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El uso del cloro como agente desinfectante empezó a principios del siglo XX y pasó a
completar el proceso de filtración, que ya era ampliamente utilizado. Los productos de la
familia del cloro más habituales para realizar la desinfección del agua son: cloro gaseoso,
hipoclorito sódico, hipoclorito cálcico. El cloro (Cl2) es un gas tóxico, más denso que el aire,
de color verde amarillento. Es un producto muy oxidante que reacciona con muchísimos
compuestos. En presencia de humedad es extremadamente corrosivo y por ello los conductos
y los materiales en contacto con él han de ser de aleaciones especiales. El vapor de cloro es
irritante por inhalación y puede causar heridas graves en caso de exposición a altas
concentraciones. El manejo de cloro se ha de realizar pues, por parte de personal
especializado y son necesarios sistemas de control y de alarma muy efectivos. Por estos
motivos, es preferible la utilización de hipocloritos en solución o en forma sólida. El hipoclorito
sódico (NaClO) en solución es un desinfectante que se utiliza desde el siglo XVIII y que
popularmente se conoce como lejía. A nivel industrial se obtiene por reacción del cloro gas
con una solución de hidróxido de sodio. Tras la reacción, se obtienen soluciones acuosas de
color amarillo verdoso, que tienen una concentración determinada de cloro activo por litro. Se
comercializa en disoluciones de concentraciones entre 3 y 15% en peso. El hipoclorito sódico
es un oxidante muy potente e inestable, tanto, que una solución de 100 gramos de cloro activo
por litro, después de ser almacenada durante 3 meses, puede contener 90 gramos o incluso
menos. El hipoclorito cálcico (Ca(ClO)2) es un sólido blanco con contenido entre el 20 y el
70% de cloro activo. Es muy corrosivo y que puede inflamarse al entrar en contacto con ciertos
materiales ácidos. Sin embargo, presenta dos ventajas respecto al hipoclorito sódico: su
mayor contenido en cloro y su mayor estabilidad. Para ser utilizado, se diluye con agua para
obtener una solución de concentración más manejable, por ejemplo, 2%.
CLORACIÓN
Todavía la cloración es el método más utilizado para la desinfección tanto de aguas potables
como residuales. Se basa en la adición de cloro, o uno de sus derivados, al agua problema
para luego de un tiempo de contacto (aprox. 30 minutos) se haya producido la inactivación de
la mayoría de los gérmenes, sobre todo de los considerados indicadores cuya concentración
final debe ser nula como garantía de agua segura para el consumo humano.
El cloro, en sus diversas formas, se utiliza de forma generalizada como agente desinfectante
del agua. Entre las ventajas que ofrece se pueden citar:
- Se obtiene fácilmente como gas, líquido o polvo
- Es barato
- Es fácil de aplicar debido a su relativamente alta solubilidad
- Deja una concentración residual en el agua potable, que no es dañina para el hombre y
protege el sistema de distribución
- Es muy tóxico para la mayoría de los microorganismos, ya que detiene las actividades
metabólicas
● Cloro gas (Cl2): Es el más utilizado. Se emplea en casi todos los tratamientos de
potabilización de medianos y grandes núcleos. Se suministra en forma líquida, en
depósitos. Para su dosificación se diluye primero en agua y posteriormente se mezcla
con la corriente principal. Se suministra en botellas o bombonas de 50 a 100 Kg, en
contenedores, de 500 a 1000 Kg, o a granel, mediante grandes cisternas, en camiones
de 10 a 20 toneladas.
● Hipoclorito sódico (NaOCl): Forma líquida, con 150 g Cl/L, de riqueza. Se usa en
núcleos medios. La baja riqueza obliga a utilizar grandes cantidades de producto. Se
suministra en bidones de 20 a 50 L.
● Hipoclorito cálcico (Ca(OCl)2): Se expende en pastillas. Se utiliza sobre todo en
piscinas. Las pastillas tienen un 70 % de cloro activo.
