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ENSAYO SOBRE VISITA

AL MUSEO DE LA MEMORIA (LUM)

CURSO: CIUDADANÍA Y REFLEXIÓN ÉTICA

PROFESOR: JEAN PAUL BROUSSET VASQUEZ

INTEGRANTES:
JOAO JOSE BAUTISTA ROJAS
VERÓNICA KATHERINE DÍAZ QUISPE
ROGGER ABILIO MENESES AGRAMONTE
ALFREDO ELISEO ASTOQUILLCA CHIPANA

LIMA, PERÚ

2019
Un golpe de Estado contra el ese entonces presidente del Perú Fernando
Belaunde Terry, dado por Juan Velasco Alvarado, dio inicio al periodo de
dictadura militar en la que se vio sumergida el país desde 1968 hasta 1980.

Durante esa época podemos resaltar las relaciones internacionales hechas por
parte del Gobierno, así pues, Tramontana (2004) refiere que: “Velasco estrechó
vínculos con Cuba, Chile de Allende y todo el bloque oriental, lo que permitió la
presencia de literatura izquierdista en el país y el fortalecimiento de movimientos
subversivos tales como Sendero Luminoso y MRTA”.

Es así que, finalizando esos 12 años de poderío militarista, el Perú tendría que
luchar ahora contra el alzamiento de esas dos organizaciones que, a fin de lograr
sus objetivos, usaron la violencia como principal medio para someter al país ante
sus ideales. Por consiguiente, daremos un breve repaso de como el terrorismo
como tal atentó contra la vida e integridad de la población trasgrediendo
cualquier limite ético posible.

Se puede tomar como punto de partida el primer acto antidemocrático ejecutado


por Sendero Luminoso en el distrito de Chuschi en Ayacucho, en el que se
quemaron las ánforas electorales de las elecciones de 1980, atentando así
contra el derecho a elegir de los pobladores. Con esto, pretendían mostrar su
oposición al Estado e imponer su ideología, aunque quebrantando un derecho
tan fundamental como es el de sufragio.

Sendero Luminoso fue creado por Abimael Guzmán y tuvo sus orígenes en la
Universidad San Cristóbal de Huamanga (Ayacucho), él y sus seguidores
iniciaron en 1980 la lucha armada por el poder político del Perú basándose
principalmente en ideas maoístas. En su camino del terror, los senderistas
usaron la violencia como vía, quebrantando así, cualquier forma de respeto a la
vida, la dignidad y el bienestar de la población, mediante actos que perjudicaban
física y psicológicamente a las víctimas y causando innumerables perdidas
humanas.

Hay que mencionar, además, que este movimiento también vulneró en aquellos
años la libertad de consciencia e integridad de las personas, al tratar de imponer
forzosamente su ideología y al no aceptar alguna organización alternativa.
Debido a ello, atentaba y privaba a la población de tener la facultad de libre
elección y pensamiento; muy por el contrario, reprimían de forma agresiva
cualquier expresión opuesta a sus ideas. Se debe agregar que, durante aquellos
años, Sendero Luminoso coaccionó de forma amenazante haciendo uso una vez
más de la violencia para captar adeptos a sus filas e incluso, refieren casos de
secuestros a niños evidentemente contra su voluntad.

De igual forma, el MRTA, quienes declararon ser diferentes a los senderistas, al


final acabaron usando los mismos recursos violentos imponiendo miedo y terror
en la población. Estos se valieron de actos agresivos, secuestros y asesinatos
para alcanzar sus objetivos, lo cual atenta directamente contra el derecho a la
vida y a la integridad personal, rebasando así cualquier limite éticamente
permitido.

Cabe señalar que, estos grupos subversivos no fueron los únicos en utilizar la
violencia como medio de acción. Se puede referir en primer lugar a la misma
población afectada que, ante la evidente amenaza del terrorismo optaron por
defenderse como pudieron para salvaguardar sus vidas. Pongamos por caso, lo
ocurrido en Uchuraccay en 1983, donde los comuneros confundieron a un grupo
de ocho periodistas con militantes senderistas y como reacción ante aquel
panorama terminaron por masacrarlos con palos y piedras, irrumpiendo así con
su vida.

Lo antes mencionado, se torna ambiguo y puede ser visto desde diferentes


perspectivas, ya que, si bien es cierto se entiende el miedo de la población, así
como el afán de hacer justicia ante tanta violencia recibida, tampoco es
justificable el acto de asesinar en sí tenga el motivo que fuere. Es ante ello, que
surge una controversia: si es que la ética como tal tiene como limite el respeto
hacia la otra persona, en esta situación y viéndolo de forma objetiva, los
comuneros trasgredieron de igual forma la practica ética al asesinar a esos
periodistas.

Por otro lado, se puede mencionar al Estado y su papel para combatir el


terrorismo, el cual se evidencia no estaba debidamente estructurado para esta
lucha y, muy por el contrario, tuvo como primera respuesta dejar la
responsabilidad a las Fuerzas Armadas, que propicio que la violencia se
expandiera más en vez reducirla. Los primeros años en vez enfocarse en el
trabajo de inteligencia, su accionar fue totalmente militar y no impartían confianza
en los afectados. Es así que, se cometieron numerosos actos que tenían una vez
más, al uso de la violencia como único medio, entre los cuales, se pueden referir:
asesinatos, secuestros, violaciones, entre otros; esto es, se atento contra la base
de sus derechos humanos: vida, libertad y seguridad.

En síntesis, durante los años que el terrorismo sometió al país, se cometieron


diversos actos inhumanos que violentaron directamente los derechos
fundamentales de la población afectada, trasgrediendo así, cualquier limite
éticamente permitido, ya que se pasó por encima de la gente perdiendo total
respeto hacia su vida y lo que representaban. Y es así que, llegamos a la
siguiente reflexión; que ante todo debe primar el respeto hacia nuestros
semejantes, a pesar de que hay diferentes contextos en los que cada persona
puede tener reacciones particulares, ha quedado históricamente evidenciado
que la violencia genera más violencia. Si bien es cierto, ante una amenaza tan
grande como lo fueron Sendero Luminoso y el MRTA, se pensó que responder
de la misma forma daría resultados, pues a la larga se demostró que fue con el
trabajo en equipo y con estrategias bien estructuradas que el Perú pudo hacer
frente a esas organizaciones que tanto daño le hicieron al país.
ANEXOS:
Referencias

Tramontana, D. (2004). La violencia terrorista en el Perú, Sendero Luminoso, y la protección


internacional de los derechos humanos. Revista Persona.

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