que respete las
instituciones, o que le den plomo a este perro hijo de puta.

“Soplándose el rabo”

Esta columna fue publicada el 1º de noviembre de 2008. El punto de vista de


Alfredo Molano es que el Gobierno está enredado con tantos problemas, que por ese
entonces aparecían cada día.
El primer argumento del que hizo uso el autor en esta columna fue el del recurso por
analogía. Su texto empieza estableciendo la semejanza entre un extranjero enredado con las
hojas de un tamal y un gobierno que parece cada vez más envolatado con los casos de las
ejecuciones a ciudadanos inocentes por parte de la Fuerza Pública.
Luego hace referencia, explícitamente, a este tema. Alfredo Molano afirma que el
caso más cruel es “un cinturón de muerte que va del Catatumbo al Magdalena Medio, pasa
– ¡como no!― por Antioquia y remata en Chocó”.
La premisa anterior está sustentada por un argumento basado en pesos, medidas y
probabilidades. Molano demuestra cómo las cifras de la Fiscalía resultan contradictorias
con las de la Procuraduría y con las de la ONG Coordinación Colombia.
Independientemente de dicha contradicción, lo que logra el columnista es impresionar al
lector, al exponer el número de casos de asesinatos oficialmente admitidos por las
autoridades.
Siguiendo con el tema de las ejecuciones por parte de la Fuerza Pública, Molano
sostiene que el Fiscal de ese entonces, Mario Iguarán Arana, le pidió “al gobierno que
revise la directiva ministerial 029 de 2005, que autoriza pagar como recompensa 3 millones
800 mil pesos por “abatimiento”. Vale la pena mencionar que esta directriz fue implantada
por Camilo Ospina, cuando se desempeñó como Ministro de Defensa en el gobierno Uribe.

118
Luego de esa premisa, podemos identificar un argumento de sucesión. Primero, el
fiscal le sugiere al Presidente cambiar esa directriz. Después Molano sostiene que “mientras
el secuestro disminuye, las desapariciones forzadas, las ejecuciones fuera de combate y los
falsos positivos aumentan”. Como lo escribió el columnista, así queda revelada la lógica
social de la guerra durante la Seguridad Democrática.
El segundo caso que le está complicando la vida al Gobierno, es el problema con los
sindicalistas. Aquí recurre nuevamente al argumento basado en pesos, medidas y
probabilidades; porque sostiene que este año han sido asesinados 40 miembros de este
gremio.
Paso seguido, volvemos a enfrentarnos a un argumento basado en la sucesión y de
transitividad. El crecimiento de la confianza inversionista aumenta proporcionalmente al
número de falsos positivos. Así, queda claro que este razonamiento sigue la estructura del
silogismo. Además, este razonamiento sirve para dar cuenta de la relación entre la
confianza inversionista y el asesinato de sindicalistas.
Luego, Molano plantea los siguientes interrogantes: “¿Cuántos colombianos
asesinados cuesta cada dólar invertido en el país? ¿la relativa y parcial desmovilización de
paramilitares podría estar obligando a “instancias de la Fuerza Pública ―expresión de
Uribe― a hacer de nuevo la guerra sucia directamente? ¿No equivale a confesar que los
heroicos resultados obtenidos por el Ejército Nacional están contaminados y que sin el
apoyo de “instancias” sucias no sería posible tanto laurel?”
Algunas personas podrían preguntarse si Molano incurre en la falacia de la pregunta
capciosa. En nuestro análisis no lo consideramos así. Las respuestas a las interrogantes
retóricos que se hace el columnista no son descabelladas. Simplemente evidencian algunas
conclusiones que se derivan de su argumentación.
Otro aspecto que le está enredando la pita al Gobierno es la probabilidad de que
Barak Obama sea Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Molano recurre
nuevamente al esquema del silogismo: Si el mulato es electo, la guerra en Colombia se
delimitaría al punto de abrir la opción a una negociación política y la presión sobre el
Gobierno Nacional por parte de instituciones como la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, por nombrar sólo una, sería más fuerte.

119
Después volvemos a enfrentarnos a un caso de transitividad basado en el silogismo:
Si el Presidente es el Comandante de las Fuerzas Armadas y de la Policía, se debe
“desparchar de las nefastas instancias”; porque si no, él sabe “lo que le viene pierna arriba”.
De lo escrito por Molano se deduce que los militares que hayan utilizado las
nombradas “instancias” dirán que obedecían a la directiva de Camilo Ospina, concebida
cuando éste se desempeñó como Ministro de Defensa; y él sería el “paganini del tropel”.
Uribe se zafa del problema y todo queda como si nada. Si eso pasara, habría que esperar si
soplando la paja del rabo de Uribe, se apaga el fuego o si se atiza la candela y lo termina
quemando entero. Podemos afirmar que este argumento responde a los nexos de sucesión
porque busca dar cuenta del fenómeno descrito.
Ahora, al aplicar la teoría sobre el garante, podemos decir que este se fundamenta en
el mismo título del texto. De allí se deduce que el que tiene rabo de paja, que no se acerque
a la candela. En este caso, y como lo plantea Molano, habrá que esperar si soplando, se
apaga la llama o se aviva el fuego.
Por otra parte, y al ver la columna en su totalidad, podemos decir que esta responde
al fundamento basado en hechos y evidencias. Las cifras que Molano presentó de los
asesinatos por parte de la Fuerza Pública, según la Fiscalía y la Procuraduría, lo
demuestran. Y el número de sindicalistas asesinados refuerza esta idea.
Esta vez pudimos identificar dos falacias. La primera está relacionada con el uso del
lenguaje, a pesar de que la mayoría de los colombianos terminamos por aceptarla. Se trata
del eufemismo. Decir falso positivo es una forma de evitar nombrar que las Fuerzas
Armadas asesinaron sin razón a civiles inocentes.
La segunda es una falsa analogía. Si bien es cierto que la elección de Obama, como
Presidente de Estados Unidos es un logro para la democracia, no creo que sea comparable
con la caída del muro de Berlín. Desde una perspectiva histórica y midiendo sus
consecuencias, consideramos que el segundo hecho es mucho más trascendental.
En cuanto al tema de las audiencias, debemos mencionar que el forista TANNO
llenó las páginas de los comentarios con insultos y malas palabras. Veamos el cuadro:

A favor En contra No relevante Total


49 3 80 132

120
Ya que el señor TANNO tuvo tantas ganas de llamar la atención. En este trabajo
intentaremos darle gusto. Aquí el caso de un comentario no relevante que evidentemente
trae a la memoria aquella frase célebre de Álvaro Uribe: “Le doy en la cara marica”. Sin
duda, tiene el mismo tono.

TANNO

Este mechido Hijo de Puta, toda su vida, además de terorista , se ha dedicado a


caluimniar al Estado y a sus Instituciones, especialmente a la Fuerza
Publica,,,porque lo hace...?..seguramnete, por alguna vez lo pillaron
delinquiendo y le metieron el bolillo por ese culo.

El siguiente comentario representa a quienes se manifestaron a favor:

jvguzman

Apreciado senor,

gracias por su valor, por su entereza y por denunciar los crimenes que se
cometen contra la mayoría a nombre de una democracia, cada día menos
democrática, más frágil y vulnerable.

Muchas gracias.

Veamos ahora un comentario que se manifestó en contra. A pesar de su ad


hominem, esconde una verdad que se ha demostrado con el pasar del tiempo:

Jair

Soñar no les cuesta nada a estos mamertos proguerrillos!. Esperan con ansiedad
la llegada de Obama, confiados a que puede influir en la seguridad democràtica
que tiene pròximos a su fin a los terroristas de las farc.

121
Capítulo IV

Antonio Caballero: Faena premiada con orejas


Puede escribir sobre las declaraciones de un cantante, sobre la
situación económica mundial, sobre las políticas de Estados Unidos, sobre
cortinas de humo en nuestro país, sobre el orden público colombiano; incluso,
su pluma sirve hasta para aplaudir al gobierno ocasionalmente

Antonio Caballero Holguín es hijo de Eduardo Caballero Calderón, escritor


colombiano; sobrino de Lucas Caballero, conocido en la historia del periodismo como
Klim; y, entre otras cosas, hermano del pintor Lucas Caballero.
No se ha escrito ninguna biografía sobre él, pero por libros como Patadas de
Ahorcado, una larga entrevista que le hizo Juan Carlos Iragorri; Mano a Mano, un libro en
el que se confrontan las ideas de Caballero y de Enrique Santos Calderón; y por
publicaciones como El periodismo sí es un género literario, se sabe que se graduó de
bachiller del Gimnasio Moderno, en Bogotá, que estudió un semestre de Jurisprudencia en
el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y, luego, en el Instituto de Ciencias
Políticas de París.
De niño quiso ser pintor, pero luego se inclinó por la literatura y por el periodismo.
Fuera de Colombia, ha trabajado en The Economist, en la BBC en Español, y en la revista
Cambio 16. En nuestro país, participó en la revista Alternativa, ha trabajado para El
Tiempo, para El Espectador, para la versión colombiana de Cambio 16 y para la revista
Semana. En 1986, publicó Reflexionémonos, un libro que recopila 20 años de caricaturas de
Antonio Caballero. En 1984, publicó Sin remedio, una novela de 515 páginas que habla
sobre la dificultad de entender la verdad y también de escribir un poema (recientemente
traducida al francés). Además, en 1997, publicó un libro de arte y crítica literaria llamado
Paisaje con figuras. Y en el 2003, salió al mercado Toros, toreros y públicos, también se
reeditó Isabel en Invierno, un libro infantil. En la actualidad, es uno de los columnistas más
leídos en nuestro país.
El presente documento busca acercarse a la argumentación de Caballero, averiguar
sobre las falacias en las que incurre, saber cómo aplica la teoría de Toulmin y, por último,

122
indagar acerca de la recepción que generan sus textos entre sus lectores de la revista
Semana. Empecemos entonces:

“Los embajadores”

Esta columna fue publicada el 27 de septiembre de 2008. Antonio Caballero la


escribió con base en las declaraciones del cantante Juan Estaban Aristizábal (Juanes). El
columnista citó al cantautor, cuando se dirigió a unos empresarios en una fiesta de la revista
Portafolio: “mucha gente va por el mundo haciendo patria, incluso los inmigrantes que han
tenido que dejar el país para ayudar a sus familias. Ellos también son embajadores”.
Caballero argumenta que los emigrantes a los que se refirió Juanes no pueden ser
confundidos con los embajadores políticos que nos representan ante la comunidad
internacional.
El primer tipo de argumento que pudimos identificar es el de transitividad. En
primera instancia, el columnista plantea que a las personas que escucharon el discurso de
Juanes, les debieron parecer muy bonitas las palabras del cantante, “muy solidarias, muy
chorreantes de buenos sentimientos”. Sustenta esta hipótesis con el hecho de que el
auditorio aplaudió la alocución, y que, al hacerlo, seguramente también se sintió muy
solidario y bonito. Vemos, entonces, como intenta pasar la adhesión de una premisa a otra.
La misma estrategia empleada en el silogismo.
El segundo tipo de argumento que podemos identificar está basado en los nexos de
sucesión. En este caso, el periodista intenta dar cuenta de quiénes son en realidad las
personas que viven en el exterior. Caballero plantea que esos supuestos embajadores son
migrantes: “Se van de aquí. De aquí los echan. Aquí sobran”. Refuerza este argumento
afirmando que la “confianza inversionista” no da para generar el empleo que necesitan los
que se van del país, menos teniendo la competencia de tanto desplazado interno que genera
la Seguridad Democrática.
El tercer tipo de argumento que usa Caballero es el que se basa en los pesos, las
medidas y las probabilidades. Cuando el columnista cita el número de personas que viven
en el exterior ofrecido por Juanes y le suma la cifra de migrantes de José Obdulio Gaviria,
más el número de desplazados internos y externos, económicos y políticos; su intención no

123
es informar. En realidad, busca impresionar sobre la cantidad de personas que han sido
expulsadas de Colombia.
El cuarto argumento está fundamentado también en los nexos de sucesión.
Caballero escribió que los que se van del país, se van porque fueron expulsados por los que
se están quedando con Colombia. “‘Refundándola’, como dicen en sus pactos de sangre.
Para venderla luego, y sacar fuera las ganancias”. Así, este argumento es útil para dar
cuenta de las consecuencias del “Pacto de Ralito” y de su relación con el número de
colombianos exiliados. Además, sirve para mostrar que quienes se van de esta tierra, salen
huyendo para que el gobierno no los mate o no los deje morir de hambre.
Si damos una mirada más detenida de los últimos tres argumentos expuestos,
podemos inferir que están basados en la estructura por definición. Caballero expone que las
personas que viven en el exterior no son embajadores, sino emigrantes. Son gente que se
van de Colombia porque de aquí los expulsa el sistema. Ellos no “van por el mundo
haciendo patria”, como dice Juanes. Ellos viven afuera porque si no nuestra patria los
mataría o los dejaría morir de hambre. Así, nos aproximarnos a la concepción de emigrante,
desde la perspectiva de Antonio Caballero.
El quinto argumento cumple con las condiciones del razonamiento por el ejemplo,
aunque de manera retórica y, por supuesto, con mucho sarcasmo. Antonio nos muestra el
hipotético caso de un colombiano que llega a otro país, veamos: “Recíbanme ustedes aquí
en España, o en los Estados Unidos o en el Ecuador, porque aunque parezca un refugiado
en realidad soy un embajador”.
El sexto argumento que podemos encontrar está relacionado con las contradicciones
e incompatibilidades. Un embajador no puede ser uno de esos “colombianos que tienen que
rebuscar en el mundo la seguridad para sus vidas que no encuentran aquí, el sustento para
sus familias que no encuentran aquí”.
Por supuesto, el anterior razonamiento también da cuenta de la situación de los
colombianos en el exterior. Por tanto, podría interpretarse que está basado en los nexos de
sucesión.
El séptimo argumento que utiliza Antonio Caballero responde a las características
del argumento por el ejemplo. Lo usa para dar cuenta de quiénes son los verdaderos
embajadores. Según el periodista, los señores Salvador Arana, Jorge Noguera, Luis Camilo

124
Osorio, Juan José Chaux y Sabas Pretelt son personas que desempeñan este cargo público,
con título, con sueldo y con representación. El párrafo también relaciona las deudas
pendientes de estos personajes con la justicia o con la opinión pública.
Nuevamente, en el párrafo anterior podemos ver el argumento de transitividad.
Cuando el lector entiende, por ejemplo, que el señor Salvador Arana fue embajador en
Chile y hoy está preso por el asesinato de campesinos y por haber organizado bandas
paramilitares cuando era gobernador de Sucre, está dispuesto a transferir la adhesión de esta
premisa, a la siguiente, y así sucesivamente. Es decir, que Jorge Noguera se desempeñó
como cónsul en Milán, pero que está siendo investigado por el asesinato de sindicalistas y
por haber protegido a algunas bandas paramilitares cuando se desempeñó como director del
DAS.
El octavo argumento tiene las características de los nexos de sucesión. Caballero
trata de explicar que no solo los personajes nombrados en los dos párrafos anteriores son
los verdaderos embajadores, sino que sus parientes también lo son. Para hacerse entender
mejor, el columnista escribió que estos personajes ayudan a sus familiares para que
obtengan cargos y sueldos diplomáticos.
El noveno argumento tienen las características del razonamiento por el ejemplo.
Para ilustrar la idea desarrollada en el párrafo anterior, Caballero pone como ejemplo el
caso del ex presidente Andrés Pastrana. Él aceptó el puesto de embajador en Washington
hace algunos años. También cita el caso de Ernesto Samper, quien se desempeñó como
embajador en Paris. Estos dos personajes llegaron a estos puestos, obviamente, por su
influencia política. En el caso de Pastrana, tal vez más, por los contactos de su padre.
El décimo argumento empelado por Caballero es el del antimodelo y el de las
contradicciones e incompatibilidades. En primera instancia, porque está mal que Juanes
califique como embajadores a los emigrantes colombianos. A partir de la argumentación
del columnista, esto podría entenderse casi como un insulto. En segunda instancia, hay una
contradicción en ponerles el adjetivo de embajadores, cuando en otros países estas personas
son recibidas con una desconfianza que no merecen.
Al aplicar la teoría de Toulmin, podemos afirmar que el garante de esta columna es
que Juanes nos vende en su discurso gato por liebre; confunde los términos, como se han

125
confundido con frecuencia en el gobierno uribista, del que Juanes, sin duda, es uno de sus
mejores “embajadores”.
Por otra parte, podemos afirmar que esta columna responde al fundamento basado
en el conocimiento del mundo del destinatario. En varias ocasiones, el columnista hace
referencia a las situaciones, por todos conocidas, a las que se ven expuestos los migrantes.
En cuanto a la estudio sobre las falacias, debemos advertir que en este caso pudimos
identificar un caso que algunos podrían calificar como falacia. Se trata del énfasis. Esta
falla en el razonamiento está abiertamente vinculada con el lenguaje. Después de leer el
texto detenidamente, podemos identificar la palabra “cacareada” varias veces: “La tan
cacareada ‘confianza inversionista’”, “la tan cacareada ‘seguridad democrática’”, “la tan
cacareada ‘cohesión social’” y por último, la “tan cacareada ‘patria’”.
Sin embargo, más que una falacia, es un recurso retórico muy típico de Caballero.
Se trata de la anáfora. Ésta consisite en repetir varias veces un mismo término para llamar
la atención de los lectores sobre un tópico específico.
Ahora, al ocuparnos sobre el estudio de las audiencias, es necesario acudir al
siguiente cuadro:

A favor En contra No relevante Total


23 1 33 57

Veamos un caso representativo de las personas que se manifestaron a favor del texto
de Caballero. Este personaje se encargó de decir casi lo mismo que escribió el columnista,
solo que en un lenguaje mucho más coloquial:

fabian alfonso pino10


Embajadores de trapero en mano,empleadas domesticas,jardineros y muchas
pero muchas trabajadoras sexuales o P..fantasmas de la seguridad
democratica,anhelando siempre volver y tratando de adaptarnos a esa nueva
vida de desterrados que unos miserables asesinos escogieron por
nosotros.Todo eso somos y mas,menos embajadores senor Juanes.

10
Las transcripciones de los comentarios en los foros de opinión son fieles a los originales, con sus erratas,
con el fin de no desvirtuar los usos del lenguaje en el ámbito digital.

126
Veamos ahora un comentario que se manifestó en contra, pero que evidentemente
ignora la realidad de muchos colombianos que son ilegales en otros países:

CARLOS MONROY LUNA


Mi estimado caballero, hoy no estoy de acuerdo con usted. La gran migracion
colombiana se dio en los gobiernos Pastrana y Samper. Recuerdo ver a
familiares y amigos haciendo colas en las embajada de USA para irse del pais.
Esto no pasa ahora o no es tan notable por lo menos.

Para terminar con el análisis de esta columna, presentamos ahora un comentario que
si bien manifiesta el punto de vista del lector, no aporta en nada al debate propuesto por
Caballero, por eso se ha calificado como irrelevante:

jorge arrieta diaz


Adelante Antonio,María Jimena,Daniel Coronel,Daniel Samper,ustedes son la
esperanza de los colombianos que deseamos una patria mejor en el concierto
de las naciones civilizadas y de seres humanos libres de taras sociales
,religiosas y fundamentalistas.El insulto y la subida de tono ,ni la falsa
estadística le dan razón a este dictador al servicio de los barones del dinero y la
droga.