● Dióxido de cloro (ClO2): De uso cada vez más extendido, por el abaratamiento de los
costes de producción y de la mayor simplicidad de las instalaciones de
almacenamiento y dosificación. Es un producto inestable, por lo que se debe producir
"in situ" y aplicar directamente al agua a desinfectar. Tiene un gran poder
desinfectante, y no produce olores ni subproductos olorosos. Se suele obtener de una
reacción entre gas cloro y clorito de sodio (NaClO2) o de clorito de sodio con ácido
clorhídrico (HCl)
● Cloraminas: Se utiliza en la cloración de grandes conducciones. Tiene una gran
estabilidad en el agua, por lo que su presencia residual está asegurada. Las
cloraminas se producen como combinación del cloro libre y amonio. Son subproductos
algo menos activos que el cloro.
DOSIFICACIÓN DE CLORO
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Ingeniería Sanitaria- UTN - FRRO Docente:
Ing. Jorge A. Orellana
Con un residual de cloro de 0,2 a 1,0 mg por litro después de un tiempo de contacto de 15 a
30 minutos, producirán generalmente, un factor de descontaminación del 99,9 % de
destrucción del Eschericha coli y cuentas bacteriana a 37 ºC. La seguridad total final en
abastecimientos de aguas se puede asegurar únicamente mediante una cloración cuidadosa,
continua y controlada independientemente de su fuente o del agua producida en sus plantas
de purificación. En las plantas de tratamiento, el cloro para desinfección se puede agregar al
agua cruda o pre-cloración, al agua tratada parcialmente o cloración, o bien, al agua
terminada o postcloración.. El agua se puede elevar más de una vez dentro de la planta de
tratamiento y posteriormente en la red de distribución.
Cloro gas (Cl2): Es el más utilizado. Se emplea en casi todos los tratamientos de
potabilización de medianos y grandes núcleos. Se suministra en forma liq
́ uida, en depósitos.
Para su dosificación se diluye primero en agua y posteriormente se mezcla con la corriente
principal. Se suministra en botellas o bombonas de 50 a 100 Kg, en contenedores, de 500 a
1000 Kg, o a granel, mediante grandes cisternas, en camiones de 10 a 20 toneladas.
Pueden utilizarse depósitos en forma de botella, provistos en su parte superior de una llave
de paso, mediante cuya apertura se obtiene cloro gaseoso a la presión correspondiente a la
temperatura del cloro liq́ uido. No es recomendable la inyección del gas directamente al agua,
por lo que se utilizan formas indirectas. En el diagrama de la figura siguiente se presentan los
elementos de una instalación tip ́ ica.
El clorador debe suministrar siempre la misma dosis aunque la presión del gas cambie. Una
solución habitual es mezclar el gas con agua mediante un sistema de aspiración hidráulica
que extrae el cloro de un sistema con dispositivos de regulación y de medición.
Cuando los consumos son muy elevados el proceso de evaporación puede llegar a congelar
́ uido. En ese caso, se utilizan contenedores horizontales de gas, de los cuales el
el cloro liq
cloro se puede sacar indistintamente en forma liq ́ uida o gaseosa. Se efectúa la toma en la
zona gaseosa cuando el caudal necesario no obliga a proceder a un recalentamiento; por el
contrario si debe distribuirse un gran caudal de cloro se efectúa la toma en la zona liq ́ uida y
se enviá este cloro por tuberia
́ a un depósito de agua o a un depósito calentado artificialmente
por medio de un termostato que constituye el evaporador para cloro gas. Es decir, se recurre
a una congelación controlada. Para evitar un enfriamiento exagerado, no deben extraerse de
un depósito de cloro más de 10 g por hora y por kg de capacidad del depósito.
Hay que tener muy en cuenta en las instalaciones la toxicidad y agresividad del cloro. Se
debe colocar sistemas de protección contra fugas y de neutralización. Una vez realizada la
dosificación, el agua debe estar en contacto con el cloro un determinado tiempo para que la
desinfección sea efectiva. En aguas potables se utilizan tiempos de contacto superiores a los
30 minutos, que se suelen cumplir en los depósitos de almacenamiento. En aguas residuales
que se van a verter hay que construir depósitos laberin ́ ticos especiales, tanques de
desinfección, para tener tiempos de retención superiores a 15 minutos.
El cloro gas se hidroliza rápidamente en agua para formar ácido hipocloroso (HOCl).
