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EL DEBATE

El debate es un acto de comunicación que consiste en la discusión de un tema


polémica entre dos o más personas, no se aportan soluciones, tiene un carácter
argumentativo, está dirigido generalmente por una persona que asume el rol de
moderador para que de este modo todos los participantes en el debate tengan
garantizada la formulación de su opinión y aunque no se trata de una disputa que
busca un ganador, sino más bien de poder conocer las distintas posturas sobre un
determinado tema, normalmente, siempre se habla de quien lo ha ganado. En tanto,
esto último se medirá por quien mejor sostenga una idea, más que por el que tenga
la razón.

Un debate generalmente tendrá lugar cuando sea necesario dar a conocer o


defender las opiniones sobre un tema determinado o para facilitar la decisión por
alguna postura. Atendiendo a estos dos objetivos es que normalmente los debates
son muy utilizados y también se han convertido en el último tiempo en las grandes
estrellas de cualquier campaña política en cualquier país del mundo, ya que a través
de estos los ciudadanos tienen la posibilidad de ver frente a frente a los candidatos
que se presentan para un mismo cargo, como puede ser el de presidente de un
país, discutiendo y presentando sus plataformas políticas. Y lo más importante, si
es que el mismo se realiza por televisión y en vivo, también uno podrá ver las
reacciones, los modos y las emociones de estos.

EL ORIGEN DEL DEBATE


El método de debate surgió en la edad media con forma pedagógica puesta en
practica en las primeras universidades, es una herencia del método escolástico del
filosofo griego Aristóteles (III A.C). quien a su vez lo debería a su maestro platón y
este a sócrates.
Dicho método se componía de tres principios fundamentales, heredados por el
imperio romano y bautizados en latín: lectio quaestiu, disputatio. El primer término
designaba la lectura de textos de autores legitimados en el área. El segundo aludía
a la confrontación o a la pregunta, y el tercero, propiamente, al intercambio: el
debate.
Hoy en día es ampliamente utilizado en la academia y en ciertos tipos de
manifestaciones políticas. El debate es una técnica de aprendizaje muy
comúnmente utilizada en dinámicas pedagógicas, ya que la interacción con las
posturas ajenas obliga a afinar las capacidades y estrategias argumentativas, a la
par que someter los propios puntos de vista a reconsideración.
Características de un debate

Existen distintos tipos de debate. De una forma genérica un debate debería ser
fluido, con información y argumentos de calidad, equilibrado (en el que se escuchen
diferentes posturas) y con una duración razonable.

Dependiendo de su espontaneidad, los debates se clasifican en formales, que son


aquellos que tienen un formato preestablecido, así como un tópico específico a
discutir, y que cuentan con un moderador; e informales o espontáneos, que son
aquellos en que el tema de debate no es previamente acordado, no existe un
moderador directo y prima la libertad de argumentación.

A pesar de la variedad de debates que pueda existir, hay algunos elementos que no
varían: suelen tener una serie de participantes, una estructura, un tema y un diálogo
con argumentaciones.

Participantes de un debate

Debatientes u oponentes. Son dos o más personas que presentan posturas


enfrentadas. Pueden ser personas a título individual o personas que hablan en
representación de un grupo de personas, por lo que no se centran en ideas
personales sino en ideas del grupo. Idealmente, los debatientes conocen el tema
sobre el que se va a debatir, son expertos en la materia y han preparado el debate
con argumentos, posibles contraargumentos y réplicas. Durante el debate, deben
seguir las reglas establecidas y las indicaciones del moderador, argumentar sus
posturas, escuchar las opiniones del resto de los debatientes y responder a sus
argumentos.

Moderador. No siempre existe esta figura (especialmente en debates informales).


Su tarea es plantear el tema, iniciar el debate, establecer turnos de palabra,
mantener el respeto y la objetividad entre los debatientes, orientar y reorientar la
discusión, y dar por concluido el debate. Un buen moderador tiene conocimientos
sobre el tema que se debate, tiene capacidades comunicativas y de análisis, es
respetuoso y mantiene la imparcialidad.

Público. En un debate puede haber o no público asistente. En unas ocasiones el


público son meros espectadores y en otras el propio púbico participa de forma activa
expresando su opinión y realizando preguntas. Cuando existe un público (aunque
no participe) y dependiendo del contexto, los participantes y el moderador adaptan
su discurso para que vaya dirigido al público. Por ejemplo, en un debate en un medio
de comunicación generalista el vocabulario utilizado no debería ser muy técnico o
se deberían hacer aclaraciones.
Estructura de un debate

Un debate, especialmente en el ámbito académico, suele tener un inicio o apertura


en el que se presenta a los participantes y se plantea el tema y algunos de los
puntos a tratar; el cuerpo del debate, en el que se produce el intercambio de
informaciones y argumentaciones; y la conclusión, en la que los participantes
pueden resumir sus posturas y extraer conclusiones del propio debate. En
ocasiones, antes de la conclusión también se abre un período de preguntas por
parte del público hacia los debatientes.