“El taxista expiatorio”

Esta columna fue publicada el 4 de octubre de 2008. El punto de vista que defiende
Caballero es que el montaje que hicieron los medios de comunicación respecto al asesinato
del niño Luis Santiago, además de oportunista y pornográfico, es grotescamente
desproporcionado.
En el primer párrafo podemos encontrar varios tipos de argumentos. Para empezar,
analizaremos cómo usa el argumento de transitividad.
Caballero parte de la premisa de que la emisión de todos los noticieros del martes 30
de septiembre de 2008 se dedicó en su totalidad a la noticia del asesinato de Luis Santiago a
manos de su padre. Dado que los lectores fueron testigos de que en efecto esto ocurrió, la
adhesión de esta premisa pasa al hecho de que los presentadores se sobreactuaron en la
presentación de la noticia. De ahí, continúa una sucesión de hechos hasta terminar en la
propuesta de la misa campal, planteada por un alto oficial de la Policía.
Por supuesto, también es un párrafo que cumple con la estructura de los nexos de
sucesión. Tengamos en cuenta que además de nombrar en orden de ocurrencia algunos

127
sucesos, gracias a él, podemos observar con más distancia la falacia de apelación a la
emoción en la que incurrieron varios medios de comunicación. Además, también representa
la sorpresa que generó en el columnista la reacción de algunas autoridades.
El mismo párrafo nos sirve para mostrar el uso del argumento por el ejemplo.
Caballero nos ofrece un par de frases que dejaron escapar algunos presentadores frente a la
noticia del asesinato del niño: “Clamor nacional”, “Dolor en Chía, en Colombia y en el
mundo”. Mientras algunos locutores decían: “Los colombianos no se reponen de la pérdida
de Luis Santiago”, “¡Que nos devuelvan a Luis Santiago!” y otro pidió que recogieran
firmas para la pena de muerte.
El argumento mediante la Ilustración también está presente en este párrafo.
Caballero afirma que las autoridades locales y nacionales hacían declaraciones respecto al
asesinato. Para ilustrar lo dicho, el columnista se vale de algunos casos. El Fiscal General
de la Nación, por ejemplo, salió en pantalla para llamar ‘hiena’ al presunto asesino y pedir
para él 60 años de cárcel. “El presidente del congreso propuso que se hiciera un referendo
para instaurar la cadena perpetua”. “El Gobernador del Cundinamarca ofreció recompensas
en metálico”. Un alto oficial de la Policía dijo: “Vamos a hacer una misa campal”.
El segundo párrafo responde a las características del argumento por transitividad.
Una vez el lector acepta la patética reacción de los medios y de las autoridades, no le queda
difícil adherir a la idea de que la televisión y la radio siguieron azuzando la histeria
colectiva, hasta el punto de que el Presidente creyó necesario calmar los ánimos y dar una
declaración al aire.
En el tercer párrafo encontramos un argumento basado en las contradicciones e
incompatibilidades. En su alocución, Álvaro Uribe afirmó que: “Colombia nunca ha sido
amiga de la pena de muerte”. Caballero, por su parte, contradice esta afirmación al escribir
que el mismo día de la alocución presidencial “se habían conocido detalles sobre no menos
de treinta ‘ejecuciones extrajudiciales’ y ‘falsos positivos’ con desaparecidos asesinados en
Ocaña, Montería y Popayán, y en varios pueblos de Antioquia y Sucre”.
El cuarto párrafo es un ejemplo más de la argumentación basada en los nexos de
sucesión. Gracias a él podemos ver el comportamiento de los noticieros, que terminaron en
las declaraciones de juristas, curas y expertos siquiatras que calificaron a nuestra sociedad
como “enferma” y “les recomendaron a los padres que les prohibieran a sus hijos ver en la

128
televisión noticias y pornografía”. Caballero aprovecha estas líneas para recordarnos que
las noticias en las que los padres matan a los hijos, los hijos a los padres y los hermanos a
los hermanos —haciendo una clara referencia al caso de los paramilitares Castaño—,
también hacen parte de la historia de nuestro país.
El quinto párrafo responde a las características del argumento que resalta las
contradicciones: Los expertos prohibieron las noticias y la pornografía; pero el noticiero en
el que hicieron la sugerencia, desde la perspectiva de Caballero, era abiertamente
pornográfico. Premisa que está suficientemente argumentada desde el primer aparte de la
columna.
Además, el protagonismo que asumió el Presidente al presentarse en Chía “para
hacerse filmar con la familia (materna) del niño Luis Santiago, acariciándole la barbilla a
una niñita: “la querida Carolina, con la mamita de ella, con los abuelitos, con el pueblo
colombiano, con el señor alcalde, con el apreciado gobernador […]”, refuerza la idea de
Caballero. Escena que el columnista calificó de pornográfica.
En el sexto párrafo encontramos un argumento fundamentado en pesos, medidas y
probabilidades. Caballero no puede entender cómo “es posible mostrar que se paraliza de
golpe el país entero ante la noticia del asesinato de un niño: un país en el que se asesinan en
medio de la indiferencia general cientos de niños al año (en lo que va corrido de 2008, nada
menos que 123 menores de 4 años)”. Cuando Caballero presenta esta cifra busca más
impresionar a sus lectores con la paradójica situación, que informarlos.
Como podemos ver, este párrafo también ilustra el argumento por reciprocidad
porque tiene implícita la siguiente pregunta: ¿por qué no se le presta la misma atención que
se le prestó al caso de Luis Santiago a los cientos de niños que son asesinados anualmente
en Colombia? El columnista sugiere que todos estos casos deberían ser tratados de la
misma manera.
Este párrafo también combina el argumento basado en pesos, medidas y
probabilidades con el de contradicción. “Un país en el que se obliga a millares de niños a
trabajar en las minas de carbón o en los burdeles de turismo sexual, en donde hay
paramilitares que confiesan tres mil asesinatos, pero son extraditados por delitos de
contrabando, en donde cada día se destapan diez nuevas fosas comunes, en donde la

129
violencia genera mil quinientos refugiados diarios”, no puede entenderse por qué se
paraliza a partir del asesinato de un niño.
En el sexto párrafo podemos ver la introducción del argumento por la analogía.
Caballero asemeja el cubrimiento de la noticia del asesinato de Luis Santiago, con la
catástrofe de Armero. Aclara que este segundo episodio sí tenía verdaderas dimensiones de
tragedia (veinte mil víctimas).
La analogía con tono irónico continúa: El Gobierno de entonces explotó
pornográficamente la agonía de la niñita Omaira; con “el interés inmediato de hacer olvidar
los cadáveres todavía humeantes de la sangrienta toma y contratoma del Palacio de
Justicia”. Entonces, Caballero nos lanza una pregunta retórica: ¿Qué será lo que oculta esta
vez el despliegue inusitado de los noticieros? Seguramente, los asesinatos de civiles
inocentes por parte de la Fuerza Pública en Ocaña, Montería y Popayán, referenciados en
párrafos anteriores, nos den elementos para contestar el interrogante.
La columna termina con un argumento de transitividad y de analogía. Después de
exponer su cadena argumentativa, Caballero afirma que el asesino de Luis Santiago se
convirtió literalmente en el chivo expiatorio de todos los pecados del pueblo colombiano.
La analogía está entre el término acuñado por René Girard, el chivo expiatorio, y el término
expuesto por Antonio: taxista expiatorio. En el caso de Caballero, se hace clara referencia a
que el padre de Luis Santiago era taxista.
Vista así, la columna responde al argumento de justicia y reciprocidad. Caballero
no entiende por qué los colombianos nos conmovemos con el caso de Luis Santiago y no
con todos los demás crímenes que pasan frecuentemente en nuestro país. Si un crimen es
repudiado, todos deberían serlo.
Y otro argumento que aparece a lo largo del texto es el del antimodelo. En primer
lugar, los medios de comunicación no obraron como debe ser. Y en segundo lugar, los
colombianos reaccionamos mal, repudiando la muerte del niño en Soacha, e ignorando la
situación de la niñez en nuestro país.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin, podemos ver que el garante de esta columna
radica en que si un crimen es repudiado, todos deberían serlo, como lo habíamos
comentado en párrafos anteriores.

130
Por otra parte, debemos decir que el autor se apoya en el conocimiento del mundo
del destinatario. En la memoria de muchos colombianos siguen vivas las imágenes de la
tragedia del Palacio de Justicia, las de Armero y las de los centenares de víctimas de los
paramilitares, por no mencionar las más recientes de los jóvenes de Soacha asesinados.
También podríamos decir que el texto se basa en hechos y evidencias. En primer
lugar, porque las cifras que muestra el columnista al momento de referirse al número de
niños asesinados en Colombia son una evidencia obvia. Y en segundo lugar, por la gran
cortina de humo que se creó a partir del asesinato de Luis Santiago, para ocultar el
escándalo de los llamados falsos positivos.
En cuanto al estudio de las falacias, sólo podemos afirmar que no encontramos
ninguna en el análisis de esta columna.
Ahora, para abordar el punto sobre las audiencias, es importante consultar el
siguiente cuadro:

A favor En contra No relevante Total


122 10 07 139

Veamos un comentario a favor que refuerza la idea de que los colombianos, al


parecer, somos selectivos para sentir dolor:

Angela Londoño
Ecelente columna como siempre. Para no ir muy lejos recordemos la masacre
en la Comunidad de Paz de Apartado en donde en Febrero del 2005
masacraron 3 niños junto a sus padres, eran un niño de 11 años, una niña de 6
años, y un pequeño de sólo 18 meses fueron descuartizados por el glorioso
ejército de Colombia junto con sus padres y madres y el presidente alvaro
uribe vélez, ni siquiera les dió las condolencias a los famliares, ni a la
comunidad, por el contrario ya le habia hecho un homenaje al general genocida
rito alejo del río que fue también su compañero de asesinatos cuando alvaro
uribe vélez fue gobernador de Antioquia.

Ahora, un comentario en contra que ignora por completo la situación de las


ejecuciones de civiles inocentes por parte de la Fuerza Pública:

CESAR JARAMILLO VILLEGAS


¿Cómo es posible que Antonio Caballero no sepa que es lo que ocultan esta
vez los noticieros con ese despliegue inusitado?. Nada, pues nada de nada.

131
Aunque les duela a los detractores (a todos) este gobierno hace las cosas de
frente, sin tapujos, sin mentiras, sin esconderse de nada ni de nadie. Miren a
ver si en vez de andar jodiendo y atravesandose en el trabajo honesto de
nuestro presidente, mas bien aportan un granito de arena para la grandeza de
Colombia, patria de todos

Para terminar, está el caso de un comentario que, dependiendo del lector, podría
causarle gracia o ser tomado como un insulto. Vale la pena decir que ésta fue la cuarta
opinión que apareció en el foro.

luis uribe gomez


Solo tres mamertos a esta hora. Estas perdiendo audiencia.

“La confianza inversionista”


Esta columna fue publicada el 11 de octubre de 2008. Esta vez Antonio Caballero
argumenta que a pesar de que todos los analistas están de acuerdo en que la crisis
económica mundial es el resultado de la falta de controles; el Gobierno colombiano quiere
desmantelar los pocos que quedan para generar más confianza inversionista, sin importarle
las consecuencias que ésta, históricamente, ha traído para nuestro país.
La columna comienza con un argumento por el ejemplo. Caballero parte de que al
abrigo de la crisis mundial, los neoliberales del mundo se están convirtiendo en decididos
intervencionistas. A continuación, propone una serie de ejemplos: Sarkozy en Francia,
Brown en Inglaterra, Berlusconi en Italia y Merkel en Alemania.
A continuación se plantea un argumento por contradicción: estos presidentes,
considerados como competidores de la política desrreguladora y desrreglamentadora, se
han convertido a la fuerza en decididos intervencionistas.
Luego podemos ver el uso del argumento por la ilustración. Caballero escribe que
hasta el gobierno de George Bush, que es neoconservador, se lanzó con setecientos mil
millones de dólares de fondos públicos al rescate de los bancos en quiebra. El columnista
busca, por medio de este hecho, ilustrar la tendencia mundial intervencionista.
Para terminar este párrafo, hace uso de un argumento por analogía. Lo podemos
identificar porque el columnista evidencia la semejanza entre la crisis de 1929 y la precaria
situación económica que empezaba a verse a finales del 2008. Los gobiernos aplicaron “las

132
recetas humanistas, o por lo menos más humanas, de la teoría keynesiana y la práctica
rooseveltiana”.
Desde una perspectiva más amplia, podemos decir que el primer párrafo también
responde a la argumentación basada en los nexos de sucesión. Recordemos que este
razonamiento puede utilizarse para dar cuenta de un fenómeno. En este caso, Caballero
representa la actitud adoptada por los presidentes neoliberales.
El segundo párrafo comienza con un argumento por transitividad. Una vez el lector
adhiere a la premisa explicada en el párrafo anterior, está más dispuesto a plantearse “si ese
rescate que emprendieron los europeos y estadounidenses, no termina siendo un calco de
los rescates intervencionistas del sistema bancario colombiano. Es decir, una copia de la
socialización de las pérdidas en los años flacos, después de haber privatizado las ganancias
en los gordos”.
En este párrafo también podemos encontrar dos argumentos por analogía. La
primera busca establecer las semejanzas entre el rescate emprendido por los neoliberales a
nivel mundial, con las recetas intervencionistas del sistema bancario colombiano. La
segunda combina el razonamiento por analogía con el de definición. Se trata de establecer
los puntos comunes entre la concepción de la palabra rescate, acuñada por los neoliberales
actualmente, con la interpretación que le dieron los españoles durante la conquista en
América.
En el tercer párrafo, Caballero usa el razonamiento por contradicción. Plantea que a
pesar de que todos los analistas están de acuerdo en que la crisis es el resultado de la falta
de controles, el Gobierno colombiano quiere desmantelar los pocos que aún quedan. Dicho
en otras palabras, hubo un conflicto entre el parecer de los analistas y las medidas que se
tomaron en nuestro país.
Este párrafo concluye con un argumento de tipo metafórico. Recordemos que este
es, básicamente, la analogía condensada. Entonces, podemos afirmar que cuando Antonio
Caballero se refiere a los pocos controles que el gobierno quiere desmantelar, los mismos
que “sobrevivieron al vendaval neocolonialista del Consenso de Washington”, asemeja
medidas tomadas por el gobierno estadounidense de ese momento, con un fenómeno
climático arrasador como lo es un vendaval.

133
El cuarto párrafo responde, nuevamente, a la argumentación fundamentada en los
nexos de secesión. Esta vez, Caballero busca determinar los efectos de la “astutísima
maniobra de estrategia económica de altos vuelos”, ideada por Álvaro Uribe. Antonio
Caballero escribe que, tal vez influenciado por las novelas de Ayn Rand, nuestro Presidente
imagina que los capitalistas salvajes, perseguidos en el mundo entero, vendrán con sus
capitales a refugiarse en Colombia. En nuestro país, la confianza inversionista les dará
abrigo.
El quinto párrafo, continúa con la misma idea, pero haciendo énfasis en las
consecuencias. El columnista usa el argumento por ilustración. A partir de que
Santodomingo no devolvería lo que sacó de la venta de Bavaria, Caballero quiere ilustrar lo
que pasaría respecto a los capitales fugados.
Luego utiliza la argumentación por el ejemplo para mostrar las consecuencias que
han traído la falta de controles de los capitales extranjeros a nuestro país. Según el
columnista, veríamos nuevamente casos como la matanza de las bananeras; que se hizo en
defensa de la United Fruit Company, o como el sometimiento a la esclavitud y el
exterminio de los indios del Putumayo, por cuenta de la empresa Casa Arana, o como el
financiamiento de los paramilitares de las AUC por la Chiquita Brands, para nombrar
algunos casos.
Luego, el columnista redondea su idea, dejando en claro por qué clasificamos este
párrafo bajo la forma del argumento basado en los nexos de sucesión. Caballero describe
las consecuencias que podría traer la decisión de Uribe:

“Por escasez de regulaciones y abundancia de garantías es que las empresas


extranjeras en Colombia, mineras o madereras, eléctricas o constructoras,
caucheras o petroleras, españolas o gringas o alemanas o muy pronto chinas,
han dejado siempre una huella de saqueo y corrupción. Es una experiencia que
conocen de sobra todos los países colonizados o neocolonizados: el capital
extranjero tiene la costumbre de arrancar el codo cuando le ofrecen la mano.”

Si analizamos la columna a partir de una perspectiva global, no es descabellado


afirmar que responde a la estructura de una argumentación basada en los nexos de
sucesión, debido a que el autor busca mostrar las consecuencias de la falta de controles por
parte del gobierno, tanto para los capitales extranjeros, como para los fugados.

134
Las dos oraciones con las que Caballero cierra su columna reiteran esta idea: “[la
inversión extranjera] deja, eso sí, unas migajas en la mano tendida. En eso consisten los
frutos de lo que ahora se llama Confianza Inversionista, de la cual solo el nombre es
novedoso”.
Ahora, aplicaremos los planteamientos que el profesor Álvaro Díaz retomó de la
teoría de Toulmin. En cuanto al garante, debemos decir que el de esta columna radica en
que nada es más desconfiable que la política de confianza inversionista. “Con amigos
así…para qué enemigos”, siguiendo el dicho popular.
Por otra parte, podemos decir que este texto responde a las características de los
fundamentos basados en el conocimiento del mundo del destinatario. Los ejemplos que
ofreció el columnista acerca de las consecuencias que la inversión extranjera ha generado
en nuestro país, están apoyados en momentos concretos de nuestra historia nacional.
Aunque tampoco podemos olvidar que, de cierta forma, el texto también responde a
los fundamentos basados en los hechos y evidencias. Esta parte la podemos ver, por
ejemplo, en el momento en el que el columnista presenta la cifra que invirtió Estados
Unidos en el rescate de su sistema bancario.
Al aplicar la teoría sobre las falacias, pudimos encontrar una. Se trata de la de
generalización. En este caso, Caballero no tiene la información completa para poder
asegurar que “todos los analistas están de acuerdo en que la crisis es el resultado de la falta
de controles […]”.
Para aplicar nuestro análisis al tema de las audiencias es necesario recurrir al
siguiente cuadro:

A favor En contra No relevante Total


40 4 16 60

Veamos ahora un comentario que se manifestó a favor de la argumentación de


Caballero. De hecho, retoma una parte de su razonamiento:

JEAN JAURÈS
Tras la sabida milicia capitalista de privatizar las ganancias y socializar las
perdidas, ahora premian la fuga de capitales con amnistías fiscales, mientras
nuestros honestos y emprendedores empresarios continúan a financiar y a

135
contemplar el desmantelamiento moral y económico de nuestra republica
bananera, patria boba.

Contrastemos el comentario anterior. A pesar de que el forista se manifestó en


contra, atacó una premisa que Caballero nunca presentó:

Miguel Salvador Del Valle Martelo


Sigue careciendo de suerte Caballero con los asuntos económicos.Esta es una
de sus columnas más fofas. Pero es de admirar que no haya caido en la
tentación de tantos copartidarios suyos que andan de fiesta por la "caida del
capiltalimo".Más bien recordemos el genial "graffiti" que estuvo durante
mucho tiempo en algún muro de la UN sede bogotá : "capitalismo, tus
milenios están contados"

Para terminar con el análisis de esta columna presentamos un comentario no


relevante, que evidencia la falacia de la petición de principio:

Luis Uribe Arbeláez


Me encanta leer cuando los de izquierdas hablan de su ignorancia en materia
económica. Es que no se puede ser más bruto....

“El negro gringo (o el gringo negro)”

Esta columna fue publicada el 18 de octubre de 2008. Esta vez, Caballero defiende
que los negros han sido históricamente discriminados por la sociedad estadounidense.
El primer argumento que utiliza el periodista es el de definición. Siguiendo a
Caballero: “[…] el hecho real es que Barack Obama, próximo presidente de los Estados
Unidos, es gringo, y es negro”. Para el columnista, el primer calificativo denota
antiamericanismo visceral. Mientras que el segundo, racismo.
El segundo argumento que encontramos es el de división. Para afirmar que Obama
es el mejor de los candidatos gringos a la presidencia, el periodista confirma esta hipótesis
en cada uno de los aspirantes al cargo más importante de los Estados Unidos. Siguiendo a
Caballero, los rivales demócratas de Barack ya están eliminados y sólo le queda enfrente el
republicano John McCain, Ralph Nader, una mujer verde y un loco libertario.
En tercer lugar, encontramos un argumento por antimodelo. Caballero lo utiliza a
partir de una afirmación que hizo la candidata de McCain a la presidencia. Según ella, el
aspirante por el partido republicano sabe cómo se gana una guerra porque estuvo en una.