Ecuación 4.1
Ecuación 4.2
El ácido hipocloroso es un ácido débil (pKa = 7.5), lo que significa que se disocia
moderadamente pero en cantidad suficiente para disminuir el pH del agua debido a la
producción del ion hidronio:
Ecuación 4.3
La constante de ionización de esta reacción a 25º C está dada por la Ecuación 4.4 y su
variación con respecto a la temperatura se muestra en la Tabla 4.2.
Ecuación 4.4
Entre un pH de 6.5 y 8.5 la disociación del ácido hipocloroso es incompleta y coexiste con el
OCl- . No se produce a valores de pH menores de 6.5 mientras que por arriba de 8.5 es
completa
(Ilustración 4.1). La suma del HOCl y del OCles el llamado cloro libre residual. Debido a que
la eficiencia de desinfección del HOCl es de 80 veces mayor que la del OCl- se prefiere la
cloración a pH’s ácidos.
Hipoclorito La cloración del agua potable se lleva a cabo en la práctica mediante el burbujeo
del cloro gaseoso o mediante la disolución de los compuestos de cloro y su posterior
dosificación. El cloro en cualquiera de sus formas, se hidroliza al entrar en contacto con el
agua, formando ácido hipocloroso (HOCl). Durante el proceso químico de la desinfección, se
producen compuestos tales como cloraminas, dicloraminas y tricloraminas en presencia de
amoníaco en el agua. Las cloraminas sirven igualmente como desinfectantes aunque
reaccionen de una manera sumamente lenta. Asimismo, se forman el ácido clorhídrico (HCl)
y los hidróxidos de calcio y sodio, los cuales no participan en el proceso de desinfección. La
especie desinfectante es el ácido hipocloroso (HOCl), el cual se disocia en iones hidrógenos
(H+ ) e hipoclorito (OCl- ) y adquiere sus propiedades oxidantes:
Ecuación 4.5
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http://aneas.com.mx/wp-content/uploads/2016/04/SGAPDS-1-15-Libro23.pdf
CONTROL DE LA CLORACIÓN
El control del cloro residual se mide tanto en la salida de la estación de tratamiento como en
diferentes puntos de la red. Las concentraciones de cloro en grifo deben ser mayores de cero;
lo normal es tener concentraciones de 0.1 a 0.9 mg/L.
SISTEMA DE INYECCIÓN
El sistema de cloración por inyección, se usa cuando no hay manera de descargar la solución
clorada en un tanque o cisterna y solamente contamos con una línea que se va directo a
consumo o a un tanque de difícil acceso. Para ingresar agua al clorador, se hace una
derivación del caudal principal, y la solución clorada se descarga en un tanque (tanque
ecualizador) y por medio de una bomba previamente calculada, inyectamos la solución en la
tubería principal mezclados entre sí con el agua cruda para obtener la concentración de cloro
deseada. Estos sistemas requieren de energía eléctrica, cuentan con sensores de protección
contra el desbordamiento de la solución clorada en el tanque y para la protección de la bomba.
A este tipo de sistema se le puede adicionar cualquier tipo de controlador para registros
estadísticos y para operaciones remotas.
INYECCIÓN
Para conseguir los mejores resultados del cloro, éste se debe aplicar cuidando mantener una
mezcla completa con toda el agua por desinfectar, un suministro continuo y una dosificación
acorde con la calidad del agua. La mezcla inicial es fundamental. Un régimen turbulento
conduce a índices de remoción de dos órdenes de magnitud mayores a los conseguidos en
un reactor de mezcla completa. A pesar de ello no se conoce la turbulencia "óptima" y sólo
se considera recomendable tiempos de mezcla del orden de un segundo (Metcalf & Eddy,
2003).
La mezcla rápida del cloro con el agua tiene diversos beneficios, el primero, aunque ocurre
momentáneamente, es que con un buen mezclado existe una mejor distribución de HOCl, el
cual entra en contacto con los microorganismos ejerciendo su efecto biocida.
Es uno de los tipos de desinfección del agua que se efectúa inyectando, mediante una bomba
eléctrica, la solución clorada del tanque de polietileno a la red de impulsión del sistema de
agua para consumo humano. Este tipo de sistema se implementa en sistemas de agua por
bombeo con tratamiento y sin él.
