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1 La bibliografía al respecto es abundante. Una referencia obligada es el II Congreso mundial de pastoral vocacio-
nal, La pastoral vocacional en la Iglesia Particular, 1981. Propongo una selección de artículos escritos en torno a
la celebración del Congreso europeo: Rubio, L. – Da Silva, C., Rumbos nuevos para una pastoral vocacional
renovada, Seminarios 43 (1997) 143-185. García Velasco, J., Urgencia de una pastoral vocacional nueva, Semina-
rios 43 (1997) 207-223. García, J. – Rico, J., Crónica del Congreso europeo sobre las vocaciones al sacerdocio y
a la vida consagrada, Seminarios 43 (1997)249-254. Rubio Parrado, L., Nuevas vocaciones para una nueva
Europa, Seminarios 44 (1998) 307-325. Cencini, A., Coordenadas actuales para la opción vocacional e itinerario
formativo para la decisión, Seminarios 42 (1996) 163-181. Instituto Vocacional Maestro Ávila, La pastoral
vocacional, una pastoral de vanguardia. Entrevista a Amadeo Cencini, Seminarios 42 (1996) 183-194.
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Análisis comparativo de los documentos
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Si en sus comienzos la pastoral vo-
cacional trataba de circunscribir su
campo de acción a algunas catego-
31. En el rostro de Jesucristo, muerto y resucitado,
rías de personas (los nuestros, los
maltratado por nuestros pecados y glorificado por el
más próximos a los ambientes de
Padre, en ese rostro doliente y glorioso, podemos ver,
Iglesia, o a aquéllos que parecían
con la mirada de la fe, el rostro humillado de tantos
manifestar inmediatamente un cier-
hombres y mujeres de nuestros pueblos y, al mismo
to interés, los más buenos y estima-
tiempo, su vocación a la libertad de los hijos de Dios,
dos, los que habían hecho ya una
a la plena realización de su dignidad personal y a la
opción de fe, etc.), ahora se siente
De los fraternidad entre todos. La Iglesia está al servicio de
cada vez más la necesidad de exten-
ambientes todos los seres humanos, hijos e hijas de Dios.
der con valor a todos, al menos en
evangelizados a
teoría, el anuncio y la propuesta
la amplitud de
vocacionales, en nombre de aquel
los hijos de Dios 107. Bendecimos al Padre por el don de su Hijo
Dios que no hace acepción de per-
Jesucristo, “rostro humano de Dios y rostro divino del
sonas, que elige a pecadores en un
hombre”. ”En realidad, tan sólo en el misterio del
pueblo de pecadores, que hace de
Verbo encarnado se aclara verdaderamente el misterio
Amós, que no era hijo de profeta si-
del hombre. Cristo, en la revelación misma del miste-
no tan solo recogedor de sicómo-
rio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el
ros, un profeta, que llama a Leví, y
hombre al propio hombre y le descubre su altísima
entra en la casa de Zaqueo, que es
vocación”.
capaz de hacer nacer incluso de las
piedras hijos de Abraham (cfr. Mt
3,9).
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282. Cada sector del Pueblo de Dios pide ser
acompañado y formado, de acuerdo con la peculiar
vocación y ministerio al que ha sido llamado; el
Si el fin, un tiempo, parecía ser el
obispo que es el principio de la unidad en la diócesis
reclutamiento, o el método de pro-
mediante el triple ministerio de enseñar, santificar y
paganda, a menudo con resultados
gobernar; los presbíteros, cooperando con el
obtenidos forzando la libertad del
ministerio del obispo, en el cuidado del pueblo de
individuo o con episodios de «com-
Del Dios que les es confiado; los diáconos permanentes en
petencia», ahora debe ser cada vez
reclutamiento al el servicio vivifi-cante, humilde y perseverante como
más claro que el fin es la ayuda a la
discernimiento ayuda valiosa para obis-pos y presbíteros; los
persona para que sepa discernir el
consagrados y consagradas en el segui-miento radical
designio de Dios sobre su vida para
del Maestro; los laicos y laicas que cumplen su
la edificación de la Iglesia, y reco-
responsabilidad evangelizadora, colaborando en la
nozca y realice en sí misma su pro-
formación de comunidades cristianas y en la
pia verdad.
construcción del Reino de Dios en el mundo. Se
requiere, por tanto, capacitar a quienes puedan
acompañar espiritual y pastoralmente a otros.
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ra todas las vocaciones en cada fase tido de la vida y el proyecto que Dios tenga para cada
de la vida. uno, acompañándolos en su proceso de discernimien-
to. Plenamente integrada en el ámbito de la pastoral
ordinaria, es fruto de una sólida pastoral de conjunto,
en las familias, en la parroquia, en las escuelas católi-
cas y en las demás instituciones eclesiales.
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1 La vocación es un don de Dios para todos
En la sagrada Escritura queda muy claro que la La catequesis vocacional es con frecuencia impar-
vocación es un don de Dios para todos. La na- tida por sacerdotes y personas consagradas que
rración de la vocación personal de algunos se son nombrados para este fin por sus institucio-
integra de un modo dinámico e incluyente con nes, pero en general participan poco los laicos
la narración de la vocación del pueblo de Dios. en esta misión. Este hecho hace que el mensaje
Todos son llamados a formar un pueblo sacer- no llegue a los destinatarios. Si es algo que inte-
dotal, una nación santa. La lumen gentium, do- resa a todos, el mensaje debería ser transmitido
cumento vertebrador de la doctrina conciliar, por todos, o al menos por una cantidad repre-
subraya la llamada universal a la santidad y el sentativa de laicos comprometidos en la pastoral
sentido y valor de la vocación de los fieles vocacional. Es urgente una acción evangelizado-
laicos, religiosos y ministros ordenados. ra que llegue a todos.