136
Luego, el columnista escribe: “Sí, pasó toda la guerra de Vietnam prisionero de los que al
final la ganaron”.
El cuarto argumento combina las características del modelo y del antimodelo. En
primer lugar se presentan las razones por las que McCain no debería ganar. Después,
Caballero escribe por qué Obama es el mejor candidato a la presidencia:
“Barack Obama va a ganar las elecciones, no sólo porque McCain sea pésimo, ni
porque lleve a cuestas las culpas de los pésimos gobiernos de su copartidario George W.
Bush, que han hundido la economía, el poderío, la moral, el prestigio y la autoestima de los
Estados Unidos; va a ganar también por las promesas de esperanza de sus promesas de
gobierno, menos egoístas o menos miopes que las de su contendor republicano […]”.
El argumento por el modelo continúa. Esta vez el columnista hace énfasis en las
propuestas y cualidades del aspirante demócrata: Barack Obama propone, “en lo interno,
cobertura de salud para todos y aumento de impuestos para los demasiados protegidos
ricos; en lo externo, menos guerras perdidas y una menos irresponsable política energética.
Y, sobre todo, va a ganar por sus propias virtudes y sus propios talentos: la elocuencia, la
sinceridad, la naturalidad, la preparación intelectual y la cohesión política […]”.
Ahora vamos a ver la aplicación del argumento por la analogía. En el tercer párrafo
Caballero plantea las semejanzas entre Barack Obama y Robert Kennedy, Jimmy Carter,
Dwight Eisenhower, Adlai Stevenson, Woodrow Wilson, Franklin Roosvelt, Ronald
Reagan y John Kennedy. El apartado termina con la similitud entre el candidato demócrata
y las pirámides de dinero que fueron escándalo en nuestro país. El parecido radica en la
capacidad para recaudar fondos.
El siguiente argumento responde a los nexos de sucesión. Ahora, Caballero busca
dar cuenta del fenómeno que constituye el hecho de que Barack Obama, el candidato a la
presidencia de los Estados Unidos por un partido de dimensión nacional, sea negro. De
hecho, el periodista escribe que al candidato demócrata ya se lo habían echado en cara: lo
llamaron negro igualado, negro terrorista y negro metido a blanco.
A este argumento le sigue uno basado en la estructura de la analogía. Primero,
Caballero establece una semejanza sonora entre el nombre del candidato demócrata con el
de Osama Ben Laden; ya que Obama suena parecido. Y entre su nombre intermedio,
Hussein, con Saddam Hussein.

137
Paso seguido, vemos la aplicación de un argumento basado en los nexos de
sucesión. Caballero pretende dar cuenta de los problemas de ser negro en una sociedad
racista que está dejando de serlo a pasos agigantados. El columnista escribe que cuando
Obama nació era casi imposible para un negro norteamericano ser algo distinto de boxeador
o trompetista.
Después, el columnista vuelve a utilizar el argumento por definición, pero por la vía
de la ironía Caballero afirma que Obama cumple con las características de un político
profesional. Ergo, es hipócritamente religioso, militarmente patriotero e inevitablemente
imperialista.
Luego, nos presenta nuevamente un argumento por contradicción. En primer lugar,
a pesar de que la mamá del demócrata haya sido agnóstica, Obama tiene que mostrar que es
cristiano practicante. En segundo lugar, así su padre haya sido africano, tiene que ponerse
el alfiler de solapa con la bandera de las barras y las estrellas para hacer ostentación del
patriotismo. Y en tercer lugar, así crea que la guerra contra Irak sea una locura, tiene que
demostrar que cree en el “excepcionalismo” mesiánico de los Estados Unidos.
El último argumento que encontramos cumple con la estructura de transitividad,
específicamente con la del silogismo. La idea que escribió el columnista se puede resumir
así: los imperios son imperialistas. Barak Obama es emperador del imperio. Por lo tanto, el
demócrata es imperialista.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin retomada por Álvaro Díaz, identificaremos el
garante. Esta vez, radica en el dicho popular que reza que “aunque la mona se vistade seda,
mona se queda”. En otras palabras, aunque Obama sea un negro demócrata, seguirá siendo
gringo, y por tanto imperialista.
Por otra parte, podemos decir que esta columna responde a la estructura de los
fundamentos basados en el conocimiento del mundo del destinatario. En primer lugar,
porque además del garante, la columna tiene en cuenta que la mayoría de las personas
desaprueban la gestión de George W Bush. Y en segundo lugar, porque cuando Caballero
compara las virtudes de Obama con las de algunos ex presidentes, infiere que los lectores
recuerdan las cualidades de los ex mandatarios estadounidenses.
En cuanto al análisis de las falacias, podemos decir que encontramos un caso que
combina la petición de principio con el ad hominem ofensivo. Primero, porque la premisa

138
que aporta Caballero no está debidamente sustentada. Y segundo, porque no centra la
atención de los lectores en los argumentos de McCain, sino sobre algunos aspectos de su
personalidad y rasgos físicos: “[…] Y McCain es un fantoche: un muñecote rígido que
suena a máquina oxidada y es peor cuando se ríe […]”.
Para abordar nuestro estudio sobre las audiencias es necesario consultar el siguiente
cuadro:

A favor En contra No relevante Total


55 13 07 75

Veamos un comentario a favor de Caballero. A esta persona, Obama le inspira


esperanza, sin embargo y al igual que el columnista, no se hace muchas expectativas:

santiago bedout
SI UNO APLICA LA TEORÍA DEL ―MENOS MALO― OBVIAMENTE
ME QUEDO CON EL "GRONE". PERO GRINGO ES GRINGO, LA
DIFERENCIA MÁS PALPABLE ENTRE OBAMA Y McCAIN ES QUE
McCAIN PRIMERO BOMBARDEA Y DESPUES PREGUNTA Y OBAMA
PRIMERO PREGUNTA Y DESPUES INEVITABLEMENTE
BOMBARDEA.

Presentamos ahora un comentario que, apelando a la historia, contradice la simpatía


de Caballero con el partido demócrata estadounidense:

alexander valencia castro


que pena Caballero! la edad ya lo hace escribir pavadas. Los democratas
iniciaron la guerra de Vietnam, JFK mando invadir Cuba y RK mando
envenenar a Fidel. Los democratas hasta ultimo momento apostaban por la
guerra en la crisis de 1962. Los democratas tambien son hipócritas,
doblemoralistas y cinicos como los REPUBLICANOS. No hay diferencia entre
Obama y Mac Cain.... Obama no va a ser para nada condescendiente con
AMERICA LATINA... ya va a ver. "La politica del buen vecino" no se
aplicara si no a quien el TIO SAM quiera.

Para terminar, un caso que cuestiona el quehacer periodístico, pero que no le aporta
nada al debate propuesto por Caballero. Por tanto, fue calificado como no relevante:

Elvira moreno martinez

139
Que manera tan infame de desinformar a los radioescuchas, anoche las
periodistas jimena duzan y claudia lopez, aseguraban en hora 20, que los
indigenas muertos, habian perecido por las balas disparadas, por la policia, y
hor el calumniador mayor, Ivan Mejia tambien lo aseguro, por Dios que esto ?
Medicina Legal, concluyo que la causa se debio de a la explosion de unas
papas bombas, que manipulaban y desafortunadamente estallaron, hasta donde
llega el odio ciego y enfermizo de estos personajes, que dejan a un lado su
debe etico de informar , y toman el camino amañanado de la calumnia
descalificadora, ?y eso que se supone son periodistas reconcidas y de prestigio
ese el el periodismo que nos esta haciendo un pais infame a los ojos de los
extranjeros, y esta convirtiendo a Colombia en un caos, que dicen los
periodistas amantes de la verdad y de la justicia?

“El mal ejemplo indígena”

Esta columna fue publicada por Antonio Caballero el 25 de octubre de 2008. Ahora,
el periodista argumenta, por supuesto con su dosis de sarcasmo, que hay que calumniar a
los indígenas llamándolos terroristas cuando organizan marchas de protesta, porque su
resistencia pacífica y sus reclamos justos dan mal ejemplo. En realidad, los indígenas son
simplemente ciudadanos colombianos, aceptados constitucionalmente, que por medio de la
“minga” quieren hacer valer sus derechos. No son latifundistas, ni mercenarios y mucho
menos terroristas.
El primer argumento que pudimos encontrar responde a las características del
razonamiento por contradicción. Caballero parte de que el presidente Uribe dice mentiras
con gran frescura. Luego, cuando es descubierto, afirma que lo engañaron sus subalternos y
que todo sucedió a sus espaldas.
Para soportar esta hipótesis, el columnista ofrece un argumento que responde a las
características de la ilustración. Tiene que ver con el uso del emblema de la Cruz Roja por
parte del ejército colombiano en la Operación Jaque. En principio, las autoridades
correspondientes negaron el hecho y después de que se conoció el video de las Farc no les
quedó más remedio que admitir su error.
En este punto, Caballero se apoya en una analogía para darle más fuerza a su
argumento. El columnista estableció un parecido entre los ministros y generales de Uribe
con unos loritos amaestrados, puesto que todos respondieron una y otra vez que no habían
utilizado los emblemas del ente humanitario durante el rescate de los secuestrados.

140
Este párrafo termina con la siguiente pregunta retórica: “¿Será que les volvieron a
pagar a las Farc por el video, como antes por los rehenes?” Como es evidente, Caballero
hace una analogía basada en la semejanza entre las dos situaciones mencionadas.
En el segundo párrafo encontramos un argumento que responde a los nexos de
coexistencia. En un principio, el Gobierno sostuvo que el Departamento Administrativo de
Seguridad no hizo interceptaciones ilegales a la oposición. “Y resulta igualmente que sí,
que altos funcionarios del gobierno sí buscaban testimonios contra los magistrados de la
Corte entre los narcoparamilitares […]”. Podemos ver entonces una contradicción entre lo
que dijo el Gobierno, y lo que hizo.
En el tercer párrafo encontramos, en primer lugar, un argumento que responde a los
nexos de sucesión. El columnista pretende dar cuenta de que las cosas que en principio son
negadas, resultan al final ser ciertas. Pero el Presidente nunca se da por enterado. Y es
precisamente en esta premisa donde encontramos un argumento por contradicción.
Caballero plantea implícitamente la siguiente pregunta: ¿cómo puede ser posible que todo
lo que ocurre, ocurra a espaldas del Presidente, si él “lo sabe todo y está en todas partes”?.
El cuarto párrafo comienza con un argumento por transitividad. El columnista
sostiene que Uribe miente en lo relacionado con la marcha de la protesta indígena. En otras
palabras, Caballero lo plantea así: “Ahora lo estamos viendo con la minga, como la llaman
los indios del Cauca”.
Es, entonces, cuando aparece un argumento por definición. Caballero escribe que
los aborígenes llaman “minga” “a sus acciones de beneficio colectivo (el “convite”,
traducen los de otras regiones más hispanizadas: pues se trata de convidar a la gente a un
esfuerzo común que es además una fiesta)”.
Posteriormente, nos enfrentamos a un argumento que combina la ilustración con la
analogía. El columnista nos muestra un caso concreto en el que Uribe miente y luego se
retracta: después de que el mandatario calificara de infamia el haber acusado a la Policía de
abrir fuego contra la marcha; “el presidente salió en televisión con todos sus generales y
ministros, [y aquí está la analogía] silenciosos como perritos amaestrados a reconocer que
sí: que la Policía sí había disparado”.
A continuación nos encontramos, de nuevo, con un argumento por analogía. En el
quinto párrafo, Caballero establece una similitud entre el discurso de Uribe y el del ex

141
presidente Turbay. El mandatario actual afirmó que los indígenas muertos se habían matado
ellos mismos en una acción terrorista. Y el tristemente célebre por su Estatuto de
Seguridad, el ex jefe de estado Julio Cesar Turbay, decía, en su tiempo, que “los torturados
se autotorturan para desprestigiar al gobierno”.
También vale la pena señalar una analogía implícita. Ésta ocurre cuando Uribe
afirma que todo ocurrió a sus espaldas. El mismo argumento que utilizó Samper para
safarse del Proceso 8.000. Definitivamente, el que anda entre la miel, algo se le pega.
En el sexto párrafo encontramos un argumento que mezcla las características de la
contradicción, con el de pesos, medidas y probabilidades. En primer lugar, cuando
Caballero demuestra que Álvaro Uribe tiene una hacienda grandísima en los valles del
Sinú, deja claro que los aborígenes no son los únicos latifundistas del país. Y en segundo
lugar, podemos ver que cuando el periodista escribe que la finca del mandatario es de dos
mil hectáreas, más que informar, la cifra impresiona, sobre todo si se tiene en cuenta el
contexto en el que fue mencionado el dato.
En el séptimo párrafo, encontramos un argumento por transitividad. Caballero trata
de lograr la adhesión de sus lectores al plantear que todo lo que les hemos hecho los
blancos a los indios, son cosas que tal vez se puedan explicar o aun defender. Pero no
negar. Esta premisa adquiere validez por ser expuesta justo después de la cita de Uribe en la
que se dice que este país es “respetuoso de la diversidad”, y que los únicos latifundistas en
Colombia son los indígenas.
El octavo párrafo continúa con el argumento de transitividad. Lo vemos claramente
por su introducción: “Y luego vino ya no solo la negación en redondo de la historia, sino la
mentira frontal para justificar que se siga repitiendo la historia […]”.
También pudimos identificar un argumento basado en la contradicción. Si Uribe es
consciente de las implicaciones que tiene en nuestro país hacer cualquier tipo de
señalamiento hacia alguna comunidad, estuvo mal hecho señalar, además de dueños de
latifundios, de terroristas a los integrantes de la minga. Se supone que como presidente
debería velar por el bienestar de todos los colombianos.
El octavo párrafo termina con el uso del argumento por definición, acompañado por
una dosis de sarcasmo. Caballero afirma que “Por lo visto los indios, además de

142
latifundistas (lo fueron: todo lo que hoy se llama América era suyo), son mercenarios. Y
terroristas, claro”.
Y en el noveno párrafo identificamos un nexo de sucesión. Esta vez, Caballero
quiere mostrar que la minga no fue lo que el Presidente y su Ministro de Defensa quisieron
mostrar. Al contrario, los indígenas son los únicos en Colombia que se han enfrentado al
terrorismo sin recurrir a la “autodefensa”, son los únicos que con hondas y bastones han
enfrentado y en ocasiones derrotado tanto a la guerrilla, como a paramilitares y a la fuerza
pública.
El último argumento al que el columnista acude está basado en pesos, medidas y
probabilidades. Caballero plantea que durante los últimos seis años de lucha del pueblo
indígena, la Seguridad Democrática ha asesinado 1.253 aborígenes. El recurso a esta cifra,
más que informar, busca impresionar.
Ahora, en cuanto al garante de esta columna, podemos afirmar que este radica en
que la historia se repite. Es decir, los blancos vuelven a abusar de los indígenas. Por otra
parte, y a partir de la argumentación de Caballero, podemos decir que el texto responde al
adagio que reza: “al caído, caerle”; porque lo que hizo el Gobierno fue maltratar aún más la
dignidad del pueblo indígena.
Por otra parte, podemos decir que esta columna responde tanto a los fundamentos
basados en hechos y evidencias como a los del conocimiento del mundo del destinatario. El
número de indígenas muertos y todas las mentiras de Uribe, a las que Caballero hace
referencia, ocurrieron ante la mirada de toda la sociedad colombiana.
En cuanto a las falacias, hay que decir que en esta columna, a pesar del sarcasmo
que maneja, no contiene ninguna. Todas sus premisas están debidamente sustentadas y los
argumentos están utilizados correctamente.
Para abordar nuestro estudio sobre las audiencias presentamos el siguiente esquema:

A favor En contra No relevante Total


93 15 12 120

Veamos el caso de un forista que, al hacer las cuentas de quiénes podrían ser los
verdaderos latifundistas de Colombia, le da toda la razón al argumento de Caballero:

143
Oriana Font D Alba
Sobre el porcentaje de tierras que tienen los indigenas, eso es algo sorpresivo.
Pretenden justificar el destierro de los indigenas con eso de que " son el dos
por ciento de la poblacion y tienen el 27 por ciento de las tierras colombianas".
A ver, y quienes son los otros dueños de la tierra? Son un porcentaje mucho
menor, no son el 2 por ciento, son el 0.5 por ciento de la poblacion la que tiene
bajo su poder el resto de terreno. Y eso es mucho mas sorpresivo. Porque a ver,
cualquier ciudadano, comun y corriente, no tiene en su poder finquitas de dos
mil hectareas. Esas tierras ya saben quienes las poseen.

Estudiemos ahora un comentario basado en la falacia de la falsa autoridad, que se


muestra en contra de lo expuesto en la columna de Caballero:

GUSTAVO MONTOYA
Para mejor información léanse el artículo de Plinio Apuleyo Mendoza. "La
Nueva Estrategia de las Farc" ahiu dice como el cano esta infiltrando a los
indigenas,a las centrales obreras para crear un ambiente de agitación para
apresurar la renuncia de Uribe y asi tener la opción de poder crear el cano un
partido político.

Y para terminar, un caso de Comentario no relevante. Se trata de un lector que si


bien no comulga con las ideas expuestas por el columnista, no lo supo expresar de manera
acertada:

JULMIDA YO
PARA LEER A ESTE IMBECIL RESENTIDO Y MAL INTENCIONADO,
PRIMERO HAY QUE DEPEJAR LOS PARENTESIS....(JA JA JA JA )
....(KMBNNCVJJA JA JA JA ).

“Un aplauso”

Esta columna fue publicada el 01 de noviembre de 2008. Antonio Caballero


argumenta que el gobierno se merece un aplauso, porque “está muy bien que por fin los
más altos representantes del Estado empiecen a reconocer que las Fuerzas Armadas
cometen excesos, torturas, detenciones que terminan en la desaparición de detenidos,
ejecuciones extrajudiciales y crímenes de guerra”.
El primer argumento que identificamos responde al razonamiento mediante el
modelo. Caballero reitera que la posición que asumió el gobierno es la correcta. Lo
podemos ver en la siguiente afirmación: “Hay que felicitar al presidente Uribe, al ministro

144
Santos, al general Padilla por su decisión de pasar a retiro a tres generales y siete coroneles
(y otros tres más hace ocho días), más una decena de oficiales y suboficiales de menor
rango, por los infames “falsos positivos”, con decenas de muertos denunciados en las
últimas Semanas”.
El segundo argumento, por un lado, cumple con las características de los basados en
pesos medidas y probabilidades. Caballero llama la atención sobre el hecho de que falta
sólo un año para que se cumpla el plazo del acuerdo que hicieron conjuntamente Andrés
Pastrana y Álvaro Uribe con la Corte Penal Internacional (CPI). Este pacto blinda al Estado
de responsabilidades por crímenes de guerra durante el tiempo que, según se calculó,
tomaría derrotar la subversión en Colombia. Caballero acude a este hecho para sustentar
que ya iba siendo hora de que se empezara a limpiar el Ejército (y la Policía y el DAS).
Por otra parte, este argumento cumple con las características de los nexos de
sucesión. Recordemos que estos se pueden usar, entre otras cosas, para dar cuenta de un
fenómeno en su cadena incidental. Después de leer el segundo párrafo de la columna, queda
claro en qué consiste el acuerdo entre la CPI y el gobierno de nuestro país.
En el tercer párrafo nos reencontramos con el argumento por el modelo. Esta vez
Caballero sostiene que está muy bien que los crímenes se reconozcan, que se acepte que no
se trata de hechos aislados, de “manzanas podridas” y de “ovejas negras” que no entrañan
responsabilidad institucional ni política de sus superiores.
En el mismo párrafo, también encontramos un argumento por definición. Caballero
afirma que mientras no cambien las convicciones de quienes hacen la guerra, y de los
civiles que la ordenan desde el poder político, habrá que repetir indefinidamente la limpieza
de las Fuerzas Militares.
Según Caballero, lo que se debe cambiar es “La convicción profunda, [y es entonces
cuando la define] reforzada además por el adiestramiento y el ejemplo recibidos de los
Estados Unidos, de que todo vale en la guerra contra la subversión, hoy llamada
narcoterrorista; ayer, comunista; antier, bandolera. De que valen el asesinato y la tortura, la
desaparición forzada, la expulsión, porque el enemigo no merece respeto”.
El cuarto párrafo continúa con lo que se entiende por dicha “convicción”:

“Todo vale porque la vida no vale nada. La de los demás: esos, literalmente,
desechables que constituyen el grueso del pueblo colombiano (y que hay que

145
distinguir, claro, de los llamados "colombianos de bien"). Los desechables se
pueden desechar. Usar y tirar. Eliminar cuando ya no sirven. Intercambiar.
Pueden ser usados indiferentemente como guerrilleros o como paramilitares,
como sicarios de la mafia o como mensajeros de moto o como desempleados o
como subempleados o como reinsertados o como votantes cautivos o como
víctimas de los "falsos positivos militares". Su vida real no importa, salvo
desde el ángulo de la estadística […]”.