Temas de un debate

Por lo general, el tema a debatir debe ser interesante y, en cierto modo,


controvertido, es decir, un tema en el que pueda haber diversas posturas, opiniones
e interpretaciones. Un debate puede tratar sobre diferentes temas, aunque, por lo
general, suele versar sobre un único tema del que pueden surgir otros subtemas.
Por ejemplo, en un debate sobre el aborto, pueden surgir temas de índole religiosa,
filosófica, sociológica, política y jurídica.

Argumentaciones

De una forma ideal, la información que se intercambia debe estar basada en datos
objetivos y veraces, y en opiniones razonadas y fundamentadas para defender una
postura.

Este tipo de argumentaciones se conocen como pruebas. Del mismo modo, en un


debate se producen objeciones o argumentaciones en contra de las informaciones
presentadas por el otro debatiente.

El debate asemeja un duelo de esgrima: cada parte intenta desviar los ataques
contrarios y acertar con los propios en el pecho del adversario. De allí que la
capacidad de argumentación sea fundamental para ganar un debate, tanto así que
a los argumentos a favor se les denomina “pruebas” y a los argumentos en contra,
“objeciones”. Los primeros apuntan a la validez de las tesis asumidas y los
segundos a invalidar las tesis ajenas.

Existen varios tipos de argumento:’

 Sintomáticos. Las pruebas se exponen en forma de signos, síntomas, que


conducen luego a una conclusión lógica posible.
 Nexos causales. Generan una relación de causa-efecto entre dos temas,
perspectivas o alegatos.
 Analogías. Parten de la semejanza de atributos entre una cosa y la otra para
explorar una semejanza.
 Por generalización. A partir de un marco de casos semejantes, se llega a una
conclusión común a todos los involucrados.
 Ad hominem. Mal vista en el debate y por lo tanto desestimada, ataca al
emisor como
 una forma de desvirtuar las ideas que expone.

PREPARACION DE UN DEBATE

1. Elegir un tema de interés general que produzca controversia.


(preferiblemente actual)
2. Designar con suficiente tiempo de antelación los grupos antagonistas (a
favor y en contra) de acuerdo al tema para que puedan investigar
profundamente.
3. Designar a un moderador para que coordine el esquema del debate.
4. Elegir un secretario que se encargue de anotar las ideas principales
expuestas de cada grupo.
5. Explicar algunos participantes que el tema que le ha tocado defender
puede estar en contra de sus creencias, así como recalcar que el debate
debe ser lo mas objetivo posible.
6. Empezar el debate con el grupo A favor y otorgarles aproximadamente
de 5 a 7 minutos sin interrupción para que argumenten sus ideas. Realizar
con el grupo en contra
7. Otorgar 3 minutos a los grupos para que reorganicen sus ideas.
8. Dar la palabra para responder a cada grupo por 3 minutos,
alternadamente.
9. Al final del debate el secretario debe presentar un resumen de lo expuesto
por ambos grupos.
10. Hacer realimentación del tema en general.

NORMAS A SEGUIR EN UN DEBATE

Existen ciertas normas a seguir en el transcurso de un debate que deben ser


respetadas por todos los integrantes del mismo para su desarrollo normal.

Ser objetivo.

Ser tolerante respecto a las diferencias.

Respetar el tiempo de habla asignado por el moderador.


No burlarse de la intervención de nadie.

Respetar el turno de la palabra.

Dejar intervenir a los demás

Recomendaciones a los participantes del debate.

Se sugieren las siguientes recomendaciones para los participantes:

Claridad: evitar el uso de términos que puedan ser mal interpretados por la parte
opositora.

Evidencia: evitar el argumentación frases como: “De acuerdo a …”, “el texto dice
…”, “la mayoría de las personas creer…”, sustentará con hechos reales las ideas
expuestas.

Emocionalismo: evitar el uso de expresiones que causen reacciones airadas a la


parte opositora, tales como: ¡liberal!, ¡conservador!, ¡socialista!, ¡comunista!,
¡hippy!, ¡Fascista!, etc.

Causalidad: evitar conclusiones que conlleven a falacias.

Seguridad de la información: constatar en varias fuentes la credibilidad del topico,


a investigar.

Entender los argumentos de los oponentes: se parte de la basa de que la parte


opositora también posee razón en lo que expone; así se puede descubrir algunos
conceptos que pueden ayudar a mejorar el argumento.

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