Si la vocación es para todos, la motivación para Es un estilo marcado por dos notas: la colabora-
nombrar personas, organizar eventos y hacer pu- ción-comunión y la claridad teológica-catequé-
blicaciones vocacionales será anunciar la buena tica. El animador vocacional, convencido del
noticia de la vocación y hacer el bien a los jóve- don que Dios ha dado a todas las personas, se
nes y a todos en algo tan fundamental como la mantiene abierto a la diversidad de los carismas
propia identidad. Esto significa que hay en los úl- y ministerios. Fomenta todas las vocaciones.
timos responsables y en los mismos animadores Abre a los jóvenes y a todos a la perspectiva am-
vocacionales un auténtico deseo de evangelizar plia de la armonía de las vocaciones. Tiene un
o “celo” pastoral, que les lleva a entre-gar la interés grande por ofrecer a todos el contenido
vida en un servicio oculto que multiplica la vida teológico que define su ser en la Iglesia, para que
vocacional en cada persona. puedan vivirlo.
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2 La comunidad cristiana, madre de las vocaciones
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3 La vocación, una respuesta a las necesidades
La doctrina bíblica de la vocación nos enseña Es fundamental que los jóvenes que experimen-
que Dios interviene en la Historia llamando a tan el llamado de Dios tengan bien claras las
distintas personas para que se pongan al servicio coordenadas sociales de su vocación. Es decir,
de su pueblo en necesidades bien concretas. El que no sólo quieran responder a Dios que llama,
Señor ve la opresión, siente la miseria de su pue- sino también a los demás que los necesitan, de
blo, escucha su clamor y responde con pronti- modo que den nombres concretos a los destina-
tud. La persona es enviada como un signo del tarios de su opción, al estilo del buen samarita-
amor de Dios que actúa eficazmente. Jesús es el no. Hay que garantizar que excluyan otro ti-po
buen pastor que, con sentimiento por la oveja de ambiciones o de expectativas que los aleja-
perdida la busca hasta que la encuentra. Muestra rían del servicio al pueblo de Dios. Como el
así la misericordia que hay en el corazón de buen pastor han de tener sentimiento de la
Dios. necesidad del prójimo.
La motivación para trabajar a favor de las voca- El estilo evangélico del humilde servicio. El ani-
ciones es el servicio al pueblo de Dios, no el mador vocacional está como el que sirve. La
mantenimiento de las propias obras o de la pro- misma actividad es una introducción a la radica-
pia institución. El animador vocacional está im- lidad del servicio evangélico. Se plantea de tal
pregnado de este espíritu de servicio y bien iden- manera, que se excluye sistemáticamente a quie-
tificado con el servicio concreto que presta su nes tienen afán de poder o deseo de aprove-
institución. Por eso, una institución que se empe- charse económicamente desde la opción voca-
ña en el fomento de las vocaciones a la vez cional. El proceso vocacional pone al joven en
revisa y cuestiona su propia tarea pastoral, man- contacto con las necesidades sociales que marcan
teniéndose abierta y disponible ante las necesi- desde su origen a la propia institución y enseña
dades sociales, es así una escuela de servicio. desde el principio a elegir prioridades.
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4 La vocación, objeto del discernimiento comunitario
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5 El cuidado de la vocación, una tarea comunitaria
En la pastoral vocacional hay una responsabili- La pastoral vocacional en su sentido amplio llega
dad para cada uno de los miembros de la comu- a existir cuando se desarrollan ministerios de di-
nidad cristiana. El obispo, los presbíteros y diá- versas personas y en diversos niveles a favor de
conos, los padres de familia, los religiosos y reli- las vocaciones. También cuando se implementan
giosas, tanto de vida contemplativa como apos- estructuras que se hacen responsables de ello,
tólica, los miembros de los institutos seculares, como los colegios, las familias, los grupos y mo-
los laicos, los animadores juveniles, los mismos vimientos juveniles, etc. Este desarrollo e inte-
jóvenes. Es fundamental detallar la responsabili- gración de diversos agentes y estructuras da un
dad de cada uno y desarrollarla conveniente- mensaje claro de que el cuidado de las vocacio-
mente para que la pastoral vocacional llegue a nes es algo importante en la vida de la Iglesia.
representar un compromiso vivo de toda la Cada comunidad cristiana debe desarrollarlas.
comunidad eclesial.
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6 La vocación, don de Dios que resuena en el corazón
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7 Un camino probado de acompañamiento
El animador vocacional siente una responsabili- El estilo pastoral viene marcado por cierta profe-
dad en torno a la calidad del proceso que pro- sionalidad. Se toma en serio el proceso y por
pone al joven en su camino de decisión. Esta es ello se sistematiza, evitando lo más posible la
una de sus prioridades. Por ello se esfuerza por improvisación y la pérdida de tiempo. Hay con-
estudiar el proceso y por utilizar materiales que tinuidad cuando cambian los animadores, gracias
puedan facilitarlo. Rescata la experiencia de a los materiales que comparten y van enrique-
quienes lo han precedido, creando tradiciones ciendo unos y otros. Los jóvenes captan que
para el acompañamiento vocacional en la pro- existe un conjunto de criterios para el acompa-
pia institución. Recurre a las ayudas técnicas y se ñamiento y el discernimiento que son aceptados
prepara para realizar con solvencia las entrevis- y aplicados por todos los animadores. Hay un
tas y el acompañamiento grupal. lenguaje común entre animadores y formadores.
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