Si nos detenemos por un momento en éste aparte, podríamos identificar dos garantes
que caracterizan a este Gobierno. El primero, “lo que no sirve, estorba”. Al parecer, para
Uribe y sus colaboradores, los colombianos que no estamos en el poder sobramos. El
segundo es que “el fin justifica los medios”. Por tanto, todo vale en pro de la Seguridad
Democrática.
Dicho párrafo termina con un argumento por el ejemplo. Para explicarnos en qué
consiste la tan mencionada “convicción”, Caballero acude al caso del coronel Plazas Vega.
Este personaje, ““que defendía la democracia, maestro”, puede decir que los cadáveres de
los desaparecidos de la cafetería del Palacio de Justicia están donde no están, y tiene que
salir Medicina Legal a desmentirlo. Ah ¿eran otros muertos? Da lo mismo”.
El quinto párrafo nos ofrece una sucesión de ejemplos que sustentan la siguiente
premisa: “Para saber si los pases a retiro de unos cuantos oficiales significan que de verdad
está cambiando esa convicción profunda de que hablo hay que ver si son seguidos de algo
más: de juicios, de condenas”.
El primer ejemplo que utiliza Caballero es el de la tipificación como delito de la
desaparición forzada en el año 2000. Caballero escribe que desde entonces no ha habido
ningún acusado, ningún procesado, ningún condenado, pese a que este delito sigue
afectando a unas quinientas personas cada año.
Este caso también nos sirve para identificar el uso de otros dos argumentos. El
primero es el de pesos medidas y probabilidades, porque el recurso a la cifra impresiona. Y
el segundo es un razonamiento por contradicción porque hay una incongruencia entre el
tiempo de vida del delito de la desaparición forzada, el número de víctimas al año y la
cantidad de personas que han sido procesadas por esta falta.
Por otra parte, para afirmar que las medidas que tomó el gobierno deben estar
seguidas de juicios y de condenas, el columnista recurre a un caso de impunidad. El
segundo ejemplo que utiliza Caballero es el de Convención Interamericana sobre la

146
desaparición Forzada, firmada en septiembre del 2007. Este acuerdo no ha sido ratificado
todavía.
Y el tercer caso al que el columnista hace referencia para demostrar que hay varias
medidas que no terminan en juicios ni condenas, es el de la Ley de Víctimas. “[…] el
gobierno y sus parlamentarios leales se rehúsan obstinadamente a reconocer como víctimas
del conflicto (y a reconocer que hay conflicto) a las que lo hayan sido de los agentes del
Estado: soldados, policías, detectives del DAS. Como si no existieran”.
Como podemos ver, el recurso a estos tres ejemplos está dirigido a dar cuenta del
fenómeno que demuestra que a pesar de que existen las leyes, no hay juicios ni condenas.
Este razonamiento es una forma de apreciar este hecho, por sus consecuencias. Por lo tanto,
el quinto párrafo responde a las características de los nexos de sucesión.
La última premisa que defiende Caballero es que el reconocimiento hecho por los
más altos representantes del Estado sobre sus culpas además de insuficiente, parece sólo de
labios para afuera. Al parecer, la ‘convicción’ permanece. Para sustentar este argumento,
Caballero utiliza dos ejemplos tomados del discurso del Presidente.
El primero, es que al mandatario colombiano se le escapó decir que los
desaparecidos habían sido “ajusticiados” por el ejército. Mediante esta cita, queda
demostrado que la “convicción” de la que habla Caballero sigue vigente.
En el segundo caso, Uribe dijo que con las masacres de Guaitarilla a Soacha, los
militares hacen “quedar mal” al gobierno. “No puede ser que alguien que secuestra y mata a
un ciudadano para presentarlo como un “positivo” simplemente los “haga quedar mal””. Es
obvio que es algo mucho más grave. Este caso reitera la persistencia de la tan mencionada
“convicción”.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin, expuesta por el profesor Álvaro Díaz,
identificaremos el garante. En esta columna, encontramos dos: el primero, “ver para creer”.
Habrá que esperar si la supuesta purga a las FFMM resulta suficiente. Y el segundo, “la
justicia es para todos”. Eso incluye al personal de la Fuerza Pública.
Por otra parte, podemos decir que el texto de Caballero responde a las
características de los fundamentos basados en hechos y evidencias y, también, en el
conocimiento del mundo del destinatario. En primer lugar, la mención por parte del

147
columnista respecto a que ninguna persona ha sido condenada por el delito de desaparición
forzada constituye un ejemplo de apelación a las evidencias.
En segundo lugar, al escribir al principio del texto que “hace decenios un general
tras otro, un ministro de Defensa tras otro, un presidente tras otro han negado los crímenes
de estado”; el periodista apela a una memoria histórica, de la cual podemos dar fe la
mayoría de los colombianos.
Volviendo nuestra mirada hacia las falacias, vale la pena mencionar que en esta
columna no encontramos ningún caso que se pueda interpretar como una violación a las
reglas de un buen argumento (Weston, 1998).
En cuanto al estudio sobre las audiencias, es necesario consultar el siguiente
esquema:

A favor En contra No relevante Total


54 15 11 80

Veamos un comentario que se manifiesta de acuerdo con que las destituciones


deben estar acompañadas de juicios y condenas:

alvaro de jesús. vasquez villa


Lastimosamente no pasará nada.Desafortunadamente no los condenarán ,su
error fue dejarse sorprender.Pero allá en el ejército les quedan sus amigos
quienes como cosa rara nunca los acusaran.Lo insólito es que una vez en la
"civil" montaran una empresa de seguridad para trabajarle al mismo estado , o
una EPS, que aunque esté recién montada ya tiene como mínimo 20 años de
experiencia en salud.

Ahora presentamos un forista que piensa que aplaudir al gobierno por una medida
superficial es algo totalmente desfasado:

JOSÉ MARÍA BALAGUERA CARVAJAL


Antonio, estas desfasado pero un resto. Donde está su crítica de la realidad
colombiana? Acordemonos quien es el jefe de las FFMM, En él debe recaer
todo el peso de la justicia. En especial la de la CPI. Acaso las órdenes dadas
por el presidente, "de traígalos vivos o muertos", o la de, "yo respondo por esto
o por aquello". Esas son las consecuencias de un estado mandado por un
irresponsable, por un tirano. Lo mejor Antonio es que viva la realidad. Que
amnesia la que le cogió.

148
Y por último, está el caso de una persona que parece confundir peras con naranjas.
Su comentario no tiene nada que ver con lo expuesto en la columna de Caballero:

oswaldo barbosa
Este mes “gracias a Dios” no subió el combustible y eso se lo debemos a
nuestro gran gobierno de la seguridad de los ricos; no subió, debía de haber
bajado, pero ¿como hace Uribe para justificar ante su jefe Ardila Lule que
tiene que bajar el Etanol?

149
Capítulo V

María Jimena Duzán


Una columnista versátil
Nos acercamos al estudio de las columnas de María Jimena Duzán, en primer lugar,
porque nos interesa conocer su argumentación, y en segundo lugar, para ofrecer al trabajo
de tesis la dosis de una pluma femenina dentro del estudio.
En primer lugar, se dará un breve contexto sobre la columnista. Luego se estudiarán
las columnas escritas por ella durante el 27 de septiembre de 2008 y el 01 de noviembre del
mismo año. Dentro de los temas de sus columnas están: los nuevos ricos que se han
beneficiado durante el periodo presidencial de Álvaro Uribe, los efectos que ha dejado la
crisis económica mundial, la reelección presidencial, la actitud de Íngrid Betancourt a partir
de su liberación, el racismo que se vive en nuestro país, y el escándalo de los Falsos
Positivos.
María Jimena Duzán nació en Bogotá en 1960. Estudió Ciencia Política en la
Universidad de los Andes y en Paris. Recibió una beca Niemann en la Universidad de
Harvard. Se inició en el mundo del periodismo a muy temprana edad en el diario EL
ESPECTADOR. Ha pasado también por EL TIEMPO y por Revista Semana. Ya había
escrito para esta revista a comienzos de la década de los años 90. Se reintegró a mediados
del 2008, después de que María Isabel Rueda pasara de Semana a EL TIEMPO. Es autora
del libro Crónicas que matan. Ha sido premio Simón Bolivar en la categoría de mejor
entrevista. En febrero de 1982 fue secuestrada por el M19. Dirigió durante cinco años el
postrado de Periodismo en la Universidad de Los Andes. Actualmente, también trabaja para
Canal Capital, en el programa de opinión Versión Libre.

“Los nuevos cacaos”

Esta columna fue publicada en la revista Semana el 27 de septiembre de 2008. En


este caso, el punto de vista de María Jimena es que “hasta hace poco, los cacaos eran Julio
Mario Santo Domingo, Carlos Ardila Lülle, Luis Carlos Sarmiento Angulo y el Sindicato

150
Antioqueño. Sin embargo, tras casi siete años de régimen uribista, el relevo en el cacaoísmo
nacional es total”.
Para defender esta idea, la columnista se apoya en un argumento basado en el
ejemplo que se mezcla con el de definición. David Murcia Guzmán, hoy extraditado, podría
ser el ejemplo más representativo de los cacaos a los que Duzán hace referencia. La
columnista ofrece también una definición de quién es este personaje: “es un empresario, el
rey del dinero fácil, dueño de la multinacional DMG, la empresa que ofrece beneficios
descomunales a sus clientes”.
Otro personaje que María Jimena Duzán presenta como ejemplo de los nuevos
cacaos es Felipe Sierra. La periodista escribió: “hasta hace poco un exitoso contratista de
seguridad paisa, que infortunadamente cayó preso acusado de trabajar para ‘Don Mario’”.
El argumento por definición, en el caso de David Murcia, continúa. Según Duzán,
este personaje difiere de Julio Mario por su extracción humilde: No estudió en reconocidas
universidades gringas, empezó a trabajar desde los quince años, y sus pinos como
comerciante los hizo cuando el Plan Colombia ofrecía subsidios a los campesinos del
Putumayo para sacarlos del negocio de la coca. Sin embargo, dirigía una empresa de
captación de dinero que producía una rentabilidad, como ninguna otra, en cualquier sector
de la economía formal.
Luego evidenciamos el uso del argumento por división. Recordemos que este reza
que, para poder afirmar alguna cosa sobre un género es preciso que se confirme en una de
sus especies. Desde esta posición, la especie sería DMG. Y la afirmación sería que las
pirámides son producto de la elasticidad de la ética pública, tan en boga en este gobierno.
Enseguida nos encontramos con un argumento de transitividad. Una vez el lector
acepta la premisa del párrafo anterior, puede adherir más fácilmente a la idea de que
“durante estos seis años las pirámides se han reproducido como conejos gracias a la
elasticidad ética del gobierno. Además, gracias a él, muchas de las pirámides se están
haciendo agua sin que el Estado hubiera anticipado medidas para evitar que cientos de
colombianos estén hoy afectados”. Como vemos, cumple con la estructura de un silogismo.
Posteriormente vemos el uso de un argumento basado en los nexos de sucesión.
Esta vez la periodista quiso dar cuenta del fenómeno específico de DMG: “Desde luego
este caso es bastante más complejo: no se ha desplomado, como ha sucedido con otras de

151
su especie, ni las tremendas suspicacias que suscita el misterio de su capital semilla han
impedido que su clientela crezca: entre sus afectados se cuentan no sólo personas humildes,
sino empleados de multinacionales”.
El argumento es más largo. Ahora nos muestra la manera fácil con la que DMG ha
conseguido salirse con la suya. “A pesar de que a nadie le salen las cuentas, David Murcia
sigue campante insistiendo en que no son una pirámide y en que su sostenibilidad se debe a
la venta de tarjetas prepago. El Estado no encuentra cómo ponerlos en cintura y su dueño,
consciente de ese vacío, sigue tranquilo defendiéndose de quienes lo acusan sin pruebas de
ser para o lavador de dinero”.
Paso seguido encontramos otro argumento por transitividad. María Jimena Duzán
hace referencia a una conversación con una de sus amigas. En ella, la conclusión era que
David Murcia o era el próximo Nobel de la Economía o el más astuto de los estafadores. La
periodista empleó el siguiente razonamiento: Si el abogado de Murcia es Alberto de la
Espriella, entonces, David Murcia es el más astuto de los estafadores. Vemos el esquema
del argumento. Sin embargo, más adelante, mostraremos que este razonamiento constituye
una falacia.
Después, y para reafirmar la anterior conclusión, Duzán se vale del argumento por
definición para decirnos quién es este abogado: “Exitoso figurín producto de este régimen,
reconocido no sólo por ser el abogado de una buena parte de los parapolíticos presos en La
Picota, sino por ser una de las personas más cercanas al fiscal Iguarán”.
Otro caso, que constituye otro ejemplo de estos nuevos cacaos, y que a la vez
responde a las características del argumento por definición, es William Vélez Sierra. María
Jimena Duzán lo describe como una persona natural de San Pedro Antioquia, no sólo amigo
del presidente sino de sus hijos —que por cierto son un ejemplo de los que están a punto de
convertirse en los llamados nuevos cacaos—, ha logrado amasar una inmensa fortuna
durante estos seis años, se ubica entre el banquero Sarmiento y el industrial Carlos Ardila
en el tiempo y es el nuevo socio de Planeta para la licitación para el tercer canal.
El caso de William Vélez profundiza un poco más en el razonamiento por
definición. Aunque él es un caso específico de un nuevo cacao, Duzán nos explica por qué
es considerado como tal. Es decir, nos ilustra sobre algunas de sus características. Por
ejemplo, afirma que él ganó la concesion vial de la malla vial de Cúcuta y la del corredor

152
vía Bogotá―Girardot―Cajamarca. Además, participa de megaproyectos tan importantes y
controvertidos como la nueva concesión del aeropuerto El Dorado.
Desde esta posición también podemos identificar un argumento basado en el
silogismo. El razonamiento responde al siguiente esquema: Si William Vélez se ha ganado
las más importantes concesiones viales, como la de la malla vial de Cúcuta y la del corredor
vía Bogotá―Girardot―Cajamarca; y además participa en megaproyectos tan importantes
como la concesión del aeropuerto El Dorado; entonces, este personaje hace parte de los
nuevos cacaos.
Más adelante encontramos un argumento que responde a las características de la
sucesión. María Jimena Duzán quiere mostrar la sociedad entre Vélez y el Grupo Planeta.
Según ella, EL TIEMPO hasta escribe perfiles sobre este hombre. Y es más claro entender
el porqué, si tenemos en cuenta que William Vélez es socio de Planeta en la licitación para
el tercer canal de televisión.
Después encontramos un argumento por transitividad. Luego de habernos ofrecido
toda su argumentación, Duzán concluye que: “En solo seis años, estos nuevos cacaos han
alcanzado cimas empresariales que a los anteriores cacaos les tomó media vida”. La
columna termina con una pregunta retórica que nos pone a pensar cuál es el peor entre dos
males: “¿Terminaremos añorando a Julio Mario?”
En principio podría pensarse que esta pregunta constituye un falso dilema, puesto
que cualquiera de las opciones que escojamos tiene consecuencias negativas. Sin embargo,
después del razonamiento sobre los nuevos cacaos, y teniendo en cuenta, por ejemplo, la
evasión de impuestos que hizo el señor Julio Mario al vender Bavaria, es lógico pensar
ambos personajes resultan indeseables. Por tanto, el dilema es genuino: cualquiera de los
cacaos, nuevos o viejos, son negativos para nuestro país.
Pasamos ahora al análisis a partir de la teoría de Toulmin, planteada por Álvaro
Díaz. Lo primero que podemos decir es que el garante de esta columna radica en que a
veces el remedio es más malo que la enfermedad. Los “nuevos cacaos”, como los llama la
columnista, pueden ser igual o peor que los ya existentes.
En segundo lugar debemos anotar que la columna se fundamenta en el conocimiento
del mundo del destinatario y en hechos y evidencias. Por una lado, porque todos los
colombianos fuimos testigos del surgimiento de David Murcia Guzmán como exitoso

153
empresario . Por otro lado, afirmamos que la columna está basada en hechos y evidencias
porque se dice en qué tipo de concesiones ha participado William Vélez y además se hace
referencia explícita a un perfil de él publicado en EL TIEMPO.
En cuanto a las falacias, encontramos una en esta columna. Se trata de un ataque ad
hominem ofensivo. En el texto, la periodista recrea una discusión con una de sus amigas.
Concluyeron que David Murcia o era el próximo Nobel de Economía o el más astuto de los
estafadores. María Jimena Duzán se va por la segunda opción, después de enterarse de que
Abelardo de la Espriella era el abogado de DMG. A pesar de la mala reputación de este
personaje, no podemos concluir que Murcia sea un estafador, aunque de hecho lo es, sólo
porque lo asesora el señor de la Espriella.
Veamos ahora el tema de las audiencias. Con este propósito, consultemos el
siguiente esquema:

A favor En contra No relevante Total


71 23 05 99

El comentario del señor Martín Korella fue calificado a favor, porque comparte la
idea expuesta de Duzán y ofrece una premisa adicional:

MARTIN KORELLA B
La clase dirigente económica tradicional que le costo media vida hacer empresa sabia que
clase de ética maneja Uribe y quienes lo han apoyado en toda su trayectoria y en todos
los planos y aun así permitieron su elección, pudo más la codicia. NADA EN LA VIDA
SALE GRATIS.

Para ilustrar los comentarios en contra, escogimos el de un seguidor de DMG, quien


demuestra que hay un sector de nuestra sociedad que no tiene nada en contra de la plata
fácil:
HECTOR ORLANDO GARCIA NIETO
Mi señora, con respecto al caso DMG no emita juicios de lo que no conoce. Hay una
diferencia grande entre el dinero facil y el dinero inteligente. Y rompa el paradigma de
que el dinero se consigue luega de toda una vida de trabajo, porque esa mentalidad es lo
que hace que lleguemos a la tumba, pobres. El mundo esta cambiando, y el dinero no es

154
para quien mas trabaje, porque si fuera así los "rusos" estarian millonarios. Si no para el
que lo multiplica inteligentemente.

Para terminar, veamos un nuevo caso de Certero 33. Esta vez, no fue más allá del
insulto; por eso fue calificado como comentario no relevante:

CERTERO33 DIEGO ÁLVAREZ


Esta mujer disfrazada de periodista no es más que una HIENA QUE DESTILA ODIO o
una VÍBORA QUE DESTILA VENENO; depende de la víctima!!! QUÉ ASCO!!!

“El fin de los ‘yuppies’”

Continuamos con esta columna publicada el 4 de octubre de 2008. María Jimena


Duzán propone que en la hecatombe económica no solo cayeron en desgracia los bancos de
inversión, sino que con ellos también, los ‘yuppies’.
Duzán nos ofrece, para empezar, dos ejemplos de aquellos bancos de inversión que
fracasaron. Se trata de Merryl Lynch y Lehman Brothers. Paso seguido nos ofrece una
definición de los ‘yuppies’: “especie del género humano engendrada por estos bancos a
mediados de los años 80, para infortunio de los mortales”.
Encontramos también en este caso las características del argumento por
transitividad. Duzán plantea que así como los bancos inversionistas se han venido a menos,
lo mismo les ha sucedido a los ‘yuppies’.
Posteriormente, continúa el argumento por definición acerca de los ‘yuppies’: “esa
tribu urbana que personificó de manera impecable la ambición desmedida que impulsó ese
auge de los bancos de inversión en las últimas décadas y que les permitió por muchos años
ganar altos rendimientos haciendo millonarias operaciones de compraventa al debe hasta
que se autodestruyeron”.
El argumento por definición persiste: “yuppies es la abreviación para Young Urban
Professionals; que en castellano traduciría “Jóvenes profesionales en ascenso”. A este
razonamiento hay que añadirle el de transitividad. Duzán escribió que: “Con la
desaparición de los bancos de inversión, uno sí aspiraría a que los yuppies queden, si no
extintos, al menos reducidos a su mínima expresión”. Tiene las características del silogismo

155
porque el origen de esta especie se atribuye al de los bancos de inversión. Por tanto, si éstos
desaparecen, se esperaría que quienes nacieron a partir de ellos, hagan lo mismo.
Paso seguido, María Jimena vuelve a utilizar el argumento por definición. El final
de los yuppies, para Duzán, no sólo es una buena noticia; es el final de una maldición.
Además, la periodista atribuye otras características a esta especie humana de
jóvenes profesionales en ascenso. Según la columnista: “Son un ejército de consumistas
pretenciosos y ególatras que crearon una forma de vida dominada por el derroche y el
rápido éxito económico, especulando con el dinero de los otros. Se distinguen de otras
tribus urbanas porque su ambición suele ser tan grande como su ropero, en el que, además,
todas las prendas tienen que ser de marca”.
El argumento por definición se prolonga. Veamos: “Para desgracia nuestra, los
yuppies no solo nacieron y se multiplicaron en Wall Street, sino que son especies que
aprendieron a sobrevivir en cualquier hábitat. Se les puede ver en la Zona T del norte de
Bogotá, rumbeando de noche, gastando como si fueran hijos de narcos, pero siempre al
debe, manejando plata ajena”. Continúa: “Vivan en donde vivan, los yuppies se comportan
igual. Todos viven del leasing. Ni su carro descapotable es de su propiedad, ni su
apartamento de soltero, ni su televisor plasma. En el fondo no tienen nada, sólo su celular, y
unos cuantos gramos de ‘perico’. No obstante, viven como si lo tuvieran todo, pensando
que la vida es como un videojuego”.
Paso seguido encontramos un argumento por transitividad. El silogismo tiene el
siguiente esquema: Para vender títulos vacíos se necesita ser muy arriesgado. En el
imaginario popular, a una persona muy osada se le dice retóricamente que no tiene hígados.
Por tanto, los yuppies carecen de este órgano; ya que a la hora de asumir riesgos son los
mejores.
La definición de los yuppies es aún más compleja. Esta vez está acompañada de un
argumento basado en los nexos de sucesión. Duzán pretende dar cuenta de que una de las
causas que impulsaron la crisis económica mundial se dio gracias a los yuppies y a quienes
pretendieron imitarlos: “A la hora de asumir riesgos, son seres sin hígados. Si los tuvieran
no habrían tenido las agallas de vender títulos que no contenían sino aire a incautos que los
compraron, seducidos no sólo por la labia de estos culebreros modernos, sino por el afán de
parecerse a ellos”.