Partes del sistema de cloración por inyección con bomba eléctrica
● Tanque de polietileno de 600 litros
Recipiente contenedor de la solución madre (hipoclorito de calcio al 70% + agua).
● Conexiones de ingreso
Conjunto de accesorios y tubería conectados desde la línea de impulsión hasta el
tanque de polietileno.
● Bomba electrica dosificadora
Equipo electromecánico conectado con tubería, manguera y accesorios. Su función
es inyectar la solución clorada a la línea de impulsión desde el tanque de polietileno.
Permite regular el caudal en función de la dosis previamente calculada; para ello,
utiliza las perillas de frecuencia y la amplitud de succión.
http://www.plinindustrial.com/catalogo/cloracion_automatizada.pdf
guiasistemadecloracionporinyeccionconbombaelectrica_RevisadoporMartha
http://aneas.com.mx/wp-content/uploads/2016/04/SGAPDS-1-15-Libro23.pdf
DIFUSORES
Difusores del cloro La solución de cloro también puede aplicarse en tuberías o en canales, en
donde el agua está en movimiento. Nunca en tanques de almacenamiento por la dificultad
para inducir una mezcla rápida. Cuando se trata de tuberías, puede utilizarse un difusor como
el que se esquematiza en la Ilustración 4.17. Su diseño se basa en los principios dados para
los filtros múltiples. La turbulencia puede crearse utilizando un alto Número de Reynolds en
la tubería, aguas arriba del difusor. Los fabricantes venden también difusores cerámicos que
realizan una dispersión más completa del flujo pero son más costosos. También, pueden
emplearse mallas en tubos. El mismo tipo de elementos pueden usarse en los canales, pero
debe ponerse cuidado en evitar que produzcan “humos de cloro”. Para ello, se debe emplear
una profundidad mínima de 1.50 a 2.0 m de agua.
Las tuberías y accesorios que se utilicen para la conducción de cloro gas vacío deberán ser
de PVC Schedule 80. Deberán ir pintadas de color amarillo con tres líneas transversales de
color verde que se repetirán cada 1 metro de tubería.
Este sistema comprende un cilindro con el gas, un regulador con un rotámetro (indicador de
tasas de alimentación) y un eyector. El sistema trabaja debido al vacío que se genera en el
eyector tipo Venturi accionado por un flujo de agua, el cual inyecta una mezcla de agua y de
gas en el punto de aplicación, donde el gas se difunde y disuelve. El sistema debe estar
provisto de válvulas antirretorno para impedir el ingreso del agua a la tubería de transporte
de cloro, con el objeto de prevenir la corrosión del equipo en los casos en que por algún
motivo se interrumpa su funcionamiento.
El cloro líquido tiene un color ámbar y un peso de una vez y media el del agua. El cloro rara
vez se ve en su forma líquida, porque entra en ebullición (se convierte a un gas) a
aproximadamente -29o F (-34oC) a presión atmosférica
Cabe destacar que el cloro a presión (líquido o gaseoso) se debe conducir por tuberías
metálicas de acero de 1” de diámetro, sin costuras y cédula 80. No se debe usar PVC o
plástico pues el cloro ataca rápidamente estos materiales. La figura que se mostrará a
continuación, esta presenta un diagrama para las diferentes opciones de aplicación.
El cloro líquido cuando se expande incrementa su volumen en 400 veces a comparación del
cloro gaseoso.
El gas de cloro tiene un color verdoso amarillento. Tiene un olor típico pungente y
característicamente desagradable, muy parecido a los blanqueadores o lejías a base de cloro
de las lavanderías, y se puede detectar por el olfato en concentraciones tan bajas como de
0.2 a 0.4 ppm. Es aproximadamente dos y media veces tan pesado como el aire. Por
consiguiente, si el gas cloro se derrama de un contenedor o de un sistema, buscará el nivel
más bajo en el edificio o en el área.
Los dosificadores de cloro gaseoso trabajan bajo dos principios: funcionamiento al vacío por
inyección en tubería y funcionamiento a presión por difusión en canales abiertos o tubería.