156
La columna continúa con un argumento de transitividad que se divide en dos partes.
La primera: Si una parte de los fondos de pensiones colombianos fue puesta en Lehman
Brothers, y esta empresa quebró, la huella de los estragos de la crisis mundial ya se empezó
a sentir en nuestro país.
La segunda: El senador Gustavo Petro afirmó que el Banco de la República perdió
2.500 millones de dólares en reservas internacionales en el derrumbe de Wall Street. Este
hecho no ha sido ni confirmado ni desmentido por las autoridades del banco. Si esto es
cierto, la huella de los estragos económicos de la crisis mundial aumentaría en nuestro país.
Como podemos ver, en este caso se mezcla la transitividad con el argumento de
autoridad. Primero, Duzán cita al senador Petro al referirse al tema de la pérdida
colombiana de parte de sus reservas internacionales. Luego, se basa en que lo dicho por el
congresista podría ser cierto, ya que la máxima autoridad en el tema —el Banco de la
República— no ha corroborado ni desmentido esta versión.
Posteriormente, vemos el uso de un argumento basado en el ejemplo. María Jimena
pretende demostrar que “[…] no hemos necesitado de los yuppies para tener pruebas
fehacientes de la ineptitud de los administradores de los recursos ajenos. Para ilustrar esta
situación, la periodista escribió que ese es el caso de los fondos de pensiones que no le han
dado a una sola, en las distintas etapas del ciclo económico”.
También podemos ver un nexo de sucesión, ya que la columnista pretende dar
cuenta de un problema histórico específico: “A finales de los 90, muchos vimos marchitar
nuestros ahorros de toda una vida cuando se estalló la burbuja tecnológica afuera, y la
inmobiliaria en Colombia. Luego, cuando se recuperó la economía mundial, nos salieron
con la excusa de que la reevaluación impedía que esos rendimientos se recuperaran, y
ahora, con la crisis internacional, nuestras pensiones se devaluaron”.
La columna termina con un argumento de transitividad que pretende pasar la
adhesión de la argumentación hasta el momento expuesta, a las siguientes dos premisas:
una, que sean snobs, yuppies arribistas, o veteranos administradores de fondos; todos hacen
fiesta con la plata ajena y el que lleva del bulto siempre es uno. Dos, que por cuenta de esta
crisis, lo deseable sería que los colombianos acabemos de desterrar ese pequeño yuppie que
muchos llevamos dentro.

157
Al aplicar la teoría de Toulmin, vemos que el garante radica en la última premisa
expresada en el párrafo anterior. A pesar de que los “yuppies” citados por Duzán son
repulsivos desde todo punto de vista, muchos colombianos tenemos en nuestra personalidad
por lo menos una de sus características.
Esta columna se fundamenta en el conocimiento del mundo del destinatario, porque
la mayoría de los lectores sabe a quienes se hace referencia cuando se nombra la palabra
‘yuppie’. De hecho, y como lo escribió María Jimena Duzán, es usual verlos gastar al debe
en la Zona T de Bogotá.
Sin embargo, incurre en la falacia de la definición persuasiva. Su concepción de los
yuppies está cargada de una pequeña dosis de emotividad. Además, independientemente de
que hubiera podido herir algunas susceptibilidades, hubo foristas que manifestaron trabajar
en el sector de las finanzas, pero que no cumplen con las características atribuidas por la
columnista. Por tanto, también pudo haber incurrido en una generalización.
Para evaluar el tema de las audiencias, veamos el siguiente esquema:

A favor En contra No relevante Total


55 36 05 96

Escogimos para representar los comentarios a favor, el de un forista que le da la


razón a Duzán acerca de las características que tienen los yuppies:

JUAQUIN CARLOS WATIBONSA ORTEGON


YO EN MI JUVENTUD FUI YUPI PERO EL CONSUMO DE COCAINA Y LA
COMPRADERA DE ROPA DE MARCA PARA APARENTAR ME ESTABA
LLEVANDO A LA QUIEBRA TOTAL , SE RUMBEA DEMASIADO Y COCA A
LA NARIS ESO ES SER YUPI Y EL QUE SE DESCUIDE LO ESTAFABA.

Por otra parte, escogimos a otro que cree pertenecer a esta tribu urbana, pero no
cumple con las características atribuidas por María Jimena Duzán y se manifiesta en contra:

JAIRO JAVIER LASTRA CUADRADO

158
Que pena que publiquen este tipo de articulos, tachar a todo un grupo de personas por
el comportamiento que esta periodista pueda ver en algunos, y lo digo porque si ella lo
ha visto es porque ha estado allí; es muy deprimente. Yo he trabajado en empresas de
sector real y financiero, he estudiado tal vez más que ella, y puedo llegar a pertenecer
al grupo al que se refire, y la verdad lo mio no son las drogas y me preparo muy bien
para asesorar bien a los clientes, y conozco muchas personas del medio que así son,
por lo que generalizar es muy denigrante, conozco personas del medio de la
comunicación que andan en malos pasos y no por eso todos son iguales, este articulo
más que de Semana parece un articulo de "la negra candela", por lo que yo y espero
que todos los profesionales decentes dejen de leer la revista, por lo menos esta es la
última vez que lo hago.

Para terminar con el análisis de esta columna veamos un comentario no relevante,


que en nada enriquece la discusión planteada por la columnista:

luis javier salazar giraldo


Premio simon bolivar a la lesby mas amargada de colombia.

“Una republiqueta”

Continuamos con esta columna publicada el 11 de octubre de 2008. Esta vez, María
Jimena Duzán plantea que a esta república bananera le tiene sin cuidado el hecho de que el
sistema capitalista se estremezque y que las bolsas del mundo se caigan. El único asunto
que parece interesarle a la Casa de Nari y a sus vasallos es el tema de la reelección.
En primer lugar, pudimos identificar el uso de un argumento por analogía. Duzán
plantea una semejanza entre la forma en la que se caían las bolsas económicas del mundo, y
la manera como se desploman los castillos de naipes. Más adelante, la periodista recurre a
este recurso nuevamente. Esta vez plantea que el Gobierno y sus colaboradores están tan
imbuidos en el tema de la reelección, que pareciera que estuvieran dentro de una burbuja.
A continuación, encontramos otra analogía. Para demostrar que es cierto que al
Gobierno de Uribe y de sus colaboradores no les interesa un tema diferente al de la
reelección, Duzán hace referencia a un caso específico: “Así se nos pasan los días en esta

159
republiqueta: jugando al juego de la bolita, a sabiendas de que el dueño de la bolita no es
otro que el todo poderoso presidente Álvaro Uribe. La semejanza está entre la actitud
adoptada por el gobierno, y el tradicional juego de mesa”.
Más adelante reconocemos un argumento que responde a las características del
ejemplo. Para reiterar la actitud de los colaboradores del gobierno, la columnista se basa en
un caso específico; veamos: “Esta Semana, mientras en Ocaña las madres de los jóvenes
que aparecieron muertos por el ejército en extrañas circunstancias, recibían los cuerpos de
sus hijos, los áulicos del régimen andaban ocupadísimos tratando de ponerse de acuerdo en
el tema de la reelección”.
Paso seguido, reconocemos las características de un argumento por ilustración, que
se combina con otros por contradicción. Duzán representa un caso específico que deja claro
el juego de la bolita. La periodista escribió que el miércoles anterior, el Partido de la U y
Cambio Radical anunciaron que todo estaba listo para escoger un candidato presidencial
dentro de la coalición uribista. De allí se deducía que el Presidente iba a tomar un descanso,
por lo menos hasta el 2014. Sin embargo, al poco tiempo varios miembros de la U salieron
a decir que ellos seguían trabajando en pro del referendo para el 2010.
La contradicción que revela Duzán radica en el hecho de anunciar un candidato a la
Presidencia de la República para el periodo 2010-2014, diferente a Uribe; y a la vez, seguir
trabajando para que el mandatario permanezca en el poder.
Luego, encontramos un argumento que cumple con las características de los nexos
de sucesión. Además de representar la actitud del partido de La U durante esa Semana,
Duzán deja claras las consecuencias que tuvo dicho incidente: “Al final de la Semana, un
vasallo de La U planteó la necesidad de extender la posibilidad de la reelección más allá del
2014 y propuso extender el periodo presidencial a cinco años y, de paso, la reelección
indefinida”.
Posteriormente, identificamos un argumento de transitividad, que cumple con el
siguiente esquema: si los uribistas pudieron torcerle el pescuezo a la Constitución una vez;
entonces, pueden volverlo a hacer cuantas veces quieran. Pero el argumento es más
extenso: si los uribistas pudieron torcerle el pescuezo a la Constitución; entonces, sobra
decir que el hecho de que el juego de la bolita sea un ultraje contra la Carta Magna, los
tiene sin cuidado.

160
Después encontramos otro argumento mediante los nexos de sucesión. Esta vez la
periodosta intenta dar cuenta de la violación a la Carta Suprema por parte de los uribistas.
Ellos vienen descuartizando viva a la Constitución, desde cuando la desvirgaron con la
introducción del articulito que permitió la primera reelección.
El párrafo anterior también nos sirve como ejemplo para explicar el uso de una
analogía. Ésta consiste en atribuirle las características de un cuerpo humano a la
Constitución de 1991. Literalmente, sería imposible descuartizar y desvirgar a la Carta
Magna. Aunque con todo lo que ha pasado en este Gobierno, amanecerá y veremos.
Paso seguido encontramos un argumento que combina las características de la
metáfora con la contradicción. Duzán escribió que para José Obdulio Gaviria, “el vasallo
mayor del régimen, este tipo de cercenamientos a la Constitución son más bien una
conquista o, para ponerlo en sus palabras, ‘iniciativas de gran envergadura’ que tienen que
ser aprobadas”.
El término “vasallo” se usaba en la antigüedad para describir a una persona que
reconocía a otra por superior o que tenía dependencia de ella; calificar a José Obdulio
Gaviria con estas características tiene su lógica. Así que se trata de una metáfora muy
acertada. Por otra parte, la contradicción radica en que las violaciones a la Constitución no
pueden ser concebidas como conquistas y mucho menos como iniciativas de gran
envergadura que tienen que ser aprobadas.
Luego encontramos un argumento por transitividad. Al permitir la reforma del
artículo que avaló la primera reelección, se abrió entonces el boquete para que el país
entrara en un proceso de desinstitucionalización.
Paso seguido, la columnista ofrece varios ejemplos que refuerzan la premisa
anterior. “Si en la terna para Defensor del Pueblo debería ir una mujer, se hace caso omiso
de la norma. Si hay políticos uribistas que están siendo investigados por la Corte Suprema
de Justicia, por sus vínculos con los paras, pues se hizo una reforma dirigida a favorecerlos.
Si hay fallos de esa misma Corte que no le gustan al Gobierno, como el de Yidis, pues se
desconocen.
Posteriormente, encontramos un argumento de transitividad. Una vez el lector
acepta la premisa expuesta en el párrafo anterior, seguramente está más dispuesto a aceptar

161
que: “Con esa misma óptica es que el gobierno se da el lujo de decretar la conmoción
interior para penalizar la lucha sindical”.
La columna termina con un argumento que combina el razonamiento basado en los
nexos de sucesión con uno de transitividad. En primer lugar, la periodista da cuenta de un
acontecimiento específico: “Mientras el país se desencuaderna y el mundo se desangra
económicamente, en la Casa de Nari los áulicos y los vasallos de Uribe siguen divirtiéndose
jugando a la bolita”.
Paso seguido encontramos el argumento de transitividad: Siguiendo a Duzán, un
país que tiene esas características, a lo único que se parece es a una republiqueta.
Ahora, al aplicar la Teoría de Toulmin, podemos afirmar que el garante de esta
columna radica en que las reglas son para violarlas, como está en el imaginario de mucha
gente y es lo que hace este gobierno.
Por otra parte, podemos decir que esta columna responde a los fundamentos basados
en el mundo del destinatario. Desde cuando fue escrita, incluso desde mucho tiempo atrás,
hasta nuestros días, el tema de la reelección de Uribe ocupa la agenda noticiosa. Al hablar
del “articulito”, como lo denomina Duzán, todos los lectores de periódicos deberían saber a
qué se está haciendo referencia. Es una clara alusión.
Vale la pena señalar que esta es la primera columna de María Jimena en la que no
encontramos falacias argumentativas. Ahora, para estudiar el tema de las audiencias,
revisemos el siguiente esquema:

A favor En contra No relevante Total


71 27 20 118

Uno de los 71 comentarios a favor, fue el siguiente:

Jorge Eliecer Quigua Ramirez


Tu articulo es muy claro, preciso,breve y conciso, lo has dicho todo y la bolita
sigue jugando y el pueblo sigue cayendo en la trampa de la bolita.

162
Ahora, veamos el caso de un forista irritado con la columna. Desafortunadamente,
olvidó escribir en qué estaba equivocada la columnista al referirse a Colombia como una
republiqueta:

Carlos duque
¿Republiqueta? Respete, usted debería estar escribiendo en el pasquín del Polo

Para terminar con el análisis de esta columna, veamos un comentario no relevante,


no por lo que dice, sino porque no se centra en la discusión planteada:

FREDY E JARAMILLO TABARES


Propongo que baje el precio de la gasolina, el del petroleo de desploma y la
gasolina cada vez mas cara

“Cadenas de oro”

Seguimos con esta columna publicada el 18 de octubre de 2008. En este texto,


Duzán propone que la Íngrid Betancourt que vimos libre de las cadenas del secuestro,
difiere mucho de la que es hoy en día, presa de las cadenas de oro.
La columna comienza con un argumento fundamentado en un nexo de sucesión.
María Jimena Duzán intenta dar cuenta de la reacción de los comités de apoyo de Íngrid
Betancourt frente a la premiación del ex presidente finlandés Nartti Ahtisaari, como Nobel
de Paz. Según la periodista, el 10 de octubre, cuando la Academia sueca anunció al
ganador, los seguidores de la colombiana respondieron con una declaración de guerra muy
poco apropiada para una ceremonia en la que la paz era la gran convidada.
La periodista continúa con la descripción del suceso. Esta vez, mezcla el nexo de
sucesión con un argumento por antimodelo. Según ella, los comités de apoyo de Íngrid
publicaron un comunicado en el que “lejos de felicitar a Ahtisaari, como suele suceder en
estos casos, se cuestionaba a la academia por haberlo escogido. “Estamos muy
decepcionados”, fueron las palabras del comité. Además, dieron a entender que Íngrid
estaba muy por encima del ex presidente finlandés, a quien se le consideró como un
mediador de poca monta, “muy lejos de Mandela o de Dalai Lama””.

163
El nexo de sucesión resulta más extenso. La periodista dirige su argumento hacia la
determinación de los efectos que tuvo para Betancourt el hecho que la firma de Olivier
Roubi apareciera en la comunicación; veamos: “Si el comunicado no hubiera sido firmado
por el presidente de la Federación Internacional de los Comités de Apoyo a Íngrid
Betancourt (Ficib), y quien se ha convertido prácticamente en su jefe de prensa desde su
llegada a Paris, Íngrid habría podido separarse de estas y otras embarradas cometidas por
sus comités de apoyo”.
Paso seguido, la columnista se apoya en dos ejemplos para sustentar que “[…] a
estas alturas, a Íngrid le va a quedar difícil decir que todas esas “descachadas” son culpa de
su jefe de prensa”. El primer episodio al que Duzán hace referencia es el del comunicado
enviado a los medios franceses, invitándolos a una rueda de prensa en la que ella diría su
discurso de aceptación del premio en un lujoso hotel. El segundo caso también responde a
un comunicado. Esta vez se trató del que “enviaron a la prensa bajo embargo”. En el
documento se explicaban las razones por las cuales este galardón le había sido entregado.
De este argumento, pasamos a uno de transitividad que se mezcla con la metáfora.
Una vez los lectores conocen los dos casos mencionados, podrían estar más dispuestos a
aceptar que estos episodios “garciamarquianos” dejan muy mal parados a Íngrid y a su
compañía.
La metáfora radica en el calificativo que María Jimena utiliza. Al hacer referencia a
García Márquez, se establece una relación de semejanza entre estos hechos, protagonizados
por los Comités de Íngrid, y los que escribe el Nobel colombiano, fundamentados en el
realismo―mágico.
Paso seguido, encontramos un argumento basado en la analogía. Duzán escribió
que así como sucede con las candidatas colombianas en Miss Universo, que siempre
declaran ante los medios que les robaron la corona; a los miembros de los comités de apoyo
les faltó salir a denunciar que a Íngrid le robaron el Premio Nobel de Paz.
Más adelante nos encontramos con un argumento por transitividad. El razonamiento
cumple con la regla p → q. Por cuenta de las “descachadas” de los comités de Íngrid, la
prensa ha empezado a criticarla no sólo por su falta de decoro, sino por su fascinación por
el poder y por los poderosos.

164
Posteriormente, la periodista utiliza el argumento por ilustración para hacer más
clara la idea expuesta en el párrafo anterior. Siguiendo a María Jimena Duzán, “a Íngrid
sólo se le ha visto fotografiada con presidentes de Estado y con el Papa […]”.
Luego encontramos un razonamiento que cumple con las características de una
contradicción. Según la columnista, ver a Íngrid fotografiarse sólo con personajes
importantes resulta contradictorio con el mensaje de paz y reconciliación que da no sólo en
sus discursos, sino en sus apresurados comunicados.
Para hacer más clara la contradicción entre lo que hace Íngrid y lo que dicen sus
comunicados, la columnista utiliza un argumento basado en el ejemplo. La periodista
escribió que en los comunicados se dice que “Íngrid Betancourt, encarna hoy el drama
internacional de los rehenes”, pero cada vez es más difícil explicar por qué una persona que
representa semejante drama escoge para dar sus ruedas de prensa costosos hoteles de cinco
estrellas.
El siguiente argumento también responde a los nexos de coexistencia. Recordemos
que a la Teoría de la Argumentación le basta con constatar que la idea que uno se hace de
una persona y la manera de comprender sus actos están en constante interacción.
Desde esta posición, la forma como Íngrid ha reaccionado deja un gran interrogante
entre los colombianos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que “de por medio están las vidas
de los demás secuestrados que se están pudriendo en la selva colombiana y a quienes ella y
otros liberados prometieron no olvidar”.
Después nos encontramos nuevamente con un argumento por contradicción. Duzán
plantea que fue a pesar de los comités pro Íngrid, y no gracias a ellos, que la colombiana
obtuvo su libertad.
La premisa anterior va acompañada de un nexo de sucesión. La periodista escribe
que a Íngrid no la liberaron sus comités, sino el presidente Uribe. Luego, intenta explicar
que el proceso que terminó en la Operación Jaque no lo inició ningún comité. Lo empezó la
esposa de Luis Eladio Pérez, Ángela de Pérez. La columnista hace la respectiva
explicación:

“Desesperada de tantos desencantos y de tantos maltratos –José Obdulio le dijo un día que los
secuestrados eran pacientes terminales― y viendo que las cosas no se movían por la vía de la familia
de Íngrid, una vía que para las familias de los demás secuestrados siempre fue bastante lejana, Ángela

165
decidió replantear el esquema y tocar otras puertas en compañía de varios de los familiares de
secuestrados. Este camino la condujo hasta donde el presidente Chávez. Y fue tal su empeño que
consiguió que el presidente Uribe lo aceptara como facilitador, lo cual permitió la liberación de los
primeros secuestrados, entre ellos du propio marido…”.

Luego de esta descripción, María Jimena construye un argumento de transitividad.


Gracias a la liberación del primer grupo de secuestrados, y también a la de los
estadounidenses, el Ejército Colombiano pudo concebir la Operación Jaque.
Más adelante reconocemos un argumento por contradicción. Duzán escribe: “Por
eso resulta bastante irónico que sean esos comités de Íngrid los que invoquen ser los
grandes adalides en la liberación de los secuestrados en Colombia, cuando en realidad poco
hicieron en ese proceso”.
El siguiente es un argumento basado en los nexos de coexistencia. A grandes
rasgos, la columnista plantea, nuevamente, que no hay sincronía entre lo que Íngrid dijo
que iba a hacer y lo que está haciendo; veamos:

“…yo sí pensé que una vez liberada, Íngrid iba a retomar la antorcha dejada por Ángela de
Pérez. Al menos eso creí cuando la vi salir del avión convertida en otra mujer, una mujer que se veía
cambiada por el dolor y que decía estar comprometida en buscar la liberación de los que se quedaron.
Hoy no estoy tan segura de que eso siga siendo cierto”.

La columna termina con una analogía planteada por Ghandi. Él decía que “los
grilletes de oro son mucho peores que los de hierro”. Y Duzán escribe, con la salvedad de
poder equivocarse, que “La Íngrid que se ve revoloteando entre poderosos, que no quiere
volver a Colombia, parece presa de otras cadenas”. Esta imagen refuerza la metáfora
propuesta en el título de esta columna.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin, podemos afirmar que el garante de esta
columna radica en el hecho de que una persona debe ser consecuente con lo dice y lo que
hace, más si es una figura pública. Desde esa posición, Íngrid no es el mejor ejemplo. Por
otra parte, vale la pena mencionar que esta columna también está libre de falacias
argumentativas.
Respecto al estudio sobre las audiencias, veamos el siguiente cuadro:

166
A favor En contra No relevante Total
75 12 8 94

Veamos un comentario a favor que redondea la idea de María Jimena en una frase:

HERNAN GUILLERMO HERNANDEZ PEÑALOZA


ELLA NECESITA UNA SEGUNDA LIBERACION

El siguiente caso es el de un forista que malinterpretó lo escrito por Duzán. Él cree


que deseamos que Íngrid se hubiera podrido en la selva; y eso no es cierto. Lo que propone
la columnista es que la ex secuestrada sea coherente con su discurso. Este comentario fue
calificado en contra, veamos:

Luis Ernesto Castañeda


Para los malquerientes de Íngrid, mejor que se hubiese podrido en la selva. la
ENVIDIA, la gran virtud nacional colombiana. Cómo habrìa sido su rabia, si hubiese
ganado el premio.

Para terminar, veamos un caso de comentario no relevante que se apoya en un


ataque personal:

luis javier salazar giraldo


yo creo a a esta señora tambien le robaron la corona de reina de belleza, no le
ven ese perfil, vieja envidiosa

“La Colombia racista”

Continuamos con esta columna publicada por revista Semana el 25 de octubre de


2008. En este caso, además del punto de vista de María Jimena Duzán, vemos su
condicionamiento:

“Decir que Colombia es un país racista sería una deducción un poco apresurada. Más preciso
sería decir que en esta patria refundada, hay un renacer de una cultura que muchos pensábamos había

167
quedado sepultada definitivamente con la proclamación de la Constitución del 91: me refiero a la
cultura producto de la tiranía de las mayorías, aquella que desconoce la importancia de las minorías no
solo étnicas, sino sexuales y de género…”.

La columna comienza con un argumento mediante el ejemplo. Siguiendo a la


columnista, “Lo grave de la columna de María Isabel Rueda en la que descalifica la protesta
indígena con el argumento de que las minorías indígenas son bárbaros que amenazan con
sus costumbres incivilizadas la preeminencia de nuestra cultura occidental, no es que sea un
exabrupto del tamaño de una catedral, lo realmente preocupante es que ella no es la única
que piensa así en este país”. Desde esta posición, Rueda es un ejemplo de este tipo de
personas.
A este argumento, le acompaña otro con sus mismas características. Se trata del
columnista de EL TIEMPO, Álvaro Valencia Tovar. Antes de la publicación del texto de
Duzán, el general (r) “cuestionó a la Constitución del 91 por haberles otorgado a las
minorías étnicas unos derechos de territorialidad y de autonomía que, según él, resultan
injustos y desproporcionados porque crean “islas virtuales”, que rompen de manera leve la
homogeneidad cultural de las mayorías”.
El tercer argumento por el ejemplo tiene como protagonista al presidente Uribe. “En
una de sus alocuciones presidenciales, planteó, con cifras mendaces, la audaz tesis de que
los verdaderos terratenientes de este país no son los narcoparamilitares, sino las minorías
indígenas porque tenían el 27% de las tierras de este país”.
Luego, viene la refutación. Entonces, la columnista pasa a analizar los argumentos
de la contraparte con la pretensión de mostrar sus fallas. Siguiendo a María Jimena, “Si el
presidente hubiera buscado mejor, habría encontrado las cifras que tiene el Agustín
Codazzi, según las cuales el 87 por ciento de las tierras de los indígenas queda en parques
naturales de la Amazonía, la Orinoquía, el Chocó y la Guajira. De ellas, sólo el 13 por
ciento es cultivable”. Aquí la Duzán también utiliza el argumento por pesos, medidas y
probabilidades.
En el párrafo anterior, podemos identificar también el uso del argumento de
autoridad. Para reforzar su refutación, se apoya en los datos de la Institución Agustín
Codazzi. Esta entidad es un referente importante a la hora de consultar sobre cualquier
aspecto del territorio colombiano. Además, demuestra que Ma. Isabel Rueda incurre en

168
falacia de énfasis, porque destaca sólo unas cifras globales, pero sin cotejar datos, como sí
lo hace Ma. Jimena Duzán.
Después de que la columnista refuta el argumento del presidente Uribe,
encontramos un razonamiento por contradicción. En la misma alocución en la que el
primer mandatario calificó a los indígenas como terratenientes; Uribe afirmó que era cierto
“que la policía había disparado contra los aborígenes, después de que había dicho que los
escuadrones antimotines sólo usaban bastones de mando y que los tres integrantes de la
minga que murieron no lo hicieron a causa de la balas, sino por la mala manipulación de
armas artesanales, lo cual equivale a decir que los indígenas se estaban matando entre ellos
mismos”.
Más adelante, encontramos un argumento de transitividad. En él se relacionan los
tres ejemplos antes expuestos, con la premisa que en estas expresiones públicas se percibe
un claro tinte racista que no le augura buenos tiempos a las minorías de este país.
Luego, la periodista vuelve a utilizar el razonamiento mediante el ejemplo y lo
combina con un nexo se sucesión. Esta vez quiere mostrar, por medio de los negros, los
malos tiempos de las minorías en nuestro país: esta población ha sido desplazada por los
paramilitares de zonas como el Chocó y la gran mayoría de “niches” no ha podido
recuperar sus tierras.
Entonces nos encontramos con un argumento por contradicción. En vez de
solucionarles el problema, “el gobierno muestra como un gran avance para las comunidades
afrodescendientes el nombramiento de una Ministra de Cultura negra y de otros cuantos
viceministros de color”.
Luego, la periodista hace uso de un argumento fundamentado en los nexos de
sucesión, para explicar el porqué de dichos nombramientos de personas negras en cargos
públicos. Escribe Duzán, “[…] dicho sea de paso, esos nombramientos fueron hechos más
pensando en cumplir con los prerrequisitos que les exigía la posible firma del TLC con los
Estados Unidos que en las necesidades de las minorías negras de este país”.
Paso seguido, vuelve a hacer uso de un nexo de sucesión. Esta vez, quiere
explicarnos que el nombramiento de una negra en un cargo público no les representa
ninguna ganancia a los afrodescendientes. Veamos: “[…] A los afrocolombianos que se
lanzaron a la huelga en el occidente del país, alegando condiciones de trabajo infrahumanas

169
como corteros de caña, no les ha ayudado tener una ministra de cultura negra. El gobierno
les sigue respondiendo con evasivas, en tanto que los dueños de las fábricas siguen
recibiendo subsidios en medio de increíbles ganancias”.
Más adelante, nos encontramos con dos argumentos más que se fundamentan sobre
la estructura del ejemplo. María Jimena Duzán expone dos casos de racismo en nuestra
sociedad. El primero es el de un señor muy prestante en un salón de un club en Bogotá que
le dijo a la periodista: “yo no tengo nada contra los indígenas, a mí los que no me gustan
son los negros, por eso no me gusta ni Obama”. El segundo ejemplo de racismo, lo
constituyen las discotecas en el norte de Bogotá. Algunas todavía impiden la entrada a los
negros.
Después, encontramos un argumento que responde a los nexos de sucesión. Esta
vez el razonamiento se dirige hacia la apreciación de un hecho por sus efectos, veamos:
Duzán plantea que a ella “le importa un pito que a María Isabel Rueda y al general
Valencia Tovar les parezcan los derechos de las minorías inaguantables, insoportables y
desmedidos. Pero lo que si le parecería inaudito es que Colombia siguiera ese camino”.
La columna termina con un argumento mediante la ilustración, que de cierta
manera devuelve la esperanza en que Colombia dejará de ser un país racista. La columnista
expone que en el caso de “los negros que no pudieron entrar a la discoteca en el norte de
Bogotá, hoy pueden hacerlo gracias a que interpusieron una tutela que fue fallada a su
favor, y eso, aunque muchos no lo crean, nos aleja un poco de la barbarie”.
Ahora, al aplicar la teoría de Toulmin, podemos afirmar que el garante de esta
columna radica en que la Constitución del 91, así como los derechos a las minorías, deben
ser principios respetados por todos los colombianos. Eso incluye a las mayorías y a lo
poderosos (“la ley es para todos”).
Por otra parte, María Jimena Duzán fundamenta su columna en el conocimiento del
mundo del destinatario. Ella parte de que el lector sabe quién es, o seguramente ha leído a
María Isabel Rueda y el General Tovar. También cita al Presidente en una de sus
alocuciones. Por último, hace referencia al escándalo de los falsos positivos, del que todos
fuimos testigos. Como podemos ver, se basa en hechos reales al alcance de la mayoría de
los ciudadanos.

170
Antes de abordar el tema de las audiencias, es necesario señalar que esta columna
también está libre de falacias argumentativas.

A favor En contra No relevante Total


97 08 15 120

Veamos un ejemplo de comentario a favor. Esconde una parte de verdad que a más
de un colombiano le costaría trabajo admitir:

Adriana Rodriguez Carmona


Este país tras de racista arrivista, porque no hay nada que haga sentir más
"grande" a una persona de estrato 1 ―2―3 que apoyar las tesis contra los indígenas, los
negros, los "pobres...eso los hace sentir del 5.

Ahora veamos un caso en contra de la argumentación de Duzán. Este ejemplo


representa el nivel de racismo que intentó mostrar la periodista en su columna:

jose antonio malaver ramirez


LOS INDIGENAS SON LA NUEVA CLASE SOCIAL DE COLOMBIA,
TIENEN DERECHOA TODO, LAS MEJORES TIERRAS, CREDITOS, SUBSIDIOS,
INSULTAR AL PRESIDENTE, MUTILAR POLICIAS, LANZAR PAPAS BOMBAS Y
TOMARSEN CIUDADES POR EL SOLO HECHO DE SER INDIGENAS

Para terminar el análisis de esta columna, veamos un caso de comentario no


relevante. Lo calificamos bajo esta categoría porque no le encontramos razones suficientes
que puedan sustentar la premisa que escribió:

leonardo alfredo forero mendoza


ella siempre critica mujeres la tiene contra maria isabel la Semana pasada
escribio mal de Íngrid y ahora la ministra definitivamente en este pais las mujeres no
avanzan por que entre ellas mismas se tiran

171
“Así no se gana la guerra”

Terminamos nuestro análisis de María Jimena Duzán con esta columna publicada en
Semana el 1 de noviembre de 2008. La periodista argumenta que con un ejército con unas
características como el nuestro, difícilmente se puede ganar una guerra.
El primer argumento que expone cumple con las características de los nexos de
sucesión. Su argumento da cuenta de las declaraciones de los generales y coroneles que
fueron retirados de sus puestos por el Presidente Uribe a partir del escándalo de los falsos
positivos.
A la periodista le sorprende que, “aunque en principio aceptaron su retiro, todos
salieron a decir que no lo entendían”. Es aquí cuando aparece un argumento por
contradicción, que se refuerza con la siguiente premisa: “Dejaron claro que tanto ellos
como sus hombres actuaron siempre bajo “los principios y valores del ejército”. Ninguno
creyó haber incurrido en una conducta irregular, ni mucho menos lesiva contra los derechos
humanos”.
Después, Duzán cita como ejemplo al general Paulino Coronado. Sus palabras
sorprenden a los lectores, ya que, según él, no hubo argumentos para dicha destitución. Él
“afirmó de manera tajante a La W que en los hechos de Ocaña, donde se encontraron
muertos los jóvenes de Soacha, “no había elementos para decir que allí se había cometido
un crimen””.
Paso seguido vemos el uso de un argumento por analogía. María Jimena Duzán
establece una relación de semejanza entre las declaraciones de los militares colombianos,
con las hechas por Adolf Eichmann, el tristemente célebre criminal de guerra nazi. Ambas
versiones representan lo que Hanna Arendt ha dado en llamar “la banalidad del mal”.
Eichmann, en el interrogatorio, se presentó como un gran idealista. Este término lo
definió como un hombre que estaba dispuesto a sacrificarlo todo y a todos por sostener su
idea. Fundamentándose en este concepto, confesó que habría matado a su propio padre si se
lo hubieran ordenado. Según él eso demostraba su condición de hombre idealista.

172
Por otra parte, los oficiales que se “despidieron por la radio invocando a su patria y
a sus soldados con los cuerpos amputados producto de sus enfrentamientos con las Farc, no
sólo contrastan con los horrores a los que presuntamente se les vinculan, sino porque sus
reacciones tienen cierto aire que recrea esa banalidad del mal”.
Luego, encontramos un argumento que responde a las características de los nexos de
sucesión. Esta vez la periodista plantea que ninguno de los ex militares se refirió al dolor de
las madres de los jóvenes de Soacha e incluso uno de ellos insistió en que se trataba de
muertos en combate que le hacían mal a la sociedad porque eran personas al margen de la
ley […]”.
Más adelante, nos encontramos con un argumento de transitividad, que tiene el
siguiente esquema: tantos falsos positivos en los enfrentamientos contra las Águilas
Negras, ponen en tela de juicio los resultados que muestra el Ejército en la lucha contra las
bandas emergentes.
Después, volvemos a encontrarnos con un nexo se sucesión que se mezcla con un
argumento por pesos, medidas y probabilidades. Duzán nos muestra, en primer lugar, el
engaño en el que nuestro Presidente quiere que caigamos. Y luego, nos presenta las cifras
que demuestran que las ejecuciones extrajudiciales han aumentado, veamos:

“[…] lo peor que nos puede pasar a los colombianos es que terminemos
transitando por el autoengaño, creyendo que es verdad lo que afirma nuestro
Presidente cuando advierte que los falsos positivos de Soacha han sido urdidos por
unos terroristas que se infiltraron con el propósito de eclipsar los éxitos de las Fuerzas
Militares en su lucha contra las FARC. Quienes asesinaron a esos muchachos, no
fueron terroristas sino miembros del ejército. Y quienes los reclutaron también”.

Eso, respecto al engaño que viene desde la Casa de Nari. Ahora, veamos el
argumento basado en pesos, medidas y probabilidades. Pero los jóvenes de Soacha, de
Toluviejo, de Cimitarra y quién sabe que otros lugares, “no son los únicos que han muerto
en esas circunstancias. Según la Procuraduría y la Fiscalía, el aumento de las ejecuciones
extrajudiciales ha sido evidente”.

173
El razonamiento termina con la siguiente pregunta retórica: “¿Por qué el tema de
las ejecuciones extrajudiciales fue sistemáticamente soslayado y negado durante tanto
tiempo?”. Este interrogante me produce uno nuevo como lector: ¿tendrá este fenómeno
algo que ver con la política de Seguridad Democrática?
Posteriormente, encontramos un argumento de transitividad. Tiene dos partes; en la
primera, la columnista plantea que si hablamos de verdad y de justicia tenemos que admitir
que la purga a las Fuerzas Militares fue, además de tardía, incompleta. En la segunda parte
vemos que la purga fue tardía e incompleta porque se saca a 27 miembros de las Fuerzas
Militares y se deja en su puesto al Comandante del Ejército.
Este último suceso constituye un argumento por contradicción. Cómo explicar la
permanencia en su cargo del General Mario Montoya, cuando “su récord en derechos
humanos no es precisamente el más enaltecedor para el Ejército Colombiano, como lo
advirtió un demoledor artículo en el Washington Post”.
Luego, volvemos a ver otro argumento por contradicción. “El mismo Montoya
promovió al coronel Herrera como uno de sus ayudantes debido a sus grandes resultados
como comandante de la Brigada móvil 15, la misma que hoy está en el ojo del huracán por
violaciones a los derechos humanos”.
Del párrafo anterior, sale un argumento de transitividad. Recordemos la pregunta
retórica esbozada más arriba: “¿Por qué el tema de las ejecuciones extrajudiciales fue
sistemáticamente soslayado y negado durante tanto tiempo?”. Tengámosla presente para
entender cómo la periodista termina su párrafo. Ella escribe que el nombramiento del
Coronel Herrera como colaborador del General Montoya pone de presente que el criterio de
eficacia impuesto desde la cúpula ha estado dirigido a exaltar a este tipo de oficiales, en
lugar de castigarlos. He aquí una buena aproximación a la respuesta que buscábamos.
La columna termina con otro argumento de transitividad. El esquema es el
siguiente: Para no terminar justificando el horror a través del autoengaño, entonces, se
necesita un replanteamiento de la política de Seguridad Democrática.
Ahora, en cuanto al garante de esta columna, podemos decir que radica en que la
guerra no se puede ganar si se afecta a la población civil. Este texto está fundamentado en
el conocimiento del mundo del destinatario, ya que muchos fuimos testigos de la supuesta
purga del Ejército. También escuchamos las declaraciones de los destituidos por la radio y

174
muchos otros vieron por televisión el sufrimiento de las madres de los jóvenes asesinados
por el Ejército.
Antes de pasar a analizar el tema de las audiencias, vale la pena dejar claro que esta
columna tampoco tuvo fallas argumentativas. Ahora sí, veamos el cuadro sobre las
audiencias:

A favor En contra No relevante Total


88 09 03 100

Escogimos como ejemplo de un comentario a favor, uno que comparte la idea de


María Jimena Duzán acerca de que con Falsos Positivos no se gana la guerra. El forista
ofrece un razonamiento adicional:

Juan Emilio Mejía Acevedo


No entiendo como después de lo sucedido, el Presidente defiende su macabro
estímulo monetario a la baja de guerrilleros. Por esto y solo por esto se presentaron esas
ejecuciones extrajudiciales. Es como si se aprobara la pena de muerte en Colombia, cuando
tenemos una Justicia tan corrupta, el 80% de los muertos les aseguro serían falsos
positivos.

Como comentario en contra, escogimos el siguiente, que además de ser insultante,


representa la ideología de quienes piensan que los falsos positivos son merecidos ya que
esos jóvenes asesinados eran la escoria de nuestra sociedad:

juan carlos romero diaz


Una vagabunda como esta Maria Jumena Farczan, antes de vertir su estiercol en
sus articulos deberia trasladarse a Soacha, alamos, cimitarra y averiguar con los vwecinos
que clase de joyas eran los muertitos...

Para terminar, escogimos como comentario no relevante uno que pone en tela de
juicio el trabajo periodístico de Semana. Según el lector, la revista maximizó el escándalo

175
sobre los falsos positivos, como si éste no fuera un suceso que alcanzó sus dimensiones por
sí mismo:

Tino Quiroga. Galvis.


Semana le sigue el juego a la guerrilla y a la izquierda que trata de desestabilizar
al gobierno, no exalta los logros contra la guerrilla pero si hace eco y maximiza noticias
de falsos positivos y/o funcionarios que se equivocan. Eso es lo importante mientras se
consiguen resultados hay que depurar los malos elementos. Pero Semana se centra en las
destituciones e ignora los resultados del gobierno. No he cisto el mismo despliegue para
la operacion jaque, lizcano, o el ajusticiamiento de la guerrilla a los diputados.

176
Capítulo VI

Daniel Samper Ospina


Una prueba más de que el humor es cosa seria
Aplicarle a las columnas de Samper la matriz de análisis que se utilizó hasta este
momento, podría ser algo tan aburrido como intentar explicar un chiste de médico. Estos
textos no siguen al pie de la letra la Teoría de la Argumentación. Tampoco se trata de
rescatar los comentarios y apuntes más graciosos del autor. Si ese fuera el objetivo, sería
mucho mejor leer las columnas. Con el temor de sonar aburridos, preferimos mostrar la
estrategia que utilizó el autor y rescatar, en la medida de lo posible, los argumentos que
constituyen figuras retórica, como la analogía, la metáfora, la ironía o la hipérbole, por
mencionar algunas. Así, podemos aprender a construir un argumento con alguna dosis de
humor.
Daniel Samper Ospina es hijo de Daniel Samper Pizano. Reconocido periodista y
columnista colombiano; también es sobrino del ex presidente Ernesto Samper Pizano,
recordado por el escándalo del proceso 8.000, que investigó sus nexos con el narcotráfico.
Ha sido director de la Revista Soho los últimos nueve años y porque su pluma es de las
pocas que entre su tinta guarda unas gotas de humor.
Nuestro personaje terminó sus estudios en el Gimnasio Moderno de Bogotá, ciudad
en la que nació. Luego estudió literatura en la Universidad Javeriana y complementó su
conocimiento en la Universidad de Harvard. Hoy tiene 32 años y además de cronista y
columnista se ha desempeñado como profesor en el colegio que le otorgó su título de
bachiller.

“Bogotá vista por un extranjero”

Empezaremos entonces con este texto que nos narra la visita de un amigo de
Samper, que vive en España, y que finalmente fue convencido por el periodista de visitar
Bogotá. Tengamos en cuenta que en éste, el primer texto analizado, encontramos la
recreación o representación de un acontecimiento por medio de un personaje que podría ser

177
real o ficticio. Esta columna fue publicada por la revista Semana el 27 de septiembre de
2008 y tiene como objetivo mostrar la mala gestión del Alcalde de Bogotá.
Después de una descripción fidedigna del desorden diario en el Aeropuerto El
Dorado de Bogotá, Samper nos presenta la primera analogía: “Así me imagino que debe ser
Calcuta: un hervidero de caos, carros y gente que le cae al turista como una plasta en la cara
apenas llega”. Es una forma irónica de establecer el parecido en términos de pobreza entre
estas dos ciudades.
La segunda analogía la encontramos cuando Samper y su amigo hablan sobre el
alcalde Samuel Moreno. Una vez el columnista comenta que ése es el Alcalde de Bogotá, el
extranjero interrumpe: “¿El alcalde? Pero si parece un adolescente, tiene la mano llena de
pulseritas […]”. En efecto, la figura está bien hecha;muchos jóvenes se caracterizan por
tener accesorios en sus muñecas.
En tercer lugar, encontramos un caso de hipérbole acompañada por una analogía.
Los dos personajes descritos en el texto estaban en un trancón y entonces Samper dice:
“[…] no se movía ni el aire. Las calles estaban rotas; habían cráteres abiertos como flores
[…]”. Nuevamente, la figura está bien construida porque plantea una semejanza entre los
dos elementos análogos; lo que no quiere decir que sea del todo graciosa. Y cuando escribió
que “no se movía ni el aire”, utilizó una hipérbole.
En cuarto lugar, Samper propone un parecido entre ‘Samuelito’ y Andrés Pastrana.
El columnista pregunta a sus lectores si Moreno no les recordaba a otro alcalde que también
decían que era más simpático que inteligente y que vivía más pendiente de su imagen que
de su gestión. Luego, escribe que a él sí se lo recuerda. Es más, que a Samuel “Sólo le falta
hacer un puente con los peraltes invertidos. Y seguramente lo hará […]”.
Finalmente, todas estas figuras retóricas entre humorísticas y sarcásticas representan
una crítica fuerte a la gestión del actual Alcalde de Bogotá.
Bueno, y no podía faltar nuestro fiel cuadro sobre las audiencias:

A favor En Contra No relevante Total


45 24 12 81

178
El siguiente es un comentario a favor. Nos sirve para explicar por qué al columnista
lo apodan “Ramoncito”. Su padre, el señor Daniel Samper Pizano, escribió Dejémonos de
vainas. De este escrito salió el argumento para la inolvidable serie de televisión en la que
Ramoncito era el hijo menor de la familia.

luis javier salazar giraldo11


Lastimosamente estoy de acuerdo con Ramoncito, a Bogota se lo llevo el diablo, por
desagradecidos y no valorar lo que hicieron Peñaloza y Mokus, entonces llen del bulto.

Ahora, veamos un comentario que expone razones suficientes para manifestarse en


contra:

Miguel Parada Amezquita


Hay algo más triste y es leer de un tipo que hace rato dejo los ventipico como DSO esta
seguidila de artículos pretendidamente ironicos y chistosos pero sin fondo, con reciclaje de sus
chistes de coctel que nos regala en Soho y la W. Este muchacho, bueno ya ni tan muchacho, se
quedo en el chiste de misón/visión, los 10 estereotipos del paseo de fin de ano de la empresa, y
lo que yo odio de Ricardo Arjona. Pero más alla de eso....poco. No de otra forma entiendo que
su humor sea basado en estos comentarios excluyentes que parecen ideados para formar
gavillas adolescentes del tipo "a este lado los que usamos ropa play y fumamos, a ese lado los
que son zanahorios y van a misa". Hombre, soprendanos con algo que ademas de producir una
sonrisa nos cuestione un poco. Para eso tiene el privilegio de tener este espacio.

Para terminar con el análisis de esta columna, veamos un caso de un comentario no


relevante. El siguiente aporte podría darle más razones al columnista para escribir sobre la
costa caribe colombiana:

GABRIEL ZAPATA ZAPATA


LO FELICITO POR TOMAR LA CIUDAD DE BOGOTA Y NO CARTAGENA,PQ
SIEMPRE HABLA MAL DE LOS COSTEÑOS CACHACO MARICON QUE HACES EN
BOGOTA MARICA VETE PARA ESPAÑA ENTONCES PQ NO HABLAS DE A MIS
ESPALDAS,MITIMITI,MONITA RETRECHERA,ELEFANTE,RODRIGUEZ OREJUELA
CACHACO MARICON

11
Las transcripciones de los comentarios en los foros de opinión son fieles a los originales, con sus erratas,
con el fin de no desvirtuar los usos del lenguaje en el ámbito digital.

179
“¿Hay algo más triste que un joven conservador?”

Si buscábamos un texto que se basara en la caricaturización, hemos hecho un


hallazgo. Esta columna fue publicada por la revista Semana el 04 de octubre de 2008. En
primer lugar, Samper recrea la situación de unos niños que juegan en el colegio a ser
congresistas. A partir de ahí, empieza la crítica. Toma las características de los senadores
para exagerarlas. Veamos:

“¿Con quién se pelearía el sapo del curso por ser Armandito Benedetti? ¿Cómo habrá
sido la angustia de la mamá del alumno que debería ser Wilson Borja, consiguiendo a
última hora un sombrero y un palillo y enseñándole a sorber?”

Más adelante, Samper aclara que el recurso a la representación sobre el Congreso se


debe a una invitación que le hicieron unas personas para hablar sobre la consulta popular
del Partido Conservador.
Después, hablando sobre los godos, encontramos una analogía. Samper escribió:
“Pese a lo que tratan de mostrar unas penosas propagandas en las que unos muchachos se
declaran orgullosamente conservadores, todo conservador joven es viejo por dentro:
pequeños bonsáis de Fernando Londoño que desde temprano contienen un fachito […]”.
Así, vemos la semejanza entre las personas que a temprana edad se consideran
seguidores del partido azul, con las características de facho que el columnista le atribuye a
su colega de EL TIEMPO, Fernando Londoño.
El resto de la columna responde a la descripción de lo que supuestamente vivió
Samper en dicha consulta conservadora. Desafortunadamente, no encontramos figuras
importantes para resaltar. Veamos el cuadro sobre las audiencias:

A favor En Contra No relevante Total


32 32 13 77

180
El siguiente es un forista que a pesar de ser conservador, le parece una buena crítica
la que hizo Samper:

Carlos Guillén De la parra


Daniel, gracias por participar del debate. Aún siendo Conservador, y fiel dreyente de las
doctrinas del orden y la sociedad libre y organizada, creo en la fiesta de las palabras, en la
catarsis, en el buen gusto, en una buena crítica. Me siento honrado con sus comentarios sobre
todo lo del joven viejo "bonsái". Eso fue chistoso. Habrá quien se ofenda pero también quien
te valore. Antes de ser Conservador, soy periodista, profesor, escritor y eso me hace un poco
digno y más orgulloso de tus sátiras. Eso sí: prefiero una sociedad justa y en orden (donde
haya utopía, amor, poetas, pero también homosexuales con virtudes) y no una plaza de toros
fecundada de borrachos y pendejos con ínfula de señores.

Ahora veamos un comentario en contra. Éste refleja que el columnista debe tener en
cuenta que los lectores de Semana son un público inteligente y que a la hora de hacer
humor se debe ser muy precavido con el tema de la repetición. El mismo chiste, la segunda
vez, ya no hace reir:

JUAN CARLOS MANOSALVA


Daniel Jr. qué pena con usted, pero esta columna es igual a la que escribió hace un mes y
medio y que tituló "CUANDO QUISE SER MAMERTO". Solamente le cambió los términos
para volverla ahora para el lado Azul. Esta vez no se gana los honorarios, pues plagios no
valen. Y quizás aquella de los Mamertos fue tambien un plagio de alguna de su padre hace
varios años. Mejor pongale sus energías a SOHO....

Aunque cabe el beneficio de la duda, el siguiente aparte fue clasificado como no


relevante por no argumentar su posición:

samuel lópez suárez


Sí, si hay algo peor que un joven Conservador, y esto es... ser familia de Ernesto Sampar

181
“Bush y Cabas”

Esta columna fue publicada por la revista Semana el 11 de octubre de 2008. El


periodista con tono irónico salió en defensa del entonces presidente de los Estados Unidos,
George W. Bush. Alegó que el pobre tuvo que aguantarse al folclórico músico colombiano
Andrés Cabas, mientras el Wall Street se derrumbaba.
Todo el texto está escrito en el mismo tono. En varias oportunidades Samper utilizó
la ironía para exagerar esos rasgos que para muchos nos identifican como colombianos o
que se han convertido en estereotipos. Por ejemplo, una vez se está cerca de un personaje
como Bush, hacer lo posible para aparecer junto a él en una foto.
La única analogía, la encontramos fundamentada en la constante visita de artistas
colombianos a la Casa Blanca. Samper escribió que cuando Bush preguntó: ―“¿Otro?
¿Pero no acaban de venir unos que cantaban vallenato?”, uno de sus colaboradores le
contestó que eso se debía a la reciente celebración del día de la hispanidad. Si no fuera por
este día, “Jimmy Carter habría tenido que aguantarse a Claudia de Colombia; Ronald
Reagan a Raúl Santi, y Bush padre a Fausto o a Los Carrangueros de Ráquira”.
Como vemos, Samper establece semejanzas a través del tiempo entre George W.
Bush y otros presidentes norteamericanos. Lo mismo hizo con Cabas y otros representantes
de nuestro folclor para lograr su analogía.
El resto de la columna está basado en los nexos de sucesión. Samper se dedica a
representar la visita de Cabas y del cantante vallenato Jorge Celedón a la Casa Blanca. Lo
hace utilizando la caricaturización. Es decir, el uso de la exageración de ciertos rasgos
particulares de los personajes o las situaciones con el fin ridiculizarlos.
Volvamos a nuestro cuadro sobre las audiencias:

A favor En Contra No relevante Total


37 16 07 60

Al siguiente forista, la columna le pareció muy cómica:

182
Luz Marina Villada Molina
Jua Jua, que articulo tan graciosao. Gracias por hacerme reir tanto. Estoy totalmente de
acuerdo; tambien compadezco en este caso al presidente de USA; eso debio ser un tormento
chino

Ahora, presentaremos uno que está un poco más informado que el periodista sobre
lo que podría esconder el inusual protocolo de la Casa Blanca hacia los latinoamericanos;
desafortunadamente cae en el ataque personal:

jose leonel gamboa camacho


Superfluo y salido de contexto este comentario del sobrino de Ernesto Samper "ocho mil"
Pizano, Ese si fue un gran presidente, qué tal? No olvide que el voto latino puede decidir la
presidencia en los EE.UU.Por lo tanto el señor Bush y sus asesores No dejan muchas cosas al
azar.

Para terminar con el análisis de ésta columna, veamos un comentario no relevante:

Natalia Restrepo Madrid


LA FOTO ESTA DISTORCIONADA.

“La fonda de Nari”

Esta columna fue publicada por la revista Semana el 18 de octubre de 2008. El texto,
al parecer, nació a partir de que en La W anunciaron que Yidis Medina iba a abrir un
restaurante. Entonces, el periodista tuvo una pesadilla en la que él y sus amigos entraban a
la Fonda de Nari. Ésta, precisamente, fue la estrategia del columnista: describir su sueño y
relacionar los platos que en el restaurante de Uribe se servían, con la realidad nacional.
En su pesadilla, por ejemplo, mostró a Uribe como un chalán y a José Obdulio
Gaviria como el administrador del restaurante. Tomás y Jerónimo Uribe, Fabio Ochoa, el
Partido de la U, Valencia Cossio, Rito Alejo del Río, entre otros, también entraron en la
sátira construida por Samper. Desafortunadamente, además de claras alusiones a personajes
públicos, no encontramos figuras literarias importantes para rescatar.

183
En cuanto a las audiencias, tengamos presente el siguiente cuadro:

A favor En contra No relevante Total


49 22 08 79

A continuación, un comentario a favor bastante a tono con el texto:

Hernán del Campo Bonilla Herrera


Qué terrible pesadilla gastronómica, servida en tan delicioso plato literario.

Ahora, uno que sigue la misma línea gastronómica, pero esta vez, en contra:

JOSE ANIBAL SANCHEZ SOLANO


Siguiendo con el tema de restaurantes y sabores....que comentario tan INSIPIDO, que jartera este
señor y sus sueños....ni pensar que por eso le pagan.

Y como para quedar hastiados del tema de la comida, veamos un caso de


comentario no relevante:

john mario cadavid castrillón


Le falto las ricas paticas de Elefante servidas a espaldas del comensal.

“Si Obama fuera colombiano”

Esta columna fue publicada por la revista Semana el 25 de octubre de 2008. Vale la
pena mencionar que desde un punto de vista literario, el texto no es muy brillante. Sin
embargo, desde el humor, resulta interesante. La estrategia que utilizó esta vez el
columnista consistió en imaginarse cómo hubieran sido las cosas para Barak Obama si
hubiera nacido en Colombia (razonamiento hipotético por la vía del humor)
El primer párrafo nos ofrece una aproximación a una metáfora. Siguiendo al
periodista, para poder entender las cosas que suceden por fuera del país, Samper necesita
encontrar un paralelo colombiano. De ahí podemos entender la principal comparación entre

184
Oscar Borda y Barak Obama, que está presente en todo el texto. También podemos ver más
facil, a pesar de que el columnista lo dejó implícito, el parecido entre David Letterman y
José Gabriel Ortiz, el del parque de diversiones Wald Disney con el Jaime Duque y el de
Broadway con la cartelera del Teatro Patria.
La columna invita a una reflexión acerca de la realidad que vive la raza negra en
nuestro país. Termina esta frase, suena inconclusa y es una conclusión
En cuanto al foro, leamos el esquema:

A favor En Contra No relevante Total


38 05 17 60

El siguiente fue clasificado como un comentario a favor:

jorge arrieta diaz


Fantástico Daniel es una radiografía de lo hipócrita que somos.

Ahora, veamos uno en contra que ya empezaba a notar las reiteraciones del señor
Samper:

no no no no que man tan malo, perverso le falto empezar "anoche tuve un sueño" que columnas tan
malas, y todas tan iguales solo que con diferentes personajes, falta que algun dia se atreva a escribir
sobre la plaga samper y toda su burguesia clientelismo... Semana hasta cuando????

Por último veamos un comentario no relevante, sumamente racista:

favio mendoza castro


Comentario Oculto
PARA Q MAS NEGRO CON LA GUERRILLERA PIEDAD CORDOBA SOBRA Y BASTA
CARLOS CASTAÑO Q PASO POR TU CABEZA PARA DEJAR ESA MUJER LIBRE

“Nuevas conversaciones con mi tía Uribista”

185
Desde que Samper entró como columnsita en Semana, le hemos seguido la pista. El
recurso a las conversaciones con su tía es, por decir lo menos, bastante repetitivo. Sin
embargo, sigue siendo gracioso y dentro de sus chistes siempre hace referencia a algún
aspecto de la realidad.
Esta vez, Samper y su supuesta tía, hablaron, por variar, de Uribe. Hay dos figuras
que vale la pena rescatar. La primera establece una analogía entre los consejos comunales
de Uribe y los conciertos veredales de Jorge Barón. Siguiendo al columnista, su tía los
confunde porque Uribe está igual de viejo que el protagonista de “El show de las estrellas”.
La segunda figura es una metáfora. La tía del columnista, en medio de la
conversación que sostuvo con su sobrino, le preguntó “[…] ¿Qué tal la operación tortuga de
los congresistas?” A lo que Samper responde con sorpresa: “-¿La suspendieron?” Y la tía
refuta: “Al revés, la comenzaron”. Hay una similitud entre el paso lento de las tortugas y la
velocidad de los trámites que tienen que pasar por el Senado.
Para terminar con este análisis, veamos el estudio sobre las audiencias:

A favor En Contra No relevante Total


32 08 20 60

El siguiente fue clasificado como un comentario a favor:

Leonardo Mayorga Suárez


¡Eh Señor Ospina!. Uno puede imaginar que usted solamente es un "niño bien" -hasta sobrino de
expresidente y todo-, pero que manera tan agradable de presentar las dos más importantes posiciones
"ideológicas" que hay en el país fente al fenómeno Uribe. Lástima que su tía piense que los que
vemos los peligros de la perpetuación del mesías en poder somos unos apátridas y como él, me
refiero al mesías, tampoco tenga sensibilidad social. Una pregunta aparte y respetuosa... ¿su estilo ha
sido influenciado por Daniel Samper Pizano?

Pasemos a un comentario en contra:

FRANCISCO LOPEZ ROJAS


Pobre, como casi siempre.

186
Y para terminar veamos un comentario no relevante que representa los grandes
fantasmas que acompañan al columnista durante este análisis: su tío, su apodo como
Ramoncito y la enorme sombra de su padre.

hernan jaramillo
Pobre Ramoncito: esa cabezota no le para mas sino para escribir "gü_ v _ n_ _ as". Trata y trata de
imitar al papá y con trabajo llega a los tobillos de su tio el elefante con sus tiros flojos. Parece que
para lo unico que es bueno es para dar rienda suelta a su morbo semi-empelotando viejas para
mostrarlas en una revista mediocre.

187
Conclusiones

A continuación se presentarán las conclusiones extraídas del análisis de las piezas


de los columnistas seleccionados. En cada caso, se presentarán los tipos de argumentos más
frecuentes, las falacias más reiterativas y la manera en la que cada autor fue percibido por
su audiencia. Después, se presentarán algunas observaciones generales.
Empezaremos con el único columnista de EL TIEMPO que hace parte de nuestra
muestra y el único de línea oficialista. De la argumentación de Fernando Londoño Hoyos
habría que decir es que usa reiteradamente el argumento basado en los nexos de
transitividad. La apariencia lógica de este razonamiento (por su esquema silogístico) da la
impresión a sus lectores de que las conclusiones a las que llega el autor son acertadas.
También hace uso constante de los nexos de sucesión, que utiliza para fundamentar su
propia versión de los hechos (con su programa de radio “La otra verdad”, en la cadena
Súper, también sostiene versiones opuestas a las de los columnistas aquí analizados con
respecto al gobierno Uribe).
El sarcasmo es un recurso retórico igualmente repetitivo en los textos de este
periodista. Sin embargo, la forma en la que éste interpreta los hechos, hace difícil su
identificación. Por ejemplo, después del escándalo de los falsos positivos, Londoño planteó
un supuesto Plan de Paz. En él, las Fuerzas Militares deberían pagar por sus crímenes. Pero
como lo formula desde la ironía, se convierte en una burla para los que contemplan esta
posibilidad. La ironía, como la utiliza Londoño, construye una realidad paralela cuya lógica
cae en lo absurdo, y por tanto, ratifica que la única opción razonable sería la contraria. No
obstante, este tratamiento puede ser ofensivo para las personas que no comparten su
ideología, ya que para ellos estos “absurdos” son completamente razonables y posibles.
Para los seguidores de Londoño, sus textos se adaptan a la definición que ofreció
José Luis Martínez Albertos acerca de la columna o comentario: es un artículo razonador,
orientador, analítico, enjuiciativo, valorativo, con la finalidad de persuadir; es un artículo
firmado y su responsabilidad se liga tan solo al autor del trabajo.
Después de hacer el análisis, considero que cumple dichas características en
apariencia. El hecho de que haya sido el periodista en el que más falacias encontré, me da

188
la razón. La causa falsa, el ataque personal, la apelación a la piedad, la definición
persuasiva y la petición de principio son los argumentos ilegítimos más comunes dentro de
su repertorio.
Seguramente, lo controvertido de sus opiniones hace que los lectores se interesen
por conocer sus textos. En total, durante el periodo de estudio, 480 personas comentaron las
columnas de Londoño. De ellas, 76 se manifestaron a favor de las tesis del columnista; 74
personas resultaron inconformes; y 330 foristas clasificaron en la categoría de comentario
no relevante. De estos datos surgió el subtítulo que le pusimos al capítulo sobre Fernando
Londoño: “Querido por unos, odiado por otros”. Entre los malquerientes fue una constante
sacarle a la luz el tema de las acciones de Invercolsa (“el que tiene rabo de paja…”).
Por último, debo señalar que Fernando Londoño demostró ser un defensor a ultranza
de las Fuerzas Militares de Colombia. Siguiendo su línea de pensamiento, el Ejército no es
el responsable de los asesinatos de civiles inocentes y, además, la purga que hizo el
gobierno nacional fue injustificada. De todas formas, la lectura de sus columnas resulta
enriquecedora porque permite a los lectores hacerse una idea acerca de cómo la
ultraderecha de nuestro país interpreta la realidad. Tampoco se puede desconocer la
competencia retórica que tiene Londoño Hoyos, hábil argumentador (de ahí el uso
constante de silogismos), y su basta cultura, que exhibe en el momento de escribir.
En cuanto a las columnas de Coronell, debemos empezar por decir que los
argumentos cuasilógicos relacionados con las contradicciones e incompatibilidades fueron
los más recurrentes en sus escritos. De hecho, este tipo de argumentos lo encontramos en
las seis columnas analizadas. Lo anterior demuestra la capacidad investigativa del
periodista. En sus textos, logra poner en conflicto a los personajes públicos; exhibe sus
inconsistencias y sus mentiras.
Otro de los argumentos más utilizados por Coronell es el del antimodelo. En
muchas ocasiones, éste acompaña al argumento descrito en el párrafo anterior. La mayoría
de veces, fue utilizado para mostrar que el comportamiento asumido por ciertos personajes
públicos no es el correcto. Es necesario señalar que para lograr la adecuada construcción de
un argumento tanto por contradicción como por antimodelo, los garantes deben ser muy
bien escogidos. Al respecto, el columnista muestra una asombrosa habilidad.

189
Por otra parte, en las columnas analizadas, la oposición política fue una constante.
Coronell busca las fallas o los errores de quienes ostentan el poder para mostrarlos a la
opinión pública. También hay que apuntar que todos sus análisis responden a la actualidad
noticiosa. Por estas razones, leer los textos de este columnista se hace necesario para tener
un panorama más amplio de la realidad nacional, y así, poder tomar posiciones. Desde esta
perspectiva, las columnas de Coronell cumplen con las características descritas por
Albertos: “son expositivas con función analítica […]”.
Coronell no teme tocar temas que pueden ser controvertidos para la opinión pública.
Por ejemplo, en esos momentos las encuestas señalaban que el presidente Uribe tenía una
aceptación superior al 80 por ciento. Aún así, Coronell escribió en contra de la Comisión de
Acusaciones que investigaba al primer mandatario. También se atrevió a cuestionar la
actitud desde Palacio acerca de las “chuzadas” telefónicas hechas por funcionarios del DAS
a la oposición.
Por si fuera poco, en un país tan conservador y católico como el nuestro, escribió
sobre el perfil de inquisidor que tiene nuestro actual Procurador General. Es importante
dejar claro que no lo atacó por su convicción religiosa, pero sí por las actitudes asumidas
antes de ejercer su cargo.
También se arriesgó a escribir una columna en la que se pone de manifiesto el
parecido entre el Presidente de Colombia y el de Venezuela. Digo se arriesgó, porque hay
que tener en cuenta que en nuestro país hasta se organizó una marcha en contra de Chávez.
Decirle a la opinión pública que ambos mandatarios tienen cierto parecido puede resultar,
cuando menos, peligroso.
Por otro lado, tal vez por ser contradictor del Gobierno Uribe, Coronell es bastante
leído. De hecho fue el columnista, dentro del análisis, que más comentarios recibió. En total
sus columnas recibieron 760 comentarios: 344 de ellos a favor, 326 no relevantes y 90 en
contra de su argumentación.
Pasemos ahora a las conclusiones sobre Alfredo Molano Bravo. Es necesario tener
presente que en los argumentos cuasilógicos se debe evitar toda posible ambigüedad. Para
evitar que sus textos caigan en esta falla argumentativa, gran parte de sus razonamientos
están basados sobre la estructura de lo real, sin dejar de lado la presencia de su pluma
literaria.

190
Desde esta perspectiva, no sorprende que el argumento más reiterativo en los textos
de Molano sea el de la analogía. En cada una de las columnas, este razonamiento apareció
por lo menos una vez. Por supuesto, los nexos de sucesión y de transitividad también
tuvieron un amplio uso, así como los de contradicción y de antimodelo. En su mayoría
fueron utilizados para poner en jaque al Presidente de la República y a sus Fuerzas
Militares.
Tal vez por su formación como sociólogo, se interesó más por el problema del
exterminio indígena en nuestro país que los demás columnistas. Sus escritos son una clara
radiografía de la situación por la que esta minoría atraviesa. Además de hacer una
descripción del acontecer noticioso, las columnas de Molano se caracterizan también por la
profundidad de sus análisis y por la capacidad de establecer relaciones entre diferentes
sucesos: el caso del leve giro de Uribe hacia la izquierda y la posibilidad de que Obama
fuera el Presidente de Estados Unidos, por ejemplo.
A pesar de ser un contador de historias, Molano sabe conjugar muy bien la literatura
con la información pura y dura. Varias veces acudió al recurso de los datos para sustentar
sus afirmaciones. Es aquí importante citar a Luisa Santamaría al sostener que “existen
artículos aparentemente narrativos que constituyen artículos de opinión por su moraleja
ideológica implícita o explícita (Santamaría, 2000, p. 131)”.
Probablemente, algunos lectores que hayan seguido a Molano de tiempo atrás, dirán
que ahora se le ve más tímido en sus escritos. Tal vez, la persecución que ha vivido por
parte de los poderosos de este país, lo haya llevado a eso. Sin embargo, su pluma está
cargada de ironía, de metáforas, de hipérboles, de ilustraciones, de representaciones, de
comparaciones, en general, de literatura, que esconde una gran dosis de oposición. Con
seguridad, sus años de experiencia le han enseñado a decir lo mismo que ha dicho siempre,
sólo que de diferente forma.
Por otra parte, Molano es el columnista que mostró los garantes de la forma más
común posible dentro de todos los periodistas del análisis. Varias veces, fundamentó su
análisis en adagios reconocidos en el imaginario popular colombiano. “El tiro le podría salir
por la culata” y “si tiene rabo de paja, mejor no se acerque a la candela”, son dos claros
ejemplos.

191
En cuanto al tema de las audiencias, debemos advertir que éste fue el columnista
con el número más bajo de comentarios. 378 personas escribieron sobre los análisis de
Molano. En total, 184 personas se manifestaron a favor, 23 en contra y 171 comentarios
fueron clasificados como no relevantes. Vale la pena señalar que la disminución en el
número de foristas podría darse porque cuando se recogió la muestra, EL ESPECTADOR
llevaba pocos meses con circulación diaria; y además, es opositor del gobierno Uribe.
Ahora pasamos a las conclusiones sobre el análisis de las columnas escritas por
Antonio Caballero. Lo primero que hay que decir es que es un maestro de la retórica. Tiene
una gran capacidad de combinar varios argumentos en una misma columna;además, el
análisis nos muestra muchas formas de utilizar el mismo argumento de diferente manera.
Es un mago de la ironía y del sarcasmo. Sin duda, sabe combinar estas
características con el argumento de transitividad y con los nexos de sucesión, bastante
frecuentes en sus escritos. A pesar de lo complejo que resulta lograr esta combinación, no
es común que caiga en errores de razonamiento.
Podría pensarse que las pocas falacias que se identificaron, se dieron, en parte, por
darle un tono diferente a sus escritos. Tal vez Caballero comparte que además de informar
al lector, dejarlo inquieto y pensativo, un texto argumentativo no queda mal si tiene algo de
gracia. Por esta razón, se burla de algunos personajes; en el caso específico de nuestro
análisis, del candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, John
McCain.
En este punto es importante retomar otra cita de Martínez Albertos: “Después de
todo, podemos afirmar que el ideal del artículo periodístico ―el artículo periodístico
ideal―es el literario-poético-filosófico-humorístico, que nos dará una amena lección de
cualquier cosa, con grato estilo, profundidad de pensamiento, aliento poético y una gotas de
humor, de buen humor” (Albertos citado por Santamaría, 2000, p. 168). Entonces,
Caballero es todo un articulista.
Caballero demostró que puede escribir textos muy bien fundamentados sin dejar de
lado la literatura. No le da miedo escribir en contra del gobierno; pero tampoco le tiembla
la mano para aceptar los aciertos del mismo. La muestra que obtuvimos da cuenta de que
Caballero tiene todas las aptitudes necesarias para escribir un buen texto sobre cualquier
tema. Eso hace de él un periodista en todo el sentido de la palabra.

192
En el análisis de sus textos pudimos identificar la gran mayoría de los argumentos
expuestos en el marco teórico. Esto demuestra que es un estudioso del tema y que conoce la
importancia de una buena argumentación en una sociedad como la nuestra.
En cuanto a las audiencias, en total lo comentaron 531 personas. De ellas, 387 se
manifestaron a favor, 86 fueron clasificados como no relevantes y sólo 58 estuvieron en
contra de sus argumentaciones.
Ahora pasemos a las conclusiones del análisis sobre las columnas de María Jimena
Duzán. Fue sorprendente el hecho de que sus textos hayan sido más comentados que los de
Antonio Caballero. En total recibió 628 acotaciones, 457 de ellas a favor, 115 en contra y
56 no relevantes.
Lo anterior puede deberse a que el estilo de Duzán es mucho más suelto. La
literatura apenas se asoma en sus textos esporádicamente; aunque no se le puede negar el
uso de varias analogías acertadas. Pero a grandes rasgos, la periodista describe los hechos a
partir de como ella los entiende; es decir, usa los nexos de sucesión. Luego, se apoya en un
par de ejemplos para ganar adhesión entre los lectores. Después usa argumentos de
transitividad para reforzar su idea y, por último, concluye, en la mayoría de casos, con la
misma tesis.
Seguramente, María Jimena Duzán ha leído a Martín Vivaldi, hablando sobre el
articulismo: “Escribir un artículo para el periódico es dar forma escrita a una grata charla
con el lector, diciéndole (“en román paladino, en el cual suele el pueblo hablar a su
vecino”) lo que queramos comunicarle del modo más fácil posible” (Citado por Santamaría,
2000, p. 153-154).
Por otra parte, es de rescatar que esta periodista escribe sobre temas que a pesar de
ser actuales se salen de la agenda informativa. Su ingenio le da un valor agregado que
puede atraer a más lectores. Sus temas son novedosos, por ejemplo, habla sobre los nuevos
cacaos colombianos, y el fin de los yuppies. Obviamente, estas temáticas llaman la atención
de las audiencias.
También es importante señalar que sin dejar de tocar asuntos trascendentales, como
por ejemplo los asesinatos de ciudadanos inocentes por parte de la Fuerza Pública, María
Jimena Duzán propone temáticas que llaman la atención. Ergo, el protagonismo dado a

193
Íngrid Betancourt fue algo que todos tuvimos que vivir, pero que muy pocos comentaron.
Fue muy gratificante encontrar una voz que no elogiara a la ex-secuestrada.
Así, podemos decir que Duzán, a grandes rasgos, se mueve entre los nexos de
sucesión, los ejemplos y los argumentos de transitividad. Sin embargo, lo que la hace una
buena columnista es que puede decir las cosas con fluidez y sin tantos rodeos, aunque su
prosa no sobresalga por la calidad literaria.
Finalmente, del análisis de Daniel Samper Ospina podemos decir que este personaje
demuestra lo difícil que es hacer buen humor en el periodismo escrito. A pesar de tener una
innegable chispa, es necesario anotar que se repite bastante en sus textos. Por ejemplo, para
quienes lo hemos seguido, las alusiones a la tía uribista ya no resultan tan divertidas como
en principio lo fueron. En la muestra, por presentar sólo dos casos, los chistes sobre el
sombrero del senador Borja y sobre que la oposición sólo fuma Mustang sueltos, son
comentarios que ya habíamos leído en sus textos. El mismo chiste, contado dos veces, se
vuelve malo.
Sin embargo, es de rescatar su ingenio para adaptar la realidad nacional a sus
escritos. Sus columnas son una muestra de que el humor debe tener algo de verdad. Y
detrás de la verdad van los columnistas de opinión.
En cuanto al estudio sobre las audiencias vale la pena decir que hacía pocos meses
Samper Ospina se estrenaba en Semana. El número de foristas de ese entonces contrasta
fuertemente con el que tiene en la actualidad. En total obtuvo 417 comentarios. 233 de ellos
a favor, 107 en contra y 77 no relevantes. A pesar de ser el columnista menos votado de
Semana durante el estudio, es positivo saber que el humor ha tenido apoyo y que
actualmente Samper Ospina permanece en la revista con un número importante de lectores.
Vale la pena señalar que el hecho de ser hijo de Daniel Samper Pizano puede ser, en
este aspecto, una desventaja. Muchas veces la sombra del padre opaca la pluma del hijo.
Otra constante entre los comentarios fue el sobrenombre que le pusieron al
columnista. Dado que Samper Pizano escribió el texto Dejémonos de vainas, y que de allí
salió la popular serie de televisión, muchos lectores establecieron un parecido entre Daniel
Junior y el hijo menor de los Vargas. Es importante recordar a los lectores que este
personaje de televisión no se destacó por ser brillante o cómico; todo lo contrario.

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No podríamos terminar sin hacer referencia al problema que significa para Samper
Ospina ser el sobrino del ex-presidente Ernesto Samper. Muchos lectores no le perdonan
ese nexo. La sombra del monumental elefante del 8.000 también se adueñó del foro del
columnista. En este caso, los lectores cometen falacia ad hominen ofensiva por la
circunstancia (por cobrarle su parentesco con el ex mandatario).
Para cerrar, es necesario advertir que los columnistas, en la mayoría de sus textos,
fundamentaron su argumentación en el conocimiento del mundo del destinatario, así como
en los hechos y las evidencias. Todos hablaron de temas cercanos al imaginario popular y la
gran mayoría se apoyó en el acontecer noticioso para escribir sus artículos. Una falacia
presente en casi todos fue la del eufemismo. Nos acostumbramos a llamar falsos positivos,
los asesinatos de civiles inocentes por parte de la Fuerza Pública.
Otro aspecto llamativo de la mayoría de las columnas es el uso del sarcasmo, la
ironía o el humor. Estas estrategias llaman la atención del lector, lo cuestionan y lo hacen
reflexionar. También, ofrecen una oportunidad de decir lo que de manera directa sonaría
crudo o sería más peligroso. Además, le dan un toque de gracia al estilo del autor. No
obstante, su humor requiere que el lector esté empapado del acontecer noticioso y de la
historia que ha rodeado ciertos acontecimientos, ya que este columnista tiene un vasto
conocimiento, del que hace uso para decir la verdad a través del humor.
En cuanto a las audiencias, es necesario señalar que hubo un número importante de
comentarios no relevantes en todas las columnas de la muestra. Lo anterior, se debe tal vez
a la falta de cultura por parte de los lectores. Al parecer, para muchos colombianos es
común atacar a las personas con insultos y groserías, en vez de atacar respetuosamente sus
argumentos.
Seguramente, el caso más representativo de lo que estamos diciendo, sea el forista
Certero 33. Además de participar en los foros tanto de EL TIEMPO, de EL ESPECTADOR
y de Semana, Certero se caracterizó por su inadecuado lenguaje y por intentar ofender a
tanto a los columnistas como a los foristas que se manifestaron en contra de las ideas de
Uribe. No obstante, llama la atención su perseverancia en la crítica.
Otra de las constantes en los foros fue la petición, por parte de las audiencias hacia
los periodistas, de plantear soluciones en vez de hacer énfasis en los problemas. Al
respecto, creo conveniente citar una parte de la columna de Oscar Collazos publicada en EL

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TIEMPO, el 12 de septiembre de 2007: “Quienes nos exigen que 'aportemos soluciones' y
que 'construyamos' en lugar de 'destruir', tienen un elevado pero irreal concepto misionero
de la función periodística”. Comparto con Collazos que como lectores debemos tener en
cuenta que la función principal de los periodistas es la búsqueda de la verdad; no la
solución de los problemas porque son ciudadanos sin otro acceso al poder que la palabra.
También es importante señalar que a pesar de que la mayoría de columnistas de la
muestra se han manifestado en contra de la reelección, las encuestas siguen favoreciendo al
primer mandatario. Al respecto, la revista Cambio intenta ofrecer una explicación de este
inusual fenómeno12. De acuerdo con la revista ya no son tan influyentes los columnistas de
prensa escrita porque la imagen del Presidente se ha mediatizado. Este hecho hace que
tenga mayor influencia sobre la opinión del público.
De todas formas, las columnas de opinión son una ventana para el debate, para
expresar la individualidad del periodista, que es en últimas la representación de la de los
foristas y lectores que se sienten identificados, y para expresar mediante imágenes y figuras
literarias su representación de la realidad de una forma particular.
Además, columnistas como Coronell, Caballero, Duzán y Molano no pierden
vigencia y sus columnas, de más de un año atrás, retratan los mismos problemas y
personajes que ocupan hoy la primera plana. Sus tesis se revalidan con el paso del tiempo
porque documentan e interpretan de manera fidedigna y lúcida la realidad.
Por último, este análisis me genera la inquietud de trabajar con una muestra más
equilibrada; hablando sobre posiciones políticas, por supuesto. Dejo la puerta abierta para
un estudio en el que se tome el mismo número de columnistas a favor y en contra del
Gobierno. En esta oportunidad, tuvimos que conformarnos con Londoño. El resto, hacen
oposición pura y dura.

12
C:\Documents and Settings\Propietario\Escritorio\TESIS COLUMNISTAS\Cambio_com_co - Portada -
Por qué no les creen a los columnistas con respecto al gobierno de Uribe y a su eventual reelección.mht

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Bibliografía
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